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MAYAS

El origen de los mayas, como el de tantos pueblos primitivos, es incierto. Pero se sabe
con seguridad que ocuparon, sucesivamente y en un movimiento ascendente; lo que hoy
es la franja meridional de México, Belice, Guatemala y la zona más occidental de
Honduras y El Salvador. En esta amplia área se establece la cultura maya.
Su decantamiento como algo distinto del resto de las culturas mesoamericanas se
produce paulatinamente durante cerca de cinco siglos —entre el año 200 antes de Cristo
y el 250 de nuestra era—, tiempo en que se fue creando un estilo artístico y arquitectónico
propio.
En la última fecha citada se inicia lo que se ha llamado el período clásico temprano, que
coincide con la aparición del calendario y de la escritura, y con un avance destacado en el
campo del arte; esta etapa llega basta el año 600. Después comienza el período clásico
tardío; en esta época la organización social estaba muy perfeccionada, y los sacerdotes
dirigen la política y las ciencias, que conocen entonces su mejor momento.
Pero a partir del siglo X se inicia una decadencia paulatina de este pueblo. La clase militar
llega al poder y desplaza a los sacerdotes, aunque éstos, afortunadamente, no dejaron de
desempeñar su relevante misión religiosa. Muchos de los grandes centros de población
fueron abandonados por esos años, sin que se sepa con seguridad el porqué de tal
determinación. La población se desplazó hacia el norte de la península de Yucatán o
hacia las tierras altas de Guatemala.
En la zona septentrional se iniciaba entonces el período posclásico —también llamado
imperio nuevo—, con la formación de la Liga de Mayapán (987) entre las ciudades de
Chichén-Itzá, Mayapán y Uxmal, unión que se deshizo en 1194, haciéndose con la
hegemonía la segunda de estas ciudades, gobernada por los cocomes con ayuda de
mercenarios nahuas procedentes de Xicalango.

La hegemonía de Mayapán. se mantuvo hasta mediados del siglo xv, cuando la antigua
población maya, cansada del dominio de los cocomes y de sus mercenarios, se rebeló y
destruyó dicha ciudad. Es entonces cuando se inicia el fin de la grandeza maya, con
luchas constantes entre las distintas ciudades.
Y esta era la situación cuando, en 1527, los españoles llegan por primera vez a Yucatán.
Pese a su decadencia y a las luchas internas, la resistencia que los mayas opusieron a
los recién llegados fue muy grande y enérgica, ya que los españoles tardaron diecinueve
años en conquistar el territorio, aunque, en realidad, lo cierto es que esta conquista no se
consumó hasta 1697, año en que Martín de Ursúa derrotó en Tayasal a los itzaes, que
siempre habían opuesto una tenaz resistencia a todos aquellos que pretendían
someterlos.
Hoy en día quedan unos dos millones de personas de raza maya, que siguen las
tradiciones y costumbres de sus antepasados, pero con una notable influencia de la
religión cristiana. La organización social de los mayas estaba profundamente influida por
su religión. Los sacerdotes —depositarios de la ciencia— constituían, junto con los
nobles, la clase dominante, una auténtica aristocracia de la sangre.
Luego seguían, en la escala social, los hombres libres, entre los que figuraban los
comerciantes —cuya situación era bastante próspera— y los campesinos, que vivían en
peores condiciones. En el último escalón estaban los esclavos, reclutados especialmente
entre los prisioneros de guerra de la clase baja y que constituían las víctimas habituales
de los sacrificios humanos.

Pero no eran tan sólo los prisioneros de la organización social de los mayas era rígida y
estaba muy influida por la religión. Los sacerdotes y los nobles eran la clase dominante.
En este detalle de un vaso del periodo clásico tardío se refleja con realismo la
jerarquización de la sociedad.
guerra los que nutrían las filas de los esclavos, pues otro medio de llegar a la esclavitud
era la comisión de delitos, entre los cuales el robo era considerado como muy grave.
Cada ciudad-estado estaba gobernada por el halach uinic (hombre verdadero), que
ejercía funciones religiosas, militares y civiles.
En lo militar era auxiliado por el nacom y, en lo civil, por el batab, que era un cobrador de
tributos. Las artes principales de los mayas fueron la arquitectura, la escultura y la pintura,
estrechamente vinculadas en todo su desarrollo al carácter religioso de la sociedad. Los
estilos son muy diversos, dada la amplitud del área cultural maya y las diferencias en
cuanto al ambiente y a la posibilidad de usar distintos materiales de construcción. Si nos
ceñimos a la zona norte de Yucatán, en particular a las tierras donde surgió Chichén-Itzá,
veremos que destacan aquí dos estilos: el maya clásico y elmayatolteca.

