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El Virreinato Del Perú HISTORIA II
El Virreinato Del Perú HISTORIA II
El Virreinato Del Perú HISTORIA II
Virreinato de Perú
A Blasco Núñez de Vela le siguieron 39 virreyes que gobernaron el Perú
durante 280 años, entre 1544 y 1824. En el Siglo XIX, a medida que diferentes
territorios ubicados dentro del espacio del Virreinato del Perú se fueron
independizando del imperio español, este virreinato entró en decadencia,
terminó desapareciendo al consolidarse la independencia de todos los países
cuyos territorios conformaron este gran espacio originalmente centralizado
política y administrativamente en la ciudad de Lima.
El Virreinato del Perú termina oficialmente con la rendición del virrey José de la
Serna e Hinojosa ante las fuerzas de Simón Bolívar tras la Batalla de
Ayacucho (1824).
El virrey era nombrado por el rey a propuesta del Consejo de Indias, aunque
muchas veces fue el mismo rey quien se encargaba de revisar los nombres de
los posibles virreyes. El virrey del Perú residía en la ciudad de Lima, en el
suntuoso palacio de los virreyes, rodeado de una brillante corte, en medio de
gran lujo y riquezas y resguardado por una guardia de honor. El primer virrey
así nombrado, Blasco Núñez de Vela, llegó al Perú en 1544.
Sin embargo, como autoridad delegada del Rey, fue precedido por el
Gobernador Cristóbal Vaca de Castro, que ejerció sus funciones entre 1541 y
1544, sucediendo a Francisco Pizarro y Diego de Almagro el Mozo (gobernador
de hecho por corto periodo, que había sucedido a Pizarro por muerte). A partir
de entonces, los virreyes gobernarían el Perú hasta 1824, exactamente el 9 de
diciembre de 1824, día que es derrotado el último virrey Teniente General José
de La Serna en la Batalla de Ayacucho.
Muchos virreyes del Perú habían ocupado el mismo cargo en Nueva España y
el traslado de México a Lima era el premio más codiciado por las autoridades
coloniales. El virrey recibía un sueldo como tal y como presidente de la
Audiencia. Además, recibía dinero para la manutención de una guardia. Los
sueldos fueron aumentados a medida que se asentó la dominación española.
Un virrey mexicano recibía 27.000 pesos anuales, mientras que uno peruano
recibía 41.000 pesos anuales. Bajo los Borbones, ambos virreyes recibían
60.000 pesos anuales y en algunos casos aún más, lo que se explica por la
devaluación de la moneda. En los virreinatos de Nueva Granada y Río de la
Plata los virreyes recibían 40.000 pesos anuales.
Para el virrey del Perú no fue tarea fácil administrar un territorio tan vasto. El
gobierno de Lima tuvo una carga fuerte, pues era responsable por cada una de
las audiencias establecidas en América del Sur: Panamá, Nueva
Granada, Quito, Lima, Charcas, Santiago y Buenos Aires. El virrey tuvo dos
campos de acción bien definidos: fue la máxima autoridad en la administración
pública (que incluía el manejo del tesoro público y el nombramiento de
autoridades) y el principal responsable de la defensa del territorio, pues en su
cargo de Capitán General y Gobernador debía resguardar el virreinato de los
ataques de corsarios y piratas, y de las agresiones internas, producto de
revueltas o insurrecciones populares (aunque éstas no ocurrieron
significativamente sino hasta el siglo XVIII).
El virrey era igualmente el principal responsable de propagar la fe católica y de
evangelizar a los indígenas. Los virreyes en el Perú ostentaron distintos títulos:
Lugarteniente, Gobernador y Capitán General de los Reinos del Perú, Tierra
Firme y Chile, Presidente de la Real Audiencia, Presidente de la Junta Superior
de la Real Hacienda, Presidente del Tribunal y Audiencia Real de Cuentas,
Superintendente del Juzgado de Policía, Capitán General de los distritos y
Gobernador de las Provincias, Visitador de los Castillos y Fortalezas, Vice
patrono Eclesiástico, General de la Armada del Mar del Sur.
