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UN RECUENTO, UN CASO Y UN APRENDIZAJE MÁS

DANIELA ALICIA MOSCOSO GUTIERREZ

LAURA MARGARITA RESTREPO GALVIS

LOREN DANIELA VELA CIFUENTES

UNIVERSIDAD SERGIO ARBOLEDA

ESCUELA MAYOR DEL DERECHO

DERECHO

BOGOTÁ D.C.

2018
UN RECUENTO, UN CASO Y UN APRENDIZAJE MÁS

DANIELA ALICIA MOSCOSO GUTIERREZ

LAURA MARGARITA RESTREPO GALVIS

LOREN DANIELA VELA CIFUENTES

Trabajo investigativo para calificación de segundo corte del curso

Dr. iur. John Zuluaga LL.M.

UNIVERSIDAD SERGIO ARBOLEDA

ESCUELA MAYOR DEL DERECHO

DERECHO

BOGOTÁ D.C.

2018
RESUMEN
Este trabajo busca realizar una aproximación académica a las escuelas del
derecho penal que despliegan la evolución de la teoría del delito, con una
metodología teórica-practica, la investigación se respaldará con doctrina
concerniente al tema y aplicación práctica a un caso de autoría propia. Se
estudiará cada componente de la teoría del delito, siendo esta un aspecto
trascendental en el estudio del derecho penal, acogiendo como piedra angular
aspectos fundamentales para el estudio penal, como conducta, tipicidad,
antijurídica y culpabilidad, y las diversas concepciones que la evolución ha
otorgado mediante diferentes escuelas con influencia de probas mentes de
famosos penalistas.

ABSTRACT
This work seeks to make an academic approach to schools of criminal law that
deploy the evolution of the theory of crime, with a theoretical-practical
methodology, research will be supported with doctrine concerning the subject
and practical application to a case of own authorship. Each component of the
theory of crime will be studied, this being a transcendental aspect in the study of
criminal law, accepting as a cornerstone fundamental aspects for criminal study,
such as behavior, typicity, unlawfulness and culpability, and the various
conceptions that evolution has granted through different schools with influence
of probas minds of famous criminalists.
ÍNDICE
RESUMEN
1. CASO
2. DESARROLLO DEL CASO BAJO LA ÓPTICA DE LAS ESCUELAS
2.1 DESDE LA ESCUELA CLÁSICA
2.1.1 Conducta
2.1.2 Tipicidad
2.1.3 Antijuridicidad
2.1.4 Culpabilidad
2.1.4.1 Imputabilidad (presupuesto de la culpabilidad)
2.2 DESDE LA ESCUELA NEOCLASICA
2.2.1 Conducta
2.2.2 Tipicidad y antijuridicidad
2.2.3 Culpabilidad
2.3 DESDE LA ESCUELA FINALISTA
2.3.1 Conducta
2.3.2 Tipicidad
2.3.3 Antijuridicidad
2.3.4 Culpabilidad
CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. CASO
Clementina estaba embarazada, en los controles coincidía con Consuelo
María, también embarazada, se hicieron amigas. Acercándose su parto,
Clementina fue a recibir la remisión para su cesárea al hospital local;
después tenía otra cita que inquietaba a su familia, le comentó a sus
allegados que ella tenía una amiga y que el esposo de ella había hecho un
robo en donde trabajaba y habían “encaletado” esa plata en una vereda
cercana. A ellos no les convencía que Clementina fuera por ese dinero.
Clementina aseguró que iba a tomar un bus para ir hasta su casa; pero, no
lo hizo. Se hizo de noche y la familia de Clementina empezó a
preocuparse porque no contestaba su teléfono. Yury, se dirigió a la
estación de policía y comunicó que su madre se encontraba desaparecida.
Esa misma noche, en otro punto de la ciudad, llegó una mujer desesperada
de no poder calmar el llanto del bebé que llevaba en brazos, lo que
conmovió a la dueña del negocio y la dejó entrar a su residencia. La mujer
contó que acababa de dar a luz en una finca; un policía entró al local y se
percató de la mujer, la policía del pueblo estaba alertada por la
desaparición de una embarazada, el asumió que aquella mujer era
Clementina. Se dio aviso a Yury, pero la mujer que encontró allí, no era
su mamá sino Consuelo, amiga de Clementina. Consuelo María fue
trasladada al hospital, para ver su estado de salud y el de la niña.
Clementina seguía desaparecida, ella había indicado a su marido donde
estaba la “guaca”, el hombre fue nuevamente a la policía y comentó el
caso. Autoridades y familiares fueron al sitio que mencionaba, pues el tío
sabía con exactitud el lugar, porque el día anterior había pasado y la había
visto, según él, descansando contra un árbol. En medio de la maleza
encontraron la remisión para la cesárea y una jeringa contenia una
sustancia química de color amarillento, evidenciaron rastros de sangre y
cabello en la pata de una raíz y una piedra de gran tamaño. Hallaron un
terreno que al parecer se había abierto y no fue tapado de forma correcta,
indicaba que algo sucedió en aquel sitio.
Cavaron y hallaron el cuerpo de Clementina (sin su bebe), con múltiples
lesiones en cráneo y cara. La fuerza de los golpes y huellas en el lugar del
crimen indicaban que había implicado un hombre. La jeringa contenía un
medicamento denominado piportil, para dormirla y obtener de
Clementina su bebé. El coordinador de urgencias del hospital, advirtió
que Consuelo María, que afirmaba haber dado a luz, medicamente no
había tenido un parto. Atrapada en la situación, la mujer contó a la policía
que un hombre le había entregado la bebé y ella accedió por las amenazas
que este le hizo; Fue capturada por secuestro. La policía emprendió la
búsqueda del hombre y fue encontrado, él sostuvo a las autoridades que
no tenía nada que ver con la muerte de Clementina González. Alias
“Cindy”, tenía antecedentes por hurto y varias conductas más; tenía
sentencias condenatorias por hurto. El hombre se encontraba en muletas
debido a un accidente, en su muleta hallaron manchas de sangre que
pertenecía a Clementina.