En cuanto al estilo maya-tolteca, sigue utilizando, para esos mismos edificios


ceremoniales, techos con bóvedas de paramento inclinado; pero ahora ya no se apoyan
sobre muros, sino sobre columnas y pilares interiores. Otras características de este estilo
es el uso de columnas, en las entradas de los edificios, que representan serpientes
emplumadas.
En realidad la arquitectura maya tiene su punto de arranque en las modestas viviendas de
los campesinos, aquellas sencillas chozas que, como es sabido, se construían sobre una
plataforma ihás o menos elevada con el fin de defenderse de las inundaciones en la
época de las grandes lluvias.
Por eso, los primeros edificios que los mayas construyeron para fines exclusivamente
rituales o los destinados para servir de vivienda a los sacerdotes y a los grandes jefes
militares o civiles no fueron otra cosa, ni más ni menos, que otra suerte de chozas, de
grandes dimensiones, eso sí, pero chozas a fin de cuentas y asimismo edificadas sobre la
consabida plataforma, que, mientras tanto, también había adquirido mayor altura y
empaque. Más adelante, las paredes de estas chozas se revistieron de piedra y mortero,
lo que significó un importante paso adelante que se daba en el arte de construir.
Al mismo tiempo, las plataformas o basamentos iban creciendo también, o, mejor dicho,
se superponían unos sobre otros, lo que asimismo fue otro primer paso en el camino que
había de conducir a la creación de las famosas pirámides escalonadas mayas. Durante
mucho tiempo, y pese a que ya eran habituales los muros de mampostería, los techos
siguieron cubriéndose de palmas, con lo cual aún no podía hablarse de unas estructuras
verdaderamente arquitectónicas. Pero cuando los constructores mayas decidieron al fin
que era preciso sustituir el techo de palmas por otro de un material más sólido y duradero,
en este caso la piedra, surgió la bóveda.
Esta bóveda maya, que también se ha llamado falsa o salediza, se construyó
aproximando los muros del edificio a partir de una determinada altura (que, por lo general,
solía ser por encima del dintel de las puertas) y las hiladas de piedra se iban
superponiendo de tal manera que cada hilada sobresaliera de la inmediata inferior,
dejándose en la parte superior un pequeño espacio que se cerraba con una simple losa.
El techo así obtenido seguía siendo semejante, en el interior, al de la choza, con lo que,
una vez más, vemos la supervivencia, en cierta manera, de esta primitiva vivienda
campesina.
El inconveniente de la bóveda maya era que con ella no se podían cubrir espacios muy
amplios, como ya se ha dicho, Arriba, a la izquierda: mapa del Yucatán y de los países
limítrofes en el que figuran los principales focos culturales indígenas, entre ellos Chichén-
Itzá. A la derecha: planta de Chichén-Ilzá en la que se indican los más importantes
monumentos de este conjunto arquitectónico.
ni siquiera en los grandes edilicios ceremoniales que se irían construyendo. El panteón
maya estaba encabezado por Hunab Ku, el dios supremo, creador de todo e invisible. De
él nació el bizco Itzamná, el dios Sol que había enseñado las ciencias a los hombres. Su
consorte, Ixchel, era la diosa Luna, no siempre favorable a los hombres, pues enviaba de
vez en cuando inundaciones devastadoras. Lugar muy importante ocupaba Chaac, el dios
de la lluvia, lo que es muy lógico en una región tan seca como Yucatán; a él se le ofrecían
sacrificios humanos en el Cenote Sagrado de Chichén-Itzá. Quetzalcóatl-Kukulcán, héroe
divinizado de los toltecas, ocupaba también un lugar preeminente en la religión maya.
CHICHEN ITZA
Aunque son muchos los núcleos de los que quedan restos en el área de influencia de los
mayas, Chichén-Itzá, ya a primera vista, se nos presenta como algo muy singular, dada la
concepción soberbia de sus obras arquitectónicas. Pero la admiración que su
contemplación despierta es mayor todavía al saber que todos estos monumentos
pertenecen de lleno a una cultura lítica, es decir, desconocedora por completo de los
metales útiles. ¿Qué hombres serian esos que con tan parcos elementos forjaron una
civilización tan avanzada que ha sido denominada “la Grecia del Nuevo Mundo”?
¿Quiénes eran los mayas? Todavía quedan en Chichén-Itzá restos de varios sacbeoob,
calzadas que unían las ciudades y los templos. El sacbé conducía a todos los rincones del
imperio maya, facilitando el comercio. Hoy día el moderno sacbé lo constituye la carretera
de Mérida a Valladolid, por la que se accede a Chichén Itzá, situada al norte de la
península de Yucatán, a 120 Km. al este de la primera de las citadas ciudades.
La parte explorada de esta gran ciudad de los mayas, el más importante centro religioso
que nos ha legado la fecunda cultura de este pueblo, abarca una superficie de 3 Km. de
norte a sur y 2 Km. de este a oeste. Los edificios explorados ocupan un claro del tupido
bosque, que cubre celosamente el resto de los monumentos.
Chichén-Itzá significa “boca del pozo de los brujos del agua” y fue fundada hacia el año
452 después de Cristo. Antes, a lo largo del siglo X, Chichén -Itzá había recibido —por
medio del grupo de los itzaes— el influjo de los toltecas, que se desplazaron desde la
meseta central mexicana al mando de su caudillo Quetzalcóatl (Serpiente emplumada),
nombre cuya traducción directa al maya es Kukulcán.
El posterior culto a Kukulcán se extendió por la península de Yucatán, y fue precisamente
en Chichén-Itzá donde se construyó su más importante templo, en la espléndida pirámide
que los españoles llamaron más tarde El Castillo. Fue Kukulcán quien fundó Mayapán,
con el propósito de hacer de ella el más destacado centro religioso y político, lo que se
consiguió en 1194 y a costa de Chichén Itzá, cuyos habitantes, los itzaes, abandonaron la
ciudad y se dirigieron hacia el sur, hacia el Petén guatemalteco, donde fundaron Tayasal.

