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Voz Del Silencio Helena Blavatsky PDF
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FRAGMENTOS ESCOGIDOS
DEL
TRADUCIDO Y ANOTADO
POR
H. P. BLAVATSKY
Prefacio
Las siguientes páginas se han entresacado de: “El Libro de los
Preceptos de Oro”, una de las obras colocadas en las manos de
los estudiantes místicos orientales. En esa escuela, cuyas
enseñanzas muchos teósofos aceptan, es obligatorio conocer
estos preceptos. Entonces, como sé muchos de ellos de memoria,
traducirlos ha sido relativamente fácil para mí.
Es consabido que en la India, los métodos de desarrollo
psíquico difieren según los Gurús (maestros o instructores), no
sólo por pertenecer a escuelas de filosofía diferentes, de las
cuales existen seis, sino porque cada Gurú tiene su sistema que,
por lo general, lo mantiene en riguroso silencio. Sin embargo,
más allá de los Himalayas, el método en las Escuelas Esotéricas
no difiere, a menos que el Gurú sea simplemente un Lama, con
un conocimiento poco superior a los que se lo imparte.
La obra de la cual ahora traduzco, forma parte de la misma
serie de la cual se entresacaron las “Estancias” de “El Libro de
Dzyan”, sobre las cuales se basa “La Doctrina Secreta.” “El
Libro de los Preceptos de Oro” reclama el mismo origen que la
gran obra mística titulada “Paramartha” que, según la leyenda de
Nagarjuna, los Nagas o Serpientes (en realidad un nombre dado a
los Iniciados antiguos) entregaron al gran Arhat. Las máximas y
las ideas de “El Libro de los Preceptos de Oro”, por nobles y
originales que sean, a menudo se encuentran bajo formas
diferentes en las obras sánscritas como el “Dnyaneshwari”, ese
tratado místico maravilloso en el cual Krishna describe a Arjuna,
de manera elocuente, la condición de un Yogui plenamente
iluminado y también se hallan en ciertos Upanishads. Esto es
simplemente natural pues la mayoría, sino todos los Arhats más
grandes, los primeros seguidores de Gautama Buddha, eran
hindúes y arios y no móngoles, especialmente los que emigraron
al Tíbet. Ya sólo las obras dejadas por Aryasanga son
numerosísimas.
Los Preceptos originales están esculpidos en cuadrados
oblongos y sutiles; las copias, a menudo, se encuentran en
discos. Generalmente, a estos discos o láminas se les preserva
sobre los altares de los templos, anexos a centros donde se
establecen las llamadas escuelas “contemplativas” o Mahayana
2
(Yogacharya). Están escritos en idiomas distintos, a veces en
tibetano, aunque la mayoría de las veces son ideografías. 1 El
idioma sacerdotal (Senzar), además de ser un alfabeto propio,
puede ser expresado en varios modos de escritura cifrada, cuyos
caracteres comparten más la naturaleza de las ideografías que de
las sílabas. Otro método (lug. en tibetano) consiste en usar los
números y los colores, cada uno de los cuales corresponde a una
letra del alfabeto tibetano (30 letras simples y 74 compuestas),
formando, así, un alfabeto criptográfico completo. Cuando se
usan las ideografías, hay un modo definido de leer el texto. Por
ejemplo: en este caso, los símbolos y los signos usados en
astrología, los doce animales zodiacales y los siete colores
primarios, siendo cada uno triple en matiz: claro, primario y
oscuro, representan las 33 letras del alfabeto simple, palabras y
frases. Desde luego: en este método, los doce “animales”
repetidos cinco veces y acoplados con los cinco elementos y los
siete colores, proveen un alfabeto completo, constituido por
sesenta letras sagradas y doce signos. Un signo colocado al
comienzo del texto determina si el lector debe deletrearlo según
el modo indo, cuando cada palabra es simplemente una
adaptación sánscrita o, según el principio chino de leer las
ideografías. Sin embargo, la manera más fácil es la que permite
al lector usar ningún idioma especial o cualquier idioma que le
plazca; ya que los signos y los símbolos eran, como los números
o las cifras arábigas, la propiedad común e internacional entre los
iniciados, los místicos y sus seguidores. La misma peculiaridad
es característica de uno de los modos chinos de escribir,
pudiendo ser leído fácilmente por quienquiera que esté
familiarizado con el carácter. Por ejemplo: un japonés puede
leerlo en su idioma así como puede hacerlo un chino en el suyo.
