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Diccionario de Sociología
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All content following this page was uploaded by Simón Pedro Izcara Palacios on 16 February 2017.
los mitos desde los medios de comunica- LYOTARD,J.F., La condición postmoderna, Cáte-
ción, y se proclaman una diversidad de len- dra, Madrid, 1986.
guajes y vías de acceso al conocimiento, PASQUINO, G., Modernización y desarrollo polí-
que ya no radica sólo en la ciencia. Este tico, Nava Terra, Barcelona, 1984.
relativismo heterogéneo, expandido por la PICÓ, J. (ed.), Modernidad y postmodernidad,
ruptura de los límites espacio-temporales Alianza, Madrid, 1988.
gracias a las nuevas tecnologías de la in- ROSTZAK, T., El nacimiento de una contracul-
formación, deviene en apariencia y artifi- ture, Kairós, Madrid, 1971.
ciosidad donde lo real y lo imaginario se SOlÉ, c., Modernidad y modernización, Anthro-
confunden y donde no tiene sentido tras- pos, Barcelona, 1998.
tocar la sociedad. VATTIMO, G., El fin de la modernidad, Gedisa,
Frente a estos posicionamientos filosófi- Barcelona, 1986.
cos, el sociólogo U. Beck mantiene que las
IRENE MORÁN MORÁN
sociedades industriales avanzadas se en-
cuentran en la modernización reflexiva, de
forma que sus miembros, precisamente por
el acceso a los descubrimientos imparables MODERNIZACIÓN ECOLÓGICA. El con-
de la ciencia y la tecnología, toman concien- cepto de modernización ecológica, desa-
cia, en un acto de autoconfrontación y re- rrollado en las dos últimas décadas, en
flexividad, de los graves efectos que com- Alemania y Holanda principalmente, engloba
portan para el género humano. De ahí, la una serie de teorías sociológicas acerca de
denominación de sociedad del riesgo, para la relación entre modernidad y medio am-
cuya interpretación la sociología puede biente. En primer lugar, este término es
hallarse desfondada de las nociones hasta utilizado como marco teórico de análisis de
ahora manejadas. En la misma línea argu- la relación entre la estructura institucional
mental, y partiendo de las consecuencias de las sociedades industriales y el pro-
de la modernidad, A. Giddens afirma que blema de la actual crisis ecológica. En un
éstasse están radicalizando y globalizando, segundo lugar, a un nivel más práctico, la
a un ritmo de cambio acelerado que modi- teoría de la modernización ecológica es
fica radicalmente la naturaleza de las ins- usada como programa político directriz de
tituciones modernas, al punto de que el las políticas de Medio Ambiente hacia una
sujeto no halla seguridad frente al peligro salida de la crisis medioambiental. Este
ni patrones de fiabilidad frente al riesgo. concepto guarda un claro paralelismo y
Estastendencias discontinuistas obligan a correspondencia con la idea de desarrollo
reinterpretar y reconstruir las formas de sostenible. Ambos conceptos apuntan la
vida social en el doble plano dialéctico de posibilidad de evitar el deterioro medioam-
lo local y lo global. biental sin renunciar a la modernización o
desarrollo económico. En este sentido, la
proposición central de la tesis de la moder-
BIBUOGRAFÍA
nización ecológica supone que la protección
BECK,U., GIDDENS, A. y LASH, S. Modernización medioambiental debe dejar de ser conside-
reflexiva, Alianza, Madrid, 1997. rada como un obstáculo al crecimiento eco-
BERGER,P.l.-B. Y KEllNER, H., Un mundo sin nómico para constituirse en precondición
hogar. Modernización y conciencia, Sal Terrae, del desarrollo sostenible futuro.