Su ubicación se debe a la existencia de varios cenotes (dzonot) o pozos de agua


característicos de la zona septentrional de Yucatán, donde el agua, al caer, atraviesa la
capa caliza y se detiene pocos metros después ante la presencia de una roca
impermeable; cuando el suelo se hunde deja al descubierto el depósito de agua.
La construcción de Chichén-Itzá pasó por varios períodos, que podemos resumir en dos:
el maya clásico o Puuc y el maya con influencia tolteca. El Cenote Sagrado o de los
Sacrificios está situado al norte de la pirámide de El Castillo, el edificio más notable
deChichénItzá.
El cenote tiene un diámetro de unos 60 metros, una altura, hasta el nivel del agua, de casi
20 metros y una profundidad máxima de 13, más una capa de lodo de unos 3 metros.
Este cenote tenía un uso ritual, pues los mayas creían que en él habitaba el dios de la
lluvia, a quien ofrecían, como se ha dicho, sacrificios humanos, lo que se comprobó tras el
dragado del fondo, efectuado por orden del cónsul estadounidense Edward Thompson,
que dio como resultado el hallazgo de numerosos esqueletos y objetos valiosos. En la
orilla hay restos de lo que parece un baño de vapor, utilizado posiblemente para purificar
a los sacrificados.
El Castillo es una pirámide que, según el cronista Landa, se levantó en honor
deQuetzalcóatl-Kukulcán. Pero otra hipótesis lo define como templo del culto solar,
basándose en el hecho de que consta de cuatro escalinatas de 91 peldaños cada una,
que en conjunto suman 364 y en total 365 —justo los días del año— al añadirles el último
peldaño de la plataforma superior, sobre la que se asienta el templo.
La pirámide, que consta de nueve cuerpos escalonados, tiene una altura de 24 metros y
55,5 metros de lado en su base. Oculta por la gran pirámide existe otra estructura,
también piramidal, que sostiene un templo, donde se encontró un asiento o trono en forma
de jaguar, pintado de rojo y adornado con piezas de jade, y un Chac-Mool con
incrustaciones de concha en los ojos, en los dientes y en las uñas de los pies.
Un ChacMool es un altar antropomorfo, y se le llama así desde que, a finales del pasado
siglo, el arqueólogo Augustus Le Plongeon creyó, erróneamente, que representaba a un
antiguo personaje del mismo nombre. Se trata de unas figuras recostadas boca arriba,
con el torso levantado (se apoyan en los codos), la cabeza vuelta hacia un lado, las
piernas flexionadas y las manos sobre el vientre, donde reposa un platillo redondo en el
que muy bien’ podían depositarse las ofrendas, pues estas figuras se encuentran junto a
los templos o en el interior de ellos. El Templo de los Guerreros se halla integrado en el
Grupo de las Mil Columnas. Los cuerpos de la pirámide están cubiertos de bajo relieves
que representan animales —tigres y águilas comiendo corazones— y dioses.
En la fachada del templo hay un Chac-Mool y detrás, a sus lados, dos columnas en forma
de serpientes emplumadas. El templo, que carece de bóveda, forma dos amplios salones,
en cuyos muros se mezclan elementos mayas (Chaac, dios de la lluvia) y toltecas
(Quetzalcóatl). Bajo este templo hay otro más antiguo que tenía pinturas murales.
El Grupo de las Mil Columnas es un grandioso conjunto formado por infinidad de
columnas, hoy sin cubrir, que rodean una gran plaza de 165 metros de norte a sur por 150
metros de este a oeste. El Juego, de Pelota, el más grande de Mesoamérica, tiene dos
muros paralelos de unos 95 metros de longitud y separados entre sí por un espacio de 70
metros. En la tribuna septentrional está el Templo del Hombre Barbado y en el extremo
