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DERECHO

GONSTnUCIONAL
UNA INTRODUCCIÓN
AL ESTUDIO DE LA CONSTITUCIÓN
DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

Ricardo Combellas
Profesor Emérito de la Universidad Central de Venezuela
Presidente Honorario de la Asociación Venezolana de Derecho Constitucional
Constituyente 1999

•WVFR^nFFBIWW Rev.s.onTecn.ca
Carlos Enrique Mouriño Vaquero
Profesor de Derecho Constitucional
Universidad Católica Andrés Bello

ón de Biblioteca

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HIT

Son las ideas y las pasiones del hombre,


no la mecánica de las leyes, las que mueven los asuntos humanos.
DERECHO CONSTITUCIONAL. En el fondo de los espíritus se encuentra siempre el rastro
Una introducción al estudio de la Constitución de los hechos que van a producirse.
_ i e la República Bolivariana de Venezuela
Alexis de Tocqueville

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Si un hombre fuese necesario para sostener el Estado,
este Estado no debería existir, y al fin no existiría.
e imprimieron 3000 ejemplares en el mes de octubre de 2000 en D'vinni Ltda.
impreso en Colombia - Fnnted ín Colombia Simón Bolívar
Prólogo

Me honra la gentil invitación del autor para acompañar con un


p r ó l o g o su obra sobre la nueva Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. Esta invitación refleja un largo in-
tercambio de ideas con el destacado colega académico y com-
pañero en el Derecho Comparado, Doctor Ricardo Combellas.
Nuestro diálogo se remonta a épocas de análisis y reflexión
sobre el D e r e c h o Constitucional L a t i n o a m e r i c a n o , desde la
Universidad Central de Caracas y otros foros académicos en
Venezuela, hasta la Universidad de Bonn donde el Dr. C o m -
bellas se lució como Profesor Invitado a la naciente Cátedra
" S i m ó n Bolívar y Andrés Bello".

C o m o constituyente y catedrático, el autor está en una po-


sición privilegiada para presentar las directrices de la nueva
Constitución venezolana y su desarrollo. Sine ira et studio, su
análisis m a n t i e n e la necesaria p e r s p e c t i v a imparcial que se
resiste a la miopía política y al o p o r t u n i s m o , tanto en los elo-
gios, c o m o en la crítica de los conceptos que caracterizan la
n u e v a Ley F u n d a m e n t a l de Venezuela.

De manera contundente el autor resalta en su libro las in-


novaciones que dan perfil a la nueva Constitución. Mi cerca-
nía con la doctrina constitucional de A m é r i c a Latina -y de
Venezuela en p a r t i c u l a r - , y mi cariño por la tierra venezola-
na me permiten continuar en este prólogo, el franco diálogo
que ha caracterizado la relación con mis colegas venezolanos.

Los interrogantes comienzan con el nuevo bautismo de Ve-


nezuela como República Bolivariana y el enfoque de la nue-
va Constitución en la doctrina de Simón Bolívar. C i e r t a m e n -
te tiene sus méritos la invocación del gran símbolo del republi-
c a n i s m o latinoamericano, considerando que Venezuela es la
república sudamericana con la más larga tradición democrática
sin interrupción. S e g u r a m e n t e todos ios constituyentes com-
partieron la esperanza de que el n o m b r e del Libertador j a m á s
XX ÍNDICE

II. E L S I S T E M A S O C I O E C O N Ó M I C O 209

1. Principios y elementos básicos /. Constitución


del sistema socio-económico
en la Constitución bolivariana.
2. Evaluación de la Constitución e c o n ó m i c a de 1999.
209
219 y Derecho Constitucional:
III. L A S E G U R I D A D D E L A N A C I Ó N 225
Nociones fundamentales
":iV. L A P R O T E C C I Ó N D E L A C O N S T I T U C I Ó N 233

1. La garantía de la Constitución. 233


2. Los estados de excepción. 239

245 EL DERECHO CONSTITUCIONAL:


ÍY. L A R E F O R M A D E L A C O N S T I T U C I Ó N
ÁMBITO Y OBJETO DE E S T U D I O
1. La revisión de la Constitución. 245
2. La e n m i e n d a y la reforma constitucional. 249
3. La A s a m b l e a Nacional Constituyente. 251 El Derecho Constitucional es una rama del Derecho P ú b l i c o que
tiene por objeto el estudio de las normas fundamentales atinentes
^ D I C E DE LEGISLACIÓN REGLAMENTARIA a la organización del E s t a d o y sus relaciones con los ciudada-
)E LA CONSTITUCIÓN 255 nos. El Derecho Constitucional contempla de forma sobresalien-
te el estudio de los derechos fundamentales de la persona huma-
na, sus garantías y m e c a n i s m o s de promoción y fomento por par-
1. Legislación mencionada te del Estado, en función del alcance de su plena realización.
en las disposiciones transitorias de la Constitución. 255
2. Otra legislación. 256 El Derecho Constitucional puede enfocarse también desde la
perspectiva de las l l a m a d a s condiciones o supuestos existencia-
NDICE ANALÍTICO 259 Íes del Estado: el territorio o condiciones geográficas del Esta-
do; la población, integrada c o m o pueblo en una c o m u n i d a d de
sentido; la nación, e n t e n d i d a c o m o expresión de la conciencia
histórica y política de un pueblo determinado; y el p o d e r políti-
co, o manifestación del poder al servicio de la integración de la
comunidad y la decisión sobre sus metas colectivas.

El ámbito del Derecho Constitucional no es estático, pues de-


pende de circunstancias histórico-concretas en el desarrollo del
Estado, así c o m o de sus relaciones con los ciudadanos. Tradicio-
nalmente el Derecho Constitucional ha sido dividido en dos par-
tes: la llamada parte d o g m á t i c a , concentrada en el estudio de los
llamados derechos fundamentales (o derechos humanos de acuer-
do a la terminología utilizada por la vigente Constitución), su re-
conocimiento e x p r e s o , así c o m o sus garantías protectoras; y la
PRÓLOGO DERECHO CONSTITUCIONAL IX

debe manosearse para un oportunismo político o para un eclec- El nuevo régimen del Banco Central, podría convertirse
ticismo n e b u l o s o . en un m o d e l o para toda América Latina. La autonomía frente
La i n s i s t e n c i a algo a n a c r ó n i c a en la s o b e r a n í a n a c i o n a l al poder ejecutivo y la prohibición de someterse a políticas fis-
(artículo 1, segundo párrafo de la Constitución) no está, por cales deficitarias (artículo 320, segundo párrafo), r e s p o n d e a
fortuna, en contraposición con la transferencia de c o m p e t e n - dictámenes empíricos de la ciencia económica. También es un
cias a ó r g a n o s supranacionales (artículo 7 3 , segundo párrafo). vehículo para lograr la estabilidad monetaria como meta cons-
titucional (artículo 318, primer párrafo). A s í la nueva Consti-
La n u e v a Ley F u n d a m e n t a l contiene también valiosos as- tución inmuniza el sistema monetario contra las tentaciones
pectos. Merece mayor atención el amplio conjunto de derechos populistas de la clase política.
h u m a n o s , flanqueado por el m e c a n i s m o del amparo. M u c h o s
de n o s o t r o s , los constitucionalistas, que p r e c o n i z a m o s un as- Otras facetas novedosas impiden un balance netamente po-
c e t i s m o j u r í d i c o , h e m o s aprendido que el r e c h a z o de una "lí- sitivo de la nueva Constitución. Sería prematuro j u z g a r la con-
rica c o n s t i t u c i o n a l " a veces no da justicia a la fuerza integra- trovertida extensión del periodo presidencial a seis años con
tiva de u n a Constitución. R e c o n o c e m o s que, hasta cierto gra- posibilidad de reelección. Este dramático fortalecimiento del
do, la Carta M a g n a de un país siempre reflejará los profun- poder ejecutivo, rompe con una tradición constitucional. Por
dos anhelos de la ciudadanía. Por otro lado, la Asamblea Cons- otro lado, esta tradición se opuso a la exitosa i m p l e m e n t a c i ó n
tituyente no pecó por un exceso de precisión en cuanto al ám- de directivas políticas a largo plazo. La relativa inestabilidad
bito de los d e r e c h o s fundamentales y sus limitaciones. Exige de puestos directivos fue -y e s - una hipoteca para el desarro-
un manejo prudente la m á x i m a que afirma que todo acto del llo continuo de muchos países en todo el hemisferio. Crece
Poder Público que viola las garantías fundamentales y la ley más aún la influencia presidencial con la eliminación de la
es "nulo" (artículo 25). Una aplicación literal que significa- necesaria ratificación por parte del C o n g r e s o a los ascensos
ría la a n a r q u í a j u r í d i c a tendrá que ceder al paso respecto a la de los grados superiores en las fuerzas militares.
seguridad j u r í d i c a y la res judicata, también valores de rango M u c h o dependerá de un sano funcionamiento de los meca-
c o n s t i t u c i o n a l , para evitar una erosión de toda autoridad pú- nismos de control del poder ejecutivo y del desarrollo de una
blica. La n u e v a Constitución se muestra abierta y deferente nueva ética en el servicio público. Son finalidades que una
con los tratados internacionales sobre derechos h u m a n o s (ar- Constitución puede alimentar, pero no puede garantizar. Esta
tículo 2 3 ) . A s í se mantiene un afortunado p r o c e s o de osmosis consideración se aplica con mayor fuerza al nuevo Poder Ciu-
con los valores elementales del m o d e r n o orden internacional. dadano y los órganos que lo integran (título V, capítulo IV).
En la relojería estatal la nueva Constitución fortalece la Exige una evaluación prudente la eliminación del Senado.
jurisdicción constitucional, estableciendo una sala constitucio- La desaparición de la C á m a r a Federal debilita el "federalis-
nal del Tribunal Supremo de Justicia (título VIII, capítulo I). m o " venezolano. Por otro lado acaba con un camuflaje de un
Este fortalecimiento de la rama judicial es un aporte al necesa- sistema esencialmente centralista que es distinto a los m o d e -
rio potencial para asegurar la normatividad de los principios los de un federalismo auténtico.
constitucionales en la realidad jurídica.
Finalmente, presentan rasgos muy problemáticos las nor-
La extensión de la participación en el ejercicio del p o d e r mas constitucionales sobre el sistema s o c i o - e c o n ó m i c o (títu-
político es un importante m e c a n i s m o para activar el espíritu lo VI). Se consolida la tendencia prevaleciente hacia una pre-
cívico en contra del letargo político. C o n v i e n e reservarse el sencia excesiva del Estado en el sector e c o n ó m i c o . Se reduce
pronóstico de cómo iepercuiirán estos elementos de deniocia- la protección a la inversión extranjera (artículo 3 0 1 ) . Tal re-
cia directa sobre la reestructuración del sistema de partidos y greso a los dogmas del siglo pasado se enfrenta con las ten-
sobre un b a l a n c e entre los poderes ejecutivo y legislativo. dencias modernas en un m u n d o globalizado.
PRÓLOGO

C o m o todas las constituciones, la nueva Ley F u n d a m e n -


tal de Venezuela refleja tanto la c o n s a g r a c i ó n de valores du- Introducción
rables, c o m o las volátiles tendencias presentes en su cuna. A
pesar de su a m b i c i o s o volumen, la nueva Constitución deja
largo espacio a un desarrollo responsable por parte de los órga-
nos legislativos y de la jurisdicción constitucional.

Se espera q u e en esta labor de desarrollo sirva de orien- I. U n a Constitución es primero y antes que todo una decisión
tación la valiosa obra del Dr. Ricardo C o m b e l l a s . política, la decisión política fundamental sobre la que se cons-
truye la arquitectura institucional del Estado. Recordemos con
1
L a s s a l l e que una Constitución responde p r i m i g e n i a m e n t e a
Matthias Herdegen
m o t i v a c i o n e s políticas, y sólo s e c u n d a r i a m e n t e a elucubra-
ciones jurídicas. Corresponde, eso sí, a los juristas comprender
e interpretar la Constitución una vez aprobada, c o m o n o r m a
jurídica con vocación de normatividad, válida, legítima, efec-
tivamente cumplida. La presente publicación pretende ser una
iniciación a su mejor entendimiento. Los lectores j u z g a r á n su
valor y utilidad.

Pero, reafirmo, la Constitución como decisión política de


reciente data, obra de una A s a m b l e a Nacional Constituyente
que recabó para sí el poder originario, requiere, exige por así
decirlo, una introducción política. No otra cosa pretenden es-
tas líneas.

Para c o m e n z a r me voy a tomar la libertad de transcribir


una larga y luminosa cita de Karl Marx, tomada de las prime-
ras líneas de El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, suerte
de apoyatura de una primera reflexión. C o m i e n z a M a r x por
r e m e m o r a r a Hegel c u a n d o alguna vez dijo que los grandes
hechos y personajes de la historia universal aparecen dos ve-
ces; para luego el renano suplir un olvido del eminente repre-
sentante de la filosofía clásica alemana: una vez c o m o trage-
dia y la otra c o m o farsa. A continuación escribe las frases que
capturan la imaginación del menos imaginativo de los lectores.
Matthias Herdegen Dice Marx:

Catedrático de D e r e c h o Público e Internacional y Vicerrector "Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen
en la R h e i n i s c h e Friederich Wilhelms - Universitát de B o n n . a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos
Profesor H o n o r a r i o de la Pontificia Universidad J a v e r i a n a de
Bogotá. M i e m b r o de la Escuela Global de Derecho de la Uni- 1. LASSALLE, Ferdinand. ¿Qué es una Constitución?, Ediciones Siglo Vein-
versidad de N u e v a York. te, Buenos Aires, 1964.
INTRODUCCIÓN DERECHO CONSTITUCIONAL XIII

mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuen- nuestra turbulenta historia,, y sólo reivindicadas bajo el princi-
tran directamente, que existen y les han sido legadas por el pio alternativo escrupulosamente respetado por los gobiernos
pasado. La tradición de todas las generaciones muertas opri- surgidos bajo la égida de la injustamente denostada Constitu-
me como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando és- ción de 1961.
tos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a
"La continuación de la autoridad en un mismo individuo
transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épo-
frecuentemente ha sido el término de los Gobiernos Democrá-
cas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran
ticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas
temerosos en su auxilio los espíritus del pasado, toman pres-
populares, porque nada es tan peligroso como dejar permane-
tados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para
cer largo tiempo en un mismo Ciudadano el Poder. El Pueblo
con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado,
se acostumbra a obedecerle, y él se acostumbra a mandarlo;
representar la nueva escena de la historia universal" }
de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un justo celo
La Constitución de 1999 ha conjurado, ha invocado c o m o es la garantía de la Libertad Republicana, y nuestros Ciuda-
nunca se había hecho en nuestra historia republicana, el espíri- danos deben temer con sobrada justicia que el mismo Magis-
tu de Bolívar. Ojalá estemos a la altura del c o m p r o m i s o , y no trado, que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpe-
c o n v i r t a m o s , por nuestras acciones y o m i s i o n e s , en farsa, su tuamente".*
i m p e r e c e d e r o mensaje libertario.
Mitificar a Bolívar, convertirlo en un símbolo huero al ser-
Tal c o m p r o m i s o c o m i e n z a por cumplirla, lo que significa vicio de una causa, por más legítimos que sean sus propósi-
respetarla, hacer letra viva sus postulados n o r m a t i v o s . B o l í - tos, es un flaco servicio a la m e m o r i a del gran h o m b r e . Res-
var tenía no sólo muy claro, sino muy en alto, la i m p o r t a n c i a catar el pensamiento vivo de Bolívar es un propósito loable,
del imperio de la ley por sobre el voluntarismo político. En- no así el instrumentalizarlo en una función de intereses par-
tre muchos testimonios baste recordar dos. ciales, claramente identificados. Si la mitificación de Bolívar
ha sido nefasta, no lo es menos su ideologización, como manto
En una misiva dirigida a Pedro Gual, el 16 de septiembre de
encubridor de acciones h u m a n a s reñidas con su mensaje más
1821, vuelca sus deseos de reconocimiento por la posteridad:
profundo.
"Vd. Me dice que la historia dirá de mí cosas magníficas.
Yo pienso que no dirá nada tan grande como mi desprendi- En fin, desafío grande el de una Constitución bautizada en
miento del mando, y mi consagración absoluta a las armas honor a Bolívar. Ojalá sea un factor de integración, no de divi-
para salvar al gobierno y a la patria. sión y odio entre los venezolanos. El camino apenas comienza.

"La historia dirá: "Bolívar tomó el mando para libertar


a sus conciudadanos, y cuando fueron libres, los dejó para que II. Los primeros pasos no han sido precisamente felices para
3
se gobernasen por las leyes, y no por su voluntad". la nueva Constitución, arrastrando fallas que se remontan al
El otro testimonio proviene del célebre Discurso p r o n u n - proceso de su elaboración. Un porcentaje a p r o x i m a d o al cua-
ciado ante el Congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819, renta por ciento de los electores fue minúsculamente represen-
palabras tantas veces burladas por caudillos y d i c t a d o r e s , en tado en la Asamblea Nacional Constituyente. A d e m á s , la ma-
yoría se hizo arrogante y sectaria, perdiendo toda generosidad,
c u a n d o en la última etapa de la e l a b o r a c i ó n c o n s t i t u c i o n a l
2, M A R X Karl. "F.l Dieciocho Brumario de Luis BonaDarte". en Karl Marx y
Federico Engels, Obras escogidas, Editorial Progreso, Moscú, 1969, p. 99. apresuró sin ninguna clase de escrúpulos su aprobación, aban-
3. BOLÍVAR, Simón. Obras completas, Editorial Lex, La Habana, I, 1950.
p. 590. 4. Ibid., III, p. 676.
DERtCHO CONSTITUCIONAL XV

d o n a n d o d e s c a r a d a m e n t e lo que constituye la esencia de una política que había extraviado el r u m b o , sorda ante el anhelo
a s a m b l e a d e m o c r á t i c a : la deliberación. No nos s e g u i m o s por de transformación que solicitaba a gritos la mayoría de los ve-
el sabio consejo de Hannah Arendt: "Cuantos más puntos de nezolanos. Después del 27 de febrero sucedió en Venezuela
vista existen en un pueblo para examinar el mundo que a to- algo parecido, mutatis mutandi, a lo que captó un o b s e r v a d o r
dos hospeda y a todos se presenta en igual medida, la nación perspicaz de los iniciales sucesos de la Revolución F r a n c e s a :
5
será más grande y abierta". "La dificultad no estriba en hacer salir al pueblo a la calle,
6

Tal cruda situación, donde más de una vez los constituyen- sino en hacerlo entrar nuevamente en sus casas". La apues-
tes nos preguntamos angustiosamente en torno a qué realmente ta por la convocatoria de la constituyente dentro de los canales
se había aprobado, amordazado como había sido el debate, rin- autorizados por la Constitución también la perdí. C u a n d o el
dió frutos amargos: uno fue el proyecto de Constitución que fir- huracán constituyente se apoderó del país, las fórmulas j u r í -
m a m o s en acto solemne los constituyentes el 19 de n o v i e m - dicas se doblegaron ante el poder constituyente del pueblo. No
bre de 1999; no fue exactamente el m i s m o el sometido al pue- había alternativa. Gracias a Dios la transición fue pacífica y
blo en el referéndum del 15 de d i c i e m b r e ; un tercer texto se se respetaron, lo que no es poca cosa, los derechos h u m a n o s
publicó en la Gaceta Oficial del 30 de diciembre; y todavía de los venezolanos.
tuvimos que esperar el 24 de marzo del 2000 para subsanar los La clase política había perdido su capacidad de c o n d u c -
"errores de gramática, sintaxis y e s t i l o " en que se había incu- ción de la sociedad, ya no era una clase dominante, por lo m e -
rrido. M u c h o s constituyentes ignoramos cuando se había apro- nos en términos estrictamente políticos. Vale aquí la certera
bado la Exposición de Motivos de la Constitución, pero p o - reflexión de Tocqueville, tal c o m o lo estampó en sus Recuer-
niendo la carreta delante de los b u e y e s , nunca lo fue antes de dos de la Revolución de 1848:
sancionarse la Constitución.
"Cuando trato de ver, en los diferentes tiempos, en las
La Constitución, es la cruda verdad, no fue refrendada por diferentes épocas, en los diferentes pueblos, cuál ha sido la
el voto favorable de la mayoría de los venezolanos, el mejor re- causa eficiente que ha provocado la ruina de las clases que
galo, el más preciado y duradero, que se le puede ofrecer a una gobernaban, veo perfectamente tal acontecimiento, tal hom-
Constitución. A ello se agregó la aprobación de un régimen de bre, tal causa accidental o superficial, pero podéis creer que
transición discutible y discutido, cuyo mayor reproche estu- la causa real, la causa eficiente que hace que los hombres
vo en su c o n t r a d i c c i ó n con el espíritu que i l u m i n a el texto pierdan el poder es que se han hecho indignos de ejercerlo " J
fundamental.
Los muertos que entierren a sus muertos. Pasemos por en-
cima de las tumbas. Miremos hacia adelante, e intentemos rom-
III. El autor de esta líneas no puede, no quiere por lo d e m á s , per la maldición de Sísifo que ha perseguido nuestra traumá-
ser pesimista. Volver la mirada atrás apareja correr el riesgo tica historia constitucional. C o n la Constitución y a través de
de la mujer de Lot. La historia es lo que ha sido, no lo que pu- la Constitución, creando un sentimiento constitucional en la
do haber sido. Yo aposté por la reforma constitucional entre ciudadanía, luce m u c h o más seguro el éxito de la transforma-
los años 1989 y 1995, c u a n d o todos los partidos representa- ción institucional que inaugura la nueva Carta M a g n a .
dos en el C o n g r e s o , sin excepción, se habían c o m p r o m e t i d o
con impulsarla. Perdí la apuesta ante la ceguera de una clase 6. CASIMIR-PÉRIER, citado por Louis Medellin. Los hombres de la Revo-

• Eacioii F i d i n c ¿ a , j d v i t i V c i g d i d I . ü i i o i - Tcicei Mundo Editores, Bogotá,
1989, p. 10.
5. ARENDT, Hannah, citada por Paolo Flores D'Arcais. Hannah Arendt. 7. TOCQUEVILLE, Alexis. Recuerdos de la Revolución de 1848, Editora
Existencia y libertad, Editorial Tecnos, Madrid, 1996, p. 18. Nacional, Madrid, 1984, p. 70.
IV. L u e g o de la llamada relegitimación de los poderes, el 30
de j u l i o del 2 0 0 0 , se han despejado todas las dudas sobre la
Índice general
plena vigencia de la C o n s t i t u c i ó n . H a c e m o s votos p o r q u e se
respete, p r o t e g i e n d o los derechos h u m a n o s y fortaleciendo la
i n d e p e n d e n c i a y a u t o n o m í a de las cinco r a m a s del Poder Pú-
blico N a c i o n a l . De ello, así c o m o de la efectiva voluntad de
hacer realidad la división vertical de los p o d e r e s , gracias al
impulso efectivo del federalismo c o o p e r a t i v o , d e p e n d e r á el
éxito de la Constitución. P o s t e r i o r m e n t e , en una oportunidad PRÓLOGO VII
que abrigo que no sea lejana, t e n d r e m o s que abordar necesa-
riamente aspectos puntuales de reforma, que coadyuven, si esa INTRODUCCIÓN XI
es la voluntad m a y o r i t a r i a de los v e n e z o l a n o s , a p r o t e g e r y
realizar mejor sus valores y principios más preciados. I. C O N S T I T U C I Ó N Y D E R E C H O C O N S T I T U C I O N A L

La percepción de la Constitución a construir en la prácti- NOCIONES FUNDAMENTALES 1


ca c o t i d i a n a d e b e ser la que se i n c r u s t e en los c i u d a d a n o s 1. El D e r e c h o Constitucional:
c o m o e s c u d o protector de sus libertades, nunca la que instru- ámbito y objeto de estudio. 1
mentaliza el gobernante para enmascarar otras finalidades. La 2. Orígenes y desenvolvimiento histórico
peor Constitución es la que se transmuta en ilusión. Concluya- del Derecho Constitucional. 3
mos, como empezamos, con Marx, quien tanto luchó por desen- 3. P o d e r constituyente y soberanía popular. 6
mascarar las ilusiones h u m a n a s : 4. Funciones de la Constitución. 9
"La exigencia de abandonar las ilusiones acerca de una 5. Breve retrospectiva
situación es la exigencia de abandonar una situación que del constitucionalismo venezolano. 12
necesita de las ilusiones" 6. La Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela. 18

II. L O S P R I N C I P I O S F U N D A M E N T A L E S 27

1. Sobre el P r e á m b u l o . 27
2. Noción de principios fundamentales. 30
Principios y valores superiores.
3. La doctrina bolivariana. 31
4. La soberanía popular y el principio d e m o c r á t i c o . 33
5. El concepto de Estado democrático y social
de derecho y de justicia. 35
6. Los valores superiores. 36
7. Los fines esenciales del Estado. 41
8. El Estado federal descentralizado. 42
9. Los principios del gobierno. . 43
8. MARX, Karl. Escritos de juventud. Instituto de Estudios Políticos, UCV, 10. El idioma oficial y los símbolos de la patria. 44
Caracas, 1965, p. 72.
XVIII ÍNDICE DERECHO CONSTITUCIONAL XIX

II. L O S E S P A C I O S G E O G R Á F I C O S VIL EL P O D E R L E G I S L A T I V O N A C I O N A L 135


í LA D I V I S I Ó N P O L Í T I C A 47_ 1. C o n c e p t u a l i z a c i ó n del sistema presidencialista
1. El territorio y el Estado. 47 venezolano. 135
2. Los espacios geográficos y la nueva Constitución. 48 2. El Poder Legislativo Nacional,
3. La división política. 52 la A s a m b l e a Nacional y el estatuto del D i p u t a d o . 140
4. El Distrito Capital. 53 3. La función legislativa. 146

¿V. L O S D E R E C H O S H U M A N O S 57_ VIII. E L P O D E R E J E C U T I V O N A C I O N A L 153

1. Los derechos h u m a n o s 1. La elección del Presidente, la reelección


y su d e s e n v o l v i m i e n t o histórico. 57 y la duración del m a n d a t o . 153
2. C o n c e p t u a l i z a c i ó n de los derechos h u m a n o s 2. El Presidente c o m o jefe del Estado
en la Constitución de 1999. 62 y jefe del G o b i e r n o .
3. Los derechos h u m a n o s , su desarrollo legal Las atribuciones presidenciales. 159
y el principio de la reserva de ley. 3. El Vicepresidente Ejecutivo. 162
Los límites de los derechos h u m a n o s . 64 4. Los Ministros y el Consejo de M i n i s t r o s . 165
4. Clasificación de los derechos h u m a n o s . 5. La Procuraduría General de la R e p ú b l i c a
D e r e c h o s h u m a n o s y garantías institucionales. 68 y el Consejo de Estado. 168
5. El valor de la igualdad y sus implicaciones. 69
IX. E L P O D E R J U D I C I A L
6. El sistema constitucional de protección
de los derechos h u m a n o s . 71 Y EL S I S T E M A DE J U S T I C I A 173
7. La nacionalidad y la ciudadanía. 74 1. La reforma judicial y la Constitución. 173
8. Breve relación de los derechos h u m a n o s 2. El Sistema de Justicia. 176
e x p r e s a m e n t e c o n t e m p l a d o s por la Constitución. 79 3. La función j u r i s d i c c i o n a l . 177
9. Los deberes constitucionales. 106 4. El estatus del j u e z . 179
5. El Tribunal S u p r e m o de Justicia. 181
V. EL P O D E R P Ú B L I C O 111
± , . 6. El gobierno, la administración
1. Principios rectores del Poder Público. 1 11 y el régimen disciplinario del P o d e r Judicial. 185
2. La A d m i n i s t r a c i ó n Pública. 112
X. EL PODER C I U D A D A N O 189
3. La función pública. 113
4. Los contratos de interés p ú b l i c o . 115 1. El Poder Ciudadano y el Consejo Moral Republicano. 189
5. Las relaciones internacionales. 116 2. El Defensor del Pueblo. 195
3. El Fiscal General de la República
EL ESTADO FEDERAL DESCENTRALIZADO 121
y el Ministerio Público. 199
1. La contradictoria arquitectura federal 4. La Contraloría General de la República. 201
del Estado v e n e z o l a n o . 121
XI. EL P O D F R FI.F.CTORAÍ 203
2. Lá'desc'ehfráiizacion fiscal. 125
3. El gobierno estadal. 127 1. El Poder Electoral. 203
4. El M u n i c i p i o . 129 2. Los órganos del Poder Electoral. 207
.X ÍNDICE

XII. E L S I S T E M A S O C I O E C O N Ó M I C O 209

1. Principios y e l e m e n t o s básicos
del s i s t e m a s o c i o - e c o n ó m i c o
/. Constitución
en la Constitución bolivariana.
2. E v a l u a c i ó n de la Constitución e c o n ó m i c a de 1999.
209
219 y Derecho Constitucional
XIII. LA S E G U R I D A D DE LA N A C I Ó N 225
Nociones fundamentales
XIV. L A P R O T E C C I Ó N D E L A C O N S T I T U C I Ó N 233

1. La garantía de la Constitución. 233


2. Los estados de excepción. 239

245 EL DERECHO CONSTITUCIONAL:


V. LA R E F O R M A DE LA CONSTITUCIÓN
ÁMBITO Y OBJETO DE E S T U D I O
_ 245
1. La revisión de la Constitución.
249
2. La e n m i e n d a y la reforma constitucional. El Derecho Constitucional es una rama del Derecho Público que
251
3. La A s a m b l e a Nacional Constituyente. tiene por objeto el estudio de las normas fundamentales atinentes
ÍNDICE DE LEGISLACIÓN REGLAMENTARIA a la organización del Estado y sus relaciones con los ciudada-
>E LA C O N S T I T U C I Ó N 255 nos. El Derecho Constitucional contempla de forma sobresalien-
te el estudio de los derechos fundamentales de la persona h u m a -
na, sus garantías y mecanismos de promoción y fomento por par-
1. Legislación m e n c i o n a d a te del Estado, en función del alcance de su plena realización.
en las disposiciones transitorias de la Constitución. 255
2. Otra legislación. 256 El Derecho Constitucional puede enfocarse también desde la
perspectiva de las llamadas condiciones o supuestos existencia-
\DICE ANALÍTICO 259 Íes del Estado: el territorio o condiciones geográficas del Esta-
do; la población, integrada como pueblo en una c o m u n i d a d de
sentido; la n a c i ó n , entendida como expresión de la conciencia
histórica y política de un pueblo d e t e r m i n a d o ; y el poder políti-
co, o manifestación del poder al servicio de la integración de la
c o m u n i d a d y la decisión sobre sus metas colectivas.

El ámbito del Derecho Constitucional no es estático, pues de-


pende de circunstancias histórico-concretas en el desarrollo del
Estado, así c o m o de sus relaciones con los ciudadanos. Tradicio-
nalmente el D e r e c h o Constitucional ha sido dividido en dos par-
tes: la llamada parte dogmática, concentrada en el estudio de los
llamados derechos fundamentales (o derechos humanos de acuer-
do a la terminología utilizada por la vigente Constitución), su re-
c o n o c i m i e n t o e x p r e s o , así c o m o sus garantías protectoras; y la
CONSTITUCIÓN Y DERECHO CONSTITUCIONAL! NOCIONES FUNDAMENTALES DERECHO CONSTITUCIONAL 3

llamada parte orgánica, que atiende a la organización del poder ORÍGENES Y DESENVOLVIMIENTO HISTÓRICO
del Estado, su distribución en ramas, su división horizontal y ver- DEL D E R E C H O C O N S T I T U C I O N A L
tical, y el estudio de las competencias o esferas en que se delimi-
tan las funciones de las unidades de poder estatal.
El D e r e c h o Constitucional es una r a m a del Derecho Público re-
En suma, el ámbito del Derecho Constitucional va a depen- lativamente nueva. Si bien tiene antecedentes que se remontan
der del orden de las relaciones entre el Estado y la sociedad ci- por lo m e n o s a la Carta Magna de 1215 en Inglaterra, d o n d e se
vil. Si se perciben como dos esferas separadas, con m í n i m a s re- protegen los p r i v i l e g i o s de los e s t a m e n t o s (la Iglesia y la no-
laciones entre sí, donde se circunscriben a lo mínimo indispen- bleza) del poder arbitrario del rey, y al sistema representativo in-
sable las funciones del Estado, el D e r e c h o Constitucional tiene cipiente, desarrollado p r i m i g e n i a m e n t e por las Cortes españolas
un á m b i t o de estudio restrictivo y claramente definido, al estar ya en el siglo XIV, adquiere perfil propio y definitivo c o m o con-
fuera de la actividad estatal un fértil c a m p o de actividad huma- secuencia de la entronización de las llamadas revoluciones libe-
na; si se perciben como dos esferas interconectadas, con profu- ral-burguesas de fines del siglo X V I I I , con sus dos grandes hi-
sas r e l a c i o n e s entre sí, el á m b i t o del D e r e c h o C o n s t i t u c i o n a l tos en la R e v o l u c i ó n A m e r i c a n a , que dio origen a los Estados
a u m e n t a , al crecer la presencia del Estado en la sociedad; por Unidos y a la aprobación de la primera Constitución moderna en
último, si el individuo y la sociedad son absorbidos por el Esta- el año de 1787, y la R e v o l u c i ó n F r a n c e s a , de fuerte irradiación
do (su culminación es el llamado Estado totalitario), se hipertro-
dada su influencia universal, con sus dos estandartes más cono-
fia el ámbito del Derecho Público, de tal manera que pierde su
cidos e influyentes: la Declaración Universal de los Derechos del
especificidad el Derecho Constitucional.
H o m b r e y del C i u d a d a n o , del año 1989, y la tormentosa histo-
Esta tajante conclusión nos lleva a precisar el meollo defini- ria de las Constituciones revolucionarias, que nos ofrece su tri-
dor del Derecho Constitucional: el reconocimiento de la autono- logía en los años 1 7 9 1 , 1793 y 1795, y su conclusión en la Cons-
mía individual, una dimensión de la libertad humana que el Es- titución napoleónica de 1799, que llevaría al E m p e r a d o r a pro-
tado no debe franquear, sino proteger. Sostengo la opinión de que ferir esta suerte de epitafio: "Ciudadanos, la Revolución se atie-
si no se da esta condición, no d e b e m o s hablar en propiedad de ne a los principios que le dieron inicio. Está terminada".
Derecho Constitucional, pues como señala Sartori: "Constitución
El d e s e n v o l v i m i e n t o histórico del D e r e c h o Constitucional
es el ordenamiento protector de las libertades del ciudadano".'
refleja la trayectoria del constitucionalismo, desde su surgimien-
Se me preguntará en torno a los Estados que tienen Constitución
to c o m o criatura de la Ilustración, h a s t a nuestros días. No es un
(con raras excepciones que confirman la regla, abrumadoramente
m o v i m i e n t o unilineal, amén de que adquiere peculiaridades pro-
los Estados c o n t e m p o r á n e o s exhiben una Constitución), pero no
pias de a c u e r d o con las vicisitudes de los Estados particulares y
g a r a n t i z a n las libertades c i u d a d a n a s . La respuesta es sencilla:
sus específicas tradiciones constitucionales. Sin embargo, pode-
tener una Constitución no convierte a un E s t a d o en un Estado
mos bosquejar cuatro grandes m o m e n t o s , que no etapas, pues no
constitucional. Sólo merece ese n o m b r e el Estado que proteja y
siguen n e c e s a r i a m e n t e una continuidad cronológica.
garantice los derechos y las libertades de sus c i u d a d a n o s .
El p r i m e r o sella sus orígenes, y se identifica con la protec-
ción de las libertades, tanto n e g a t i v a m e n t e concebidas (una es-
fera de a u t o n o m í a individual que el E s t a d o no puede avasallar),
las llamadas libertades civiles, e.g. la propiedad, la libertad de
prensa, el libre desarrollo de la personalidad, las libertades de
cultos, ideas y p e n s a m i e n t o ; c o m o p o s i t i v a m e n t e e x p r e s a d a s ,
1. SARTORI, Giovani. "Constitución", en Elementos de teoría política, Alianza
Editorial, Madrid, 1992, p. 19.
fundamentalmente en las d e n o m i n a d a s libertades políticas, e.g.
CONSTITUCIÓN Y DERECHO CONSTITUCIONAL! NOCIONES FUNDAMENTALES DERECHO CONSTITUCIÓN

el derecho al sufragio y las libertades de manifestación y asocia- sino que obliga a las instituciones del Estado a asumir su re
ción política, esta última conquistada luego de arduas luchas so- ción como c o m e t i d o prioritario. A este m o m e n t o pertenece
ciales. Las libertades se unen al principio de igualdad ante la ley bien la constitucionalización de los partidos políticos, insti
y a una concepción del Estado abstencionista, de mínima presen- nes de mediación entre la sociedad civil y el Estado, porta
cia en la sociedad. En todo caso, la primera etapa del constitu- incluso de mensajes ideológico-programáticos de transform
cionalismo se identifica con una fuerte carga de defensa axioló- social, que habían p e r m a n e c i d o prácticamente durante te
gica, manifestada en la divisa de la Revolución Francesa: liber- siglo XIX no sólo al margen de la Constitución, sino has
tad, igualdad y fraternidad. chazados y proscritos por la ley.
Un segundo m o m e n t o se c o r r e s p o n d e con el auge del para- El cuarto m o m e n t o se identifica con el Estado constit
digma positivista, la identificación del derecho con la ley, y la nal de derecho, es decir, el reconocimiento de la Constituci
pérdida de la sustancia valorativa que acompañó los orígenes del exclusivamente como el pináculo del ordenamiento jurídico
constitucionalismo. El d e r e c h o se agota en la ley, bastando las también como positivación de unos valores y principios su¡
formalidades de su aprobación para revestirla como tal, indepen- res, a los cuales sirve y que marcan la interpretación de tod
dientemente de su contenido. La Constitución no se concibe más normas y actos de relevancia jurídica. Expresión de la nue
que como un marco de referencia formal de la ley, nunca un lími- rarquía de la Constitución lo constituye la entronización del
te sustancial, ni menos una fuente autónoma y suprema de inter- cipio de la supremacía constitucional, gracias al cual tod(
pretación. El hermetismo legal positivista supone, en palabras de poderes del Estado están sujetos a la Constitución, pues a
Zagrebelsky: "Una reducción de todo lo que pertenece al mun- dentro del marco y los límites establecidos por la Constitu
do del derecho -esto es, los derechos y la justicia- a lo dispuesto El principio de la supremacía constitucional significa tan
por la ley. Esta simplificación lleva a concebir la actividad de que la Constitución ha dejado de ser un programa sin eficac
los juristas como un mero servicio a la ley, si no incluso como rídica directa, que se concreta en la voluntad del legislado:
su simple exégesis, es decir, conduce a la pura y simple búsque- manifestación en la sanción de la ley, para convertirse, sir
da de la voluntad del legislador"} gún género de dudas, en el fundamento j u r í d i c o de todo el
n a m i e n t o . Dicho con otras palabras, la Constitución se co:
Un tercer m o m e n t o del constitucionalismo es aquél unido a
ahora c o m o una t o t a l i d a d n o r m a t i v a d o t a d a de s e n t i d o ,
la lucha de las fuerzas sociales por hacerse un lugar en el dere-
c o m o un esquema formal y abstracto que se llena de cont<
cho, conquistando la cima de la Constitución. Es la lucha por el
en el ámbito c o m p e t e n c i a l de los órganos del Estado.
reconocimiento de los derechos sociales, por responsabilizar ac-
t i v a m e n t e al Estado en su procura, y por desformalizar, al lle- Este nuevo enfoque de la Constitución, que ha transfe
nar de contenido sustancial, el principio de igualdad. Forsthoff do profundamente el Derecho Constitucional contemporáne
conceptualizó el nuevo enfoque del Estado como Estado de la precisa en el concepto de Constitución normativa. La Con.
procura existencial, c o m p r o m e t i d o con la satisfacción de las ne- ción es la norma fundamental, de aplicación directa, que da ¡
3
cesidades mínimas de los seres h u m a n o s . La Constitución c o - do e interpreta el resto de las n o r m a s , que se integran y ai
mo concepto material, no sólo estampa en su seno los nuevos de- lan entre sí gracias a la Constitución. En suma, la Constiti
rechos (la educación, la salud, el trabajo y la seguridad social), es norma normarum, fundamento de legitimidad, principio i
nador y base de sustentación del resto de las normas juríd:

2. ZAGREBELSKY, Gustavo. E! derecho dúctil, Editorial Trotta, Madrid, 1995,- Con el objeto de garantizar la eficacia de la Constitución
p.33. mativa y el principio de la supremacía constitucional, se ha i
3. FORSTHOFF, Ernst. El Estado de la sociedad industrial, Instituto de Estu- rrollado la j u r i s d i c c i ó n constitucional, en nuestros días c<
dios Políticos, Madrid, 1975. tendencia a concentrarse en un único tribunal, el tribunal ce
6 CONSTITUCIÓN Y DERECHO CONSTITUCIONAL! NOCIONES FUNDAMENTALES
DERECHO CONSTITUCIONAL 7

tucional, o a especializarse en u n a sala del tribunal s u p r e m o . La


Históricamente la titularidad del poder constituyente ha varia-
j u r i s d i c c i ó n constitucional es, por sobre todo, una institución de
do, de acuerdo a la fuente de legitimidad que se reconozca en una
defensa de la Constitución, de protección y cabal interpretación
determinada comunidad política. Consecuencia del amplio espec-
de los valores, principios y n o r m a s constitucionales, garante de
tro de influencia de las revoluciones liberal-burguesas, se ha unl-
su real eficacia jurídica, de su normatividad.
versalizado la legitimidad popular como sustento de la titularidad
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de la soberanía en el Estado. De ahora en adelante la soberanía
(de ahora en adelante CB), tiene la vocación expresa de ser una reside en el pueblo, sujeto de su destino y fuente de la legitimi-
Constitución normativa; dependerá de los actores constituciona- dad del Estado democrático. La soberanía, sin embargo, hoy no
les (todos los órganos del Poder Público, pero también los ciu- puede ser concebida con los atributos de perpetuidad y carácter
dadanos y la sociedad civil), que ello se convierta en una efectiva absoluto que le endilgó Bodino en el siglo XVI, pues de ahora en
realidad, al regirse por ella y hacerla cumplir. En efecto, de for- adelante es limitada por unos derechos inalienables, superiores y
ma nítida e irreprochable, el constituyente así lo plasmó en el ar- anteriores al Estado, y porque el poder soberano es restringido por
tículo 7, correspondiente al título I de la C B , dedicado a los prin- la Constitución, manifestación culminante del imperio del dere-
cipios fundamentales: cho sobre la actuación de los gobernantes. Ya no podemos afirmar,
como sostenía Bodino, que el príncipe soberano está absuelto del
"La Constitución es la norma suprema y el fundamento del or-
poder de las leyes, pues en el Estado constitucional, los gobernan-
denamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejer-
tes ejercen el poder dentro del ámbito competencial establecido
cen el Poder Público están sujetos a esta Constitución ".
por la Constitución y reglamentado por las leyes.

