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Col Loqui Ponencia 2.0
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encuentro entre dos artes cuyas diferencias, según comenta Artigas, parecen
abismales. Y cito: “La imagen pareciera ser el signo que pretende no serlo, que se
que tens més a prop” / “se debe amar lo que tienes más cerca”, el mallorquín Biel
Mesquida propone una serie de encuentros con lo “otro” que invitan al reconocimiento
Altares profanos de Toni Catany, coterráneo de Mesquida. Tanto las fotografías como
por objetos concretos, aunque siempre resaltando lo falible que esta resulta. Este
más importante en cada fotografía no es la imagen, sino el relato que se puede hacer
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de esta. En el caso de Altares profanos el relato que propone juega con el tiempo y la
Alain D’hooghe, “no convocan a una misa, ni a un ritual, ni tan solo al menor de los
“Altars profans”). Como tal, el sentido celebratorio del altar no se pierde y, por lo
tanto, “reproducen en miniatura el conjunto del templo y del universo [;] son un
en diálogo con lo divino como su “otro” no motiva un rechazo mutuo, sino una
dotados del poder de transportar al pasado al espectador quien, sin embargo, está
seleccionadas por el diálogo que se establece entre las alteridades que encierran, los
acto de memoria.
en “Temps i relat” propone una similitud clave entre ambos al aplicarlos a la literatura:
la aproximación del lector a relatos que nacen de la reconstrucción del pasado desde
impacta al viajero. Tanto en “S’ha d’estimar el que tens més a prop” como en Altars
que se puede generar a partir del reconocimiento de diferencias. Esta relación, si bien
privilegia al segundo en ambas obras, no puede prescindir del primero, no sólo porque
la existencia de uno depende del otro, también porque aquello que evoca el pasado lo
interpretación que haga el público de los objetos con los que cuenta y del diálogo que
fragmentos debe desenmarañar una red de significados más o menos inconexos entre
En “S’ha d’estimar el que tens més a prop”, cuento publicado en el 2005 como
parte de la antología Els detalls del món, Mesquida recrea esta relación entre presente
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y pasado, y propone un gran contraste entre las posibilidades que cada tiempo ofrece
pasado familiar a través del contacto con un álbum de fotos con el que comienza la
tiene el control del encuentro de otredades: María Teresa con Joaquim Orlandis,
presente con pasado, y literatura con fotografía. Aunque los contactos con el otro
en este caso ninguna de las partes involucradas tiene esa posibilidad. Este contacto no
La narración del presente diegético describe más el ambiente que las acciones
que realiza María Teresa y, además, gran parte de los verbos en ese nivel narrativo
depende casi en su totalidad del pasado, salvo el clima, el cual, sin embargo, es tan
frío que “casi [hace] llorar” (47), lo que limita también las acciones de la joven, quien
sólo puede escribir una frase, tomar el álbum de fotos, decir entrar a su casa y tener
una epifanía que, al más puro estilo de Biel Mesquida, crea una relación entre la
memoria y una felación a través de la cual María Teresa recibe “esta semilla
posibilidad de expresión, así como el contacto con otros, diversión, decisión, libertad
sitúa “al inicio de la investigación” y, por lo tanto, al comienzo del acto de memoria
ambos casos se demanda participación activa de aquel quien observa, ya que debe
reconstruir, añorar y adorar ese tiempo otro que sólo existe en quien lo reconstruye a
partir de todo elemento que pueda ser evidencia de que alguna vez fue. Justamente
eso es lo que permiten los objetos que forman parte de los Altares profanos.
[Ver altar 1] En el altar número 39, Catany presenta objetos que fueron
los juegos infantiles, tardes en la playa; momentos gratos, alegres y estimulantes. Los
una historia, pero produce una narración caracterizada por la ausencia de acción.
un instante casi por completo inactivo. Las únicas dos acciones concretadas en el
presente diegético son tomar el álbum de fotos y tener una epifanía que refuerza la
liberación o agencia. La voz narrativa es quien tiene todo el poder sobre las acciones
de María Teresa, no ella misma y, salvo las ya mencionadas, no puede llevar a cabo
ninguna durante la narración. En el pasado pudo escribir una frase, y en el futuro tal
vez se resguarde del frio, pero su total impotencia en el presente implica también la
objetos e, incluso, a través de quienes viven el presente. Joan Orlandis pudo escribir
sobre sí mismo (y abre comillas) “he llevado una vida inconfesable, me he envilecido
hasta el tormento, he conocido los bajos mundos, me he paseado por los países como
Independientemente del juicio de valor sobre su vida, cabe destacar que él tuvo la
imposibilitado para dejar testimonio porque no hay acciones o escritos que puedan
dar prueba de su existencia. Lo único que puede escribir María Teresa es la frase (y
cito) “Los recuerdos de una persona muerta son importantes” (47), con lo que realza
dar tanta importancia a los recuerdos personales generados a través de vivencias como
a aquellos que el entorno tiene de una persona en concreto. Ambos tipos de recuerdos
Teresa por recuperar los recuerdos de su tío abuelo le permite reconstruir su historia
un tiempo idílico porque los recuerdos que él generó a lo largo de su vida son
las “decoraciones extrañas” que juntó durante su vida, que incluían cabezas de
por mencionar algunos, acciones como el vestirse de mujer, hacer conferencias sobre
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(48), la escritura, y el contacto con personas que encarnaban culturas otras que
alaroner, el amor Joan Pelat”(47), Catany propone el mismo encuentro a través de tres
objetos rituales. En este altar, al igual que en el anterior, conviven además de culturas
Por otro lado, el acto de recordar a ese escritor casi desconocido en su momento
voz narrativa, el espectador o el lector, es quien dota de sentido al tiempo “otro” desde
el presente y a través de las imágenes, textos u objetos. El pasado existe como invento
del presente, casi como una compensación para entender su permanente condición de
inmovilidad.
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estático, inanimado y por desgracia, infinito e inescapable. Por más que pase la vida,
por más que se añore el pasado, este instante, el presente, sigue aquí, condenado (y
perspectivas ese “otro” tiempo ya lejano. No obstante, Mesquida sentencia “se debe
Obras
Mesquida, Biel. “S’ha d’estimar el que tens més a prop”. Els detalls del mon,
Empúries, 2005
Sòria, Enric. “Temps i relat” L’espill, segona època, No 2, Estiu 1999, pp85-92
https://www.arteinformado.com/agenda/f/altars-profans-82793