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MODELO DE ATENCIÓN

INTEGRAL
FUNDACIÓN AMPARO Y JUSTICIA

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MODELO DE ATENCIÓN INTEGRAL
Fundación Amparo Y Justicia

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Agradecimientos

Queremos agradecer a Solange Bertrand Huerta, Verónica Reich Ledermann, Jaime Quiero Flory,
Yasna Guerrero Morales, Claudia Cortez Sanhueza, María Antonieta Ayuzo Diez, Andrea Comelín
Fornes, Macarena Gore González, Andrea Lagos Pradenas, Gabriela Navarrete Ponce, Rodrigo
Reyes Payeras y Alejandra Veas Larenas, profesionales que trabajaron en la sistematización del
primer modelo de intervención de la Fundación, en el cual se sustenta el presente documento.

Junto con ello, hacemos esto extensivo a los profesionales de los Centros del Programa de Apoyo
a Víctimas del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, con quienes hemos llevado a cabo una
intervención conjunta, lo que nos ha permitido complementar la mirada respecto al fenómeno
abordado.

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ÍNDICE

I. PRESENTACIÓN ............................................................................................... 6
II. HISTORIA DE LA FUNDACIÓN .......................................................................... 7
III. ORGANIZACIÓN DE LA FUNDACIÓN ................................................................ 8
IV. MODELO DE ATENCIÓN INTEGRAL ................................................................... 9
1. Enfoques Orientadores ............................................................................. 10
1.1 Focalización de la Intervención en la Temática Victimal .......................... 10
1.2 Integralidad e Interdisciplinariedad ...................................................... 10
1.3 Enfoque de Derechos ......................................................................... 11
1.4 Enfoque de Género .............................................................................. 11
1.5 Enfoque Intercultural ........................................................................... 12
1.6 Enfoque de Resiliencia.......................................................................... 12
2. Objetivos del Modelo de Atención Integral .................................................. 12
2.1. General ............................................................................................. 12
2.2. Específicos ......................................................................................... 13
3. Público Objetivo ...................................................................................... 13
4. Fundamentos Teóricos .............................................................................. 13
4.1 Victimología ........................................................................................ 13
4.2 Modelo Ecológico ................................................................................. 15
4.3 Modelo de Redes ................................................................................. 16
4.4 Victimización Secundaria ...................................................................... 17
5. Descripción del Modelo de Atención Integral ................................................ 18
5.1. Intervención Inicial ............................................................................. 19
5.2. Intervención Jurídica ........................................................................... 26
5.3. Intervención Psicológica ...................................................................... 30
5.4. Intervención Social ............................................................................... 39
5.5. Otras situaciones vinculadas al delito que podrían requerir intervención
jurídica, psicológica y/o social. ...................................................................... 47
5.6 Finalización de la intervención psicosocial ................................................. 48
V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ..................................................................... 50
VI. ANEXOS ..................................................................................................... 53

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Anexo 1: Protocolo de actuación FAJ ante sospecha del ingreso de un nuevo caso
de violación con homicidio ............................................................................ 53
Anexo 2: Criterios para identificar Duelo Prolongado ....................................... 57
Anexo 3: Informe evaluación psicológica ........................................................ 58
Anexo 4: Informe evolución de intervención psicológica ................................... 61
Anexo 5: Ecomapa ...................................................................................... 63
Anexo 6: Ficha Ingreso y Seguimiento Familias. ............................................. 64
Anexo 7: Informe de Visita Domiciliaria ......................................................... 70
Anexo 8: Ficha Gestiones Sociales................................................................. 72
Anexo 9: Carta apoyo escolar ....................................................................... 74
Anexo10: Carta compromiso estudiantes educación superior ............................ 75
Anexo 11: Carta compromiso cursos de perfeccionamiento y/u oficios ............... 77
Anexo 12: Carta préstamo emprendimiento laboral ......................................... 78
Anexo 13: Protocolo de actuación FAJ ante egreso de un caso .......................... 79

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I. PRESENTACIÓN
Fundación Amparo y Justicia es una organización sin fines de lucro creada en el año
1996 con el objetivo de brindar una respuesta integral a las familias que habían sido
víctimas de la violación y homicidio de alguno de sus hijos/as. En dicha época la
respuesta del Estado a estas temáticas era claramente insuficiente y se carecía de
modelos conceptuales y prácticos de intervención en la temática.

Así se comenzó la atención de estos casos, con el aporte de profesionales altamente


capacitados y comprometidos, quienes desde las praxis dieron respuesta a las
necesidades psicosociales de las familias sistematizando individualmente su quehacer.

Pasaron los años y el Estado comenzó a tener una oferta pública especializada en el
tema de víctimas, lo que llevó a que la Fundación decidiese sistematizar la experiencia
acumulada, para lo cual realizó una jornada de trabajo que dio el inicio a lo que fue la
primera sistematización del modelo psicosocial1 en el año 2010, modelo que ha sido
presentado en distintos congresos nacionales e internacionales, como asimismo ha sido
presentado a diversas instituciones de la red pública.

Durante el año 2014 se realizó una actualización del mismo, otorgando un mayor
énfasis en el trabajo interdisciplinario Psico-Socio-Jurídico, toda vez que éste se ha
constituido en la base del funcionamiento del área de atención.

El documento se ha organizado en torno a la descripción general del funcionamiento de


la Fundación, los principios orientadores del Modelo y su descripción.

Con la actualización de este Modelo, se busca brindar los elementos conceptuales


necesarios para una atención integral a familias que han perdido un hijo producto de
un delito de violación con homicidio, teniendo a la base las perspectivas victimológicas
y de derechos, junto a las orientaciones que éstas entregan.

Esperamos que este documento sea de utilidad para todos aquellos profesionales que
trabajan en temáticas asociadas o similares.

1
Documento elaborado en el año 2010 por: Bertrand, S.; Reich, V.; Quiero, J.; Guerrero, Y.; Cortez, C.;
Ayuzo, M.A.; Comelín, A.; Gore, M.; Lagos, A.; Navarrete, G., Reyes, R.; Veas, A.; profesionales que
trabajaron en los casos atendidos por Fundación Amparo y Justicia a esa fecha.
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II. HISTORIA DE LA FUNDACIÓN
Los orígenes de Fundación Amparo y Justicia se remontan a un episodio que
estremeció a todo Chile en junio de 1996: el crimen de E.Y.R., una niña de sólo 5 años
que fue violada y asesinada en Talcahuano, Región del Biobío.

Dos años después de ocurridos los hechos, un juez de primera instancia decretó que el
autor fuera condenado a pena de muerte. Sin embargo, la Corte de Apelaciones de
Concepción redujo dicho castigo a la pena de presidio perpetuo. El hecho generó un
escándalo, pues los mismos abogados que el Estado había provisto para la familia de la
niña, decidieron abandonar el caso.

Conmovido e impactado por el dolor y la indefensión de la familia de la niña, el


empresario Andrónico Luksic Craig decidió ayudarla reuniendo a un grupo de abogados
para que la representara de manera gratuita. Si bien se pensaba que un crimen de
tales características constituía un hecho aislado, la realidad demostró lo contrario: en
ese mismo año (1998) se produjeron otros tres episodios de violación con homicidio de
niños, niñas y adolescentes en Coelemu, Valparaíso y Hualañé. A la fecha, son casi 40
los crímenes de este tipo ocurridos en Chile.

La búsqueda de amparo por parte de estas familias y su clamor de justicia hizo


evidente la necesidad de formalizar un sistema de ayuda. Así fue como nació nuestra
institución, la primera y única organización chilena que brinda apoyo legal, psicológico
y social especializado a familias que han sufrido la pérdida de un hijo o de una hija
producto de una violación con homicidio.

A 17 años de su nacimiento, Fundación Amparo y Justicia ha atendido a prácticamente


la totalidad de los casos de este tipo sucedidos en nuestro país, obteniendo las
máximas penas que contempla el sistema judicial chileno.

Luego de asumir algunos casos de delitos sexuales sin resultado de muerte, como una
forma de constatar directamente el trato institucional que se les brindaba a los niños,
niñas y adolescentes víctimas durante su paso por el sistema procesal penal, a partir
del año 2007, Amparo y Justicia añadió a su misión la tarea de impulsar acciones que
contribuyan a disminuir la victimización secundaria que padecen los menores de edad
cuando sus casos se judicializan.

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III. ORGANIZACIÓN DE LA FUNDACIÓN
El área de atención de la Fundación está conformada por un equipo jurídico y un
equipo psicosocial, que busca entregar una atención integral acorde a las necesidades
de las familias, víctimas indirectas del delito de violación con homicidio de uno de sus
hijos/as. La interdisciplinariedad e integralidad se materializan en el aporte desde las
distintas disciplinas para el abordaje de las necesidades de las víctimas, entendidas
estas como las derivadas del delito.

El equipo jurídico está a cargo de tres abogados con estudios en derecho penal
investigación criminal y medicina legal; dos de ellos son miembros del Directorio de la
Fundación, mientras que el tercer abogado es el coordinador legal de la misma.

Estos profesionales asumen personalmente la representación legal de las víctimas,


como querellantes, y trabajan en coordinación con una red de abogados a lo largo
del país. Su función es prestar apoyo jurídico a los padres y familiares directos de
niños, niñas y adolescentes víctimas de una agresión sexual con resultado de muerte.

El equipo psicosocial se encuentra a cargo de una trabajadora social, coordinadora


psicosocial de la Fundación, quien en conjunto con la red de atención psicosocial
estatal y/o propia de la Fundación a lo largo del país, brinda y coordina una atención
integral a las víctimas de los delitos descritos. Asimismo en los casos necesarios se
aborda también a través de las psicólogas, toda la orientación terapéutica requerida.

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IV. MODELO DE ATENCIÓN INTEGRAL
En sus 17 años de trayectoria, Fundación Amparo y Justicia ha desarrollado un modelo
de intervención integral que se caracteriza por proveer apoyo oportuno, especializado
y de calidad a las familias que han perdido un hijo o una hija por el delito de violación
con homicidio.

En la práctica, esta ayuda se traduce en atención legal, a través de un equipo de


abogados con amplia experiencia en la tramitación y litigación de casos de violación
con homicidio infantil, labor que ha permitido conseguir las máximas penas
contempladas por la legislación chilena en los casi 40 casos asumidos desde los inicios
de la institución.

También se entrega apoyo psicológico, cuyo fin es que las familias puedan dar sentido
a la dolorosa experiencia que han sufrido, facilitándoles la reconstrucción de sus vidas.
Adicionalmente se les da asesoría social, entregándoles orientación y fomentando a
través de diversas acciones el empoderamiento de las familias y el correcto uso de las
redes públicas.

Dado que todo modelo debe tener un sustento teórico que permita comprender desde
dónde se posiciona la propuesta y de qué forma busca alcanzar sus objetivos, el
presente apartado refiere a los enfoques, fundamentos conceptuales y descripción del
Modelo de Intervención Integral de Fundación Amparo y Justicia.

Se indican los objetivos y la población hacia la que va dirigida esta intervención, para
finalmente referir a las líneas de acción que se consideran, tanto en el área jurídica
como psicosocial. Si bien el Modelo es interdisciplinario, para permitir un ordenamiento
de la información, los ejes se agruparon según el área de intervención: jurídica,
psicológica y social.

Este modelo, tal como se mencionó anteriormente, ha sufrido cambios y adecuaciones


acordes a los avances del entorno, las necesidades de las familias víctimas indirectas
del delito de violación con homicidio de uno de sus hijos/as y los lineamientos que la
literatura sugiere. De este modo, cabe relevar que, las principales modificaciones
dicen relación con diseñar una intervención interdisciplinaria e integral que esté
pensada en función de las víctimas, sus necesidades y procesos, poniéndose las
distintas disciplinas al servicio de las familias, victimas indirectas afectadas.

Un segundo cambio se vincula con una modificación de la lógica desde la cual se


entiende el apoyo social que la Fundación entrega y/o gestiona. En este sentido, se ha
dado un giro desde un foco en la asistencia hacia la promoción social, dado que el
primero no resuelve por sí mismo los problemas estructurales de las personas,
pudiendo llegar a perpetuarlos al ver a las personas como objetos de intervención y no
como sujetos activos, con derechos y opinión respecto a qué desean hacer con su
situación, mientras que la promoción social permite entregar oportunidades y

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herramientas que favorezcan cambios sostenibles en el tiempo (apelando al
empoderamiento de las familias, víctimas indirectas). En la práctica, este cambio
refiere a que el principal rol de la Fundación en el eje social es ser puente, orientador
y/o facilitador sobre prestaciones sociales estatales, en algunas ocasiones subsidiando
algunos apoyos o financiándolos cuando el Estado no cuenta con programas o recursos
para ello, con una duración de carácter transitorio (CEPAL, 2010).

1. Enfoques Orientadores

1.1 Focalización de la Intervención en la Temática Victimal

Fundación Amparo y Justicia ha focalizado su intervención a un grupo específico de


víctimas, específicamente familias de niños, niñas y adolescentes que han sido
muertos con ocasión de una violación2. Ello bajo el supuesto de que en este delito se
considerará también como víctima a determinados parientes, señalados en orden de
prelación para los efectos de su intervención en el procedimiento penal (Código
Procesal Penal, Art. 108).

El objetivo de esta focalización dice relación con el abordaje oportuno y eficaz de


necesidades que no cuentan con la cobertura estatal especializada debido a la
particularidad del delito.

Si bien en los últimos quince años en el país se han desarrollado significativos avances
en las políticas públicas referidas a la asistencia de víctimas, principalmente a partir de
la implementación de la Reforma Procesal Penal y de la creación de Centros de Apoyo
a Víctimas, aún es un desafío pendiente el diseño de modelos específicos de
intervención para casos como los mencionados.

Modelos de esta naturaleza implican necesariamente una especialización en el


abordaje, tanto en lo psicosocial como en lo jurídico, toda vez que la intensidad de las
secuelas que se presentan en las víctimas indirectas, requiere de un acercamiento
profesional que incorpore una lectura altamente calificada del fenómeno victimal propio
de estos ilícitos. En este sentido, el trabajo en los ejes jurídicos y psicosocial es
fundamental para el proceso de reparación de las familias.

1.2 Integralidad e Interdisciplinariedad

La integralidad es entendida como el desarrollo de acciones, tendientes a promover la


reorganización y estabilización general de la familia -en función de sus particularidades

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Excepcionalmente la Fundación ha atendido algunos casos de niños, niñas y adolescentes víctimas de
delitos sexuales a solicitud específica de su Directorio.

10
y necesidades- que ha experimentado la pérdida de un(a) hijo(a) o un(a) hermano(a)
producto de un delito sexual, atenuando el impacto que el delito desencadena.

Se compone de:
 Acompañamiento jurídico que garantice que la situación sea juzgada con celeridad
y acorde a la gravedad de la misma.

 Atención psicosocial reparatoria que favorezca la elaboración de la pérdida


traumática asociada al delito, y que sitúa a la familia víctima indirecta, como un
agente activo en la elaboración de los nuevos significados a partir de la experiencia
vivida.

 Apoyo desde la esfera social mediante prestaciones y gestiones sociales que


potencien el proceso de reparación.

La integralidad se logra gracias al trabajo interdisciplinario que realiza la Fundación,


entendido éste como el trabajo articulado entre las distintas disciplinas (jurídica,
psicológica y social), que desde una lógica inclusiva, promueve una comprensión que
permite el desarrollo de estrategias consistentes y coherentes con las necesidades de
las víctimas.

Dada la complejidad y multiplicidad de factores y necesidades que emergen al


experimentar una situación como en las que se focaliza nuestro accionar, se requiere
sin lugar a dudas de un abordaje que no se restrinja sólo a una intervención donde se
yuxtapongan las disciplinas, como sucedería en un enfoque multidisciplinario, sino que
se requiere uno que permita la interrelación dinámica de las mismas.

1.3 Enfoque de Derechos

El enfoque de derechos es otro de los ejes orientadores de la intervención del Modelo


Psicosocial, el cual a la base busca el ejercicio efectivo de los derechos de las familias,
víctimas indirectas, con las que trabajamos.

En dicha línea uno de nuestros focos es favorecer las acciones necesarias para lograr
igualdad de oportunidades en el acceso a la justicia y la atención reparatoria para
aquellas víctimas indirectas de delitos que constituyen nuestro público objetivo,
intentando con ello mitigar, en la medida de lo posible, los obstáculos estructurales de
que afectan o impiden dicho acceso.

1.4 Enfoque de Género

Para que nuestra intervención tenga mayores posibilidades de efectividad, es


fundamental que ésta considere las peculiaridades de aquellos hacia los que va
destinada, reconociendo su alteridad y multiplicidad.

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En dicho contexto en el diseño de la intervención se tiene presente siempre la variable,
género entendida como el constructo social elaborado a partir de las diferencias
biológicas entre hombres y mujeres por el cual se establecen un conjunto de prácticas,
símbolos, representaciones, normas y valores sociales diferenciados para cada sexo.
(Faraldo, 2007, pp.2).