E n , t é r m i n o s constitucionales, soberanía significa soberanía


PODER CONSTITUYENTE Y SOBERANÍA POPULAR popular, es decir fundamento del poder de los órganos del Esta-
do en los términos establecidos por la Constitución y las leyes.
El ejercicio de la soberanía popular puede ser directo, mediante
La Constitución es obra del poder constituyente, un poder supra-
referéndum u otras formas de consulta popular, o indirecto, me-
constitucional de naturaleza política, que da origen a la Constitu-
diante representantes electos. Así lo recoge la CB en su capital
ción. Dicho de otro modo, la Constitución es la cristalización j u -
artículo 5:
rídica de un acto constituyente. U n a vez creada, el poder c o n s -
tituyente se contrae, " d u e r m e " (nunca desaparece), y cobran ac- "La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien
tualidad los poderes constituidos, la organización institucional la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución
del poder establecido por la Constitución. En palabras de Bobbio: y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órga-
"Sólo el poder puede crear derecho y sólo el derecho puede limi- nos que ejercen el Poder Público. Los órganos del Estado ema-
4
tar el poder"'. Podemos definir entonces el poder constituyen- nan de la soberanía popular y a ella están sometidos".
te, c o m o la voluntad que configura la forma de organización po-
Esta norma sin duda puede calificarse de revolucionaria, pues
lítica de una nación. Establece las bases del pacto político y su
comporta un cambio de ciento ochenta grados en la historia cons-
concreción en la distribución de las ramas del Poder Público y
titucional venezolana, una suerte de ruptura epistemológica, cu-
sus relaciones con los c i u d a d a n o s .
yas derivaciones nos las deparará el futuro político de la nación.
Es así, pues, desde la Constitución primigenia de 1811 hasta el
texto de 1961; cierto que se veconocto la titularidad popular de la
soberanía, pero su ejercicio correspondió exclusivamente a los re-
4. BOBBIO, Norberto. El futuro de la democracia, Fondo de Cultura Econó-
presentantes electos. Es el modelo de democracia representativa
mica, México, 1986, p. 10.
que formalmente hemos conocido. A partir del texto de 1999, la
CONSTITUCIÓN Y DERECHO CONSTITUCIONAL: NOCIONES FUNDAMENTALES DERECHO CONSTITUCIONAL 9

soberanía puede ejercerla directamente el pueblo, gracias a los c e d i m i e n t o s de reforma, general o parcial, del texto fundamen-
amplios mecanismos de participación que regula la Constitución tal. No se trata de un poder superior a los poderes establecidos,
y es de esperar que continúen desarrollando las leyes. salvo en su específica misión revisora. A diferencia del poder
constituyente originario, el poder de revisión actúa en el marco
El poder constituyente es e s e n c i a l m e n t e un poder originario
y dentro de los límites establecidos por la Constitución.
que pertenece, repito, al pueblo c o m o titular de la soberanía. Sus
límites son metaconstitucionales, dada su jerarquía superior a los
"poderes establecidos", que no pueden colocarle obstáculos a su
actuación. Esos límites son: los derechos h u m a n o s , dada su con- FUNCIONES DE LA CONSTITUCIÓN
dición supraconstitucional y su carácter inalienable; la democra-
cia, c o m o m e t o d o l o g í a gracias a la cual se e x p r e s a la soberanía La Constitución es un concepto político, dada su fundamentación
popular. C o m o lo ha patentizado Kriele: "La idea de la democra- en una decisión del poder constituyente; y es un concepto jurídi-
cia es más poderosa que la Constitución, pues es el fundamento co, pues su configuración es jurídica, dado que se compone de
5
y presupuesto de su validez jurídica"; y la idea del d e r e c h o pre- valores, principios y n o r m a s , objetivados c o m o normas jurídi-
dominante en la comunidad política donde insurge el poder cons- cas, cierto que de jerarquía superior, por lo cual la Constitución
tituyente. Esto lo ha p l a s m a d o con c o n t u n d e n t e s a r g u m e n t o s el t a m b i é n recibe la d e n o m i n a c i ó n de Lex Superior. En suma, la
constitucionalista francés George Burdeau, que bien vale citar aquí C o n s t i t u c i ó n , al formalizar j u r í d i c a m e n t e las estructuras por
en su plenitud: "£7 poder constituyente es el poder creador del d o n d e se encauza la vida política, además de ser norma norma-
Estado; es el que incorpora una idea de derecho a un aparato rum del ordenamiento jurídico, tiene indubitables funciones que
de vías y medios capaces de procurar su realización. Como crea cumplir, consecuencia tanto de su faz política como de su faz ju-
el Estado, es exterior a éste y no puede estar limitado por las rídica. El maestro García-Pelayo ha elaborado una clarificado-
normas constitutivas del orden jurídico establecido. Desde el ra síntesis de las funciones de la Constitución que, exorcizada
punto de vista del Estado, el poder constituyente originario es la tentación del formalismo j u r í d i c o , el D e r e c h o Constitucional
un poder primario, incondicionado y completamente dueño de 7
no p u e d e eludir. A fin de cuentas, utilizando el símil del cuer-
las formas sobre las que actúa. Pero esta independa cesa res- po h u m a n o , el derecho es el esqueleto de las instituciones políti-
pecto a la idea de derecho, pues, como todas las formas de po- cas. En conclusión, siguiendo a García-Pelayo, las funciones de
der, el poder constituyente es tributario de una idea de derecho la Constitución son sus aportaciones positivas a:
que expresa y que lo legitima. No existe, pues, un poder constitu-
yente abstracto, válido, cualquiera que sea la sociedad consi- a) La integración nacional. La Constitución coadyuva a la in-
derada. Cada idea de derecho implica un poder constituyente tegración nacional a través de un proceso de conversión de la
que sólo vale con respecto a ella, y que deja de ser eficaz cuan- pluralidad inmanente a una sociedad democrática, en la unidad.
do la idea de derecho ya no es la dominante en el grupo". 6
El autor distingue la unidad por integración, construida por la
participación activa y ascendente de las partes integrantes, de la
Distinto al poder constituyente es el impropiamente d e n o m i - integración por dominación, impuesta desde arriba y unilateral-
nado " p o d e r constituyente c o n s t i t u i d o " , que se incorpora a la mente a la sociedad. La primera caracteriza un orden político de-
Constitución como poder de revisión, es decir, dentro de los pro- m o c r á t i c o , la segunda un orden político autocrático.

5. KKÍbLt, ¡víanin. Introducción a ia teoría del Estado; Ediciones Depaima,


Buenos Aires, 1980, p. 379.
6. BURDEAU, Georges. Derecho constitucional e instituciones políticas, 7. GARCÍA-PELAYO, Manuel. "La Constitución", en Obras completas, Cen-
Editorial Nacional, Madrid, 1981, pp. 109-110. tro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1991, pp. 2.919- 2.955.
10 CONSTITUCIÓN Y DERECHO CONSTITUCIONAL! NOCIONES FUNDAMENTALES DERECHO CONSTITUCIONAL 11

Una Constitución es un factor principalísimo de integración, c o n o c i d a frase: ¡Las bayonetas podrán vencer, p e r o , por sí so-
por ende se convierte en la m e d i d a de su eficacia, si logra unir, las, nunca convencer!
en un p r o c e s o permanente de actualización, a los ciudadanos en
torno a un orden de valores, ideas, creencias, principios, que co- c) La función de proporcionar un orden político estable para
hesionan el sistema político. Esta faceta también podría deno- el d e s a r r o l l o de la vida política. G a r c í a - P e l a y o h a c e hincapié
minarse como función ideológica de la Constitución. Igualmente aquí a las formas inmutables a las que han de adaptarse los ac-
la integración procedimental de la Constitución es s u m a m e n t e tos políticos mutables para que tengan validez. La Constitución,
importante para la estabilidad de un sistema político, gracias a la en efecto, es el marco normativo, previsible y duradero, que con-
observancia consensuada de las reglas de juego y los mecanismos tribuye a la estabilidad de un orden político. El p r o c e s o político
formales ampliamente aceptados, que ella incorpora a su seno, y bajo la égida de la Constitución, transcurre, incluso conflictiva-
que ofrecen viabilidad al libre discurrir de la vida política. m e n t e , dentro de los parámetros constitucionales. Es de recal-
car que el conflicto en un orden constitucional es agonal, pues
b) La Constitución como fundamento jurídico de la legitimi- no implica la aniquilación del adversario, y es m o r i g e r a d o por
dad. Lo q u e diferencia al " g o b i e r n o de las l e y e s " del "gobierno unas reglas de j u e g o ampliamente aceptadas. Por el contrario, el
de los h o m b r e s " está en la superación de la arbitrariedad del go- conflicto existencial o antagónico, donde el triunfo de un conten-
bernante por la previsión desapasionada de la ley. C o m o bien lo diente conlleva la aniquilación política del adversario (conside-
ha e x p r e s a d o B o b b i o : "El contraste entre las pasiones de los rado c o m o enemigo), pone en j a q u e y, llevado a sus últimas con-
hombres y el desapasionamiento de las leyes es el fundamento s e c u e n c i a s , termina r o m p i e n d o el orden constitucional.
de la identificación de la ley con la voz de la razón que es el
principio y el fin de la teoría del derecho natural de la antigüe- d) La función de ordenación del sistema jurídico. C o m o piná-
dad hasta nuestros días" } De allí el sentido de uno de los con- culo del ordenamiento j u r í d i c o , norma normarum, fundamenta-
ceptos jurídicos más grandiosos como obra de la civilización hu- ción de su unidad, en un orden de suprasubordinación normativa,
mana: el Estado de derecho, o el Estado y el gobierno fundamen- la Constitución cumple una importantísima función en aras de
tados en la Constitución y que actúan de acuerdo y m e d i a n t e las la sistematización y coherencia del fecundo y p e r m a n e n t e proli-
leyes. La Constitución fundamenta, pues, la legitimidad de los ferar de n o r m a s j u r í d i c a s . Esta función o r d e n a d o r a atiende al
poderes del Estado, impidiéndose así la arbitrariedad, el abuso principio de la j e r a r q u í a de las n o r m a s , elaboración teórica de
y el despotismo. Con la fortaleza del constitucionalismo, asocia- la llamada Escuela de Viena y del genio jurídico de uno de sqs
mos el gobierno inconstitucional con el gobierno ilegítimo, por integrantes, seguramente el jurista más influyente del siglo X X ,
lo cual estos gobiernos al intentar legitimarse, buscan, rápida, y H a n s Kelsen. En palabras de Kelsen, dicho principio se explica
hasta d e s e s p e r a d a m e n t e , recuperar la constitucionalidad, pues, así: "En razón del carácter dinámico del derecho, una norma só-
como lo recoge con su lucidez característica B o b b i o : "Sólo la lo es válida en la medida en que ha sido creada de la manera
justificación, cualquiera que ésta sea, hace del poder de man- determinada por otra norma. Para describir la relación que se
dar un derecho y de la obediencia un deber, es decir, transfor- establece así entre dos normas, una de las cuales es el fundamen-
ma una relación de mera fuerza en una relación jurídica". El 9
to de la validez de la otra, puede recurrirse a imágenes espa-
nudo poder es siempre precario e incapaz de darle cohesión y es- ciales y hablar de norma superior y de norma inferior, de subor-
tabilidad a un orden político. Parafraseando a nuestro m o d o una dinación de la segunda a la primera. Un orden jurídico no es un
sistema de normas yuxtapuestas y coordinadas. Hay una estruc-
7
tura jerárquica y sus normas se distribuyen en diversos estro- .
S. Í J O B O Í O , Nurt>cíto\ °EÍ pocici y cí uciccíiü '," en NorbcfíG rjobbííi y'Nlichcisi»
gelo Bovero, Origen y fundamento del poder político. Editorial Grijalbo,
tos superpuestos. La unidad del orden reside en el hecho de que
México, 1991, p. 31. la creación y por consiguiente la validez de una norma está de-
9. BOBBIO, Norberto. Ob. cit., p. 31. terminada por otra norma, cuya creación, a su vez, ha sido de-

\
12 CONSTITUCIÓN Y DERECHO CONSTITUCIONAL! NOCIONES FUNDAMENTALES DERECHO CONSTITUCIONAL 13

terminada por una tercera norma. Podemos de este modo remon- La tipología de L o e w e n s t e i n se inscribe dentro de la teoría
tarnos a la norma fundamental de la cual depende la validez del de los tipos ideales de Max Weber, construcción intelectual que
orden jurídico en su conjunto". 10
elige unilateralmente determinados rasgos de la realidad empíri-
ca y los e n c a d e n a en una estructura lógica y abstracta, con el fin
H e m o s hablado de p e r m a n e n c i a , estabilidad, durabilidad de
de " c o m p r e n d e r " la realidad, al dotar de significación la comple-
la Constitución. Ello nos obliga a realizar un paréntesis para acla-
j i d a d de los fenómenos sociales. Podemos entonces, grosso mo-
rar, así sea sucintamente, otro principio capital de la teoría cons-
do, afirmar que el constitucionalismo venezolano transita, peno-
titucional: la rigidez constitucional. Ello significa que la Consti-
sa y dialécticamente, un proceso de superación de la Constitución
tución goza de un procedimiento de revisión más riguroso que el
semántica, que no se ha concretizado plenamente en la Constitu-
de las leyes, con lo que se evita la tentación de cambiar la Cons-
ción normativa. Vivimos un momento predominantemente nomi-
titución, producto de las c o n t i n g e n c i a s y de las pasiones que so-
nal, con v o c a c i ó n de hacerse efectivamente n o r m a t i v o .
brevienen frecuentemente en la vida política. El procedimiento
de revisión lo contempla directamente la Constitución (vid. infra El enfoque racional-normativo no es suficiente para explicar
capítulo X V ) , p r e s e r v á n d o s e así un valor j u r í d i c o de p r i m e r or- el c o m p l e j o y difícil t e m a de los alcances y límites de la efecti-
den, c o m o lo es la seguridad j u r í d i c a . va fuerza n o r m a t i v a de nuestras constituciones. En otra oportu-
nidad intenté sistematizar las claves de comprensión de nuestro
déficit de Estado de d e r e c h o , no sólo en Venezuela, sino en el
BREVE RETROSPECTIVA ámbito latinoamericano en el cual nos encontramos insertos. Vale
DEL CONSTITUCIONALISMO VENEZOLANO- la pena explicitarlas n u e v a m e n t e aquí:

"Problemática compleja, que amerita todavía mucho estu-


Venezuela ha conocido veintiséis constituciones, un n ú m e r o , a dio e investigación, lo constituye el tema de las dificultades de
todas luces excesivo, que corrobora de entrada nuestra turbulenta preeminencia y consiguiente eficacia del Estado de derecho en
historia constitucional. Vamos a continuación a intentar desen- América Latina. Intentaré a continuación resaltar algunas ideas
trañar las claves de la retrospectiva, valiéndonos de la célebre y pautas que persiguen orientar su comprensión.
tipología de Karl L o e w e n s t e i n . " El j u r i s t a alemán distingue la Los supuestos y principios que dan sentido al concepto de
Constitución semántica, d o n d e p r e d o m i n a la idea de disfraz, de Estado de derecho, no están suficientemente enraizados, son frá-
m á s c a r a , que intenta encubrir los d e t e n t a d o r e s reales del poder, giles y precarios, en la tradición histórica de América Latina.
para quienes las normas son un s í m b o l o h u e r o de civilización, Por supuesto que hay diversos estadios de desarrollo, variables
pero no una prescripción de c o n d u c t a para la acción política; de grados de institucionalización, que dificultan establecer un pa-
la Constitución nominal, acorde con un contexto político donde trón común para todos los países de la región. No obstante, hay
el texto fundamental es l e g a l m e n t e válido pero no se c u m p l e en unos elementos que se presentan, bien que con acentuaciones di-
la realidad efectiva, su aplicación práctica es imperfecta; y de ferentes, en el común de los países latinoamericanos, y que han
la Constitución normativa, referida a una orden constitucional obstaculizado la entronización efectiva del Estado de derecho
válido y eficaz, sentido c o m o real, práctico y de cumplimiento como principio conftgurador de sus sistemas políticos. Expresio-
efectivo por una c o m u n i d a d nacional. nes de ello lo constituyen:

1 °. La violencia endémica que ha dificultado la estabilidad


10.KELSEN, Hans. Teoría pura tiei üeietho, Eudeba, Buenos Anos, 1960, p.
de los sistemas políticos de la región. Prerrequisito del Estado
147.
de derecho lo constituye la paz garantizada por el Estado, en
11. LOEWENSTEIN, Karl. Teoría de la constitución, Editorial Ariel, Barcelo-
tanto, siguiendo a la célebre definición de Max Weber: "comuni-
na (España), 1965.
CONSTITUCIÓN Y DERECHO CONSTITUCIONAL: NOCIONES FUNDAMENTALES
DERECHO CONSTITUCIONAL 15

dad humana que dentro de un determinado territorio (el "terrw


torio" es elemento distintivo), reclama (con éxito) para sí el mo- Un análisis más a fondo de esta problemática nos lleva al
2
nopolio de la violencia física legítima"' . La violencia privada, tema de la "discronía" del devenir latinoamericano, es decir, la
la violencia subversiva, la violencia paraestatal y la violencia amplitud de desfases y desniveles de los distintos componentes
sin control del estamento militar, constituyen ejemplificaciones (jurídico, político, económico, técnico) de la realidad, que obs-
de la incapacidad manifestada con frecuencia por el Estado en taculizan una tendencia coherente de desarrollo histórico.
América Latina, de monopolizar legítimamente la violencia. 4°. Un elemento a destacar como obstáculo al despliegue del
2 ° . La ausencia o, más bien, pálida presencia de una socie- Estado de derecho en América Latina lo ha sido la excesiva per-
dad civil rica, compleja, con múltiples lazos asociativos, autóno- sonalización del poder, personalización que ha tenido lamenta-
ma y orgulloso de su obrar independiente respecto al Estado. Re- blemente mucho más un sesgo autoritario que un sesgo democrá-
almente, en América Latina, el Estado si no precedió, siempre tico. Nuestra cultura política ha revestido una fuerte impronta
ha prevalecido sobre la sociedad civil. La precariedad organi- del "gobierno de los hombres" sobrepuesto al "gobierno de las le-
zativa del asociacionismo social y los bajos niveles de concien- yes". En otras palabras, el predominio de la voluntas sobre la ra-
tio, el derecho como mero instrumento de la voluntad de poder,
cia de nuestro pluralismo social, constituyen los síntomas más.
así sea revestido de la más hermosa ideología, y no el poder en-
señalados de su debilidad.
marcado y limitado racionalmente por el derecho.
o
3 . Su correlato ha sido un Estado al unísono hipertrofiado
y débil, con excesiva presencia en la sociedad civil y desestimu- 5°. Como consecuencia, el desequilibrio de las esferas inves-
lador de iniciativas. Populista en su conformación y aún sin po- tidas de autoridad, los "poderes" del Estado, es excesivo. El Po-
der romper con su tradición patrimonialista, ha tenido enormes der Ejecutivo y su expresión en la institución presidencial, no
dificultades, pese a todos los esfuerzos de las nuevas ideas, de sólo predomina, sino que tiende a doblegar, a imponerse sobre
los otros "poderes " del Estado, y fundamentalmente sobre el Po-
ensamblarse la armadura del Estado de derecho. Las reflexio-
der Judicial, una institución frágil supeditada a designios exte-
nes de Octavio Paz sobre el Estado mexicano constituyen un de-
riores. La subordinación de los jueces, la pérdida de su necesa-
nominador común al Estado latinoamericano: "Como propieta-
ria independencia, constituye la remora más perniciosa a la vi-
rio fue inhábil: los subsidios y las nacionalizaciones crearon una
gencia del Estado de derecho, en la medida en que la ausencia
inmensa burocracia no pocas veces corrupta. Como filántropo
de la certeza de las garantías jurisdiccionales menoscaba los
fue caprichoso y manirroto: gastó mucho y ayudó a pocos y mal.
n
derechos fundamentales del ciudadano y erosiona las más no-
No sería misericordioso continuar".
bles intenciones. Sin seguridad jurídica, sin credibilidad en una
Para el Estado en América Latina el Estado de derecho ha cons- justicia imparcial, el Estado de derecho pierde la sustancia nu-
tituido una suerte de corsé molestoso de ceñir, no porque lo as- triente de su eficaz objetividad.
fixia sino porque lo descose y rompe al más tenue movimiento. o

El Estado de derecho ha constituido un concepto más formal que 6 . La dificultad de erección de sistemas políticos democrá-
ticos y su necesaria consolidación y perfeccionamiento, ha cons-
real, más adjetivo que sustantivo, dada las dificultades, que no
tituido un obstáculo a la institucionalización del Estado de de-
hemos podido definitivamente resolver, de equilibrar y coordi-
recho en nuestras latitudes. Si tarea nada fácil ha sido instau-
nar adecuadamente las relaciones Estado-sociedad civil.
rar sistemas políticos democráticos en América Latina, un reto
mayor lo constituye la democratización del Estado y la sociedad
12.WEBER, Max. El político, v ej.científico, Alianza_Editorial,_Madrid,_l?67,
; •ir,- i i • ' * ' 1 T— * 1 J

p. 83. «.íV'í».vi no avanza iu aeniocrauzacíüii no'UVÚIH.Ú et L.¿ÍUUU de


13. PAZ, Octavio. Pequeña crónica de grandes días, Fondo de Cultura Econó- derecho. Ambos conceptos se encuentran consustanciados. Sin
mica, México, 1990, p. 69.
democracia no hay despliegue de libertades, no hay una opinión
pública abierta, no hay posibilidad de resolver pacíficamente los
CONSTITUCIÓN Y DERECHO CONSTITUCIONAL! NOCIONES FUNDAMENTALES DERECHO CONSTITUCIONAL 17

conflictos, en base al reconocimiento del pluralismo político y món Bolívar, las cavilaciones luminosas de Fermín Toro y Pe-
social. Sin democracia se dificulta el control del poder y se abren dro Gual, la voluntad creadora de Miguel Peña o el denso huma-
las compuertas de la arbitrariedad. Por tanto, sin democracia nismo de Cecilio Acosta; y en el siglo XX, la analítica sociolo-
nunca gozaremos de un efectivo Estado de derecho. El Estado de gía positivista de Laureano Vallenilla, José Gil Fortoul y Pedro
derecho es precario en buena medida, dado los pocos avances Manuel Arcaya, y más recientemente, el talante liberal progresis-
democratizadores de los sistemas políticos de América Latina " . H
ta de Arturo Uslar Pietri, Alberto Adriani, Mario Briceño Irago-
rry y M a n u e l Egaña, como la determinante influencia democrá-
Venezuela, es justo mencionarlo, ha sido un país de sueños cons-
tica y social de R ó m u l o Betancourt, Jóvito Villalba, Rafael Cal-
titucionales. En sus constituciones se ha intentado no sólo prote-
dera, R a m ó n E s c o v a r Salom, E r n e s t o Silva Tellería y A n d r é s
ger las libertades ciudadanas, sino dibujar un programa que reco-
Eloy B l a n c o , pecando yo de m e z q u i n o , y seguramente de injus-
ja los anhelos de superación de su pueblo. Prueba de ello son, tanto
to, al sólo citar algunos.
sus numerosas cristalizaciones en textos fundamentales, como lo
que revelan los momentos históricos en que se elaboraron. Dentro de la frondosa trayectoria constitucional de Venezue-
la, son dignos de citar hitos cruciales, que llegaron a generar ver-
Esos m o m e n t o s no dudo en calificarlos de m o m e n t o s consti-
daderas batallas constitucionales, y que no pueden pasar desaper-
tuyentes, d o n d e , gracias a la convocatoria de un m a g n o cuerpo
cibidos a la serena y objetiva evaluación del historiador. Esos
representativo, se formalizó en un documento escrito una renova-
hitos constitucionales son, siguiendo el patrón cronológico de su
da institucionalidad. Sin embargo, aunque la tarea m u c h a s ve-
aprobación, los siguientes:
ces resultó frustrante, cobijados bajo el ideario r e p u b l i c a n o , fue
s e d i m e n t a n d o un conjunto de valores y principios que no han 1811. Constitución fundadora del Estado-nación que l l a m a m o s
a c a b a d o de insertarse en un a d e c u a d o marco institucional. La Venezuela.
tensión y en definitiva, la brecha entre la Constitución formal y
1819. Constitución donde cristalizó buena parte del ideario cons-
la Constitución real, ha sido difícil de reducir. Incluso, en algu-
titucional del Libertador.
nos m o m e n t o s , adrede visión de la clase dirigentes, la Constitu-
ción formal no pretendió ser otra cosa que una a d o r n a d a facha- 1 8 2 1 . Constitución que consolida la Gran Colombia.
da para lucir ante el concierto de naciones, de un efectivo siste- 1830. Constitución que separa a Venezuela de la Gran C o l o m -
ma de d o m i n a c i ó n . bia, la de m a y o r duración en nuestra historia republicana, apar-
La construcción de una arquitectura constitucional que cal- te de la Constitución de 1961.
ce en nuestro ser colectivo y lo proyecte positivamente hacia el 1858. Constitución de corta vida, trágica en su destino, pero de
futuro, ha sido m o t i v o de angustiosas reflexiones de nuestras sobresaliente aliento intelectual y político.
mentes más ilustradas. Así, en el siglo XIX, baste m e n c i o n a r los
anhelos de los padres fundadores de la nacionalidad, c o m o Fran- 1864. Constitución federal, de gran valor simbólico, pues cierra
cisco Javier Ustáriz, Miguel José Sanz y Juan G e r m á n Roscio, institucionalmente la larga y cruenta Guerra Federal y consoli-
entre otros; las agudas observaciones de Miranda a la Constitu- da la doctrina federalista.
ción de 1811, las geniales intuiciones de Simón R o d r í g u e z , las 1936. Constitución expresión de la transición del g o b i e r n o des-
portentosas ideas y proyectos constitucionales del Libertador Si- pótico al "gobierno de las leyes" y la limitación paulatina del p o -
der presidencial.
14.COMBELLAS, Ricardo. "El concepto de Estado de derecho y los obstáculos
1947. Primera Constitución democrático-social venezolana, don-
a su preeminencia en América Latina", en Venezuela en la encrucijada. Re-
de se abre democráticamente la participación popular y se reco-
tos institucionales de la era populista, Editorial Panapo, Caracas, 1995, pp.
182-184. nocen los derechos sociales del pueblo venezolano.
18 CONSTITUCIÓN Y DERECHO CONSTITUCIONAL: NOCIONES FUNDAMENTALES
DERECHO CONSTITUCIONAL 19

1 9 6 1 . Constitución, con mucho, la de más larga duración de nues-í vo de setenta artículos, todos ellos de indiscutible contenido m e -
tra historia republicana, se erigió en el marco institucional de l¿ dular.
experiencia democrática que se inaugura en el país el 23 de enero
de 1958. Tuvo la virtud de ser una Constitución ampliamente con- El proyecto de la "Comisión Caldera" no tuvo suerte y se su-
sensuada por todos los partidos políticos, bajo el norte del lla- mió en la frustración, dada la ausencia de voluntad política de
m a d o "espíritu del 23 de e n e r o " . los partidos, tanto en la legislatura que finalizó sus labores el año
1993, como en la legislatura inaugurada el año 1994. Mientras,
Otras constituciones gozaron, sin duda, de relevancia en asi
con particular ahínco a partir del m i s m o año 1992, diversas v o -
pectos institucionales particulares, pero a nuestro entender no sel ces, cierto que con m e t a s y expectativas diferentes, convergie-
1
aparejan a las mencionadas en el grado de influencia intelectual, ron en la tesis de la c o n v o c a t o r i a de una asamblea constituyen-
j u r í d i c a y política. te, concebida c o m o institución de canalización y superación de
la profunda crisis política que sufría Venezuela.

LA CONSTITUCIÓN La bandera constituyente recibió su definitivo impulso con la


DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA victoria electoral y asunción de la presidencia de la República, el
2 de febrero de 1999, por parte del Teniente Coronel retirado Hugo
Chávez Frías, que había liderizado con un grupo de j ó v e n e s ofi-
Por lo menos desde el año de 1989 estuvo planteada en el país una; ciales, una fallida, pero de sorprendente repercusión popular, rebe-
revisión del texto fundamental de 1961. Consecuencia de la vio-j lión militar el 4 de febrero de 1992. Chávez y sus c o m p a ñ e r o s
J
lenta explosión social ocurrida en Caracas y otras ciudades, c o n o apostaron también por la convocatoria de una constituyente, como
cida como "caracazo", miembros de la élite política consideraron una vía pacífica y democrática para establecer las bases institu-
conveniente abrir un debate público sobre la eventualidad de en- cionales de la profunda transformación exigida por la nación.
mendar algunos aspectos de la Constitución, lo cual se concretó
El camino a la constituyente no fue fácil, pues su convocato-
con la designación de una comisión bicamcral especial del Con-;
ria estuvo signada por un tenso y denso debate en torno a dos
greso, que presidió el para entonces senador vitalicio Rafael C a k
puntos: el mecanismo de la convocatoria y la amplitud de los p o -
dera. Es de recalcar que durante décadas, e independientemente^
deres de la asamblea. Sobre el primer punto se debatieron dos
del color o la ideología política, en Venezuela prevaleció un con-i
tesis contrapuestas. U n a , sostenía que la constituyente sólo p o -
senso constitucional que indicaba que cualquier cambio institu-j
día c o n v o c a r s e dentro del p r o c e d i m i e n t o de reforma general de
cional en el país podía y debía realizarse dentro del anchuroso i
la Constitución c o n t e m p l a d o en su título X, por la sencilla ra-
generoso p r o g r a m a de la Constitución de 1961. Incluso el año"
zón de que la constituyente no estaba prescrita explícitamente
1985 se creó una comisión de amplio espectro consensual, la Co-
c o m o m o d a l i d a d de revisión constitucional; la segunda, se sus-
misión Presidencial para la Reforma del Estado, C O P R E , con el
tentaba en la titularidad del poder constituyente perteneciente al
propósito de adelantar la elaboración de un proyecto de reforma
p u e b l o como soberano, el derecho a la participación política y
integral del Estado, que viabilizara en leyes y acciones concretas,
la consulta refrendaría sobre decisiones de especial trascenden-
buena parte del diferido o desvirtuado programa constitucional.
cia nacional, tal c o m o se consagraba en la Ley Orgánica del Su-
La llamada "Comisión Caldera" comenzó su trabajo sugirien fragio y Participación Política.
do la adopción del procedimiento de enmienda pautado por el tí
L a Corte S u p r e m a d e Justicia, e n u n a H e r i s i ó n h i s t ó r i c a v

tuio X de l a C o n s t i t u c i ó n , pero áñté'Ta magnitud de ias própues


controvertida, adoptada el 19 de enero de 1999, relativa a la in-
tas, terminó la tarea encomendada aprobando el año 1992 un am
terpretación del referéndum consultivo, autorizó su celebración
bicioso proyecto de reforma general de la Constitución, contenti-
bajo el argumento central de que el pueblo puede ejercer directa-
CONSTITUCIÓN Y DERECHO CONSTITUCIONAL: NOCIONES FUNDAMENTALES
DERECHO CONSTITUCIONAL 21

mente su voluntad como poder constituyente originario sobre ma- dos a la fase de ejecución constitucional, una vez la Constitu-
terias no e x p r e s a m e n t e delegadas por la Constitución, c o m o es ción fuese sancionada.
el caso de la designación popular de los órganos de representa-
ción a tenor de su artículo 4, pero no el de la consulta refrenda- El diferendo tuvo tres fases de decisión: la primera, inserta
ría, donde c o n s e r v a el pueblo su potestad originaria. en la supresión en la base comicial octava de la frase que reza-
ba: La A N C , "como poder originario que recoge la soberanía
El presidente Chávez emitió el decreto que autorizaba el re- popular", por decisión de la Corte Suprema de Justicia, que ma-
feréndum el m i s m o día de su toma de posición, el 2 de febrero de nifestaba así su posición de rechazo a la naturaleza originaria de
1999, y luego de relevantes decisiones de la misma Corte Suprema la A N C . Esto a su vez generó la interpretación de que si bien era
de Justicia que eliminaron la impronta plebiscitaria del decreto, cierto que la Corte ordenó al Consejo Nacional Electoral la su-
se autorizó definitivamente el referéndum, con la aprobación de presión señalada, no era menos cierto que no le ordenó la elabo-
las denominadas bases comiciales, contentivas de dos preguntas: ración de una nueva base o pregunta donde se explicitara que el
una, referida a la convocatoria de una Asamblea Nacional Consti- objeto de la A N C era uno solo: dictar una n u e v a Constitución.
tuyente, "con el propósito de transformar el Estado y crear un nuevo
ordenamiento jurídico que permita el funcionamiento efectivo de La segunda fase del diferendo fue la decisión de la A N C , una
una democracia social y participativd'; y la otra, relativa al acuer- vez instalada, de declararse originaria, tal c o m o lo e s t a m p ó níti-
do sobre las bases propuestas por el Ejecutivo Nacional, y exami- damente en su Estatuto de Funcionamiento, cuyo artículo prime-
nadas y modificadas particularmente por el Consejo N a c i o n a l ro es concluyente, m e r e c i e n d o aquí citarse e x p r e s a m e n t e , pues
Electoral, aspecto éste aprobado de resultas de la decisión de la constituyó la base de la aprobación de un conjunto de actos cons-
Corte que eliminó el tinte plebiscitario del decreto presidencial. tituyentes de ejecución inmediata (el más relevante, el decreto
m e d i a n t e el cual se declaró la reorganización de todos los órga-
El referéndum consultivo se efectúo el 25 de abril, y autorizó nos del Poder Público, y sus consecuencias en la posterior regu-
abrumadoramente la convocatoria de la Asamblea Nacional Cons- lación de las funciones del Poder Legislativo y la reorganización
tituyente. De conformación unicameral e integrada por 131 miem- del Poder Judicial), que no necesitaron de la previa aprobación
bros electos de forma personalizada (de los cuales 104 fueron ele- del n u e v o texto c o n s t i t u c i o n a l para su p u e s t a en v i g e n c i a . El
gidos por 24 circunscripciones regionales, coincidentes con los Es- m e n c i o n a d o artículo reza así:
tados y el Distrito Federal, 24 constituyentes elegidos en una cir-
cunscripción nacional y 3 representantes de las comunidades in- "Artículo 1 °. Naturaleza y Misión. La Asamblea Nacional
dígenas, electos tomando en cuenta sus costumbres y prácticas an- Constituyente es la depositaría de la voluntad popular y expre-
cestrales, y atendiendo la pluralidad de culturas existentes en las sión de su soberanía con las atribuciones del poder originario
distintas regiones del país), los comicios para elegir a los miembros para reorganizar el Estado venezolano y crear un nuevo orde-
de la Asamblea Nacional Constituyente tuvieron lugar el 25 de namiento jurídico democrático. La Asamblea, en uso de las atri-
julio de 1999, y su instalación, en acto solemne efectuado en el Aula buciones que le son inherentes, podrá limitar o decidir la cesa-
Magna de la Ciudad Universitaria de Caracas, el 3 de agosto. ción de las autoridades que conforman el Poder Público.

El segundo diferendo giró en torno al alcance de los poderes "Su objetivo será transformar el Estado y crear un nuevo or-
de la A s a m b l e a : U n a tesis sostenía que como representación del denamiento jurídico que garantice la existencia efectiva de la
poder constituyente originario, su agenda sería ilimitada y su j e - democracia social y participativa.
rarquía superior al.de los.po.dex.es.establecidos pox la Constitu- u
I*rt r/i 11 rr, f'i, p , ' m / ) r / > <
r 7 . , • /,.,_- ..-,>..,...,,-..,.,,- 7 . / O .. 7 . , D , ' ,

ción; la otra, e n m a r c a d a en el poder de revisión, sostenía que la blico quedan subordinados a la Asamblea Nacional Constituyen-
Asamblea debía limitar su agenda a aprobar una nueva Constitu- te, y están en la obligación de cumplir y hacer cumplir los ac-
ción, c o r r e s p o n d i e n d o la modificación de los poderes estableci- tos jurídicos estatales que emita dicha Asamblea.
CONSTITUCIÓN Y DERECHO CONSTITUCIONAL! NOCIONES FUNDAMENTALES DERECHO CONSTITUCIONAL 23

"Parágrafo Segundo: La Constitución de 1961 y el resto del no prescribieron la participación de la m a y o r í a del electorado
ordenamiento jurídico imperante, mantendrán su vigencia en todo como requisito para dotar de validez la consulta popular, bastan-
aquello que no colida o sea contradictorio con los actos jurídicos do para su aprobación que el número de votos afirmativos fuese
y demás decisiones de la Asamblea Nacional Constituyente. " superior al número de votos negativos.

La tercera fase corresponde a la ratificación formal de la de- Ya aprobada la Constitución, la A N C decidió prolongar sus
cisión política de la A N C por parte de la Corte S u p r e m a de Justi- actividades hasta el 30 de enero del año 2 0 0 0 , cuando terminó
cia, lo que ésta concretó en su decisión del mes de octubre de 1999, definitivamente su labor. M i e n t r a s , el día 23 de diciembre san-
al declarar el carácter supraconstitucional de la A N C , con lo cual cionó un p o l é m i c o decreto d e n o m i n a d o " r é g i m e n de transición
se reconfirmó la naturaleza originaria de sus p o d e r e s . del Poder P ú b l i c o " , bajo el amparo j u r í d i c o de que no se había
publicado en la Gaceta Oficial el texto de la Constitución (el de-
El hecho de que la A N C fuese calificada como supraconstitu-
creto se publicó el 27 de d i c i e m b r e , retardándose la publicación
cional no significó que su poder revistiera carácter absoluto e ili-
del nuevo texto fundamental hasta el 30 del m i s m o m e s ) . Es de
m i t a d o . Las m i s m a s bases comiciales enmarcaron los límites de
subrayar que dicho régimen de transición no se c o n t e m p l a b a ex-
la A N C : los valores y principios de nuestra historia republica-
plícitamente en sus disposiciones transitorias, ni tampoco se ate-
na, el c u m p l i m i e n t o de los tratados internacionales suscritos por
nía, ni siquiera en su espíritu, a la m e t o d o l o g í a pública y parti-
la República, el carácter progresivo de los derechos fundamenta-
cipativa de selección de altos cargos del E s t a d o , recogida en la
les del hombre y las garantías democráticas dentro del más abso-
novísima normativa constitucional. En efecto, el mencionado de-
luto respeto de los c o m p r o m i s o s a s u m i d o s .
creto autorizó la designación provisional de relevantes funciona-
La A N C abrió la discusión constitucional a un amplio abani- rios y magistrados (el Tribunal Supremo de Justicia, el Fiscal Ge-
co de consultas, e hicieron acto de presencia en sus comisiones de neral, el Contralor General, el Defensor del Pueblo, el Consejo
trabajo numerosos sectores de la vida nacional, tanto de la socie- Nacional Electoral y la Comisión Legislativa Nacional, mejor
dad política c o m o de la sociedad civil organizada. Hubo propues- conocida como " C o n g r e s i l l o " , que supliría transitoriamente a la
tas que afectaban el texto constitucional en su conjunto, y otras A s a m b l e a Nacional), todos ellos a dedo, sin consulta p ú b l i c a y
que se remitieron a aspectos particulares. Dentro de las primeras transparente como lo reclamaba, repito, la n u e v a Constitución.
es de m e n c i o n a r el d o c u m e n t o titulado "Ideas f u n d a m e n t a l e s
para la Constitución bolivariana de la V República", presentado Dada la difícil justificación de un régimen que violaba fla-
para la consideración de la asamblea por el presidente Chávez. g r a n t e m e n t e principios y n o r m a s sagradas de la C o n s t i t u c i ó n
bolivariana, no se tuvo otro argumento que interpretar el régimen
Dos etapas cabe distinguir en el decurso de la discusión: la
transitorio como un conjunto de normas, no sólo supraconstitu-
primera, la rica deliberación que concluyó con la aprobación del
cionales respecto al texto del 61 (que por lo demás ya había sido
anteproyecto de Constitución en primera discusión; y la segun-
d e r o g a d o ) , sino como lo señalara la muy discutida decisión del
da, apresurada e impositiva, bajo la presión de un c r o n o g r a m a
Tribunal S u p r e m o del 28 de marzo del 2000, " d e rango análogo
preestablecido que había fijado a más tardar para el 15 de diciem-
a la Constitución". Resiento el razonamiento j u r í d i c o , pues nos
bre la celebración del referéndum, pese a que la A N C gozaba de
resulta difícil c o m p r e n d e r la forzada c o n v i v e n c i a de dos con-
un holgado período para realizar su labor (180 días), que concluía
j u n t o s normativos identificados como de igual rango, con la su-
a fines de e n e r o del año 2000.
til diferencia de que mientras la Constitución fue aprobada por
F.l referéndumj5prQbaíarÍQ_de.la.C.onstitucÍQn celebrado el .15 .el.pueblo, consecuencia ríe u n m a n d a t o r n n s t i t i i y e n t f » t a m b i é n d e
de diciembre de 1999, fue a b r u m a d o r a m e n t e favorable, pese a origen popular, el susodicho régimen transitorio no estaba con-
que la abstención reveló ser superior al cincuenta por ciento de t e m p l a d o en las bases comiciales ni menos, lo más grave, había
los electores inscritos. Es de recalcar que las bases comiciales sido ratificado por el soberano.
CONSTITUCIÓN Y DERECHO CONSTITUCIONAL! NOCIONES FUNDAMENTALES
DERECHO CONSTITUCIONAL 25

Dos aspectos del r é g i m e n t r a n s i t o r i o merecen una particu-


BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
lar m e n c i ó n : el p r i m e r o , la i n t e g r a c i ó n del Consejo Nacional
Electoral, cuya delicada función de arbitro de los procesos elec-j
torales requería un e s p e c i a l í s i m o c u i d a d o en su selección, que ASENSI SABATER, José. La época constitucional. Editorial Tirant lo
revelara su i n d e p e n d e n c i a a toda p r u e b a , aceptada y reconocida! Blanch. Valencia (España), 1998.
con indiscutible s o l v e n c i a por t o d o s los sectores de la sociedad
venezolana; el segundo, el " C o n g r e s i l l o " , una institución no elec-j COLOMER VIADEL, Antonio. Introducción al constitucionalismo ibe-
ta por el p u e b l o , y sin e m b a r g o d o t a d a de las facultades de lé^ roamericano. Ediciones de Cultura Hispánica. Madrid, 1990.
gislar y destituir funcionarios electos d i r e c t a m e n t e por el s o b e |
rano. N u n c a en la historia patria, ni siquiera en la larga y tenebro-^ COMBELLAS, Ricardo. Poder constituyente. Fundación En Cambio.
sa dictadura de G ó m e z , un C o n g r e s o no electo p o p u l a r m e n t e s| Caracas, 1999.
había t o m a d o el a t r e v i m i e n t o de legislar.
GARCÍA-PELAYO, Manuel. "Derecho constitucional"; "Constitución";
En suma, la Constitución no entró en vigencia totalmente, jal y "Estado legal y Estado constitucional de Derecho", en Obras
queada por una transición de dudosa legalidad. Es de esperar que" completas. Centro de Estudios Constitucionales. Madrid, 1991. Vol.
efectuadas las llamadas m e g a e l e c c i o n e s , la vigencia plena de la¡ III, pp. 2.269-2.309; 2.915-2.930; 3.025-3.039.
Constitución se c o n v i e r t a en una r e a l i d a d incontrovertible, quá
por lo d e m á s sólo d e f i n i t i v a m e n t e será efectiva cuando entre en HESSE, Konrad. Escritos de derecho constitucional. Centro de Estudios
pleno funcionamiento la nueva institucionalidad y se desplieguen; Constitucionales. Madrid, 1992.
n o r m a t i v a m e n t e sus p o s t u l a d o s .
LA ROCHE, Humberto. Derecho constitucional. Editorial Vadell Her-
En conclusión, aprobada la Carta Magna, a lo largo del libro
manos. Valencia, 1991.
e s t u d i a r e m o s sus i n s t i t u c i o n e s , a t e n d i e n d o a los patrones estan-
darizados del D e r e c h o C o n s t i t u c i o n a l c o n t e m p o r á n e o y las nr>-
LÓPEZ GUERRA, Luis. Introducción al derecho constitucional. Edi-
vedosas tendencias y e n f o q u e s del constitucionalismo. De entra-
torial Tirant lo Blanch. Valencia (España), 1994.
da es de destacar que a n a l i z a r e m o s u n a Constitución larga (350
artículos), con unos c o n t e n i d o s n o r m a t i v o s inéditos y origina-
VV.AA. El nuevo derecho constitucional venezolano. UCAB. Caracas,
les, que inauguran una n u e v a etapa de la historia constitucional 2000.
venezolana.
ZAGREBELSKY, Gustavo. El derecho dúctil. Editorial Trotta. Madrid,
1995.
//. Los principios
fundamentales

SOBRE EL P R E Á M B U L O

La Constitución bolivariana sigue la tradición p r e d o m i n a n t e en


el constitucionalismo de ofrecer un P r e á m b u l o . En él se recoge
una p r o c l a m a c i ó n filosófica y política de los ideales y valores
más sentidos, c o m o interpretación que hace el c o n s t i t u y e n t e del
m o m e n t o histórico que vive la nación en el m o m e n t o de apro-
bar la Constitución. El Preámbulo recoge sintéticamente postula-
dos doctrinarios, principios y valores, que desarrolla en su articu-
lado la Lex Superior. Sus c a r a c t e r í s t i c a s m á s s o b r e s a l i e n t e s ,
sintéticamente expuestas, son las siguientes:

a) El sujeto creador de la Constitución es el pueblo c o m o po-


der constituyente originario, que adquiere realidad con la aproba-
ción directa de la Constitución m e d i a n t e r e f e r é n d u m popular.
A q u í es de destacar que el proceso constituyente fue s i g n a d o en
sus tres fases fundamentales por la participación popular: refe-
réndum consultivo que autorizó la convocatoria constituyente,
elección de los m i e m b r o s de la A N C y ratificación p o p u l a r del
texto fundamental.