Él dijo que iba con intención de robar, no de matar a nadie y que él acabo
con la vida de González cumpliendo el acuerdo que tenía con Consuelo,
quien estaba muy enamorada de un joven y pensó que un hijo suyo lo
aseguraría a su lado para siempre, logró quedar embarazada pero algo
salió mal en su plan de atrapar a ese hombre, (incluso comenzó a
consumir drogas por tensiones resultadas de la relación); su vientre crecía
y la relación con el hombre se deterioraba. Siguió refugiándose en la
droga; perdió a su bebé, y temía que su compañero la abandonará, enterró
el cuerpo de su hija sin vida en la misma vereda en la que semanas
después citó a Clementina para sacar una supuesta “caleta”. González
cavaba y cavaba pensando en el dinero prometido para sacar adelante a la
hija que todavía tenía en su vientre.
El plan era claro, quitarle la bebé a Clementina de su vientre. Consuelo
drogó a Clementina, la sometió a una cesárea improvisada pero el dolor
la despertó, Cindy le puso su mano en la boca para aminorar los gritos y
al ver el forcejeo de Clementina, tomó una piedra de gran tamaño y
empezó a golpearla, hasta acabar con su vida. Enterraron a González en
el hueco que con tanto cariño cavó por su hija.

2. DESARROLLO DEL CASO BAJO LA ÓPTICA DE LAS ESCUELAS1

2.1 DESDE LA ESCUELA CLÁSICA

2.1.1 Conducta

Bajo la Escuela Clásica, se concreta una acción, porque como lo dice Zaffaroni
citando a Von Liszt, el llamado concepto causal de acción:

«Pretendidamente descriptivo o naturalista, definiéndolo como la realización de


una mutación en el mundo exterior atribuible a una voluntad humana. A esta
mutación la llamamos resultado. Su realización es atribuible a la voluntad
humana cuando resulta del movimiento corporal de un hombre, querido o, lo
que es lo mismo, arbitrario. De este modo, el concepto de acción se divide en
dos partes: de un lado el movimiento corporal y del otro el resultado, ambos
unidos por la relación causa y efecto.»2

Para Roxin los criterios solo pueden ser, o bien factores objetivos del mundo
externo o procesos subjetivos psiq́ uico-intemos, por lo que desde ese punto de
partida lo que se ofreciá era precisamente una división del sistema del Derecho
penal entre elementos objetivos y subjetivos. Someter a las ciencias del espiŕ itu
el ideal de exactitud de las ciencias naturales y reconducir consiguientemente el

1 Para fines de este trabajo se tomará la concepción de “escuela”, pese que para otras autores su
denominación sea “concepto”, “teoría”, “esquema” o “enfoques”, entre otros.
2 Zaffaroni: Manual de derecho penal, 328.
sistema del Derrecho penal a componentes de la realidad mensurables y
empiŕ icamente verificables.3