1.5 Enfoque Intercultural

También la praxis de la Fundación la ha llevado a incorporar la variable


interculturalidad ya que pertenecer a alguna etnia o pueblo originario se vincula con
una serie de particularidades, respecto a creencias y formas de enfrentar la vida en sus
diversas esferas, ya sea referido a pensamientos, comunicación, prácticas, creencias,
costumbres y valores (Martínez, Martínez & Calzado, 2006). En este sentido, se vincula
con pautas relacionales, maneras de ejercer la maternidad y paternidad, modelos de
crianza, formas de comprender la muerte y por ende vivir el duelo, entre otros, que
hemos debido tener en cuenta en el diseño de nuestra intervención, para evitar lo que
a las familias de orígenes culturales distintos al nuestro les suele suceder, cual es una
mayor posibilidad de victimización secundaria, cuando deben verse enfrentadas al
sistema judicial e institucional.

1.6 Enfoque de Resiliencia

Finalmente, a la base de nuestra intervención también está el concepto de resiliencia,


entendida ésta como “la capacidad para y los medios por los cuales un sobreviviente
del trauma se adapta a, o enfrenta de un modo positivo, una circunstancia o historia
traumática” (Harvey et al., 1997, pp. 5 en Kalawaski & Haz, 2003), por lo que se
podría plantear que ésta se vincula con los recursos y la capacidad de las personas que
les permiten enfrentar, sobreponerse y salir fortalecido de experiencias complejas
(Grotberg, 2002).

En este entendido, el concepto de resiliencia suele utilizarse ante situaciones de crisis o


complejidades ambientales, económicas. En Fundación Amparo y Justicia se abordan
situaciones de crisis extremas, pero a nuestro criterio las familias, víctimas indirectas
del delito con el que trabajamos han podido sobrellevar de mejor manera el trauma
cuando se ha apelado a la capacidad de superar la adversidad de las personas, lo cual
se fortalece con el apoyo del entramado social, lo que se vincula el modelo ecológico y
de redes que también sustentan este modelo.

2. Objetivos del Modelo de Atención Integral

2.1. General

Brindar una atención integral psico-socio-jurídica a las familias, víctimas indirectas,


que han perdido un hijo o hija menor de edad producto de un delito de violación con

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homicidio, facilitando su ejercicio de derechos durante todo su proceso legal y
reparatorio.

2.2. Específicos

 Representar y acompañar a las familias durante su paso por el proceso penal, a


través de la presentación de la respectiva querella, entregando la información
necesaria y apoyando las acciones que deben realizar durante éste.

 Brindar una atención reparatoria que favorezca la elaboración de la pérdida


traumática asociada al delito, y que sitúe a la familia víctima indirecta, como un
agente activo en la elaboración de la experiencia vivida.

 Brindar intervención social a las victimas indirectas del delito, la cual se


complemente con la intervención psicológica, y en conjunto permitan reconstruir el
proyecto vital, tanto individual como familiar.

3. Público Objetivo

Familias víctimas indirectas3 de un delito de violación con homicidio, cometido contra


sus hijos/hijas/hermanos menores de 18 años de edad.

4. Fundamentos Teóricos

La intervención psicosocial que realiza la Fundación, tiene como fundamentos teóricos:


la victimología, el modelo ecológico, el modelo de redes, y disminución de la
victimización secundaria, los cuales conversan entre sí y permiten dar sustento al
presente Modelo.

4.1 Victimología

La victimología se define como “la ciencia multidisciplinar que se ocupa del


conocimiento de los procesos de victimización y des-victimización, es decir del estudio
del modo en que una persona se convierte en víctima, de las diversas dimensiones de
la victimización (primaria, secundaria y terciaria) y de las estrategias de prevención y
reducción de la misma, así como del conjunto de respuestas sociales, jurídicas y
asistenciales tendientes a la reparación y reintegración social de la víctima” (Tamarit,
2006, pp. 17).

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En el sentido del Art. 108 del Código Procesal Penal, en cuanto prescribe que en los delitos cuya
consecuencia fuere la muerte del ofendido, se considerará víctima a determinados parientes, señalando un
orden de prelación para los efectos de su intervención en el procedimiento penal.

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Cabe señalar que la victimología tuvo un cambio en su objeto de estudio, comenzando
desde la atención en la víctima como precipitante del acto criminal, a la consideración
de las consecuencias del acontecimiento traumático, lo cual fue el primer gran paso
evolutivo de la disciplina. Un segundo gran hito es el tránsito de la preocupación por
las víctimas de delitos a un concepto más amplio referido a las víctimas de otros
acontecimientos traumáticos de carácter no delictivo, tales como víctimas de
catástrofes naturales o accidentales y de otros hechos como el bullying (acoso o
intimidación entre iguales, sobre todo entre adolescentes y escolares), mobbing (acoso
laboral), entre otros. (Tamarit, 2006). Desde la Fundación, en consideración de su foco
de acción, se trabaja específicamente con víctimas de delitos, por lo tanto se puede
señalar que se acerca más a la mirada de la victimología criminológica o penal.

También es necesario mencionar que la intervención se focaliza en lo que las víctimas


indirectas, siguiendo lo establecido en el Art. 108 del Código Procesal Penal.

Las víctimas indirectas pueden experimentar las mismas consecuencias emocionales


que las víctimas directas en tanto secuelas del delito, como asimismo vivir igualmente
dos fenómenos ampliamente descritos por la literatura victimológica: la victimización
secundaria y la terciaria.

El término victimización secundaria fue acuñado por Khüne para referirse a todas
las agresiones psíquicas (no deliberadas, pero efectivas) que la víctima recibe en su
relación con los profesionales de los servicios sanitarios, policiales, o de la judicatura
(interrogatorios, reconstrucción de los hechos, asistencia a juicios, identificaciones de
acusados, lentitud y demora de los procesos, etc.), así como los efectos del
tratamiento informativo del suceso por parte de los medios de comunicación. Este
hecho resulta especialmente destacable en el caso de las víctimas de violaciones o
agresiones sexuales, así como en modalidades de victimización objeto de una amplia
cobertura mediática, como la violencia de género.

Por su parte, la victimización terciaria es el conjunto de costes de la penalización


sobre quien la soporta personalmente o sobre terceros, y la literatura existente
documenta los efectos sobre los internos en centros penitenciarios, sobre los hijos de
personas encarceladas, o sobre los efectos de las órdenes de alejamiento en casos de
violencia de pareja, bien sobre los ofensores, como sobre las víctimas o su
descendencia (Tamarit, 2006).

La victimología brinda un marco comprensivo sobre el cual entender la intervención


psicosocial de la Fundación, ya que a través de ella se comprende por un lado con
mayor claridad el fenómeno victimal, como asimismo las repercusiones individuales y
sociales que conlleva ser víctimas de delitos, más aún de delitos de tal gravedad como
aquellos en lo que interviene. Igualmente entrega una visión integral de los
requerimientos de apoyo social y de reparación que requieren estas víctimas para
sobrellevar la experiencia traumática de la victimización.

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4.2 Modelo Ecológico

Se ha escogido también el modelo ecológico porque éste aporta elementos que


permiten una compresión amplia del fenómeno de victimización, contextualizándola en
un espacio y cultura determinados, en un sistema de creencias y valores, desde donde
es posible comprender sus consecuencias y por ende las necesidades de las personas
afectadas por el delito.

Cabe mencionar que el modelo ecológico tiene su origen en los postulados de


Bronfenbrenner, quien plantea la teoría de que los sistemas ambientales inciden en el
individuo y en su desarrollo humano. Es así como esta teoría facilita un marco
comprensivo para la problemática que se aborda, en la medida que considera todas las
variables individuales, familiares, institucionales y culturales que se requiere tener en
consideración para trabajar estos delitos.

Bronfenbrenner (2005) en su teoría bioecológica plantea que el desarrollo es


comprendido como un fenómeno de continuos cambios en las características
biosicosociales de los sujetos, tanto como individuos y como parte de un grupo, por lo
que existiría una interrelación y acomodación progresiva entre el individuo y su
ambiente, formándose un nicho ecológico donde se despliega el comportamiento y el
desarrollo de éste. Este modelo propone cuatro niveles de análisis: ontogénico,
microsistema, exosistema y macrosistema,

 Nivel Desarrollo Ontogénico: nivel individual, que considera las variables relativas
al sujeto.

 Nivel Microsistema: refiere al primer grupo social que rodea al sujeto, en donde no
necesariamente priman las conexiones por sentimientos, sino la relación con el otro
como miembro de un grupo común (Bronfenbrenner, 2005), en este caso llamado
familia. En este sentido, se relaciona con los eventos que ocurren al interior de la
propia familia, en donde se incluyen todas aquellas variables que implican
comportamientos concretos de los miembros de un grupo familiar, así como el
efecto de las propias características de la composición familiar, tanto las
psicológicas y comportamentales de cada uno de los padres, como las de los hijos,
y la interrelación entre los diferentes miembros del sistema familiar.

 Nivel Exosistema: involucra todos aquellos aspectos que rodean al individuo y la


familia, que les afecta de manera directa (ausencia de apoyo social, aislamiento,
desempleo, etc.) y que se refiere a la comunidad en la cual está inserto el sujeto y
su familia.

 Nivel Macrosistema: hace referencia al agregado en forma y contenido que se


genera de los sistemas inferiores, el cual es representado por la cultura que
entrelaza al individuo, a la familia y a la comunidad, en un conjunto de actitudes,
creencias y valores que impregnan estos 3 niveles de análisis (Bronfenbrenner,
1979) e incluye esencialmente 3 tipos de variables:
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o Culturales, se relacionan con las actitudes y valores predominantes en cada
grupo social y en cada momento histórico. Sobre la forma de educar, de
satisfacer necesidades, de comprender el papel de cada miembro de la
familia, etc.
o Estructurales: se relaciona con aquellas áreas de organización y
funcionamiento concreto de una sociedad o colectivo que afectan las
posibilidades de cada individuo de acceder a los recursos de asistencia y de
ser protegido en momentos de necesidad o crisis.
o Recursos económicos: de una sociedad y la distribución de los mismos
recursos (Arruabarruena & De Paul, 1994).

4.3 Modelo de Redes

El Modelo de Redes, tal como su nombre sugiere, se basa en la vinculación del sujeto
con otros u otras instituciones. En este sentido “el concepto de redes proviene de la
sociología, desde esta perspectiva, se plantea una comprensión del sujeto en relación e
interacción con los otros, en este caso no sólo cómo se comporta en espacios, tiempos,
prácticas y situaciones; sino cómo se relaciona con muchos otros en cuanto a ser en
sí” (Ramírez, Navarrete, Vejarano, Hewitt, Quintero, 2007, pp.38).

Este modelo permite que la Fundación desarrolle una estrategia de intervención que se
fundamenta en el reconocimiento de que los problemas sociales (victimas en riesgo
y vulnerables, relación víctima-victimario, tipos de victimización) se sostienen sobre
mecanismos institucionales, sociales, comunitarios y familiares que hacen
posible su mantención. Se debe reconocer que “una serie de problemas, que se
suponían de carácter individual por mucho tiempo (…) se sostienen en realidad sobre
una serie de mecanismos sociales, familiares, comunitarios y políticos, que inciden y
hacen posible su mantención” (Martínez & Perez, 1994, pp.22), de este modo la
solución pasa por potenciar una intervención en todos esos niveles sostenedores
(Martínez & Pérez, 1994), transversal al sujeto y su familia. A su vez, el trabajar con
este modelo implica un monitoreo constante de la red, puesto que ésta no es estática
sino dinámica, por lo que con determinadas circunstancias se modifica (tales como
rotación de personas, el paso del tiempo, cambios en la territorialidad, entre otros).
Junto con lo anterior, hay que considerar que las redes sociales y el apoyo que éstas
pueden entregar son un elemento clave respecto a las patologías que puedan activarse
respecto de la crisis y su evolución (Gottlieb, 1985; Levan, 1990; Sluzki, 1998; Dabas,
1995).

El Modelo de Redes amplía el foco desde el individuo a las unidades sociales más
amplias, tanto en la conceptualización del problema, como en el diseño de estrategias
de intervención. Esto se refuerza con la idea de que la persona (en nuestro caso la
víctima indirecta) es parte de un sistema de redes que se influyen mutua y
circularmente. Por ello, la intervención solamente individual es insuficiente, parcial e
incluso homeostática con respecto al problema.

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Éste incluye desde las redes primarias o personales (familia, amigos, compañeros,
etc.) hasta las más complejas como las redes interinstitucionales o intersectoriales.

Los dos modelos que principalmente se trabajan en el tema de redes son el modelo de
redes sociales personales o primarias y el modelo de red abierta o secundaria. Para la
intervención de la Fundación se consideran elementos de ambos, los que se
complementan según sean los objetivos que se pretendan abordar.

En este contexto, se realizan “intervenciones en redes” en la medida que se utilizan las


redes vinculares más próximas al individuo para apoyarlo en la resolución de su
problemática, lo que correspondería a la intervención focal. El apoyo social que
otorgan las redes ha demostrado ser un factor muy importante principalmente en
relación al impacto que pueden tener las crisis en la vida de una persona. De hecho
existen estudios que demuestran que quienes tienen redes sociales activas que
cumplen adecuadamente las funciones de apoyo social, tienen menor probabilidad de
deprimirse luego de pérdidas importantes; cuando se deprimen tienen menor riesgo de
suicidio que quienes no poseen una red social activa (Gotlieb, 1987). 4

Igualmente se trabaja desde la “práctica de redes” en la medida que se coordina y


articula con las diversas instituciones públicas y privadas las intervenciones necesarias
en cada caso (Dabas, 1993), lo que también se conoce como red social abierta
(Ramírez, Navarrete, Vejarano, Hewitt, Quintero, 2007). Así, coherente con los
objetivos del “trabajo en red abierta o secundaria”, se busca potenciar los niveles de
relaciones y coordinaciones institucionales, optimizar los recursos existentes y
maximizar los procesos de socialización de la información en torno a un tema. Lo
anterior, cobra especial sentido al considerar que la victimización por delitos, en la
gran mayoría de los casos impacta diversas áreas de la vida de los individuos, como
son los ámbitos psicológico, social, legal, de salud y económico, por lo que la respuesta
a la necesidades de las víctimas habitualmente requiere del esfuerzo mancomunado
del grupo social próximo y de las instituciones público/privadas que puedan ir en su
ayuda.

4.4 Victimización Secundaria

Otro concepto que orienta la intervención de la Fundación es la victimización


secundaria, entendida ésta como la segunda experiencia de victimización, posterior a
la vivencia del delito que la víctima directa o indirecta experimenta. Este concepto se
refiere a aquella victimización generada por parte de los operadores del sistema,
mediante un trato objetivante, con desconsideración de su calidad de sujeto de
derechos, de excesiva burocratización, de incredulidad de su relato, de no ser
consideradas sus opiniones, entre otros.

4
En Martinez, V y Cols “Capacitación equipos de atención integral y prevención en violencia intrafamiliar”,
Sernam, 2001.

17
Fundación Amparo y Justicia intenta promover la disminución de la victimización
secundaria de aquellas personas con las que interviene mediante dos vertientes:
facilitando el paso de los usuarios por los procesos judiciales, a través de la entrega
permanente de información y acompañamiento psico-socio-jurídico durante éstos; y la
generación de acciones de sensibilización y de capacitación en las instituciones y
organizaciones que trabajan directa o indirectamente estos temas, que faciliten el
trabajo colaborativo desde una perspectiva victimológica.

En ese contexto interesa a la Fundación no sólo aportar en la disminución de la


victimización que se produce por parte de los operadores del sistema de justicia, sino
también, en la medida de lo posible, influir en mitigar la traumática sobreexposición
de las víctimas a los medios de comunicación, por la connotación pública que tienen
estos hechos, como asimismo considerando la sobreintervención de multiples
instituciones al momento de ocurrencia del delito.

Vinculado con lo anterior, como parte de este Modelo de Intervención también se tiene
presente, al momento del diseño del proceso reparatorio, la traumatización secundaria
que se puede producir en las personas que entran en contacto con la víctima, quienes
podrían vivenciar trastornos emocionales y ser víctimas indirectas y secundarias de la
situación traumática (Sánchez, 2003). Con este fin se han apoyado instancias de
autocuidado para dichos equipos y se ha tematizado la problemática.

5. Descripción del Modelo de Atención Integral

Perder a un ser querido es un episodio complejo en la vida de un ser humano. Si a ello


se le adiciona que esta pérdida es producto de un acto inesperado y en una edad que
no se considera socialmente esperable para fallecer, hacen que el duelo se vuelva más
angustiante y doloroso (Ruiz, 2001). Lo anterior, se dificulta aún más cuando las
circunstancias que rodean la situación de muerte tienen el carácter de delito.