b) C u a t r o referencias sobresalientes se resaltan de entrada:


la invocación de la protección de Dios, el ejemplo histórico del
Libertador, la mención del heroísmo y sacrificio de nuestros an-
tepasados a b o r í g e n e s , y la referencia a los precursores y forja-
dores de una patria libre y soberana. La acentuación indígena
sobresale por su originalidad, un j u s t o r e c o n o c i m i e n t o a un fac-
tor principalísimo de nuestro gentilicio, que la Constitución lúe-
28 LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DERECHO CONSTITUCIONAL 29

go r e c o n o c e r á con creces al proclamar sus d e r e c h o s . Igualmen- que nuestra Hispanoamérica expone con legítimo orgullo al mun-
te la m e n c i ó n colectiva de precursores y forjadores de la patria, do. De manera incomparable lo enfatizó el gran humanista vene-
pretende un reconocimiento a tantos hombres y mujeres, que des- zolano Arturo Uslar Pietri: "La América hispana es tal vez la úni-
de distintas vertientes han contribuido al e n g r a n d e c i m i e n t o na- ca gran zona abierta en el mundo actual al proceso de mestiza-
cional. La noción de patria denota aquí un fuerte contenido emo- je cultural creador. En lugar de mirar esa característica como
cional, pues c o m o ha resaltado E d g a r Morin: "la patria trans- una marea de atraso o de inferioridad, hay que considerarla co-
fiere a escala de vastas poblaciones de millones de individuos, mo la más favorable circunstancia para que se afirme y extien-
sin lazo alguno de consanguinidad y procedentes a menudo de da la vocación del Nuevo Mundo que ha estado asociada desde
etnias muy diversas, las cálidas virtudes de las relaciones fami- el inicio al destino americano.
15
liares entre personas pertenecientes al mismo hogar".
Es sobre la base de ese mestizaje fecundo y poderoso donde
c) El señalamiento a la refundación de la República c o m o fin puede afirmarse la personalidad de la América hispana, su ori-
supremo del constituyente, se inscribe dentro de la p r o p u e s t a de ginalidad y su tarea creadora. Con todo lo que le llega del pasa-
transformación que afecta la esencia republicana (de la llamada do y del presente, puede la América hispana definir un nuevo
IV a la V República), enarbolada por el grupo político ampliamen- tiempo, un nuevo mundo y un nuevo lenguaje para la expresión
te p r e d o m i n a n t e en la A N C , y nucleado tácticamente en torno a del hombre, sin forzar ni adulterar lo más constante y valioso
la coalición de partidos y movimientos políticos c o n o c i d o como de su ser colectivo, que es su aptitud para el mestizaje viviente
"Polo Patriótico". Aquí vale citar la expresión "lo que funda fun- y creador". 16

d a m e n t a " . El acto constituyente c o m o acto creador de institu-


Asimismo, nos resulta desproporcionado hablar de una socie-
ciones, sienta en la Constitución las bases de su proceso de trans-
dad pluricultural en el caso venezolano, si pluricultural s u p o n e
formación, que a medida que se va concretando, permanentemen-
la existencia de varias culturas diferentes dentro de una m i s m a
te es fundamentado no sólo por la Constitución sino por el acto
nación. P o r el contrario, Venezuela acrisola un ser nacional que
constituyente que la originó.
irradia una específica y peculiar cultura nacional, generosa, y plu-
El fin supremo de la refundación es establecido por el Preám- ral, a u n q u e p e r m a n e n t e m e n t e j a q u e a d a por la u n i d i m e n s i o n a l i -
bulo, en función de la realización de un amplio abanico de princi- dad cultural globalizadora.
pios, intenciones, valoraciones y cursos de acción, que se espe-
Unas palabras sobre el valor jurídico del Preámbulo. No abri-
cifican luego directamente en la n o r m a t i v a constitucional. De
go dudas sobre su valor j u r í d i c o , pero no c o m o n o r m a j u r í d i c a
entre ellos, dos conceptos merecen un c o m e n t a r i o : multiétnico
de aplicación directa, sino como faro de interpretación de las nor-
y pluricultural. La expresión multiétnico supone la existencia de
m a s constitucionales, y por ende del o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o en
d i v e r s o s g r u p o s é t n i c o s que c o n v i v e n en la u n i d a d n a c i o n a l .
su conjunto. C o m o totalidad integrada, la Constitución tiene en
P i e n s o , que salvo los p u e b l o s indígenas, una m u y p e q u e ñ a pero
el P r e á m b u l o un importante factor de cohesión.
sobresaliente minoría, especialmente protegida por la Constitu-
ción, nos resulta desproporcionado calificar nuestra sociedad co-
mo m u l t i é t n i c a . Si un concepto define nuestra g e n u i n a realidad
étnica es el mestizaje. En palabras de Bolívar, "somos un peque-
ño género humano", por sobre todo mestizo, a s o m b r o s o crisol

15. MORIN, Edgar. "El Estado-nación", en Gil Delannoi y Pierre-André Taguieff


(comp), Teorías del nacionalismo, Editorial Paidos, Barcelona (España), 16. USLAR PIETRI, Arturo. La invención de la América mestiza, Fondo de
1993, p. 455. Cultura Económica, México, 1996, p. 261.
30 LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
DERECHO CONSTITUCIONAL 31

NOCIÓN DE PRINCIPIOS FUNDAMENTALES. una p r e e m i n e n c i a sobre el resto de los principios recogidos ex-
PRINCIPIOS Y VALORES SUPERIORES presa o implícitamente en ella. Los principios (incluidos aque-
llos que encarnan valores), adquieren un rol principalísimo en
la interpretación de la Constitución, dotando al j u e z constitucio-
La C o n s t i t u c i ó n dedica su título p r i m e r o a los principios funda-
nal de una relevante función creadora del derecho, pues interpre-
m e n t a l e s . A b a r c a dicho título principios p r o p i a m e n t e dichos y
tar la Constitución es, como señala Hesse: "concretizarla ", es de-
valores definidos como superiores, que dan sentido, y por decirlo
cir, tomar en cuenta j u n t o al contexto normativo, "las singula-
de a l g ú n m o d o , vivifican la n o r m a t i v a constitucional. No es fá-
ridades de las relaciones vitales concretas sobre las que la nor-
cil distinguir principios de valores constitucionales, pues el cons- 9
ma pretende incidir"} Por ello la doctrina jurisprudencial del Tri-
tituyente realiza con frecuencia un uso indistinto de ellos, que
bunal S u p r e m o , y en especial de su sala constitucional (vid. artí-
d e s e m b o c a en la sinonimia, e incluso en la polisemia. C o m o lo
culo 335 CB), cobra ahora una principalísima importancia en la
ha e x p r e s a d o Rubio Llórente, en referencia a la Constitución es-
p e r m a n e n t e actualización y vivificación del texto fundamental.
pañola, argumento aplicable a la Constitución bolivariana: "esos
numerosos principios de nuestra Constitución se encuentran so-
bre todo enunciados en los que no se proclama principio alguno;
que los principios más importantes son los que no están procla- LA DOCTRINA BOLIVARIANA
mados como tales, es decir, sobre todo, el componente de princi-
pio que existe en todos los derechos fundamentales. Un compo- El Libertador Simón Bolívar, el símbolo, la biografía y la doctri-
nente detectable tanto en el aspecto subjetivo de estos derechos, na, tiene una singular impronta en la nueva Constitución. En pri-
como sobre todo en su aspecto objetivo. Por el contrario, algu- mer lugar, la República cambio de nombre, R e p ú b l i c a Boliva-
nos de los enunciados en la Constitución como principios, o no riana de Venezuela; en segundo lugar, en el P r e á m b u l o se desta-
lo son en ninguna de las acepciones que habitualmente utiliza ca su ejemplo histórico c o m o paradigma de la nación; en tercer
la doctrina, o si lo son, lo son sólo en la medida en la que que- lugar, en el artículo 1 se establece una suerte de principio de prin-
pa derivarlos de otras normas constitucionales, pero no preci- cipios y valor de valores, la fundamentación de la República en
samente de aquella en la que la Constitución los proclama como la doctrina bolivariana; y por último, se fija c o m o de obligato-
11 [i
tales" . Sin ánimo de terciar (cfr. Balaguer) en un complejo rio c u m p l i m i e n t o por las instituciones educativas, hasta el ciclo
debate doctrinal, a s u m i r e m o s como valores las ideas de m a y o r diversificado, la enseñanza de principios del ideario bolivariano.
abstracción que irradian luz sobre una vasta realidad, no exclusi- Intentemos a continuación analizar tan relevante mención y con-
vamente jurídica, aunque al irradiar la realidad jurídica son valo- sideración constitucional.
res j u r í d i c o s . Situados en la franja d o n d e el derecho se toca con
la m o r a l , se concretan en los principios, suerte de medios a tra- a) Lo primero que salta a la vista del lector de la Constitución
vés de los cuales los valores impregnan un m a n d a t o de orienta- es el c a m b i o de n o m b r e de la República. Nuestra nación nació
ción directa y eficaz al o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o . c o m o República independiente el 5 de julio de 1811, con el am-
puloso n o m b r e de "Confederación Americana de Venezuela en
Los principios son n o r m a s , normas generalísimas, que al ser el Continente Meridional", y sancionó su primera Constitución,
calificados c o m o fundamentales por la Constitución, adquieren la "Constitución Federal para los Estados de Venezuela de 1811",
el 21 de diciembre del m i s m o año. La Constitución de 1819, de-
17. RUBIO LLÓRENTE, Fsanesece y-otfOSt Derechos fundamentales y princi- n o m i n a d a "Constitución Política de Veaezuela de 1819", define
pios constitucionales, Editorial Ariel, Madrid, 1995, p. XIX.
18. BALAGUER, María Luisa. Interpretación de la constitución y ordenamien-
19. HESSE, Konrad. Escritos de derecho constitucional, Centro de Estudios
to jurídico, Editorial Tecnos, Madrid, 1997, pp. 133 y ss.
Constitucionales, Madrid, 1992, pp. 45 y ss.
32 LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DERECHO CONSTITUCIONAL 33

sin adjetivos a la República de Venezuela. Su duración fue cor- bate público, abierto y sobre todo desprejuiciado, su efectiva re-
ta, pues sancionada el 15 de agosto de 1819, en pocos m e s e s , el levancia para nuestra época.
17 de diciembre de dicho año, en c u m p l i m i e n t o del sueño boli- No nos resulta entonces sencillo contestar la pregunta sobre
variano, el Congreso de Venezuela soberanamente decide consti- que sobrevive y mantiene vigencia del ideario bolivariano. De
tuirse con la N u e v a Granada en una nueva República, la Repúbli- entrada, si bien es cierto que el constituyente se inspiró en las
ca de C o l o m b i a , la cual cristalizó con la r e u n i ó n del C o n g r e s o ideas bolivarianas cuando diseñó las dos nuevas ramas del Po-
General de los Pueblos de la N u e v a G r a n a d a y Venezuela, cele- der Público, el Poder Ciudadano y el Poder Electoral, no es me-
brado en C ú c u t a el 12 de julio de 1821. P a s a m o s entonces a ser nos cierto que su definitiva concreción institucional dista mucho
" c o l o m b i a n o s " , vida efímera de la entelequia bolivariana, que de la original propuesta bolivariana. Seguramente, aparte de su
fenece con la separación de Venezuela y la definitiva adopción ejemplo c o m o estadista creador de repúblicas, lo cual no pode-
del nombre de República de Venezuela el año 1830.
mos separar ni m e n o s abstraer, de su singular historicidad, en
El año 1864, c o m o una de las c o n s e c u e n c i a s de la larga y tanto hijo de su tiempo, Bolívar cobra palpitante actualidad en
cruenta Guerra Federal, pasamos a llamarnos Estados Unidos de su concepción de la educación ciudadana, en el cultivo de las vir-
Venezuela, que p e r m a n e c i ó vigente por cerca de una centuria, tudes cívicas y en el destacado papel que concedió a la moral pú-
hasta el año 1953, c u a n d o la Constitución de la dictadura de Pé- blica. A s i m i s m o , el ideario bolivariano en torno a la creación de
rez Jiménez retoma la primigenia denominación de República de una nación de repúblicas, una unión confederada, sea iberoame-
Venezuela. ricana, sea latinoamericana, recogida como idea central por la
Constitución (artículo 153 C B ) , constituye un d e s i d e r á t u m de
El constituyente de 1999, cierto que luego de un controver-
destino y afirmación supranacional p l e n a m e n t e vigente.
tido debate, aprobó denominar la nueva República c o m o Boliva-
riana de Venezuela, en honor al Libertador Simón Bolívar.

b) Sobre la doctrina bolivariana lo p r i m e r o que uno se pre- LA SOBERANÍA POPULAR


gunta es si realmente es dable hablar de una doctrina bolivariana. Y EL P R I N C I P I O D E M O C R Á T I C O
El vocablo doctrina alude a un conjunto de ideas a r m ó n i c a m e n t e
entrelazadas, con el objeto de c o m p r e n d e r o intervenir efectiva-
m e n t e en una d e t e r m i n a d a realidad, en aras de guiarla o modifi- La Constitución bolivariana consagra el principio de la sobera-
carla. A diferencia de la doctrina, el término ideario es m e n o s nía popular, pero como señalábamos supra, r o m p e con la tradi-
exigente, pues no implica una construcción sofisticada de ideas, ción constitucional venezolana que separaba la titularidad de la
sino su unión en función de alcanzar objetivos específicos. Más soberanía de su ejercicio a través de la representación. En resu-
que constructor doctrinario, Bolívar fue un hombre de acción cu- men, el principio democrático de la Constitución bolivariana, es
yo ideario intentó modificar a fondo la realidad que doblegaba d e m o c r á t i c o participativo, no democrático representativo. Esto
con su espada. M u c h a s de sus ideas fueron geniales, otras riñe- merece una explicación.
ron y fueron derrotadas por la dura y coercitiva realidad que le A mi entender el concepto de democracia participativa com-
tocó vivir.
prende las siguientes notas definitorias: en p r i m e r lugar, conci-
Desentrañar entonces aquellos elementos de su ideario que be al pueblo como un sujeto activo de la política, es decir, los
t r a c r i p n r l p n I n s r p t o s r o n t i n g p n t p s Hpl t i e r p n o h i s t ó r i c o e n q u e ciudadanos se hacen presentes, son protagonistas de la forma-
transcurrió su existencia, para inspirar y orientar el m a r c o prin- ción y ejecución de las políticas públicas; en s e g u n d o lugar, la
cipista y valorativo de la Constitución vigente, no es tarea fácil, democracia participativa implica un espíritu cívico, una base va-
pues exige de nosotros, los c o n t e m p o r á n e o s , clarificar en un de- lorativa en la educación ciudadana, proclive a la participación.
LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DERECHO CONSTITUCIONAL 35

Esta nota definitoria constituye un presupuesto axiológico que EL CONCEPTO DE ESTADO D E M O C R Á T I C O Y SOCIAL
positiviza en sus normas la Constitución; en tercer lugar, la d e -
D E DERECHO Y DE JUSTICIA
m o c r a c i a participativa supone la igualdad fundamental entre los i
h o m b r e s , dicho de otro m o d o , necesita de un piso m í n i m o co-
mún que permite a los seres h u m a n o s desplegarse libremente (el El constituyente se c o m p r o m e t e con un modelo de Estado que
paso del reino de la pura necesidad al reino de la libertad), en' conceptualiza c o m o Estado d e m o c r á t i c o y social de d e r e c h o y
las d i m e n s i o n e s política, social, e c o n ó m i c a y cultural de su en-; de justicia. Se trata de una síntesis en la cual confluyen un con-
torno vital; y en cuarto lugar, por consiguiente la democracia par-: j u n t o de ideas-fuerza, que han t e r m i n a d o por cristalizar en el
ticipativa no es un concepto restrictivo y u n i d i m e n s i o n a l , sino] c o n t e m p o r á n e o constitucionalismo democrático. Para su mejor
c o m p r e n s i v o y pluridimensional, totalizante, no-atomista ni re-] comprensión, analicemos separadamente sus notas definitorias:
duccionista, pues abarca en una relación de p e r m a n e n t e interde-'
a) La nota democrática. Es un Estado democrático que se rige
pendencia, las diversas d i m e n s i o n e s del espacio p ú b l i c o .
por el principio democrático participativo, con las notas distinti-
La Constitución habla de d e m o c r a c i a participativa y prota- vas señaladas supra. Es de recalcar que el Estado d e m o c r á t i c o
gónica. En su dimensión política la democracia se opone a la au-' que prescribe la Constitución no se circunscribe a su fuente de
tocracia ante todo por la nota de la participación de m u c h o s , teó- legitimidad, pues además, por una parte, tiene c o m o p r e s u p u e s -
r i c a m e n t e de todos los miembros de la comunidad, en la delibe- to y obligación el coadyuvar al establecimiento de una sociedad
ración de los asuntos que a todos conciernen, a diferencia del democrática, y por la otra, debe abrir su estructura burocrática
control h e g e m ó n i c o del poder por uno o por pocos. La democra- a la participación ciudadana {vid. artículos 141 y 143 C B ) .
cia j e r a r q u i z a el principio de la igualdad, la autocracia la desi-
b) La nota social. La llamada cláusula del Estado social, res-
gualdad política.
ponde a una toma de posición positiva y militante del Estado para
La d e m o c r a c i a participativa no se opone al c o n c e p t o de re- enfrentar la cuestión social. El Estado social es antitético a las
p r e s e n t a c i ó n , sino que lo integra a la síntesis participativa. Así< nociones de Estado mínimo y Estado abstencionista, c ó n s o n a s
p o d e m o s hablar de: participación representativa, c o m o aquella con la rancia tradición liberal. En el lenguaje técnico-jurídico de
d i m e n s i ó n de la participación que se desarrolla a través de la re-j los cometidos estatales, j u n t o a los clásicos cometidos de defen-
p r e s e n t a c i ó n r e s p o n s a b l e , que rinde cuenta de su gestión y cuyoj sa, policía, justicia y fomento, ahora el Estado tiene un cometi-
m a n d a t o p u e d e ser objeto de revocación; y de participación di-* do social, que se expresa como garantía de la procura existencial,
recta, que e x c l u y e la intermediación de representantes, gracias] entendida ésta como la satisfacción de las necesidades mínimas
a los m e d i o s establecidos por la Constitución (sobre este punto? vitales para una vida digna de todos sus c i u d a d a n o s . Los dere-
v o l v e r e m o s infra cuanto estudiemos los derechos políticos y elj chos sociales no son derechos formales, son derechos fundamen-
referéndum p o p u l a r ) . tales por los cuales debe velar p o s i t i v a m e n t e el Estado para su
plena realización. C o m o lo indica la doctrina jurisprudencial del
La Constitución califica a la d e m o c r a c i a también c o m o pro-
Tribunal Constitucional español (sentencia 6/1981): "La defini-
tagónica, término que definimos como participación activa, efec-
ción constitucional del Estado social impone a los poderes pú-
tiva y consciente del pueblo en los asuntos públicos. En efecto,
blicos una actuación positiva para el ejercicio eficaz de los dere-
a partir de la aprobación de la nueva Constitución ha surgido la
chos fundamentales que elimine los obstáculos derivados del li-
obligación de p r o m o v e r una conciencia para sí (enriquecimien-
bre juego de las fuerzas sociales. "
to personal y solidario a través de la participación), que supere
la participación puramente formal y p r e d o m i n a n t e m e n t e pasiva. c) La nota jurídica. La Constitución une gracias a la letra y
como conjunción copulativa Estado de derecho y Estado de justi-
cia. La unión no es casual; nuestra Lex Superior no apostó por
36 LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DERECHO CONSTITUCIONAL 37

un Estado de derecho a secas ni por un E s t a d o de j u s t i c i a a se- no se realizan plenamente, hasta que no se plasman en la reali-
cas, sino por un Estado de derecho y de justicia. Sin duda el con- dad... Así, con ese punto de vista no cabe una aproximación jus-
cepto es sumamente importante para la interpretación de la Cons- naturalista; los valores sólo lo son en plenitud cuando se han
titución. Intentaré suministrar mi particular visión: El E s t a d o de encarnado en una norma del ordenamiento jurídico". Por el 20

derecho significa la sujeción de los poderes públicos a los dicta- contrario, para Fernández Segado, "la superación constitucional
dos de la Constitución, respeto a los d e r e c h o s h u m a n o s e inde- del normativismo positivista hay que buscarla prioritariamente
p e n d e n c i a j u d i c i a l . Ahora bien, dicho c o n c e p t o se une a la valo- en la sujeción del ordenamiento a un orden valorativo". Cier- 2I

ración especial de la justicia, un Estado de derecho que tiene co- to que los valores se encarnan en normas, aunque también consti-
mo norte alcanzar un E s t a d o de justicia, lo cual tiene su princi- tuyen faros de idealidad que una c o m u n i d a d erige, c o m o bien lo
pal c o n s e c u e n c i a en que el e x c e s o de f o r m a l i s m o y la codifica- señala Fernández Segado, "como sus máximos objetivos a desa-
ción adjetivada del d e r e c h o , c o m o r e m o r a s de una concepción rrollar por el ordenamiento jurídico. "
formalista del E s t a d o de d e r e c h o , d e b e n s u b o r d i n a r s e y hasta
b) Sin e m b a r g o , los valores no son construcciones d o g m á t i -
superarse en la interpretación del d e r e c h o en aras de facilitar la
cas ni unidimensionales y m e n o s de interpretación rígida, lo cual
cabal realización de la j u s t i c i a .
no se c o m p a d e c e con la flexibilidad de los m o d e r n o s c o n s e n s o s
A d e m á s (vid. infra), la C o n s t i t u c i ó n pauta una serie de exi- constitucionales, dotados de los que Zagrebelsky ha d e n o m i n a -
gencias para que el d e r e c h o esté al servicio dé la j u s t i c i a {vid. do c o m o la ductilidad o moderación que reclama el E s t a d o cons-
de manera especial los artículos 26, 27 y 257 C B ) , lo cual conlle- titucional de nuestro t i e m p o .
va el e n o r m e desafío de transformación del sistema j u d i c i a l , co-
c) En suma, tal como lo indica Hernández Gil (citado por Fer-
mo estructura institucional que garantice el mejor c u m p l i m i e n -
nández Segado), "propugna equivale a decir que el Estado, defi-
to de la exigente función j u r i s d i c c i o n a l del E s t a d o .
nido como social y democrático de derecho, asume la misión de
que el ordenamiento jurídico tienda hacia esos valores, los al-
22
cance y los realice".
LOS VALORES SUPERIORES
A continuación realizaré una sucinta exposición de los valo-
res s u p e r i o r e s r e c o g i d o s e x p l í c i t a m e n t e en el artículo 2 de la
En su artículo 2 la Constitución señala que el Estado democrático Constitución:
y social de derecho y de j u s t i c i a p r o p u g n a c o m o valores superio-
res de su o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o y de su actuación, la vida, la li- La vida, lo cual significa la preservación de la existencia hu-
bertad, la j u s t i c i a , la igualdad, la solidaridad, la d e m o c r a c i a , la m a n a , su protección, que conlleva su encarnación en el d e r e c h o
responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los dere- a la vida (artículo 43 C B ) , con el atributo de inviolabilidad, por
chos h u m a n o s , la ética y el p l u r a l i s m o político. lo cual se prohibe e x p r e s a m e n t e la pena de muerte.

Esta n o r m a fue inspirada, sin ningún género de d u d a s , por La libertad, c o m o a u t o d e t e r m i n a c i ó n vital de la p e r s o n a ,


la C o n s t i t u c i ó n española, que en su artículo 1 recoge la noción suerte de eje sustentador de las potencialidades ínsitas en el ser
de valores superiores, a u n q u e reducidos a cuatro: la libertad, la
j u s t i c i a , la igualdad y el p l u r a l i s m o p o l í t i c o . Por tanto, las lu-
ces de la doctrina española nos ayudarán a precisar el concepto: 20. PECES-BARBA, Gregorio. Los valores superiores, Editorial Tecnos, Madrid,
1584,"pT23. '" " ' """ '
a) La discusión de los valores en la filosofía del derecho está
21. FERNÁNDEZ SEGADO, Francisco. El sistema constitucional español, Edi-
inmersa dentro del añejo debate entre positivismo j u r í d i c o y j u s - ' torial Dykinson, Madrid, 1992. p. 89.
n a t u r a l i s m o . Así, para P e c e s - B a r b a , los valores "no valen en sí, 22.1bid., p. 89
38 LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DERECHO CONSTITUCIONAL 39

h u m a n o y su despliegue en todas las formas de manifestación del] valor de la responsabilidad social hay que asociarlo necesaria-
p e n s a m i e n t o y la acción. mente con un principio, que, si no lo recoge c o m o valor superior
la Constitución, está estrechamente a él relacionado, tal como se
La justicia, valor de rica tradición filosófica y j u r í d i c a , fue I
m e n c i o n a en la configuración política del territorio del Estado
definida por el D e r e c h o r o m a n o c o m o "dar a cada uno lo suyo".]
(Estado federal), y en los derechos sociales en particular y los
La justicia se encarna en una amplia gama de normas constitucio-
derechos colectivos en general: el principio de la corresponsa-
nales, con particular énfasis en la dimensión social o realización]
bilidad, sin duda el principio más innovador del novísimo consti-
efectiva de la j u s t i c i a en el conjunto de las relaciones sociales.]
t u c i o n a l i s m o social, que definiremos siguiendo las elocuentes
La justicia se realiza a través del derecho, que debe por tanto ge-
palabras de C a m p s así: "Los males sociales, la presencia vaci-
nerar las c o n d i c i o n e s para que la j u s t i c i a sea un valor en diná-
lante e insuficiente de los derechos humanos en la sociedad, son
mica y permanente concreción. Es de recalcar, c o m o con agudeza!
cosas que deben afectarnos a todos, pues todos, de una u otra
lo ha e x p u e s t o la D o c t r i n a Social de la Iglesia, que la paz se edi-J
manera, podemos ayudar a su transformación... no sólo somos
fica sobre el fundamento de la justicia, pues un orden pacífico]
responsables de aquellos actos que se nos pueden imputar a cada
es un orden reconciliado consigo m i s m o gracias al imperio de]
uno exclusivamente, porque son privados, sino de problemas y
la justicia y el d e r e c h o .
conflictos colectivos que piden una solución igualmente colecti-
La igualdad es un valor que se encarna en.la normativa cons-1 va. Hay que repetirlo: todos somos, de alguna manera, responsa-
titucional no sólo c o m o igualdad formal ante la ley, sino como] bles de los males de la sociedad. No sólo lo es el Estado, el go-
2 i
igualdad material, que implica la generación de condiciones para] bierno, o las anónimas estructuras sociales" .
su efectiva p l a s m a c i ó n c o m o igualdad real.
La preeminencia de los derechos humanos es un valor que
La solidaridad, siguiendo las autorizadas palabras de Victo- j e r a r q u i z a los derechos humanos c o m o conceptos axiológicos y
ria Camps, "consiste en un sentimiento de comunidad, de afecto] ontológicamente superiores al Estado. Por lo tanto la denomina-
hacia el necesitado, de obligaciones compartidas, de necesida- da razón de Estado, ejemplificación de una estatalidad que impri-
des comunes. Todo lo cual lleva a la participación activa en el\ me a sus objetivos una inmanencia que subordina los subditos a
21
reconocimiento y ayuda al otro". La Doctrina Social de la I g l e - | la definición de sus designios (el d e n o m i n a d o interés nacional),
sia (vid. entre otros d o c u m e n t o s pontificios, la carta encíclicaj es relativizada, subordinada, al r e c o n o c i m i e n t o , garantía y pro-
Centesimus Annus de Juan Pablo II), ha resaltado la validez del moción de los derechos h u m a n o s .
este valor superior, ya en el orden interno de cada nación, ya en]
La ética es un valor controvertido en su precisión constitu-
el orden internacional, c o m o uno de los principios básicos de laj
cional por las siguientes razones, p r i m e r o , la ética remite a la
c o n c e p c i ó n cristiana de la organización social y política.
conciencia individual, a un problema de intencionalidad, obliga-
La democracia ya ha sido objeto de nuestra atención, c o m o ! ción y responsabilidad, que cada quien resuelve en su fuero ín-
modelo democrático participativo que desarrolla la Constitución.! timo, con independencia de la coerción externa; segundo, sin em-
En su categorización axiológica, sin embargo, conviene acentuar! bargo, la conciencia ética tiene indudablemente repercusiones en
"la d e m o c r a c i a c o m o forma de vida", c o m o praxis cultural, en] las actitudes y en los c o m p o r t a m i e n t o s de los seres h u m a n o s so-
las actitudes y c o m p o r t a m i e n t o s públicos de los c i u d a d a n o s . bre los asuntos públicos; ello conlleva distinguir la ética a se-
cas de la ética (o moral) pública. El constituyente debió preci-
La responsabilidad social, c o m o obligación social del Esta-
f,, , ,a í
sar que se refería explícitamente a la ética o moral pública, no a
do ?ní'.i con *pt . liz?? *!ÓB. (vid *ypm) r o m o E s t a d o social. Elj
la ética a secas, pues el Estado c o m o lo señala el artículo 1 de la

23.CAMPS, Victoria. Los valores de la educación, Editorial Anaya, Madrid,;


1996, p. 109. 24.1bid., pp. 76-77.
LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
DERECHO CONSTITUCIONAL 41

C o n s t i t u c i ó n , debe p r o p u g n a r valores éticos de lo público, detá


y en el respeto de los derechos de la minoría, que deben ser prote-
político en el s e n t i d o más amplio y g e n e r o s o de la expresión. L
gidos de las tentaciones del h e g e m o n i s m o y el afán de concen-
ética sin calificación nos confunde, pues nos lleva a pensar I
tración de poder. En s u m a , p l u r a l i s m o se o p o n e a la unidimen-
la intencionalidad individual, el fuero íntimo de la conciencia rf
sionalidad monista y a la corpórativización rígida de la sociedad
c a d a uno de n o s o t r o s , y su libre apreciación de las múltiples dv
y el E s t a d o . La antítesis del pluralismo es el Estado regimentado
m e n s i o n e s en que desarrolla su vida. Es un a s u n t o , mi asunto'
y la sociedad indefensa, desarmada, desprovista de la libre deter-
d o n d e la coerción estatal es, para decir lo m e n o s , una grosera in]
m i n a c i ó n en sus formas de manifestación.
tervención en la m é d u l a de la d i g n i d a d h u m a n a .

Valores éticos c o m o la honestidad, la tolerancia, la responsa


bilidad, el a m o r a la patria, el civismo, la vocación de servicio LOS F I N E S E S E N C I A L E S D E L E S T A D O
la transparencia de lo público, plasmados algunos de ellos en pre'
cisas normas constitucionales (vid. artículo 141 C B ) , por supues"
La doctrina de los fines del Estado constituyó un aspecto medular
to que deben fomentarse en un Estado democrático, y en este sen
de la l l a m a d a Teoría General del E s t a d o , tal c o m o fue cultivada
tido es que debe interpretarse la mención de la ética entre los vij
en Europa en los últimos lustros del siglo XIX y primeros del XX.
lores superiores. En suma, la Constitución bolivariana, entroncad
A título de ejemplo, Jellinek escribió el año 1900, c u a n d o se pu-
en la tradición de la moral pública bolivariana, c o m p o r t a un pro
blica la p r i m e r a edición de su portentosa Teoría General del Es-
yecto ético de profundo sustento democrático, pues como sostuvi
tado: "Desde el punto de vista de la justificación teleológica, el
mos en otra oportunidad: "La democracia no nace, se hace, exi.
Estado tiene para nosotros hoy, el carácter de asociación de un
ge un esfuerzo de socialización en sus valores más preciados, insu
pueblo, poseedora de una personalidad jurídica soberana que de
fiar a los ciudadanos y a las instituciones de esos valores, y as
un modo sistemático y centralizador, valiéndose de medios exte-
convertirlos en principios internalizados que guían nuestras acti,
riores, favorece los intereses solidarios individuales, nacionales
ludes y comportamientos, en la sociedad y en la política"'. 26
y humanos en la dirección de una evolución progresiva y común".
Por ú l t i m o , la Constitución m e n c i o n a entre los valores supe
D e s d e los orígenes del c o n s t i t u c i o n a l i s m o , a fines del siglo
riores el pluralismo político, un c o m p o n e n t e c o n s u s t a n c i a d o coj
X V I I I , los textos constitucionales recogen en sus p r e á m b u l o s y
la teoría d e m o c r á t i c a de nuestro t i e m p o . P l u r a l i s m o sugiere di
declaraciones principistas, los fines del Estado que se pretenden
v e r s i d a d de a c t o r e s y distribución vertical y h o r i z o n t a l de lo
fundar. La Constitución venezolana se nutre de esta tradición no
centros de decisión, y se encarna constitucionalmente en las no^
sólo al establecer fines en su P r e á m b u l o , sino t a m b i é n al seña-
mas que fomentan el derecho de asociación política (pluralidá
lar dentro del título primero dedicado a los principios fundamen-
p o l í t i c o - p a r t i d i s t a ) ; en opinión pública abierta, surtida y p l u r
tales, lo que el artículo 3 d e n o m i n a c o m o fines e s e n c i a l e s . Son
en los c a n a l e s a través de los cuales transita la información; e
en definitiva, finalidades que el constituyente desea distinguir,
r e c o n o c i m i e n t o del a s o c i a c i o n i s m o social, que repercute en 1
i n d e p e n d i e n t e m e n t e de otros fines, incluso e x c l u s i v o s , c o m o la
consulta institucionalizada; en distribución del Poder Público e ;
preservación del orden, o concurrentes con la participación de
v a r i a d a s e s t r u c t u r a s e s t a t a l e s e s p e c i a l i z a d a s funcionalmente
la sociedad civil y la c o m u n i d a d organizada, c o m o se concreta
aunque c o n v e r g i e n d o en la realización de los fines del Estado
en diversas normas constitucionales. En suma, los fines esencia-
les mencionados en el artículo 3 no excluyen otros fines esencia-
— . . les que se derivan de la rnmnrp.nsión como-totalidad de la C o n s -
25.COMBELLAS, Ricardo. "Los valores éticos de la democracia y la comuni
dad iberoamericana", en VV.AA., Ética y administración pública, Cen'
26. JELLINEK, Georg. Teoría General del Estado, Compañía Editorial Conti-
Latinoamericano de Administración para el Desarrollo, Caracas, 1997, p. 1 nental, México, 1958, p. 25.
DERECHO CONSTITUCIONAL 43
42 LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES

Constitución a través de la visión unitaria centralizada, ni a tra-


titución. S e n c i l l a m e n t e el c o n s t i t u y e n t e quiso e s t a m p a r l o s dé
vés de un "federalismo ejecutivo", de acuerdo al cual el Estado
manera especial y coherentemente desarrollar su intencionalidad
central fija unilateralmente los contenidos de la agenda de polí-
teleológica en la normativa constitucional.
ticas públicas, que corresponde ejecutar a los Estados y M u n i c i -
pios, sino gracias al "federalismo c o o p e r a t i v o " que, "insiste en
los principios de coordinación y cooperación en la ejecución de
EL ESTADO FEDERAL DESCENTRALIZADO
las competencias concurrentes, cuya operacionalización exige
la creación, tanto de instancias de concertación y negociación,
El constituyente definió, al igual que en 1961, nuestro Estado co-: como de instancias jurisdiccionales para dirimir los conflictos
11
mo federal en los términos consagrados por la Constitución (vid). suscitados entre la República, los Estados y los Municipios".
artículo 4 C B ) . En otras palabras, la arquitectura de la d i v i s i ó n De allí la relevancia de la cooperación y la concurrencia c o m o
vertical de los poderes del Estado, tal c o m o es recogida por 1 principios rectores que despliega en normas de organización del
Constitución, determinará la especificidad del federalismo vene4 Estado la Constitución (vid. artículo 165 C B ) . El sentido de la
zolano. Infra, en el capítulo correspondiente, la analizaremos cq: voluntad constituyente lo captó acertadamente la Exposición de
el necesario d e t e n i m i e n t o . Por ahora baste señalar que la consa^ Motivos de la Constitución, al destacar que los cincos principios
gración principista, aparte de la j e r a r q u í a de estar incorporad rectores "son características de un modelo federal cooperativo,
c o m o principio fundamental, tiene dos elementos dignos de aten- en el que las comunidades y autoridades de los distintos nive-
ción: primero, la calificación descentralizada del Estado federal les político-territoriales participan en la formación de las polí-
y s e g u n d o , la mención de sus principios rectores. ticas públicas comunes a la nación, integrándose en una esfera
de gobierno compartida para el ejercicio de las competencias
La Exposición de Motivos de la Constitución destaca así el en que concurren. De esta manera, la acción de gobierno de los
primer p u n t o : "En cuanto a la estructura del Estado venezola Municipios, de los Estados y del Poder Nacional se armoniza y
no, el diseño constitucional consagra un Estado federal que sé coordina, para garantizar los fines del Estado venezolano al
define como descentralizado, para así expresar la voluntad d$ servicio de la sociedad. "
transformar el anterior Estado centralizado en un verdader
modelo federal con las especificidades que requiere nuestra red
lidad. " Se postula pues, un modelo descentralizado, que la Cons'
LOS P R I N C I P I O S D E L G O B I E R N O
titución (vid. infra) se encargará de modelar.

I g u a l m e n t e , la n o r m a m e n c i o n a los principios rectores de


El artículo 6 de la Constitución contempla una n o r m a sin duda
Estado federal: integridad territorial, cooperación, concurrencia
inspirada en el artículo 3 de la Constitución derogada, con al-
solidaridad y corresponsabilidad. De estos dos últimos principio^
gunas particularidades que paso a reseñar.
(la solidaridad tiene rango de valor superior), nos hemos ocupad
supra, por lo cual nos d e t e n d r e m o s en los otros tres: ¡ntegrida En primer lugar, el término gobierno debe entenderse aquí
territorial significa unidad indisoluble del territorio nacional en sentido lato, es decir no se circunscribe al Ejecutivo N a c i o -
que no sólo debe preservarse sino integrarse más. La descentran nal, pues abarca todas las entidades a través de las cuales se ma-
zación coadyuva, en la visión del constituyente, a la integración, nifiesta la voluntad política, tanto en lo local, estatal c o m o na-
no a la desintegración, a fortalecer la unidad nacional no a debí: cional. I g u a l m e n t e , el t é r m i n o gobierno no debe interpretarse
litarla.

Pero la definición y ejecución de las políticas públicas cotí 27.COMBELLAS, Ricardo. Poder constituyente, Fundación En Cambio, Cara-
cas, 1999, p. 128.
sonas con el Estado federal d e s c e n t r a l i z a d o , no las estimula 1
44 LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
DERECHO CONSTITUCIONAL 45

como condensarlo rígidamente en estructuras, sino c o m o proce


BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
so g u b e r n a m e n t a l .

En segundo lugar, al resaltar que el gobierno "es y será siem


ARAGÓN, Manuel. Constitución y democracia. Editorial Tecnos. Ma-
pre...", alude a una vocación de permanencia, no conformand
drid, 1989.
una "cláusula pétrea", en el sentido de que no admitirá ningú
tipo de modificación, de lo cual constituye mentís irrefutable 1
BOLÍVAR, Simón. Doctrina del Libertador. Fundación Biblioteca
modificaciones que el constituyente de 1999 hizo precisament
Ayacucho. Caracas, 1994.
del artículo 3 de la Constitución derogada.

Los atributos del gobierno han sido objeto ya de nuestra ejj BOLÍVAR, S imón. Los proyectos constitucionales de Simón Bolívar,
posición en lo que se refiere a su carácter d e m o c r á t i c o , partiff el Libertador. Fondo Editorial Nacional. Caracas, 1999.
p a t i v o , d e s c e n t r a l i z a d o , r e s p o n s a b l e y p l u r a l i s t a . El atribuí
" e l e c t i v o " sustituye el de representativo. No estoy de acuerdo COMBELLAS, Ricardo. Estado de derecho. Crisis y renovación. Edi-
supra señalé que es perfectamente compatible representación co^ torial Jurídica Venezolana. Caracas, 1990.
participación. Los atributos " a l t e r n a t i v o " y "de m a n d a t o s revcj
cables", se derivan como una consecuencia del m o d e l o democrá PECES-BARBA, Gregorio. Los valores superiores. Editorial Tecnos.
Madrid, 1984.
tico-participativo que consagra la Constitución.

RUBIO LLÓRENTE, Francisco y otros. Derechos fundamentales y prin-


cipios constitucionales. Editorial Ariel. Barcelona (España), 1995.
EL IDIOMA OFICIAL Y LOS SÍMBOLOS DE LA PATRIA

SÁNCHEZ FERRIZ, Remedios. Introducción al Estado constitucional.


La Constitución reafirma que el idioma oficial es el castellano Editorial Ariel. Barcelona (España), 1993.
El que escribe hubiese preferido la m e n c i ó n al i d i o m a español
el español es nuestro idioma, tal como lo reconoce la Real Ac VV.AA. Participación ciudadana y democracia. COPRE. Caracas, 1998.
demia de la L e n g u a Española, consagrado por el uso y con r|
queza expresiva peculiar en nuestro m u n d o , H i s p a n o a m é r i c a ,

A s i m i s m o , la Constitución reconoce uso oficial a los idiS


mas que hablan los pueblos indígenas en su ámbito específico
d e b i e n d o ser r e s p e t a d o s en todo el territorio de la Repúblic
"por constituir patrimonio cultural de la nación y de la humam
dad" (artículo 9 CB).
Se reafirman los símbolos de la patria (artículo 8 CB), há
biendo d e s e c h a d o el constituyente las propuestas de i n c o r p o r '
una, dos o tres nuevas estrellas a la bandera, lo cual se dejó eve
tualmente a la reglamentación legal. En todo caso, constituyen
do los símbolos de la patria un patrimonio histórico, soy parti
dario de que no deben recibir ningún tipo de modificación, pus
desde hace t i e m p o han dejado de ser " i d e a s " para convertirse q
" c r e e n c i a s " , en el sentido orteguiano de la expresión.
///. Los espacios geográficos
! y la división política

EL T E R R I T O R I O Y EL E S T A D O

El territorio es un e l e m e n t o esencial, un dato existencial del E s -


tado. En palabras de Heller: "la comunidad de espacio es condi-
191
ción esencial de la unidad estatal". El territorio cobra relevan-
29
cia cuando el Estado ejerce su imperium, poder de mando que
ordena a los hombres actuar sobre él. Carré de M a l b e r g recoge
la importancia del territorio como elemento constitutivo del E s -
tado con expresivas palabras: "El territorio es uno de los elemen-
tos que permiten que la nación realice su unidad. Pero, además,
una comunidad nacional no es apta para formar un Estado sino
mientras posea un suelo, una superficie de tierra sobre la cual
pueda afirmarse como dueña de sí misma e independiente, es de-
cir, sobre la cual pueda, al mismo tiempo, imponer su propia po-
testad y rechazar la intervención de toda potestad ajena. El Es-
tado necesita imprescindiblemente poseer un territorio propio,
3C
porque esta es la condición esencial de toda potestad estatal".
En términos jurídicos, Kelsen sostendrá que el territorio es el ám-
bito espacial de la validez de un orden j u r í d i c o , pues los hechos

28. HELLER, Hermann. Teoría del Estado, Fondo de Cultura Económica, Méxi-
co, 1961, p. 160.
29. JELLINEK, Georg. Ob. cit., p. 325.
30. CARRÉ DE MALBERG, Raymond. Teoría General del Estado, Fondo de
Cultura Económica, México, 1948, pp. 22-23.
48 LOS ESPACIOS GEOGRÁFICOS Y LA DIVISIÓN POLÍTICA DERECHO CONSTITUCIONAL 49

que regulan las normas tienen la nota especial de que han de od fico. Esto tiene u n a gran i m p o r t a n c i a para la nueva visión más
31
rrir p r e c i s a m e n t e en un territorio d e t e r m i n a d o . comprensiva del ejercicio de la soberanía, al superar la estrechez
de miras de su c o n c e p c i ó n tradicional.
El ámbito de la validez no se confunde con el ámbito del
eficacia, d o n d e se revelará la capacidad del Estado para pobí b) Se reitera la visión del territorio (y demás espacios geográ-
y controlar su territorio, ejercer efectivamente su imperium. ficos), c o m o el c o r r e s p o n d i e n t e a la Capitanía General de Vene-
territorio, en definitiva, no es un concepto estático sino dina zuela antes de la transformación política iniciada el 19 de abril
co, cuya estabilidad y fortaleza dependerá del imperium para pr de 1810. El principio fundamentador de la territorialidad venezo-
servarlo. C o n s e c u e n c i a de la significación del territorio para' lana es el uti possidetis juris, de acuerdo al cual un Estado hereda
Estado p o d e m o s hablar de un derecho del Estado a la integridad un territorio d e t e r m i n a d o en virtud de ciertos títulos j u r í d i c o s .
32
t e r r i t o r i a l , entendido c o m o derecho del Estado, legitimado pg Dicho principió sirvió, al b a s a r s e en el reconocimiento de los lí-
el d e r e c h o i n t e r n a c i o n a l , de rechazar las v i o l a c i o n e s de | mites administrativos coloniales, de criterio delimitador de los
territorio. territorios de los n u e v o s E s t a d o s h i s p a n o a m e r i c a n o s , al i n d e -
pendizarse de la metrópoli española en las primeras décadas del
El c o m p o n e n t e más enervante de la estatalidad venezolan:
siglo X I X .
lo ha sido el territorio. Entre el despojo imperial y la irrespons
:
bilidad de nuestros gobernantes, fundamentalmente en el caud c) Al agregar la frase "con las modificaciones resultantes de
llista siglo XIX, pero también entrado el siglo XX, el territorio á los tratados y laudos arbitrales no viciados de nulidad" (artícu-
ha reducido significativamente, tanto q u e se le c o m p a r ó a u~ lo 10 C B ) , el constituyente, c o m o lo resalta la Exposición de Mo-
suerte de "piel de zapa", rememorando figurativamente la nové tivos, p a r a que no haya dudas de interpretación, corrigió la omi-
de B a l z a c . sión del constituyente de 1961 con relación a los laudos y arbitra-
jes determinantes de nuestras fronteras actuales, como son los de
los años 1865, 1891, 1899 y 1922; y se establece categóricamente
LOS ESPACIOS GEOGRÁFICOS que Venezuela no reconoce los laudos viciados de nulidad, como
Y LA NUEVA C O N S T I T U C I Ó N es el caso del L a u d o de París de 1899, que despojó a Venezuela
del espacio situado en la m a r g e n occidental del río E s e q u i b o .