Refiriéndose a la acción, Fernando Velásquez afirmó:


«… la acción concebida como “movimiento corporal voluntario” (E. BELING)
o “voluntad humana encaminada a realizar una modificación en el mundo
exterior” (F. VON LISZT), servía para excluir del derecho penal los fenómenos
naturales, el comportamiento de los animales y algunos actos humanos que no
estaban gobernados por la voluntad; […] Se formuló, pues, un concepto natural
de acción, puramente mecánico, que respondía muy bien a los dictados del
positivismo.»4

Desde el punto de vista de Nódier Agudelo:

«Dicho esquema partió de la acción como concepto fundamental de la estructura


del delito, acción que para acarrear sanción penal debía encajar en una
descripción legal, no estar amparada por una causal de justificación y ser
realizada por una persona imputable, con capacidad de determinación y que
hubiese obrado con culpalilidad».

Lo anterior, fue la prueba latente para llegar a la conclusión de la realización de


una acción que tuvo como resultado la muerte de Clementina Gonzáles,
correspondiendo a la voluntad de alías “Cindy” al haberla golpeado con la piedra
y de Consuelo María al hacer uso de la sustancia química conocida como Piportil.
Además, se llevó a cabo una enervación muscular de las extremidades superiores
del agente, para tomar la piedra y descargarla en el rostro de la víctima,
produciendo así una modificación del mundo exterior al atentar de forma
contundente contra la occisa.

2.1.2 Tipicidad

3 Roxin: Derecho Penal, I, 200.


4 Velásquez: Manual de derecho penal, 289.
Al referirse a la tipicidad, Velásquez enunció:

«El tipo penal, que ya se distinguía de la tipicidad (o conformidad con el tipo


respectivo), se entendía como una figura objetivo-descriptivo compuesta de
elemento externos o descriptivos como, por ejemplo, la “cosa” en el hurto, el
“matar” en el homicidio, el carácter “ajeno” de la cosa hurtada […] servía como
medio para realizar una descripción exacta de las acciones punibles en la ley. El
entendimiento del tipo penal como un concepto puramente objetivo, bajo el
influjo positivista, permitió, entonces, proyectar la tipicidad como una categoría
resultante de la emisión de un juicio que se limitaba a comparar la conducta
realizada con los caracteres definidos por el legislador en la ley.»5

Con base en el texto de Nódier Agudelo, se pudó argumentar que el tipo conforma
el aspecto objetivo del hecho punible y constituye las características externas del
comportamiento. Por ejemplo, en el caso expuesto fue suficiente la muerte de
Clementina, para que la acción se hubiera presentado como típica. Sin embargo,
este autor pensó: “ha de tenerse en cuenta que se trata de un tipo sobretodo
descriptivo, reservándose la valoración para el momento posterior de la
antijuridicidad”.6

Se concluyó que el tipo en el esquema clásico y a la luz del caso fue meramente
objetivo-descritivo.
Conforme a la óptica del caso en cuestión, se efectúa la tipicidad, en tanto los
actos cometidos en el ilícito resultan en un juicio positivo, encajando en el
elemento objetivo-descriptivo, correspondiéndose las acciones realizadas con la
descripción legal de la conducta punible.

2.1.3 Antijuridicidad

5 Velásquez: Manual de derecho penal, 289.


6 Betancur: Esquema del delito, 60.
Tratándose de este elemento de la estructura del delito, opinó Velásquez:

«la antijuridicidad, pensada como un juicio normativo sobre la realización de la


conducta típica, era la contradicción formal con el ordenamiento jurídico
(antijuridicidad formal), en lo que se evidenciaba también la influencia del
positivismo, pues la tipicidad aparecía como indicio de antijuridicidad (ratio
cognoscendi), que solo podía ser desvirtuada mediante la prueba de una causal
de justificación. [...] no era viable hablar de una antijuridicidad material, esto es,
como lesión o ataque a los interés tutelados en la ley (bienes jurídicos); se
trataba, pues, de una noción naturalista de antijuridicidad.»7

Para Nódier Agudelo, desde:

«la tesis de la antijuridicidad objetiva sostenida por el civilista IHERING se


trasladó al campo del derecho penal y entonces se dijo que la antijuricidad es la
relación de contradicción objetiva entre la conducta del sujeto y el total
ordenamiento jurídico.
En el sistema clásico ciertamente se tiene un concepto valorativo de la
antijuridicidad pero la valoración que ella implica se hace desde una perspectiva
puramente objetiva, sin tener en consideración elemento subjetivo alguno. Así
se expresa BELING: "Del sentido de las amenazas penales del Estado se deduce
que aquellas solamente valoran conductas antijurídicas, es decir, aquellas que
están objetivamente en contradicción con el orden jurídico del correspondiente
Estado". La antijuridicidad en el sistema clásico, expresándolo de manera
sencilla, vendría a ser la falta de permiso para actuar.
Ya que hemos dicho que la antijuridicidad implica una valoración con el total
ordenamiento jurídico, es por lo que se dice que la antijuridicidad, en el esquema
clásico, estás estructurada en forma objetivo-normativa.».8

7 Velásquez: Manual de derecho penal, 289-290.


8 Betancur: Esquema del delito, 61.
Se ajustó el caso tanto a la antijuridicidad formal, como a la material, puesto que
se evidenció una contradicción a la normatividad y una lesión a un bien jurídico
protegido, al causar el deceso de Clementina.

2.1.4 Culpabilidad

Concerniente a este aspecto, aseveró Velasquez:

«la culpabilidad era la categoría que reunía todos los procesos espirituales y
psíquicos que se desarrollaban en el interior del autor, y se concibió la
imputabilidad como un presupuesto de aquella –debía ser tratada antes-; y el
dolo y la culpa, como “formas” o “especies” […] el conocimiento que tenía el
agente de la antijuridicidad de su hacer se entendía a veces como un componente
de la culpabilidad dolosa (E. VON BELING), mientras que otros lo rechazaban
(F. VON LISZT). […] todo el contenido de la voluntad del agente, la finalidad
perseguida con su actuar, se desplazaba a este plano de análisis; surgió así el
concepto psicológico de culpabilidad, con lo que esta categoría se reducía a una
relación psicológica entre el autor y su hecho.»9

Roxin señaló que:

«Todos los requisitos objetivos del hecho punible pertenecían al tipo y a la


antijuricidad, mientras que la culpabilidad se concebía como el comprendido de
todos los elementos subjetivos del delito (el denominado concepto psicológico
de culpabilidad), el dolo se consideraba desde la perspectiva de esa teoría como
forma de la culpabilidad.»10

Al tratar este aspecto, Nódier Agudelo, dijo que:

9 Velásquez: Manual de derecho penal, 290.


10 Roxin: Derecho Penal, I, 198.
«En este sistema, la culpabilidad constituye el aspecto subjetivo del delito; es un
nexo psicológico que hay entre el sujeto, entre el autor, y el hecho: "es la relación
subjetiva entre el acto y el autor", dice Liszt.
La culpabilidad es una realidad psíquica, realmente existente en el individuo.
Para que exista dicho elemento, es necesario que se dé un acto de voluntad el
cual supone una representación a la cual tiende aquella. El dolo y la culpa son
las formas en las que se puede manifestar la culpabilidad.
La culpabilidad se agota en el dolo o en la culpa: dolo y culpa son la culpabilidad
misma. Obsérvese que se ha dicho que dolo y la culpa son formas de la
culpabilidad, lo cual indica que dicho elemento puede aparecer de una u otra
manera. También se habla entonces de clases, o de especies, o de grados de
culpabilidad. Con referencia a esta última terminología se puede decir que ella
se explica por qué si la culpabilidad es un nexo psicológico que se resuelve en
dolo y culpa, a estos fenómenos se les puede llamar grados de culpabilidad en
cuanto que el dolo y la culpa presentan diferentes modos de vinculación entre el
autor y el hecho: son diversas maneras como se presenta dicho nexo
psicológico.»11

En relación al caso, se empezó diciendo que los sujetos activos son personas de
virtud imputables y que contaron con amplia voluntad en la realización de los
actos criminales en contra de Clementina, la sujeto pasiva en cuestión. Tal
conducta, se calificó como dolo, en tanto existió el conocimiento y la voluntad
en la ejecución de la acción, al premeditar la situación y medios para atentar
contra la vida de Clementina, ya que se citó engañada al desolado lugar y se le
drogó, sometiéndola a una cesárea improvisada y causándole lesiones con una
piedra.