El Libro de los Preceptos de Oro, algunos de los cuales son
pre-buddhistas, mientras que otros pertenecen a un periodo
sucesivo, contiene casi noventa pequeños tratados distintos. De
estos he aprendido 39 de memoria hace años. Para traducir el
resto, volviéndolo una tarea fácil, debería recurrir a apuntes
esparcidos entre una cantidad copiosa de documentos y
1
Representación directa de las ideas por medio de signos. (Nota del
traductor.)
3
cuadernos reunidos en los últimos veinte años sin haberlos nunca
ordenado. Tampoco se pueden traducir todos, entregándolos a un
mundo demasiado egoísta y excesivamente apegado a los objetos
de los sentidos, para que esté preparado, de algún modo, a recibir
esta ética tan sublime con el ánimo justo. Pues, si un ser humano
no persevera seriamente en la búsqueda del conocimiento de sí,
nunca prestará oído a los consejos de esta índole.
Sin embargo, la literatura oriental está pletórica de esta ética,
especialmente los Upanishads. Krishna dice a Arjuna: “Mata el
deseo de vivir.” Ese deseo sólo radica en el cuerpo, el vehículo
del Ser encarnado y no en el SER que es “eterno, indestructible,
que no mata ni puede ser matado” (“Katha Upanishad”). El
“Sutta Nipata” enseña: “Mata la sensación, considera de la
misma forma el placer y el dolor, la ganancia y la pérdida, la
victoria y la derrota [...] Busca refugio sólo en lo eterno.”
“Destruye la sensación de separatividad”, repite Krishna en toda
manera. “La Mente (Manas), que sigue los sentidos impetuosos,
hace al Alma (Buddhi) tan impotente como el viento que arrastra
la barquilla en las aguas.” (Bhagavad-Gita, II., pag. 70).
Por lo tanto se ha considerado más oportuno hacer una
selección juiciosa sólo de estos tratados que beneficiarán a los
pocos místicos genuinos en la Sociedad Teosófica y que,
seguramente, satisfacerán sus necesidades. Sólo ellos apreciarán
las siguientes palabras de Krishna-Christos, el “Ser Superior”:
“Los sabios no se apenan ni por los vivos ni por los muertos.
Nunca hubo un periodo en que ni yo ni tú y ni siquiera estos
regentes de los hombres no hemos existido; al mismo tiempo,
cada uno de nosotros nunca cesará de ser en el más allá.”
(“Bhagavad Gita”, II., pag. 27).
En esta traducción he hecho lo mejor posible para preservar la
belleza poética del lenguaje y las imágenes que caracterizan al
original. Le corresponde al lector juzgar hasta que grado este
esfuerzo ha sido un éxito.
“H.P.B.”
4
DEDICADO A LOS POCOS
5
FRAGMENTO I
* * *
Aquel que quiere oír la voz de Nada (2), “el Sonido Insonoro” y
comprenderla, debe aprender la naturaleza de Dhâranâ (3).
Ya que:
Cuando su forma le parezca irreal, como al despertar acontece
con todas las formas que ve en los sueños;
Antes que el Alma pueda oír, la imagen (el ser humano), debe
estar sorda a los rugidos y a los susurros, a los bramidos de los
elefantes furiosos y al zumbido plateado de la luciérnaga áurea.
6
Entonces el alma oirá y recordará.
Diciéndole:
7
el conocimiento de este YO, debes abandonar el Yo al No-Yo, el
Ser al No-Ser; y entonces podrás descansar entre las alas de la
GRAN AVE. !Ay¡ Dulce es el reposo entre las alas de lo que no
nace, ni muere, sino que es el AUM (10) a través de las eras
eternas (11).