Santander, 1979. La tesis de la modernización ecológica
CARNERO, T. (ed.), Modernización, desarrollo supone la superación del enfoque econó-
político y cambio social, Alianza Universidad, mico neoclásico, a través de la reconcep-
Madrid, 1992. tualización de la relación entre Economía y
EISENSTADT,S.N., Modernización: movimientos Medio Ambiente. En oposición al enfoque
de protesta y cambios sociales, Amorrortu, económico neoclásico, donde únicamente
Buenos Aires, 1968. los factores productivos, trabajo y capital,
GIDDENS, A., Consecuencias de la modernidad, son considerados, este nuevo enfoque su-
Alianza Universidad, Madrid, 1993. pone una ecologización de la economía y
LEFEBVRE,H., Introducción a la modernidad, una economización de la ecología, al intro-
Tecnos, Madrid, 1971. ducir un nuevo factor de producción: el
928/ MODO DE PRODUCCIÓN
medio ambiente, al que se da valor econó- central en la teoría marxista que ha sido
mico. Por otra parte, la teoría de la moder- empleado para definir la variedad y la es-
nización ecológica enfatiza el papel central tructura de los sistemas económicos. Marx
de la tecnología, centrando la atención en lo usó para referirse a la combinación de
la reestructuración de los procesos de pro- fuerzas de producción y de relaciones de
ducción y consumo, considerando única- producción. Cada Modo de Producción or-
mente la dimensión industrial de la moder- ganiza de una forma específica el proceso
nidad. La ideología de la modernización de trabajo y da lugar a una forma singular
ecológica está presente en los tres últimos de explotación económica. Lo que distin-
programas medioambientales de la Unión gue a las épocas económicas unas de otras
Europea. Así, a partir del término Progra- no es lo que se hace, sino cómo se hace,
ma Medioambiental, el medio ambiente pasa con qué instrumentos de trabajo se hace.
de ser considerado como la base y el límite Por lo tanto, una sociedad se caracteriza
de éste, reconociéndose explícitamente los esencialmente por su forma de producir, y
beneficios que la protección medioambien- ésta se diferencia por la articulación entre
tal podría ofrecer a la comunidad en térmi- las fuerzas productivas y las relaciones de
nos de competitividad. producción: 1.- Las fuerzas productivas: Los
individuos producen contando con un cierto
número de medios de producción materia-
BIBLIOGRAFÍA
les y de máquinas, pero también necesitan
GORE, A., La tierra en juego. Ecología y concien- una serie de conocimientos técnicos y de
cia humana, Emece, Barcelona, 1993. experiencia profesional, es decir, es nece-
MARTÍNEZ ALIER, J., La economía y la ecología, sario disponer de todo un saber científico.
FCE, México, 1991. Todos estos elementos definen el término
O'CONNOR, J., «Interdependencia global y socia- de fuerzas productivas que comprenden 105
lismo ecológico», en Mientras Tanto, 40, 1990. medios de producción: materias primas,
VERA ESQUIVEL, G., «La protección del Medio maquinaria, fuerza de trabajo, conoci-
Ambiente y los derechos humanos: Algunas mientos, etc. 2.- Las relaciones de produc-
aproximaciones comparativas», en Instituto ción: Para producir se necesitan ciertos
de Estudios Internacionales de Peru. Agenda medios de producción, pero las formas de
Internacional, 1, enero-junio, 1994. propiedad de éstas pueden variar. En nues-
W.AA., «Ecología política. Cuadernos de Debate tra sociedad son generalmente los indivi-
Internacional», en Icerie, 3, 1990. duos quienes los poseen, pero en otras
sociedades los medios de producción son
SIMÓN PEDRO IZCARA PALACIOS
propiedad del Estado. En el caso de que 105
medios de producción sean individuales,
aquel que los posee tendrá derecho a diri-
MODO DE PRODUCCIÓN. El Modo de gir o designar a aquellos que realizan el
Producción es un concepto marxista, o si trabajo práctico.
se quiere, es un concepto básico del mate- El concepto de Modo de Producción se
rialismo histórico, que hace referencia, a la presenta como un modelo analítico abs-
manera de producir los bienes materiales tracto. Según la teoría marxista, histórica-
en los diferentes momentos históricos. mente se han sucedido varios Modos de
Ahora bien, no se debe confundir la expre- Producción: el régimen de la comunidad
sión modo de producción de bienes mate- primitiva, el régimen esclavlsta, el feuda-
riales con el concepto de Modo de Produc- lismo, el capitalismo y el socialismo. Una
ción. La primera es una noción descriptiva sociedad concreta puede albergar elemen-
y se refiere sólo a la estructura económica tos de distintos Modos de Producción; por
de la sociedad; el segundo, por el contra- ejemplo, durante el Modo de Producción
rio, es un concepto teórico y se refiere a la feudal ya podíamos encontrar en las ciuda-
totalidad social global, es decir, tanto a la des elementos del modo de producción
estructura económica como a los otros ni- capitalista. Ninguna sociedad tiene un sólo
veles de la totalidad social: jurídico-política Modo de Producción. Esto ocurre sobre
e ideológica. todo en los períodos de cambio social en
El Modo de Producción es un concepto los que coexisten más de un Modo de Pro-
PROSELITISMO /1143
crea públicos, pues en el fondo es una vía histórico y dinámico de los movimientos so-
a través de la cual se expresan los líderes ciales, también utiliza la expresión ciclo de
de opinión que serán imitados por su pú- protesta para señalar la fase más intensa
blico. de conflicto y confrontación en un sistema
social, aunque estos ciclos no se producen
con una periodicidad uniforme.