2.1.4.1 Imputabilidad (presupuesto de la culpabilidad)

Es pertinente decir que la imputabilidad se define como la propiedad que tiene


un sujeto de ser capaz de determinarse libremente, en los términos de

11 Betancur: Esquema del delito, 62.


conocimiento y libertad, es decir, una potencia; mientras, la culpabilidad es la
concreción de dicha posibilidad de determinarse hacia lo indebido. Sin
imputabilidad no puede haber culpabilidad, referente al caso, si “Cindy” o
Consuelo María no hubieran tenido comprensión ni voluntad de sus actos no se
habría podido predicar la culpabilidad.

Según Nódier Agudelo:

«Para que exista acción, basta que el sujeto haya querido algo, pero ese algo
querido, no es un problema que se indaga en la acción sino en la culpabilidad,
porque el delito es acción típica, antijurídica y culpable, y sólo en la culpabilidad
se estudia el elemento subjetivo del delito».12

Los componentes dados hasta este momento se pueden esquematizar de la


siguiente manera:

12 Betancur: Esquema del delito, 55.


2.2 DESDE LA ESCUELA NEOCLASICA

En el estudio de esta escuela, Roxin comentó:

«Este sistema es reestructuración del concepto del delito, “lo radicó en el hecho
de reconocer que el injusto o es explicable en todos los casos sólo por elementos
puramente objetivos y que, a la inversa, la culpabilidad tampoco se basa
exclusivamente en elementos subjetivos.”
Dicho de otro modo, “es por regla general jurídicopenalmente irrelevante; sin el
́ ico-intemo del ánimo de apropiación no se puede abarcar
elemento anim
adecuadamente el modelo del hecho del hurto y el injusto del mismo. Por eso la
doctrina se vio obligada a reconocer la existencia de elementos subjetivos del
injusto»13

2.2.1 Conducta

De este punto, Velásquez comentó:

«La acción –entendida por los clásicos en formas naturalística- fue muy
cuestionada, pues no se compaginaba con un derecho penal referido a
valores; por ello se acuñaron otros conceptos, y se afirmó que era un
“comportamiento voluntario”, o “la realización de la voluntad”, o, en fin, un
comportamiento humano”. [...] concepto causal de acción, así denominado
porque, en líneas generales, todos sus expositores aceptaban que este
elemento equivalía a un comportamiento humano que causaba un
resultado en el mundo exterior. […] otro grupos de autores llegó a postular
un concepto social de acción acorde con el cual este elemento genérico del
concepto de hecho punible se entendía como “un fenómeno social en su
sentido de actuación en la realidad social” […]; incluso, no faltó quien
formulara una noción de delito que prescindía de la acción como elemento
de la estructura [...] según el concepto clásico era imposible explicar la

13 Roxin: Derecho Penal, I, 198.


omisión, que no supone movimiento corporal alguno y ya se había dicho
que era indispensable entenderla en un sentido social […], solo la nota de
“comportamiento humano” podía agrupar en un único concepto ambas
formas de conducta.» 14

Esta concepción de conducta amparó la omisión que realizó el tío, porque el


se percató de la presencia de ella en aquel lugar y no la auxilió, a pesar de
ser consciente de su estado de embarazo y de lo que se suponía que iba a
hacer el aquel lugar.

2.2.2 Tipicidad y antijuridicidad

Tomando como base a Nódier Agudelo se dice que no fue acertado decir que
la tipicidad tenía caracter objetivo y que no se requería de valoraciones.
Tampoco es verdadero que la antijuridicidad se pudiera determinar sin el
uso de elementos subjetivos, porque es posible que los tipos conciban
componentes subjetivos dentro de ellos, como el animo o conocimiento del
autor.

El autor anterior en otro aparte expuso que:

«Un injusto (tipicidad y antijuridicidad) objetivo-valorativo y a veces


también subjetivo; en la tipicidad y en la antijuridicidad, también hay
elementos subjetivos, pero siguen siendo elementos prevalentemente
objetivos.»15

Al relacionar esta concepción con el caso se pudo establecer la existencia de


un delito que se enmarca en un tipo penal con contenido subjetivo, como lo
es el feminicidio, porque este tipo penal contiene el presupuesto de asesinar

14 Velásquez: Manual de derecho penal, 291-292


15 Betancur: Esquema del delito, 85.
a una mujer por el carácter de tal; Clementina fue asesinada en razón de su
embarazo, puesto que el objetivo de los sujetos pasivos era extraer de su
vientre el bebé y robarlo. Cabe hacer la aclaración de que el estado de
embarazo es algo inherente al género femenino.