sur de uno de los muros, el magnífico Templo de los Tigres.
Este pok-a-tok (juego de pelota) está formado, como hemos dicho, por dos muros
elevados y paralelos, en cuyo centro hay sendos anillos de piedra. En este juego se
enfrentaban dos equipos, que utilizaban una pelota de hule macizo y la enviaban al
campo contrario —para contabilizar tantos— por medio de la cadera, el codo y la rodilla,
que protegían con piezas de cuero.
Hacer pasar la pelota por el anillo era muy difícil, y el equipo que lo conseguía ganaba el
partido. Otros monumentos situados al norte de la carretera Mérida-Valladolid son la
Plataforma de Venus o Tumba de Chac-Mool, el Tzompantli (“muro de cráneos”), la
Plataforma de Tigres y Águilas, El Mercado y El Baño de Vapor.
Al sur de la carretera están el Cenote y Templo de Xtoloc, el AkabDzib, el Templo de los
Tableros Esculpidos, la Casa Colorada o Chichán-Chob, El Osario o Tumba del Gran
Sacerdote, la Casa del Venado y los dos más importantes, que son El Caracol y el
Complejo de las Monjas. El Caracol es un observatorio astronómico construido en el
período clásico.
Se trata de una torre circular, de 12,5 metros de altura, situada sobre dos grandes
plataformas rectangulares; la cámara superior tiene unas aberturas cuadradas que fijan
ciertos puntos de observación astronómica: una de ellas mira al sur geográfico y, por
medio de otras dos, puede observarse la puesta del sol durante el equinoccio de
primavera y el de otoño, y la puesta de la luna en las mismas fechas.
Recibió este nombre por una escalera de caracol que hay en su interior. El Complejo de
las Monjas es también muy antiguo. Se trata de un conjunto de edificios con numerosas
estancias, con arquitectura y decoración del período clásico maya. El Anexo de las
Monjas tiene una xxiuy adornada y bella fachada.
Muy cerca está La Iglesia, monumento de planta rectangular, cuya fachada está
profusamente decorada con mascarones del dios de la lluvia, Chaac. Estos nombres ya
se los pusieron los españoles, que vieron cierta similitud entre estos edificios y otros de la
religión cristiana.
De hecho, el nombre de Complejo de las Monjas obedece a una tradición, recogida por
los conquistadores, sobre la existencia de sacerdotisas entre los mayas, y a que los
edificios, como hemos dicho, tenían numerosas habitaciones.
Ya al final de este recorrido por la gran ciudad de los mayas se puede ver la zona de
Chichén Viejo, situada al sur del casco de la hacienda de Chichén-Itzá, cuyos
monumentos más destacados son: el Templo de las Jambas Esculpidas, el Grupo de la
Cornisa de los Pájaros, el Templo de la Tortuga, el Grupo Principal del Suroeste, el
Templo del Dintel, el de los Cuatro Dinteles, el de los Tres Dinteles, el Grupo de la Fecha
y el Templo de las Jambas Jeroglíficas.
En medio de la voraz jungla yucateca, los cuidados monumentos de Chichén-Itzá
desafían, a lo largo de los siglos y rodeados de una vegetación que a toda costa quiere
recuperar el terreno perdido, el paso inexorable del tiempo y la acción implacable de
vientos y de soles. Chichén-Itzá constituye un permanente y fascinante testimonio de la
asombrosa cultura maya.
El campo de pelota más grande descubierto hasta ahora está situado en la ciudad
religiosa maya de Chichen Itza. Las pinturas murales muestran los dos equipos justo
después del «silbato final». El líder del equipo vencedor sostiene la cabeza decapitada del
capitán del equipo rival, cuya sangre fluye del cuerpo mutilado en forma de tortuosas
serpientes que surgen del cuello.