En un principio el mandato de los virreyes no debía exceder los 3 años. Sin
embargo, debido al extenuante, prolongado y peligroso viaje que representaba
llegar a América y también tomando en cuenta el tiempo que tardaban en
ponerse al corriente de la situación administrativa, el Consejo de Indias amplió
su estancia a 5 años. Aun así, la mayoría de virreyes se quedaron en el cargo
mucho más tiempo que el asignado.
El virrey fue el presidente de la Audiencia de Lima, máxima entidad
administradora de justicia en el virreinato peruano. Al concluir su período de
mandato, los virreyes debían rendir cuentas ante el Consejo de Indias a través
del Juicio de Residencia, en el cual todos los súbditos del virreinato podían
intervenir, estando facultados para denunciar los delitos, las faltas o los errores
cometidos por el virrey.
Para controlar las acciones de los virreyes, el Consejo de Indias creó leyes
específicas para ellos. Las principales leyes versaban principalmente en el
terreno personal: no podían contraer matrimonio con alguna mujer
perteneciente a la jurisdicción que administraba, así como tampoco podían
ejercer comercio alguno; sin embargo, muchas veces estas leyes no fueron
acatadas. Desde 1613 todos los virreyes estaban obligados a elaborar una
memoria para informar a su sucesor y al rey sobre sus actividades en el Perú.
Estas memorias fueron de gran utilidad para los virreyes sucesores, pues le
otorgaban un panorama general del virreinato, tanto en lo administrativo,
judicial y económico, como en lo social.
Extensión geográfica y división administrativa
El Virreinato del Perú tenía una extensión inmensa. Se extendía desde
Panamá, por el norte, hasta Chile, por el sur. Las únicas zonas de América del
Sur que no estaban dentro de sus límites fueron los dominios de Portugal (este
del Brasil), las provincias no descubiertas (parte central de la llanura
Amazónica) y la Gobernación de Venezuela (actual República de Venezuela),
que dependía del Virreinato de Nueva España. Su extensión geográfica superó
los límites del Imperio Inca.
Posteriormente los Borbones como parte de sus reformas crearon los
Virreinatos de Nueva Granada (1717-1723, 1739-1810) y del Río de la Plata
(1776-1811) dada la dificultad de administrar un área geográfica tan grande.
Audiencias
El Virreinato comprendía originalmente las siguientes audiencias (año de
creación):
Panamá (1538)
Lima (1543)
Santa Fe de Bogotá (1548)
La Plata de los Charcas (1559)
Quito (1563)
Chile (1563-1573, establecida definitivamente en 1606)
Buenos Aires (1661-1672, establecida definitivamente en 1776)
Caracas (1786)
Cuzco (1787)
LA ARQUITECTURA EN EL VIRREINATO
CARACTERÍSTICAS:
ESTILOS ARQUITECTÓNICOS:
EL ESTILO RENACENTISTA: Entre los siglos XVI y XVII, viene a ser una mezcla de
elementos graco-romanos, árabes y platerescos (adornos repujados de plata).
La Catedral de Lima
EL ESTILO BARROCO. Estuvo vigente entre mediados del siglo XVII y fines del XVIII. De
recargada ornamentación, predominaban las columnas y cornisas.
Ejemplos: El Palacio de Torre Tagle (hoy Ministerio de Relaciones Exteriores) y la Iglesia de San
Francisco (Lima).
EL ESTILO CHURRIGUERESCO. Que toma su nombre del arquitecto español José de Churriguera
(siglo XVII y XVIII) Es el mismo estilo barroco pero muy exagerado en su ornamentación:
Columnas retorcidas (Columnas salomónicas a manera de una gruesa serpiente que sube por
un tronco) y toda una variedad de adornos: guirnaldas, hojas, flores, medallones, escudos,
seres humanos, etc.
Ejemplos: La Quinta de Presa (Lima), hoy Museo Virreynal y el Templo de las Nazarenas (Lima).
EL ESTILO NEO-CLÁSICO Que surge a comienzos del siglo XIX, pretende el retorno a las líneas
rectas y sencillas de las columnas greco-romanas.
Ejemplos: La fachada de la Basílica de San Pedro (Lima) y el altar mayor de la Catedral de Lima.