El Virreinato Del Perú HISTORIA II

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EL VIRREYNATO DEL PERU

El Virreinato del Perú fue una autoridad regional para la administración


de América de la corona española creada por Carlos I de España por real cédula
firmada en Barcelona el 20 de noviembre de 1542. El primer virrey fue Blasco Núñez
de Vela nombrado por real cédula del 1 de marzo de 1543. Sin embargo no pudo
ejercer la autoridad real debido a una guerra civil entre Francisco Pizarro y Diego de
Almagro por el dominio de Perú; fue asesinado por Gonzalo Pizarro. Sólo con la
designación del presidente de la audiencia Pedro de la Gasca en 1545 y la derrota de
Pizarro y Almagro se impuso la autoridad real.

Virreinato de Perú
A Blasco Núñez de Vela le siguieron 39 virreyes que gobernaron el Perú
durante 280 años, entre 1544 y 1824. En el Siglo XIX, a medida que diferentes
territorios ubicados dentro del espacio del Virreinato del Perú se fueron
independizando del imperio español, este virreinato entró en decadencia,
terminó desapareciendo al consolidarse la independencia de todos los países
cuyos territorios conformaron este gran espacio originalmente centralizado
política y administrativamente en la ciudad de Lima.
El Virreinato del Perú termina oficialmente con la rendición del virrey José de la
Serna e Hinojosa ante las fuerzas de Simón Bolívar tras la Batalla de
Ayacucho (1824).
El virrey era nombrado por el rey a propuesta del Consejo de Indias, aunque
muchas veces fue el mismo rey quien se encargaba de revisar los nombres de
los posibles virreyes. El virrey del Perú residía en la ciudad de Lima, en el
suntuoso palacio de los virreyes, rodeado de una brillante corte, en medio de
gran lujo y riquezas y resguardado por una guardia de honor. El primer virrey
así nombrado, Blasco Núñez de Vela, llegó al Perú en 1544.
Sin embargo, como autoridad delegada del Rey, fue precedido por el
Gobernador Cristóbal Vaca de Castro, que ejerció sus funciones entre 1541 y
1544, sucediendo a Francisco Pizarro y Diego de Almagro el Mozo (gobernador
de hecho por corto periodo, que había sucedido a Pizarro por muerte). A partir
de entonces, los virreyes gobernarían el Perú hasta 1824, exactamente el 9 de
diciembre de 1824, día que es derrotado el último virrey Teniente General José
de La Serna en la Batalla de Ayacucho.
Muchos virreyes del Perú habían ocupado el mismo cargo en Nueva España y
el traslado de México a Lima era el premio más codiciado por las autoridades
coloniales. El virrey recibía un sueldo como tal y como presidente de la
Audiencia. Además, recibía dinero para la manutención de una guardia. Los
sueldos fueron aumentados a medida que se asentó la dominación española.
Un virrey mexicano recibía 27.000 pesos anuales, mientras que uno peruano
recibía 41.000 pesos anuales. Bajo los Borbones, ambos virreyes recibían
60.000 pesos anuales y en algunos casos aún más, lo que se explica por la
devaluación de la moneda. En los virreinatos de Nueva Granada y Río de la
Plata los virreyes recibían 40.000 pesos anuales.
Para el virrey del Perú no fue tarea fácil administrar un territorio tan vasto. El
gobierno de Lima tuvo una carga fuerte, pues era responsable por cada una de
las audiencias establecidas en América del Sur: Panamá, Nueva
Granada, Quito, Lima, Charcas, Santiago y Buenos Aires. El virrey tuvo dos