El constituyente de 1999, es cierto que con sentido realista, está d) La Constitución enfatiza (artículo 11 CB) que la sobera-
bleció las bases dé sustentación del elemento territorial en la tra nía se ejerce: p r i m e r o , en los espacios continental e insular, la-
dición constitucional que cristaliza en 1 9 6 1 , pero no es meno custre y fluvial, m a r territorial, áreas marinas interiores, históri-
cierto que avanzó hacia derroteros más ambiciosos, con miras cas y vitales, y las c o m p r e n d i d a s dentro de las líneas de base
fortalecimiento de nuestra territorialidad. recta que ha a d o p t a d o o adopte la República; segundo, en su co-
r r e s p o n d i e n t e suelo y s u b s u e l o ; y tercero, en el e s p a c i o aéreo
a) En primer lugar, el constituyente sustituyó el elemento te
continental, insular y marítimo y los recursos que en ellos se en-
rritorio por el más amplio de espacio geográfico. El territorio
cuentran, incluidos los genéticos, los de las especies migratorias,
en efecto, se circunscribe al espacio continental, un component
sus productos derivados y los c o m p o n e n t e s intangibles que por
j u n t o a los espacios insulares y marítimos, del espacio geográ
causas naturales allí se encuentren.

C o m o ha s e ñ a l a d o el c a p i t á n de navio Tulio P e ñ a A r e v e d n .
Jl.KhLShN, Hans. l e o n a General del Estado, h'üitónai ¡Nacional, Tvíéxic
asesor de la comisión de la A N C que elaboró el informe sobre
1957, pp. 181 y ss.
32. LEU, Hans. Estructuras internacionales, Universidad Central de Venezue la soberanía y los espacios territoriales (informe mimeografia-
la, Caracas, 1976. do): "el concepto de líneas de base recta permitirá a la nación,
50 LOS ESPACIOS GEOGRÁFICOS Y LA DIVISIÓN POLÍTICA
DERECHO CONSTITUCIONAL 51

en el uso pleno de su soberanía, decretar una línea recta que p«! i) De la mayor importancia es la consideración constitucional
diera unir el extremo más oriental de la Península de Paria, La del e s p a c i o geográfico c o m o zona de paz (artículo 13, primer
Testigos, La Blanquilla, La Orchila, Los Roques, Aves de Sota aparte, C B ) , consecuencia c o m o bien lo apunta la Exposición de
vento y un punto geográfico en tierra continental, tal vez Sá Motivos, de los valores fundamentales que inspira la República,
Juan de los Cayos en el Estado Falcan, constituyéndose todo é y en virtud de lo cual se prohibe expresamente el establecimiento
espacio marítimo dentro de esas líneas en mar interior, y serC en Venezuela de bases e instalaciones militares extranjeras.
a partir de allí donde comenzaría a medirse el mar territoria
de Venezuela". j) El texto fundamental (artículo 13 segundo aparte, CB) rei-
tera el principio de la "extraterritorialidad derivada", pautado en
e) La i n c l u s i ó n en el e s p a c i o i n s u l a r ( a r t í c u l o 11, prime la Convención de Viena, referido a los inmuebles utilizados efec-
1
aparte, C B ) , de un conjunto de islas y archipiélagos individual t i v a m e n t e c o m o sedes de las r e p r e s e n t a c i o n e s d i p l o m á t i c a s y
m e n t e d e n o m i n a d o s , no tiene la pretensión (cfr. Peña) de hace consulares. Dichos inmuebles no son tierra extranjera sino terri-
una relación p o r m e n o r i z a d a (pues nuestras islas sobrepasan é torio soberano del país. C o m o señala Verdross: "lo único que ocu-
n ú m e r o de trescientas), sino el de resaltar que constituyen hito' rre es que no cabe penetrar en ellos, en principio, contra la vo-
geográficos que han p e r m i t i d o la firma de tratados de delimita luntad de la representación diplomática". 33

ción de áreas marinas y submarinas con los Estados Unidos, Franl


k) C o m o una norma de signo protector, ante la eventual fragi-
cia, Santo D o m i n g o , el Reino de los Países.Bajos y Trinidad y
; lidad estratégica, ambiental y e c o n ó m i c a de los espacios insula-
T o b a g o , lo q u e nos o t o r g a d e r e c h o s e x c l u s i v o s s o b r e más d
2
res, la Constitución subraya (artículo 13, último aparte), la p r o -
580.000 K m .
hibición de enajenar sus tierras baldías.
f) El señalamiento expreso (artículo 11, segundo aparte, CB)
del ejercicio por parte de la República, de d e r e c h o s exclusivo, 1) La C o n s t i t u c i ó n r e p r o d u c e en su artículo 14 una n o r m a
de soberanía y j u r i s d i c c i ó n sobre los espacios acuáticos consti c o n t e m p l a d a ya en la Constitución de 1961, con antecedentes en
algunas constituciones a m e r i c a n a s , consistente en la revisión a
tuidos por la zona marítima contigua, la plataforma continenta
la reglamentación legal del establecimiento de un régimen jurídi-
y la zona e c o n ó m i c a exclusiva, en los términos, extensión y con
co especial para aquellos territorios que por libre d e t e r m i n a c i ó n
diciones d e t e r m i n a d o s por el derecho internacional público y |
de sus habitantes y con aceptación de la A s a m b l e a N a c i o n a l , se
ley. Es de recalcar que cada uno de estos espacios acuáticos tió
incorporen a la República. Sopésese las dos c o n d i c i o n e s : la li-
ne su propia especificidad, en función del d i n á m i c o desarrolT
bre v o l u n t a d d e m o c r á t i c a del p u e b l o sobre tan t r a s c e n d e n t a l
en esta materia del derecho internacional.
asunto, y la ratificación de nuestro m á x i m o órgano de represen-
g) La consideración en la Constitución (artículo 11, tercer a tación: la A s a m b l e a N a c i o n a l .
parte, C B ) , de derechos del Estado venezolano sobre el denomi
m) Las fronteras, los espacios fronterizos en los t é r m i n o s de
nado " e s p a c i o ultraterrestre s u p r a y a c e n t e " , se inscribe en la ne*
la Constitución (artículo 15 C B ) , son objeto de especial conside-
cesaría atención j u r í d i c a sobre un tema q u e , gracias a los avan
ración por el nuevo texto constitucional. Bienvenido el postulado
ees tecnológicos, adquiere paulatina atención. D i c h o espacio, e
c o n s t i t u c i o n a l , que obliga a la A s a m b l e a Nacional a su regla-
principio res communis omnium, requiere n e c e s a r i a m e n t e del.
mentación legal, m e d i a n t e la aprobación de la c o r r e s p o n d i e n t e
c o r r e s p o n d i e n t e regulación internacional, que impida su uso"
ley orgánica. Las fronteras delimitan el territorio del Estado, que
apropiación inequitativa y desigual, por parte de los Estados có
c o m o apunta Escuin Palop, adquiere su plena significación geo-
Cctp5.cidu.ii íccnGiGgiCti p3.ru uniItiiCidlmente disponer de el.

h) La Constitución (artículo 13, encabezamiento, C B ) , reiter


el principio de prohibición absoluta de enajenación del territoriq 33. VERDROSS, Alfred. Derecho internacional público. Editorial Aguilar,
Madrid, 1963, p. 262.
52 LOS ESPACIOS GEOGRÁFICOS Y LA DIVISIÓN POLÍTICA DERECHO CONSTITUCIONAL 53

gráfica y política mediante la determinación de los lugares dq¡ Los Estados, en la actualidad veintitrés, son las entidades po-
34
de c o m i e n z a y d o n d e a c a b a . líticas a u t ó n o m a s e iguales que conforman el nivel estatal (tam-
En efecto, el constituyente obliga al Estado a asumir, a p bién l l a m a d o regional), en la división federativa de p o d e r e s .
tir de ahora como un mandato constitucional, con la jerarquía no El Distrito Capital es la unidad político-territorial que inte-
mativa que conlleva, su responsabilidad, concretada en obligj gra la ciudad de C a r a c a s , capital de la República.
ciones y objetivos, de diseñar una política integral de fronter
en los términos y bajo las condiciones en la Carta Magna est' Las d e p e n d e n c i a s federales son las islas marítimas no inte-
blecidos. gradas en el territorio de un Estado, así c o m o las que se formen
o aparezcan en el m a r territorial o en el que cubra la plataforma
n) Por último, dentro del capítulo dedicado a los espacio' continental (artículo 17 C B ) .
geográficos, la Constitución reconoce explícitamente a los yac|
mientos mineros y de hidrocarburos (artículo 12 C B ) , como bié Los territorios federales son aquellos espacios c r e a d o s por
nes del dominio público, en consonancia con la tradición inaugií la ley en determinadas áreas de los Estados, supeditada al princi-
rada en estas tierras por el decreto del Libertador emitido en Qui pio d e m o c r á t i c o - p a r t i c i p a t i v o de la consulta refrendaria a los
to el 24 de octubre de 1829, conforme al cual "las minas de cuál electores de la respectiva entidad (se entiende los electores del
quier clase corresponden a la República. " A d e m á s , el constitu) Estado en su totalidad). U n a ley especial podrá dar a un territo-
yente puntualizó que, consecuencia de su reserva como de do, rio federal la categoría de E s t a d o .
minio público, dichos bienes son inalienables e imprescriptibles La Constitución remite a la correspondiente ley orgánica la
I g u a l m e n t e , dicha n o r m a también califica como bienes de dom| regulación de la división político territorial, la cual debe garan-
nio p ú b l i c o a las costas marinas. tizar los principios constitucionales de la autonomía municipal
y la descentralización político-administrativa.

LA DIVISIÓN POLÍTICA
EL DISTRITO C A P I T A L
La división política atiende al principio de la distribución espá
cial (o territorial) del poder del Estado, institucionalizado cora Tema recurrente del debate constitucional en los últimos años lo
Poder Público. Tiene por tanto que reflejar en sus disposiciones ha sido el atinente al régimen político territorial de la capital de
los principios fundamentales de la Constitución sobre esta mate' la República, la ciudad de Caracas, cuya área m e t r o p o l i t a n a ha
ria, que cristalizan en el Estado federal descentralizado. A s í l crecido c o n s i d e r a b l e m e n t e en el último medio siglo (su pobla-
h a c e , al dividir el territorio nacional en: Estados, el Distrito C ción se estima a c t u a l m e n t e en cerca de 3.500.000 h a b i t a n t e s ) .
pital, las dependencias federales y los territorios federales. Coni Este d e b a t e solicitaba una inevitable respuesta constitucional,
e x p r e s i ó n del poder local, base ascendente del p o d e r estatal, I una vez que se desgajó el D e p a r t a m e n t o Vargas del Distrito Fe-
Constitución señala que el territorio se organiza en Municipio: deral, hoy Estado Vargas.
(artículo 16 CB), que constituyen la unidad política primaria d
la organización nacional. Varias a l t e r n a t i v a s se p l a n t e a r o n estos ú l t i m o s años {vid.
Vallmitjana, 1993), que iban desde la eliminación del Distrito Fe-
deral (creado el año 1864, c o m o respuesta de la federación a la
creación de un territorio, independiente de los Estados, que alo-
34. ESCUIN PALOP, Vicente. Introducción al derecho público, Editorial Tiran j a r a en su seno tanto las ramas del Poder Público nacional c o m o
Lo Blanch, Valencia (España), 1994, p. 32. la ciudad capital federal, C a r a c a s ) , su absorción por el E s t a d o
LOS ESPACIOS GEOGRÁFICOS Y LA DIVISIÓN POLÍTICA
DERECHO CONSTITUCIONAL 55

Miranda, hasta la creación de un régimen especial para la cui


35
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
dad.
La solución adoptada por el constituyente de 1999 (vid. artf
AGUILERA, Jesús Antonio. Las fronteras de Venezuela. Ediciones del
culo 18 C B ) , es en buena medida una transacción, al crear un sis
Congreso de la República. Caracas, 1988.
tema de g o b i e r n o municipal a dos niveles, los M u n i c i p i o s d
nuevo Distrito Capital (que sustituye al Distrito Federal) y I¿
BREWER-CARÍAS, Alian. Las constituciones de Venezuela. Universi-
c o r r e s p o n d i e n t e s del Estado Miranda, y r e m i t i e n d o a la ley sf
dad Católica del Táchira. San Cristóbal, 1985.
organización, gobierno, administración, competencia y recursos
A s i m i s m o , el constituyente se reservó la potestad de a p r o b a r !
HELLER, Hermann. Teoría del Estado. Fondo de Cultura Económica.
correspondiente ley especial, bajo el supuesto de la p r e s e r v a d o México, 1961.
de la integridad territorial del Estado Miranda (disposición tr¡
sitoria primera de la C B ) . NWEIHED, Kaldone. La vigencia del mar. Equinoccio. Caracas, 1973.
La ley sancionada por la A N C el 28 de enero del 2000, lá
mentablemente no coadyuva al objetivo principal del nuevo regí SALGUEIRO, Adolfo. "En torno a los "espacios geográficos" consagra-
men: La mejor gobernabilidad de Caracas, d a d o que entre otro dos en la nueva Constitución", en VVAA., El nuevo derecho cons-
titucional venezolano. UCAB. Caracas, 2000. pp. 667-672.
argumentos críticos: en primer lugar, no regula la entidad polític
creada por la Constitución, el Distrito Capital, sino que crea u;
WOLF, Ernesto. Tratado de derecho constitucional venezolano. Tipo-
Distrito Metropolitano no contemplado para la ciudad capital po
grafía Americana. Caracas, 1945.
la Constitución. El Distrito Capital termina siendo una entele
quia sin organicidad, recursos, ni c o m p e t e n c i a s ; en segundo 1
ZAMBRANO VELASCO, José Alberto. Sumario jurídico de la terri-
gar, no se deslindaron nítidamente las competencias de los órga
torialidad. Universidad Católica del Táchira. San Cristóbal, 1989.
nos del Distrito Metropolitano de las competencias de los Muni
cipios que integran el Distrito Capital; y en tercer lugar, la le"
a p r o b a d a por la A N C no estableció relaciones formales de cd,
ordinación entre las máximas autoridades ejecutivas en el ámbit
metropolitano, coincidente con el territorio del Estado Miranda
el Alcalde M e t r o p o l i t a n o y el G o b e r n a d o r del Estado Miranda

H a c e m o s votos porque la comprensión m u t u a en función de


bien común y la claridad de interpretación que seguramente reali;
zara la sala c o n s t i t u c i o n a l del T r i b u n a l S u p r e m o de Justicia
ayuden al logro del objetivo supremo de la gobernabilidad de Ca
racas, mientras se adelantan las reformas legales que seguramea
te habrá que realizar.

35. VALLMITJANA, Marta (Coordinadora). Caracas: nuevos escenarios par


el poder local, Editorial Nueva Sociedad, Caracas, 1993.
LOS D E R E C H O S H U M A N O S
y SU D E S E N V O L V I M I E N T O H I S T Ó R I C O

La Constitución tiene en los derechos h u m a n o s su razón de ser.


No es casual que los orígenes del constitucionalismo a fines del
siglo X V I I I estén unidos indisolublemente a los d e r e c h o s huma-
nos. Los primeros d o c u m e n t o s escritos de irradiación universal
e influencia i m p e r e c e d e r a así lo revelan: La Declaración de In-
dependencia de los EE.UU., aprobada el 4 de j u l i o de 1776 se
sustenta en los derechos inalienables del hombre; posteriormente
su Constitución sancionada el año de 1787, se c o n s i d e r ó incom-
pleta hasta que no se ratificaron el año 1791 sus diez primeras
enmiendas (el Bill ofRights que había tenido su antecedente más
preclaro en el Bill ofRights de la Constitución de Virginia de 1776),
contentivas de la declaración de derechos. Por su parte, la Decla-
ración de los derechos del hombre y del ciudadano, aprobada por
la A s a m b l e a N a c i o n a l Constituyente de la Francia r e v o l u c i o n a -
ria, el año 1789, precedió a la Constitución de 1791, p l a s m a n d o
en su articulado dos principios que han devenido c o m o verdade-
ros d o g m a s del Estado democrático m o d e r n o : "el objeto de toda
asociación política es la conservación de los derechos naturales
e imprescriptibles del hombre", y "toda sociedad en la cual la ga-
rantía de los derechos no está asegurada, ni d e t e r m i n a d a la sepa-
ración de los p o d e r e s , carece de Constitución."

La Declaración solemne de la Independencia a p r o b a d a por


el C o n g r e s o de Venezuela el 5 de j u l i o de 1811 parte de la "pie-
58 LOS DERECHOS HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 59

na y absoluta posesión de nuestros derechos", que cristalizan e; rectrices de estos derechos: la libertad, entendida en términos in-
la Declaratoria de los Derechos del Pueblo y en la Constitucié dividualistas; la igualdad, como igualdad formal ante la ley; y
s a n c i o n a d a el 21 de d i c i e m b r e de 1811. Ellos sientan las base la seguridad, escudo protector, que al hacerse previsibles las ac-
fundacionales y constitucionales de la nueva R e p ú b l i c a bajo 1 ciones h u m a n a s , facilita el despliegue de los derechos.
égida de los derechos h u m a n o s . E s t e m o d e l o , en términos políticos, el liberalismo político,
En más de doscientos años de trayectoria constitucional, po predominó en una lucha pertinaz con los siempre presentes vesti-
36
demos visualizar grosso modo tres grandes períodos con sus co| gios del A n t i g u o Régimen, y j a q u e a d o p e r m a n e n t e m e n t e por las
rrespondientes m o d e l o s de derechos h u m a n o s . Así: fuerzas sociales democráticas, hasta la Gran Guerra, aunque es
de d e s t a c a r que ya desde las postrimerías del siglo X I X , con la
El primer período corresponde al p r e d o m i n i o de la concepj
p r e p o n d e r a n c i a j u s positivista, fue sometido a un proceso de de-
ción liberal del Estado y la consiguiente interpretación individua
sustanciación, en menoscabo de sus soportes axiológicos, que le
lista de los derechos h u m a n o s , que concibe a la propiedad priva;
restó i n n e g a b l e m e n t e vigor ideológico. Dicho de otro m o d o , se
da c o m o un " d e r e c h o inviolable y sagrado". Tal p e r í o d o se inii 40
j e r a r q u i z ó al burgués por encima del c i u d a d a n o .
cia con las revoluciones hijas de la Ilustración, paradigmática^
mente en la primera nueva nación, los Estados Unidos de A m é r El segundo período, (conocido por la historiografía contem-
ca, y en la Francia revolucionaria. Si bien es cierto que la primaí p o r á n e a como período de entreguerras), nace con la finalización
cía en la concreción positiva de los derechos h u m a n o s corres de la G r a n G u e r r a y termina a c o m i e n z o s de la segunda, y se
p o n d e a los Estados U n i d o s , cuya influencia repercutió directaj identifica con el reconocimiento constitucional (Querétaro, 1917
37
m e n t e sobre los r e v o l u c i o n a r i o s franceses, no es m e n o s cierta y Weimar, 1919), de los derechos sociales y el intervencionismo
que la Revolución francesa tuvo una inigualable vocación de uni- estatal en la economía. El m o d e l o parte de la situación fáctica
versalidad, en palabras de Robespierre: "La primera revolució derivada de la satisfacción de las necesidades m í n i m a s vitales
basada en los derechos de la humanidad",™ símbolo por antono- de los seres h u m a n o s (alimentación, salud, seguridad social, edu-
masia de destrucción del viejo orden. Bien lo captó el genio perspL cación), las cuales sólo pueden ser garantizados por el Estado (el
caz de Tocqueville: "La Revolución acabó súbitamente, por un es, Estado de la procura existencial). Reconocidos c o m o derechos,
fuerzo convulsivo y doloroso, sin transición, sin precaución y si su actualización requiere de una Administración aportadora de
miramientos, lo que a la larga se habría acabado por sí mismq prestaciones, por consiguiente de un Estado proyectivo, que em-
poco a poco. Tal fue su obra" p r e n d e p r o g r a m a s para su mejor realización y exige por tanto,
c o m o requisito, de su intervención en las dimensiones específi-
Los derechos que se contemplan, fundamentalmente los civij
c a m e n t e social-y económica de la sociedad.
les y políticos, han sido d e n o m i n a d o s como los derechos de 1-
primera generación, y se universalizan en la influyente impron El soporte valorativo de estos "derechos de la segunda gene-
ta del constitucionalismo liberal. Tres ideas centrales son las di. ración" es distinto al del modelo anterior. Se reinterpreta la liber-
tad c o m o liberación de la indigencia, condición del desarrollo de
las libertades; la igualdad es una igualdad fundamental, material,
36 COMBELLAS, Ricardo. Estado de derecho. Crisis y renovación, Editori no p u r a m e n t e formal; se introduce el valor de la j u s t i c i a social;
Jurídica Venezolana, Caracas, 1990, pp. 141-145. y son englobados bajo el principio esencial de la dignidad huma-
37 KRIELE, Martín. Introducción a la teoría del Estado, Editorial Depalm
na, d i g n i d a d que presupone la satisfacción de las n e c e s i d a d e s
Buenos Aires, 1980, pp. 20 y ss.
38 GAUCHET, Manuel. "Estudio crítico sobre la Declaración de los derechos de
hombre y del ciudadano", en Ciencia Política 15, Bogotá, 1989, p. 29.
39 TOCQUEVILLE, Alexis de. El Antiguo Régimen y la Revolución, Editori 40. HELLER, Hermann. "Ciudadano y burgués", en Hermann Heller, Escritos
Guadarrama, Madrid, 1969, p. 49 políticos. Editorial Alianza, Madrid, 1985, pp. 241 y ss.
60 LOS DERECHOS HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 61

materiales de la persona h u m a n a como condición p, barreras que se interpusieron. De alguna manera, el acuerdo fue
cer sus necesidades espirituales. posible mientras nadie se preguntara sobre el porqué del acuerdo.

Podemos hablar de un tercer período en la evolucf La Declaración es un d o c u m e n t o de talante moral, pues no


derechos humanos, que tiene su punto de partida en 1¿ establece obligaciones j u r í d i c a s para los Estados, lo cual se lo-
ción Universal de Derechos Humanos, adoptada por la graría p o s t e r i o r m e n t e con la aprobación de los dos pactos, uno
General de las Naciones Unidas, el 10 de diciembre de sobre d e r e c h o s civiles y políticos, y el otro sobre derechos e c o -
tos "derechos de la tercera generación" (entre otros, los n ó m i c o s y sociales, el año 1966, y vigentes desde el año 1976.
ecológicos, la paz, el desarrollo sustentable, la informa: Pero ese talante moral ha contribuido a crear una conciencia de
identifican más con el colectivo que con el individuo los d e r e c h o s h u m a n o s de tal naturaleza, que hoy no se concibe
penetrados por el valor de la solidaridad humana en suf la estructura institucional de la c o m u n i d a d internacional sin una
sión de contribución común inscrita en un destino común de sus partes integrantes, que no es otra que la Declaración Uni-
pasa las fronteras de los Estados, y requieren de su coolfo versal, y por c o n s i g u i e n t e una violación de la Declaración por
para su mejor realización. En efecto, vinculan los acuerag parte de un Estado se interpreta c o m o una violación de la Carta
tados internacionales a los Estados a cumplir un conjunto de las N a c i o n e s U n i d a s .
gaciones y prescripciones de diversa naturaleza, gracia
N o r b e r t o B o b b i o , ha resaltado con la lucidez peculiar a sus

! cuales las personas individualmente consideradas y los


sociales, encuentran cobijo en instancias supranacionalé
escritos, la nueva fase que se abre con la Declaración Universal:
"Con la Declaración Universal de 1948 da comienzo una tercera
tículo 28 de la Declaración Universal estableció el princí
y última fase en que la afirmación de los derechos es al mismo
sico de la incorporación del hombre, el hombre como pers
tiempo universal y positiva: universal en el sentido de que no só-
rectamente en el orden internacional: "Toda persona tie'rt
r
lo son destinatarios de los principios contenidos en ella los ciu-
cho a que se establezca un orden social internacional é
dadanos de éste o aquel Estado sino todos los hombres; positiva,
los derechos y libertades proclamados en esta Declar
en el sentido de que pone en movimiento un proceso a cuyo tér-
hagan plenamente efectivos."
i mino los derechos del hombre deberían ser ya no sólo proclama-
s El gran aporte de la Declaración Universal consiste! dos o idealmente reconocidos, sino efectivamente protegidos
ber iniciado un sistema internacional de protección de lg incluso contra el mismo Estado que los ha violado. Al final de
chos humanos, que no ha dejado de desarrollarse desdej este proceso los derechos del ciudadano se transformarán real-
ees. A partir de la Declaración Universal, los derechos hu mente, positivamente, en los derechos del hombre. O al menos
son universales, es decir existe la vocación de reconoo serán los derechos del ciudadano de aquella ciudad que no cono-
protegerlos jurídicamente, más allá del ámbito limitadoj ce fronteras, porque comprende a toda la humanidad, o en otras
Estados nacionales. Si todos los seres humanos han nacida palabras serán derechos del hombre en cuanto derechos del ciu-
e iguales en dignidad y derechos, como reza su artículo dadano del mundo. Nos sentiríamos tentados a describir el pro-
ro, los derechos h u m a n o s traspasan las fronteras nacional ceso de desarrollo que acaba con la Declaración Universal tam-
j a n de ser objeto único de atención de las comunidades na bién de otra forma, sirviéndonos de las tradicionales categorías
les, para ser objeto de atención también por parte de la co del derecho natural y del derecho positivo: los derechos del hom-
dad internacional. bre nacen como derechos naturales universales, se desarrollan
como derechos positivos particulares para hallar luego m ple-
No fue fácil compatibilizar tradiciones tan r^d i calmen
na realización como derechos positivos universales. La Declara-
tintas, c o m o el h u m a n i s m o occidental, el m a r x i s m o y la_
ción Universal contiene en germen la síntesis de un movimien-
fía oriental, para obtener el tan ansiado a c u e r d o , concreta
to dialéctico que comienza con la universalidad abstracta de los
la Declaración. Afortunadamente, la voluntad positiva sup^
62 LOS DERECHOS HUMANOS
DERECHO CONSTITUCIONAL 63

derechos naturales, pasa a la particularidad concreta de los del mo derechos naturales, tienen vocación de positivarse en la Cons-
rechos positivos nacionales, termina con la universalidad ya nd titución y hacerse derechos subjetivamente válidos. Este paradig-
abstracta sino concreta de los derechos positivos universales"A ma tradicional ha sido superado por la nueva Constitución al pre-
En conclusión, p o d e m o s hablar del principio de la progresi] valecer ahora una concepción totalizadora de los derechos hu-
42
vidad de los derechos h u m a n o s dado que: a) Los derechos hu m a n o s que supera, al integrarse en una síntesis superior, su dis-
m a n o s han tenido un desarrollo progresivo, que se manifiesta e tinción de los derechos fundamentales. Esto tiene su explicación
su universalidad, su aspiración positiva y su enriquecimiento, en un valor superior de la Constitución bolivariana: la preemi-
tanto ontológico como a x i o l ó g i c o ; b) en consecuencia, la rela¡ nencia de los derechos humanos. ¿Qué significa y c ó m o se ope-
ción del Estado para con ellos ha variado profundamente, en ur racionaliza este singular valor superior?
largo c a m i n o que va desde su r e c o n o c i m i e n t o declarativo hasta
a) La calidad de preeminente, jerarquizado como valor supe-
su subordinación y limitación a la c o m u n i d a d internacional, erj rior, dota a los derechos h u m a n o s de un rango de superioridad,
aras del telos de la m a y o r protección, fomento y realización da ontológica y axiológica, respecto a las autoridades, poderes y ór-
los derechos h u m a n o s . El d e s i d e r á t u m es superar la concepción; ganos del E s t a d o . Son los derechos h u m a n o s positivación de va-
positivista de la autolimitación del Estado, anclada en la ya declil lores r e c o g i d o s por la Constitución.
nante noción de soberanía, para dar paso a una concepción don-
de el Estado es limitado, si fuese necesario, incluso coercitiva-? b) Pero, a d e m á s , los derechos h u m a n o s son superiores a la
mente, por la comunidad internacional, en caso de violación fia-; Constitución, tienen jerarquía supraconstitucional. Las normas
grante de los derechos h u m a n o s . constitucionales y legales los desarrollan, amén de protegerlos
y fomentarlos, como una exigencia inmanente a valores a los que
ella sirve e intenta, gracias a su fuerza normativa, realizar.
CONCEPTUALIZACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS c) La Constitución se reconoce numerus apertus, no numerus
EN LA C O N S T I T U C I Ó N DE 1999 clausus, en materia de derechos humanos, pues ellos son inheren-
tes a la persona (artículo 22 CB), acordes a su dignidad, que va-
len i n d e p e n d i e n t e m e n t e de su r e c o n o c i m i e n t o e x p r e s o por la
No es casual la conceptualización de los derechos constitucional
Constitución.
les c o m o derechos h u m a n o s por la Constitución bolivariana. Ll
C o n s t i t u c i ó n , lo r e c o n o c e e x p l í c i t a m e n t e en su Exposición da d) A ello se agrega el reconocimiento c o m o derechos h u m a -
Motivos, tiene "una marcada influencia jus naturalista". La orto-? nos constitucionales de aquellos recogidos por los tratados, pac-
doxia doctrinaria define los derechos recogidos por la Constitu-; tos y convenciones internacionales suscritos y ratificados por Ve-
ción c o m o derechos f u n d a m e n t a l e s , en la medida que forman nezuela, que a d e m á s "prevalecen en el orden interno, en la me-
parte del derecho positivo, c o m o advierte Kriele, los derechos dida en que contengan normas sobre su goce y ejercicio más fa-
43
del h o m b r e g a r a n t i z a d o s por las instituciones j u r í d i c a s . Pon vorables a las establecidas por esta Constitución y en las leyes
tanto, los derechos humanos, concebidos j u s filosóficamente co- de la República, y son de aplicación inmediata y directa por los
tribunales y demás órganos del Poder Público " (artículo 23 CB).
P o d e m o s hablar, entonces, de un principio implícito de subordi-
41. BOBBIO, Norberto. El problema de la guerra y las vías de la paz, Edito- nación de la Constitución a los derechos h u m a n o s .
rial Gedisa, Barcelona (España), 1982, pp. 135-136.
42.cfr. N1K.KL.N, Pedro/La protección internacional de los derechos: su ae- e) La Constitución reconoce el principio de progresividad
sarrollo progresivo, Editorial Civitas, Madrid, 1987. (vid. supra), conforme al cual el Estado garantiza a toda perso-
43. KRIELE, Martín. Introducción a la teoría del Estado, Editorial Depalma, na, sin discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable,
Buenos Aires, 1980. indivisible e interdependiente de los derechos h u m a n o s .
64 LOS DERECHOS HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 65

f) De su carácter preeminente se deriva el principio de aplica- c o n s e c u e n c i a que la inexistencia de su desarrollo legislativo no


ción constitucional directa de los derechos humanos, conforme a] es impedimento para el goce y ejercicio de los derechos; y segun-
cual éstos cobran vigencia independientemente de su regulación do, el principio de no alteración legal del contenido esencial de
legal, en palabras de Krüger (citado por Bachof) "... antes los de-i los derechos humanos (que se infiere de los artículos 2, 3 y 19 CB),
rechos fundamentales sólo valían en el ámbito de la ley, hoy la¿ sistematizado por la doctrina jurisprudencial alemana y española.
leyes sólo valen en el ámbito de los derechos fundamentales".1 Así, la c o n o c i d a sentencia del Tribunal Constitucional español
o 45
del año 1981 (STC 11/1981, Fj 8 , citado por R u b i o ) , destaca
g) Por último, el valor superior de la preeminencia de los de4
en un párrafo medular, que bien vale la pena citar in extenso, tan
rechos h u m a n o s los dota de un sistema de protección que no se?
relevante c o n c e p t o constitucional:
agota en las garantías del o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o nacional (vid\
infra), sino que se amplía a los sistemas de protección internacio-i "Para tratar de aproximarme de algún modo a la idea de
nal (vid. artículo 31 C B ) . "contenido esencial" que en el artículo 53 de la Constitución
(española) se refiere a la totalidad de los derechos fundamen-
tales, y que puede referirse a cualesquiera derechos subjetivos,
LOS DERECHOS HUMANOS, SU DESARROLLO LEGAL sean o no constitucionales, cabe seguir dos caminos. El prime-
Y EL P R I N C I P I O DE LA RESERVA DE LEY. ro es tratar de acudir a lo que suele llamarse la naturaleza jurí-
dica o el modo de concebir o de configurar cada derecho. Se-
LOS LÍMITES DE LOS DERECHOS HUMANOS
gún esta idea hay que tratar de establecer una relación entre el
lenguaje que utilizan las disposiciones normativas y lo que al-
La Constitución no p u e d e agotar todos los aspectos y dimensio-' gunos autores han denominado el metalenguaje o ideas generali-
nes de los derechos humanos, por lo cual remite a la ley determi- zadas y convicciones generalmente admitidas entre los juristas,
nadas condiciones de su ejercicio (e.g. artículo 68 C B : "Los ciu\ los jueces y, en general, los especialistas en Derecho. Muchas
dadanos y ciudadanas tienen derecho a manifestar, pacíficamen- veces el nomen y el alcance de un derecho subjetivo son previos
te y sin armas, sin otros requisitos que los que establezca lá, al momento en que tal derecho resulta recogido y regulado por
ley".); su alcance (e.g. artículo 52 C B : "Todapersona tiene dere- un legislador concreto. El tipo abstracto del derecho preexiste
cho de asociarse con fines lícitos, de conformidad con la ley".);- conceptualmente al momento legislativo y en este sentido se
y sus limitaciones (e.g. artículo 60 C B : "Toda persona tiene dm puede hablar de una recognoscibilidad de ese tipo abstracto en
recho a la protección de su honor, vida privada, intimidad, pro^ la regulación concreta. Los especialistas en Derecho pueden res-
pia imagen, confidencialidad y reputación. La ley limitará el usa] ponder si lo que el legislador ha regulado se ajusta o no alo que
de la informática para garantizar el honor y la intimidad persoA generalmente se entiende por un derecho de tal tipo. Constitu-
nal y familiar de los ciudadanos y ciudadanas y el pleno ejercí^ yen el contenido esencial de un derecho subjetivo aquellas facul-
ció de sus derechos. ") tades o posibilidades de actuación necesarias para que el dere-
cho sea recognoscible como pertinente al tipo descrito, y sin las
El desarrollo legal de los derechos h u m a n o s tiene dos pará-í
cuales deja de pertenecer a ese tipo y tiene que pasar a estar
metros que distinguen la concepción legal positivista de los dere-;
comprendido en otro, desnaturalizándose, por decirlo así. Todo
chos h u m a n o s , de la c o n c e p c i ó n predominante constitucional-
ello referido al momento histórico de que en cada caso se trata
axiológica, cónsona con el Estado constitucional de derecho: pri-j
m e r o , el principio de la aplicación directa de la Constitución en¡
materia de los derechos h u m a n o s (vid. supra), que tiene comoj
45. RUBIO LLÓRENTE, Francisco y otros. Derechos fundamentales y prin-
cipios constitucionales, Editorial Ariel, Barcelona (España), 1995, pp. 721-
44. BACHOF, Otto. Jueces y constitución. Editorial Taurus, Madrid, 1963. 722.
LOS DERECHOS HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 67

y a las condiciones inherentes en las sociedades democráticas, de regulación por cualquier otra modalidad legislativa, y menos
cuando se trate de derechos constitucionales. ser objeto (como lo señala Brewer-Carías, opinión con la que es-
46
toy en absoluto d e s a c u e r d o ) de delegación al Poder Ejecutivo.
"El segundo posible camino para definir el contenido esen-
cial de un derecho consiste en tratar de buscar lo que una impor- Los derechos humanos tienen límites derivados de la natura-
tante tradición ha llamado los intereses jurídicamente protegí, leza relacional, comunitaria, no-atomista de la persona humana.
dos como núcleo y médula de los derechos subjetivos. Se puede Desde los orígenes de las declaraciones de derechos se proclama-
entonces hablar de una esencialidad del contenido del derecha ba la limitación ínsita en el d e r e c h o de los otros a gozar de los
para hacer referencia a aquella parte del mismo que es absolutai m i s m o s d e r e c h o s . Vivimos en comunidad, la cual exige reglas
mente necesaria para que los intereses jurídicamente protegibles de c o n v i v e n c i a , coexistencia de libertades, donde privilegiar el
que dan vida al derecho resulten real, concreta y efectivamente d e r e c h o de una persona sobre los d e m á s , conlleva la desigual-
protegidos. De este modo se rebasa o se desconoce el conteni- dad, y hasta la discriminación, con lo cual se quebranta el orden
do esencial cuando el derecho queda sometido a limitaciones que y su soporte en el principio de igualdad. Los derechos h u m a n o s
lo hacen impracticable, lo dificultan más allá de lo razonable o constituyen en sí mismos una totalidad axiológica que exige so-
lo despojan de la necesaria protección. pesar su valor relacional, y por ende ponderar el goce y ejerci-
cio de un derecho en conexión con otro. C o m o bien señala López
"Los dos caminos propuestos para tratar de definir lo que
Guerra, a título ilustrativo, la libertad de movimiento de un indi-
puede entenderse por "contenido esencial" de un derecho subje-
viduo se ve limitada por el d e r e c h o a la inviolabilidad del domi-
tivo no son alternativos, ni menos todavía antitéticos, sino que;
cilio de otro, la libertad de expresión por el derecho a la intimi-
por el contrario, se pueden considerar complementarios, de mo\ 47
d a d . No hay nada más peligroso que absolutizar derechos (como
do que (...) pueden ser conjuntamente utilizados para contras-
es patente en algunos defensores a ultranza y dogmáticos de la li-
tar los resultados a los que, por una u otra vía, puede llegarse, "i
bertad de expresión), pues se termina lesionando otros derechos
1
tan h u m a n o s , y subrepticiamente el privilegio recobra no sólo
El principio de la reserva legal es un principio de añeja tradi]
fuerza política sino incluso renovada valoración jurídica. C o m o
ción liberal de acuerdo al cual la intervención en la regulación
lo expresó recientemente (el 4 de j u n i o del 2000, con motivo del
de los d e r e c h o s h u m a n o s sólo puede hacerse m e d i a n t e una leí
Jubileo de los periodistas y j o r n a d a mundial de las comunicacio-
general. La justificación del principio está en que el Parlamenj
nes sociales), el papa Juan Pablo II: "ninguna libertad, incluida
to (o asamblea de representantes), c o m o P o d e r Legislativo, es la
la libertad de expresión, es absoluta, pues encuentra su límite en
garantía de la participación del común de los c i u d a d a n o s para reí
el deber de respetar la dignidad y la libertad de otros. "
solver un asunto que a todos atañe c o m o lo es la regulación leí
gal de los derechos, y por consiguiente no p u e d e dejarse a la voj Condiciones objetivas del orden social y político donde desa-
luntad y el arbitrio del Poder Ejecutivo. rrollamos nuestras vidas limitan los derechos humanos, dadas exi-
El principio de la reserva legal se infiere del artículo 19 d| g e n c i a s del bien c o m ú n . C o m o lo expresa admirablemente Jac-
la Constitución, y tiene una garantía especial de protección el ques Maritain, el gran filósofo neotomista francés: "La sociedad
las leyes orgánicas (vid. infra), leyes dotadas de particulares exfl es un todo cuyas partes son, a su vez, todos y es un organismo
gencias para su aprobación, y uno de cuyos supuestos de reguj hecho de libertades, no de simples células vegetativas. Tiene un
lación lo constituye precisamente el desarrollo de los derechos
c u u á i i i u c i e n a i s s {artículo 203 C R ) de lo cual se colige que sol
materia reservada de las leyes orgánicas, y por tanto los derechoj nó. B k c W E K - L A K Í A i , Alian. La Constitución de 1999, Editorial Arte, Cara-
cas, 2000, pp. 166-167.
h u m a n o s reconocidos por la Constitución (incluidos los recogtj
47. LÓPEZ GUERRA, Luis. Introducción al derecho constitucional, Editorial
dos por los tratados de derechos humanos), no pueden ser o b j e | Tirant lo Blanch, Valencia (España), 1994. p. 124.
68 LOS DERECHOS HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 69

bien propio y una obra propia, que son distintos del bien y de l h u m a n o s son conquistas civilizatorias, donde los nuevos d e r e -
obra de los individuos que la componen. Pero ese bien y esa obr chos p u g n a n por hacerse un lugar en la constelación de los d e r e -
son, y deben ser, por esencia, humanos, y en consecuencia s chos imperantes en un m o m e n t o dado. Una vez reconocido su es-
pervierten si no contribuyen al desarrollo y al mejoramiento d\ tatus, los n u e v o s derechos modifican la constelación, alterando
las personas humanas". su orden de relaciones y configurando una nueva síntesis, nun-
ca signada por el p r e d o m i n i o unilateral de unos, sino por la in-
En términos jurídico-constitucionales, la doctrina jurispru
t e r d e p e n d e n c i a de todos.
dencial española ha puntualizado que los límites de los derecho:
fundamentales deben interpretarse restrictivamente y en el sentí En suma, la clasificación de los derechos humanos que adop-
49
do más favorable a la eficacia y esencia de los d e r e c h o s . Toq? tó el c o n s t i t u y e n t e de 1999, no es una clasificación o r t o d o x a ,
restricción debe estar justificada, no debe obstruir el derecho má pero si bastante ambiciosa y generosa, dado el número de los de-
allá de lo razonable, debe atender al principio de proporcional^ rechos y la amplitud de las garantías con que se los p r o t e g e : la
d a d , asegurándose que las medidas limitadoras sean necesaria nacionalidad y la ciudadanía, los derechos civiles, políticos, so-
para conseguir el fin perseguido, todo ello dentro del respeto a ciales y de las familias, culturales y educativos, e c o n ó m i c o s , de
" c o n t e n i d o esencial" del derecho limitado. los pueblos indígenas y ambientales.