En este contexto, el abordaje psico-socio-jurídico se plasma en un modelo de


intervención, en el cual el enfoque victimológico orienta el quehacer de los
profesionales en el diseño de acciones enfocadas en las necesidades de las víctimas
indirectas y que se derivan del hecho delictivo. Este modelo se estructura de la
siguiente manera:

 Intervención inicial, la cual considera los primeros contactos, el inicio de la


intervención y el encuadre, junto con la intervención en crisis. Dichas instancias
son llevadas a cabo por los profesionales que participen del primer acercamiento
con las familias.

 Intervención jurídica, llevada a cabo por los abogados de la Fundación, la cual da


origen formal a la vinculación de la institución con la familia. La totalidad de las
familias que la Fundación atiende han sido representadas legalmente.

18
 Intervención psicológica, la cual implica la intervención terapéutica y psiquiátrica
que se da a las familias. Dicha intervención está a cargo de un profesional
psicólogo, quien realizará la coordinación con psiquiatra en los casos que
corresponda.

 Intervención social, la cual está referida al enfoque y orientación del apoyo en el


área social que FAJ entrega. Dicho apoyo se sustenta en un enfoque de promoción
social de las familias, de empoderamiento y resiliencia, actuando -en primera
instancia- la institución como un puente entre las prestaciones sociales estatales y
las familias.

 Intervención final y egreso de los casos, etapa en donde se identifican los plazos y
criterios para cesar la vinculación de intervención formal.

Sólo a modo de explicitarlo tanto la descripción en etapas como por disciplinas tienen
un sentido descriptivo, ya que las etapas pueden yuxtaponerse, como asimismo las
intervenciones con frecuencia se pueden realizar en función de las necesidades de las
familias en conjunto entre los diversos profesionales o bien de forma paralela.

5.1. Intervención Inicial

La etapa inicial cuenta con tres grandes elementos, el inicio y encuadre, la


evaluación psicosocial de la familia y la atención en crisis. Estas intervenciones
se hacen en función de las posibilidades de las familias, victimas indirectas, y en las
sesiones que se requieran para ello, teniendo en general en promedio una duración de
dos meses.

El primer objetivo de esta etapa es contactar a la Familia, víctima indirecta, con la


Fundación de modo de ofrecerles una atención integral a la situación experimentada,
realizando un compromiso con ellas realista y acorde a las necesidades de las mismas.

El segundo objetivo es acompañar a las familias en esta etapa de profunda


desorganización realizando las acciones jurídicas, psicológicas y sociales necesarias
para contener y enfrentar la crisis producto del delito.

A continuación se describen en detalle las intervenciones.

5.1.1. Inicio de la Intervención y Encuadre5

Se inicia la intervención como tal después de que la Fundación ha contactado a la


familia de la víctima y han acordado con ella aceptar la intervención que ofrece la

5 Cabe mencionar que la Fundación cuenta con un protocolo de actuación ante la posibilidad de un nuevo
caso, el cual considera que exista un CAVD en el lugar donde la familia reside, situación en la que serían
ellos quienes llevarían a cabo la intervención psicosocial, y la Fundación tendría un rol de apoyo (anexo 1).

19
Fundación. En esta etapa participan profesionales de Fundación Amparo y Justicia,
principalmente abogados, coordinadora psicosocial, y gerente general. Desde el año
2011, producto de un convenio de colaboración con el Ministerio del Interior y
Seguridad Pública, este primer acercamiento se realiza en coordinación con los
profesionales de Centros de Apoyo a Víctimas, cuando corresponda.6

En esta etapa se realiza un encuadre, el cual es un proceso interactivo que implica


informar en un lenguaje claro, concreto y adecuado a las circunstancias, sobre el
proceso que se desarrollará, la metodología a utilizar y el posible tiempo de duración.
Se intenta responder a las preguntas: ¿qué se va a hacer?, ¿quién lo hará?, ¿para
qué?, ¿cómo? y ¿en qué tiempos o fases? Especial atención se tiene en entregar la
información que la familia puede integrar en esta etapa. Lo importante es ser lo
suficientemente explícitos para evitar confusiones respecto de todas las otras ofertas
que en esta fase son frecuentes.

En el encuadre se plantea a la familia, víctima indirecta, aspectos tendientes a


enmarcar un ajuste de expectativas, y consensuar lo que se puede esperar de nuestra
intervención. Cabe señalar que esto no necesariamente se realiza en la primera sesión
pero durante toda la etapa inicial se trabaja el encuadre, para evitar falsas
expectativas y deserciones al proceso reparatorio.

Los puntos que se tratan de abordar son:


 Que contará con el apoyo de la Fundación en materia de orientación y
representación legal 7 , a través de un efectivo acompañamiento durante el
respectivo proceso penal y la presentación de una querella.

 Que la Fundación estará en permanente contacto con la red social estatal que se
encuentre involucrada en el abordaje del caso con el fin de evitar la sobre
intervención y el acoso institucional.

 En caso de considerarse necesario, se comentará que eventualmente la Fundación


prestará un apoyo económico acotado8, cuyo objeto es sostener las necesidades
de las familias, principalmente en relación a los gastos asociados por una parte a
la investigación y por otra, a las demandas que surjan producto del delito vivido.
Para este efecto se considera imprescindible la evaluación de cada caso.

6 Si se desea profundizar, se puede revisar el convenio de colaboración entre Fundación Amparo y Justicia y
el Ministerio del Interior y Seguridad Pública.
7
Esto en el entendido que “el derecho a la justicia constituye uno de los derechos fundamentales de las
víctimas, especialmente para aquellas que han sido objeto de victimizaciones particularmente violentas”.
(Ministerio del Interior y Seguridad Pública, 2013, pp.13).
8
En apartado de intervención social se detalla el tipo de prestaciones que ofrece Fundación Amparo y
Justicia en esta línea.
20
 Que el apoyo de la Fundación se extenderá el tiempo que dure la intervención
psicosocial y jurídica, con un tope máximo de cinco años 9. Este plazo se plantea
considerando que, con un acompañamiento continuo y coherente, es posible
lograr en este período, la autogestión del proyecto vital y/o la conexión con los
recursos formales e informales disponibles, para el apoyo de las necesidades
emergentes.

 Que respecto a los límites de la confidencialidad de la intervención, si la


Fundación toma conocimiento de la existencia de un delito, sobre todo si éste
afecta a un menor de edad, realizará las acciones judiciales que estime
necesarias. Junto con ello, ante situaciones de riesgo se tomará contacto con las
instituciones pertinentes o bien se realizarán acciones concretas en pro de
minimizar estas situaciones, en el marco de protección a las familias y como un
resguardo para los profesionales y la institución.

 Que ante la existencia de conductas autolesivas o que pongan en riesgo la


seguridad e integridad física de terceros, se orientará a la atención de salud
mental, preferentemente en la red estatal, a fin de que pueda realizarse un
seguimiento a la evolución de este cuadro y ante agravamientos, se tomen las
decisiones pertinentes para garantizar la integridad física y mental del consultante
o de terceros.

 “Que respecto del acceso y uso de la información de las familias, cuando no


existen condiciones de riesgos para ninguno de sus integrantes, se garantiza la
reserva y confidencialidad de la información, resguardando que ésta sea de
conocimiento sólo de los profesionales que participan en las diferentes áreas de
intervención, proveyendo de sistemas de archivo seguros. De igual manera la
Fundación no podrá divulgar en los medios de comunicación o a través de otras
vías, antecedentes reservados de la atención, sin contar con la previa autorización
de los involucrados.”

5.1.2. Evaluación Psicosocial de la Situación Familiar

La evaluación 10 se realiza con el fin de obtener información suficiente para permitir


identificar las necesidades y proponer la intervención futura en el caso, principalmente
a nivel familiar contextual y específico.

Los elementos que se evalúan son:

9
Aquellos casos en donde se considere que la intervención integral de la Fundación debe ser superior a los 5
años, se extenderá. El plazo es flexible y sólo está definido a modo de encuadre del actuar, pero no es un
periodo rígido.
10
La evaluación está presente en distintos momentos dentro del proceso de intervención y por tanto los
resultados de la misma son variables y evolucionan, de manera dinámica, conforme a los avances que la
familia va teniendo durante el proceso.

21
A. Nivel familiar contextual: se busca la identificación y el análisis de elementos
históricos del funcionamiento familiar, comprendiendo básicamente los siguientes:

 Características de la familia, referidos principalmente a identificar a los miembros


del grupo familiar, su nivel educacional, nivel de vulnerabilidad social, clasificación
social según Ficha de Protección Social, tipo de trabajo, tipo de previsión social y
de salud, así como características de la vivienda.

 Estructura y organización familiar, en términos de vislumbrar la distribución de


poder (nivel de exigencia) y roles (nivel de disponibilidad), establecimiento de
límites entre subsistemas (conyugal, parental filial, fraternal) y calidad de los
mismos (rígido, difuso, claro), con apoyo gráfico del genograma de la familia.

 Redes de apoyo formales e informales: implica definir la vinculación de la familia


y sus miembros individualmente en el ámbito laboral, el ámbito recreativo, el
ámbito religioso, las instituciones educativas, las instituciones de salud, así como
en el acceso y utilización de programas de apoyo institucionales (públicos y/o
privados).

 Factores de riesgo: entendidos como elementos de contexto o externos que


pueden transformarse en amenazas en el proceso psico-socio-jurídico al que se
ven enfrentados.

 Factores de vulnerabilidad, compensatorios y protectores: comprendidos como


aspectos internos (individuales) que pueden transformarse en dificultades del
proceso psico-socio-jurídico al que se ven enfrentados, o bien que pueden apoyar
dicho proceso.

B. Nivel familiar específico 11 : implica la identificación y análisis de elementos


emergentes asociados al delito. Se realiza una evaluación inicial del estado psicológico
de los integrantes de la familia, teniendo en consideración:

 Factores pre delictuales: funcionamiento previo cognitivo, afectivo, volitivo, etapa


del ciclo vital y presencia de psicopatologías, traumas o crisis anteriores o
simultáneas, desarrollo de la personalidad, autoestima y vínculos; adaptación
psicosocial (individual), estrategias de afrontamiento (habilidades cognitivas y
recursos para enfrentar situaciones adversas); creencias y valores (tendencia
religiosa, creencia en un mundo con significado, ilusión de control personal o
invulnerabilidad, confianza en otros).

 Factores delictuales: Grado de afectación (de cada uno de los familiares) como
secuelas concomitantes al delito, considerando las distinciones de procesamiento
y afección que pudieran surgir en función de:

11
Hay aspectos del diagnóstico que si bien se deben manejar para identificar las necesidades del grupo
familiar, hay muchos de ellos que no necesariamente hay que obtenerlos de la familia.

22
i. El vínculo con el victimario, que puede asociarse a delitos endogámicos
(cometidos por un familiar consanguíneo), exogámicos (cometidos por un
familiar no consanguíneo), externo (por un conocido o por un desconocido),
o por más de un agresor.
ii. La percepción del grado de participación: i. de la víctima: pasividad,
provocación, imprudencia; y ii. de los terceros: negligencia, desplazamiento
de la responsabilidad.
iii. Las características del delito: el nivel de violencia o daño, real o percibido, la
ideación respecto a la duración del delito (en función de la información
disponible y las características individuales).
iv. La percepción (real o fantaseada) de lo que la víctima directa hizo durante el
delito.
v. La identificación y captura del agresor, y el estado del proceso investigativo-
penal.

 Factores post delictuales: Nivel de apoyo social recibido principalmente en lo


relativo a las provisiones instrumentales reales o percibidas, aportadas por la
comunidad, amigos íntimos y redes sociales (cumple funciones emocionales,
materiales e informativas), alineación familiar, etiquetamiento; modificaciones
del contexto o pérdida del entorno.

Toda esta información, a nivel familiar contextual y específico, tiene el propósito de


evaluar a los integrantes de la familia para identificar variables que requieran
intervención y permitan determinar la modalidad de ésta.

Con el fin de estandarizar la información, se toman como referencia los sistemas


internacionales de clasificación DSM IV TR (Manual de Diagnóstico Estadístico de los
Trastornos Mentales, Asociación Psiquiátrica Americana, 2009) y CIE 10 (Clasificación
Internacional de Enfermedades, 10ª revisión, de la Organización Mundial de la Salud,
OMS, 1995) en el ámbito psicológico. En el área social se consideran indicadores de la
encuesta Casen y el Ministerio de Desarrollo Social, mientras que en el área judicial,
todas las definiciones se encuentran en el marco de lo expuesto por la ley.

En este proceso de diagnóstico y evaluación, se tienen como contexto de análisis


también las complejidades que pudieran asociarse a las características del delito, las
cuales sugieren al interventor posicionarse desde una óptica particular. Se trata de la
muerte violenta de un hijo, lo cual resulta una condición no habitual, dado que lo
frecuente es que la muerte de los padres anteceda a la muerte de los hijos. Esto
podría incidir en la vivencia del duelo y su patologización tanto para los padres como
para los hijos que sobreviven y su relación en función de la posición relativa al interior
de la familia durante el duelo (por ej., los hijos vivos pueden invisibilizarse por la
focalización en el hijo fallecido; o los hijos vivos podrían generar síntomas que
desplazan la focalización de los padres; o la aparición de ideas autodestructivas en
tanto su lectura es que el hijo que fallece tiene un valor distinto).

23
En cualquier caso la evaluación se orienta a la identificación y análisis del daño
primario, secundario y terciario asociado a la doble victimización (sexual y muerte):

a) Primario: derivado directamente del delito, asociado a los elementos descritos.

b) Secundario: derivado de las respuestas formales e informales que recibe la


víctima, considerándose de particular relevancia la evaluación de las
intervenciones simultáneas y los límites de las instituciones, sus funciones y
aportes, con el propósito de evitar duplicidad de acciones y/o sobre
intervenciones.

c) Terciario: derivado del etiquetamiento a raíz de los dos anteriores, siendo


relevante evaluar el impacto que ha tenido sobre la familia el tratamiento
comunicacional formal (medios de comunicación) e informal (comunidad) que se
le ha dado al caso, con el fin último de desarrollar estrategias protectoras.

5.1.3. Intervención en Crisis

Un tercer elemento de los aspectos iniciales de la intervención refiere a la intervención


en crisis, en la cual participan profesionales del caso del área legal, psicológica y social.

En la etapa inicial, las familias víctimas del delito y sujetos de nuestra intervención se
encuentran con frecuencia en un estado de crisis, el cual se entiende como un estado
temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente por la
incapacidad de la persona para abordar situaciones particulares, utilizando los métodos
acostumbrados para la solución de problemas (Fernández & Rodríguez, 2002).

Conjuntamente a la fase de evaluación se realiza una intervención de primer orden que


corresponde a lo que también se conoce como Intervención de Primer Apoyo o Primera
Acogida, con la familia en general o con alguno de sus miembros en particular. Esta
atención se encuentra orientada a minimizar las secuelas psico afectivas concomitantes
y a generar o fortalecer los recursos personales y familiares que faciliten la
reorganización individual y/o familiar y el enfrentamiento básico frente a la vida
(Slaikeu, 1998).

En esta intervención de primer orden las principales acciones que se llevan a cabo son:

 Contención y descompresión emocional, específicamente de los sentimientos


asociados al duelo, principalmente la pena, la rabia, la impotencia, para lo cual se
requiere poner a disposición de las familias todos los recursos técnicos de los
profesionales, convirtiendo este objetivo en una de las tareas fundamentales de
esta fase.

 Reforzar los vínculos con la Fundación, fomentando que la familia la perciba como
un vínculo estable, seguro y de confianza, al cual pueden acceder cada vez que lo
requiera, en el contexto del delito. Al respecto, también es importante re-
24
encuadrar las expectativas de las familias en función de las posibilidades reales de
intervención de la misma.

 Prevención de conductas de riesgo, principalmente de heteroagresión o de


autoagresión, las cuales serán reforzadas en el ámbito de la intervención social.
 Entrega de información y acompañamiento, en los casos que lo requieran, en todos
aquellos aspectos que la familia considere necesitarlo; desde la información sobre
la forma de realizar trámites hasta información específica sobre el proceso penal,
en consonancia con la posibilidad de la familia de procesar dicha información.

 Vinculación de la familia con fuentes de ayuda, principalmente con las redes


institucionales y redes primarias.

 Monitoreo cuidadoso de la medicación en el periodo posterior a la pérdida,


especialmente cuando existan antecedentes de cierto grado de vulnerabilidad
psiquiátrica. Dicha medicación debe haber sido recetada por un(a) psiquiatra o
profesional de la salud, ya sea del sistema público o bien mediante gestión de
Fundación Amparo y Justicia.

 Entrega de información a la familia directa sobre el posible manejo comunicacional


que se puede hacer de su caso y la prevención de ello. Asimismo, la entrega de
información en relación al manejo de los rumores y las informaciones
distorsionadas que surgen por la conmoción pública que este tipo de casos provoca.
En este último aspecto, se fomenta un canal oficial de comunicación, entendido
éste como el acceso a un espacio o a personas con quienes canalizar las consultas
en momentos de incertidumbre, información confusa u otras.