2
El Vestíbulo del Aprendizaje del Periodo de Prueba.
8
las cadenas Kármicas, no busques a tu Gurú en estas regiones
Mayávicas.
9
Si a través del Valle de la Sabiduría, quieres alcanzar el Valle de
la Beatitud, Discípulo, cierra herméticamente tus sentidos contra
la terrible herejía de separatividad, que te aparta de los demás.
3
El SER Superior.
10
Luego se transforma en un estruendo de trompeta.
Cuando los seis (26) han sido muertos y colocados a los pies del
Maestro, entonces el discípulo se sumerge en el UNO (28), se
convierte en este UNO y vive dentro de éste.
4
Kundalini, el “Poder Serpentino” del fuego místico.
11
El Ser de materia y el SER del Espíritu nunca pueden
encontrarse. Uno de los dos debe desaparecer, no hay lugar para
ambos.
Deja que tu Alma preste oído a todo grito de dolor, así como el
loto entrega su corazón para absorber el sol matutino.
12
No desees nada. No te irrites contra el Karma ni contra las leyes
inmutables de la Naturaleza. Sólo lucha contra lo personal, lo
transitorio, lo evanescente y lo perecedero.
13
Mata tus deseos, Lanoo, vuelve tus vicios impotentes, antes de
dar el primer paso en el viaje solemne.
14
Aquí y allá, estos rayos la iluminan, así como las chispas del sol
iluminan la tierra a través de la vegetación tupida de la jungla.
Sin embargo, Oh Discípulo, si la carne no es pasiva, la cabeza
tranquila y el alma tan firme y pura como el diamante flamígero,
la luminosidad no alcanzará el aposento (22), su luz solar no
calentará el corazón, ni siquiera los sonidos místicos de las
cumbres Akásicas (35) alcanzarán el oído, por entusiasta que sea
en el estadio inicial.
. . . . . . . .
.
Cuando el discípulo ve y oye; y cuando huele y gusta con los
ojos y los oídos cerrados, con la boca y los orificios nasales
tapados; cuando los cuatro sentidos se unen y están preparados a
pasar al quinto, al del tacto interno—entonces él ha pasado al
cuarto estadio.
15
perdido sus nombres en el mundo de Maya. Se han convertido en
una estrella, el fuego que arde, pero no quema, ese fuego que es
el Upadhi (40) de la Llama.
16
¡Observa! Te has convertido en la luz, te has convertido en el
Sonido, eres tu Maestro y tu Dios. Eres TU MISMO, el objeto de
tu búsqueda, la VOZ sin interrupción que reverbera en las
eternidades, incambiable, sin pecado, los siete sonidos en uno, la
Om Tat Sat
17
FRAGMENTO II
LOS DOS SENDEROS
Dice el Maestro:
Los Senderos son dos: las grandes Perfecciones tres; seis las
Virtudes que transforman al cuerpo en el Arbol del
Conocimiento (2).
¡Es desalentador ver que Alaya beneficie tan poco a los seres
humanos, ya que todos la poseen y son uno con la gran Alma!
18
inapreciable de aprender la verdad, la percepción justa de lo
existente, el Conocimiento de lo inexistente!
Dice el discípulo:
19
en lo Impersonal, al “hombre eterno” (7) y, al haberlo
encontrado, mira al interior, eres Buddha (8).
5
Inmortalidad.
20
Si te dicen que, para obtener la liberación, debes odiar a tu madre
y descuidar a tu hijo; negar a tu padre y llamarle “amo de casa”;
renunciar a toda compasión por los seres humanos y los
animales, diles que sus lenguas pronuncian falsedades.
6
Los ascetas de Brahman.
7
El Ego que reencarna.
8
La Verdadera Sabiduría divina.