Una nota relevante necesaria de hacer aquí lo es la distinción


entre derechos h u m a n o s y garantías institucionales.™ Los d e r e -
CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS.
chos h u m a n o s son los derechos de la persona humana, dotada és-
DERECHOS HUMANOS Y GARANTÍAS INSTITUCIONALES ta de una dignidad de fundamento metaconstitucional. Junto a los
derechos h u m a n o s , la Constitución valoriza determinadas entida-
Los derechos humanos han sido clasificados de diversas manel des, que gozan de estatus y protección especial, derivados del de-
ras, según el criterio t a x o n ó m i c o que se decida adoptar. En est sarrollo de la persona h u m a n a en el ámbito de la sociedad civil,
p u n t o no p o d e m o s ser dogmáticos, por la sencilla razón de qt* como una manifestación de los valores y principios de solidari-
la impronta del principio de la progresividad modifica permanen; dad, corresponsabilidad y subsidiariedad. Entre ellas cabe m e n -
temente los criterios taxonómicos. De entrada es conveniente ra cionar la p r o t e c c i ó n de la institución familiar, calificada p o r la
calcar que la Constitución bolivariana no autoriza jerarquizar " Constitución c o m o "asociación natural de la sociedad" (artícu-
los derechos humanos en categorías, donde algunos gozarían d| lo 75 CB), los sindicatos, c o m o expresión del derecho de los tra-
un estatus superior, en otras palabras, dicho l l a n a m e n t e , h a b a bajadores a constituir libremente organizaciones sindicales (ar-
" d e r e c h o s de p r i m e r a " y "derechos de segunda". tículo 95 C B ) , y el reconocimiento por parte del Estado de la au-
tonomía universitaria (artículo 109 C B ) .
Nada más lejos del espíritu de la nueva Constitución. Los de
rechos h u m a n o s por ella consagrados responden un paradigm
que los define como totalidad axiológica, donde el todo no es lá
EL VALOR DE LA I G U A L D A D Y SUS I M P L I C A C I O N E S
simple suma de las partes, sino un crisol de valores que, para de-
cirlo de algún modo, no verticaliza sino que transversaliza en sq
plenitud todos los resquicios de la Constitución. L o s d e r e c h o | La igualdad constituye un valor superior que sirve de soporte
al desarrollo de los derechos h u m a n o s . Por ello más que un d e r e -
43. m ARITAIN, JacqUtss'. L ú a d c i c d i u s del hombre y la !cy natura!, Ld;tcr.2_
Dédalo, Buenos Aires, 1961. p. 20.
49. cfr. FERNÁNDEZ SEGADO, Francisco. El sistema constitucional español 50. SCHMITT, Cari. Teoría de la constitución, Editorial Alianza, Madrid, 1982,
Editorial Dykinson, Madrid, 1992, pp. 169 y ss. pp. 175 y ss.
LOS DERECHOS HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 71

cho a la igualdad p o d e m o s señalar con Aguiar, q u e "hoy en día, c) La igualdad es un valor limitativo de la actuación de los ór-
la noción de igualdad asume connotación de un principio de de-\ ganos del P o d e r Público, dado que en su ámbito competencial
recho ordenador e integrador de los derechos humanos, a la par les está v e d a d o vulnerar el principio de la igualdad, es más de-
o superior y más importante que el de la libertad y la solidari- ben generar las condiciones más adecuadas para asegurar su efi-
dad, puesto que éstos últimos no son realizables en ausencia de', cacia, lo cual es particularmente significativo respecto a la rama
la igualdad de trato o de derechos". 51
legislativa. La Constitución (artículo 2 1 , 2, CB), impone a la ley
la e x i g e n c i a de garantizar las condiciones jurídicas y adminis-
Las implicaciones del valor de la igualdad son de un ampliót
trativas p a r a que la igualdad ante la ley sea real y efectiva. Se
e s p e c t r o , al transversalizar el texto constitucional en su pleni-í puede hablar, entonces, del principio de igualdad en la ley, es
tud. R e s a l t e m o s algunas de ellas: decir la obligación legal y reglamentaria de dar trato igual a per-
a) El principio de igualdad no deviene en una, p o r lo demás 1
sonas en la m i s m a situación, distinto del principio de igualdad
utópica, igualación de todos los seres h u m a n o s , cual tabula rasai en la aplicación de la ley, de acuerdo a lo cual los aplicadores
en todos los supuestos, en todas las acciones del o b r a r humano^ de la ley d e b e n velar por la efectiva igualdad de trato a las per-
54
Bien lo señala Basile (citado por Álvarez Conde): "la ley debe dis¿ sonas, tal c o m o lo garantiza la l e y .
tinguir necesariamente entre las distintas situaciones, porque no'
podría regular la vida social si atribuyese indiscriminadamen-
te a todos los mismos derechos y los mismos deberes. En este sentA EL SISTEMA CONSTITUCIONAL DE PROTECCIÓN
do, se puede decir que el principio de igualdad expresa la exigen-; DE LOS D E R E C H O S H U M A N O S
cia de la máxima generalidad y universalidad de la ley posibles*
pero que admite excepciones siempre que estén justificadas"'A
La Constitución establece diversas modalidades de protección de
b) El tratamiento legal desigual tiene un límite en el princi-í los derechos h u m a n o s , que van desde precisas obligaciones de
pió de no discriminación establecido por la Constitución (artícu^ protección p o r parte de los órganos y funcionarios del Estado,
lo 2 1 , numerales 1 y 2, C B ) . La doctrina constitucional ha elabo^ p a s a n d o por instituciones creadas especialmente para velar por
rado el concepto de "juicio de razonabilidad", que se desprenda ellos, c o m o el Defensor del Pueblo, hasta las garantías j u r i s d i c -
de la interpretación j u d i c i a l del valor de la i g u a l d a d , en virtud! cionales p r o p i a m e n t e dichas. Incluso, como hemos tenido opor-
de lo cual, como lo destaca el tratadista español E n r i q u e Álvarez tunidad de analizar supra, y aunque no se inscribe stricto sensu
C o n d e : "ya no se trata de demostrar que el ordenamiento jurií dentro del sistema de protección de los derechos humanos, no ca-
dico conlleva unas consecuencias jurídicas diferentes para do be duda a l g u n a que la doctrina, y especial la doctrina jurispru-
o más personas, sino que el problema consiste en justificar qué, dencial, ha c u m p l i d o un sobresaliente rol que redunda directa-
esas consecuencias son distintas por ser ello razonable, lo cual mente en su beneficio. A continuación, destacaremos los elemen-
plantea la cuestión de la desigualdad en los supuestos de hecho¿ tos fundamentales del sistema de protección de los derechos hu-
la desigualdad en las consecuencias jurídicas y la relación d| manos establecidos por la Constitución:
proporcionalidad que debe existir entre los medios empleado
y la finalidad perseguida". 53
a) Las responsabilidades y obligaciones constitucionales de
los órganos y autoridades del Estado atinentes al respeto y pro-
tección de los derechos humanos. Consecuencia de la adopción
51. AGUIAR, Asdrúbal. Revisión crítica de la Constitución bolivariana, Edi-
de valores. suDeriore_s. a. propugnar p.or.e.1 E.sLa.do en su orriena-
torial CÉC, Caracas, 2000, p."51.
52. ÁLVAREZ CONDE, Enrique. Curso de derecho constitucional, Editori;
54. cfr. FERNÁNDEZ SEGADO, Francisco. El sistema constitucional español.
Tecnos, Madrid, 1996,1. p. 301.
Editorial Dykinson, Madrid, 1992, pp. 204 y ss.
53. ÁLVAREZ CONDE, Enrique. Ob. cit., I. p. 301.
72 LOS DERECHOS HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 73

miento j u r í d i c o y en su actuación, de manera especial el valq pueda conllevar su impunidad, incluidos el indulto y la a m n i s -
de la p r e e m i n e n c i a de los derechos h u m a n o s (artículo 2 CB), 1 tía (artículo 29 C B ) .
5
Constitución prescribe al Estado dentro de sus fines esenciales
Por último, el Estado tiene la obligación de indemnizar inte-
la garantía del c u m p l i m i e n t o de los derechos en ella consagra'
g r a l m e n t e (es decir, en todas sus facetas, espirituales y materia-
dos (artículo 3 C B ) , y lo c o m p r o m e t e en garantizar a toda perso!
les), a las víctimas (y sus derechohabientes), de violaciones de
na el goce y ejercicio irrenunciable, indivisible e interdependienj
los derechos h u m a n o s , por lo cual debe adoptar las medidas le-
te de los d e r e c h o s h u m a n o s . Recalca además la Constitución 1
gislativas para hacer efectiva las i n d e m n i z a c i o n e s c o r r e s p o n -
obligatoriedad de su respeto y garantía, por parte de los órgano"
dientes, incluido el pago de daños y perjuicios (artículo 30 C B ) .
del Poder P ú b l i c o (artículo 19 CB), lo cual se a s e g u r a como del
recho h u m a n o a la protección de sus bienes y derechos por par- b) La restricción de la justicia militar. Sin duda, constituye
te del E s t a d o (artículo 55 C B ) . un avance constitucional loable de progresividad de los derechos
h u m a n o s , la prescripción de la limitación de la c o m p e t e n c i a de
Una de las disposiciones garantistas más preciosas de la Cons
la j u s t i c i a militar a los delitos de la naturaleza militar, de cuyo
titución y que explica con nitidez para sí m i s m a su fortaleza noí)
ámbito la Constitución excluye e x p r e s a m e n t e el enjuiciamiento
mativa, es la que establece expresamente la autolimitación y res'
de delitos c o m u n e s , violaciones de derechos h u m a n o s y críme-
ponsabilidad del Estado y de sus funcionarios p o r los actos vio-
nes de lesa h u m a n i d a d (artículo 261 CB).
latorios de los derechos h u m a n o s , y sus efectos de absoluta ni¿
lidad. Así, el artículo 25 CB reza: "Todo acto dictado en ejerci- c) El derecho de amparo, tal c o m o lo contempla la Constitu-
cio del Poder Público que viole o menoscabe los derechos garar^ ción (artículo 27 CB), se configura dentro de la especificidad del
tizados por esta Constitución y la ley es nulo, y los funcionarios derecho constitucional venezolano, que lo concibe como un dere-
públicos y funcionarías públicas que lo ordenen o ejecuten incu- cho y no reducido a un recurso o a c c i ó n . 55

rren en responsabilidad penal, civil y administrativa, según los


La resaltante innovación de la nueva Constitución está en la
casos, sin que les sirvan de excusa órdenes superiores. " Notes
flexibilidad y simplificación de requisitos procedimentales que
la significación de la última parte del artículo, que impide la "obéj
se c o n t e m p l a n en orden a restablecer i n m e d i a t a m e n t e la situa-
diencia d e b i d a " , cláusula alegada por violadores de derechos hu|
ción j u r í d i c a infringida con la violación del derecho o garantía
manos en distintas latitudes, de ingrata recordación en la "guél
constitucional, incluidos aquellos inherentes a la persona que no
rra sucia" s o b r e v e n i d a en los años setenta en los países herma^
figuren expresamente en el texto fundamental o en los instrumen-
nos del c o n o sur del continente.
tos i n t e r n a c i o n a l e s sobre derechos h u m a n o s . Tales r e q u i s i t o s
I g u a l m e n t e , a efectos de hacer efectivo el d e r e c h o de a c c | procedimentales, diseñados con el objetivo de hacer eficaz la ac-
so a la j u s t i c i a , el Estado se c o m p r o m e t e a reformar a fondo é ción de a m p a r o , son: la oralidad, la publicidad, la brevedad, la
sistema de justicia con el propósito de garantizar una justicia gra- gratuidad y la no sujeción a formalidades.
tuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma, inde?
Dentro del derecho de amparo se contempla la acción de am-
pendiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones inde;
paro a la libertad o seguridad (habeas corpus), que puede ser in-
bidas, sin formalismos o reposiciones inútiles (artículo 26 CB)¿
terpuesta por cualquier persona (acción popular).
A s i m i s m o , la Constitución prescribe al E s t a d o la obligación
d) La nueva Constitución reconoce (por primera vez en la his-
de investigar y sancionar legalmente los delitos contra los dere*
toria constitucional venezolana), el habeas data, es decir el dere-
^hos h u m a n o s cometidos por sus autoridades. A d e m á s dispone
la imprescriptibilidad de las acciones para sancionar los delito-
de lesa h u m a n i d a d , violaciones graves a los d e r e c h o s humanos 55. BREWER-CARÍAS, Alian. "El derecho de amparo y la acción de amparo",
y crímenes de guerra, así como la exclusión de los beneficios qu| en Revista de Derecho Público 22, Caracas, 1985, pp. 51 y ss.
DERECHO CONSTITUCIONAL 75
74 LOS DERECHOS HUMANOS

viduo el carácter de miembro del Estado venezolano; siendo la


c h o de las p e r s o n a s de a c c e d e r a la i n f o r m a c i ó n q u e sobre sí]
ciudadanía la condición jurídica en virtud de la cual un indivi-
m i s m a s o sobre sus bienes consten en registros oficiales o prid
duo interviene en el ejercicio de la potestad política del Estado
v a d o s , con las excepciones que establezca la ley. El habeas data*
venezolano"La Constitución las regula en el capítulo II del
incluye el derecho de las personas de conocer el uso que se hag¿
título III, lo cual es acertado, pues se incardinan indisolublemen-
de los mismos y su finalidad, y a solicitar ante el tribunal compe-?
te a los derechos h u m a n o s : la nacionalidad es un derecho, tal c o -
tente la actualización, la rectificación o la destrucción de aque-j
mo lo reconoce la Declaración Universal de Derechos H u m a n o s
líos, si fuesen erróneos o afectasen ilegítimamente sus derechos]
en su artículo 15, y el Pacto de San José de Costa Rica en su ar-
(artículo 28 C B ) .
tículo 20; y la ciudadanía es la condición para el ejercicio de los
e) Dada su naturaleza excepcional, que se justifica precisa- derechos políticos.
m e n t e para proteger la Constitución, los estados de excepción
a) La nacionalidad
(vid. infra), contemplados en el capítulo II del título VIII de nues-
tra Lex Superior, establecen la posibilidad de restricción de ga-¡ Los elementos más resaltantes del régimen de la nacionalidad re-
rantías (no autoriza la C o n s t i t u c i ó n a restringir el contenido cogidos por la Constitución son:
esencial de los derechos h u m a n o s , sino las garantías de su ejerci-j o
I . El reconocimiento del jus soli absoluto, es decir, toda per-
ció), dentro de las exigencias, principios y garantías estableci-i
sona por el hecho de nacer en el territorio de la República es ve-
dos por el Pacto Internacional de D e r e c h o s Civiles y Políticos yj
nezolano. Este fue un tema de álgida discusión, por lo menos des-
en la C o n v e n c i ó n A m e r i c a n a sobre D e r e c h o s H u m a n o s . Se e x |
de el debate constitucional que desembocó en la propuesta de la
ceptúan del supuesto de restricción, las garantías del derecho áj
comisión Caldera del año 1992, que conllevaba una a t e n u a c i ó n
la vida, prohibición de i n c o m u n i c a c i ó n o tortura, el d e r e c h o ai
del jus soli (cuyo carácter absoluto reconoció el constituyente de
debido proceso, el derecho a la información (interesante innova-I
1961), al significar c o m o excepción el supuesto de los hijos de
ción constitucional) y los demás derechos h u m a n o s intangibles!
extranjeros no d o m i c i l i a d o s ni residenciados legalmente en la
A s i m i s m o , el ejercicio del derecho de amparo no puede ser afecí
República, a menos que al cumplir la mayoría de edad manifesta-
t a d o por los estados de excepción (artículo 27 C B ) .
ran su voluntad de ser venezolanos y se hubiesen r e s i d e n c i a d o
f) Por último, last but not least, la Constitución venezolana re-j p e r m a n e n t e m e n t e en el territorio de la República hasta a l c a n z a r
coge un viejo anhelo de afirmación institucional, el Defensor defl la mayoridad.
Pueblo (vid. infra), cuya principal atribución está precisamente en]
Dicha p r o p o s i c i ó n fue rechazada en su m o m e n t o por el S e -
velar por el efectivo respeto y garantía de los derechos humanos! 57
n a d o , bajo el alegato de que negaba el derecho a la nacionali-
dad de todo niño, a tenor de lo establecido por la Convención In-
ternacional de los Derechos del Niño, ratificada por Venezuela, a
NACIONALIDAD Y CIUDADANÍA la cual se ripostó en su momento que la reforma señalada no ne-
gaba ni menoscababa el derecho del niño a la nacionalidad, en la
La Constitución bolivariana introdujo modificaciones tanto enj medida en que los niños en tal condición siguen la nacionalidad
el régimen de la nacionalidad c o m o en el de la ciudadanía, qué de sus padres, amén de la reciprocidad que alienta el principio
merecen su consideración en un estudio introductorio a la nue-
va.constitucionalidad venezolana.
-A,, o,,. ui.L.n.n v . n i v i A j , m m i i . UtUmt i ini->m u » l'll U'. EllUOl l&l JIUI l U l c a VC-
C o m o bien lo señala el informe de la comisión de nacionali- nezolana, Caracas, 1999, II. pp. 45-74.
dad y ciudadanía de la A N C (recogido en B r e w e r - C a r í a s ) , "U 57. cfr. COMBELLAS, Ricardo. Una constitución para el futuro, Fundación
nacionalidad es el vínculo jurídico político que otorga a un indU Konrad Adenauer, Caracas, 1994, pp. 35 y ss.
76 LOS DERECHOS HUMANOS ^ ! w w t
U n a c í ó n de Biblioteca DERECHO CONSTITUCIONAL 77

ratificado por la Constitución colombiana en su artículo 96, y laj tiempos. En efecto, a partir de ahora la nacionalidad v e n e z o l a n a
más recientes tendencias del derecho constitucional comparado. no se pierde al optar o adquirir otra nacionalidad.
Pese a que el informe de la comisión de nacionalidad y ciudada-i o

nía de la ANC recogía una proposición semejante, la ANC decidió 6 . La nacionalidad originaria no le p u e d e ser privada por
ningún c o n c e p t o a los venezolanos por nacimiento. Sólo le p u e -
en este punto conservar el principio de la Constitución de 1961.'
de ser r e v o c a d a a los venezolanos por naturalización m e d i a n t e
2°. Igualmente se acogió (reiterando la norma de 1961), el J sentencia j u d i c i a l , de acuerdo a la ley.
sanguinis absoluto como criterio para definir la nacionalidad ori4 o

ginaria v e n e z o l a n a de las personas nacidas en el territorio ex-j. 7 . La r e n u n c i a a la nacionalidad es una opción del d e r e c h o
tranjero, hijos de padre y madre venezolanos por nacimiento. a la nacionalidad. No es, sin embargo, en ningún caso, irrecupe-
rable la nacionalidad venezolana. Los venezolanos por nacimien-
o
3 . Se eliminó el privilegio en favor del hombre y en discri^ to pueden recuperarla si se domicilian en el territorio de la Re-
minación de la mujer, en la adquisición de la nacionalidad con pública por un lapso no menor de dos años y manifiestan su v o -
ocasión del matrimonio. De ahora en adelante también el cónyu> luntad de hacerlo; los venezolanos por naturalización la r e c u p e -
ge extranjero casado con venezolana puede adquirir la nacionali- ran c u m p l i e n d o n u e v a m e n t e con los requisitos establecidos por
dad venezolana si declara su voluntad de hacerlo. La nueva Cons- la Constitución para adquirir la nacionalidad venezolana.
titución establece c o m o condición, tanto p a r a el c ó n y u g e como
b) La c i u d a d a n í a
para la c ó n y u g e extranjeros que declaren su voluntad de ser v«
n e z o l a n o s , el que hayan transcurrido por lo m e n o s cinco años a La ciudadanía, dijimos, es la condición para el ejercicio de los
partir de la fecha del m a t r i m o n i o , con lo cual se atenúan las pd derechos políticos. El estatus de c i u d a d a n o nos faculta p l e n a -
sibilidades d e f r a u d e del extranjero cuyo único propósito es 1 mente para participar directa o indirectamente en las decisiones
obtención de la nacionalidad venezolana. políticas. Aristóteles en la Política definió al ciudadano, en pleno
sentido, como aquel que tiene una participación en los privile-
4°. La carta de naturaleza implicada en la adquisición de 1
gios del gobierno. Sigue siendo un ideal la definición aristotélica,
nacionalidad venezolana p o r parte de los extranjeros, exige conV
dada la recurrente división entre la élite y la masa, la minoría se-
requisito el domicilio en el país con residencia ininterrumpid
lecta y la sociedad, los gobernantes y los gobernados. La d e m o -
de por lo menos diez años i n m e d i a t a m e n t e anteriores a la fech'
cracia participativa quiere hacer del c i u d a d a n o un p r o t a g o n i s t a
de la respectiva solicitud, tiempo que se reduce a cinco años par
de su destino político, ideario ambicioso y generoso de la Consti-
los nacionales de España, Portugal, Italia, países latinoamerica
tución bolivariana.
nos y del Caribe. La Exposición de Motivos de la Constitucid.
p r e c i s a el c o n c e p t o de " r e s i d e n c i a i n i n t e r r u m p i d a " en los sf El ejercicio de la ciudadanía es privativa de los venezolanos,
guientes términos: "En todo caso, la expresión residencia ininté ¡ con tres restricciones plenamente razonables, a nuestro entender:
rrumpida a que se refiere el texto constitucional, debe interpre la edad, como condición para el ejercicio de los cargos públicos, con
tarse en el sentido de que la persona interesada no se haya aii algunos requisitos especiales dada la naturaleza del cargo; la in-
sentado del territorio nacional con el ánimo de establecerse pe\ terdicción civil consecuencia de la insanidad intelectual (vid. ar-
manente y definitivamente en el extranjero. Ello no impide, pd tículo 393 y ss. del Código Civil); y la inhabilitación política (pena
tanto, que dicha persona se ausente temporalmente por razone accesoria a la pena principal, consecuencia de la condena penal
de turismo, trabajo, estudios u otros de similar naturaleza, sietn mediante sentencia de los tribunales penales, que hace al conde-
pre que tengan carácter temporal nado indigno Je ptiúicipai cüfíio ciudadano en ios asuntos púbiieos).

5°. La Constitución bolivariana se abre a la doble nacionaj: Los derechos políticos son privativos, pues, de los venezola-
dad, un principio r e c l a m a d o y acorde con los c a m b i o s de esto nos, dentro de los cuales los venezolanos por nacimiento, siem-
LOS DERECHOS HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 79

pre que no gocen al unísono de otra nacionalidad, tienen derecho! BREVE R E L A C I Ó N D E L O S D E R E C H O S H U M A N O S


exclusivos para ejercer cargos relevantes del E s t a d o . La Constd
EXPRESAMENTE CONTEMPLADOS POR LA CONSTITUCIÓN
tución, en efecto, amplió los derechos políticos de los venezolanos
por naturalización, reservando exclusivamente a los nacionales
originarios los siguientes cargos: Presidente de la R e p ú b l i c a , Va Los derechos h u m a n o s admiten, como señalamos supra, diver-
cepresidente Ejecutivo, Presidente y Vicepresidente cíe la AsarrJ sos criterios de clasificación. Nuestra Lex Superior introduce una
blea N a c i o n a l , M a g i s t r a d o s del Tribunal S u p r e m o de Justicia] clasificación que no se atiene a criterios ortodoxos, es más algu-
Presidente del Consejo Nacional Electoral, Procurador, Contralol nos derechos por ella establecidos (e.g. el derecho de acceso a
y Fiscal General de la República, Defensor del P u e b l o , Ministro? la justicia), no están directamente encasillados en alguna de ellas.
de los despachos relacionados con la seguridad de la nación, gj Bajo la convicción de que sobre este punto no hay, ni m u c h o m e -
nanzas, energía y minas, y educación, G o b e r n a d o r e s y Alcalde! nos, dogmas, he considerado interesante guiarme por la clasifica-
de los Estados y Municipios fronterizos, y aquellos contemplados ción utilizada por el tratadista español Francisco Fernández Se-
en la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional, este último, su] g a d o , inspirada parcialmente en Lucas Verdú, por dos r a z o n e s :
puesto con el que no estoy de a c u e r d o , p u e s la e n u m e r a c i ó n dé su amplitud y por basarse, c o m o su meollo, en las diferentes di-
los cargos vedados a los venezolanos p o r n a t u r a l i z a c i ó n debi v
mensiones que el desarrollo integral de la persona exige. En todo
ser restrictiva y de mención e x p r e s a en n u e s t r a Lex Superior. caso, para nosotros es una guía, no un corsé rígido, y m e n o s in-
58
modificable.
La Constitución equipara en el goce de los d e r e c h o s privatí
vos de los venezolanos por nacimiento, exclusivamente a los vene¡ Una segunda observación: nos atendremos a la carta de dere-
zolanos por naturalización que hubieren ingresado al país antes d| chos humanos expresamente estampados en la Constitución, y no
cumplir los siete años de edad y residido en él permanentemente a las categorías de derechos, por supuesto de la m i s m a j e r a r q u í a
(la Exposición de Motivos precisa el concepto en iguales térmi- constitucional, recogidos por los tratados, convenciones y pac-
nos a la "residencia ininterrumpida"), hasta alcanzar la mayoridad tos internacionales, y menos a los derechos inherentes a la perso-
na h u m a n a no e x p r e s a m e n t e reconocidos ni por la Constitución
También es de resaltar que los extranjeros con m á s de die
ni por el derecho internacional de los derechos h u m a n o s , y que
años de residencia en el país gozan del d e r e c h o al sufragio par
adquieren fortaleza institucional con la evolución progresiva de
las elecciones parroquiales, m u n i c i p a l e s y e s t a t a l e s . los derechos h u m a n o s . Sólo e x c e p c i o n a l m e n t e h a r e m o s alguna
La Constitución dispone para el ejercicio de los cargos de di mención a los derechos no expresamente establecidos en la Cons-
putados a la A s a m b l e a Nacional, M i n i s t r o s , G o b e r n a d o r e s , A| titución.
caldes de Estados y Municipios no fronterizos, que los venezolá
Por último, la relación será breve y puntualizará fundamen-
nos por naturalización cumplan con el requisito del domicilio col
talmente las n o v e d a d e s aportadas por la n u e v a Constitución.
residencia ininterrumpida en Venezuela no menor de quince años
a d e m á s de los requisitos de aptitud previstos en la ley. a ) D e r e c h o s d e l a p e r s o n a e n s u d i m e n s i ó n vital

Por último, la Constitución recalca que la pérdida o renuncj Atiende a los derechos que afectan directamente la existencia hu-
de la nacionalidad apareja la pérdida de la c i u d a d a n í a , así c o m a mana, por la sencilla razón de que la vida es necesaria condición
para evitar eventuales arbitrariedades estatales, consecuencia oj para el goce y ejercicio de los derechos.
la persecución política de los adversarios, recoge la norma
rantista consistente en que el ejercicio de la ciudadanía o de algí
nos de los derechos políticos sólo puede ser suspendido por se;
58. FERNÁNDEZ SEGADO, Francisco. El sistema constitucional español,
tencia j u d i c i a l firme en los casos que d e t e r m i n e la ley.
Editorial Dykinson, Madrid, 1992, pp. 172 y ss.
80 LOS DERECHOS HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 81

1°. El derecho a la vida (artículo 43 C B ) . El texto constitucional establece precisas garantías de protec-
ción del derecho. Es de destacar el concepto de recinto p r i v a d o ,
Se define como inviolable y se prohibe expresamente la peq
que exigirá precisión definitoria por parte de la doctrina j u r i s -
de m u e r t e . Se debatió largamente en la A N C el tema del aborto
prudencial.
la protección de la concepción y la maternidad. Si bien no estatu
ye la Constitución una protección expresa del nasciturus, sin d 0
1 .4. El secreto e inviolabilidad de las comunicaciones pri-
da éste si g o z a de protección directa constitucional, tal como \ vadas en todas sus formas (artículo 48 CB).
establece el Pacto de San José de Costa Rica en su artículo 4f
La Constitución garantiza efectivamente este d e r e c h o , la-
que reza: "Toda persona tiene derecho a que se respete su vid;
mentablemente de frecuente violación en Venezuela, lo cual re-
Este derecho estará protegido por la ley, y en general, a partí
quiere de una lucha denodada contra la impunidad en tan delica-
del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de $
da materia.
vida arbitrariamente."
0
1 .5. La libertad de tránsito, domicilio y residencia (artícu-
2°. El derecho a la integridad física, psíquica y moral (artí
lo 50 CB).
culo 4 6 C B ) .
La novedad constitucional en esta clásica libertad individual
Es de notar el amplio sistema de garantías que establece %
está en la remisión a la ley del establecimiento, en caso de conce-
Constitución para proteger este fundamental d e r e c h o humano.;
sión de vías, de los supuestos en los que debe garantizarse el uso
En función de la intangibilidad de la vida y la integridad peí de una vía alterna.
sonal, la Constitución prohibe expresamente la desaparición fo
0

zada de personas (artículo 54 C B ) . 1 .6. El derecho a contraer matrimonio (artículo 77 CB).

A s i m i s m o , la Constitución prohibe e x p r e s a m e n t e la esclav¡ La Constitución no sólo protege al matrimonio, el cual se fun-


tud y la servidumbre (artículo 54 C B ) . da en el libre consentimiento y en la igualdad absoluta de los de-
rechos y deberes de los cónyuges, sino que también protege las
b) D e r e c h o s de la p e r s o n a c o m o s e r libre uniones estables de hecho, que en los términos establecidos por
(libertades individuales) la ley, producen los mismos efectos que el m a t r i m o n i o .
1°. Derechos inherentes a la autonomía personal:
1°.7. El derecho a un nombre propio, al apellido del padre
l ° . l . El derecho al libre desarrollo de la personalidad (ar, y de la madre, y a conocer la identidad de los mismos (artículo
tículo 2 0 C B ) . 56 CB).
0
1 . 2 . El derecho a la protección del honor, vida privada, i Consecuencia de este derecho es la investigación de la mater-
timidad, propia imagen, confidencialidad y reputación (artíc; nidad y la paternidad, que debe garantizar el Estado.
lo 6 0 C B ) .
2° Los derechos a la libertad y seguridad personales.
El constituyente incorporó nuevos supuestos de desarrollo á
2°A. La libertad personal y sus garantías legales y j u d i c i a -
la clásica protección del honor, como lo son la intimidad y la co
les (artículo 44 C B ) .
fidencialidad. A s i m i s m o , se prescribe a la ley la obligación á
0
limitar el uso de la informática para garantizar el honor y la intj 2 . 2 . El amparo a la libertad o seguridad (habeas corpus) (ar-
midad'persorial y familiar. t í c u l o ' 2 / CF).~
0
0
1 . 3 . La inviolabilidad del hogar doméstico y todo recin, 2 . 3 . El derecho de la persona a ser j u z g a d a en libertad (ar-
privado (artículo 47 CB). tículo 44 C B ) .
DERECHO CONSTITUCIONAL
82 LOS DERECHOS HUMANOS

c) D e r e c h o s de la p e r s o n a c o m o s e r e s p i r i t u a l
2°.4. El derecho de acceder a la información y a los datos quj
(las l i b e r t a d e s p ú b l i c a s c o m o l i b e r t a d e s e s p i r i t u a l e s )
sobre sí m i s m a o sobre sus bienes consten en registros oficiales
o privados (habeas data) (artículo 28 C B ) . C o m o destaca Fernández Segado: "estas libertades afectan a
da la vida espiritual del hombre, esto es, a sus creencias, a la r
2°.5. El d e r e c h o a la seguridad c i u d a d a n a (artículo 55 C B ) |
nifestación y comunicación de las mismas y de su pensamier,
o
3 El derecho a la jurisdicción. a la recepción de informaciones, a su educación, a su liber
o
3 . 1. El d e r e c h o de acceso a los órganos de administración| intelectual y, en general, a toda la vida del hombre como ser
60
cionaly libre". Dentro de tal categoría de derechos, la Con;
de j u s t i c i a (artículo 26 C B )
tución e x p r e s a m e n t e consagra los siguientes:
3 ° . 2 . El derecho a recurrir a la jurisdicción internacional coif
1°. La libertad de religión y de culto (artículo 59 CB).
el objeto de solicitar el amparo de sus derechos h u m a n o s (artícu^
lo 31 C B ) . Es de notar aquí el consecuente derecho de los padres a q
Sin duda, un trascendental avance en materia de derechos hu| sus hijos reciban la educación religiosa que esté de acuerdo c
sus convicciones.
m a n o s , de la Constitución bolivariana.
0
3 . 3 . El d e r e c h o a la indemnización del Estado por delitos* 2°. El derecho a la libertad de conciencia (artículo 61 CI

de violación a los d e r e c h o s h u m a n o s que le sean imputables (ar^ La Constitución establece, como correlato de la libertad
tículo 30 C B ) . conciencia, la objeción de conciencia, que p o d e m o s definir cor
0
3 . 4 . El derecho del reo a beneficios penales c o m o excepción un acto individual de desobediencia a la ley, motivado a un dici
del principio de no retroactividad de la ley (artículo 24 C B ) . men personal de conciencia. Recordemos el argumento clásico
Thoreau: "¿Debe rendir el ciudadano su conciencia, siquiera p
0
3 . 5 . El derecho al debido proceso (artículo 49 C B ) un momento, o en el grado más mínimo, al legislador? ¿Por q,
C o m o ha señalado B r e w e r - C a r í a s : 59
"La más importante d" posee, pues, cada hombre una conciencia? Estimo que debiér
las garantías constitucionales, además del acceso a la justicia' mos ser hombres primero y subditos luego. No es deseable cul,
es que ésta se imparta de acuerdo con las normas establecida var por la ley un respeto igual al que se acuerda a lo justo. 1
única obligación que tengo derecho a asumir es la de hacer <
en la Constitución y las leyes, es decir, en el curso de un debido 6
todo momento lo que considero propio". ' Por tanto, nos resul
proceso". El debido proceso debe aplicarse a todas las actuado;
contradictoria la redacción del artículo 61 CB, pues precisamen
nes judiciales y administrativas, y c o m p r e n d e : el derecho a la déj
la invocación de la objeción de conciencia es para eludir el cun
fensa; la presunción de inocencia; el d e r e c h o de toda persona*
plimiento de una ley que de acuerdo a su c o n c i e n c i a el objet<
ser oída en cualquier clase de p r o c e s o ; el d e r e c h o de la persoa
considera injusta.
a ser j u z g a d a por sus j u e c e s naturales; las garantías de la confe}
sión; el principio nullum crimen nulla poena sine lege; el princi. 3°. El derecho de la persona a expresar libremente sus peí
pió non bis in idem; y la responsabilidad del E s t a d o de reparar samientos, ideas y opiniones (artículo 57 CB).
el error j u d i c i a l .

60. FERNÁNDEZ S E G A D Ü , Francisco, fc.1 sistema constitucional españo


Editorial Dykinson, Madrid, 1992. p. 175.
61. THOREAU, David Henry. Del deber de la desobediencia civil. Ediciones di
59. BREWER-CARÍAS, Alian. La Constitución de 1999. Editorial
Cotal, Barcelona (España), 1979. p. 347.
cas, 2000. pp. 165 y ss.
84 LOS DERECHOS HUMANOS
DERECHO CONSTITUCIONAL 85

El d e r e c h o c o n t e m p l a d o en el artículo 57 C B , tiene tres di Igualmente el nuevo movimiento constitucional que experimenta


m e n s i o n e s : la libertad de p e n s a m i e n t o , la libertad ideológica j América Latina a partir de los años 80, con su antecedente en la
la libertad de opinión, conocida ésta última tradicionalmente co- Constitución española de 1978, ha significado la recepción en
mo libertad de prensa, y que actualmente con el asombroso desa las cartas constitucionales tanto del d e r e c h o a la información
rrollo tecnológico de la comunicación, c o m p r e n d e todos los me- veraz como del derecho de rectificación o respuesta, también lla-
dios de c o m u n i c a c i ó n masiva. mado derecho de réplica. 63

C o m o garantía del derecho la norma establece la prohibició En segundo lugar, el derecho a la información es a partir de
de la censura; a s i m i s m o , se consagra el principio de responsabi su consagración en los tratados internacionales de derechos hu-
lidad en el ejercicio del d e r e c h o , y la prohibición e x p r e s a de manos, un derecho que compete a todos los hombres, y no se cir-
a n o n i m a t o , la p r o p a g a n d a de guerra, los mensajes discriminato' cunscribe por ende únicamente a los propietarios de los medios,
rios y los que p r o m u e v a n la intolerancia religiosa. ni a los gobiernos de los Estados, ni a los p e r i o d i s t a s .
A d e m á s , la n o r m a incluye un n o v e d o s o principio q u e rom
El derecho a la información transita por dos vías: la compren-
pe con una de los clásicos pilares de la teoría burocrática, al pro- dida en el derecho a comunicar información y la comprendida en
hibirse la c e n s u r a a los funcionarios públicos para dar cuenta de' el derecho a recibir información. Dentro de la primera vía se in-
los asuntos bajo sus responsabilidades. cluyen los derechos a no ser censurado, a publicar o a emitir in-
o
4 . El derecho a la información oportuna, veraz, imparcia formaciones u opiniones, el acceso y reserva de la fuente, la cláu-
y sin censura (artículo 58 C B ) . sula de conciencia, y la investigación y difusión de informacio-
nes u opiniones; y dentro de la segunda, los derechos al pluralis-
Fui uno de los p r o m o t o r e s de la inclusión de este derecho en
mo informativo y la consiguiente libertad de selección de infor-
la Constitución, uno de los temas de más encendida polémica en'
mación, la información veraz y oportuna, la protección del honor
la A N C (me remito al Diario de Debates de la ANC), de tanta
y la intimidad, y la rectificación o respuesta. J u n t o a la preser-
impacto político, que trascendió a la opinión pública internacip,
vación de la honra y la intimidad, lo cual alude a la protección
nal, y se constituyó en su m o m e n t o en el factor desencadenante
jurídica de un derecho fundamental tentado a vulnerarse por los
del e n g a v e t a m i e n t o del p r o y e c t o de la r e f o r m a g e n e r a l de IJ
abusos de la libertad de información, la calificación de veracidad
Constitución, el año 1992. A d v e r s o r a d i c a l m e n t e la posición
representa una dimensión, sin ninguna duda, de profunda valo-
otros constituyentes (entre otros, vid. Brewer-Carías), que lo con
ración ética. Pero, ¿qué realmente significa información veraz?
sideraron una regresión "inadmisible, pues abre una grieta qu
62
puede servir al a u t o r i t a r i s m o " . Considero entonces un deber ar Veraz no debe confundirse con verídico, no tiene razón de
gumentar mi posición, que coincidió con la posición mayorita ser, hablar de un derecho que se ciñe a la relación exacta de los
ria de la A N C , c o m o quedó p l a s m a d a en el artículo de marras: hechos, entre otras razones, porque la relación de los h e c h o s ad-
mite variadas versiones e interpretaciones que sólo el s o s e g a d o
En p r i m e r lugar, es de subrayar que el d e r e c h o a la informa
paso del tiempo logra, y no siempre, aclarar. La respuesta está
ción tiene su asiento en la Declaración Universal de los Derecho
no simplemente en errar, pues errar forma parte de la condición
H u m a n o s , adoptada el año 1948, y ha sido recogido entre otros
h u m a n a , sino en incurrir deliberada e i r r e s p o n s a b l e m e n t e en el
relevantes acuerdos internacionales, p o r el P a c t o Internacional
error. Una sabia sentencia del Tribunal Constitucional español,
de Derechos Civiles y Políticos, la C o n v e n c i ó n E u r o p e a de los
del año 1988, recoge acertadamente el sentido de la interpretación:
D e r e c h o s del H o m b r e y el Pacto de San José de C o s t a Rica
"Cuunüo la Constitución requiere que la información sea "ve-

62. BREWER-CARÍAS, Alian. La Constitución de 1999, Editorial Arte, O


63. COMBELLAS, Ricardo. Poder constituyente, Fundación En Cambio, Cara-
cas, 2000, pp. 174-175. cas, pp. 170 y ss.
86 L O S DERECHOS HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 87

raz" no está tanto privando la protección a las informado ñera razonable con otros datos objetivos o que el informador ha-
que puedan resultar erróneas, cuanto estableciendo un esp¿ ya contrastado su veracidad realizando las verificaciones opor-
fico deber de diligencia sobre el informador, a quien se le p* tunas.
de y debe exigir que lo que transmita como "hechos" haya si
"La veracidad no se refiere tanto a la exactitud de la infor-
objeto de previo contraste con datos objetivos, privándose,
mación como a la posibilidad de probar que el informador ha
de la garantía constitucional a quien, defraudando el derec
actuado con el celo suficiente para llegar a la convicción de que
de todos a la información, actúe con menosprecio de la vera
o
el hecho es razonablemente veraz. La información se ha de fun-
dad o falsedad de lo comunicado" (STC 6/1988, FJ 5 ) . j
damentar en hechos ciertos, que se deben conocer suficientemen-
El derecho a recibir información, recalco, lo tiene todo ciu te porque se han comprobado o contrastado con otros datos ob-
daño. El d e r e c h o a recibir información de hechos y opiniones" jetivos. A pesar de ello, la información puede ser errónea, pero
otros es el presupuesto básico de la formación de una opinión p no quedará desprotegida constitucionalmente si cumple con los
blica libre. C o m o señala Carreras Serra: "Si la causa de la m tres requisitos citados. "
tección del derecho a recibir información es la formación de
Para concluir el p u n t o , es de m e n c i o n a r que la Constitución
opinión pública libre, que posibilita la participación de los g
bolivariana reconoce el derecho de los niños y adolescentes a re-
dadanos en los asuntos públicos, la exigencia de veracidad
cibir información adecuada para su formación integral, lo que
la información es un presupuesto también ineludible, para q
plantea a los M C S la responsabilidad ética y social de procurar
la opinión pública se forme sanamente, ya que la transmisión-
diligentemente la satisfacción, en lo que les c o r r e s p o n d e , de tan
noticias falsas confunde o malforma dicha opinión pública,
delicada y sensible pretensión jurídica.
exigencia de veracidad no es sólo una obligación del periodis
M
sino también un derecho del ciudadano" . C o m o expresa el mi o
5 . El derecho de réplica y rectificación (artículo 58 C B ) .
mo autor (Ibid., p. 48), el concepto de veracidad se compone
La Constitución consagra igualmente en su artículo 58 el de-
los siguientes elementos: "La información ha de versar sobre H
recho de réplica y rectificación (identificado por la doctrina co-
chos objetivos y reales. No se trata de transmitir fríamente la n
mo derecho de rectificación o respuesta). Tal d e r e c h o es una ga-
rración mecánica de un acontecimiento, los hechos se pued
rantía de protección de la eminente dignidad de la persona huma-
valorar, pero no manipular para desvirtuarlos. Los hechos
na frente a las informaciones inexactas (es decir, que no se corres-
de ser comprobados razonablemente. No es veraz, por tanto
p o n d e n con el calificativo de veraz, que dota de c o n t e n i d o es-
noticia que se da como verídica, pero que sólo se sustenta en r.
pecial al derecho a la información), o agraviantes (causantes de
mores, invenciones o insinuaciones insidiosas. No hace falta t
daño en la honra o reputación de una persona, lesionando así su
el hecho sea exacto o incontrovertible, ya que la naturaleza'
dignidad), y responde al principio audiatur et altera pars, en vir-
la información periodística no requiere que la investigación
tud del cual toda persona tiene d e r e c h o a c o m u n i c a r su versión
hecho sea tan exhaustiva como la que correspondería, por eje
de un determinado asunto, recogido por un m e d i o de c o m u n i c a -
pío, a un policía o a un juez. Lo que da veracidad a la difush
ción, si ha sido afectado en su honra o reputación.
de un hecho es que el periodista haya sido diligente en su ave
guación, haya hecho lo posible para dar la información de 65
Estoy de acuerdo con A g u i a r en lamentar la no inclusión en
forma más correcta y haya tenido una actitud positiva hacia el texto de la Constitución de la propuesta aprobada por la Comi-
verdad. Esto supone que el hecho haya sido comprobado de m sión Constitucional de la A N C , de institucionalizar la figura del
defensor de los derechos del usuario, en cumplimiento úc lo pics-
crito por el numeral 3 del Pacto de San José de Costa Rica que
64. CARRERAS SERRA, Lluís. Régimen jurídico de la información, Edito
Ariel, Barcelona (España), 1996, pp. 44-45. 65. AGUIAR, Asdrúbal. Ob. cit., pp. 68-69.
LOS DERECHOS HUMANOS
t'-oortünaclón d e Biblioteca DERECHO CONSTITUCIONAL 89

reza: "Para la efectiva protección de la honra y reputación, to ternacional de los derechos humanos (vid. artículo 13 del Pacto
publicación o empresa periodística, cinematográfica, de rad Internacional de d e r e c h o s e c o n ó m i c o s , sociales y culturales).
o televisión, tendrá una persona responsable que no esté pro
gida por inmunidades ni disponga de fuero especial. " 1 ° . El derecho a la cultura,(artículos 98, 99, 100, 101, 108
y 110 CB).
6°. El derecho a la educación (artículos 102, 103, 104, 1
y 107 C B ) . La libertad de creación cultural comprende el derecho de to-
dos a la invención, producción y divulgación de la obra creativa,
La Constitución r e c o n o c e e x p r e s a m e n t e el derecho de tod
científica, tecnológica y humanística. Dentro del derecho a la cul-
a la e d u c a c i ó n , en su calidad de d e r e c h o humano fundamenta
tura se incluye la protección legal de los derechos de autor y la
Sus notas definitorias son: su f u n d a m e n t o democrático, dada
propiedad intelectual.
p r o m o c i ó n de valores d e m o c r á t i c o s , c o m o el fortalecimiento
una sociedad d e m o c r á t i c a b a s a d a en la valoración ética del tf El Estado asume como cometido fundamental la protección
bajo y en la participación a c t i v a de la sociedad; la garantía de los valores culturales, el r e c o n o c i m i e n t o de la a u t o n o m í a de
su gratuidad por parte del E s t a d o , en todos sus niveles, hasta la administración cultural pública, y la protección y preservación
p r e g r a d o u n i v e r s i t a r i o ; y su c a r á c t e r obligatorio, desde el niy del p a t r i m o n i o cultural de la nación, cuyos bienes constitutivos
maternal hasta el m e d i o d i v e r s i f i c a d o . L a m e n t a b l e m e n t e , ectí son inalienables, imprescriptibles e i n e m b a r g a b l e s . Se r e c o n o -
m o s de m e n o s una f o r m u l a c i ó n m á s explícita y concluyente ce ig u almente, atención especial a las culturas populares consti-
la libertad de enseñanza. tutivas de la venezolanidad, r e c o n o c i é n d o s e y r e s p e t á n d o s e la
interculturalidad bajo el principio de igualdad de las culturas.
Se fortalece en la C o n s t i t u c i ó n bolivariana una filosofía d
Estado docente, que asume la educación como función indeclin El E s t a d o , a d e m á s , asume la garantía de la difusión de la in-
ble, sostenida en la noción de servicio público y en la estrfl formación cultural, así como servicios públicos de radio, televi-
inspección, vigilancia y autorización de las instituciones e d u c | sión y redes de biblioteca e informática, con el fin de permitir el
vas p r i v a d a s . L a m e n t a b l e m e n t e no a v a n z a m o s , dentro del m acceso universal a la información. Por último, la ciencia y la tec-
progresista espíritu de nuestro t i e m p o , hacia la plasmación con nología se declaran de interés público, a s u m i e n d o el Estado el
titucional de una filosofía de la sociedad docente, liderizada p' compromiso de crear el sistema nacional de ciencia y tecnología.
un m a y o r p r o t a g o n i s m o de la s o c i e d a d civil bajo criterios púb
8°. La autonomía universitaria como garantía institucional
eos no estatales (mientras lo p ú b l i c o estatal atañe a los asunt
(artículo 109 CB).
públicos asumidos d i r e c t a m e n t e p o r el aparato del Estado, lo jj
blico no estatal parte del q u i e b r e de la dicotomía Estado-soc:' 9°. El derecho de las personas al deporte y la recreación (ar-
dad civil, d o n d e las o r g a n i z a c i o n e s de la sociedad civil emergj tículo 111 C B ) .
con formas peculiares de p r o p i e d a d y gerencia en la asunción ^
d) D e r e c h o s de la p e r s o n a uti s o c i u s
tareas públicas y el E s t a d o deja de ser entonces un monopolio
66
dor de lo p ú b l i c o ) , lo que a f o r t u n a d a m e n t e no está vedadóa (las l i b e r t a d e s p ú b l i c a s d e p r o y e c c i ó n s o c i a l ) .
la Constitución, gracias, p r i m e r o , a la transversalización axiof 1° El d e r e c h o de reunión (artículo 53 CB).
gica de los principios f u n d a m e n t a l e s de la Constitución, y i
2° El d e r e c h o de asociación (artículo 52 C B ) .
g u n d o , a los avances l o g r a d o s en esta materia por el derecho i
e) D e r e c h o s de la p e r s o n a en c u a n t o m i e m b r o
d e u n a c o m u n i d a d p o l í t i c a (los d e r e c h o s p o l í t i c o s )
66. BRESSER, Luis Carlos y Nuria CUNILL (eds.). Lo público no estatal e o
I . El derecho de los ciudadanos a participar en los asun-
reforma del Estado, Editorial Paidós, Buenos Aires, 1988.
tos públicos (artículo 62 CB).
LOS D E R E C H O S HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 91

E s t e d e r e c h o , r e c o n o c i d o a las personas en su c o n d i c i ó n * tuyente: organizaciones y asociaciones con fines políticos.


c i u d a d a n o s , p o r p r i m e r a vez en Venezuela no se circunscribe^ El constituyente quiso que el derecho de a s o c i a c i ó n política
e j e r c i c i o d e l sufragio. Así, se recalca, en concordancia co fuera efectivamente democrático, por lo cual se puntualizó en la
p r i n c i p i o de la soberanía popular (artículo 5 CB), la participacj Carta M a g n a su ejercicio mediante métodos d e m o c r á t i c o s de or-
c i u d a d a n a en los asuntos públicos (por tanto no exclusivame ganización, funcionamiento y dirección. A s i m i s m o , se obliga a
p o l í t i c o s ) , s e a d i r e c t a m e n t e , sea por intermedio de representa! las o r g a n i z a c i o n e s políticas a seleccionar en e l e c c i o n e s internas
te e l e g i d o s . Es m á s , la Constitución señala expresamente, paj~ con la participación de sus integrantes, tanto sus organismos de
d e s p e j a r c u a l q u i e r duda interpretativa, que la participación abS dirección c o m o sus candidatos a cargos de elección popular. En
ca ( a r t í c u l o 6 2 , ú n i c o a p a r t e , C B ) , la f o r m a c i ó n , ejecución- suma, el constituyente no se contentó con prescribir que la demo-
control de la gestión pública, constituyendo "el medio necesá% cracia v e n e z o l a n a fuera interpartidista, o en términos constitu-
para lograr el protagonismo que garantice su completo desah cionales, pluralista, pues veló también por la d e m o c r a c i a "intra-
lio, tanto individual como colectivo. " Igualmente, destaca tift partido", es decir la que se ejerce en el seno de los partidos y
to la o b l i g a c i ó n del Estado c o m o el deber de la sociedad en faS otras formas de organización política. En otras palabras, nues-
l i t a r la g e n e r a c i ó n de las c o n d i c i o n e s más favorables para s tra Lex Superior procura normativamente c o n t r a r r e s t a r los efec-
práctica. En suma, la participación es a partir de ahora no un def tos de la "ley de hierro de las oligarquías" de M i c h e l s , manifes-
f
c h o i m p l í c i t o sino un expreso derecho fundamental, al que se tada en el control cupular, "cogollérico" y oligárquico de la vida
h a n d o t a d o de las correspondientes garantías para su ejercuf" partidaria.