2.2.3 Culpabilidad

« también sometida a profundas modificaciones, pues se postuló que debía


entenderse desde un punto de vista normativo y, por tanto, para poder emitir un
juicio sobre el injusto cometido era indispensable precisar si este le era
“reprochable” al agente; culpabilidad era, pues, reprochabilidad. Surgió así el
concepto normativo-psicológico de culpabilidad [...] componían el estrato
objeto de examen el dolo y la culpa del agente, la imputabilidad –incluida a
veces como presupuesto- y la no exigibilidad de otra conducta, elemento que
por su contenido normativo permitía excluir de la culpabilidad aquellos casos
en los que no podía exigírsele al agente un comportamiento distinto del
realizado, así fuese imputable y hubiese actuado con dolo o culpa [...] el
concepto neoclásico supone una crítica a la sistemática clásica y una propuesta
de reforma a esta, al concebir el injusto de forma predominantemente objetiva y
la culpabilidad como un elemento subjetivo referido a lo normativo.»16

Además, establece Claus Roxin que en la culpabilidad se puede encontrar un


elemento volitivo, porque sigue siendo nexo psicológico pero se le agrega un
elemento de reproche.17

En dirección al caso se puede aplicar el juicio de reprochabilidad al acto


cometido por Consuelo María, en razón de que se produjo un aborto por
parte de la mujer mencionada al no guardar el debido cuidado que merecía
su estado de embarazo haciendo uso repetitivo de sustancias psicoactivas.

16 Velásquez: Manual de derecho penal, 294.


17 Roxin: Derecho Penal, I, 198.
2.3 DESDE LA ESCUELA FINALISTA

Los postulados pregonados por esta escuela ya existían en la doctrina


tradicional de formas no tan concretas, (dos maneras), en el tipo lo
subjetivo y en la culpabilidad lo normativo.

2.3.1 Conducta

Consagró Zaffaroni en su obra lo siguiente:

«La teoría finalista de la acción fue enumerada por Welzel en 1938 y


desarrollada hasta la última edición de su obra en 1969. Ensayó un concepto de
acción respetuoso de los datos de la realidad (lo llamo óntico-ontológico), lo que
implicaba un choque frontal con el concepto causal de Liszt y Mezger. Para el
finalismo la representación de Liszt conserva todo su contenido, de modo que el
actor parte de ella como la mutación que quiere producir en el mundo desde esa
representación -que es también anticipación del resultado-, selecciona los
medios para obtenerlo y, en un tercer momento, pone en funcionamiento la
causalidad, orientándola a la finalidad representada o imaginada.
El concepto final de acción de Welzel se remonta a la ética tradicional de cuño
aristotélico, para la cual el desvalor no puede recaer en otra cosa que sobre una
acción, que no puede prescindir de su finalidad. El fundamento último del
finalismo es que el valor (o el conocimiento) no altera el objeto desvalorado,
punto de vista contrario al idealismo que entiende que el acto de conocimiento
es un acto de creación.»18

Concerniente al caso, esta escuela le da el enfoque idóneo a la conducta punible


evidenciada, en razón de que todos los hechos se desencadenaron respecto de un
objetivo preestablecido, el de robar a la niña para que Consuelo María
“solucionara” sus problemas personales y por parte de “Cindy” un fin lucrativo.
Las fases que concibe este aspecto (internas y externas) se realizaron en el
presente caso, se seleccionaron los medios, citándola al lugar desolado,
planeando el uso de la medicina que se supuso la dormiría, ideando la cesárea
improvisada para obtener la bebé, proyectando decir que el bebé robado era suyo
y cegándole la vida a la progenitora de la anterior.

18 Zaffaroni: Manual de derecho penal, 329.


2.3.2 Tipicidad

Aludió Velásquez sobre este punto:

«la tipicidad sufrió un vuelco muy grande derivado del hecho de que, al situarse
el contenido de la voluntad del agente en la acción, el tipo penal pasaba a
entenderse como la descripción concreta de la conducta prohibida, que aparecía
integrada por una parte objetivada y otra subjetiva, cuyo núcleo era el dolo; por
ello, ya desde el injusto, es posible separar los delitos dolosos de los
imprudentes, para establecer modalidades especiales del delito con una diversa
configuración en cada uno de los niveles de análisis de la construcción
dogmática, sean de comisión o de omisión.[...] Aparece, pues, en todo su
esplendor la concepción del tipo complejo, y se podrá decir que este se halla
integrado por elementos descriptivos, normativos y subjetivos. La ubicación del
dolo en el tipo en los hechos dolosos era apenas lógica, si se tiene en cuenta que
los mismos neoclásicos lo habían admitido en los casos de tentativa» 19

Este aspecto acoge un tipo objetivo refiriéndose a un hecho externo, que para el
caso sería matar; y un tipo subjetivo que enmarca el dolo directo, que constituye
un elemento cognoscitivo y volitivo, respecto de los autores.