 Las intervenciones presenciales son semanales, quincenales o de acuerdo a la


frecuencia que requiera la intervención para ser exitosa, mientras que las
intervenciones telefónicas pueden darse con una periodicidad mayor. La modalidad
puede ser en la consulta del profesional, o bien en el domicilio de la víctima o
donde éste lo estime conveniente.

 Cabe consignar que en esta etapa se realiza una importante coordinación con otros
profesionales vinculados a la familia afectada, particularmente para el manejo de la
crisis en el ámbito educacional o de salud.

 Finalmente, la intervención de primer orden desde la perspectiva de la Fundación


debiese tener una duración máxima promedio de tres meses y activarse
nuevamente frente a situaciones de emergencia, toda vez que cada usuario
vivencia esta experiencia de modo distinto, en función de sus redes personales,
recursos individuales, familiares y comunitarios, experiencias previas de pérdida o
situaciones de victimización.

Todas estas acciones deben considerar la particularidad de cada caso.

25
Dentro de los factores de riesgo que determinan la respuesta frente a la crisis es
posible identificar los siguientes, los cuales deben ser considerados:

 Edad y fase del desarrollo

 Estado de salud

 Discapacidad (movilidad, vista, audición, habla)

 Stress preexistente

 Eventos traumáticos vitales previos

 Fortaleza del sistema de apoyo (redes)

 Habilidades de afrontamiento

 Expectativa del ego y de los demás (cuidado especial a niños, familiares con
problemas de salud)

 Estado de los familiares (separaciones, divorcios, etc.)

 Entorno étnico y cultural (barreras de idioma, particularidades culturales, etc.)

 Interacción entre ocupación del individuo y el evento (actividades laborales


vinculadas con la situación que generó la crisis, por ejemplo desempeñarse como
taxista y que el sujeto que participó del delito que generó una crisis también lo sea
y el delito se haya provocado en ese contexto).

 Percepción e interpretación del evento (la forma en que la persona significa el


evento va a incidir en cómo lo afronta). (Rubin & Bloch, 2000).

5.2. Intervención Jurídica

Dada la integralidad del Modelo de Fundación Amparo y Justicia, la intervención jurídica


de las víctimas indirectas de un delito de violación con homicidio de un niño, niña o
adolescente no sólo busca ejercer la respectiva acción penal, si no que apoyar en un
marco victimológico mayor.

En consonancia con lo expuesto por la Política Nacional de Víctimas de Delito, el rol del
abogado debe “no sólo estar vinculado al ejercicio de la representación judicial o la
querella, en los términos jurídicos tradicionales, sino como un profesional que es capaz
de mediar entre la víctima y el sistema penal; que comprende globalmente la
complejidad de la situación en la que se encuentra la víctima, desde las perspectivas
psicológica, social y jurídica; y que es capaz de adaptarse a sus necesidades, sus ritmos

26
y los objetivos que ésta busca en la justicia”. (Ministerio del Interior y Seguridad
Pública, 2013 pp.13)

En concreto, la intervención jurídica de la Fundación busca garantizar que las víctimas


puedan ejercer correctamente todos los derechos que se le reconocen por su calidad 12:
el acceso a la justicia, a través de una defensa jurídica técnica, y el respeto por sus
derechos procesales, en los términos que establece la legislación vigente. Todo esto
en el entendido de que la participación de ellas en los procesos y la resolución
favorable del caso concreto, son parte fundamental dentro del proceso de reparación
de las víctimas.

En este marco, dicha intervención contiene dos aspectos esenciales:

5.2.1. Orientación legal

Dado que toda víctima de delito requiere constante información y orientación durante
su paso por el proceso penal, es que uno de los ejes de la intervención de la Fundación
considera su permanente acompañamiento y asesoría jurídica.

En especial, esta orientación busca informar a las víctimas sobre el proceso penal (las
diferentes etapas, su duración aproximada y las formas posibles de término de la
causa) y el papel que tienen en él, sobre todo si tendrán el rol de testigos.

Este aspecto de la intervención jurídica lo lleva a cabo uno de los abogados de la


Fundación, instando siempre a la utilización de un lenguaje claro, concreto y adecuado
a las circunstancias. De forma excepcional, y según la complejidad del caso, otro
profesional podrá resolver las dudas generales que tengan las víctimas en el área
legal, para efectos de evitar una sobre intervención. Asimismo, en el evento de
intervención conjunta con el Programa de Apoyo a Víctimas, dichos profesionales
podrán colaborar en la entrega de información.13

5.2.2. Representación legal

La representación legal de las víctimas indirectas de los delitos de violación con


homicidio de niños, niñas y adolescentes es uno de los ejes centrales de la intervención
de Fundación Amparo y Justicia.

12
En especial coherencia con lo establecido en la Declaración de los Principios Fundamentales de Justicia
para las víctimas del delito y del abuso de poder, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas
por Resolución 40/34 del 29 de noviembre de 1985; la Política Nacional de Víctimas de Delito; la
Constitución Política de la República (arts. 19 n° 3 y 83); y el Código Procesal Penal (arts. 6, 108 y ss., entre
otros).
13
Si se desea profundizar, se puede revisar convenio de colaboración entre Fundación Amparo y Justicia y
Ministerio del Interior y Seguridad Pública.
27
En concreto, ésta busca que las víctimas se sientan consideradas y que efectivamente
puedan incidir en los procesos penales. Para este efecto, la Fundación participa como
querellante, colaborando activamente con la investigación y ejercicio de la acción penal
por parte del Ministerio Público. En el caso de que no exista coincidencia con éste, hará
valer sus pretensiones particulares, con todos los medios legales que estén a su alcance.

Por otra parte, se procura evitar la victimización secundaria que puedan experimentar
por la falta de un trato acorde por parte de los distintos actores del sistema de justicia,
principalmente por su sobreexposición durante el proceso penal.

La representación legal incluye la participación de los abogados de la Fundación 14


durante todo el proceso, desde la presentación de la querella criminal hasta las
eventuales etapas recursivas. En el evento de existir una sentencia condenatoria en la
causa, se lleva a cabo un seguimiento periódico y la revisión del cumplimiento de la o
las penas, para asegurar su correcta ejecución.

La Intervención Jurídica incluye las siguientes etapas:

 Contacto inicial: los abogados de la Fundación toman contacto con la familia, para
efectos de explicarle los fines, funciones y actuaciones de la Institución y su modelo
de intervención jurídica. En el caso de que las víctimas indirectas acepten la
representación en el proceso penal, ésta se asume a través de la presentación una
querella (con relato propio o adhesivo del Ministerio Público).

 Investigación: durante la etapa de investigación, los abogados llevan a cabo un


estudio periódico de la carpeta investigativa, para efectos de determinar si existen
antecedentes relevantes faltantes, que posibiliten acreditar la existencia del delito, la
participación y/o las circunstancias agravantes concurrentes.
Asimismo, tienen contacto con el fiscal a cargo de la causa, para efectos de revisar
las estrategias de investigación, los antecedentes recopilados y las diligencias en
curso o las pendientes por ordenar. Se analiza además la posibilidad de solicitar
diligencias específicas o realizar aportes desde la Fundación, como la realización de
peritajes especializados por parte de expertos nacionales o internacionales.
Además, se asiste a todas las audiencias de la causa y se informa periódicamente
a las víctimas sobre los avances del proceso.

 Etapa intermedia: una vez cerrada la investigación por parte del Ministerio Público,
se revisa si las diligencias solicitadas por la Fundación se han llevado a cabo,
analizando la posibilidad de solicitar la reapertura en caso contrario.
Se realiza un análisis de la acusación fiscal, con la finalidad de determinar posibles
debilidades que motiven exclusiones probatorias.
En esta etapa se define la teoría del caso final, a través de la construcción del
relato de los hechos; la teoría jurídica aplicada a ese relato; las proposiciones

14
En colaboración con los abogados del Programa de Apoyo a Víctimas, si corresponde.

28
fácticas principales y secundarias que permitan sustentar cada elemento de la
teoría jurídica; y los medios de prueba a través de los cuales se introducen dichas
proposiciones. De esta manera, se redacta y presenta la respectiva acusación
particular.
Por último se asiste a la audiencia de preparación de juicio oral, en la que se
defiende la prueba propia, si corresponde, y se presentan eventuales exclusiones
de prueba de la defensa.

 Etapa de juicio: de ser factible, se lleva a cabo una coordinación con el Ministerio
Público para efectos de entrevistarse de manera previa al mismo con todos los
testigos y peritos. Así es posible analizar sus fortalezas y debilidades. Además, se
repasa la información jurídicamente relevante que posee cada medio de prueba,
con la determinación de la estrategia a seguir durante el juicio desde el punto de
vista de la mejor exposición de la teoría del caso de la parte acusadora.
De manera especial, se prepara el examen directo y contraexamen de las víctimas
y sus familiares. Además se sostienen reuniones informativas previas al juicio,
durante el mismo y posteriores a éste.
En la audiencia misma se lleva a cabo una participación activa a través de la
realización de alegato de apertura; examen directo de testigos y peritos de la parte
acusadora; exhibición de prueba material; lectura de documentos; contraexamen
de testigos y peritos de la defensa; preparación y realización de alegato de
clausura. Asimismo, se participa activamente en la audiencia de determinación de
penas.

 Recursos: luego de la dictación de sentencia, se lleva a cabo una lectura completa


e íntegra de ésta, junto con el audio de juicio, para efectos de analizar la posible
presentación de recursos. Asimismo, prepara la defensa del fallo en caso de
recursos por parte de la defensa (análisis de admisibilidad y contenido) y,
posteriormente, se llevan a cabo los alegatos ante la Corte respectiva.
Durante esta etapa también se realizan reuniones informativas con la víctima y/o
su familia, previo a la interposición de recursos, así como posteriores al fallo de los
mismos.

 Seguimiento de ejecución de la sentencia: una vez que la sentencia se encuentra


firme y ejecutoriada, los abogados de la Fundación llevan a cabo una revisión del
efectivo cumplimiento de la condena, para efectos de mantener a las víctimas
informadas sobre cualquier cambio que pueda afectar su proceso reparatorio
(cambio de recintos penales; solicitud de beneficios; etc.). Asimismo, ante la toma
de conocimiento de faltas por parte de los condenados de las obligaciones que
emanan del régimen penitenciario (por ejemplo el uso de teléfonos celulares), se
hacen las respectivas presentaciones ante tribunales para que Gendarmería
imponga las sanciones que correspondan.
Esta etapa se extiende por el tiempo de la pena impuesta, concluyendo en el
evento de término de cumplimiento o muerte del condenado.
En el evento en que el condenado obtenga el beneficio de libertad condicional, el
seguimiento consiste en la revisión de la obligación que tiene la persona de seguir
29
periódicamente en contacto con la autoridad respectiva (firma semanal en
Gendarmería).

5.3. Intervención Psicológica

La intervención psicológica como tal refiere a todas las intervenciones reparatorias que
en dicha área son entregadas como parte del Modelo de la Fundación, ya sea
otorgadas mediante convenios o alianzas institucionales, o bien mediante la gestión de
la Fundación con psicólogos en terreno, contratadas por la misma.

Su objetivo central es favorecer la elaboración de la pérdida traumática asociada al


delito, y que sitúe a la familia víctima indirecta, como un agente activo en la
elaboración de los nuevos significados a partir de la experiencia vivida.

Principalmente esta refiere a la intervención terapéutica (diferencia para adultos y


niños, niñas y adolescentes), junto con la intervención psiquiátrica. Su duración es
variable, pero en promedio no debiese ser más de dos años.

5.3.1 Intervención Terapéutica

En el entendido de que ya se llevaron a cabo intervenciones previas, tales como


evaluación del caso e intervención en crisis, un eje transversal de la intervención
psicológica se vincula con el duelo, y en este caso particular el duelo asociado a una
pérdida traumática producto del delito. “La vida de un ser humano está
existencialmente marcada por sus duelos básicos (en especial, el primero de ellos), por
el momento y la secuencia en que aparecen, y por la edad en que se sufren. (Gómez,
2007, pp. 29). Duelo es un término que en nuestra cultura, suele referirse a los
procesos psicosociales que siguen a la pérdida de una persona con la que el deudo
está emocionalmente vinculado. (Tizón, 2004.)

En este contexto, parte de la vida es enfrentar la muerte de un ser querido, sin


embargo dicho proceso está naturalmente pensado en ciclos, en donde se suele
despedir a aquel de mayor edad, y no a un hijo o hermano menor de edad,
generándose de esa forma un duelo diferente de abordar, que requiere de la
especificidad de la intervención.

“La muerte de un ser querido es un desgarramiento profundo, pero que cura


naturalmente, a condición de que no se haga nada para retardar la cicatrización. El
enlutado debe habituarse a la ausencia del otro. Como un hecho natural, la muerte
seguirá provocando entre los más allegados un traumatismo tal que solamente una
serie de etapas permitirá curarlo” (Gómez, 2007, pp. 36).

Si se considera que el duelo varía de acuerdo a la edad en que lo enfrentamos, del


vínculo con el fallecido, los motivos del deceso, entre otros, se puede afirmar que las
formas de afrontar la pérdida difieren en los adultos y niños, por lo que la intervención
terapéutica tiene en consideración lo anterior.
30
5.3.1.1. Intervención Terapéutica con Adultos

Cuando han pasado meses o años de haber experimentado un evento traumático este
puede manifestarse de diversas formas:

Entre los principales tipos de duelo vinculados a casos como éstos, se pueden
encontrar los siguientes15:

 Duelo crónico. Donde el deudo se queda pegado en el dolor, pudiéndolo arrastrar


durante años, unido muchas veces a un fuerte sentimiento de desesperación. La
persona es incapaz de rehacer su vida, se muestra absorbida por constantes
recuerdos y toda su vida gira en torno a la persona fallecida, considerando como
una ofensa hacia el difunto restablecer cierta normalidad.

 Duelo congelado o retardado. Se le conoce también como duelo inhibido o


pospuesto. Se presenta en personas que, en las fases iniciales del duelo no dan
signos de afectación o dolor por el fallecimiento de su ser querido. Se instaura en el
deudo una especie de prolongación del embotamiento afectivo, con la dificultad
para la expresión de emociones. En el duelo congelado, a los deudos les cuesta
reaccionar a la pérdida.

 Duelo enmascarado. La persona experimenta síntomas (somatizaciones) y


conducta que le causan dificultades y sufrimiento, pero no las relaciona con la
pérdida del ser querido. En este tipo de duelo, el deudo acude frecuentemente a
los médicos aquejado de diferentes disfunciones orgánicas, pero calla el hecho de
su pérdida reciente, ya que no lo relaciona con ello.

 Duelo exagerado. También llamado eufórico. Este tipo de duelo puede adquirir tres
formas diferentes. Caracterizado por una intensa reacción de duelo. En este caso
habrá que estar atentos a las manifestaciones culturales para no confundirlo con
ellas. Negando la realidad de la muerte y manteniendo, por lo tanto, la sensación
de que la persona muerta continua viva. Reconociendo que la persona sí falleció,
pero con la certeza exagerada de que esto ocurrió para beneficio del deudo.

 Duelo ambiguo. La pérdida ambigua es la que más ansiedad provoca, ya que


permanece sin aclarar. En este caso, los deudos perciben a determinada persona
como ausente físicamente pero presente psicológicamente, puesto que no es
seguro si está viva o muerta, ya que no se ha localizado el cuerpo. Esta forma de
duelo ambiguo aparece muy frecuentemente en desparecidos por distinta índole.

Por lo anterior es particularmente importante la evaluación 16 que realizan los


profesionales que atienden el caso para determinar la necesidad de continuar con los

15
Existe un tipo de duelo complejo, llamado duelo prolongado, el cual se identifica como trastorno por duelo
prolongado, ante el cual la Fundación también interviene. Ver criterios de este duelo en anexo2.

31
familiares de la víctima una intervención terapéutica que tenga como foco el abordar el
núcleo del trauma y la regulación emocional. Lo que se busca con esta terapia es que
ellos logren una sensación de calma y de seguridad, y que de una forma progresiva
vayan asumiendo el control de su vida y de sus emociones, reintegrándose
socialmente y retomando su proyecto de vida.

Por las características del tipo de ilícito con el que trabaja la Fundación, uno de los ejes
de la intervención terapéutica posterior a la intervención en crisis es la reparación del
daño producto del delito, lo cual se trabaja muy íntimamente vinculado a una
intervención focalizada en el duelo.
Respecto a la intervención orientada a trabajar la vivencia traumática del delito, ésta
se orienta a temáticas como, la culpa, la pérdida de confianza personal e interpersonal,
la anestesia emocional, la evitación, la irritabilidad, la hiperactivación, el déficit de la
autoestima, la pérdida de habilidades sociales, la inadaptación a la vida cotidiana, la
dificultad de tomar decisiones y de tener un proyecto de vida futuro sin él o la hija
muerta.