2°. El derecho al sufragio (artículo 63 C B ) . o


4 . El derecho a postular candidatos a los cargos electivos
La C o n s t i t u c i ó n concibe al sufragio exclusivamente como (artículo 6 7 , segundo párrafo, CB).
d e r e c h o , no u n a función pública ni de ejercicio obligatorio, conj La Constitución garantiza al ciudadano el d e r e c h o por inicia-
lo e s t a b l e c í a la Constitución de 1961. Por supuesto, es el derec tiva propia, de postular candidatos a los cargos electivos, con lo
p o r a n t o n o m a s i a de la participación política, en virtud de lo C; cual se r o m p e el tradicional monopolio de los partidos, norma
se le d o t a n de las garantías adecuadas para su mejor ejercicio: sin duda beneficiosa c o m o estímulo a la p a r t i c i p a c i ó n popular.
taciones libres, universales, directas y secretas, amén de que el
tema electoral contemplado en la ley debe regirse por los princi 5 ° . El derecho a exigir rendición de cuentas a los represen-
tantes (artículo 66 C B ) .
de p e r s o n a l i z a c i ó n del sufragio y representación proporción^
o Una conquista de la democracia participativa lo es el recono-
3 . El derecho de asociación política (artículo 67 CB
cimiento por parte de la Constitución bolivariana del derecho ciu-
C u r i o s a m e n t e , el derecho de asociación con fines políticos! dadano "a que sus representantes rindan cuentas públicas, trans-
m e n c i o n a p o r su n o m b r e a los partidos políticos, algo que em parentes y periódicas sobre su gestión, de acuerdo con el pro-
o p i n i ó n c o n f i g u r a un error inadmisible: p r i m e r o , porque el c grama presentado". La norma que recoge el derecho se inscribe
c e p t o de p a r t i d o político ha sido definido con rigurosidad yi en la noción de voto programático, gracias al c u a l surge una obli-
forma e s t a n d a r i z a d a por la ciencia política y el derecho consti gación j u r í d i c a de los representantes al r e s p o n d e r de su actua-
cional c o n t e m p o r á n e o s ; y en segundo lugar, la aberración p ción ante sus electores. Las cuentas a rendir d e b e n ser públicas
tidocrática q u e conoció el sistema político venezolano no nos" (por m e d i o s públicos), transparentes (con claridad, abiertas, sin
t o n ™ n a r a "borrar.de un p l u m a z o " un concepto tan relevante,' exceocionesV v n e r i ó d i r a s ( r o n p i a 7 o s p r e d e t e r m i n a d o s ) . Es de
existe y se resiste independientemente de lo que diga la Co recalcar que la Constitución obliga e x p r e s a m e n t e a los diputa-
titución, y q u e i n d u d a b l e m e n t e se impone y, no abrigo dudas dos a la A s a m b l e a Nacional a rendir cuenta anual de su gestión
seguirá i m p o n i e n d o , sobre las expresiones que estampó el con§ ante sus electores.
92 LOS DERECHOS HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 93

6°. El derecho de manifestar (artículo 68 C B ) . o


9 . Derecho de asilo y refugio (artículo 69 C B ) .
Este fundamental derecho humano de naturaleza política atien Digno de análisis el planteamiento del constituyente Brewer-
de a la participación militante en el e s p a c i o público (calles, phj 68
C a r í a s , que hecha de menos la inexplicable omisión del consti-
zas, etc.), para manifestar d e m a n d a s , apoyos y opiniones polfti tuyente de no calificar el asilo, derecho h u m a n o c o n s a g r a d o y
cas, no ú n i c a m e n t e en el sentido estricto del término, sino tar¿ sujeto de la correspondiente garantía constitucional, como políti-
bien atinentes a fenómenos politizados, es decir, "aquellos que co, derivado de la persecución política. Puede sostenerse que el
sin tener en sí mismos intención o naturaleza política, puedéh asilo se recoge en la Constitución como derecho p o l í t i c o , y que 69

adquirir en determinados casos y circunstancias tal significa- la tradición de esta figura, orgullo del derecho internacional his-
ción, constituyendo así los nudos entre la estructura política p a n o a m e r i c a n o , tal como cobra validez y eficacia en los trata-
otras estructuras. Este grupo abarca una cantidad ingente de fe, dos suscritos y ratificados por la República, está unida primor-
ñámenos, pues, en realidad, cualquier fenómeno espiritual, só* dialmente a sus connotaciones políticas. Sin e m b a r g o , la aper-
cial e incluso natural es susceptible de politizarse". tura del asilo ínsita en el artículo 14 de la Declaración Univer-
sal de Derechos H u m a n o s , al configurar un a m p l i o espectro de
7 ° . El derecho de petición (artículo 51 C B ) .
supuestos, que incluye entre otras, la persecución religiosa, ét-
U n i v e r s a l m e n t e reconocido c o m o derecho político, en Vene* nica e ideológica, inspiró la posición no restrictiva a lo políti-
zuela el derecho de petición tiene la particularidad de no ser coa co, asumida por el constituyente en el artículo 69 C B .
siderado uti cives, es decir no está circunscrito a los ciudadanol
El derecho de refugio también ha tenido una rica regulación
Sin e m b a r g o , dado que su ejercicio repercute directa y únicameij
internacional, tal c o m o se recoge en c o n v e n c i o n e s y protocolos
te en lo p ú b l i c o (representar o dirigir peticiones ante cualqui^
internacionales, derivada del esfuerzo de la comunidad de las na-
autoridad pública, y a obtener o p o r t u n a y a d e c u a d a m e n t e re
ciones por asegurar a los refugiados (cruda realidad en un siglo
puesta), lo hemos incluido dentro de la categoría de los derechój
violento de desplazamientos masivos, como lo fue el siglo X X ) ,
políticos.
el ejercicio más amplio posible de sus derechos y libertades fun-
o
8 . El derecho de los ciudadanos a ser informados por laÁ¡ d a m e n t a l e s . El constituyente quiso r e c o n o c e r la r e l e v a n c i a de
ministración Pública sobre el estado de las actuaciones en qu este derecho dentro del ámbito normativo-constitucional de ex-
estén directamente interesados (artículo 143 C B ) . presa consagración en la Constitución bolivariana.
Este n o v e d o s o derecho h u m a n o reservado a los ciudadan' En lo referente a la extradición son dignas de citar dos regu-
en su condición de miembros de la comunidad política venezol laciones constitucionales: primero, la extradición de extranjeros
na, c o n l l e v a un enfoque distinto de la Administración PúbligJ no podrá en ningún caso ser negada, c u a n d o se trate de la c o m i -
s
(vid. infra), guiada ahora por exigencias caras a la d e m o c r a c sión de delitos de deslegitimación de c a p i t a l e s , d r o g a s , delin-
que d e s b o r d a n la c o n c e p c i ó n tradicionalmente j e r á r q u i c a y he cuencia organizada internacional, hechos contra el patrimonio
mética de la burocracia estatal, c o m o son los principios de rej público de otros Estados y contra los derechos humanos (artículo
p o n s a b i l i d a d , participación, transparencia y rendición de cue^ 271 C B ) ; y segundo, la prohibición expresa de la extradición de
tas de la Administración Pública. Este derecho se inscribe de y
venezolanos (artículo 69, aparte único, C B ) , disposición sobre
tro del m o d e r n o derecho a la transparencia administrativa. - la cual salvamos nuestro voto en la A N C , r a z o n a d o en los si-

"6's.c/r. tíRhWbR-CARÍ AS, Alian. La Constitución de 1999, Editorial Arte,


67. GARCÍA-PELAYO, Manuel. "Idea de la política y otros escritos", en Ob^ Caracas, 2000, p. 67.
completas, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1991, II, pp. 1^1 69. BREWER -CARIAS, Alian. Debate constituyente. Editorial Jurídica Vene-
1.790. zolana, Caracas, 1999, II, p. 154.
94 LOS DERECHOS HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 95

g u i e n t e s términos: "La prohibición de extradición de venezoí del referéndum y la revocatoria del mandato), sea gracias a su re-
nos contraviene normas expresas del Derecho Internacional p misión a la legislación; y segundo, en el caso de los m e d i o s de
blico, con las cuales se ha comprometido el Estado venezola- participación de naturaleza política, el carácter vinculante de sus
y de manera especial el Estatuto de Roma de la Corte Penal decisiones. No existe, p u e s , duda alguna sobre la voluntad cons-
ternacional, suscrito por los Estados miembros de las Nación tituyente: la participación política no es en ningún caso puramen-
Unidas el año 1998 (ratificado por Venezuela el año 2000), p c
te consultiva, es ineludiblemente obligatoria, de efectos vincu-
el noble y loable propósito de luchar contra graves crímenes (g lantes para los órganos del Poder Público y para el conjunto de
nocidio, lesa humanidad, crímenes de guerra y crímenes de agf¡ la sociedad.
sión), que constituyen una amenaza para la paz, la seguridad]
el bienestar de la humanidad", (cfr. Diario de Debates de laANC; El referéndum popular, desarrollado a m p l i a m e n t e en la sec-
ción s e g u n d a del capítulo IV del título III de la C o n s t i t u c i ó n ,
10°. El derecho de resistencia (artículo 350 C B ) . define nuestra d e m o c r a c i a c o m o refrendaria, dada la importan-
La defensa de los derechos h u m a n o s e n c u e n t r a su situaciq cia que asume en la Constitución c o m o expresión del ejercicio
l í m i t e en la usurpación del p o d e r y la arbitrariedad q u e r o n r directo de la soberanía. Cuatro modalidades de referéndum con-
en los h e c h o s con los cauces de la d e m o c r a c i a y m e n o s c a b a lp templa la Constitución: el consultivo, el aprobatorio, el abroga-
d e r e c h o s h u m a n o s . Tales s i t u a c i o n e s actualizan el d e r e c h o d torio y el referéndum c o m o exigencia de la revocatoria del man-
resistencia, un derecho que afecta en su raíz la c o m u n i d a d políti dato. A n a l i c e m o s b r e v e m e n t e dichas m o d a l i d a d e s :
ca y obliga al pueblo a organizarse para d e s c o n o c e r las accip
El referéndum consultivo (artículo 71 C B ) , se aplica a mate-
nes contra la Constitución. Bien ha señalado Cari Schmitt, queé
rias de especial trascendencia nacional. Se trata de una catego-
d e r e c h o de resistencia es el m e d i o m á s e x t r e m a d o de defensa,
70
ría residual, pues c o m p r e n d e la amplia g a m a de asuntos no re-
un d e r e c h o inalienable, pero t a m b i é n i n o r g a n i z a b l e . En efec
gulados en las otras m o d a l i d a d e s refrendarías. En definitiva, el
to, t r a n s c u r r e el ejercicio de tan raigal derecho d e m o c r á t i c o pp
convocante califica la trascendencia del asunto objeto de la con-
i n s o s p e c h a b l e s caminos, entre los cuales p o d e m o s m e n c i o n a r !
sulta. El c o n v o c a n t e , sujeto de la iniciativa refrendaria, puede
d e s o b e d i e n c i a civil, la resistencia p a s i v a y la r e b e l i ó n popul
ser: el Presidente de la República en Consejo de M i n i s t r o s ; la
A s a m b l e a Nacional, por acuerdo aprobado con el voto de la ma-
yoría de sus integrantes; o la iniciativa popular, m o t o r i z a d a por
EXCURSUS: El referéndum popular un n ú m e r o no menor del diez por ciento de los electores inscri-
tos. La Constitución también autoriza la celebración de referen-
D e n t r o de la sección dedicada a los derechos p o l í t i c o s se inclu; dos consultivos de materias de especial trascendencia estadal,
ye una n o r m a (artículo 70 C B ) , q u e los e x c e d e , en la medida e municipal y parroquial (artículo 7 1 , único aparte, C B ) .
que abarca también las esferas e c o n ó m i c a y social. Se refiere
El llamado referéndum aprobatorio (artículo 73 C B ) , se apli-
los m e d i o s de participación y protagonismo del p u e b l o en el eje
ca en el supuesto de proyectos de ley en discusión por la A s a m -
cicio de su soberanía. Con esta n o r m a quiso el c o n s t i t u y e n t e rriá.
blea Nacional, c o n v o c a d o por iniciativa de por lo m e n o s las dos
nifestar una decidida voluntad de p r o m o c i ó n de la democracia
terceras partes de sus integrantes. La Constitución exige un quo-
participativa, al destacar: p r i m e r o , la mención expresa de medio
rum de participación en la consulta electoral, del veinticinco por
de participación, lo cual deriva i n e l u c t a b l e m e n t e en su desarro?
ciento de los electores, para la validez del referéndum.
l i o n n r m q t i i f n c » q H i r p c l o m i a n t p f*r> **1 tpytn C l S t l ^ U C 0 1 1 2 ^ fCJ C^H
o r 1

Igualmente, la Constitución autoriza el referéndum aprobato-


70. SCHMITT, Cari. Teoría de la Constitución, Editorial Alianza, Madrid, 198, rio de tratados, convenios y acuerdos internacionales, que pudie-
p. 169. sen comprometer la soberanía nacional o transferir competencias

\
LOS DERECHOS HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 97

a ó r g a n o s s u p r a n a c i o n a l e s , por iniciativa del Presidente de la solicitud de revocatoria durante el período para el cual fue electo
R e p ú b l i c a en Consejo de Ministros; por el voto de las dos ter- el funcionario.
ceras partes de los integrantes de la A s a m b l e a ; o por el quince
La Constitución remite a la ley un tema complejo de resol-
por ciento de los electores inscritos.
ver: la revocatoria del mandato de los representantes a cuerpos
El referéndum abrogatorio (artículo 74 CB), c o m o la pala- colegiados (Asamblea Nacional, Consejos Legislativos Estata-
b r a lo indica, se refiere a la abrogación total o parcial de leyes o les, Consejos Municipales y Juntas Parroquiales). Ello signifi-
decretos con fuerza de ley. La iniciativa corresponde a un número ca congeniar la circunscripción con la representación proporcio-
no m e n o r del diez por ciento de los electores, y al Presidente de nal y la individualización de la revocación.
la R e p ú b l i c a en Consejo de M i n i s t r o s . N o s luce e x a g e r a d a la
Por último, la Constitución sólo c o n t e m p l a para los diputa-
concesión de la iniciativa refrendaría al Presidente, pues sitúa sin
dos a la Asamblea Nacional la sanción de no poder optar a car-
justificación alguna al Poder Ejecutivo en un rango de preponde-
gos de elección popular para el siguiente período. No entende-
rancia sobre el Poder Legislativo. La abrogación de decretos con
mos las razones aducidas por el constituyente para restringir esta
fuerza de ley (los dictados por le Presidente de la R e p ú b l i c a en
sanción únicamente a los parlamentarios nacionales.
uso de la atribución prescrita en el numeral octavo del artículo
236 CB), es iniciativa exclusiva de un número no menor del cin- En conclusión, la revocatoria del mandato constituye un avan-
co por ciento de los electores inscritos. ce en la lucha por convertir en efectiva realidad la democracia
participativa. No obstante, es de señalar la rigurosidad de los re-
La Constitución es particularmente exigente con el quorum
quisitos para que pueda concretarse la revocación, lamentable-
de participación en la consulta (cuarenta por ciento de los electo-
mente de difícil viabilidad. Si la explicación pudo estar en el su-
res), y a d e m á s autoriza sólo un referéndum sobre la misma mate-
puesto de la protección de la institución presidencial, el argu-
ria por período constitucional, a lo cual se agrega que el constitu-
mento en todo caso no vale para otros funcionarios, sobre todo
yente vedó, con criterio sano de evaluación de materias delica-
los de rango regional y local.
das susceptibles de manejarse con ligereza y demagogia, la utili-
zación del referéndum abrogatorio para las siguientes leyes: pre- f) Derechos de la persona como h o m o faber
supuestarias, impositivas, de crédito público, de amnistía, de pro- (los d e r e c h o s l a b o r a l e s )
tección de los derechos h u m a n o s , y las que aprueben tratados o
I El derecho al trabajo (artículos 87, 88, 8 9 , y 90 CB).
internacionales. •
R e c o n o c i d o el derecho al trabajo c o m o d e r e c h o de la perso-
La revocatoria del mandato (artículo 72 C B ) , es una genui-
na h u m a n a , la Constitución c o m p r o m e t e al Estado a desarrollar
na institución de democracia participativa a la Constitución bo-
una política integral en esta materia que garantice su pleno y efec-
livariana. Rompe con el principio liberal del mandato no revoca-
tivo ejercicio. Los aspectos más resaltantes del sistema consti-
ble, y se aplica in extenso a todos los cargos y magistraturas de
tucional de protección del derecho al trabajo son:
elección popular. Exige los siguientes requisitos: primero, la ini-
ciativa c o r r e s p o n d e al veinte por ciento de los electores inscri- l ° . l . La adopción por parte del Estado de las medidas nece-
tos en la circunscripción donde fue elegido el funcionario; se- sarias a los fines de que toda persona p u e d a obtener ocupación
g u n d o , haber transcurrido la mitad del período para el cual fue productiva, que le p r o p o r c i o n e una existencia digna y decorosa
elegido; tercero, el número de electores concurrentes a la con- y le garantice el pleno ejercicio de su d e r e c h o al trabajo.
sulta popular debe ser por lo menos de veinticinco por ciento dfc
1°.2. El fomento del e m p l e o c o m o fin del E s t a d o .
los inscritos; cuarto, el n ú m e r o de los que votaron a favor de la i

revocatoria del funcionario, debe ser igual o m a y o r al de los quel 1°.3. Garantía del ejercicio de los derechos laborales de los
participaron en su elección; y quinto, sólo se autoriza una única trabajadores no d e p e n d i e n t e s .
LOS DERECHOS HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 99

0
1 .4. A d o p c i ó n de medidas y creación de instituciones q u | 5 ° . Derecho de libertad sindical (artículo 95 C B ) .
controlen y p r o m u e v a n condiciones de seguridad, h i g i e n e y ara]
Este d e r e c h o tiene dos aspectos dignos de citar: p r i m e r o , el
biente de trabajo a d e c u a d o s .
principio de la inamovilidad laboral de las directivas de las orga-
0
1 . 5 . G a r a n t í a de la i g u a l d a d de h o m b r e s y m u j e r e s en ef nizaciones sindicales; segundo, el ejercicio de la democracia sin-
ejercicio del d e r e c h o al trabajo. dical, garantizada gracias al principio de la alternabilidad de los
0
d i r e c t i v o s , mediante el sufragio universal, directo y secreto.
1 .6. Valoración del trabajo del hogar c o m o actividad econó^
mica, y r e c o n o c i m i e n t o de la seguridad social c o m o d e r e c h o de 6 ° . Derecho de los trabajadores a la negociación colectiva
las a m a s de casa, de conformidad con la ley. voluntaria y a celebrar convenciones colectivas de trabajo (ar-
0
tículo 96 C B ) .
1 . 7 . R e c o n o c i m i e n t o constitucional de la irrenunciabilidad
de los derechos laborales. 1°. Derecho de huelga, dentro de las condiciones que esta-
blezca la ley (artículo 97 C B ) .
1°.8. Reconocimiento constitucional de la interpretación más*
favorable al trabajador de las normas l a b o r a l e s . g) D e r e c h o s de la p e r s o n a a la s a t i s f a c c i ó n
o
de necesidades mínimas para una vida digna
I . 9 . Prohibición del trabajo de los a d o l e s c e n t e s en labores
o
que p u e d a n afectar su desarrollo integral. I . Derecho a la salud (artículos 8 3 , 84 y 85 C B ) .
o
I . 10. Reconocimiento constitucional de los principios de in-J La Constitución prescribe al Estado la obligación de garanti-
tangibilidad y progresividad de los d e r e c h o s y beneficios l a b o - zar el d e r e c h o de todos a la salud c o m o parte del d e r e c h o a la
rales. vida, por lo cual debe p r o m o v e r y desarrollar políticas orienta-
o
das a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acce-
I . 1 1 . Limitación de la j o r n a d a de trabajo diurna a un máxi- so a los servicios.
mo de o c h o horas diarias y cuarenta y c u a t r o s e m a n a l e s . La jor- :i

n a d a de trabajo n o c t u r n a no e x c e d e r á de siete h o r a s d i a r i a s y) Para garantizar el derecho a la salud, la Constitución prescri-


treinta y cinco s e m a n a l e s . be al E s t a d o la obligación de crear, ejercer la rectoría y gestio-
o
nar un sistema público nacional de salud, de carácter intersec-
I . 12. Prohibición expresa al p a t r o n o de obligar a los traba-
torial, descentralizado y participativo, integrado al sistema de se-
j a d o r e s a laborar horas extraordinarias. guridad social, regido por los principios de gratuidad, universa-
o
I . 13. R e c o n o c i m i e n t o constitucional del d e r e c h o de los tra- lidad, integralidad, e q u i d a d , i n t e g r a c i ó n social y s o l i d a r i d a d .
bajadores al d e s c a n s o semanal y v a c a c i o n e s r e m u n e r a d a s en las I g u a l m e n t e , se establece la obligación del Estado de financiar el
m i s m a s condiciones que las j o r n a d a s e f e c t i v a m e n t e l a b o r a d a s . sistema público de salud y el presupuesto que permita cumplir
con los objetivos de la política sanitaria.
2°. El derecho del trabajador a un salario suficiente (artí-
culo 91 C B ) . 2°. Derecho a la seguridad social (artículo 86 C B ) .

La protección del salario implica la garantía por parte del Es- La Constitución reconoce el d e r e c h o de todos a la seguridad
tado de un salario m í n i m o vital. social c o m o servicio de carácter no lucrativo, que garantice la
o
salud y a s e g u r e protección en contingencias de maternidad, pa-
3 . Derecho de los trabajadores a las prestaciones sociales
ternidad, e n f e r m e d a d , i n v a l i d e z e n f e r m e d a d e s catastróficas,dis-
(artículo 9 2 C B ) . '
capacidad, necesidades especiales, riesgos laborales, pérdida de
o
4 . Garantía legal de la estabilidad laboral y limitación de to- e m p l e o , d e s e m p l e o , vejez, viudedad, orfandad, vivienda, cargas
da forma de despido no justificado del trabajador (artículo 93 CB). derivadas de la vida familiar y cualquier otra circunstancia de
DERECHO CONSTITUCIONAL 101
100 LOS DERECHOS HUMANOS

La Constitución prescribe al Estado venezolano (artículo 112


p r e v i s i ó n s o c i a l . Es de r e c a l c a r que la a u s e n c i a de capacidad
CB), la obligación de p r o m o v e r la iniciativa privada, dentro de
contributiva no será motivo para excluir a las personas de su pro-
determinados parámetros. Ellos son: p r i m e r o , la obligación del
tección. Estado de garantizar la creación y j u s t a distribución de la rique-
3 ° . El derecho a la vivienda (artículo 82 C B ) . za; s e g u n d o , la obligación del Estado de garantizar la produc-
h) D e r e c h o s de la persona a u n a protección especial ción de bienes y servicios que satisfagan las necesidades de la
población; y tercero, la obligación del Estado de proteger y fo-
derivada de su específica condición
mentar las libertades de trabajo, empresa, comercio e industria.
o
I . Protección de la maternidad y la paternidad (artículo 76 CBX Esta protección y fomento de la actividad e c o n ó m i c a por parte
2°. P r o t e c c i ó n de los n i ñ o s (artículo 78 C B ) . del Estado no contraviene su facultad para dictar medidas para
planificar, racionalizar y regular la economía, así c o m o impul-
3 ° . P r o t e c c i ó n de los j ó v e n e s (artículo 79 C B ) . sar el desarrollo integral del país.
o
4 . Protección d e los a n c i a n o s (artículo 8 0 C B ) . En r e s u m e n , la Constitución adopta un enfoque m o d e r n o y
o
5 . P r o t e c c i ó n d e los d i s c a p a c i t a d o s (artículo 8 1 C B ) . flexible, equidistante de los e x c e s o s del neoliberalismo salvaje,
así como del estatismo socializante. En efecto, se garantiza y pro-
o
6 . P r o t e c c i ó n d e l a familia (artículo 7 5 C B ) . mueve la libertad económica, dentro de limitaciones derivadas
A q u í se trata de una g a r a n t í a institucional. La familia se de- de los p r i n c i p i o s del interés p ú b l i c o y el bien común, por los
fine p o r la C o n s t i t u c i ó n c o m o asociación natural de la socieda* cuales debe velar el Estado.
y c o m o el e s p a c i o fundamental para el desarrollo integral de la Con el objeto de proteger la libertad económica, y por consi-
personas. guiente la libre competencia, la Constitución (artículo 113 CB),
regula explícita y d e t a l l a d a m e n t e el régimen antimonopólico.
i) Derechos de la persona como homo economicus
Comienza por prohibir explícitamente los monopolios, declaran-
(los derechos económicos) do contrarios a los principios fundamentales de la Constitución:
L o s d e r e c h o s e c o n ó m i c o s son los d e r e c h o s h u m a n o s e n m | primero, las actividades de los particulares que tengan por objeto
teria e c o n ó m i c a . H a r e m o s a c o n t i n u a c i ó n un breve análisis rf el establecimiento de un m o n o p o l i o , incluidas las prácticas que
c a d a u n o de ellos: efectivamente conduzcan al m o n o p o l i o ; y segundo, el abuso de
o
la posición de dominio que un particular, una empresa o un con-
I . La libertad económica (artículo 112, 113 y 114 CB). |
j u n t o de e m p r e s a s adquiera o h a y a adquirido en un d e t e r m i n a d o
C o m p r e n d e la libertad de e m p r e s a , la libertad de comercí m e r c a d o de bienes o servicios, con i n d e p e n d e n c i a de la causa
el d e r e c h o de t o d a persona a consumir los productos de su pref§ determinante de tal posición de dominio, así como cuando se tra-
r e n c i a y c o n c u r r i r l i b r e m e n t e en los m e r c a d o s , ejerciendo 1 te de una d e m a n d a concentrada.
o p c i o n e s de c o m p r a y venta de bienes y servicios.
La Constitución confiere al Estado un mandato explícito para
No obstante, la Constitución establece una serie de limitacü adoptar las m e d i d a s que fueran necesarias para evitar los efec-
nes a la libertad e c o n ó m i c a , f u n d a m e n t a d a s en el interés púbj tos nocivos de las prácticas m o n o p ó l i c a s , del abuso de la posi-
co q u e , c o m o deber, c o r r e s p o n d e preservar al E s t a d o . El artíci ción de d o m i n i o y de las d e m a n d a s concentradas. Tales medidas
lo 112 CB p r e c i s a igualmente..que las. l e y e s , por.razones dejf Hehf»n t p n e r r n t n r j norte, c o m o lo señala igualmente la Ccnstitu
s a r r o l l o h u m a n o , seguridad, sanidad, protección del ambient ción, la protección de los consumidores, los productores y el ase-
otras de interés social, p o d r á n establecer limitaciones al eje g u r a m i e n t o de condiciones efectivas de competencia en la eco-
c í o de la a c t i v i d a d e c o n ó m i c a . nomía.
102 LOS DERECHOS HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 103

U n a excepción al r é g i m e n señalado antes, lo contempla La confiscación es la apropiación por parte del E s t a d o de bie-
Constitución en lo referente a la explotación de recursos natur nes privados sin indemnización previa. La Constitución expresa-
les propiedad de la N a c i ó n , o de la prestación de servicios f mente (artículo 116 C B ) , prohibe la confiscación de b i e n e s , sal-
bucos, con o sin exclusividad. En estos supuestos el Estado p^ vo las e x c e p c i o n e s en ella establecidas, y que son tres: sobre los
drá otorgar c o n c e s i o n e s por t i e m p o d e t e r m i n a d o , asegurand bienes de los autores de delitos c o m e t i d o s contra el p a t r i m o n i o
siempre la existencia de contraprestaciones o contrapartidas ad público; sobre los bienes de quienes se hayan enriquecido ilícita-
cuadas al interés público. mente al amparo del Poder Público; y sobre los bienes provenien-
El artículo 114 de la Constitución bolivariana, en el ánimo e; tes de las actividades comerciales y financieras vinculadas al trá-
preso de perseguir y criminalizar prácticas e c o n ó m i c a s reñid fico ilícito de sustancias psicotrópicas y estupefacientes. La con-
con la sana libertad e c o n ó m i c a y el bien c o m ú n de la població fiscación en estos supuestos exige c o m o requisito un p r o c e s o j u -
dicial y sentencia firme.
remite al legislador el m a n d a t o de penar severamente el ilíci
e c o n ó m i c o , la especulación, el acaparamiento, la usura, la c o
3 . Los derechos de los consumidores (artículo 117 C B ) .
telización y otros delitos c o n e x o s .
Una de las innovaciones más interesantes de la n u e v a Consti-
2°. El derecho de propiedad (artículos 115 y 116 CB). tución consiste en el r e c o n o c i m i e n t o de los derechos de los con-
La Constitución no sólo r e c o n o c e el derecho de propiedj sumidores (artículo 117 CB), lo cual se expresa en el d e r e c h o de
(artículo 115 C B ) , sino que e x p r e s a m e n t e lo garantiza, es dec;' todos a disponer de bienes y servicios de calidad, así c o m o a una
vela por su protección, al dotar al propietario de las a c c i o n e s | información adecuada y no engañosa sobre el contenido y carac-
rídicas que eviten su v u l n e r a c i ó n . El d e r e c h o de propiedad) terísticas de los p r o d u c t o s y servicios que c o n s u m e n , a la liber-
c o n t e m p l a la Constitución en todas sus facetas: u s o , goce, di tad de elección y a un trato equitativo y digno. La C o n s t i t u c i ó n
frute y disposición. Ello no significa sin embargo que el propiet remite a la ley el establecimiento de los m e c a n i s m o s n e c e s a r i o s
rio pueda abusar de su propiedad. La Constitución se inscribe para garantizar esos d e r e c h o s , las normas de control de calidad
la tesis m o d e r n a de la función social de la propiedad, de acu y cantidad de bienes y servicios, los procedimientos de defensa
do a la cual el ejercicio del derecho de propiedad no debe cojí del p ú b l i c o c o n s u m i d o r , el r e s a r c i m i e n t o de los d a ñ o s oca-
birse de forma individualista, sino atendiendo las necesidade." s i o n a d o s y las s a n c i o n e s c o r r e s p o n d i e n t e s por la v i o l a c i ó n de
colectivo social. Por ello, el texto fundamental de la Repúb estos derechos.
prescribe que la propiedad estará sometida a las contribucio
4°. Las garantías institucionales de la economía popular y
restricciones y obligaciones que establezca la ley con fine;
los medios de participación del pueblo en lo económico y social
utilidad pública o de interés social.
(artículos 70 y 118 C B ) .
La Constitución en el m i s m o artículo 115 d e d i c a d o a la p C o m o desarrollo de los principios de justicia social, solidari-
piedad, autoriza la e x p r o p i a c i ó n de cualquier clase de bieri dad y mutua cooperación, la Constitución (artículos 70 y 118 CB),
siempre que se den los siguientes requisitos: p r i m e r o , la caus protege y fomenta el derecho de los trabajadores y de la c o m u n i -
utilidad pública o interés social; y segundo, m e d i a n t e sentena dad para desarrollar actividades e c o n ó m i c a s bajo las formas de
firme y p a g o o p o r t u n o de j u s t a i n d e m n i z a c i ó n . En otras pj cooperativas, cajas de ahorro y mutuales. Al efecto la m i s m a Cons-
b r a s , la expropiación de bienes sólo puede ser declarada ps titución (artículo 70 CB), expresamente señala los medios de par-
Poder Judicial, por lo que se prohibe implícitamente la posib ticipación y p r o t a g o n i s m o del p u e b l o en lo e c o n ó m i c o v social,
dad de que una a u t o r i d a d a d m i n i s t r a t i v a pueda arbitraria!", c o m o son los casos de las instancias de atención c i u d a d a n a , la
te lesionar tan importante derecho, como lo es el derecho de autogestión, la cogestión, las cooperativas, las cajas de ahorro
piedad. y la e m p r e s a comunitaria. El texto fundamental remite a la ley
104 LOS DERECHOS HUMANOS
DERECHO CONSTITUCIONAL 105

el e s t a b l e c i m i e n t o de las condiciones para el efectivo funciona'


al sobresaliente rol cumplido por los representantes indígenas,
m i e n t o de dichas formas asociativas y c o m u n i t a r i a s .
donde destacó con su verbo convincente la sonora voz de la cons-
j) D e r e c h o s de las p e r s o n a s a un a m b i e n t e s a n o y tituyente Noelí Pocaterra, la Constitución reconoció expresamen-
e c o l ó g i c a m e n t e equilibrado (artículos 127, 128 y 129 CBJ te los derechos de los pueblos indígenas, en su condición de de-
rechos h u m a n o s colectivos, y sentó las bases para la reivindica-
Esta categoría de derechos ha sido definida con razón i
ción de sus seculares y muy justas y oportunas d e m a n d a s . Los
d e r e c h o s p r o g r e s i v o s transgeneracionales, pues expresan el d
elementos más resaltantes de la normativa constitucional sobre
r e c h o , pero también el deber de cada generación, de proteger tan trascendental materia son los siguientes:
m a n t e n e r el a m b i e n t e en beneficio de sí misma y el mundo d
futuro. El tema del a m b i e n t e tiene una faz de d e r e c h o y una f 1°. El Estado reconoce la existencia de los pueblos y comuni-
de deber, a d e m á s de ser un derecho tanto individual como c dades indígenas, su organización social, política y e c o n ó m i c a ,
lectivo. sus culturas, usos y costumbres, idiomas y religiones, así c o m o
su habitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral
La Constitución se pone en esta materia al día c o m o sisf}
y tradicionalmente ocupan y que son necesarias para desarrollar
ma constitucional de protección del ambiente, no sólo por ab
y garantizar sus formas de vida.
car todas las d i m e n s i o n e s de nuestro entorno vital (aire, agu
1
s u e l o s , c o s t a s , clima, capa de ozono, especies vivas), sino 2°. C o m o señala el informe de la Comisión de los Derechos
abre las puertas a la delicada materia de la biotecnología, yf de los Pueblos Indígenas de l a A N C ( m i m e o , 1999:5): "Los pue-
c o n s i g u i e n t e regulación del g e n o m a de los seres vivos de r- blos indígenas al formar parte de la sociedad nacional partici-
do a los principios bioéticos. El genoma humano es nuestro mf- pan en la vida de sus respectivos países, y el uso del término
interior, un tema de investigación científica de insospecha' "pueblos " significa el reconocimiento de su identidad específi-
c o n s e c u e n c i a s prácticas y urgente valoración ética. ca que los diferencia de los demás componentes de la sociedad
La Constitución establece los principios de la política de: en la que están insertos, reconociendo sus características socia-
les, culturales y económicas propias, así como su derecho a po-
denación del territorio, d o n d e la participación ciudadana (c"
seer el sustento territorial y el habitat que necesitan. Cuando se
en todos los aspectos de la protección del ambiente), jueg*
plantea el reconocimiento de los pueblos indígenas como "pue-
sobresaliente p a p e l .
blos", no se interpreta en el sentido de que tenga implicación
Por último es de resaltar la "cláusula e c o l ó g i c a " de los] alguna en relación a los derechos que pueda conferirse a dicho
tratos q u e celebre la República con personas naturales o jus término en el derecho internacional. Es decir, no se plantea que
cas, nacionales o extranjeras, donde se considerará incluida.a el término "pueblos " implica el derecho a la separación o inde-
que no estuviera expresa, la obligación de conservar el eq pendencia dentro del Estado". No obstante, ante las aprensio-
brio e c o l ó g i c o . nes de sectores de la ANC sobre la eventualidad de una hipóte-
sis futura de alegato del principio de autodeterminación de los
k) Derechos de los pueblos indígenas
pueblos, se aprobó (artículo 126 CB), para evitar cualquier géne-
( a r t í c u l o s 119 a 126 C B )
ro de d u d a s sobre el particular, que los pueblos indígenas forman
La nación v e n e z o l a n a se ha reconciliado c o n s i g o mis
parte de la nación, del Estado y del pueblo v e n e z o l a n o , c o m o
saldar una añeja cuenta con nuestros pueblos indígenas, rectt
único, s o b e r a n o e indivisible; igualmente se prescribió su deber
t e m e n t é despojados,-marginados, d i s c r i m i n a d o s , empobrefl
de s a l v a g u a r d a r la integridad y la soberanía nacional, y se afir-
y s u m i d o s en una situación de violación inveterada dt 3| mó una interpretación indiscutible del termino p u e b l e , en !c que
elementales d e r e c h o s h u m a n o s . Gracias a un proceso co se refiere a los p u e b l o s indígenas, en la Constitución, distinta al
yente que abrió sus puertas a la conciencia indígena, así sentido q u e se le da en el d e r e c h o internacional.
1 06 LOS DERECHOS HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 107

3 ° . Se les reconoce el d e r e c h o a la salud, c o n s i d e r a n d o sus colaboración E s t a d o - s o c i e d a d civil, no sólo bajo criterios públi-
prácticas y culturas, así c o m o su m e d i c i n a tradicional. cos estatales sino también bajo criterios públicos no estatales.
o Esto lo ha c a p t a d o con a g u d e z a Anthony Giddens al establecer
4 . La Constitución pauta que el a p r o v e c h a m i e n t o de los re-
c o m o principio ético de la-"tercera vía" el l e m a "ningún dere-
cursos naturales en los hábitats indígenas, debe hacerse sin lesio- 7
cho sin r e s p o n s a b i l i d a d " . '
nar la integridad de los pueblos indígenas.
La c o n c e p c i ó n de los d e b e r e s como correlativos a los dere-
5 ° . Se les reconoce el derecho a mantener y desarrollar su
chos ha constituido una s e c u e n c i a sin solución de continuidad,
identidad étnica y cultural, a sus manifestaciones culturales y a
desde los orígenes del constitucionalismo a fines del siglo XVIII
un régimen educativo intercultural y bilingüe, acorde con sus par-
hasta n u e s t r o s días. C o m o señala la Declaración Universal de
ticularidades socioculturales, valores y tradiciones.
D e r e c h o s H u m a n o s en su a r t í c u l o 2 9 . 1 : "Toda persona tiene
o
6 . Se les reconoce la especificidad de sus prácticas económi- deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede
c a s , que deben ser p r o t e g i d a s , fomentadas y fortalecidas por el desarrollar libre y permanentemente su personalidad. "
Estado.
N u e s t r a tradición c o n s t i t u c i o n a l ha c o n t e m p l a d o d e b e r e s ,
o
7 . El texto fundamental reconoce e x p r e s a m e n t e su derecho d e s d e la p r i m i g e n i a C o n s t i t u c i ó n a p r o b a d a el a ñ o 1 8 1 1 . L o s
a la participación política, garantizado por el Estado conforme d e b e r e s en la C o n s t i t u c i ó n b o l i v a r i a n a están r e c o g i d o s funda-
a la ley, en la representación indígena ante la A s a m b l e a Nacio- m e n t a l m e n t e en el capítulo X del título III, que no ú n i c a m e n t e ,
nal y en los cuerpos deliberantes de las entidades federales y lo- pues en otras disposiciones constitucionales también se c o n t e m -
cales con población indígena. La disposición transitoria séptima plan d e b e r e s .
de la Constitución estableció los requisitos de postulación y me-
Los deberes establecidos en el capítulo X del título III son:
c a n i s m o s de representación de los pueblos i n d í g e n a s atinentes
o
a las primeras elecciones de relegitimación de los poderes del Es- I . El deber de honrar y defender a la patria, sus símbolos y
t a d o , vigentes mientras se aprueba la c o r r e s p o n d i e n t e ley orgá- valores culturales.
nica por la A s a m b l e a Nacional.
2 ° . El d e b e r de r e s g u a r d a r y proteger la soberanía, la nacio-
Por último (artículo 327 C B ) , en materia de seguridad de la nalidad, la integridad territorial, la autodeterminación y los in-
nación, el constituyente tuvo la previsión de proteger el habitat tereses de la nación.
de los p u e b l o s indígenas, en el establecimiento de las franjas de o
3 . El deber de cumplir y acatar la Constitución y las leyes.
seguridad de fronteras pautadas constitucionalmente y a desarro-
o
4 . El deber de cumplir las responsabilidades sociales y par-
llar por la ley.
ticipar solidariamente en la vida pública, p r o m o v i e n d o y defen-
diendo los derechos h u m a n o s .