BIBLIOGRAFÍA
PRESSAT,R., Los métodos en demografía, Oikos- mujeres en ese intervalo, indica el número
Tau, Barcelona, 1983; El análisis demográ- de niñas que una mujer tiene durante el
fico, FCE, Madrid, 1993. periodo genésico. La tasa neta de repro-
ducción - TNR-: el sumatorio del cociente
SIMÓN PEDRO IZCARA PALACIOS
entre el número de niñas nacidas vivas de
mujeres en cada intervalo de edad de un
año y el total de mujeres en ese intervalo,
TASAS DE FECUNDIDAD. La tasa bruta multiplicado por la probabilidad de estas
de natalidad - TBN-: el cociente entre los de vivir en el intervalo, indica el número de
nacidos en un año y la población total a niñas que una mujer tiene a lo largo del pe-
mitad de periodo, aunque también está ríodo genésico teniendo en cuenta la pro-
influenciada por la estructura de edades, babilidad de morir de esa mujer durante
tiene un valor comparativo mucho mayor este período. Con una TNR igual a 1 se pro-
que la TBM debido a que las poblaciones duciría el reemplazo generacional. Tanto la
presentan una mayor homogeneidad en TGF como la TBR y la TNR son indicadores
las edades intermedias. El porcentaje de de fecundidad en los que no se da ninguna
mujeres en edad reproductiva, comprendi- influencia de la estructura de edades dela
das entre 15 y 49 años, no varía mucho población analizada. El más exacto es la
entre las diferentes poblaciones, situán- TNR al tener en cuenta la mortalidad de las
dose ligeramente por encima del 20% de mujeres en edad reproductiva.
la población total. Por ello, la TBN y la tasa
de fecundidad general o genésica - TFG-:
BIBUOGRAFÍA
el cociente entre los nacidos vivos y las
mujeres en edad reproductiva, presentan LEGUINA, J., Fundamentos de demografía, Siglo
resultados similares, siendo más exacta XXI, Madrid, 1992.
esta última al considerar únicamente a las LIVI-BACCI, M., Introducción a la demografía,
mujeres en edad reproductiva. Sin em- Ariel, Barcelona, 1993.
bargo, la tasa específica de fecundidad PRESSAT,R., Los métodos en demografía, Oikos-
-TEF-: el cociente entre el número de na- Tau, Barcelona, 1983; El análisis demográ-
cidos vivos de mujeres en un intervalo de fico, FCE, Madrid, 1993.
edad, y el total de mujeres de esa edad,
SIMÓN PEDRO IZCARA PALACIOS
indica con más precisión la fecundidad de
esa población al eliminar la influencia de la
distribución de las mujeres en edad repro-
ductiva. En conclusión, tanto la TBN como TASAS DE MORTALIDAD. La tasa bruta
la TGF son unos buenos indicadores de de mortalidad - TBM- es el cociente entre
fecundidad, aunque es necesario utilizar el número de defunciones a lo largo de un
las TEF para eliminar la distorsión producida año, y el total poblacional a mitad de pe-
por la estructura de edades. Por otra parte, riodo. Esta tasa es un mal indicador de
el sumatorio de las TEF en cada intervalo mortalidad cuando se comparan poblacio-
de edad de un año nos da la tasa global de nes con diferentes estructuras por edades.