La intervención en duelo se orienta tanto a trabajar en las etapas del duelo agudo
como en el duelo prolongado si este se presenta.

Respecto al duelo agudo o duelo temprano, este coincide con frecuencia con la etapa
inicial del proceso judicial (audiencia de formalización, etapa de investigación) y
comparte objetivos con la intervención en crisis o de primer apoyo, diferenciándose de
ésta por su rol más terapéutico.

Cabe señalar que en la primera etapa del duelo predomina la negación, y la familia con
frecuencia se encuentra en un estado de desorganización en el cual la pérdida aún no
aparece como un hecho claro y real, encontrándose inmersa en la búsqueda de
explicación y entendimiento de lo vivido. La situación anterior, se ve aumentada en
este tipo particular de pérdida abrupta y violenta, en la cual existe una trasgresión
radical a la corporalidad e integridad de la víctima directa, lo que genera en los
sobrevivientes una profunda sensación de desconfianza básica generalizada hacia el
mundo.

Las reacciones emocionales van variando en intensidad y contenido. Recién vivido el


evento se experimenta con frecuencia una fase de shock, caracterizada por el
embotamiento afectivo, la apatía y la agitación, seguida posteriormente por una etapa
de dolor intenso, en la que se comienza a tomar conciencia de la real pérdida, lo que
con frecuencia va también acompañado por un alto grado de irritabilidad, ansiedad,
inseguridad y rabia.

Frente a esta situación se requiere abordar la impotencia de la familia que no puede


controlar el proceso, no tiene acceso al imputado y tiene que lidiar con una explicación

16
La Fundación cuenta con un modelo de informe de evaluación psicológica (anexo 3), el cual puede ser
complementado por el profesional que lo aplique.

32
posible de por qué ha ocurrido el delito. Esta explicación no es cierta ni falsa sino
idiosincrática, pudiendo la misma en ocasiones ser útil para sobreponerse a lo vivido y
en otras, dificultar esta superación. De allí que en esta etapa sea particularmente
importante trabajar con la cosmovisión familiar y/o adscripción religiosa.

En esta etapa los profesionales que conforman la red de atención de la Fundación se


orientan a realizar las siguientes acciones:

 Realizar una psicoeducación, mediante la entrega de información sobre el proceso


de duelo que están viviendo los integrantes de la familia, sobre todo validando las
emociones y sentimientos que en ella surgen, como asimismo clarificando dudas
habituales, tales como “¿cuánto tiempo va a durar todo?”, ¿”es normal pensar todo
el día en lo sucedido?”, “¿por qué se siente miedo a que a los demás hijos les
suceda lo mismo?”, etc.
Se complementa lo anterior con la información jurídica de las etapas del proceso
penal. Si la situación lo requiere, se debiera realizar una intervención combinada
entre los abogados y los psicólogos que llevan el caso.
Si bien la coordinación interdisciplinaria es fundamental en este momento, ella
debe realizarse de manera constante. Esto se materializa incorporando al espacio
terapéutico los contenidos relevantes del proceso penal para que los aspectos
jurídicos de la pérdida sean parte del proceso de duelo y recuperación; de igual
modo el conocimiento de la fenomenología del duelo traumático en víctimas de
delitos violentos por parte de los abogados, permite establecer un lenguaje que
favorece el proceso de recuperación.

 Evaluación de las necesidades de apoyo psiquiátrico y/o psicofarmacológico


garantizando que las personas que lo requieran tengan acceso a éste.

 Evaluación clínica y de diagnóstico que permita identificar cuadros psicopatológicos


a la base, no reactivos a la situación del delito, que puedan complejizar la
sintomatología concomitante a la pérdida, y que requieran tratamiento
especializado (por ejemplo trastornos de personalidad).

 Orientación sobre las acciones posibles a seguir; esto es, guiar, sugerir, aconsejar
o incluso prescribir mediante instrucciones concretas determinadas conductas o
acciones necesarias de realizar. O, por el contrario, disuadir de una decisión
precipitada que constituya una sobre reacción a lo vivido.

 Acompañamiento del proceso de reorganización familiar, redefinición de roles y


delimitación de un proyecto vital funcional en el mediano plazo.

 En particular, si se requiere, a los hermanos de las víctimas se les realizará un


acompañamiento terapéutico para enfrentar la pérdida a través de metodologías
acordes al estadio evolutivo en que se encuentren (a través de conversaciones o
juegos dependiendo su edad, en los que se aborda el proceso de entendimiento de

33
la muerte, los sentimientos de culpa o responsabilidad y los sentimientos de
abandono).

La metodología de intervención es flexible en virtud del momento de la pérdida que


cada miembro de la familia se encuentre viviendo, pudiendo desarrollarse en espacios
individuales y/o familiares, siendo realizadas por uno o varios profesionales
dependiendo de los requerimientos del caso; todo ello desde un enfoque relacional,
que implica que aunque se trabaje solo con un miembro, dicha intervención tendrá un
impacto en todo el sistema familiar.

Cabe consignar que no obstante la materialización de la totalidad de las acciones del


modelo antes señalado, igualmente pueden darse situaciones en que el duelo se
complejiza.

En los casos que son atendidos por la Fundación, debido a la naturaleza violenta de los
hechos que generan la intervención, aumenta la probabilidad de que concurran
además ciertas circunstancias que complican el proceso de duelo, a saber:

 Pérdida de hijo/a.

 Pérdida súbita por homicidio.

 En ocasiones, no recuperación del cadáver o presencia de un cadáver con aspecto


dañado o deformado o imposibilidad de ver el cuerpo.

 Escasez de recursos emocionales para el manejo del estrés.

 Valoración subjetiva de falta de recursos para hacer frente a la situación.

 Ausencia de red de apoyo social/familiar o conflictos de relación con éstas.


Recursos socio-económico escasos.

 Responsabilidad de hijos pequeños (Lacasta, Garcia, 2007)

En la misma línea Cabodevilla (2003), señala que los factores predictores de duelo de
riesgo son:

 Circunstancias alrededor de la muerte: muerte repentina o inesperada, pérdida


ambigua, muertes traumáticas (suicidio, asesinato, etc.), pérdidas múltiples,
muerte de un niño, niña o adolescente, etc.

 Relación con la persona fallecida: relación de ambivalencia, relación simbiótica,


relación de gran dependencia, etc.

34
 Personalidad, antecedentes y características del deudo: pérdidas previas no
resueltas, deudo niño o adolescente, antecedentes de depresión y otros trastornos
psicológicos, falta de habilidades sociales, baja autoestima, etc.

 Contexto sociofamiliar: ausencia de red social de apoyo, problemas económicos,


hijos pequeños que cuidar, etc.

Cuando se produce esta situación de complejización de la intervención, siguiendo la


línea habitual de trabajo en situaciones de este tipo, se propone apuntar a los
siguientes objetivos:

 Realizar una evaluación precisa de la sintomatología (cognitiva, emocional y


relacional) y de su mantenimiento en el tiempo, con el fin de determinar el
tratamiento más adecuado, de acuerdo a las características particulares del caso,
monitoreando constantemente la necesidad de apoyo farmacológico.

 Promover la incorporación de la significación de la perdida como un proceso


dinámico y complejo, que transita por diversos momentos, que se ven influidos por
los hitos jurídicos.

 Favorecer la aceptación y re significación de la realidad de la pérdida.

 Facilitar la deconstrucción y reconstrucción de la representación del yo, los otros y


el mundo, tras el cambio producido por la muerte de su ser querido.

 Promover la co-construcción de una nueva forma de relacionarse/vincularse con el


hijo o hija fallecida.

 Potenciar y reforzar los recursos y las estrategias de afrontamiento


personales/familiares/comunitarias desplegadas idiosincráticamente para hacer
frente a la perdida.

 Re encuadrar los aspectos sexuales (con adultos y adolescentes), en tanto puede


haber afección en el funcionamiento o comunicación en esta área.

 Fortalecer los vínculos afectivos entre padres e hijos (esto en relación al miedo a
vincularse o comprometerse por temor a la pérdida).

 Establecer ritos familiares como momentos específicos para permitirse sufrir, sin
los riesgos sintomáticos de la represión y el sufrimiento aislado.

 Abordar el tema de que los hijos vivos que no sufren como los padres, o como los
padres esperan, no son malos hijos o hermanos. (Lacasta, García, 2008)

El tipo de técnicas a utilizar puede variar dependiendo del enfoque del profesional, pero
se recomienda que éste sea lo más ecléctico posible, de modo que se acomode a las
35
necesidades de cada caso en particular. Estas técnicas pueden incluir el uso de fotos,
videos, cartas, diarios, dvd, poesía, pintura, visualización e imaginación guiada,
reestructuración cognitiva, auto instrucciones positivas, juego de roles, manejo de
contingencias, tareas conductuales, trabajo con genograma, línea de vida en el tiempo
u otros.

Un proceso terapéutico de este tipo debe considerar que la pérdida es un fenómeno


complejo, más aún cuando su causa es un delito violento de esta naturaleza, por lo
que los tiempos de intervención deben supeditarse a la co-construcción de las
necesidades de terapia del usuario y a la motivación de éste.

La frecuencia de las sesiones de intervención terapéutica, es semanal, y


posteriormente previo acuerdo con el usuario se distancian las sesiones
quincenalmente de forma de monitorear la evolución del estado emocional de la
víctima, para finalmente distanciar o terminar con una fase de desvinculación17. No
obstante lo anterior, se debe contemplar algunas fechas hito, que podrían reactivar la
sintomatología (cumpleaños, aniversarios, navidades, años nuevos u otras).

5.3.1.2. Intervención Terapéutica con Niños, Niñas y Adolescentes18

Los objetivos de la intervención terapéutica con niños y adolescentes son:

 Apoyar psicosocialmente al niño, niña y adolescente a elaborar la muerte del


familiar, contemplando los aspectos evolutivos.

 Entregar herramientas a la familia que le permitan conocer las características del


duelo infantil y detectar posibles síntomas ansioso-depresivos.

 Prevenir la aparición de un duelo patológico.

 Identificar personas seguras (a quien el niño o niña pueda recurrir en caso de


necesidad, que pueden no ser los padres, al estar afectados por el duelo también).

 Facilitar el cumplimiento de las tareas propias del desarrollo.

17
Durante este proceso de intervención terapéutica, el profesional debe mantener a la Fundación informada
respecto a la evolución de la familia, de modo de poder estar alertas y actuar ante posibles necesidades.
Para ello existe un modelo de registro (anexo 4).
18
Apartado elaborado por Gabriela Navarrete, Psicóloga Magister en Psicología Infanto Juvenil, sobre la base
de la siguiente bibliografía:
 Baker, J., Sydney, M., Gross E. “La Historia” de la muerte: Consideraciones terapéuticas para los
familiares con pérdidas.
 Barudy, J., Dantagnan, M. (2005). Los Buenos Tratos a la Infancia. Parentalidad, Apego y
Resiliencia. Barcelona: Gedisa.
 Barudy, J. (1998) El dolor Invisible de la Infancia Barcelona: Paidos

36
 Prevenir la aparición de trastornos de conducta sintomáticos, cuando son
invisibilizados por el duelo.

La muerte de un familiar para un niño implica la pérdida de un ser querido, del sentido
de seguridad, de una parte del sí mismo, de metas y sueños, así como de la pérdida de
la cotidianeidad.

Existen diferencias en la vivencia del duelo entre un adulto y un niño, las cuales se
relacionan con que principalmente el niño tiene un concepto de muerte en evolución,
una limitada capacidad para tolerar el dolor, una total dependencia del apoyo que le
brinden sus redes y su principal medio de expresión de las emociones es a través del
juego y el comportamiento.

Los factores de riesgo, de producirse el duelo complicado en el niño, son:

 Relación altamente ambivalente o dependiente con el difunto (hermano mayor,


mamá, papá, abuela).

 Pérdidas múltiples o acumuladas.

 Muerte repentina e imprevista, incluyendo suicidio.

 Pérdida social inaceptable (muerte por asesinato, suicidio, SIDA, etc.).

 Fase del ir-muriéndose de larga evolución (6 meses a 1 año).

 Situación socio-económica conflictiva.

 Pobres o ausentes sistemas de apoyo emocional y social.

Por las características de dependencia del niño respecto del adulto, la manera en que
éste último elabore el duelo va a estar directamente relacionado con la forma de
abordaje que la familia tenga de la situación vivida; de ahí la importancia de realizar
una intervención sistémica.

En aquellas situaciones en que el duelo se complica, se observa en los niños las


siguientes características:

 Ansiedad persistente. Principalmente temor a sufrir otra pérdida y temor de morir


también.

 Esperanzas de reunión y deseos de morir.

 Persistencia en culpar o culparse.

 Hiperactividad.
37
 Euforia y despersonalización.

 Síntomas identificatorios y accidentes.

Una de las principales técnicas a utilizar en el abordaje del duelo con niños, niñas y
adolescentes es el trabajo con “La Historia”, porque permite una visión integradora y
una mirada sistémica de la intervención, promoviendo a la vez, el trabajo con los
terapeutas de los adultos, en sesiones grupales.

Para utilizar esta técnica, la terapia puede ser vista como un “espacio conversacional”
que permite que el niño y otros miembros de la familia que quieran participar
(idealmente todos) relaten “su historia” y escuchen la historia de los demás. Esto
permite generar “una historia familiar de la perdida”.

Las historias que se relatan en las sesiones promueven:

 El alivio emocional (permiten poner en palabras las imágenes y emociones


asociadas a la muerte).

 La búsqueda de significado (integran los eventos ocurridos a través del tiempo,


organizando la realidad al conectar pasado, presente y futuro. Incluyen
explicaciones que dan sentido a la pérdida).

 La identidad familiar (constituyen una memoria compartida. Definen quién


pertenece a la familia).

Durante la aplicación de esta técnica se otorga una gran importancia al recuerdo, lo


que se logra a través de:

 Compartir la historia.

 Ritualizar: este es un aspecto fundamental en esta técnica; su función está


orientada a: ayudar a constatar la realidad de la muerte, canalizar la expresión de
emociones, permite visibilizar la red de apoyo, la despedida, rememorar al ser
querido fallecido y honrar su vida.

Metodología de la técnica:

 Poniendo la muerte en perspectiva: principalmente con el dibujo kinético de la


familia como técnica de consenso y la línea del tiempo familiar.

 Compartiendo la vivencia: haciendo recuerdos del hermano/a y trabajando las


emociones y pensamientos (bingo de emociones, tarjetas “lo que pienso y siento”,
fotos familiares, dibujo de la muerte, caja de preguntas.

38
 Continuando con la vida: Utilizando técnicas como diálogo de sillas, ritual de
despedida (carta al hermano/a), cuento “El otoño de Freddy la hoja”, dibujo del
árbol (red de apoyo) y testimonio personal.

5.3.2. Intervención Psiquiátrica

En algunos casos se vuelve necesario complementar la intervención psicológica y/o


terapéutica, con la administración de medicamentos que permiten compensar
farmacológicamente el estado anímico de aquellos miembros del grupo familiar que lo
requieran. Generalmente se vuelve necesario en casos en donde se generan estados
depresivos, con ideación suicida, alteraciones del sueño, entre otros. Dado los efectos
secundarios que estos medicamentos (antidepresivos, ansiolíticos, etc.) generan, su
administración debe estar recetada y supervisada por un psiquiatra. Dicha prestación
médica será gestionada por Fundación Amparo y Justicia, ya sea mediante convenios o
alianzas que mantenga con instituciones del área, o bien mediante el financiamiento
particular de ella.

5.4. Intervención Social

5. 4. 1 Enfoque social y orientación

La pérdida de un hijo siempre es devastadora, pero cuando ésta ocurre en condiciones


traumáticas y de forma repentina lo es más aún, dado que para los padres uno de sus
principales roles o deberes es proteger a sus hijos. Ante esta situaciones suelen
ocurrir una serie de cuestionamientos y sentimientos negativos, principalmente el
sentimiento de culpa, el cual obstaculiza el proceso terapéutico pues “inducirá la duda
continua sobre las propias capacidades de comprensión y reparación, con una obvia
caída de eficacia en las realizaciones“ (Malacrea, 2000, pp 131).

Dada esta situación de desestructuración que vive la familia, Fundación Amparo y


Justicia entrega apoyo en el área social a las víctimas indirectas (del núcleo familiar)
para intentar facilitar el difícil proceso asociado al duelo por un hijo. En este sentido,
el apoyo social representa una importante influencia mitigadora de los efectos nocivos
del estrés. Ello puesto que la incertidumbre y la inseguridad que este tipo de sucesos
representan, desencadena altos grados de ansiedad que alteran el funcionamiento
normal de cualquier persona y su adaptación social.