LOS DEBERES CONSTITUCIONALES o


5 . El deber de pagar i m p u e s t o s y otras contribuciones esta-
blecidas en la ley.

La Constitución inscribe su filosofía de los d e r e c h o s humanos 6 ° . El deber de prestar el servicio civil o militar.
dentro de valores y principios c o m o la libertad, la igualdad, la o
7 . El deber de prestar servicios en las funciones electorales.
justicia, la democracia, bajo el valoi iccíor de la emir.pntp digni-
dad de la persona h u m a n a , pero también, y esa es su interesante
innovación, dentro de valores y principios de solidaridad, res-
71. GIDDENS, Anthony. La tercera vía, Editorial Taurus, Madrid, 1999, pp. 80
p o n s a b i l i d a d social y c o r r e s p o n s a b i l i d a d , q u e c o n l l e v a n una y ss.
108 LOS DERECHOS HUMANOS DERECHO CONSTITUCIONAL 109

8°. El deber colectivo de solidaridad y r e s p o n s a b i l i d a d s BIBLIOGRAFÍA BÁSICA


cial en el c u m p l i m i e n t o de los fines del bienestar social general
9°. El deber de quienes aspiren al ejercicio de c u a l q u i e r pro] BOBBIO, Norberto. El tiempo de los derechos. Editorial Sistema. Ma-
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BOREA ODRIA, Alberto. Evolución de las garantías constitucionales.
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102 C B ) . cional. Editorial Artes y Ciencias. Lima, 1990.
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no p u e d a n hacerlo por sí m i s m o s (artículo 76 C B ) . 1982.
o
7 . El deber de p r o t e c c i ó n de la Constitución y, por consi-
guiente, de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigen-j
cia, si dejare de observarse por acto de fuerza o p o r q u e fuere d&4
r o g a d a por cualquier otro m e d i o distinto al previsto en ella (ara
tículo 333 C B ) .
V. El Poder Público

PRINCIPIOS R E C T O R E S DEL PODER PÚBLICO

Acorde con la configuración del Estado venezolano c o m o fede-


ral d e s c e n t r a l i z a d o , el Poder Público se distribuye verticalmen-
te entre el Poder Municipal, el Poder Estadal y el Poder Nacional.
Cada uno de ellos tiene su específica organicidad y su ámbito com-
petencia!, q u e se despliegan dentro de principios c o m u n e s que
dotan de uniformidad al Poder Público, i n d e p e n d i e n t e m e n t e de
dicha distribución vertical u horizontal, referida ésta última a las
ramas del P o d e r Público nacional: Legislativo, Ejecutivo y Judi-
cial. Esos p r i n c i p i o s son:

a) El principio de la colaboración de poderes (artículo 136


C B ) . I n d e p e n d i e n t e m e n t e de sus funciones propias, la Constitu-
ción prescribe que las ramas del Poder Público, a través de sus
órganos integrantes, deben colaborar entre sí en la realización de
los fines del E s t a d o . No se concibe el Poder Público dividido en
c o m p a r t i m i e n t o s estancos, rígidamente separados entre sí, sino
como instancias de colaboración en el logro de finalidades comu-
nes, que no son otras que las que establece la Constitución c o m o
principios y valores fundamentales en su título p r i m e r o .

b) El principio de la legalidad (artículo 137 CB). Los órga-


n o s o u e e j e r c e n H P n H p r Público deben sujetarse a !a Conctitu
ción y a la ley. Por tanto, el desarrollo de su actividad tiene su
fundamento, su ámbito competencial y su finalidad en la Consti-
tución y en la ley.
112 EL PODER PÚBLICO DERECHO CONSTITUCIONAL 113

c) El principio de la responsabilidad (artículos 139 y 140 C B ) f formación oportuna y veraz a que tienen derecho los ciudadanos
El ejercicio del Poder Público acarrea responsabilidad, cuando no por parte de la Administración, en dos supuestos: primero, so-
se e n m a r c a dentro de las prescripciones de la C o n s t i t u c i ó n y 1^ bre el estado de las actuaciones en que estén directamente intere-
ley. La responsabilidad es individual, atinente a los funcionarios sados, y sobre las resoluciones definitivas q u e se adopten sobre
que efectivamente actualizan las funciones del E s t a d o , y de éste el particular; y segundo el acceso a los archivos y registros admi-
directamente en términos patrimoniales por los d a ñ o s que sufran nistrativos, sin perjuicio de los límites aceptables dentro de una
los particulares en sus bienes y derechos, imputable al funciona- sociedad democrática en materias relativas a seguridad interior
miento de la Administración Pública. y exterior, a investigación criminal y a la intimidad de la vida
privada, de conformidad con la ley que regule la materia de clasi-
ficación de d o c u m e n t o s de contenido confidencial o secreto.
LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Otra innovación digna de comentarse, pues se r o m p e con el
principio j e r á r q u i c o ínsito dentro del modelo burocrático de or-
La A d m i n i s t r a c i ó n Pública, tanto la nacional c o m o la estadal y. ganización de la Administración Pública, está en la norma que
la municipal, se rige por principios constitucionales comunes, so~ prohibe la censura a los funcionarios públicos que informen so-
bre lo cual interesantes innovaciones ofrece la Constitución bo- bre asuntos bajo su responsabilidad.
livariana. Su razón de ser está en el "servicio de los ciudadanos",
lo cual sitúa a d e c u a d a m e n t e a la Administración Pública como
o r g a n i z a c i ó n c u y o f u n d a m e n t o está en la satisfacción de exi-^ LA FUNCIÓN PÚBLICA
g e n c i a s c i u d a d a n a s , tal c o m o se prescriben en la carta de de-
rechos h u m a n o s .
La Constitución remite a la ley el establecimiento de la función
La Constitución repudia una Administración centrada en sí pública; sin embargo, expresa directamente algunos principios
m i s m a y alienta una Administración c o m p r o m e t i d a , con voca-; y postulados a los cuales debe ceñirse. Ellos son:
ción de servicio a los requerimientos de la comunidad. A tal efec-
to, se fundamenta (artículo 141 CB) en los principios de hones- a) El principio de la imparcialidad. La función pública está
tidad, participación, celeridad, eficacia, transparencia, rendición al servicio del Estado, y en definitiva de los ciudadanos y la na-
de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la función públi- ción en su conjunto, no de parcialidad alguna. El d e n o m i n a d o
ca, con s o m e t i m i e n t o pleno a la ley y el d e r e c h o . C o n s t i t u y e un] "sistema de b o t í n " y la politización de los cuadros administrati-
desafío la concreción de estos principios en efectivas normas, ac- vos están reñidos con la Constitución. Expresamente el texto fun-
titudes y prácticas de c o m p o r t a m i e n t o , lo que conlleva no sólo damental establece que el n o m b r a m i e n t o o remoción de los fun-
la reforma legal, sino también necesariamente el cabal cumpli- c i o n a r i o s públicos no podrá estar d e t e r m i n a d o por la afiliación
miento de patrones gerenciales y códigos de conducta de los fun-^ u orientación política.
cionarios públicos, principalmente en lo que se refiere a sus rela- C o n el propósito de salvaguardar el principio de imparciali-
ciones con los ciudadanos, superada la noción de subdito y abier- dad ante las tentaciones del tráfico de influencia indebidas, que
ta la perspectiva de la participación, la transparencia adminis- atenían contra la necesaria neutralidad de la Administración, se
trativa y el reconocimiento del ciudadano como cliente con el de- prohibe e x p r e s a m e n t e a los ciudadanos al servicio de entidades
recho de exigir un servicio eficiente. estadales, i n d e p e n d i e n t e m e n t e de su personería jurídica p ú b h
Nuestra Lex Superior recoge (artículo 143 CB) un nuevo de-* ca o privada, y por tanto no exclusivamente referido a los fun-
recho, verdadero reto de transformación en las relaciones de U. cionarios públicos, la celebración de contratos con algunas de di-
A d m i n i s t r a c i ó n Pública con el c i u d a d a n o , consistente en la in 1
J
chas e n t i d a d e s , ni por sí ni por interpósita persona, ni en repre-
114 EL PODER PÚBLICO DERECHO CONSTITUCIONAL 115

sentación de otro, salvo las excepciones que establezca la ley ( docentes que determine la ley. La aceptación de un segundo d e s -
tículo 145 C B ) . tino por parte del funcionario implica la renuncia del p r i m e r o ,
con la excepción de las suplencias mientras no reemplacen defi-
b) El principio de la carrera. Con el objeto del logro efec¡
nitivamente al principal.
vo de un funcionariado profesional al servicio del Estado y'
la ciudadanía, la Constitución establece e x p r e s a m e n t e (artícu e) Base constitucional de jubilaciones y pensiones. Es m a t e -
146 C B ) , que los cargos de los órganos de la Administración P ria de ley nacional (artículo 147, último aparte, CB), el estable-
blica son de carrera. Sólo se exceptúan los de elección popuf cimiento del régimen de j u b i l a c i o n e s y pensiones, no sólo de los
y bajo prescripción legal, los de libre nombramiento y remoció funcionarios al servicio de la A d m i n i s t r a c i ó n Pública nacional,
contratados y obreros al servicio de la Administración Public'' sino también los estadales y m u n i c i p a l e s . Con ello la Constitu-
La n o r m a constitucional debe interpretarse restrictivamente, e ción quiere evitar un manejo caprichoso e irracional sobre tan
decir, debe p r o m o v e r s e y fortalecerse como regla general el sej delicada materia. Igualmente se prohibe el disfrute de más de una
vicio civil por encima del reclutamiento indiferenciado, adscrip jubilación o pensión, salvo los casos expresamente determina-
tivo y clientelar de los ciudadanos en ejercicio de funciones pij dos en la ley.
blicas.

c) El principio del concurso público. El ingreso a la carrer


LOS C O N T R A T O S D E I N T E R É S P Ú B L I C O
es e x c l u s i v a m e n t e a través del concurso público (artículo 14
ú n i c o aparte, C B ) , fundamentado en principios de honestida*
idoneidad y eficiencia. E x p r e s a m e n t e la Constitución prescriB Los contratos de interés público son de acuerdo con la Constitu-
el ascenso en el escalafón del funcionario público por el siste- ción, nacionales, estadales y municipales. En lo que se refiere a la
ma de méritos regido por métodos científicos, así c o m o la deter; celebración de contratos de interés público nacional (artículo 150
m i n a c i ó n del d e s e m p e ñ o como principio definidor del traslada CB), se requiere de la aprobación de la Asamblea Nacional cuan-
suspensión o retiro del funcionario. do así lo determine la ley. Se cambió así la norma contemplada en
el artículo 126 de la Constitución de 1961, para bien de una me-
d) La remuneración del funcionario. La r e m u n e r a c i ó n dé
jor sistematicidad y claridad de principio, que evita la permanente
funcionario (vid. artículo 147 CB), implica la previsión pres^ 72
discusión que suscitó la interpretación de la norma d e r o g a d a .
p u e s t a r i a correspondiente, con la cual la Constitución impide é;
r e c l u t a m i e n t o irregular de personas al servicio del Estado. Asi. Igualmente, todos los contratos de interés público (sean na-
m i s m o , las escalas de salarios de la Administración Pública la* cionales, estadales o municipales), celebrados con Estados o en-
fija el r e g l a m e n t o conforme a la ley, con lo cual se combina!; tidades oficiales extranjeras o con sociedades no domiciliadas en
flexibilidad con la formalidad en materia tan sensible. Venezuela, incluidos los contratos traspasados a ellos, requieren,
sin excepción, de la aprobación de la Asamblea Nacional. A s i -
P o r el contrario, únicamente mediante ley orgánica podrán
m i s m o , la Constitución reitera (artículo 150, último aparte, C B ) ,
establecerse límites razonables a los emolumentos de los fundo-;
la norma establecida en la Constitución de 1961, de acuerdo a
n a r i o s . La razón de ser de la norma está en impedir la elevació
lo cual la ley podrá exigir en los contratos de interés público de-
irracional de los sueldos, realidad que hemos vivido en Venezue-
terminadas condiciones de nacionalidad, domicilio o de otro or-
la, p a r a d ó j i c a m e n t e más en los niveles estadales y municipales
den, o requerir especiales garantías.
que en el nivel nacional.

La Constitución prohibe expresamente (artículo 148 CB) e| ll.cfr. BREWER-CARÍAS, Alian. Debate constituyente, Editorial Jurídica Ve-
d e s e m p e ñ o de más de un destino público r e m u n e r a d o , a meno" nezolana, Caracas, 1999, II, pp. 175-77; y del mismo autor, La Constitución
q u e se trate de cargos a c a d é m i c o s , accidentales, asistenciales o de 1999, Editorial Arte, Caracas, 2000, p. 87.
116 EL PODER PÚBLICO DERECHO CONSTITUCIONAL 117

Por último, la Constitución reafirma, en los m i s m o s término' En c o n s o n a n c i a con planteamientos realizados, entre otros,
de la Constitución de 1 9 6 1 , la cláusula de i n m u n i d a d relativa d fundamentalmente por Fermín Toro Jiménez , en su condición de 73

jurisdicción, recogida en el artículo 151 C B , que reza: "En los co profesor de d e r e c h o i n t e r n a c i o n a l p ú b l i c o , que c o n s i d e r a m o s
tratos de interés público, sino fuere improcedente de acuerdo c% acordes con los nuevos tiempos-del federalismo descentralizado,
la naturaleza de los mismos, se considerará incorporada, aé p r o p u s i m o s una n o r m a mediante la cual el Ejecutivo Nacional
cuando no estuviere expresa, una cláusula según la cual las á% delegará a los G o b e r n a d o r e s y Alcaldes competencia, previa au-
das y controversias que puedan suscitarse sobre dichos contf torización específica en cada caso, para celebrar acuerdos inter-
tos y que no llegaren a ser resueltas amigablemente por las pa n a c i o n a l e s en materias propias del Estado o del Municipio, en
tes contratantes, serán decididas por los tribunales compete los términos que estableciera la ley. L a m e n t a b l e m e n t e el punto
tes de la República, de conformidad con sus leyes, sin que p 0
no g o z ó de apoyo por parte de la A N C .
ningún motivo ni causa puedan dar origen a reclamaciones e
tranjeras." c) El régimen de los tratados. El régimen constitucional de
los tratados sigue los lincamientos de la Constitución de 1 9 6 1 .
Así, su celebración y ratificación es atribución del Presidente de
la República (artículo 236, numeral 4, CB), correspondiendo su
- LAS RELACIONES INTERNACIONALES
aprobación bajo forma de ley, antes de su ratificación por el Pre-
sidente, a la A s a m b l e a N a c i o n a l (artículo 187, numeral 18 C B ) ,
La Constitución pauta un conjunto de n o r m a s atinentes a las reía; con la excepción de aquellos mediante los cuales se trate de eje-
ciones internacionales, algunas, ratificadoras de p r i n c i p i o s co~ cutar o perfeccionar obligaciones preexistentes de la República,
templados ya en la Constitución de 1961, otras, innovaciones de^ aplicar principios e x p r e s a m e n t e reconocidos por ella, ejecutar
n u e v o texto fundamental. Así: actos ordinarios en las relaciones internacionales o ejercer facul-
tades que la ley atribuya e x p r e s a m e n t e al Ejecutivo N a c i o n a l
a) Principios de las relaciones internacionales de la Repú
(artículo 154 C B ) .
blica. El artículo 152 de la Constitución e s t a b l e c e los principios
que d e b e n orientar la actuación i n t e r n a c i o n a l de la República; Igualmente, se reitera en la Constitución bolivariana la cláu-
D i c h o s principios no son e x c l u s i v o s , y d e b e n i n t e r p r e t a r s e a 1¡£ sula de resolución pacífica de controversias. A s í el artículo 155
luz de los principios y valores f u n d a m e n t a l e s c o n s a g r a d o s po CB reza: "El los tratados, convenios y acuerdos internaciona-
la C o n s t i t u c i ó n en su título p r i m e r o . E l l o s son: independencia les que la República celebre, se insertará una cláusula por la
1
igualdad entre los Estados, libre determinación y no intervención cual las partes se obliguen a resolver por las vías pacíficas re-
en sus asuntos internos, solución pacífica de los conflictos interj conocidas en el derecho internacional o previamente conveni-
n a c i o n a l e s , c o o p e r a c i ó n , respeto a los d e r e c h o s h u m a n o s y só-, das por ellas, si tal fuere el caso, las controversias que pudieren
lidaridad entre los pueblos en la lucha p o r su e m a n c i p a c i ó n y é| suscitarse entre las mismas con motivo de su interpretación o
bienestar de la h u m a n i d a d . ejecución si no fuere improcedente y así lo permita el procedi-
b) Competencia y dirección de las relaciones internacional^ miento que deba seguirse para su celebración".
les. La política y la actuación i n t e r n a c i o n a l de la R e p ú b l i c a ejl Por último, es aquí de recordar la repercusión de la institu-
c o m p e t e n c i a del Poder Público N a c i o n a l (artículo 156, numeraL ción refrendaría sobre el régimen de los tratados, dadas las prohi-
p r i m e r o , C B ) , constituyendo atribución e x c l u s i v a del Presiden-| biciones y autorizaciones que analizamos supra en el capítulo IV.
t a Hi> 1 Q P f > r » ' i V > l ¡ r q 1-a H i w i r \ n Ar* l a c r f » l i o n p « i r i t p r r i a r i o n a l e S
u tl a kii — —
-~ '
(artículo 236, numeral 4, C B ) . 73. TORO JIMÉNEZ, Fermín. La subjetividad jurídica internacional de los
Gobernadores y Alcaldes según la Constitución venezolana, Instituto de
Altos Estudios Diplomáticos Pedro Gual, Caracas, 1997.
118 EL PODER PÚBLICO DERECHO CONSTITUCIONAL 119

d) La integración latinoamericana y caribeña. La Constitu- BIBLIOGRAFÍA BÁSICA


ción bolivariana avanza en este punto de una m a n e r a vigorosa
respecto a lo alcanzado en su m o m e n t o por la C o n s t i t u c i ó n de
1961 (cfr. con su artículo 108). Así, a partir del nuevo texto cons- BREWER-CARÍAS, Alian. La Constitución de 1999. Editorial Arte. Ca-
racas. 1999.
titucional (artículo 153 C B ) :
o
I . El objetivo de la integración es la creación de u n a comu- CARCASSONNE, Guy y otros. Transformaciones del Derecho Públi-
nidad de naciones, lo cual se inscribe dentro de las ideas con más co. Ediciones Ciudad Argentina. Buenos Aires. 1994.
actualidad del ideario bolivariano (vid. supra).
2°. La integración desborda la exclusividad de su dimensión COPRE. Reforma de las instituciones de gobierno. Comisión Presiden-
cial para la Reforma del Estado. Caracas, 1994.
e c o n ó m i c a , al incluir también las dimensiones sociales, cultura-
les, políticas y a m b i e n t a l e s .
COPRE. La reforma del Estado: Proyecto nacional de nuestro tiem-
3 ° . Se autoriza e x p r e s a m e n t e la celebración de tratados m e - 1 po. Comisión Presidencial para la Reforma del Estado. Caracas.
diante los cuales se atribuya a organizaciones supranacionales ] 1994.
el ejercicio de las c o m p e t e n c i a s necesarias para l l e v a r adelante j
el proceso de integración. CROZIER, Michel. "La transición del paradigma burocrático a una cul-
tura de gestión pública", en Reforma y Democracia. Revista del
4 ° . Seguramente la propuesta más innovadora está en que l a s í
CLAD 7. Caracas, enero 1997, pp. 7-18.
normas que se adopten en el marco de los acuerdos de integración!
serán consideradas parte integrante del o r d e n a m i e n t o legal vi-5 FEDELE, Marcello. Come cambiano le amministrazioni pubbliche.
gente, y de aplicación directa y preferente a la legislación internad Editori Laterza, Bari, 1998.
o
5 . En el contexto latinoamericano y del Caribe la C o n s t i t u í
ción privilegia las relaciones con Iberoamérica, con la vocación! PAREJO, Luciano. Crisis y renovación en el Derecho Público. Centro
de que sea una política c o m ú n de América Latina. de Estudios Constitucionales. Madrid. 1991.

En suma, con la aprobación de esta n o r m a constitucional, la VV.AA. La integración y la democracia del futuro en América Lati-
República ha d a d o un paso gigantesco que potenciará la aprobal na. Editorial Nueva Sociedad, Caracas, 1997.
ción y p r o f u n d i z a c i ó n de p r o c e s o s y a c u e r d o s de integración
pues el texto fundamental deja de ser un o b s t á c u l o p a r a conver,
tirse en un acicate en la consecución de tan e l e v a d o s y ambicia
sos fines, que desbordan los tradicionales límites del Estado na
cional y una c o n c e p c i ó n de la soberanía estrecha y anacrónica
La Constitución apuesta, en conclusión, por la integración anjj
el desafiante reto de la globalización.
VI. El Estado federal
descentralizado

LA CONTRADICTORIA ARQUITECTURA FEDERAL


DEL E S T A D O V E N E Z O L A N O

Un principio fundamental de la República es su configuración


como Estado federal descentralizado. Esto siempre ha constitui-
do un reto, pues independientemente de nuestra vocación fede-
ral, lo cierto es que la centuria pasada fue signada por un soste-
nido proceso de centralización que se manifestó en una contra-
dicción: por una parte, la enunciación del federalismo, y por la
otra la arquitectura centralizada de sus instituciones. Sin embar-
go, la apertura a la descentralización política el año 1989, con
la elección directa de los Gobernadores de los Estados, inició un
proceso, que a nuestro entender debió profundizar la nueva Cons-
titución. Esto no lo logramos con la profundidad que quisimos:
las riendas de la descentralización está en manos del Poder Públi-
co Nacional, pues la legislación va a determinar su r u m b o , y con
ello el destino del federalismo venezolano. En buena medida ello
va a depender de la voluntad descentralizadora y participativa
de la sociedad.

Considero, en suma, que si no avanzamos todo lo que quería-


mos, tampoco hemos retrocedido. Tres manifestaciones de ello son:

a) La transferencia de competencias (artículo 157 C B ) , de


»,o«-« — Ar- 1 o .•— 1 _ l _ , r ? . , * . 4 . . % ir • . •

UXaLCri&lo \ A U ¿ a v o i i i p C i i / i i C i u i i u t i u i u u a IVJS i j o i a u u d y i v i u u i c i p i U d ,

con el fin de promover la descentralización, exige como requisito


la decisión de la mayoría de los integrantes de la A s a m b l e a Na-
cional, a diferencia de la exigente mayoría de los dos tercios en
122 EL ESTADO FEDERAL DESCENTRALIZADO DERECHO CONSTITUCIONAL 123

cada C á m a r a del C o n g r e s o , que establecía la Constitución deroj ella adopta, y d o n d e los principios de cooperación, concurrencia,
gada. En otras palabras, a partir de ahora se torna más fluida" coordinación, solidaridad, corresponsabilidad, coparticipación y
posibilidad de la transferencia de competencias, ahuyentada í subsidiariedad, adquieren toda su importancia, dada la constitu-
exigencia de un fuerte consenso que la autorizara. cionalización de los fundamentos, parámetros y telos de la des-
centralización.
b) La definición de la descentralización en la Constitución
como política nacional (artículo 158 C B ) , con el propósito d c) La fijación del marco de las competencias concurrentes
profundizar la democracia y hacer más eficaz y eficiente la pres] (artículo 165 C B ) , a regularse mediante leyes de bases (que aquí
tación de los cometidos estatales. El c o n c e p t o lo utiliza el c o n ! deben entenderse c o m o las leyes que establecen el marco, las di-
tituyente en el sentido dado por S a y a g u é s Lazo: "Los cometido, rectrices y los p r o p ó s i t o s que regulan el ejercicio de las c o m p e -
son las diversas actividades o tareas que tienen a su cargo l¿ tencias c o n c u r r e n t e s ) , sancionadas por la A s a m b l e a Nacional y
entidades estatales conforme al derecho vigente. Su extensión el leyes de desarrollo aprobadas por los Estados. A d e m á s , la Cons-
muy variable y depende de las ideas predominantes acerca d% titución m e n c i o n a expresamente los principios que deben orien-
los fines del Estado. En cambio, las funciones, o sea las distié tar la regulación de las competencias concurrentes: interdepen-
tas formas que asume la actividad estatal para la realización dencia, c o o r d i n a c i ó n , cooperación, corresponsabilidad y subsi-
aquellos cometidos, son siempre las mismas en todos los paísei diariedad. La precisión de la regulación de la concurrencia com-
de régimen institucional análogo al nuestro: constituyente, legisf petencia! mediante leyes de bases en la Constitución, es una con-
lativa, 14
administrativa y jurisdiccional". La norma constitución tribución fundamental para ofrecer coherencia y sentido a tan sig-
nal recogió así la propuesta que h i c i m o s conjuntamente con éj nificativa materia para el curso futuro de la descentralización.
constituyente Carlos Tablante (en Bases para la Constitución ciü~
Una sucinta explicación de dichos principios c o n v i e n e ha-
dadana) así: "La descentralización es una política estratégica;
cer aquí: la i n t e r d e p e n d e n c i a remite a la correspondencia mutua
de carácter nacional, que tiene como objetivos fundamentales';
de la funcionalidad de los distintos componentes de una determi-
la profundización de la democracia, acercando el poder públi^
nada unidad, i m p i d i é n d o s e así el manejo parcelado y "desgaja-
co a la ciudadanía, mediante la participación, y la prestación
d o " de las partes en detrimento del conjunto; la coordinación sig-
popular de servicios sociales en forma eficiente, para todos lo%
nifica disposición de unión de voluntades no autoritativamente
ciudadanos".
impuesta, sino persuasiva y consensualmente lograda; la coope-
Esta n o r m a es reveladora de la voluntad constitucional de enj ración la e n t e n d e m o s c o m o la comunión de esfuerzos y volunta-
marcar la descentralización como un instrumento de participació| des para el logro de una meta común; la corresponsabilidad ya
, ciudadana con el propósito de hacer más eficaz y eficiente al E s | la definimos supra; y la subsidiariedad, un concepto lleno de po-
tado en el c u m p l i m i e n t o de las exigencias de respuesta a las de; tencialidades que p r o p u s i m o s a la A N C para su inclusión den-
mandas sociales de bienes y servicios (Estado social), acorde coa tro de las normas atinentes al Estado federal descentralizado, de
la filosofía prestacional (la A d m i n i s t r a c i ó n aportadora de p r e s | acuerdo al cual las instancias más cercanas al c i u d a d a n o deben
taciones), recogida por el texto fundamental. asumir en la medida de lo posible directamente la realización de
los c o m e t i d o s estatales. Sólo cuando son incapaces de hacerlo
Esa definición descentralizada de la Constitución se inscrif
o lo hacen de forma inadecuada, lo asume una instancia supe-
be dentro del modelo de federalismo cooperativo (vid. supra) qu¡
rior, y así s u c e s i v a m e n t e hasta las instancias centrales del Esta-
do, y en los p r o c e s o s de integración, los ó r g a n o s s n n r a n a H o n a -
74. SAYAGUÉS LAZO, Enrique. Tratado de Derecho Ádmlnsitrátívó,~Édnu? les. Es de r e c a l c a r que el principio de s u b s i d i a r i e d a d implica
rial Martín Bianchi, Montevideo, 1959, I, p. 50. también la obligación del Estado de coadyuvar proactivamente
75.COMBELLAS, Ricardo. Poder constituyente, Fundación En Cambio, Cara^
a su efectiva operatividad.
cas, 1999, pp. 233 y ss.
124 EL ESTADO FEDERAL DESCENTRALIZADO DERECHO CONSTITUCIONAL 125

U n a concreción del principio de s u b s i d i a r i e d a d dentro dé H a b l a m o s de la contradictoria arquitectura federal del Esta-


texto constitucional lo e n c o n t r a m o s en el ú l t i m o aparte del arT do v e n e z o l a n o , pues la eliminación del S e n a d o y la consiguien-
culo 165, al prescribir la obligación de los Estados de deseen) te configuración u n i c a m e r a l de la Asamblea Nacional, cerró la
tralizar y transferir a los M u n i c i p i o s los servicios y competen? posibilidad del establecimiento de un órgano de representación
cias que gestionen y que éstos estén en capacidad de prestar. de los Estados en la estructura nacional del Poder Público. La
d) La creación de instituciones cooperativas de coordina^ Federación es un pacto entre iguales, que se garantiza con la cre-
ción, negociación y decisión. A diferencia de la Constitución á¿ ación de un órgano federal (llámese Senado, C á m a r a alta o Cá-
1961 que no estableció instituciones que coordinaran la descer| mara Federal), donde están presentes paritariamente los Estados,
tralización (la C o n v e n c i ó n de G o b e r n a d o r e s no p a s ó de ser a l| i n d e p e n d i e n t e m e n t e de su tamaño, riqueza o población. Lamen-
más una instancia de información, inscrita dentro de un m o d e l tablemente, fueron varios los argumentos aducidos por una rele-
de federalismo ejecutivo), la Constitución bolivariana recoge ej vante minoría de constituyentes (cierto que después de un debate
su seno instituciones de naturaleza c o o r d i n a d o r a , p l a n i f i c a d o ^ abierto), para c o n v e n c e r a la mayoría de la conveniencia de pre-
y decisora, que obligan a la negociación, dentro del modelo d' servar, con todas las modificaciones estructurales y funcionales
federalismo cooperativo, de la política de descentralización. Tí que fuesen necesarias, la institución del Senado. Inauguramos
les son los casos del Consejo Federal de Gobierno, a nivel naciq? e n t o n c e s , por p r i m e r a vez en nuestra historia republicana, un
nal, el Consejo de Planificación y C o o r d i n a c i ó n de Políticas Pu p a r l a m e n t o u n i c a m e r a l . El proceso gubernamental nos revelará
blicas, a nivel estadal (artículo 166 C B ) , y el Consejo Local d; sus c o n s e c u e n c i a s para el federalismo venezolano.
Planificación Pública, a nivel municipal (artículo 182 C B ) .

Dentro de dichas instituciones sobresale el Consejo Federal


LA D E S C E N T R A L I Z A C I Ó N FISCAL
de G o b i e r n o , propuesto en las Bases para una Constitución cm
dadana ante la A N C por los constituyentes Tablante y Combe-
llas. La Constitución, en el capítulo V del título IV, establece su Otro tema que revela la contradicción federal de la Constitución
objetivos, su integración y distribución organizativa. Conforma está en la o p o r t u n i d a d d e s a p r o v e c h a d a de c o n t e m p l a r directa-
do por representantes de los tres niveles del Poder Público y d' mente en el texto fundamental la hacienda pública estadal, con
la sociedad civil, ofrece la peculiaridad de la creación, bajo s; su explícita dotación de recursos y tributos, administrados bajo
dependencia, del Fondo de Compensación Interterritorial, ente f¿ principios a u t o n ó m i c o s . El anteproyecto de Constitución apro-
nanciero de promoción del desarrollo equilibrado de las regionef bado por la A N C en p r i m e r a discusión establecía c o n t u n d e n t e -
con el cual se pretenden cerrar las brechas de un crecimiento des: mente la descentralización fiscal. En efecto en dicho anteproyec-
igual que conspira contra la integración armoniosa de la nación. to (aprobado en primera discusión por la A N C el 9 de noviem-
bre de 1999), se contemplaba como competencia exclusiva de los
H e m o s dicho que las riendas de la descentralización están e|
Estados, "la creación, organización, recaudación, control y ad-
m a n o s del legislador nacional, pues la ley definirá la e s t r u c t u r
ministración de impuestos generales a las ventas al detall, así
organizativa y funcional, tanto del Consejo Federal de Gobief
como la organización, recaudación, control y administración del
no c o m o del Consejo de Planificación y Coordinación de Políti-
impuesto al papel sellado, timbres y estampillas, impuestos es-
cas Públicas y del Consejo Local de Planificación Pública. Asi^
pecíficos al consumo de gasolina y otros derivados de hidrocar-
m i s m o , la ley definirá la transferencia de c o m p e t e n c i a s y las le
buros y de los impuestos referentes a sucesiones, donaciones y
-4„ K„„„o o.,a rpmilqrán \ i c n n r n r r p n n a r n m n p t e n c i a l . 3S1 COt
ramos conexos"; no obstante, en los momentos de crucial deci-
mo la hacienda pública estadal con sus c o r r e s p o n d i e n t e s tribu
sión fue injustamente eliminada por la mayoría h e g e m ó n i c a de
tos y la coordinación y armonización de las distintas potestade,
la A N C la propuesta, dejándose la resolución de la h a c i e n d a pú-
tributarias.
126 EL ESTADO FEDERAL DESCENTRALIZADO DERECHO CONSTITUCIONAL 127

blica estadal y la definición de sus tributos, a la aprobación de I GOBIERNO ESTADAL


Asamblea Nacional, mediante la sanción de la correspondiente ley:

En lo que se refiere a la partida p r e s u p u e s t a conocida cora


La estructura del gobierno estadal recogido por la n u e v a C o n s -
situado constitucional (artículo 167, n u m e r a l 4, C B ) , apreciamoá
titución, distingue nítidamente la función del gobierno y admi-
un retroceso respecto a la Constitución de 1 9 6 1 , al no estable
nistración, ejercida por el Gobernador del Estado, la función le-
cerse un porcentaje mínimo que no p o d r í a n u n c a ser sobrepasa-
gislativa en manos del Consejo Legislativo, y la función contra-
do en la determinación de la partida, acorde con el total de ingre-'
lora, a s u m i d a por la Contraloría del Estado.
sos ordinarios estimados a n u a l m e n t e , y sí establecerse el máxi-|
mo de veinte por ciento como tope, a diferencia del anteproyec-; El Gobernador debe ser venezolano (no n e c e s a r i a m e n t e por
to a p r o b a d o en primera discusión p o r la A N C , q u e fijaba el sil nacimiento, salvo los gobernadores de los Estados fronterizos),
tuado en el veinte por ciento, para la d e t e r m i n a c i ó n de la partií mayor de veinticinco años (no de treinta años como establecía la
da correspondiente al situado. Sin e m b a r g o , un avance de la n u e | Constitución derogada) y de estado seglar. Su período es de cua-
va Constitución en esta materia lo está en la determinación cons- ;
tro años (no de tres c o m o lo fijaba la ley derogada), y elegido
titucional de la participación m u n i c i p a l (veinte por ciento), noj por mayoría relativa, p u d i e n d o ser reelegido de i n m e d i a t o y por
sólo del situado, sino de los demás ingresos ordinarios del r e s | una sola vez para un nuevo período. El Gobernador es el jefe del
pectivo Estado. Igualmente, un p r o g r e s o constitucional de la áM gobierno estadal, y ha dejado de ser (como lo establecía el texto
ficiente descentralización fiscal está en el reajuste proporcional del 61), agente del Ejecutivo Nacional, pese a lo cual debe man-
del situado por variación de los ingresos fiscales, no ú n i c a m e n | tener permanente relación con el gobierno central, dado el mode-
te para el supuesto de la d i s m i n u c i ó n ( c o m o en la Constitución! lo de federalismo cooperativo que inspira la Constitución y pe-
de 1961), sino también para el a u m e n t o de los ingresos. netra las novedosas instituciones de coordinación y planificación
(v.gr. el Consejo Federal de Gobierno, del cual forma parte como
Es de destacar también dentro de la descentralización fiscal
m i e m b r o de derecho, y el Consejo de Planificación y Coordina-
los r e c u r s o s provenientes del m e n c i o n a d o F o n d o de Compensa^
ción de Políticas Públicas que preside). Por lo demás, c o m o ins-
ción Interterritorial, las subvenciones y a s i g n a c i o n e s que la lew
titución representativa, el Gobernador puede ser destituido con-
asigne a los Estados en cuyo territorio se e n c u e n t r e n situados!
secuencia de la revocación de su mandato (vid. supra) por deci-
minas e hidrocarburos, recogido el principio en los mismos térl
sión popular, s u p r i m i e n d o el constituyente la anticuada norma
minos de la Constitución de 1961 (artículo 156, numeral 16, CB)|
de la Constitución de 1961 que autorizaba su destitución, una vez
Una manifestación del control nacional centralizado de la po- i m p r o b a d a su gestión, por la Asamblea Legislativa.
testad tributaria de los Estados y M u n i c i p i o s está en la disposi|
Es de destacar la disposición constitucional que obliga al Go-
ción constitucional (artículo 156, n u m e r a l 13, C B ) , que prescrif
bernador a rendir anual y públicamente cuenta de su gestión ante
be a la legislación el mandato de "garantizar la coordinación |
el Contralor del Estado y presentar un informe de la m i s m a ante
a r m o n i z a c i ó n de las distintas potestades tributarias; para defi|
el Consejo Legislativo y el Consejo de Planificación y C o o r d i -
nir principios parámetros y limitaciones, e s p e c i a l m e n t e para 1%
nación de P o l í t i c a s P ú b l i c a s (artículo 161 C B ) ; sin e m b a r g o ,
d e t e r m i n a c i ó n de los tipos impositivos o alícuotas de los tribu-
puntualizo, el G o b e r n a d o r sólo responde políticamente ante sus
tos estadales y municipales; así c o m o para crear fondos especí:
electores, únicos legitimados para decidir su ratificación o revo-
fieos que aseguren la solidaridad interterritorial."
cación refrendaría.

El Consejo Legislativo sustituye a las desprestigiadas asam-


bleas legislativas. Resalta en la nueva Constitución el número de
legisladores, no m a y o r de quince ni menor de siete integrantes,
128 EL ESTADO FEDERAL DESCENTRALIZADO DERECHO CONSTITUCIONAL 1 29

quienes representan p r o p o r c i o n a l m e n t e la p o b l a c i ó n del Estad Constitución bolivariana, la especificidad regional se abre a in-
y de los M u n i c i p i o s . Su p e r í o d o es de cuatro a ñ o s , p u d i e n d o se teresantes posibilidades de desarrollo institucional, en lo que se
reelegidos por dos períodos c o n s e c u t i v o s c o m o m á x i m o . Gozan refiere a la dinámica organizacional y funcional de las ramas del
de i n m u n i d a d en su j u r i s d i c c i ó n territorial (un privilegio exce- Poder Público estadal.
sivo a mi entender), y tienen la obligación de rendir anualmente
cuentas ante sus electores.
ELMUNICIPIO
C o n s i d e r o que con la nueva institución no se llenaron las ex-í
pectativas ni las p r o m e s a s de r e n o v a c i ó n institucional en estaí
5
materia, pues si bien era necesario preservar una instancia de le- El M u n i c i p i o reviste en la Constitución un tratamiento adecua-
gislación estadal, postulado lógico y coherente con el modelo fe- do, que recoge la experiencia de la transformación legislativa
deral d e s c e n t r a l i z a d o , ello debió c o n c e b i r s e bajo una estructura operada bajo la Constitución de 1961, y la proyecta hacia el fu-
diferente, que ahuyentara los vicios de la perniciosa corrupción.'? turo gracias a un m a r c o constitucional que formaliza los princi-
y la politización clientelar y burocrática de la vida regional. Así pios y n o r m a s fundamentales del Municipio y abre posibilida-
5
lo propuse a la A N C , en una intervención que estuvo muy cerca des de su desarrollo flexible mediante la legislación.
de obtener la mayoría (vid. Diario de Debates de la ANC), en los*
siguientes t é r m i n o s : "El Poder Legislativo se ejercerá en cada La definición del Municipio es nítida y contundente: consti-
Estado por un Consejo Legislativo integrado por representan^ tuye la u n i d a d p o l í t i c a p r i m a r i a de la o r g a n i z a c i ó n n a c i o n a l .
tes de los Concejos Municipales y organizaciones de la socie-f Goza de personalidad jurídica y autonomía dentro de los lími-
dad civil, en los términos establecidos por la ley". C o n ello Ia3 tes de la Constitución y la ley. Sobresale dentro de la definición
descentralización se h u b i e r a d e s a r r o l l a d o de forma ascendente^ municipal la relevancia concedida a la participación ciudadana
c o m p r o m e t i e n d o directamente a la representación municipal enj (valor que, c o m o ya hemos dicho, transversaliza el texto consti-
el p r o c e s o político estadal, y se le hubiese d a d o un protagonis-j tucional), en todas las fases de la política municipal. Igualmen-
mo ejemplar a la sociedad civil organizada, c o m o práctica polítij te es de destacar q u e los actos del Municipio sólo podrán ser im-
ca g e n u i n a m e n t e democrática. p u g n a d o s ante la jurisdicción de los tribunales y no mediante ac-
tos administrativos. La organización municipal debe ser d e m o -
Inteligente si fue el deslinde del constituyente al suprimir las! crática y responder a la naturaleza propia del g o b i e r n o local.
funciones de control de los entes legislativos estadales, fuente*
perniciosa de corruptelas y despilfarro, y trasladarlas a un ente Se establece en la Constitución el régimen n o r m a t i v o de la
con a u t o n o m í a orgánica y funcional, la Contraloría del Estado vida municipal: la propia Lex Superior, las leyes orgánicas nacio-
dotada de la c o m p e t e n c i a para el control, vigilancia y fiscaliza 1 nales y la correspondiente legislación estadal.
ción de los ingresos, gastos y bienes estadales, que debe trab Se prescribe al legislador la obligación (eliminando el carác-
jar en estrecha relación con la Contraloría General de la Repúbli- ter potestativo y sin ninguna concreción, de la Constitución de
ca, bajo la dirección de un Contralor d e s i g n a d o bajo patrones d 1961), de establecer distintos regímenes municipales, acordes con
idoneidad, mediante c o n c u r s o p ú b l i c o . las formas plurales de cristalización ínsitas a su naturaleza, tanto
La Constitución bolivariana, a diferencia de la Constitución para su organización como para su gobierno y administración,
de 1961, reconoce expresamente la existencia de la Constitución! competencias y recursos. Dentro de las condiciones de la especi-
estadal (artículo 164, numerai i, C B ) , cuya apiobacicn es c o i " ficidad municipal, la Constitución destaca la población, el desa-
tencia exclusiva de cada Estado, con el propósito de organiza! rrollo económico, la capacidad para generar ingresos fiscales pro-
sus p o d e r e s públicos, de c o n f o r m i d a d con lo d i s p u e s t o por 1, pios, la situación geográfica y los elementos históricos y cultura-
Constitución nacional. Por tanto, dentro de los parámetros de 1 les. De manera especial se jerarquizan los municipios indígenas.
EL ESTADO FEDERAL DESCENTRALIZADO DERECHO CONSTITUCIONAL 131

La m a n c o m u n i d a d , concebida c o m o una asociación volunta- constituye materia q u e la Constitución remite a la ley (artículo
ria de Municipios para fines de interés común, es, c o m o lo señala 175 C B ) , que también podrá establecer principios, condiciones
76
Escalona, "una modalidad asociativa a propósito para la crea- y requisitos de residencia, así como prohibiciones, causales de
ción de escenarios y condiciones para la racionalización admi- inhibición e incompatibilidades para la postulación y ejercicio
nistrativa, eficacia y economías de escala en la prestación de de las funciones de Alcaldes y Concejales (artículo 177 C B ) .
ciertos servicios, en un ámbito territorial mayor al de un Muni-
La función contralora corresponde a la Contraloría M u n i c i -
cipio singularmente considerado, o para promover conceptos y
pal, c o n t e m p l a d a constitucionalmente en los m i s m o s términos,
regulaciones uniformes o compatibles, en lo relativo a la planifi-
mutatis mutandi, que la Contraloría estadal.
cación y ordenación del espacio interlocal. " La m a n c o m u n i d a d
se contempla para fines de interés público relativos a materias de La Constitución establece las líneas maestras de la organiza-
la competencia municipal por el artículo 170 de la Constitución. ción de competencias y funciones del Municipio, dejando abierta
la posibilidad de su desarrollo legal (artículo 178 C B ) , puntuali-
El distrito metropolitano (artículos 171 y 172 C B ) , c o m o for-
zándose q u e las actuaciones que corresponden al M u n i c i p i o en
ma de organización de dos o más Municipios para atender los re-
las materias de su competencia no menoscaban las competencias
querimientos de las áreas metropolitanas, encuentra cobijo en la
n a c i o n a l e s o estadales que se definan en la ley c o n f o r m e a la
Constitución. Es aquí de resaltar la posibilidad que se deja a la
Constitución.
ley de establecer diferentes r e g í m e n e s para la o r g a n i z a c i ó n , go-
bierno y administración de los distritos m e t r o p o l i t a n o s . En materia de ingresos municipales, bien vale la pena citar
el esclarecedor informe de la "Comisión sobre la forma de Esta-
La parroquia no se prescribe c o m o de obligatoria creación
dos y a s u n t o s de Estados, Municipios y otras e n t i d a d e s . Federa-
por parte del Municipio. Es su potestad así c o m o la creación de 77
l i s m o " , q u e p r e s e n t ó el p r o y e c t o de texto c o n s t i t u c i o n a l en
otras entidades locales, dentro del c u m p l i m i e n t o de los supues-
materia m u n i c i p a l :
tos y condiciones que fije la ley, por iniciativa vecinal o c o m u n i -
taria, con el objeto de promover la desconcentración de la admi- "La Comisión ka tenido el mayor cuidado en la ordenación
nistración del Municipio, la participación ciudadana y la mejor constitucional de las instituciones y potestades fiscales munici-
prestación de los servicios públicos (artículo 173 C B ) . pales, con respecto a las cuales debe darse la misma atención
para su cabal articulación, en una visión de conjunto de las po-
El gobierno y administración del Municipio c o r r e s p o n d e al
testades y relaciones fiscales interjurisdiccionales, en la oportu-
Alcalde, su primera autoridad civil. Los requisitos p a r a optar al
nidad de la integración de las normas en el texto constitucional.
cargo son: mayor de veinticinco años y de estado seglar. Es elegi-
do por un período de cuatro años, por mayoría simple y puede "La Comisión ha estimado prudente consagrar y caracteri-
ser reelegido, de inmediato y por una sola vez para un n u e v o pe- zar en la Constitución los ramos de ingresos, incluso los de natu-
r í o d o (artículo 174 CB). raleza tributaria, que corresponden al municipio de manera
irrestricta, vale decir, los ingresos obligatorios de régimen co-
La función legislativa corresponde al Concejo, integrado por
mún; pero dejar abierta la posibilidad de que por vía de desa-
concejales elegidos de a c u e r d o al sistema electoral establecido
rrollo legislativo puedan ser creados otros impuestos, tasas y
por la Constitución (artículo 63 C B ) , que c o m b i n a el principio
contribuciones especiales, lo cual es un dispositivo habilitante
de la personalización del sufragio y la representación proporcio-
nal El número v condiciones de elegibilidad de los concejales
77. COMISIÓN SOBRE LA FORMA DE ESTADOS Y ASUNTOS DE ESTA-
DOS, MUNICIPIOS Y OTRAS ENTIDADES, FEDERALISMO, DE LA
76. cfr. ESCALONA, Juan Jacobo. Proyecto de bases sobre el régimen muni- ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE. Informe final del proyecto
cipal en la Constitución, Mimeo, Caracas, 1999. de texto constitucional, Mimeo, Caracas, 1999.
132 EL ESTADO FEDERAL DESCENTRALIZADO DERECHO CONSTITUCIONAL 133

de enorme importancia a la hora de la actualización de la potes- dos respecto a los terrenos ubicados en la zona urbana de las
tad financiera del municipio, propendiendo siempre a la diver- poblaciones en un municipio. "
sidad de regímenes. Además del enunciado sobre el sistema de
En lo que se refiere a las inmunidades frente a la potestad im-
ingresos de los municipios que recomienda la Comisión, se es-;
positiva de los Municipios, el constituyente determinó que sólo
tablecen principios que tienden a cerrar las brechas de la inter^
ellas existen a favor de los demás entes político-territoriales y
pretación que en un momento dado pueden dejar sin efecto las
las p e r s o n a s j u r í d i c a s estatales creados por ellos, y en ningún
previsiones constitucionales de dotar al municipio de un siste4
c a s o a los c o n c e s i o n a r i o s o contratistas de la A d m i n i s t r a c i ó n
ma financiero y fiscal a tono con las exigencias prestacionales
N a c i o n a l o de los Estados (artículo 180 CB).
que está llamado a satisfacer.
C o m o manifestación concreta de los principios de participa-
"Respecto al primer planteamiento, se recurre a una fórmula
ción, corresponsabilidad, solidaridad y subsidiariedad, la Cons-
expansiva de la actual potestad de imposición sobre industria f
titución establece en su artículo 184, para las amplísimas posibi-
comercio, para caracterizarla como "impuesto sobre actividades
lidades que en la norma se contemplan, el mandato legal de crear
económicas", sin perjuicio de las exenciones generales que se-
m e c a n i s m o s abiertos y flexibles para que los Estados y los Mu-
incluyan en el régimen general de la Hacienda Pública, que esta]
nicipios descentralicen y transfieran a las comunidades y grupos
a cargo de otra Comisión de la Asamblea Nacional Constituyente^
vecinales organizados, los servicios que estos gestionen previa
"Se ha tratado de propiciar un mejor y más equitativo de-, d e m o s t r a c i ó n de su capacidad para prestarlos, expresión ésta de
sarrollo por parte del legislador, de lo referente a la materia ha- la d i m e n s i ó n pública no estatal que alienta explorar la novísima
cendística municipal, habida cuenta de la situación de desveñi Constitución.
taja material en que se encuentra la inmensa mayoría de los mu%
nicipios venezolanos, condenados a fuentes de financiamientá
uniformes, cuando, en su realidad estructural, que es de carác*
ter rural, esa mayoría carece de condiciones para derivar un
producto fiscal significativo, dado que los impuestos municipal
les en Venezuela son de base característicamente urbana. La pol
sibilidad de tributación de los predios rurales, que podría se:
definida como un ramo impositivo exclusivo de los municipios
de condición rural con respecto a los cuales se constate la sitúa?
ción de insuficiencia del producto fiscal propio derivado del esj.
quema de tributación común, podría contribuir a esa reordena?
ción equitativa de las potestades fiscales.