21
No pienses que, rompiéndote los huesos y fustigando la carne y
los músculos, te unes a tu “Yo silencioso” (12). No pienses que,
Oh Víctima de tus Sombras (13), hayas cumplido con tu deber
hacia la naturaleza y los seres humanos, una vez conquistados los
pecados de tu burda forma.
9
Buddha.
22
es de la vida transitoria: es el hombre que ha sido, es y será, para
el cual la hora nunca suena.
23
Sabe, Oh Discípulo, que éste es el SENDERO Secreto escogido
por los Buddhas de Perfección que sacrificaron el YO a Yoes
más débiles.
. . . . . . . .
Actúa para ellos “hoy” y ellos actuarán para ti “mañana.”
10
Preceptos de la Escuela Prasanga.
24
De la yema de la Renunciación al Yo, brota el dulce fruto de la
Liberación final.
11
Marte.
12
Mercurio.
13
El Sol.
25
anteriores, ambos fueron Nyimas resplandecientes y en los
“Días” futuros podrán volver a ser dos Soles. Estos son los
descensos y los ascensos de la Ley Kármica en la naturaleza.
14
Buddha.
26
Más grande es aun aquel en el cual el Yo Divino ha matado el
mero conocimiento del deseo.
Los Arhans y los Sabios de Visión ilimitada (30) son tan raros
como la flor del árbol Udumbara. Los Arhans nacen en la media
noche junto a la planta sagrada de nueve y siete tallos (31), la
flor sagrada que se abre y despliega en la oscuridad del rocío
puro y el lecho congelado de las cumbres nevadas, que ningún
pie pecaminoso recorre.
27
Aun cuando sucumba, no ha sucumbido en vano; los enemigos
que exterminó en la última batalla no volverán a la vida en su
próximo nacimiento.
28
Escrito está: “enseña a evitar todas las causas; deja que la
ondulación del efecto siga su curso así como la portentosa
oleada.”
. . . . . . . .
Ahora sabes de los dos Senderos. Llegará tu hora de elegir, ¡Oh
tú, de alma entusiasta!, cuando hayas alcanzado el fin y hayas
pasado los siete Portales. Tu mente está cristalina. Ya no estás
envuelto en los pensamientos engañosos; ya que lo has
aprendido todo. La verdad queda develada y, mirándote
severamente a la cara, dice:
. . . . . . . .
¡Observa! La meta de la beatitud y el largo Sendero de Dolor
están en el extremo más distante. Puedes escoger el que quieras,
¡Oh aspirante al Dolor a lo largo de los ciclos futuros! [...]
OM VAJRAPANI HUM
30
FRAGMENTO III
Ten buen ánimo, Discípulo; ten presente la regla de oro. Una vez
que hayas pasado la puerta Srôtâpatti (6), “aquel que ha entrado
en la corriente”; una vez que tu pie haya tocado el lecho de la
corriente Nirvánica, en esta vida o en alguna otra futura, tendrás
ante ti sólo siete nacimientos, Oh tú de Voluntad diamantina.
31
“El manto de la oscuridad se extiende sobre el abismo de la
materia, dentro de sus pliegues lucho. Bajo mi mirada se
profundiza el manto de la oscuridad, Señor; se disipa bajo el
ondular de tu mano. Una sombra se mueve, sinuosa como los
anillos de una serpiente que repta [...] Crece, se hincha y
desaparece en la oscuridad.”
15
Conocimiento, Sabiduría.
32
6. DHYÂNA, cuya puerta de oro, una vez abierta, conduce
al Narjol 16 hacia el reino del eterno Sat y a su
contemplación incesante.
Así estarás en armonía plena con todo lo que vive; amando a los
seres humanos como si fueran tus hermanos, pupilos, discípulos
de un Maestro, los hijos de una madre dulce.
16
Un santo, un adepto.
33
Antes de pararte en el umbral del Sendero; antes de cruzar la
primera Puerta, debes fundir los dos en Uno, sacrificando lo
personal al YO impersonal, destruyendo así el “sendero” entre
los dos Antaskarana (9).