campos de acción bien definidos: fue la máxima autoridad en la administración
pública (que incluía el manejo del tesoro público y el nombramiento de
autoridades) y el principal responsable de la defensa del territorio, pues en su
cargo de Capitán General y Gobernador debía resguardar el virreinato de los
ataques de corsarios y piratas, y de las agresiones internas, producto de
revueltas o insurrecciones populares (aunque éstas no ocurrieron
significativamente sino hasta el siglo XVIII).
El virrey era igualmente el principal responsable de propagar la fe católica y de
evangelizar a los indígenas. Los virreyes en el Perú ostentaron distintos títulos:
Lugarteniente, Gobernador y Capitán General de los Reinos del Perú, Tierra
Firme y Chile, Presidente de la Real Audiencia, Presidente de la Junta Superior
de la Real Hacienda, Presidente del Tribunal y Audiencia Real de Cuentas,
Superintendente del Juzgado de Policía, Capitán General de los distritos y
Gobernador de las Provincias, Visitador de los Castillos y Fortalezas, Vice
patrono Eclesiástico, General de la Armada del Mar del Sur.
En un principio el mandato de los virreyes no debía exceder los 3 años. Sin
embargo, debido al extenuante, prolongado y peligroso viaje que representaba
llegar a América y también tomando en cuenta el tiempo que tardaban en
ponerse al corriente de la situación administrativa, el Consejo de Indias amplió
su estancia a 5 años. Aun así, la mayoría de virreyes se quedaron en el cargo
mucho más tiempo que el asignado.
El virrey fue el presidente de la Audiencia de Lima, máxima entidad
administradora de justicia en el virreinato peruano. Al concluir su período de
mandato, los virreyes debían rendir cuentas ante el Consejo de Indias a través
del Juicio de Residencia, en el cual todos los súbditos del virreinato podían
intervenir, estando facultados para denunciar los delitos, las faltas o los errores
cometidos por el virrey.
Para controlar las acciones de los virreyes, el Consejo de Indias creó leyes
específicas para ellos. Las principales leyes versaban principalmente en el
terreno personal: no podían contraer matrimonio con alguna mujer
perteneciente a la jurisdicción que administraba, así como tampoco podían
ejercer comercio alguno; sin embargo, muchas veces estas leyes no fueron
acatadas. Desde 1613 todos los virreyes estaban obligados a elaborar una
memoria para informar a su sucesor y al rey sobre sus actividades en el Perú.
Estas memorias fueron de gran utilidad para los virreyes sucesores, pues le
otorgaban un panorama general del virreinato, tanto en lo administrativo,
judicial y económico, como en lo social.
Extensión geográfica y división administrativa
El Virreinato del Perú tenía una extensión inmensa. Se extendía desde
Panamá, por el norte, hasta Chile, por el sur. Las únicas zonas de América del
Sur que no estaban dentro de sus límites fueron los dominios de Portugal (este
del Brasil), las provincias no descubiertas (parte central de la llanura
Amazónica) y la Gobernación de Venezuela (actual República de Venezuela),
que dependía del Virreinato de Nueva España. Su extensión geográfica superó
los límites del Imperio Inca.
Posteriormente los Borbones como parte de sus reformas crearon los
Virreinatos de Nueva Granada (1717-1723, 1739-1810) y del Río de la Plata
(1776-1811) dada la dificultad de administrar un área geográfica tan grande.