En este contexto, la perspectiva en la cual se enmarca el apoyo social entregado por la


Fundación responde en una primera etapa a brindar orientación y apoyo concreto en la
satisfacción de determinadas necesidades vinculadas al delito mismo, para luego dar
paso a un trabajo de potenciamiento de sus propios recursos –tanto individuales como
familiares-, vincularlos con la red estatal -con el fin de que puedan recibir algunos de
los beneficios que el Estado otorga, pudiendo compartir su experiencia de apoyo
estatal y replicarla en el futuro-, brindando así apoyo económico desde la Fundación en
aquellas situaciones que escapen al Estado.

39
Todo esto se vincula con la importancia de socioeducar a las familias, de modo que el
apoyo que la Fundación entrega pueda perdurar en el tiempo y la satisfacción de
determinada necesidad no se vea condicionada a la presencia de dicha institución; de
alguna forma se busca coordinar y potenciar el acceso a los recursos existentes en el
sistema (Gómez, 2008).

En este sentido, y vinculado con los fundamentos de este modelo, se trabaja


fuertemente sobre la base de potenciar la capacidad de resiliencia, entendiendo que las
características que contribuyen a ella son múltiples y diversas, interactuando entre sí a
lo largo de la vida de las personas, así como también cuando se debe hacer frente a
los diversos desafíos que en la vida surgen (Van Hook, 2008).

Dado el enfoque en el cual se enmarca la intervención de la Fundación 19, se vuelve


trascendental identificar las redes primarias (familia nuclear y extensa), secundarias
(amigos, relaciones comunitarias y religiosas) e institucionales (instituciones que
permiten satisfacer necesidades, tales como colegio, centros de salud, municipio, entre
otros) (Gómez, 2008) que podrían brindar apoyo a la familia en el proceso de
recuperar su funcionamiento, incorporando el trauma vivido, las cuales luego se
pueden graficar en un ecomapa 20 (ver en anexo 5) de la familia para poder hacer
visibles las redes de apoyo con las que cuenta –a nivel externo- e identificar aquellas
con las que sería relevante vincularla (Van Hook, 2008).

4. 2 Gestiones Sociales y Apoyo Socioeconómico entregado por FAJ.

La intervención social puede ser entendida como el conjunto de acciones planificadas


y organizadas que se realizan con las familias tendientes a evaluar sus necesidades
sociales, facilitar el acceso a prestaciones de la red institucional pública o privada,
potenciar los factores protectores y atenuar los factores de riesgo, concepción que
comparte Fundación Amparo y Justicia.

Entre los objetivos que aborda la intervención social con las familias y que se
complementan dinámicamente con la intervención terapéutica de las mismas, destacan
los siguientes:

 Potenciar los factores protectores de la familia, entendidos desde un punto de vista


social, como todos aquellos lazos con las redes primarias y secundarias que apoyen
a la familia al momento de enfrentar la situación que viven, lo cual se vincula con
el fortalecimiento de la capacidad de resiliencia de las personas. Esto implica que
un foco de la intervención social se relaciona con la vinculación con redes primarias
(familia nuclear y extensa, amigos, vecinos) de modo que la familia pueda contar

19
Se ha dado un giro desde el asistencialismo a la promoción social, empoderamiento y resiliencia.
20
Ecomapa es un técnica de diagnóstico del modelo ecológico, en donde se grafica a la familia en el círculo
central y a su alrededor se identifican los apoyos sociales con los que cuenta, ya sea a nivel familiar y/o
individual (Fernández & Ponce, 2011).

40
con una diversificación de los espacios de apoyo y contención -para que este rol no
sólo sea ejercido por la familia nuclear-, así como también una constante
vinculación con las redes institucionales, principalmente en los ámbitos de salud,
educación, atención social y municipal, para hacer posible que las familias puedan
acceder a prestaciones que les permitan satisfacer sus necesidades.

 Connotar fortalezas y recursos tanto de la familia en su totalidad como de cada


miembro en particular, revisando los avances y los temas pendientes que requieren
superarse. Este trabajo implica una relación permanente con la acción terapéutica,
configurando una intervención en dupla psicosocial, dirigida a restaurar la dinámica
de los procesos familiares que se han visto afectados con posterioridad al evento
traumático, facilitando la reorganización funcional de la estructura de la familia.

 Incentivar el empoderamiento y uso de los propios recursos de las familias; pues


en la medida que obtienen logros en los proyectos que emprenden, van también
recuperando las facultades perdidas producto de la vivencia del delito. En este
punto se tiene precaución con desarrollar acciones de asistencia que no se
relacionen con un objetivo de intervención específico.

 Cuando las familias no cuenten con los recursos necesarios para solventar ciertas
necesidades específicas vinculadas a la situación de delito vivida, y cuando se
hayan agotado las instancias institucionales que brindan dichas prestaciones
sociales, la Fundación prestará apoyo económico a las víctimas, cuyo objeto será
mitigar los gastos asociados, entendiendo que necesidades estructurales previas al
delito escapan al actuar de la fundación. En la medida de lo posible, se realizarán
gestiones en pro de ellas, sin embargo dichas necesidades no son consideradas
como un objetivo principal de la intervención. Por ello, la atención social de la
Fundación va acompañada de un trabajo de orientación acerca de las instituciones
a las que puede acceder y de un seguimiento de las acciones que ante ellas se han
realizado.

 Reevaluar, a lo menos de forma anual, la situación social de la familia, en función


de las necesidades emergentes y de los hitos jurídicos y terapéuticos que se
susciten, en el marco de intervención de la Fundación, que impone explorar
siempre los recursos institucionales y personales, antes de brindar una prestación
social directa.

 Para determinar los apoyos sociales que se entregarán a cada familia, se vuelve
fundamental contar con una evaluación de ésta, de modo de realizar una
intervención acorde a las necesidades de cada una de ellas, y no homogenizar la
intervención, lo que ocultaría las particularidades de sus sujetos de atención. La
evaluación de las necesidades sociales se realiza por parte de los diversos
profesionales que trabajan con la Fundación, ya sea profesionales propios de la
institución a nivel central y/o regional, así como también profesionales que se
enmarquen en convenios que la Fundación haya suscrito y que tienen contacto
directo con las familias. Si un caso en particular requiere de la elaboración de un
41
informe o pericia social, se contactará a un profesional específico con formación en
el tema.

La ficha de ingreso y seguimiento de familias, que se utiliza para caracterizarlas se


encuentra detallada en el anexo 6. Dicho instrumento se completa al momento del
ingreso del caso, y luego se mantiene actualizado en el contexto del seguimiento anual
de éstos. Asimismo, en caso de realizar visitas al domicilio, éstas se registrarán en el
instrumento diseñado para ello, con el fin de definir los objetivos de la visita y registrar
gestiones realizadas y acuerdos tomados (ver anexo 7). Finalmente, dado que en
Fundación Amparo y Justicia prima el servicio brindado, es fundamental consignar un
registro de las gestiones que se realicen con otras instituciones, la cuales se identifican
en la ficha de gestiones sociales (anexo 8).

A partir de la experiencia de las familias con las cuales ha trabajado Fundación Amparo
y Justicia, lamentablemente este doloroso delito afecta principalmente a familias de
escasos recursos económicos, con baja escolaridad de sus miembros, trabajos
informales y/o esporádicos, y en algunos casos otros tipos de problemáticas
psicosociales vinculadas a la vivienda, salud mental, entre otros (Fundación Amparo y
Justicia, 2014), no obstante no es posible sugerir una relación de causalidad entre el
delito y las características familiares descritas, sino sólo entregar esta información a
modo de descripción global de los casos.

Es por ello, que como parte de la intervención se considera el apoyo en distintas


necesidades y/o hitos. En este punto cabe mencionar que FAJ sufrió un giro respecto a
la concepción de los apoyos entregados, por lo que existe una diferenciación de
prestaciones, las cuales se hacen efectivas con las familias que ingresan a partir del
año 2013. Todas estas prestaciones 21 se encuentran identificadas y descritas en
protocolos individuales los cuales se comparten con las familias al momento de la
entrega de dicho apoyo. Ello puesto que “es una técnica simple, pero muy eficaz,
porque reduce los malos entendidos, distribuye los compromisos, evita ambigüedades
y manipulación, no difumina los acuerdos, es un elemento motivador (…)” (Fernández
& Ponce, 2011, pp 292) por lo que permite continuar en la línea de fortalecer los
recursos de las familias, acceder a los beneficios estatales y que no se generen
expectativas que no se condicen con el modelo de intervención de la Fundación.

Estas prestaciones están organizadas en 8 áreas, en donde cada una de ellas


contempla una serie de apoyos vinculados con el proceso de reparación de las familias:

 Salud  Educación
 Gastos Mortuorios  Laboral
 Necesidades básicas  Vivienda
 Intervención con la comunidad  Otros apoyos

21
Prestaciones diferentes a las identificadas se evaluarán caso a caso, previa recomendación del profesional
del área desde donde éstas emanan.

42
Cabe mencionar que estos apoyos inicialmente están destinadas para la familia nuclear
de la víctima o quienes hayan vivido con ella al momento del delito, no obstante casos
que escapen a ello serán analizados de forma independiente. Tal como se mencionó
con antelación, estas prestaciones se relacionan con el proceso de reparación que se
espera vivan las familias, por lo que se enmarcan en el periodo de intervención de la
Fundación, cuya duración debiera ser de 5 años, sin embargo el plazo lo definirá la
situación terapéutica y judicial en que se encuentren las familias.

1. Salud

a) Atención salud mental: consiste en atención de psicólogos y psiquiatras en


caso que corresponda, financiado en su totalidad o de forma parcial por la
Fundación (dependiendo de la situación socioeconómica de la familia). Tiene
como objetivo apoyar a las familias a superar la situación traumática y de crisis
asociada, acompañándola en su duelo, así como también frente a recaídas. De
este modo, está destinado a situaciones vinculadas al delito, por lo que
trastornos de base o bien situaciones previas escapan al apoyo de la Fundación.
Este apoyo podrá ser otorgado durante el periodo de intervención de la
Fundación.

b) Medicamentos psiquiátricos: consiste en apoyo para costear medicamentos


asociados al proceso de reparación, previa evaluación social (para definir
porcentaje de apoyo) y coordinación con el/la psiquiatra que los recete. Tiene
como objetivo facilitar el proceso de superación del duelo, complementando la
terapia psicológica con fármacos. Para acceder a este apoyo, el miembro de la
familia que esté siendo atendido debe manifestar un grado de interés por la
terapia con psiquiatra (dado que si no hay voluntad de atención, los esfuerzos
por ello no surtirán el efecto deseado) y ser responsable en la ingesta de los
medicamentos recomendados (a modo de evitar un consumo no recetado de
éstos). Se considera entregar este apoyo durante todo el periodo que dure la
intervención de la Fundación.

c) Prevención de consumo de sustancias: consiste en complementar el


proceso llevado a cabo en el marco de intervención terapéutica, facilitando
orientación respecto a prestaciones asociadas al consumo de sustancias (alcohol
y/o drogas) que entrega la red, tales como COSAM, red SENDA, entre otros.
Tiene como objetivo disminuir factores de riesgo que obstaculicen un adecuado
proceso terapéutico, dado que frente a estas situaciones de crisis es posible que
las personas recurran al consumo de sustancias como vía de escape. Es un
apoyo destinado a miembros del grupo familiar que producto del delito estén
viviendo su duelo asociado a este consumo. Podrá ser entregado durante todo
el periodo de intervención de la Fundación.

d) Otras prestaciones en salud: consiste en orientación ante casos de


enfermedades graves y en situaciones excepcionales en la entrega de apoyo
económico. Su objetivo es apoyar a las familias a disminuir situaciones que
43
obstaculicen la superación del duelo o bien lo dificulten. Tiene como requisito la
entrega de apoyo económico, el haber buscado ayuda de forma particular
(incluso en la red estatal) y no haber obtenido un resultado exitoso. Se
considera este apoyo durante todo el periodo de intervención de la Fundación.

2. Gastos Mortuorios

a) Cementerio y sepultura: consiste en orientación, acompañamiento y apoyo


económico (caso de familias de escasos recursos), con el cual se busca
disminuir la presión familiar, frente a trámites y gastos asociados a la pérdida
de un hijo o hija en el marco del delito. Se considera entregar este apoyo
durante el primer año de intervención de la Fundación.

3. Necesidades básicas

a) Caja de alimentos: consiste en la entrega de alimentos, con la frecuencia que


el profesional del área psicosocial de la Fundación considere necesario. Con
este apoyo se busca alivianar la carga económica de la familia y disminuir
preocupaciones frente a necesidades básicas, más aún si se considera que los
ingresos se hacen escasos en estas situaciones. Dada la inmediatez de esta
necesidad, en un comienzo se entregará desde FAJ, sin embargo se debieran
realizar gestiones institucionales para conseguir apoyo municipal, ello durante el
periodo de crisis. Se considera entregar este apoyo durante los primeros 6
meses de intervención de la Fundación.

b) Apoyo con gastos de agua, luz y/o gas: consiste en un aporte para el coste
total o parcial de servicios básicos de una vivienda. Con este apoyo se busca
alivianar la carga económica de la familia y disminuir las preocupaciones frente
a necesidades básicas, más aún si se considera que los ingresos se hacen
escasos en estas situaciones. Dada la inmediatez de esta necesidad, en un
comienzo se entregará desde FAJ, sin embargo se debieran realizar gestiones
institucionales para conseguir apoyo municipal, ello durante el periodo de crisis.
Se considera entregar este apoyo durante los 6 primeros meses de
intervención.

4. Intervención con la comunidad

a) Actividades comunitarias: refiere a la posibilidad de entrega de información


clara respecto a lo sucedido y el proceso, mediante un escrito o bien una
reunión en caso de ser necesario (por ejemplo con director del establecimiento
educacional de la víctima), con el fin de calmar la ansiedad que la comunidad
escolar, barrial, entre otras, puedan sentir. Además considera apoyar en la
realización de acciones como organización de velatón, creación de un mural,
instalación de una animita, entre otras. Con este apoyo se busca facilitar el
proceso de duelo de la comunidad vinculada a la víctima. Este apoyo está

44
considerado durante el primer año de intervención de la Fundación y refiere a
realizar un trabajo con vecinos y colegio principalmente.

5. Educación

a) Apoyo Educación Escolar y Pre Escolar: consiste en un aporte económico


anual (entrega en marzo) destinado a la compra de útiles escolares y zapatos.
El monto irá disminuyendo año a año. Cabe mencionar que este apoyo se define
de forma individual para cada familia, pues está en directa relación con la
posibilidad de recibir apoyo municipal y con la capacidad de generación de
ingresos del grupo familiar. Inicialmente este apoyo está destinado para todos
los niños (hermanos que residan en el hogar nuclear, y otros en casos
excepcionales) que se encuentren insertos en el sistema escolar. Desde el
segundo año queda sujeto a asistencia y progreso en el rendimiento escolar.
Para hacer efectivo este apoyo a la familia se le hará entrega de una carta
motivacional, destacando la relevancia de la mantención educacional de sus
hijos (ver anexo 9). Este apoyo se entregará durante el periodo de intervención
de la Fundación.

b) Educación superior: corresponde al pago de un porcentaje de la matrícula y/o


mensualidad de la primera carrera técnica o universitaria, que cursen los
padres, hermanos y/o hijo de la víctima. De esta forma se busca contribuir a
mejores oportunidades laborales, y al crecimiento profesional y personal de este
núcleo familiar. Se requiere que el estudiante muestre proactividad en la
búsqueda de la carrera que desea cursar y la tramitación asociada, junto con
que haya postulado a crédito o beca estatal, independiente del resultado de ella
(ver anexo 10). Para hacer efectivo este apoyo, se debe postular durante el
periodo de intervención de la Fundación, apoyo que se entregará durante la
cantidad de tiempo que estipule la malla curricular. Se analizará de forma
independiente la situación de estudiantes que excedan dicho periodo. Para
postular se debe enviar una carta dirigida al Directorio de la Fundación,
mencionando qué se desea estudiar, duración, valor, posibilidad de aporte de la
familia, y motivos por los cuales requiere del aporte de la Fundación.

c) Cursos breves (de oficios): consiste en el pago de un porcentaje del valor de


un curso o totalidad. Mediante este aporte se busca fortalecer herramientas y
habilidades para el desempeño laboral y/o educacional. Requiere de deseos de
perfeccionamiento y/o adquirir conocimientos técnicos en determinadas áreas,
junto con ello, en la medida de lo posible el beneficiario deberá aportar con un
co-pago acorde a sus posibilidades y realizar solicitud de este apoyo vía FAJ
(carta dirigida a Directorio de la Fundación, mencionando qué se desea
estudiar, duración, valor, posibilidad de aporte de la familia, y motivos por los
cuales requiere del aporte de la Fundación). Para acceder a este apoyo se debe
postular durante el periodo de intervención de la Fundación, el cual se
extenderá por 2 años como tope (ver anexo 11).