fecundidad - TGF- o índice sintético de fe- Unicamente es un indicador fiable si se
cundidad. La TGF nos indica la descen- comparan poblaciones con una estructura
dencia final de una generación, o el número de edades similar. La mortalidad es un su-
medio de hijos que una mujer deja tras de ceso demográfico con una intensidad mucho
sí a lo largo del período genésico. Cuando más elevada en las edades extremas. Es
la TGF es igual a 2,1 se produciría el reem- decir, la probabilidad de morir en torno al
plazo generacional, es decir, la descendencia nacimiento y primeros años de vida, así
final de una generación sería igual al nú- como en las personas de más avanzada
mero de efectivos existentes al inicio de la edad, es muy superior a la de los grupos
generación. intermedios. Por otra parte, las poblacio-
La tasa bruta de reproducción - TBR-: el nes difieren especialmente en las edades
sumatorio del cociente entre el número de extremas; siendo más homogéneas en los
niñas nacidas vivas de mujeres en cada grupos de edad intermedios. Por ello, la
intervalo de edad de un año, y el total de TBM de países como Marruecos, México,
TAXONOMÍA/1475
Brasil, etc., es inferior a la de países mucho toro los iniciados se colocaban bajo una
más desarrollados como Bélgica, Francia, plataforma enrejada y se dejaban empapar
Alemania, etc. Esto no se debe a que estos por la sangre del toro. Se dice que con esto
últimos países tengan una mortalidad lo que se pretendía, aparte de la purifica-
superior a la de los primeros; sino al hecho ción preliminar (baño en el mar o en un
de estar más envejecidos. Por tanto, para río, aspersión con sangre de animal, etc.)
realizar una comparación de mortalidad en- era apropiarse de la vida y la fuerza del
tre países con una estructura por edades toro. El toro en sentido fuerte y fecundante,
diferenciada es necesario utilizar las tasas tiene una gran carga simbólica en este tipo
específicas de mortalidad - TEM-: el co- de ritos. Tauro, al representar el segundo
ciente entre el número de defunciones en símbolo del zodiaco, hace referencia al
un intervalo de edad, y el total de pobla- periodo más fértil de la primavera (20 de
ción a mitad de periodo y en ese intervalo. abril a 19 de mayo) como el más apto para
El principal indicador de la mortalidad en la siembra en verano. Por otro lado, abril
torno al nacimiento es la tasa de mortali- (del latín aperire) era para los romanos el
dad infantil - TMI- el cociente entre los mes que abría el año, de ahí que todo lo
fallecidos menores de un año y los nacidos que se asocie a él tenga ese gran poder de
vivos durante ese mismo año. Esta tasa se remisión hacia el comienzo, lo iniciático, la
viene utilizando como indicador del desa- renovación, etc. Este misterio de la genera-
rrollo sanitario de un país, región, etc. Por ción se expresaba en formas tan opuestas
otra parte, las defunciones durante el primer como la autocastración de Attis y la prosti-
año de vida pueden dividirse en dos grupos. tución femenina. Algunas veces el iniciado
La tasa de mortalidad neonatal -TMN-: el pasaba por un baño de sangre (taurobo-
cociente entre los fallecidos menores de 28 lium); otras veces el catecúmeno era unido
días y el total de nacidos vivos ese año, ceremonialmente a la diosa en una cámara
refleja la mortalidad debida casi única- nupcial. Después de esta primera etapa se
mente a factores endógenos. La tasa de pasaba a otros estadios donde, a través de
mortalidad postneonatal -TMP-: el cociente diferentes rituales, se producía la comuni-
entre los fallecidos mayores de 28 días y cación del conocimiento místico al iniciado
menores de un año, y el total de los na- por el hierofante o sacerdote, la revelación
cidos vivos, refleja la mortalidad donde los a los fieles a través de la representación de
factores exógenos son más determinan- un drama sacro y el banquete sacramen-
tes. El resultado de la suma de la TMN y la tal, consistente en compartir con los fieles
TMP es la TMI. y la divinidad alimentos y bebidas. En todos
estos pasos destacaba el éxtasis orgiástico
y los iniciados llegaban a grandes extre-
BIBUOGRAFÍA
mos en la pérdida de sí, lo que produjo su
LEGUINA, J., Fundamentos de demografía, Siglo prohibición por las autoridades, ya que
XXI, Madrid, 1992. degeneraron en auténticas orgías contra-
LIVI-BACCI, M., Introducción a la demografía, rias a la moral y al orden público.
Ariel, Barcelona, 1993.
PRESSAT,R., Los métodos en demografía, Oikos-
BIBLIOGRAFÍA
Tau, Barcelona, 1983; El análisis demográ-
fico, FCE, Madrid, 1993. ÁLVAREZ DE MIRANDA, A., Religiones rnistérices,
Revista de Occidente, Madrid, 1961.
SIMÓN PEDRO IZCARA PALACIOS
CAZENEUVE,J., Sociología del rito, Buenos Aires,
Amorrortu, 1972.