¿Lo has hecho? [...] Puedes entrar. Sin embargo, antes de poner
tus pies sobre el triste Sendero de dolor, es menester que
conozcas las piedras de tropiezo a lo largo del camino.
. . . . . . . .
34
Armado con la llave de Caridad, de amor y compasión tierna,
estás seguro ante la puerta de Dâna, el portal a la entrada del
SENDERO.
17
Kshanti, “paciencia”. Véase anteriormente la enumeración de las
llaves doradas.
35
No cierres tus ojos, ni pierdas tu vista de Dorje (12); las flechas
de Mara siempre traspasan a quien no ha alcanzado Virâga.
36
Si no quieres que te maten, debes volver inofensivas a tus
creaciones, las hijas de tus pensamientos, invisibles e intangibles,
que aletean alrededor de la humanidad, la progenie y los
herederos del género humano y de sus desechos terrenos. Debes
estudiar la vacuidad de lo aparentemente lleno y la plenitud de lo
aparentemente vacío, Oh intrépido Aspirante, observa
profundamente en el caudal de tu corazón y contesta. ¿Conoces
los poderes del Yo, Oh percibidor de las sombras externas?
37
la superficie inferior. Ese rayo es tu guía en la vida y tu
verdadero Yo, el Custodio y el Pensador silencioso, la víctima de
tu Yo inferior. Tu Alma puede ser herida sólo por el cuerpo que
yerra; controla y domina a ambos y estarás seguro cuando cruces
la “Puerta del Equilibrio” que está acercándose.
. . . . . . . .
La tarea penosa ha sido completada, tu labor ha llegado al
término. Casi has surcado el amplio abismo que abrió sus fauces
para deglutirte.
. . . . . . . .
Has atravesado el foso que rodea la puerta de las pasiones
humanas. Ahora has conquistado a Mara y a su hueste furiosa.
38
Sagrada, 18 el dique que protegerá tu mente del orgullo y de la
satisfacción al pensar en la gran hazaña realizada.
Haz impermeable tu Alma contra las asechanzas del Yo; haz que
se merezca el nombre de “Alma-Diamante” (19).
18
El Ego Superior o el Yo pensante.
39
Hasta entonces, te espera una tarea aún más ardua: debes sentirte
TODO-PENSAMIENTO y aún, exiliar todos los pensamientos
de tu Alma.
Obsérvalo escrito:
“Antes que la llama dorada pueda arder con luz firme, la lámpara
debe encontrarse bien protegida, en un lugar exento de cualquier
viento.” 19 El haz luminoso, expuesto a la brisa variable, oscilará
y la trémula llama proyectará sombras engañosas, oscuras y en
constante cambio, sobre el blanco santuario del Alma.
19
“Bhagavad Guita.”
40
Prepárate y prevente con tiempo. Si has tratado y has fracasado,
Oh luchador indómito, no te desanimes: sigue luchando,
volviendo al ataque una y otra vez.
. . . . . . . .
Pero si has llegado preparado, no temas.
. . . . . . . .
Desde aquí en adelante, tu sendero a la puerta de Virya, el quinto
de los Siete Portales, está libre de obstáculos. Ahora te
encuentras en el camino que conduce al puerto de Dhyâna, el
sexto, el Portal Bodhi.
. . . . . . . .
Sabes tú, Conquistador de los Pecados, que, tan pronto como un
Sowanee (23) ha cruzado el séptimo Sendero, toda la Naturaleza
vibra en respetuoso deleite y se siente sometida. La estrella
plateada, comunica con su brillo la noticia a los retoños
nocturnos, el arroyuelo, con su ondulación, la transmite a los
guijarros; las olas oscuras del océano la comunicarán, rugiendo,
a las rocas de las orillas, las brisas perfumadas la cantan a los
valles y los majestuosos pinos murmuran misteriosamente: “Ha
surgido un Maestro, UN MAESTRO DEL DIA” (24).
42
Si quieres que la corriente de conocimiento obtenido duramente,
de la Sabiduría nacida del cielo, siga siendo aguas dulces y
vivas, no debes dejar que se convierta en cenagosa charca.