45
6. Laboral

a) Orientación laboral: corresponde a la entrega de información y orientación


sobre instancias de la red social que brinden apoyo en la obtención de empleo,
ya sea en Municipalidad (OMIL, Oficina Municipal, de Intermediación Laboral),
bolsas de trabajo, entre otros. Con esto se busca apoyar a las familias en la
generación de recursos y la estabilización de la situación socioeconómica. Está
destinado para todos aquellos miembros de la familia que se encuentren en
edad de trabajar, pudiendo ser entregado durante todo el periodo de
intervención de la Fundación.

b) Emprendimiento laboral: refiere a entregar apoyo a las familias en la


generación de recursos económicos, dado que con posterioridad al delito las
fuentes de ingreso sufren modificaciones. Esto mediante la realización de
gestiones con FOSIS u otra instancia para que la familia se adjudique un fondo
público de micro emprendimiento. En caso negativo, se podría evaluar brindar
un préstamo con recursos FAJ. Está destinado a aquellas familias en donde los
recursos económicos son escasos por cesantía de algún miembro del hogar o
bien cuando uno de ellos pierde su empleo por una situación vinculada al delito.
Se considera entregar este apoyo durante todo el periodo de intervención de la
Fundación. (ver anexo 12)

7. Vivienda

a) Mejora vivienda: refiere a orientación sobre el subsidio habitacional, gestiones


con instituciones vinculadas a ello, ya sean Municipio o SERVIU. En algunos
casos (previa evaluación), se otorgará un aporte para completar el ahorro
mínimo requerido y/o apoyo con materiales. Tiene como objetivo aportar a la
mejora del hogar de la familia (en caso que sea necesario), considerando que
dicha infraestructura es la que brinda seguridad, incluso emocional. Para hacer
efectivo el apoyo, la familia debe participar activamente del proceso, ya sea
tanto en la indagación como en la tramitación, y en los casos donde la situación
socioeconómica lo permita, la familia deberá aportar con recursos para
completar el ahorro requerido. Se considera otorgar esta prestación durante
los 3 primeros años de intervención de la Fundación.

b) Adquisición de vivienda propia: atañe a la orientación sobre el subsidio


habitacional, gestiones con instituciones vinculadas a ello, ya sean Municipio o
SERVIU, y en algunos casos (previa evaluación) se otorgará un aporte para
completar el ahorro mínimo requerido. Con esto se busca apoyar a las familias
en el proceso de adquirir una vivienda propia, ya sea de mejor calidad o bien en
un lugar diferente (si es que el delito sucedió cerca de la vivienda o hay algo allí
que lo recuerde). Para hacer efectivo el apoyo, la familia debe participar
activamente del proceso, ya sea tanto en la indagación como en la tramitación,
y en los casos donde la situación socioeconómica lo permita, la familia deberá

46
aportar con recursos para completar el ahorro requerido. Se considera otorgar
esta prestación durante los 3 primeros años de intervención de la Fundación.

8. Otros apoyos

a) Navidad: consiste en la entrega de una caja de alimentos (diferenciada según


familia), y en aquellas familias donde residen en el hogar menores de 18 se
adjuntará un presente por cada niño. Con este aporte se busca facilitar el que
las familias puedan vivir una navidad calma y con sus seres queridos, dado que
luego del delito, celebraciones emblemáticas serán fechas difíciles de afrontar.
Está contemplado entregar este apoyo durante el periodo de intervención de la
Fundación.

b) Nacimiento de un(a) hijo(a): compartir la alegría de nuestras familias frente


al nacimiento de un nuevo hijo, es trascendental para la Fundación por el
aporte al proceso terapéutico. Es por ello que se considera hacer entrega de un
presente, en el caso de que ambos padres (como pareja) o bien alguno de ellos
tenga un nuevo hijo o hija, en el contexto de ser parte del grupo familiar que
recibe el apoyo de la Fundación. Está contemplado entregar este apoyo
durante el periodo de intervención de la Fundación.

c) Imprevistos: refiere a entregar apoyo de forma excepcional a las familias ante


situaciones que si bien no se vinculan con el delito, podrían obstaculizar su
proceso de intervención, tales como cesantía, gastos imprevistos, bajo la
modalidad de préstamo (montos inferiores a $60.000) o pago directo del
servicio o necesidad. Está contemplado entregar este apoyo durante el periodo
de intervención de la Fundación.

5.5. Otras situaciones vinculadas al delito que podrían requerir


intervención jurídica, psicológica y/o social.

Dentro del marco de intervención de la Fundación se debe tener en cuenta algunas


situaciones que desembocan o se relacionan con el delito del cual la familia fue
víctima, a lo que la Fundación debiera estar atenta:
 Cuando se acerque el término del cumplimiento de la condena.

 En caso de fallecimiento de la persona condenada.

 Necesidad de asesoría y/o representación legal en otras materias distintas que


guarden estrecha relación con el proceso reparatorio de las familias (por ejemplo
casos de cuidado personal de niños, niñas o adolescentes sobrevivientes al delito).

47
 En aquellas situaciones en que el condenado ha tenido hijos con la madre de la
víctima, habría que considerar brindar apoyo psicológico cuando a los hijos se les
cuente lo ocurrido22.

Estas situaciones deben tenerse presentes, sin embargo puede ocurrir que sucedan
con posterioridad al egreso de las familias de la intervención que reciben de la
Fundación, por lo que será fundamental transparentárselas durante su proceso de
vinculación con FAJ.

5.6 Finalización de la intervención psicosocial

Como todo proceso, la intervención que entrega la Fundación tiene un inicio, desarrollo
y un fin, por ello es necesario mantener informada a la familia sobre la etapa del
proceso en la cual se encuentran respecto de su intervención, a modo de ir preparando
el momento de egreso .

En el momento del cierre final (ver anexo 13), se considera importante realizar un rito
con la familia, que se constituya en un acto de finalización del proceso vivido con la
Fundación, en el cual se espera participen los principales actores que fueron parte del
proceso, tanto a nivel familiar como institucional, para así explicitar el interés de la
institución por el exitoso proceso de la familia.

En este acto de cierre resulta pertinente connotar los logros que la familia ha obtenido
desde los inicios de la vinculación con la Fundación, pudiendo re-significar la
experiencia traumática en su contexto actual.

Pese a que la intervención que la Fundación entrega tiene un término, en donde la


familia pasa a ser un caso egresado, frente a una situación de emergencia y/o crisis
que viva la familia, la institución estará abierta a analizar y estudiar posibles nuevos
requerimientos, como una forma de demostrarle que el vínculo se mantendrá a pesar
de que el contacto ya no será frecuente. En este contexto, por emergencia se
entiende aquella situación extrema de crisis (intento de suicidio, episodio psicótico,
violación de otro(a) hijo(a) o cualquier otro evento de alto impacto emocional que
rompa abruptamente el equilibrio), que afecte a la familia o uno de sus integrantes, en
donde con sus propios recursos (no refiere sólo a económicos, sino también considera
redes tanto familiares como institucionales) no le(s) es posible enfrentar dicha
situación.

El momento de egreso del grupo familiar se dará una vez cerrado el proceso penal
respectivo y la intervención psicosocial, entendida como el proceso terapéutico y el
apoyo social. En este escenario, no existe un acuerdo teórico respecto a cuándo se ha

22
De acuerdo a la experiencia de la Fundación, en los casos en que este escenario se ha dado, los hijos del
victimario han tenido una edad en que no es recomendable recibir información respecto al delito, por lo que
la develación de esta situación requiere de apoyo y contención psicológica para la madre.

48
superado un duelo, sin embargo está claro que un momento para comenzar a
sospechar dicha situación es cuando se recuerda al difunto sin dolor (Gómez, 2007).

A modo de síntesis, como institución se considera que el seguir vinculados a las


familias por un tiempo superior (más de 1 año) al egreso terapéutico podría no ser
beneficioso, dado que se mantiene latente el recuerdo de la pérdida, por lo que cuando
la familia se encuentre con el alta psicológica y/o psiquiátrica, se explicitará la
proximidad del proceso de egreso. Por ello se considera que una forma de monitorear
su evaluación- sin este apoyo terapéutico- es mediante la intervención social que
presta la Fundación, la cual permite tener un contacto directo con la familia, pero con
una periodicidad menor. Esto facilitaría poder actuar con rapidez ante una posible
recaída o crisis, haciendo paulatino el proceso de desvinculación formal.

49
V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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51
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Moderno.

52
VI. ANEXOS

Anexo 1: Protocolo de actuación FAJ ante sospecha del ingreso de un


nuevo caso de violación con homicidio

I. Sospecha caso violación con homicidio (V.H.)

Cuando se toma conocimiento de un posible nuevo caso, principalmente a través de los


medios de comunicación que informan sobre la desaparición o el homicidio de un niño,
niña o adolescente, lo primero que se hace es realizar un despeje de datos, mediante
el seguimiento de apariciones de prensa. Paralelamente, se realiza una coordinación
con el Programa de Apoyo a Víctimas (PAV) para mantener un flujo informativo
expedito y claro.

Si mediante estas acciones no es posible presumir la comisión de una violación con


homicidio, se continuará monitoreando la información hasta que sea factible descartar
o confirmar el delito. Finalmente, si se puede presumir la comisión del delito de
violación con homicidio, se debe dar pie a la segunda etapa del presente protocolo.

II. Presunción caso violación con homicidio

En caso de que la información obtenida indique que el homicidio de un niño, niña o


adolescente ha ocurrido en circunstancias que permiten sospechar, además la comisión
de una violación, considerando también la experiencia de la Fundación, se seguirán
una serie de pasos:

1) Activación de convenios FAJ: se toma contacto con el PAV, para confirmar si existe
un Centro de Apoyo a Víctimas (CAVD) en la zona de ocurrencia del delito. Además,
se contacta al Servicio Nacional de Menores (SENAME) para que aporte la información
que posea y no se genere una sobre intervención, en caso que el CAVD y la Fundación
intervengan.
Sí la víctima es una adolescente y/o existe otra víctima mayor de edad que sea mujer,
se contactará a Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM).

2) Despeje institucional FAJ: Se refiere a la búsqueda de información sobre el caso


potencial, desde cada área de la institución.
a) Área de comunicaciones: Revisión de publicaciones en medios de comunicación
y levantamiento de datos a partir de contactos estratégicos.
b) Área legal: Obtención de antecedentes a través de instituciones relativas al
proceso legal, tales como Ministerio Público, Policía de Investigaciones,
Carabineros, Servicio Médico Legal, etc.
c) Área psicosocial: Despeje informativo mediante instituciones, locales o
vinculadas a la red pública, tales como municipio, OPD, consultorio, entre otros.

53
3) Paralelamente, se procede a completar la ficha tipo de casos que posee la
Fundación. El área psicosocial estará a cargo de unificar la información obtenida.

4) a) Si los datos conseguidos hasta la fecha no permiten confirmar la ocurrencia de


una violación con homicidio, el caso se mantiene en despeje de información hasta que
se confirme o descarte el delito. En caso que exista un CAVD en la zona, ellos podrán
asumir la intervención del caso, uniéndose FAJ si es que se confirma V.H. Si no existe
un CAVD, FAJ derivará el caso a otra organización estatal. Si no existe red estatal, o la
que hay no es satisfactoria, FAJ hará un acompañamiento especial según sea el caso
(primeros auxilios psicológicos, intervención en crisis, apoyo social respecto a las
necesidades del momento, y entrega de orientación legal).

4) b) Si con la información obtenida hasta el momento es viable confirmar la comisión


del delito de violación con homicidio en contra de la víctima, la Fundación asumirá el
caso, existiendo o no CAVD en la zona23. Sobre la forma de proceder en estos casos,
continúe en el punto III (confirmación caso violación con homicidio).

III. Confirmación caso violación con homicidio

En caso de que la información recabada hasta el momento permita confirmar la


comisión del delito de violación con homicidio, existen 2 escenarios posibles de
actuación. Situaciones que escapan a ellos se analizarán de forma particular.

Con CAVD Sin CAVD


Investigación FAJ asume representación legal y FAJ asume intervención
confirma VH CAVD liderará la intervención legal y psicosocial.
psicosocial. Pese a ello ambas
instituciones apoyarán en la
integralidad de la intervención.

Dada la complejidad que involucra abordar situaciones traumáticas, tales como perder
un hijo o hija menor de edad en el contexto de una violación con resultado de muerte,
es beneficioso contar con pequeñas indicaciones y/o sugerencias sobre cómo proceder,
para calmar la ansiedad del interventor y de los sujetos que han sufrido la pérdida.

Cuando profesionales de Fundación Amparo y Justicia deban enfrentarse a un nuevo


caso, es relevante considerar:
 Uno de los primeros deseos de las familias es hacer justicia, por lo que es
fundamental que un abogado participe en la fase inicial de la intervención;
además las acciones en el marco judicial son las que dan pie a la intervención
integral de la Fundación. Si es que existe un CAVD en la zona, es posible que
ellos ya hayan tomado contacto con el caso, por lo que sería óptimo coordinar

23
En caso que exista CAVD, FAJ asumirá intervención legal, y apoyará la intervención psicosocial, siendo
ésta liderada por CAVD. Si no existe CAVD, FAJ asumirá ambas intervenciones. Para más información sobre
la forma de proceder cuando existe un CAVD en la zona, puede revisar “Convenio para casos de intervención
conjunta de violación con homicidio de niños, niñas y adolescentes”, y su respectivo protocolo.
54
con ellos una nueva visita para reforzar la idea de intervención conjunta y
coordinada, así como también para garantizar un intercambio expedito de
información.
 En caso de ser posible, considerando distancias, tiempo, y existencia de un
CAVD en la zona, debiesen también participar representantes del área
psicosocial y de la gerencia de la Fundación24.
 En estos primeros encuentros se realizará un encuadre a la familia, en donde se
expondrá de forma sencilla la labor de la Fundación, el proceso que se
desarrollará, la metodología a utilizar y el posible tiempo de duración. El
propósito de esto es ajustar las expectativas respecto de la intervención
ofrecida. Este lineamiento, refiere a que:
a) La familia contará con el apoyo de la Fundación en materia de
representación judicial a través de la presentación de querellas 25 , así
como también con la entrega de información en el proceso, junto con el
Ministerio Público.
b) La Fundación estará en contacto con la red social estatal involucrada en
el abordaje del caso, para evitar una sobre intervención y el acoso
institucional.
c) La Fundación entregará apoyo psicosocial (puede ser en conjunto con el
CAVD, si es que existe en la zona). En caso de considerarse necesario,
se comentará que eventualmente la Fundación prestará un apoyo
económico acotado 26 , cuyo objeto es sostener las necesidades de las
familias, principalmente en relación a los gastos asociados, por una parte
a la investigación y por otra a las demandas que surjan producto del
delito. Para este efecto se considera imprescindible la evaluación de cada
caso.
d) El apoyo de la Fundación se extenderá el tiempo que dure la intervención
psicosocial y jurídica, tentativamente con un tope de 5 años.
e) Respecto a la confidencialidad de la intervención, si la Fundación toma
conocimiento de la existencia de un delito realizará las acciones
judiciales que estime necesarias.

Una vez que la familia acepta la intervención ofrecida por la Fundación se activa el
modelo de intervención institucional, en donde se acompaña en el tema judicial a la
familia, ya sea mediante la entrega de información y/o su representación, y se
coordina el apoyo psicológico y social (ya sea con CAVD, instituciones de la red, y/o
recursos de FAJ). En un primer momento, el contacto será más frecuente, luego se irá
espaciando en el tiempo de acuerdo al momento que se esté viviendo (en época de
juicio es más intenso).

24
Si es que existiese CAVD en la zona, coordinador(a) psicosocial y gerente general no viajasen en esta
primera etapa, se coordinará un encuentro a futuro.
25
Que garantice la igualdad ante la ley y el derecho a la asesoría legal en concordancia con la Constitución
Política del Estado, Art. 19 Inc. 2 y 3, aportando a la investigación y a la adopción de decisiones
jurisdiccionales
26
En apartado de intervención social se detalla el tipo de prestaciones que ofrece Fundación Amparo y
Justicia en esta línea.
55
En el contexto del(los) primer(os) encuentro(s), se deben considerar ciertos principios
o lineamientos, tales como:

 Brindar sensación de protección y seguridad.


 Conectar a la familia con personas que le entreguen contención.
 Acompañar a los afectados entregando apoyo y orientación, evitando decirles
qué tienen que hacer.
 Aplicar escucha activa.
 Entregar a la familia información simple y concreta sobre el proceso que vivirán,
para disminuir su ansiedad, evitando usar expresiones como: “el tiempo curará
lo ocurrido”, y procurando ser honestos. Esto implica anticipar que vendrán
situaciones complejas, pero que con apoyo serán llevaderas.

Junto con estos principios, existen acciones o mensajes que NO deben darse. Dentro
de ellos se encuentran:

 No se debe ofrecer algo que no se puede cumplir.


