Está en la página 1de 7

Ansiedad ante pruebas

académicas
“El miedo que genera los parciales a final de semestre”

Ha llegado el gran día en que debes realizar ese examen tan


importante por el que te has estado preparando tanto.
Después de semanas o incluso meses de intenso estudio,
llega ese día en que debes reflejar todo lo que has aprendido
y lograr el objetivo de aprobar. Sin embargo, para muchas
personas este momento de estrés puede tornarse en una
pesadilla: se quedan en blanco, les tiembla el
pulso, empiezan a sudar, se olvidan de las
respuestas... y todo el esfuerzo puede irse al
traste.

La ansiedad ante pruebas académicas, tiene que ver con la


manera en que cada alumno valora o interpreta la situación a
la que se ve sometido. En general, explica Florencia Poy,
coordinadora del Gabinete de Orientación Educativa de la
Universidad Francisco de Vitoria, “la ansiedad no viene
provocada por un examen en sí, sino por las
consecuencias que cada alumno deriva de ello”.
“…Me levanto por la mañana y lo primero que viene a la cabeza
es el examen de la semana que viene. Me empiezo a poner
nerviosa y se me hace un nudo en el estómago…. Seguro que no lo
he preparado lo suficiente y suspenderé…a lo peor me quedo en
blanco, me bloqueo… Tengo que ponerme a estudiar, pero se me
hace una montaña… Me sudan las manos y me cuesta
concentrarme…. Es lo mismo que me pasa a la hora de hacer el
examen, ¡pero justo antes, es aún peor! Así seguro que lo haré
mal. Lo mejor sería no presentarme y por lo menos así no sufriré
tanto ni decepcionaré a nadie…”.

Por lo tanto, cuando se


aproxima la fecha del
examen no es raro que
algunas sensaciones
como el estrés tengan
un efecto amplificador o
multiplicador y que
acabe convirtiéndose en
ansiedad. Para evitar que los nervios generados por el miedo
al examen te traicionen en el momento en que debes plasmar
tus conocimientos, toma buena nota de las siguientes
recomendaciones.
RECOMENDACIONES

No alterar el ritmo de sueño

Dormir poco y mal desestabiliza el estado físico y mental.


“Es fundamental no modificar las horas de acostarse y
levantarse, seguir el horario habitual de sueño de entre siete
y ocho horas al día y no echarse siestas de más de media
hora”, recomienda Lucía
Olivera, directora del gabinete
de orientación educativa de la
Universidad Francisco de
Vitoria.

“Quedarse parte de la noche


tratando de asimilar todos los
contenidos que han quedado pendientes no es una buena
opción, debido a que el cansancio aumenta las posibilidades
de sufrir ansiedad y bloqueo mental”.
Planificar el ocio

Muchas horas de estudio no equivalen a mejores resultados.


“Si no aprendemos a descansar y a relajarnos, somos
presa fácil de la ansiedad”.

Para sentirse bien y rendir al máximo es necesario intercalar


el trabajo con actividades de ocio que permitan desconectar
y descargar tensiones. “Respetar nuestras necesidades y
equilibrio es clave, planificar nuestro tiempo de ocio nos
ayudará a aprovechar mejor las horas de estudio sabiendo de
antemano que tenemos una
recompensa”, añade la directora
del gabinete de orientación
educativa de la Universidad
Francisco de Vitoria.
Controlar los pensamientos

“No son los acontecimientos los que generan ansiedad, sino


la interpretación que se hace de ellos”, apunta Lucía Olivera.
Pensamientos negativos como “nunca aprobaré esta
asignatura”, “esta carrera es demasiado difícil para mí”,
“no valgo para la ingeniería” o “soy un desastre”, entre
otros, son los que generan lecturas erróneas de la realidad,
que empeoren los síntomas físicos y hacen que el estudiante
se paralice.

“Es muy importante aprender a


identificar esos pensamientos (que
todos tenemos en mayor o menor
medida) y a desmontarlos con una
respuesta positiva”, remarca la
experta. “El estudiante debe
decirse a sí mismo ‘yo ya he pasado por situaciones
parecidas antes y he salido victorioso. Me he preparado
lo suficiente y lo voy a hacer bien”, indica el profesor de la
Universidad de Salamanca Joaquín Álvarez.
Practicar ejercicios de relajación

Abordar la ansiedad con técnicas de relajación es


aconsejable tanto durante el tiempo de estudio como en el
momento previo a la realización del examen. “El estudiante
debe ser consciente de lo que le pasa. Concentrar la
atención en la respiración y hacerla progresivamente más
profunda y lenta ayuda a desconectar, calmarse e iniciar
el estudio en condiciones óptimas”, recalca Álvarez.

Al comenzar una prueba, el


nerviosismo puede provocar que el
estudiante sienta que se ha quedado
en blanco, que no le surgen las
ideas, pero es una sensación
momentánea.
“A medida que analice el examen, irá
organizando todos los conocimientos acumulados y
estructurando las respuestas. Para ello hace falta pararse y
respirar profundamente. Hacer un esquema del contenido
que se va a desarrollar también ayuda”, concluye Álvarez.

Citado de: https://elpais.com/economia/2016/01/27/actualidad/1453910483_289539.html


http://equilatterapsicologia.com/consejos-ansiedad-examenes/

También podría gustarte