¡Ah! Cuando hayas llegado a ser como la nieve pura en los valles
de las montañas, fría e insensible al tacto, cálida y protectora
para la semilla que reposa en la profundidad de su seno, ahora
esta nieve es la que debe recibir la helada mordiente, las rachas
del norte, protegiendo, de su diente afilado y cruel, a la tierra,
depositaria de la cosecha prometida, la cosecha que alimentará a
los hambrientos.
20
Ciclos de edades.
43
Con todo, el ser humano no lo ve, no lo percibe, ni prestará
atención a la palabra de Sabiduría [...] ya que no la conoce.
21
Sowan y Srôtâpatti son sinónimos.
22
Marga, “Sendero”.
23
Del sánscrito: Arhat o Arhan.
44
Mientras más te vuelves uno con ella, fundiendo tu ser en su
SER, mientras más tu Alma se una con lo que ES, más te
convertirás en COMPASION ABSOLUTA.
“¡OM! Creo que no todos los Arhats reciben el fruto del Sendero
Nirvánico.”
. . . . . . . .
24
Thegpa Chenpoido, “Mahâyâna Sutra”, “Invocaciones a los Buddhas
de Confesión”, Parte 1., IV.
45
Observa la luz suave que inunda el cielo de oriente. El cielo y la
tierra se unen en himnos de alabanza. Y de los cuádruples
Poderes manifestados, se eleva un canto de amor, tanto del
Fuego ígneo como del Agua que fluye, tanto de la Tierra de
dulce aroma como del Viento impetuoso.
46
GLOSARIO DE LA PRIMERA PARTE
47
(8). Attavâda, la herejía de la creencia en el Alma o, mejor dicho:
en la separatividad del Alma o Yo, del YO Uno, Universal e
Infinito.
25
El original tiene estas cifras, sin embargo una edad de Brahmâ es:
31,040,000,000,000. (N.d.T)
48
convierte en el Cisne en el Tiempo, cuando se vuelve Brahmâ, en
lugar de Brhama (neutro).
49
espiritual, un poder creador que, cuando se despierta a la acción,
puede crear o matar con la misma facilidad.
50
que uno quiera ir, uno mismo se convierte en ese lugar.” “Eres el
Sendero”, se le dice al adepto gurú y este último lo repite al
discípulo después de la iniciación. “Soy el Camino y la Vida”,
dice otro Maestro.
51
(40). La base (upadhi) de la “LLAMA” eternamente
inalcanzable, mientras que el asceta está en esta vida.
52
GLOSARIO DE LA SEGUNDA PARTE
53
(7). Los buddhistas del norte llaman al EGO reencarnante:
“verdadero hombre”, el cual, en unión con su Yo Superior, se
convierte en un Buddha.
54
(18). “Personalidades” o cuerpos físicos, llamados “sombras”,
son evanescentes.
(21). Lo mismo.
55
se dice que un Chela empieza el esfuerzo ascendente en una vida
y alcanza el Nirvana sólo en su séptimo nacimiento sucesivo.
56
GLOSARIO DE LA TERCERA PARTE
57
estado después de la muerte, sino Samâdhi, durante el cual
experimenta la beatitud Nirvánica plena. 26
26
Cuán poco se puede confiar en los orientalistas por las palabras y el
significado exactos, transpira en el caso de las tres “presuntas”
autoridades. Por lo tanto: los cuatro nombres que acabamos de
explicar, R Spence Hardy los presenta así: (1) Sowân; (2)
Sakradâgâmi; (3) Anâgâmi y (4) Arya. Mientras el Reverendo J.
Edkins los enumera así: (1) Srôtâpanna; (2) Sagardagam; (3) Anâgânim
y (4) Arhan. Nuevamente, Schlagintweit los escribe de manera distinta;
además: cada uno da otra nueva variación en el sentido de los términos.
