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IV DOMINGO DE CUARESMA DOMINGO “LAETARE”

11 DE MARZO DE 2018.
En la historia de la salvación se entrecruzan dos líneas La falta de conversión generalizada y el rechazo
fundamentales: una negativa, representada por el pecado continuo del rey y de los poderosos del pueblo hacia el
del hombre; y otra positiva, representada por la mensaje profético precipitaron a Israel a la ruina. El exilio
misericordia y el perdón de Dios. En las lecturas bíblicas de fue el precio del pecado y de la desobediencia al Dios de la
este domingo ambas se pueden constatar con toda su fuerza: vida, que hablaba a través de los profetas; quienes
una con su capacidad para llevar a la muerte, la otra para profanaron el don divino de la tierra, ahora la ven estéril y
llevar a la vida. Del lado humano aparecen la infidelidad de desolada, precisamente a causa de su conducta inmoral e
Israel (2Cron 26,14), el pecado que lleva a la muerte (Ef. injusta.
2,5) y el mundo que hace el mal y odia la luz (Jn 3); de
El libro de las Crónicas originariamente terminaba en
parte de Dios se resalta su voluntad de hacer volver a Israel
el v. 21. Un autor posterior añadió los vv. 22-23, que son
a su tierra (2 Cron 36,22-23), la vida que gratuitamente nos
una copia del comienzo del libro de Esdras (Esd. 1,1-3). De
ha dado en Cristo (Ef. 2,5), y su infinito amor, por el que ha
esta forma se agregó algo fundamental a la interpretación de
dado a su Hijo único para que todo el que crea en él se
la historia de Israel: Dios no deja que su pueblo perezca a
salve (Jn 3,16).
causa del pecado, sino que lo invita a comenzar de nuevo
La primera lectura (2Cron 36,14-16.19-23) representa la (regresar a la tierra, reconstruir el Templo, volver a
conclusión de esa obra tardía, de carácter sacerdotal, llamada experimentar que el Señor está en medio de ellos). Su última
“el libro de las Crónicas”. Este epílogo es un intento de palabra sobre el pueblo no es la muerte, ni el castigo, sino el
interpretación de toda la historia de Israel desde una perdón, la misericordia y la vida. A través de la política de
perspectiva teológica. Para el autor la causa más profunda de Ciro, rey de Persia, Dios permitirá a Israel regresar a la tierra
la tragedia del exilio no es de carácter militar o político, sino y volver a empezar con esperanza la historia de la alianza.
religioso. Indudablemente que se puede y se debe explicar el Dios no ha abandonado, ni abandonará jamás a su pueblo.
exilio también a partir de sus causas socio-políticas y a la luz
La segunda lectura (Ef. 2,4-10) presenta una síntesis de la
de las relaciones internacionales con los imperios de la
teología de la gracia, a la luz del evento salvador de Cristo
época. Sin embargo al autor le interesa hacer una lectura
religiosa de la historia. Israel, a lo largo de su historia, ha ido Jesús: “Dios, que es rico en misericordia y nos tiene un
acumulando un peso terrible de pecado y de infidelidad al inmenso amor, aunque estábamos muertos por nuestros
pecados, nos volvió a la vida junto con Cristo – ¡por gracia
cerrarse sistemáticamente a la palabra profética de parte de
hemos sido salvados! –, nos resucitó y nos sentó junto a
Dios, “hasta el punto que ya no hubo remedio” (2 Cron 36,
16). Cristo Jesús en el cielo” (Ef. 2,4-6). El autor subraya ante
todo la gratuidad absoluta de la salvación: “Por la gracia, en
efecto, habéis sido salvados mediante la fe; y esto no es algo
IV DOMINGO DE CUARESMA DOMINGO “LAETARE”
11 DE MARZO DE 2018.
que venga de vosotros, sino que es un don de Dios; no viene En el centro del texto se afirma además la iniciativa
de las obras, para que nadie pueda gloriarse” (v. 9). La divina en el misterio de la salvación, haciendo referencia al
salvación no es obra de nuestras manos, ni recompensa a amor de Dios hacia la humanidad: “Tanto amó Dios al
nuestros méritos, sino un don gratuito del amor y la mundo, que dio a su Hijo único, para que quien crea no
misericordia de Dios en Cristo. El hombre la recibe cuando perezca, sino que tenga vida eterna” (v. 16). El v. 16 indica
se abre a Dios con la confianza de la fe, quedando de esta la motivación del envío de Jesús: el amor de Dios por la
forma completamente transformado en Cristo, a tal punto de humanidad; el v. 17 la finalidad del envío del Hijo único:
“resucitar” y “sentarse con él en el cielo”. La gracia arranca “porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al
al hombre del mal y lo encamina hacia un ideal de vida mundo sino para el mundo sea salvador por medio de él”.
completamente diverso, que el autor describe diciendo: Dios está al origen de la salvación, en virtud de un amor
“somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para infinito. En el corazón de todo, y en modo especial en la
realizar las buenas obras que Dios nos señaló de antemano misión del Hijo y de su camino hacia la cruz, está Dios que
como norma de conducta” (v. 10). Las “buenas obras” no ama al mundo. No se sugiere ninguna reciprocidad por parte
son la condición, sino la consecuencia de la salvación. del mundo. El amor de Dios lo precede todo y este Dios que
ama tiene como designio exclusivo la salvación y la vida.
El evangelio (Jn 3,14-21) forma parte de la conclusión del
diálogo de Jesús con Nicodemo. A través de varias En el v. 18 se afirma: “El que cree en él no es juzgado;
repeticiones verbales, Juan presenta una y otra vez lo que el que no cree, está ya juzgado, porque no creyó en el
constituye el núcleo de su evangelio, es decir, la fe en Jesús nombre del Hijo del hombre”. Para el evangelio de Juan, el
como único camino que lleva a la vida: “quien cree en Él “juicio” del hombre ante Dios depende totalmente de la
tiene vida eterna” (v. 15); “dio a su Hijo único para que respuesta de cada uno frente al Enviado de Dios. Para Juan,
quien crea no perezca, sino tenga vida eterna”(v. 16); “el que el juicio de condenación no está reservado para el final de
cree en el Hijo no es juzgado, el que no cree ya está juzgado los tiempos, sino que se realiza en el presente, a partir de
por no creer en el Hijo único de Dios” (v. 18). nuestra respuesta a Jesús. Creer en el Hijo es creer en el
amor revelado, por eso creer en él es “tener la vida”; en
Para Juan, a cada hombre se le presentan dos opciones
cambio, con la negativa a creer, cerrándose y rechazando el
que determinan el destino de su existencia: creer o no creer
amor revelado, el hombre se autodetermina para la muerte
en Jesús. Creer es adherirse personalmente a Jesús y a su
(definitiva).
proyecto de vida y de amor, en el plano personal y social,
con todas sus consecuencias. El único pecado radical para
Juan es la incredulidad, el rechazo de la palabra de Jesús,
que es a su vez la raíz y el fundamento de todo pecado.

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