2.3.3 Antijuridicidad

Declaró Velázquez respecto de este componente

«La antijuridicidad es entendida, por una parte, como el juicio en cuya virtud la
acción típica es contraria al derecho, al orden jurídico, lo que sucede cuando no
concurre ninguna causal de justificación (aspecto formal); y, por otra, como
dañosidad social (aspecto material), y se advierte que los hasta entonces
denominados elementos subjetivos del tipo fueron reunidos en un concepto

19 Velásquez: Manual de derecho penal, 295-296.


superior: los elementos personales del injusto, que se contrapusieron al desvalor
de resultado (bien jurídico) como desvalor de acción. El injusto, pues, no se
agota en la mera causación del resultado (lesión del bien jurídico), sino que,
además, se concibe como “la obra de un autor determinado” o expresión de una
determinada “voluntad criminal” (afectación de valores ético sociales); por ello,
mientras que la antijuridicidad es siempre desaprobación de un hecho referido a
un autor determinado, lo injusto de la acción referido al autor es injusto personal.
[...] con ese punto de partida (teoría del injusto personal) ya no es posible hablar
de una antijuridicidad objetiva como en la sistemática anterior, pues la
justificación de una conducta depende también de algunos elementos subjetivos,
sin cuya concurrencia la causal excluyente no alcanza a configurarse, y deviene
la acción típica en antijurídica.» 20

En el caso de la occisa ella tenía el objetivo de ejecutar un delito, denominado


enriquecimiento ilícito, en tal caso se puede justificar el estado de necesidad y sopesar
los derechos en juego, por un lado apoderarse del supuesto dinero ajeno, pero por otro
el del bienestar y digna vida de la niña en camino. Ya será trabajo del juez hacer la
ponderación debida de los derechos que se encuentran en juego.

2.3.4 Culpabilidad

Velásquez sostuvo sobre este punto que:

«la culpabilidad se plantea como un juicio de reproche formulado al autor


por no haber adoptado su conducta a la norma, a pesar de que estaba en
situación de hacerlo; en otras palabras, se formula una teoría normativa
de la culpabilidad según la cual este elemento, según se suponía, queda
libre de componentes psicológicos, pues el dolo y la culpa fueron
reubicados en la acción. De aquí resulta, entonces, que el juicio de
culpabilidad se reduce a una triple comprobación: un juicio general sobre
la capacidad de motivación del sujeto (imputabilidad), un juicio concreto

20 Velásquez: Manual de derecho penal, 296.


sobre el carácter antijurídico del hecho (posibilidad de conocimiento del
injusto) y otro juicio –también de índole concreta- sobre la ausencia de
alguna situación coactiva en el sujeto (la exigibilidad de la conducta
adecuada). Estos tres componentes permiten afirmar que si el injusto es
un juicio sobre el hecho, la culpabilidad es un juicio sobre el autor de ese
hecho. [...] distinción entre el objeto de la valoración y la valoración del
objeto, por lo que el juicio de reprochabilidad (la valoración) no podía
contener en su seno el dolo (el objeto de la valoración); de esta manera,
la culpabilidad quedó convertida en una categoría puramente normativa
y el contenido de la voluntad se integró dentro de la categoría superior
del injusto personal, donde permanecieron aglutinadas las categorías de
la acción, la tipicidad y antijuridicidad.» 21

Se puede aludir la imputabilidad al momento en que los dos autores del crimen
deciden llevar a cabo la creación de un riesgo aun siendo conscientes de que
podría atentar contra el bien jurídico vida de forma doble (tanto para la madre,
como para la bebe), respecto al elemento que versa sobre la conciencia de la
antijuridicidad remite a la posibilidad de comprender que tenían Consuelo y
“Cindy” en la situación concreta que se presentó, y así mismo la ilicitud de su
comportamiento. Adicionalmente, era de sentido común el hecho de que realizar
una cesárea improvisada, fisiológicamente representa un altísimo riesgo de
muerte si no es realizada en las condiciones y con los cuidados necesarios.

Consuelo María tuvo la posibilidad de detener a “Cindy” en el momento en que


empezó a golpear a Clementina, con el elemento contundente que le produjo la
muerte, pero ella, se negó a la realización de un acto diferente, optando por la
indiferencia.