58
fluyen precipitosamente, entonan el kung”, llamada “la gran
nota” en la música china. Además: él demuestra que esta nota
corresponde al Fa, “que los físicos modernos consideran como la
nota real de la Naturaleza.” También el profesor B. Sillman lo
menciona en sus “Principios de Física”, diciendo que: “se
considera que esta nota es el Fa medio del piano, por lo cual se le
puede tener por la nota clave de la Naturaleza.”
59
(15). El verdadero sentido del nombre Tathâgata es: “aquel que
camina en las huellas de sus predecesores” o “los que lo
antecedieron”.
60
se merecen o a la vestidura Dharmakâya (ya que ambos los
aíslan para siempre del mundo de los seres humanos). La
declaración de Schlagintweit en su “Buddhismo en el Tíbet”
según la cual Prulpai Ku o “Nirmânakâya” es “el cuerpo en el
cual los Buddhas o los Bôdhisattvas aparecen sobre la tierra para
enseñar a la humanidad”, es absurdamente inexacta y no explica
nada.
61
compasivas que los dos ejecutaron como Yoguis cuando estaban
en la tierra.
(27). Estos tres mundos son los tres planos del ser: terrestre,
astral y espiritual.
62
en Espíritu) en el mundo, contribuyendo a la salvación del ser
humano, influenciándole a seguir la Buena Ley, es decir:
conducirle al Sendero de la Rectitud. Es parte del buddhismo
exotérico del norte venerar a todos estos caracteres como Santos,
ofreciéndoles hasta oraciones, así como lo hacen los griegos y
los católicos con sus Santos y Patrones. Sin embargo, las
enseñanzas esotéricas no apoyan tal cosa. Hay una gran
diferencia entre las dos enseñanzas. El lego exotérico, casi no
conoce el verdadero significado de la palabra Nirmânakâya, de
aquí nace la confusión y las explicaciones inadecuadas de los
orientalistas. Por ejemplo: Schlagintweit cree que el cuerpo
Nirmânakâya significa la forma física asumida por los Buddhas
cuando se encarnan en la tierra “la menos sublime de sus cargas
terrenas” (véase “Buddhismo en el Tíbet”) y luego presenta una
visión completamente falsa del tema. La verdadera enseñanza es
la siguiente:
Los tres cuerpos o formas Búddhicos son:
1. Nirmânakâya.
2. Sambhogakâya.
3. Dharmakâya.
El primero es esa forma etérea que asume una persona al dejar el
físico, apareciendo en su cuerpo astral, teniendo, además, todo el
conocimiento de un Adepto. El Bôdhisattva la desarrolla en sí,
mientras recorre el Sendero. Al haber alcanzado la meta y
rechazado su fruto, permanece en la tierra como Adepto y
cuando muere, en lugar de ir al Nirvâna, se queda en este cuerpo
glorioso que ha tejido para sí, invisible para la humanidad no
iniciada, para cuidarla y protegerla.
Sambhogakâya es lo mismo, pero con el ulterior lustre de las
“tres perfecciones”, una de las cuales es la aniquilación completa
de todos los intereses terrenos.
El Dharmakâya es el cuerpo de un Buddha pleno. Por lo tanto no
es un cuerpo para nada, sino un soplo ideal: Conciencia
absorbida en la Conciencia Universal o Alma despojada de todo
atributo. Una vez Dharmakâya, un Adepto o un Buddha, deja
toda relación posible con la tierra o todo pensamiento referente a
ésta. Entonces: místicamente hablando, para que un Adepto
pueda ayudar a la humanidad, una vez que ha ganado el derecho
al Nirvâna, “renuncia al cuerpo Dharmakâya”; mantiene, del
63
Sambhogakâya, sólo el conocimiento grandioso y completo; y
permanece en su cuerpo Nirmânakâya. La escuela esotérica
enseña que Gautama Buddha y varios de sus Arhats son
Nirmânakâyas. Más elevado de Gautama Buddha no hay nadie
que se conozca, debido a su gran renuncia y sacrificio.
64
INDICE
GLOSARIO . . . 47
65