Historia de Uxmal

Sin lugar a dudas, Uxmal es el principal de los asentamientos de la región Puuc, una urbe con gran
poder económico y político que mantuvo un dominio en toda la región hasta por lo menos el año
950 d.C., es decir, el inicio del Posclásico.
Uxmal dominó a todos los sitios menores localizados en la región. Una evidencia de ellos es
elsacbe o camino blanco de 18 kilómetros de largo que une a Uxmal con Kabah.
A Uxmal se le considera una ciudad maya de primer rango, tanto por la extensión que ocupó como
por la cantidad y magnificencia arquitectónica de sus edificaciones.
Llegó a tener una extensión de 12 km2 y una población de cerca de 20,000 habitantes. El estilo
arquitectónico Puuc irradió desde Uxmal a otros lugares de la región, aunque también se notan en
sus construcciones elementos singulares que muestran que estuvo inmersa en una red comercial y
cultural más grande que la de los sitios vecinos.

Ocupación

La primera ocupación de Uxmal se dio alrededor del año 300 a.C. (periodo Preclásico). Sin
embargo, su época de mayor esplendor se dio en el Clásico Tardío entre los años 700 al 900 d.C.
De igual forma, aunque la ocupación y la influencia de Uxmal disminuyeron años más tarde,
también hay evidencia de que mantuvo su ocupación en el Posclásico Temprano, de los años 950
al 1150 d.C.

Edificios más importantes de Uxmal

Pirámide del Adivino


Ésta es la edificación más alta del sitio y de la región Puuc, tiene 32 metros de altura.
La pirámide también recibe el nombre de “El Hechicero” o “El Enano”, el cual le fue puesto debido
a un relato conocido como “La Leyenda del enano de Uxmal”. Esta construcción tiene un sentido
simbólico, ya que representa los trece niveles que los mayas consideraron tenía el cielo.
A ella solamente podían acceder los principales sacerdotes y los nobles, quienes efectuaban
rituales de sacrificio y auto-sacrificio para ofrendar y hacer peticiones a sus dioses. El dios más
importante y con mayor presencia en Uxmal, es Chaac, dios de la lluvia, el trueno y el relámpago
Cuadrángulo de los Pájaros
El Cuadrángulo de los Pájaros está formado por cuatro edificios que limitan un patio cerrado. De
su lado este se encuentra la Pirámide del Adivino. Los extremos del cuadrángulo que están
orientados hacia el norte, sur y oeste corresponden a edificios tipo palacio. Sobre la fachada de los
dos cuartos del Edificio Oeste que están orientados hacia la Pirámide del Adivino podemos
apreciar las esculturas de pájaros que dan nombre al conjunto.

Cuadrángulo de las Monjas


Colindando al oeste con el Cuadrángulo de los Pájaros, se encuentra el Cuadrángulo de las Monjas,
que agrupa a cuatro edificaciones del más puro estilo Puuc. Cada uno de los cuatro edificios es
diferente y el conjunto presenta sin embargo una gran armonía en sus distintos niveles y en su
horizontalidad. Son abundantes en todos ellos los detalles decorativos y el trabajo de filigrana
hecho en la piedra.

El Juego de Pelota
El juego de pelota en Uxmal tiene banquetas en talud adosadas a los muros interiores de la
cancha., en los cuales están empotrados dos aros de piedra que tienen inscripciones jeroglíficas.

Casa de las Tortugas


La Casa de las Tortugas es de gran sencillez y belleza. Su nombre se debe a los motivos
ornamentales de tortugas que se encuentran en la moldura superior de la estructura. Su friso está
decorado con falsas columnillas. Las tortugas que decoran esta edificación están asociadas con el
ritual del agua y la creación del mundo.

La Gran Pirámide
Se trata de una pirámide truncada, con nueve cuerpos escalonados. Su escalinata de acceso está al
norte y lleva a una plataforma gigantesca sobre la que se edificó esta pirámide. En su parte
posterior tiene una estructura conocida como Templo de las Guacamayas, ya que esta ave es el
motivo ornamental que decora su fachada en combinación con grecas y celosías. Estos elementos
están enmarcados en recuadros formados por serpientes entrelazadas.

El Palacio del Gobernador


Uno de los edificios más elegantes y complejos del arte geométrico maya es el magnífico Palacio
del Gobernador. Consta de tres plataformas. Su friso, elaborado en mosaico de piedra, muestra
gran cantidad de elementos decorativos. Destacan los mascarones de Chaak y las serpientes,
cuyos atributos de fecundidad relacionados con el agua y la tierra se complementan con otros de
carácter astronómico y vinculado con el ciclo de la vida.

El Palomar
Este grupo está compuesto por un patio hundido, un basamento donde está situado este edificio,
un cuadrángulo y otro basamento más en el que está desplantado el Templo Sur con un patrón
tríadico.

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