 No quebrar momentos de silencios, por el contrario, brindar tiempo para
pensar y sentir.
 No dar respuesta, más bien facilitar la reflexión (considerar que creencias y
cosmovisiones son individuales-familiares). No acudir a explicaciones
religiosas ni comentarios morales.
 No dejar que respuestas o reacciones bruscas o negativas de la familia la
afecten. No tiene que ver con el interventor sino con la situación.
 No mostrar lástima hacía la familia, así como tampoco expresarse de manera
autoritaria o impositiva.
 No considerar de manera superficial o simple las amenazas de suicidio u
homicidio. Pese a que son esperables en situaciones así, una no-acción
puede conllevar a consecuencias graves.
 No alentar a alguien a hacer algo que en realidad no quiere hacer.
 No decir “sé cómo te sientes”. Hay que vivir la situación para comprenderla
en su real profundidad. Comentarios de este tipo, pueden ser entendidos
como una minimización de la emoción, restándole importancia a lo ocurrido.
 No esperar a que la víctima funcione normalmente de inmediato, ni instarla a
hacerlo. Al contrario, se debe ser paciente respecto al proceso de la familia y
sus miembros. El proceso de duelo tiene tiempos individuales.

56
Anexo 2: Criterios para identificar Duelo Prolongado

Para determinar cuándo se está frente a este tipo de duelo, se han planteado los
siguientes criterios:

Criterio A: Presentar a diario, al menos uno de los siguientes síntomas:


1. Pensamientos intrusivos -que entran en la mente sin control- acerca del fallecido.
2. “Punzadas” de dolor incontrolable por la separación.
3. Añorar -recordar su ausencia con una enorme y profunda tristeza, intensamente al
fallecido.

Criterio B Presentar a diario, al menos 5 de los 9 síntomas siguientes:


1. Estar confuso acerca de cuál es el papel de uno en la vida, o sentir que se ha
muerto una parte de sí mismo.
2. Dificultad para aceptar la realidad de la pérdida.
3. Tratar de evitar todo lo que le recuerde que el ser querido ha muerto.
4. Sentirse incapaz de confiar en los demás desde el fallecimiento.
5. Estar amargado o enfadado en relación con el fallecimiento.
6. Sentirse mal por seguir adelante con su vida (p. Ej. hacer nuevas amistades o
interesarse por cosas nuevas).
7. Sentirse frío e insensible -emocionalmente plano- desde el fallecimiento.
8. Sentirse frustrado en la vida, que sin el fallecido la vida está vacía y no tiene
sentido.
9. Sentirse como “atontado”, aturdido o conmocionado.
Criterio C La duración de estos síntomas es de al menos 6 meses.
Criterio D Estos síntomas causan un malestar clínicamente significativo o un
importante deterioro de la vida social, laboral u otras actividades significativas (p. Ej.
responsabilidades domésticas) de la persona en duelo. (DSM V).

57
Anexo 3: Informe evaluación psicológica

1. Identificación

2. Motivo de evaluación

3. Metodología de evaluación empleada

4. Conducta observada

58
5. Antecedentes biográficos y otros antecedentes relevantes

6. Resultados de la evaluación

59
7. Conclusiones

8. Sugerencias

60
Anexo 4: Informe evolución de intervención psicológica

Fecha

Nombre de la persona atendida

Fecha sesiones Objetivos terapéuticos o de Resultados sesión


intervención sociales

Evolución del proceso durante el mes

61
Temas en proceso

Planificación de sesiones del mes próximo

62
Anexo 5: Ecomapa

Ecomapa
= Relación débil
= Relación fuerte
= No hay relación

Genograma

63
Anexo 6: Ficha Ingreso y Seguimiento Familias.

Fecha
registro

Profesional

I. Antecedentes sujeto eje

Nombre

RUT Fecha de
nacimiento
Edad al Fecha del
momento delito
del delito
Nombre Rut
padre
Nombre Rut
madre

Dirección

Comuna Región

Año ingreso a Año egreso a


FAJ FAJ

64
II. Antecedentes Familiares

Relación Fecha de Previsión


Nombre Apellidos Edad Rut NSE
con víctima nacimiento salud

Nombre Teléfono de contacto Ocupación Institución

65
Antecedentes Antecedentes
Antecedentes Antecedentes
Nombre deserción o consumo de
delictuales enfermedades
repitencia escolar sustancias

Genograma:

66
III. Actuaciones de la Fundación

Orientación y/o
Atención Alta
Nombres gestión beneficios Atención social
terapéutica terapéutica
estatales

Detalle intervención social (estrategia a seguir y/o acciones emanadas).

67
Detalle intervención jurídica

IV. Beneficios otorgados durante el año/ convenios acordados

Monto Frecuencia
Tipo de Frecuencia Monto Frecuencia
Nombre aportado monto
beneficio beneficio entrega FAJ monto FAJ
familia Familia

68
V. Observaciones

69
Anexo 7: Informe de Visita Domiciliaria

Persona que la realiza: _____________________________________________


Fecha: _________________________________
Objetivos: ________________________________________________________
_________________________________________________________________

Integrantes de la familia con quienes se contacta

Principales temas abordados

Requerimientos surgidos

70
Compromisos adquiridos

Próxima visita

71
Anexo 8: Ficha Gestiones Sociales

Fecha de aplicación:
Profesional:
Antecedentes Familiares:

Dirección
Teléfonos
contacto

Vínculo en la Nombre y Apellido RUT Situación


familia ocupacional

Antecedentes Sociales

Tiene Ficha de Protección Social Si/No

Ficha Inicial Puntaje Fecha


Lugar de obtenido aplicación
aplicación
Ficha Puntaje Fecha
Actualizada obtenido actualización
Lugar de
aplicación
Miembros Miembros
familiar en FPS 1 familiar en FPS
2

Beneficios obtenidos anteriormente:

Tipo de beneficio/ En qué consiste Tiempo en que lo recibió


Nombre

72
Gestiones en proceso:

Fecha Contacto Gestión Comentarios y


observaciones

Beneficios gestionados:

Fecha Tipo de beneficio/ En qué consiste Tiempo en que lo Institución que


Nombre recibió lo otorga

Observaciones:

73
Anexo 9: Carta apoyo escolar

Santiago, (fecha)

Estimada(o,os) (nombre (s))

Junto con saludarle, queremos manifestar nuestra alegría porque su(s) (hijo/nieto)
(nombre)(s) se encuentran estudiando en el (jardín y/o colegio, liceo), lo que sin duda
les abrirá nuevas posibilidades para su futuro.

Con el fin de reforzar la importancia de que ellos terminen con éxito los estudios (pre
escolares, enseñanza básica y/o media), Fundación Amparo y Justicia le aportará con
$________ dinero que debe ser destinado a la compra de zapatos escolares y/o a
útiles escolares para (nombre (s)).

Este aporte es un reconocimiento por el esfuerzo y compromiso de los estudiantes y de


sus padres, por lo que los invitamos a continuar así, pues estamos seguros de que
lograrán superar con éxito cada uno de los obstáculos con el fin de que (nombre(s))
tengan un futuro próspero.

Mucho éxito para este nuevo año.

Fundación Amparo y Familia


Justicia

74
Anexo10: Carta compromiso estudiantes educación superior

Convenio de Financiamiento de Educación Superior


Fundación Amparo y Justicia - Beneficiarios

Fecha: __________________________

El presente documento establece un Convenio de Financiamiento de Educación


Superior entre Fundación Amparo y Justicia y
_____________________________________________, RUT ________________.

Se acuerda lo siguiente:

1. Fundación Amparo y Justicia aportará $___________________ para la


mensualidad y matrícula de la carrera
___________________________________________________________________
_________________________________________________________________.

2. Por su parte la familia, representada por


________________________________________ aportará mensualmente con
$__________________, para ayudar al financiamiento de la carrera.

3. El estudiante y su familia aceptan los siguientes Requisitos de Renovación del


Convenio:

a) Enviar a la Fundación a fin de cada semestre o trimestre (según la modalidad del


centro de estudio) un certificado de alumno regular.
b) Enviar a fin de cada semestre o trimestre (según modalidad del centro de
estudio) un informe acumulado de notas.
c) No reprobar más de 3 ramos el primer año de estudios.
d) No reprobar más de un ramo trimestral o semestral desde el segundo año en
adelante, hasta finalizar la carrera.
e) En caso que la familia aporte con parte del pago de la carrera, es requisito
cumplir con las cuotas mensuales establecidas en este Convenio. De existir un
inconveniente para efectuar este pago, la familia debe informar oportunamente a
la Fundación.
f) Enviar antes del 15 de diciembre de cada año el costo de la mensualidad del año
siguiente y el costo de la matrícula, en caso de existir. En caso que la
universidad o instituto no tengan la información para dicha fecha, informar
oportunamente a la Fundación.
75
g) Postular, a fin de cada año (desde octubre) a becas estatales, presentando
comprobante de dicha postulación, independiente del resultado de la postulación.
h) Informar a la Fundación el nombre y los datos de contacto de la persona de la
universidad o instituto que pueda entregar información financiera y académica
del estudiante.

4. El estudiante y su familia comprenden que Fundación Amparo y Justicia no


financiará más de una carrera por estudiante. Es decir, no habrá apoyo económico
en los siguientes casos:
a) El estudiante decide cambiarse de carrera.
b) El estudiante decide cambiarse de universidad.
c) El estudiante es expulsado del centro de estudios establecido en este Convenio.
d) El estudiante desea estudiar una segunda carrera una vez graduado de la
primera.

5. Será causal del fin de esta beca en caso de que ocurra lo siguiente:
a) El estudiante / Alumno abandona la carrera sin dar aviso con anticipación a la
Fundación.
b) El estudiante se cambia de carrera dentro de la institución educacional sin dar
aviso con anticipación a la Fundación.
c) En caso de que la familia aporte con parte del pago de la carrera, será causal del
fin de la beca que no se haga el aporte durante tres meses sin haber prestado
justificación alguna a la Fundación.

Estudiante Apoderado

Fundación Amparo y
Justicia

76
Anexo 11: Carta compromiso cursos de perfeccionamiento y/u oficios

Convenio de Financiamiento Curso Perfeccionamiento


Fundación Amparo y Justicia - Beneficiarios

Santiago, (fecha)

Estimad(a/o) (nombre),
Junto con saludarte, queremos manifestar nuestra alegría por tus deseos de
perfeccionarte y aumentar tus conocimientos, lo que sin duda brindará nuevas
posibilidades para tu futuro.

Es por ello que como Fundación Amparo y Justicia hemos decidido apoyarte, aportando
con ($__), durante (cantidad de tiempo), para el pago de la mensualidad del curso
(nombre curso) impartido en (institución), cuya duración es de (___ horas).

Cabe mencionar que este apoyo será entregado de forma única para este curso, por la
duración formal que tenga, con un tope de 2 años (20 meses). Asimismo, se deja
estipulado que la familia realizará un aporte de ($___) mensual para completar el valor
de dicha instancia de perfeccionamiento.

Este aporte es un reconocimiento por tu esfuerzo y compromiso como estudiante, por


lo que te invitamos a continuar así, pues estamos seguros de que lograrás lo que te
propongas.

Mucho éxito para este nuevo año.

Fundación Amparo y Beneficiario


Justicia

77
Anexo 12: Carta préstamo emprendimiento laboral

Préstamo microemprendimiento
Fundación Amparo y Justicia – Beneficiarios

Fecha__________________________

Por medio del presente documento se estable un Convenio de apoyo al micro


emprendimiento de mutuo acuerdo entre Fundación Amparo y Justicia y Don (a)
____________________________________________________ RUT
________________ , de ahora en adelante El Beneficiario, consta de lo siguiente:

1. Fundación Amparo y Justicia aportará un total de $___________________ para


gastos de __________________________________________________
__________________________________________________________________
____________________________________________________________

2. Por su parte, el beneficiario deberá cumplir con lo siguiente:


a. Utilizar la totalidad del dinero del préstamo en el fin original para el cual se
otorgó.
b. Enviar a mmolina@amparoyjusticia.cl copia de las boletas (de compra de
insumos), las cuales luego serán entregadas en original.
c. Devolver la totalidad del dinero entregado en cuotas mensuales de
$____________________
d. El pago de dichas cuotas se iniciará en el mes de ________________ con fecha
de vencimiento el día ___________________________
e. Si es que las ganancias del microemprendimiento lo permiten, el monto de las
cuotas se incrementará, realizando pre-pagos a la deuda.

Beneficiario Fundación Amparo y Justicia

78
Anexo 13: Protocolo de actuación FAJ ante egreso de un caso

El proceso de egreso de las familias es una etapa importante e implica asumir con ella,
que deberán seguir su camino sin el acompañamiento cercano y constante entregado
por la institución.

El número de años en que las personas han estado vinculadas a la Fundación puede
generar una relación de dependencia emocional y/o material, por ello la etapa de
egreso debería contemplar una desvinculación progresiva.

Considerando que el modelo de intervención de Fundación Amparo y Justicia está


orientado hacia el empoderamiento de las familias, es necesario vincularlas con la red
estatal de prestaciones, de modo que cuando el apoyo social tangible que la institución
entrega (ya sea en el ítem escolar, Navidad, entre otros) culmine, las familias puedan
ser autónomas a la hora de gestionar soluciones para satisfacer sus necesidades o bien
para suplir estas ayudas.

Con el fin de revertir el proceso de dependencia emocional de las familias hacia la


Fundación, se pueden realizar algunas acciones de mitigación para re-significar algunas
situaciones, destacando las capacidades y habilidades de la familia.

El proceso de cierre no debe ser visto por ellas como una acción de desvinculación,
sino que como una etapa más dentro del proceso vivido, en donde es importante
reconocer los logros que han concretado y cómo han ido avanzando en este caminar.

Dado que el modelo de intervención de la Fundación es integral, cada uno de sus ejes
debe contemplar una etapa de cierre. Por ejemplo, en el área psicosocial, una vez
culminado el proceso terapéutico debe realizarse un egreso. Aproximadamente 1 año
después de culminada esta fase, y si la familia se ha mostrado estable, se recomienda
hacer un cierre global del caso, en donde participen los profesionales con los que ha
existido mayor vinculación. Esto permitirá darle mayor simbolismo a esta actividad,
otorgándole el carácter de hito en el proceso de reorganización de las familias. En este
encuentro el objetivo principal es destacar avances y logros alcanzados por la familia,
fortalezas y habilidades a nivel individual o grupal, las cuales deben ser identificadas
por sus miembros, y también por los profesionales que participen en dicha instancia.

Para los casos de familias que residan geográficamente cerca de la Fundación


(respecto a la factibilidad de traslado y distancias), se pueden programar 3 sesiones
destinadas a trabajar la evolución en el proceso terapéutico. Se le puede entregar a la
persona una pauta con aquellas situaciones que nos interesa que pueda revisar (anexo
13.a) para revisarlas en la siguiente sesión.
 En el primer encuentro se recogerá la visión de la persona, destacando las
fortalezas y habilidades desarrolladas en forma individual o familiar. Se
abordarán las situaciones difíciles vividas y las estrategias que se han utilizado
para enfrentar dichos episodios.

79
 En la segunda sesión se sugiere, a partir de un trabajo conjunto, producir un
material tangible que refleje el proceso terapéutico desarrollado (historia de
vida, collage de fotos, cuento relato, etc.). Dicho producto puede ser
mantenido por la familia o bien guardado en la Fundación, dependiendo de las
características del grupo familiar y de cómo haya sido su proceso de
intervención.
 La tercera sesión puede servir como instancia de despedida formal, en donde la
familia comparta con aquellas personas que fueron significativas durante su
paso por la Fundación. En ella se puede entregar una carta institucional que
resalte la culminación exitosa del proceso vivido, destacando fortalezas,
habilidades, obstáculos superados, entre otros. Se sugiere aprovechar esta
instancia para manifestar que pese al egreso, la institución seguirá abierta en
caso de que la familia atraviese por una situación compleja. En caso que esto
ocurra, se entregará orientación focalizada en potenciar las habilidades y
estrategias de afrontamiento.

Lo importante de esta instancia es marcar un hito y mostrar a la persona que los


dolores y las dificultades vividas han potenciado el desarrollo de habilidades y
fortalezas que, tal vez, ni siquiera había identificado.

80
Anexo 13.a:

 Sentimientos que lo embargaban al momento de llegar a la Fundación.


 Habilidades emocionales y sociales que fue adquiriendo durante el proceso.
 Describir 5 situaciones difíciles que debió enfrentar y cómo lo hizo.
 Identificar los diferentes apoyos psicológicos que recibieron diferentes
miembros de la familia.
 Principales hitos que ha vivido su familia desde el delito, relevando lo positivo
por sobre lo negativo.
 Fortalezas personales y familiares.
 Forma en que los aportes de la Fundación contribuyeron al bienestar familiar.
 Acompañamientos más relevantes de la Fundación.
 Estado emocional actual frente al dolor vivido ante la pérdida.

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