Audiencias
El Virreinato comprendía originalmente las siguientes audiencias (año de
creación):

 Panamá (1538)
 Lima (1543)
 Santa Fe de Bogotá (1548)
 La Plata de los Charcas (1559)
 Quito (1563)
 Chile (1563-1573, establecida definitivamente en 1606)
 Buenos Aires (1661-1672, establecida definitivamente en 1776)
 Caracas (1786)
 Cuzco (1787)

Con la creación de los virreinatos de Nueva Granada perdió Panamá, Santa Fe


de Bogotá y Caracas y con la del Río de la Plata la audiencia de Buenos Aires.
Posteriormente en 1783 se crearon las intendencias de: Arequipa (1784), Puno
(1783), Cuzco (1784), Huamanga (1784), Huancavelica (1784), Lima (1783),
Tarma (1784), Trujillo (1784) en el Perú y Santiago (1786) y Concepción (1786)
en Chile.
En lo militar el Virreinato del Perú financió por medio del real situado las
campañas militares contra los mapuches en la Guerra de Arauco que se
extendió por todo el período colonial, así como la fortificacion del puerto de
Callao que fue el último puesto militar en la américa española en rendirse.
El Virreinato estuvo afectado por sublevaciones indígenas en el siglo XVIII
destacándose las de Juan Santos Atahualpa (1742) y Túpac Amaru (1780).
La Capital virreinal
Por decisión de la corona española, la ciudad de Lima (fundada originalmente
con el nombre de «Ciudad de los Reyes») fue la capital y el centro político y
administrativo del Virreinato del Perú. El comercio de la zona estaba
concentrado en el puerto del Callao al cual llegaban todos los navíos
provenientes de Panamá teniendo una suerte de monopolio en el comercio
regional. Esto provocó el asedio de los piratas de los cuales el más famoso fue
Francis Drake. Para evitar estas invasiones el virrey Melchor Navarra y
Rocafull, Duque de la Palata mandó a construir las célebres murallas limeñas.
Toda la riqueza encontrada y extraída del territorio del Imperio Inca, además de
los yacimientos minerales de Bolivia (Potosí y Charcas) en esta época dio
espacio para una vida social intensa y llena de ostentosos dispendios.
En Lima, la «tres veces coronada ciudad», se fue creando un boato, una
magnificencia, una opulencia y una legendaria vida cortesana al mismo nivel
que lo que sucedía en escasas monarquías europeas.
La autoridad del virrey, como representante del rey era particularmente
importante, y el destino suponía un ascenso importante, de hecho, la
culminación exitosa de una carrera en la administración colonial.
Las entradas a Lima de los nuevos virreyes eran especialmente fastuosas.
Para la ocasión, se adoquinaban las calles con barras de plata desde las
puertas de la ciudad de Lima hasta el Palacio del Virrey. A todo lo largo de esta
misma vía se levantaban arcos al estilo del Imperio romano, adornados con
pinturas y esculturas. Además, el virrey disponía para su persona de un cuerpo
de protección y escolta, la Compañía de Gentilhombres Lanzas y Arcabuces.

LA ARQUITECTURA EN EL VIRREINATO

CARACTERÍSTICAS:

La arquitectura en la colonia tuvo las siguientes características:

1. Una marcada influencia europea (española y francesa).

2. Varió según las regiones:

 En la costa: Se empleo el adobe, el ladrillo y el yeso. Destacó la maravilla de


sus interiores, por su ornamentación.

 En los andes: Los frontis de piedra labrada.

3. Podemos distinguir hasta tres clases o tipos arquitectónicos:

1. Religioso: Aquí tenemos a las iglesias y conventos en todo el Perú.

2. Civil: Consideramos a las construcciones residenciales, las casonas solariegas.


3. Militar: Ejemplo más destacado lo representa El Castillo del Real Felipe, que es una
fortaleza de tradición histórica.

ESTILOS ARQUITECTÓNICOS:

Los estilos que se emplearon durante la colonia fueron:

 EL ESTILO RENACENTISTA: Entre los siglos XVI y XVII, viene a ser una mezcla de
elementos graco-romanos, árabes y platerescos (adornos repujados de plata).

 Ejemplo: La Portada de la catedral de Lima, la Casa del Almirante (en Cusco).

La Catedral de Lima

EL ESTILO BARROCO. Estuvo vigente entre mediados del siglo XVII y fines del XVIII. De
recargada ornamentación, predominaban las columnas y cornisas.

Ejemplos: El Palacio de Torre Tagle (hoy Ministerio de Relaciones Exteriores) y la Iglesia de San
Francisco (Lima).
EL ESTILO CHURRIGUERESCO. Que toma su nombre del arquitecto español José de Churriguera
(siglo XVII y XVIII) Es el mismo estilo barroco pero muy exagerado en su ornamentación:
Columnas retorcidas (Columnas salomónicas a manera de una gruesa serpiente que sube por
un tronco) y toda una variedad de adornos: guirnaldas, hojas, flores, medallones, escudos,
seres humanos, etc.

Ejemplos: La basílica de La Merced y San Agustín (Lima); la iglesia de la Compañía y Yanahuara


(Arequipa); las iglesias de Juli y Pomata (Puno) a orillas del lago Titicaca.

Basílica de La Merced (en Lima) Basílica de San Agustín (en Lima)

EL ESTILO ROCOCO. La influencia francesa, se manifiesta también en el siglo XVIII, en la


época de la dinastía de los Borbones (francesa). Se caracteriza por una ornamentación más
moderada; aunque siempre conserva sus líneas curvas y ondulantes.

Ejemplos: La Quinta de Presa (Lima), hoy Museo Virreynal y el Templo de las Nazarenas (Lima).
EL ESTILO NEO-CLÁSICO Que surge a comienzos del siglo XIX, pretende el retorno a las líneas
rectas y sencillas de las columnas greco-romanas.

Ejemplos: La fachada de la Basílica de San Pedro (Lima) y el altar mayor de la Catedral de Lima.

Basílica de San Pedro (en Lima) Altar Mayor de la Catedral de Lima

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