21 Velásquez: Manual de derecho penal, 296- 297.


En suma, si hubiera faltado cualquiera de los presupuestos enunciados para la
culpabilidad, no hubiese sido posible reprochar a Consuelo María y a “Cindy” el
comportamiento típico y antijurídico en que incurrieron.
CONCLUSIÓN

Se evidenció durante la investigación con aras al trabajo de Derecho Penal


General, los diversos conceptos del delito:
· Clásica.
· Neoclásica.
· Finalista.
Se encontró que la teoría del delito es de gran importancia para el estudio del
Derecho Penal porque con ello se puede llegar a determinar si cierta conducta
humana es o no merecedora de sanción penal, es decir, es aquel hecho
fundamental del estudio de las características semejantes para ver si estas reúnen
una conducta relevante lo cual sea susceptible de acción penal.

Junto a las escuelas se pudo evidenciar una evolución a la teoría del delito
aplicando el lineamiento fundamental de una metodología teórica-practica, con
el fin de ilustrar los conocimientos obtenidos gracias a la investigación realizada
para el curso de Derecho penal que se está realizando.

Esta investigación se realizó bajo un estudio profundo de cada componente de la


teoría del delito respecto a cada concepto, siendo de gran importancia para el
estudio actual del derecho penal, porque parte de lo que está hoy en día en la
legislación es gracias a la base de la evolución del delito la cual ha recogido parte
de los enfoques del delito para aplicarlos al derecho penal vigente, como lo son
la acción, tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad.

Además, acoge como parte esencial las diversas concepciones y perspectivas que
la evolución del delito ha ofrecido a partir de los conceptos del delito, ofrecieron
un gran resultado a los cambios, perspectivas históricas con el respaldo de los
grandes autores penalistas que dieron unas atinentes bases para ampliar esta
investigación y obtener más conocimientos por fuera del aula de aprendizaje.
Los grandes aportes de magna importancia que ofrecieron los diferentes enfoques
y fue respecto a la orientación al órgano al cual se le confiere el poder punitivo
bajo las restricciones que debe acatar, dicho de otro modo, se le ha impuesto al
estado que cumpla unas garantías constitucionales hacia la ciudadanía gracias a
las bases que se ha obtenido de la evolución de delito.

Lo anterior se da porque gracias a los diferentes enfoques y perspectivas de los


conceptos del delito se ha llegado a establecer una teoría del delito la cual tiene
una piedra angular jurídica con el fin de evitar los excesos y la arbitrariedad del
poder punitivo, haciendo que este poder actúe bajo unas garantías
constitucionales. Además de ayudar a obtener un punto de vista más autónomo
para poder juzgar los principales hechos penalmente relevantes en cada caso
determinado, ya que si se presenta con una mayor claridad el caso se pueden tener
más ventajas que inconvenientes cuando se este hablando de la existencia de un
hecho punible.

Además, la sistematización de la teoría del delito penal ayuda a determinar


límites, esclarecer conceptos lo que hace viable la aplicación segura y calculable
del derecho penal, lo cual con lleva a que no existan excesos ni juzgamientos
irracionales. La conjunción y estructuraciones de todos estos componentes de la
teoría del delito dan un mejor provecho práctico a la indagación de cada delito.
Es decir, que gracias a estos enfoques se ve la importancia de la sistematización
del delito para poder penetrar a cada conducta relevante, realidad en la que se
esta para llevar a cabo esta acción.

Finalmente, la investigación excavó la importancia de la evolución del delito


porque la sitúa en el contexto sistemático, lo cual resulta sencillo para resolver
de manera razonable la conducta penalmente relevante, conlleva a aplicar estos
componentes a la realidad. En efecto, se entendió que cuando se habla acerca
sobre una conducta punible hace una valoración del resultado y su contenido para
llegar a imputar de manera adecuada.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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la teoría del delito, Tomo l, Madrid, Civitas, S.A., 1997 (197 - 206)

Betancur, Nódier: Curso de derecho penal (esquema del delito), Medellín,


Ediciones Nuevo Foro, 2013, Cuarta edición (53-162)

Zaffaroni, Eugenio: Manual de derecho, Parte general,Buenos Aires, Ediar


Temis, 2005 (325-350)

Velásquez, Fernando: Manual de derecho penal, Parte general,Bogotá D.C.,


Comlibros, 2017 (234-256).

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