"Se ha incluido en el cuerpo normativo propuesto, una non


ma que establece la presunción del carácter de ejidos de los te-
rrenos ubicados en el área urbana de los municipios, sin menos¡
cabo de legítimos y mejores títulos de terceras personas, válida],
mente constituidos. La presunción legal que hoy existe en el Coi
digo Civil de Venencia, sobre 'Í? vcturoleza hnl/iín^ de aqu¿

líos terrenos sobre los cuales no existan títulos de propiedad


favor de terceras personas, debiera quedar restringida a los £
rrenos rurales, de manera que se consagre la presunción de ejj
134 EL ESTADO FEDERAL DESCENTRALIZADO

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA VIL El Poder Legislativo


BREWER-CARIAS, Alian. La Constitución de 1999. Editorial Arte.
Caracas, 2000.
Nacional
DELFINO, María de los Angeles. La descentralización en Venezuela.
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torial Melvin. Caracas, 1999. CONCEPTUALIZACIÓN
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SÁNCHEZ MELEÁN, Jorge. Hacia un nuevo federalismo en la futura
Constitución venezolana. Comisión para la Reforma del Estado
El sistema de gobierno venezolano ha sido atinadamente definido
Zulia. Maracaibo, 1999.
por Brewer-Carías como un sistema presidencialista con sujeción
78

TORRE ALBA NARVÁEZ, Luis. Estudios de Derecho Municipal Ven p a r l a m e n t a r i a . La separación de poderes no es rígida (vid. artí-
zolano. Edición de la Alcaldía del Municipio Libertador. Caracas culo 136 C B ) , pese a que el Presidente de la República deriva
su legitimidad directamente del pueblo y ejerce no sólo la jefa-
1996.
tura del Estado sino también la jefatura del Gobierno, además de
que el ejercicio de la función de gobierno solicita la colabora-
ción de funcionarios (los Ministros) libremente escogidos por él.
Sin embargo, a título ilustrativo el Presidente participa en la fun-
ción legislativa y el Poder legislativo, con su e x p r e s i ó n en la
Asamblea Nacional, ejerce funciones de control gubernamental;
es m á s , bajo determinadas condiciones, c o m o v e r e m o s infra, el
Presidente p u e d e disolver la Asamblea Nacional.

Definimos el sistema de gobierno venezolano no obstante,


c o m o un sistema presidencial, y no como un sistema semipresi-
dencial c o m o erróneamente lo califica la Exposición de Motivos
de la Constitución, en contradicción, desde todo punto de vista
inexplicable, con lo señalado por el informe de la C o m i s i ó n del

78. BREWER-CARÍAS, Alian. Instituciones políticas y constitucionales, Edi-


torial Jurídica Venezolana - Universidad Católica del Táchira, Caracas-San
Cristóbal, 1985.
136 EL PODER LEGISLATIVO NACIONAL DERECHO CONSTITUCIONAL 137

7 9
Poder Ejecutivo de la A N C que me tocó presidir, y que aquí va- relaciones, gracias a la incorporación del Vicepresidente Eje-
le la pena citar: cutivo ".
"La Comisión del Poder Ejecutivo Nacional reafirma en su pro- En Venezuela, tanto los Ministros como el Vicepresidente Eje-
puesta el sistema presidencial acorde con nuestra tradición repu- cutivo, son de acuerdo a la Constitución bolivariana órganos di-
blicana, predominante absolutamente, por lo demás, en América rectos del Presidente, quien los n o m b r a y r e m u e v e libremente,
Latina. No obstante, abierta la discusión sobre la incorporación de no n e c e s i t á n d o s e del concurso del Parlamento ni p a r a su desig-
un colaborador privilegiado del Presidente en las funciones de go- nación ni para su ratificación. Es sin duda, el Presidente el jefe
bierno, decidimos proponer la figura del Vicepresidente Ejecutivo. del G o b i e r n o (artículo 226 CB) que dirige la acción del gobier-
"No asumimos un sistema semipresidencial, de acuerdo con no (artículo 2 3 6 , numeral 2, C B ) . Esta nota esencial, crucial di-
el modelo inaugurado por la Constitución francesa de 1958, lo r í a m o s n o s o t r o s , distingue el sistema presidencial del sistema
cual significaría un Primer Ministro como Jefe de Gobierno, pro- semipresidencial. Cierto que el Vicepresidente Ejecutivo y los Mi-
puesto por el Presidente y ratificado por el Parlamento, pues la nistros son responsables ante el Parlamento, y no m e n o s cierto
consideramos extraña a nuestra idiosincrasia y desenvolvimien- la facultad de su disolución que tiene el Presidente bajo determi-
to institucional. Hacemos nuestro el llamado de atención del re- nadas c o n d i c i o n e s , pero ello no es suficiente, al adolecer de la
conocido politólogo alemán Dieter Nohlen, que ante la tentación nota crucial de la separación de la jefatura del E s t a d o y la jefa-
de la artificialidad innovadora, ha señalado: "Se olvida con fre- tura del G o b i e r n o , para calificar al sistema de g o b i e r n o venezo-
cuencia que lo distintivo de la política es su carácter humano e lano c o m o semipresidencial, pues como dice D u v e r g e r en rela-
histórico, y, por tanto, cambiante, y que las instituciones no son ción con el p u n t o : "El ejecutivo está dividido entre un jefe de
u
meras excelencias académicas". 80
Estado y un gabinete teniendo a su cabeza un jefe de gobierno" ,
y como bien lo expone el constitucionalista chileno Humberto No-
"La propuesta que hoy entregamos a la Asamblea Nacional gueira al conceptualizar el régimen semipresidencial "como un
Constituyente, atenúa los efectos de nuestro clásico presidencia-: régimen político representativo de colaboración de poderes con
lismo, en un esfuerzo por reducir las complejidades de la gober- un Ejecutivo dualista, del cual forma parte el Jefe de Estado
nabilidad democrática, desconcentrando y estableciendo "intra- quien es un Presidente de la República elegido por un sufragio
controles" a la figura presidencial, amén de que el Vicepresiden- universal que tiene un conjunto de atribuciones de moderación
te Ejecutivo es una suerte de "fusible " que atenuaría los efectos] y arbitraje político que puede ser ejercidos sin refrendo o firma
perniciosos de las situaciones críticas en las relaciones del Pre- ministerial, y el gobierno, dirigido por un Primer Ministro, el cual
sidente con el Parlamento. El soporte directamente democráti tiene la responsabilidad de realizar el programa de gobierno,
co de la legitimidad presidencial, característico de nuestra culi conduciendo el gabinete ministerial, el cual debe contar con el
tura política, se desdibujaría con la presencia de un funciona- apoyo o tolerancia política del Parlamento, el cual puede des-
rio, el Primer Ministro como Jefe de Gobierno, en el cual el pue- tituirlo a través de un voto de censura, que puede adquirir la
blo no ha puesto su confianza para gobernar. En suma, nuestro modalidad de voto de desconfianza constructivo". m

sistema seguirá definiéndose como "presidencialista con sujeción


parlamentaria ", con una bisagra más fluida en el orden de sus

81. DUVERGER, Maurice. Institutions politiques et droit constitutionnel,


79. ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE. Gaceta Constituyente. Dia-
. ,-. .
Editorial P.U.F, París, 1978,1, p. 189.
rio ae ueoaies, ri m p i c u i a u-c i, v^^ u u g i c a u uc
Qi i r> , . • , ~ r . r a ( c ..
ia u i . p u u m . a , ^ a x a c a ^ ,
tono
82. NOGUEIRA, Humberto. "El régimen semipresidencial: una alternativa via-
80. NOHLEN, Dieter. "Presidencialismo vs. Parlamentarismo en América Lau-
ble al presidencialismo en Chile", en VV.AA., Reformas al presidencialismo
na", en Revista de Estudios Políticos 74, Centro de Estudios Constituciona- en América Latina ¿presidencialismo vs. parlamentarismo?, Comisión
les, Madrid, 1991, p. 51. Andina de Juristas - Editorial lurídica Venezolana, Caracas, 1993, p. 109.
38 EL PODER LEGISLATIVO NACIONAL DERECHO CONSTITUCIONAL 139

Esos rasgos parlamentarios que h a c e n p e c u l i a r a n u e s t r o sis-"? de la República puede disolver la Asamblea Nacional. Lo p r i m e -
t e m a presidencial son: ro que hay que señalar es que la posibilidad de disolución del
Parlamento es una característica del sistema parlamentario, como
a) La moción de censura al Vicepresidente Ejecutivo y a l i 0s
c o m p e n s a c i ó n a los poderes de destitución del gabinete minis-
Ministros (artículos 187, numeral 10, 2 4 0 y 2 4 6 C B ) . La Asam-,
terial por parte del Parlamento. En otras palabras, es una m a n i -
blea Nacional puede censurar la actuación del V i c e p r e s i d e n t e Eje-ji
festación de los checks and balances (frenos y contrapesos) del
cutivo y los M i n i s t r o s . Si la moción de c e n s u r a se a p r u e b a porf
sistema parlamentario; lo segundo que hay que patentizar, es la
una votación de las tres quintas partes de l o s i n t e g r a n t e s p r e s e n - ^
sujeción parlamentaria de nuestro sistema presidencial: la Asam-
tes d e l a Asamblea Nacional ( a diferencia d e l a m a y o r í a m á s e x i 3
blea Nacional puede censurar y destituir al Vicepresidente Eje-
gente de las dos terceras partes c o n t e m p l a d a en la C o n s t i t u c i ó n i
cutivo y a los Ministros; y lo tercero, que nos interesa recalcar:
d e 1961), acarrea s u r e m o c i ó n . A d e m á s , l a n u e v a C o n s t i t u c i ó i a
ante la posibilidad de ser prácticamente j a q u e a d o el Presidente
estipula a diferencia del texto derogado, q u e el f u n c i o n a r i o remo-1
por una Asamblea Nacional hostil, y bloqueada su iniciativa polí-
vido (el único Ministro r e m o v i d o bajo l a é g i d a d e l a C o n s t i t u í
tica por la recurrente destitución de su colaborador más inmedia-
ción d e 1961 fue d e s i g n a d o Ministro d e E s t a d o ) , n o p o d r á o p t a r j
to, el Vicepresidente Ejecutivo, consideramos pertinente, dentro
al cargo de Ministro o Vicepresidente E j e c u t i v o p o r el r e s t o d e l j
de los checks and balances del sistema presidencial venezola-
período presidencial.
no, dar al Presidente de la República la facultad de disolver la
83

b) El derecho de palabra de los Ministros en la Asambleá% A s a m b l e a N a c i o n a l , en el supuesto de la remoción del Vicepre-


Nacional y sus comisiones (artículo 245 C B ) . El d e r e c h o de p a l a - 1 sidente Ejecutivo en tres oportunidades dentro de un m i s m o pe-
bra incluye la posibilidad de participar, sin d e r e c h o a v o t o , em ríodo presidencial. El decreto de disolución conlleva la c o n v o -
los debates de la A s a m b l e a Nacional. catoria de elecciones para una nueva legislatura, dentro de los
sesenta días siguientes a su disolución. A d e m á s , el constituyen-
c) La función de control político y administrativo de la Asam-\
te t o m ó la previsión consistente en que la A s a m b l e a Nacional no
blea Nacional (artículos 2 2 2 , 223 y 2 2 4 C B ) , c o n l l e v a la p o s i f
p u e d e ser disuelta en el último año de su período constitucional.
bilidad de interpelar, investigar, realizar p r e g u n t a s y a u t o r i z a c i ó n
nes a todos los funcionarios públicos, en l o s t é r m i n o s no s ó l o es! En definitiva, se remite al pueblo la decisión fundamental so-
tablecidos en la Constitución y la ley, sino t a m b i é n c u a l q u i e r otroj bre el destino de la Asamblea Nacional: puede ratificar la m a y o -
m e c a n i s m o que establezcan las leyes y su r e g l a m e n t o i n t e r n o j ría hostil al Presidente, por lo cual éste debe sopesar el mensaje
con lo cual se amplían c o n s i d e r a b l e m e n t e los a l c a n c e s de la f u á j de la voluntad popular y buscar un acuerdo de gobernabilidad
ción de control p a r l a m e n t a r i o de la a c t i v i d a d g u b e r n a m e n t a l , m con la Asamblea, o decide modificar la correlación de fuerzas de
la A s a m b l e a , inclinando la balanza a favor del Presidente y las
En el ejercicio de la función de c o n t r o l la A s a m b l e a N a c i ó - '
políticas que desea proyectar. En todo caso, p e r m a n e c e siempre
nal puede requerir d e los funcionarios p ú b l i c o s n o s ó l o s u c o m a
la posibilidad de recurrirse a la revocación del m a n d a t o presi-
parecencia, sino también la obligación de s u m i n i s t r a r l e , b a j o l a »
dencial, si así lo impulsa la iniciativa popular.
sanciones prescritas en las leyes, las i n f o r m a c i o n e s y d o c u m e n l
tos que requiera para e l c u m p l i m i e n t o del a m p l i o a b a n i c o d e p o j
sibilidades ínsitas en la función de c o n t r o l .

d) La facultad de disolución de la Asamblea Nacional póM


parte del Frésiderlie de la República ( a r t i c u l e s 2 3 6 , n u m e r ? ' • 83.L//.A \ A L Á C G R A G , Caiiüs. **Eí légiiuch piésidcuci'aTen Venezuela y los
y 240 C B ) . Tema de amplia discusión en la A N C (vid. Diario di planteamientos para su reforma", en W.AA., Reformas al presidencialismo
Debates de la ANC), lo constituyó la a p r o b a c i ó n de u n a n o n j H en América Latina ¿presidencialismo vs. parlamentarismo?, Comisión
gracias a la cual, bajo determinadas c o n d i c i o n e s , el P r e s i d e n t a Andina de Juristas - Editorial Jurídica Venmezolana, Caracas, 1 9 9 3 , pp. 20 y ss.
140 EL PODER LEGISLATIVO NACIONAL DERECHO CONSTITUCIONAL 141

EL PODER LEGISLATIVO NACIONAL, r r u m p i d a m e n t e durante todo el año. Aparte de la exigencia de su


LA A S A M B L E A N A C I O N A L Y EL ESTATUTO DEL DIPUTAD calendario, la A s a m b l e a Nacional también puede reunirse en se-
siones extraordinarias y de urgencia.

La A s a m b l e a N a c i o n a l es u n i c a m e r a l , con lo cual se contrá- Durante el corto receso de la A s a m b l e a Nacional funciona la


ne el principio federalista por p r i m e r a vez en nuestra histo : Comisión Delegada, integrada, a diferencia de lo estipulado por
El b i c a m e r a l i s m o cumple una relevante función en los siste la Constitución de 1961 (de acuerdo a la cual su composición de-
de g o b i e r n o , dada la m o d e r a c i ó n que les i m p r i m e la s e g u í bía reflejar la composición política del Congreso), por el Presi-
cámara, en la deliberación de asuntos políticos conflictivos? dente de la Asamblea, los Vicepresidentes y los Presidentes de
u n i c a m e r a l i s m o , c u a n d o la mayoría es desafecta al Presiden las comisiones permanentes. Sus atribuciones son similares a las
deriva fácilmente en crisis de gobernabilidad. A d e m á s , como c o n t e m p l a d a s por la Constitución de 1 9 6 1 .
puntualizado Prats i Cátala, el bicameralismo, más aún el quef La A s a m b l e a Nacional se integra por Diputados elegidos en
ponde a la naturaleza federal del Estado, c o a d y u v a a la may cada entidad federal por votación universal, directa, personali-
representatividad del P a r l a m e n t o y a la calidad democrática zada y secreta con representación proporcional, según una base
las leyes. poblacional del uno c o m a uno por ciento de la población total
La A s a m b l e a Nacional elige de su seno un Presidente y <f del país (artículo 186 C B ) . Para garantizar una representación
Vicepresidentes, y fuera de su seno un Secretario y un Subsec. básica de todos los Estados, la Constitución dispone que cada en-
tario, por el período de un año (artículo 194 C B ) . La Asambl tidad elige, además, tres D i p u t a d o s , a los que se le s u m a n (por
distribuye su trabajo en c o m i s i o n e s , que son reglamentadas* primera vez en nuestra historia constitucional), tres D i p u t a d o s
su n ú m e r o (no más de quince c o m i s i o n e s permanentes) por" representantes de los pueblos indígenas, elegidos respetando sus
m i s m a Constitución (artículo 193 C B ) . M á s acorde con la índ tradiciones y c o s t u m b r e s .
le de la materia hubiese sido dejar c o m p l e t a m e n t e la regulad
La Constitución cierra la posibilidad (como correctamente lo
de las c o m i s i o n e s al r e g l a m e n t o , como lo hizo el constituye-
interpretó el Tribunal S u p r e m o de Justicia), a los d e n o m i n a d o s
de 1 9 6 1 . No obstante tiene su explicación la fijación en la Con
Diputados adicionales, elegidos en base al sistema de c o c i e n t e ,
titución del n ú m e r o y c o n d i c i o n e s para la creación y supresj*
tal c o m o se c o n t e m p l a b a anteriormente en la legislación del su-
de comisiones permanentes, en evitar la reincidencia, como oc
fragio. El número que gira alrededor de los ciento sesenta y cinco
rrió en el pasado, en la proliferación de comisiones, con las c
diputados, reduce significativamente el número de p a r l a m e n t a -
siguientes cargas burocráticas en ello i m p l i c a d a s .
rios nacionales en relación a lo pautado por el sistema electoral
El primer período de sesiones ordinarias de la Asamblea derogado (entre diputados y senadores sumaban aproximadamen-
cional c o m i e n z a el cinco de enero, o el día posterior más ú r j te doscientos cincuenta parlamentarios). Aunque es posible, y lo
diato posible y dura hasta el quince de agosto. El segundo p e - comparto, la reducción sustancial del número de parlamentarios,
do c o m i e n z a el quince de septiembre y termina el quince de ello no comporta, como se alegó en el debate constituyente, un
c i e m b r e . Con este calendario de r e u n i o n e s , la Asamblea Nac? argumento de peso para rebatir la permanencia del S e n a d o , por
nal, a diferencia de lo estipulado para las sesiones del Congre la razón de que como partidario de la cámara federal sostuve que
por la C o n s t i t u c i ó n de 1 9 6 1 , p r á c t i c a m e n t e trabajará inint ésta se integraría por cuarenta y ocho senadores (dos por c a d a
entidad federal), a lo que se s u m a b a el n ú m e r o fijo de c i e n t o
veinte Diputados." " "
84. PRATS i CÁTALA, Joan. "Por un Parlamento al servicio de la democraci
eficiencia económica y la equidad social", en Reforma y Democracia, Las condiciones de elegibilidad de los Diputados (artículo
vista del CLAD 6, Caracas, julio 1966, p. 69-106. 188 CB) son: primero, la nacionalidad venezolana, por nacimien-
142 EL P O D E R LEGISLATIVO NACIONAL
DERECHO CONSTITUCIONAL 143

to o p o r n a t u r a l i z a c i ó n ( e x p r e s i ó n de la ampliación de los di
c h o s p o l í t i c o s ) , c o n p o r lo m e n o s quince años de residencia e^ los de aquellos; y sobre todo preferir, siempre y en todas las
K

r r i t o r i o v e n e z o l a n o ; s e g u n d o , ser mayor de veintiún años dee^ ocasiones el interés de ellos al suyo propio".
y t e r c e r o , h a b e r r e s i d i d o c u a t r o a ñ o s consecutivos en la enti El estatus del Diputado exige dedicación exclusiva y una vin-
c o r r e s p o n d i e n t e a n t e s d e l a fecha d e elección. culación p e r m a n e n t e con sus electores, atendiendo sus opinio-
nes y sugerencias, y m a n t e n i é n d o l o s informados a c e r c a de su
La ú l t i m a c o n d i c i ó n s e ñ a l a d a merece un comentario, p
gestión y la de la Asamblea. C o n s e c u e n c i a de ello y en concor-
f u t a r l a s i n t e r p r e t a c i o n e s r e ñ i d a s c o n el texto constitución
dancia con el derecho ciudadano a exigir rendición de cuentas a
p r i m e r l u g a r , el s e n t i d o de la n o r m a es muy claro, no bas
sus r e p r e s e n t a n t e s (artículo 66 C B ) , los D i p u t a d o s d e b e n dar
b e r r e s i d i d o e n e l E s t a d o d u r a n t e cuatro años consecutivos
cuenta anualmente de su gestión a los electores de la circunscrip-
q u e d e b e n s e r l o s c u a t r o a ñ o s i n m e d i a t o s antes d e l a fecháS ción por la cual fueron elegidos (artículo 197 C B ) . La dedica-
e l e c c i ó n . P a r a d e s p e j a r d u d a s , a b u n d a en el p u n t o la Expos^^ ción e x c l u s i v a a su vez i m p l i c a q u e los D i p u t a d o s no p o d r á n
de Motivos de la C o n s t i t u c i ó n : aceptar o ejercer cargos públicos sin perder su investidura, "sal-
vo en actividades docentes, académicas, accidentales o asis-
"La representación parlamentaria, de acuerdo con el aj^M
tenciales, siempre que no supongan dedicación exclusiva" (ar-
lo 186 del texto constitucional, reviste un doble carácter. £™
tículo 191 C B ) . La redacción no es feliz y abre las p u e r t a s a la
putado es, al mismo tiempo, representante de la entidadfeJm
desnaturalización del principio, cuyas excepciones d e b e n inter-
y representante popular, lo cual reafirma el artículo 201 a pretarse y aplicarse restrictivamente, lo cual, a nuestro entender,
presar que los diputados son representantes del pueblo y d debe ser regulado por el r e g l a m e n t o de la A s a m b l e a N a c i o n a l .
Estados en su conjunto. Ese doble carácter de la representada, En c o n c l u s i ó n , la i n c o m p a t i b i l i d a d del ejercicio de funciones
parlamentaria exige de los candidatos haber residido en / A É ™ parlamentarias con cargos ejecutivos modifica el criterio no con-
dad federal en la cual aspiran ser elegidos, por lo menos, templado en la Constitución de 1961, de acuerdo al cual el Sena-
rante los cuatro años anteriores a la fecha de la elección dor o Diputado podía aceptar determinados cargos públicos (Mi-
nistro, Secretario de la Presidencia de la República, Gobernador,
En s e g u n d o lugar, c o m o lo a p u n t a la Exposición de Mot
Jefe de misión diplomática o Presidente de Instituto A u t ó n o m o )
el r e q u i s i t o de la r e s i d e n c i a se e x p l i c a dentro de una filosofí
sin perder su investidura.
r e p r e s e n t a n t e distinta a la de la Constitución de 1961, que pr
de d e n t r o de la n o c i ó n de la d e m o c r a c i a participativa, estr
Las inelegibilidades para optar a una diputación (artículo 189
m á s l o s l a z o s de u n i ó n e n t r e los electores y los elegidos, p
C B ) , sigue las pautas de la Constitución de 1961. Por otra par-
c u a l la v i v e n c i a i m p l i c a d a en la residencia pretende compe' te, la Constitución prescribe expresamente que los D i p u t a d o s no
m á s al r e p r e s e n t a n t e c o n las n e c e s i d a d e s , d e m a n d a s y r e c | podrán ser propietarios, administradores o directores de e m p r e -
de la c o m u n i d a d que lo elige. Ya Edmund Burke r e c o g i ó ! sas que contraten con personas jurídicas estatales, ni podrán ges-
c e l e b é r r i m o d i s c u r s o a los e l e c t o r e s de Bristol, Inglaterra, g tionar causas particulares de interés lucrativo con las m i s m a s , así
1 7 7 4 , el s e n t i d o e x i s t e n c i a l de la representación: c o m o deben abstenerse cuando surjan conflictos de intereses eco-
nómicos en que se encuentren involucrados (artículo 190 C B ) .
"Ciertamente, caballeros, la felicidad y la gloria de un re
El sentido de esta norma desnaturaliza también el principio de la
sentante debe consistir en vivir en la unión más estrecha, t
dedicación exclusiva del Diputado. Pienso que hubiera sido más
rrespondencia más íntima y una comunicación sin reserva
coherente aprobar una norma similar a la que rigió para los miem-
» - - - - - - SE

sus electores. Sus deseos deben tener par él gran peso, su


nión máximo respeto, sus asuntos una atención incesante.; 85. BURKE, Edmund. Textos políticos, Fondo de Cultura Económica, México,
deber sacrificar su reposo, sus placeres y sus satisfacción 1942, p. 312.
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1
bros de la A N C , así: El cargo de D i p u t a d o exige la dedicacifj los consagraba la Constitución de 1961, con ligeras modificacio-
exclusiva a los deberes i n h e r e n t e s a esta alta función, por lo q u nes: la irresponsabilidad y la inmunidad penal.
es i n c o m p a t i b l e con c u a l q u i e r otro destino p ú b l i c o o privado.
El p r i m e r privilegio citado, la irresponsabilidad del diputa-
El p e r í o d o del m a n d a t o de los Diputados a la A s a m b l e a Na- do por los votos y opiniones emitidas en el ejercicio de sus fun-
cional tiene una duración de cinco años, p u d i e n d o ser reelegf ciones (artículo 199 CB), tuvo c o n s e n s o en la A N C , a u n q u e pre-
d o s , a u n q u e nunca i n d e f i n i d a m e n t e c o m o lo e s t a b l e c í a la Cons- cedido de un p e q u e ñ o debate sobre la conveniencia de restrin-
titución de 1961 (es c o n o c i d o el caso de un S e n a d o r que perma' gir la emisión de votos y opiniones a la sede parlamentaria, lo
necio como representante ante el Congreso de la República desd cual fue afortunadamente d e s e c h a d o , pues en el m u n d o actual,
los c o m i e n z o s de la e x p e r i e n c i a democrática el a ñ o 1958 hast de abierta movilidad y uso frecuente de los medios de comunica-
el año 1999, cuando la A N C decretó el cese del C o n g r e s o en fir ción social, la dinámica parlamentaria excede con creces las pa-
ciones), sino por dos p e r í o d o s consecutivos c o m o m á x i m o (art/ redes de su recinto.
culo 192 C B ) . Siempre el D i p u t a d o puede renunciar a su investí
En lo referente a la inmunidad penal, el debate fue intenso,
dura, así c o m o puede ser r e v o c a d o su m a n d a t o por iniciativa (
tanto así q u e en la primera discusión del proyecto de Constitu-
los electores que lo e l i g i e r o n . En el supuesto de que le fuere:
ción triunfó la tesis de su eliminación, la que sólo fue derrotada
vocado el mandato, no puede optar a cargos de elección popul
en la s e g u n d a y concluyente discusión del texto. Fui el p r o p o -
en el siguiente período (artículo 198 C B ) . La Constitución admi,
nente de la eliminación de la i n m u n i d a d penal, en los siguientes
te la posibilidad de su separación temporal, aunque no señala ex.
términos tal como lo expuse en el debate constituyente (vid. Dia-
p r e s a m e n t e las causas, a c o r d a d a por el voto de las dos tercera*
rio de Debates de la ANC):
partes de los Diputados presentes (artículo 187, numeral 20, C B |
"La idea moderna es que el allanamiento, el control inter-
La Constitución (artículo 201 CB) reconoce expresamente i
no de la Asamblea para decidir si un parlamentario debe ser o
voto de c o n c i e n c i a de los D i p u t a d o s , q u i e n e s no e s t á n sujetos
no juzgado, nos parece en la actualidad excesivo, y en este senti-
m a n d a t o s ni instrucciones q u e involucran la disciplina partidis
do en el constitucionalismo moderno, si bien no es uniforme, ha
ta, esa suerte de moderno s u c e d á n e o del mandato imperativo,
surgido una posición a favor de la eliminación de la inmunidad
c o n s e c u e n c i a , no p u e d e el D i p u t a d o bajo ningún c o n c e p t o :
penal, referida a que el parlamentario no puede ser juzgado si
i m p e l i d o a observar un d e t e r m i n a d o c o m p o r t a m i e n t o , a segu
no es previamente autorizado su enjuiciamiento por el propio
! una particular línea en el d e b a t e y la votación. El v o t o de co*
cuerpo, en este caso la Asamblea Nacional.
ciencia p r o t e g e i n s t i t u c i o n a l m e n t e al D i p u t a d o ante las presi
nes externas a su delicada función. Ú n i c a m e n t e d e b e regirse "La propuesta que hago es alternativa; protege al parlamen-
los dictados de su c o n c i e n c i a , es decir por un p r o c e s o de vol" tario, pero lo mantiene en lo fundamental igualado al resto de
ción y decisión autónoma y libre, donde juega un rol fundament los ciudadanos, y significa que la ordenación de su detención y
su p e r c e p c i ó n e i n t e r p r e t a c i ó n tanto de los intereses del pueblo la decisión sobre su enjuiciamiento corresponde exclusivamen-
en su conjunto, es decir el bien común que trasciende los intere te al Tribunal Supremo de Justicia.
ses sectoriales, c o m o del interés del Estado que representa.
"En otra época histórica, como la que pretendemos erradi-
Un t e m a de debate r e c u r r e n t e en nuestras l a t i t u d e s es el car, de politización y partidización de la justicia venezolana, yo
los privilegios p a r l a m e n t a r i o s . C o n c e b i d o s c o m o instrumentó hubiera defendido la inmunidad penal, pero ante la nueva cir-
de"pTúicCViú¿i de la d e l i c a d a función-parlamentaria, surge l & j f l runrt/inrin, dor.de se quiere realmente una justicia independien-
gunta sobre sus alcances y límites, y la eventual conveniencia te, una justicia profesional, una justicia protectora de la Cons-
ante la eventualidad del a b u s o , de restringirlos. El constituyen] titución, debemos conferirle la confianza al máximo tribunal de
te de 1999 m a n t u v o en lo fundamental los p r i v i l e g i o s tal com la República para que sea, en las condiciones que determine, el
1 46 EL PODER LEGISLATIVO NACIONAL DERECHO CONSTITUCIONAL 147

único que pueda autorizar y ordenar la detención de los parla- lativas a los Estados. En lo qué se refiere a la iniciativa popular
mentarios. de leyes, se acogió un criterio numérico distinto al de la Constitu-
ción de 1 9 6 1 : un número no m e n o r del cero coma uno por cien-
"En este sentido consigno una propuesta alternativa, que eli-
to de los electores inscritos en-el registro civil y electoral.
mina la inmunidad penal, en los siguientes términos: "De los de-
litos que cometan los miembros de la Asamblea Nacional cono- La iniciativa popular de leyes goza de una protección espe-
cerá en forma privativa el Tribunal Supremo de Justicia, única cial por parte de la Constitución, acorde con el principio de la
autoridad que podrá ordenar su detención y continuar su enjui- democracia participativa que j e r a r q u i z a positivamente muestra
ciamiento. En caso de delito flagrante cometido por un miem- Lex Superior, con el fin de evitar su " e n g a v e t a m i e n t o " , es decir,
bro de la Asamblea Nacional, la autoridad competente lo pon\ la posibilidad de ser diferida sine die su consideración. En efecto
drá bajo custodia en su residencia y comunicará inmediatamente:, (vid. artículo 205 CB), la Constitución prescribe que la discu-
86
el hecho al Tribunal Supremo de Justicia"., sión de los proyectos de ley presentados por los electores, debe
iniciarse a más tardar en el período de sesiones ordinarias si-
La i n m u n i d a d penal fue a p r o b a d a por la A N C (artículo 200'
guiente al que se haya presentado. Si no se cumple con dicha exi-
C B ) , en términos semejantes a los contemplados por la Constitu-:
gencia, el proyecto debe someterse a referéndum aprobatorio, en
ción de 1961, con el matiz protector consistente en que sólo pué-i
los términos que disponga la ley.
de o r d e n a r la d e t e n c i ó n y c o n t i n u a r el enjuiciamiento de un Di-;
p u t a d o el Tribunal S u p r e m o de Justicia, una vez d e c i d i d a por la- b) El rol de los Consejos Legislativos de los Estados en la
A s a m b l e a N a c i o n a l el a l l a n a m i e n t o de su i n m u n i d a d . legislación nacional. C o m o consecuencia de la supresión del Se-
nado, el constituyente aprobó la consulta a los Estados, a través
de sus Consejos Legislativos, c u a n d o la Asamblea Nacional le-
LA FUNCIÓN LEGISLATIVA gisle en materias a ellos referidas. A s i m i s m o , se estipula la obli-
gación, a prescribirse en la c o r r e s p o n d i e n t e ley, de e s t a b l e c e r
m e c a n i s m o s de consulta a la sociedad civil y demás institucio-
La función legislativa es la función clásica q u e ejerce la As nes de los Estados, por parte de sus respectivos Consejos L e g i s -
blea N a c i o n a l c o m o e x p r e s i ó n del Poder Legislativo Nacioná lativos, en dichas materias (artículo 206 C B ) .
Así lo d e s t a c a su p r i m e r a atribución: "Legislar en las materia
de la competencia nacional y sobre el funcionamiento de las c) La Constitución (artículos 2 0 7 , 2 0 8 , 209, 210, 211 y 212
tintas ramas del Poder Nacional" (artículo 187, numeral 1, CB: C B ) establece con rigurosidad el procedimiento deformación de
D a d o el carácter u n i c a m e r a l de la A s a m b l e a N a c i o n a l , el proc la ley. A q u í cabe destacar lo siguiente: la primera discusión con-
dimiento de formación de la ley recibió sustanciales modificaci sidera la exposición de motivos del proyecto de ley y se evalúan
nes respecto al estipulado por la Constitución de 1961. Destaqff sus objetivos, alcance y viabilidad, a fin de determinar la perti-
mos sus rasgos más r e s a l t a n t e s : nencia de la ley, para de inmediato discutir su articulado en su
globalidad; una segunda fase se inicia c u a n d o , una vez aproba-
a) La iniciativa de las leyes (artículo 204 C B ) , se amplía co
da la ley en primera discusión, se remite a la comisión permanen-
s i d e r a b l e m e n t e , al incluir las n o v e d o s a s r a m a s del Poder Púh
te d i r e c t a m e n t e r e l a c i o n a d a con la materia, o a una c o m i s i ó n
co N a c i o n a l , es decir el P o d e r C i u d a d a n o y el P o d e r Elector^
mixta, si más de una comisión está involucrada, para su conside-
así c o m o a los Consejos Legislativos cuando se trate de leyes
ración. La comisión debe presentar su correspondiente informe
íJ).!)n.pl??Q,p.o m a y o r de-treinta-días consecutivos, un p l a z o a
86. ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE. Gaceta Constituyente, nuestro entender excesivamente reducido para materias eventual-
rio de Debates, Imprenta del Congreso de la República, Caracas, ses| mente complejas y p o l é m i c a s ; la tercera fase se abre con la se-
fecha 4-11-199, p. 5. g u n d a discusión de la ley, realizada artículo por artículo, luego
148 EL PODER LEGISLATIVO NACIONAL
DERECHO CONSTITUCIONAL 149

de lo cual, si no hay modificaciones, queda sancionada; e n e Las leyes orgánicas fueron objeto de una c o n c e p t u a l i z a c i ó n
contrario regresa a la comisión para que incluya las modifica diferente en la nueva Constitución al ser diseñada su elaboración
nes en un plazo no mayor de quince días continuos; la nueva ve con particular rigor, para con ello evitar volver a incurrir en el p o -
sión del p r o y e c t o la considera la plenaria de la Asamblea, q co tino con q u e el legislador m a n e j o esta d e l i c a d a m a t e r i a en
decide por mayoría de votos en torno a las discrepancias reflej aplicación de la Constitución de 1 9 6 1 . A solicitud de quien esto
das en los artículos, y sanciona la ley. La Constitución, acor escribe el constituyente hizo suya la propuesta que en su m o m e n -
con la obligación de la Asamblea Nacional de organizar y pro to había aprobado la Comisión Bicameral de Revisión de la C o n s -
ver la participación ciudadana en la legislación (vid. artículo í titución de 1 9 6 1 , que, c o m o se sabe, naufragó ante la desidia de
n u m e r a l 4, CB), prescribe la consulta a las instituciones del la clase política el año 1992. Así, el artículo 203 de la Constitu-
tado y de la sociedad organizada en el proceso legislativo, asíc ción, d o n d e se regula el p u n t o , d i s p o n e :
mo el d e r e c h o de palabra de sus representantes en la discusi o
I . Son leyes o r g á n i c a s : p r i m e r o , las que así d e n o m i n a l a
(vid. artículo 211 C B ) .
Constitución; segundo, las que se dicten para organizar los pode-
d) La promulgación de la ley corresponde al Presidente de res públicos; tercero, las que se dicten para desarrollar los d e r e -
República (artículos 214 y 215 CB). En este punto la Constituci chos constitucionales; y cuarto, las que sirven de m a r c o n o r m a -
sigue los lincamientos de la Constitución de 1961. Sólo cabe s 4
tivo a otras leyes. En otras palabras, la Constitución plasma cla-
ñalar aquí que el Presidente conserva el denominado "veto sus ramente los supuestos en los que encaja el c o n c e p t o de ley or-
pensivo", de acuerdo al cual puede solicitar a la Asamblea Naci gánica.
nal la modificación de algunas de las disposiciones de la ley s
2°. El p r o c e d i m i e n t o de admisión de los proyectos de ley or-
cionada, e incluso que levante la sanción a toda la ley o a p
gánica (salvo los así calificados directamente por la Constitu-
de ella. ción), exige la previa aprobación de la A s a m b l e a N a c i o n a l por
e) La Constitución distingue, de las denominadas leyes oren el voto de las dos terceras partes de los i n t e g r a n t e s p r e s e n t e s
narias, los códigos, las leyes especiales, las leyes orgánicas, f antes de iniciarse la discusión del respectivo p r o y e c t o de ley.
leyes de bases y las leyes habilitantes. o
3 . La Constitución dispone un control especial de la consti-
Las leyes ordinarias son las leyes sin calificación ninguna' tucionalidad del carácter orgánico de las leyes sancionadas c o m o
la C o n s t i t u c i ó n , b a s t a n d o con cumplir para su actualización c tales, antes de su p r o m u l g a c i ó n , por parte de la sala c o n s t i t u c i o -
el p r o c e d i m i e n t o de formación de las leyes en ella establecid nal del Tribunal Supremo de Justicia. Si la sala constitucional de-
F clara que no es orgánica la ley, és^a pierde tal carácter y se san-
La Constitución d e n o m i n a c o m o códigos (artículo 202 C ciona y p r o m u l g a c o m o una ley ordinaria.
a las leyes que reúnen sistemáticamente las n o r m a s relativa
4°. La modificación de las leyes orgánicas d e b e sujetarse al
d e t e r m i n a d a materia. En todo caso la calificación de código e
m i s m o p r o c e d i m i e n t o de votación calificada exigido para la ad-
facultativa de la A s a m b l e a Nacional. misión de los proyectos de ley sobre los cuales se pretende la ca-
Las leyes especiales son aquellas que así denomina la Cons lificación de orgánica.
tución (e.g. la ley especial que autoriza las operaciones de creí
Las leyes de bases conforman una categoría única constitu-
dito p ú b l i c o c o n t e m p l a d a por el artículo 312 C B ) , aunque des
cional de leyes prevista para regular las materias objeto de c o m -
de el punto, de vista formal deben llenar los mismos requerimie
petencias concurrontcs entre los órganos del P o d c i P ú b l i c o N a -
tos de la ley ordinaria. En la eventualidad de conflictos en la ap
cional, el Poder Público estadal y el Poder Público m u n i c i p a l .
cación de la ley, corresponde al interprete determinar la ley apli
Si bien la Constitución no determina ninguna formalidad parti-
cable en el caso c o n c r e t o .
cular para la discusión de las leyes de bases, no es m e n o s cierto
50 EL PODER LEGISLATIVO NACIONAL
DERECHO CONSTITUCIONAL 151

que constituyen una categoría de leyes nítidamente sistematizada decretos-leyes son en la actualidad Italia y Portugal, amén del
por el D e r e c h o P ú b l i c o , a u n q u e ajena a nuestra tradición legal, caso paradigmático de la Francia de la V República, tres ejemplos
hasta la a p r o b a c i ó n de la Constitución bolivariana. El texto fun- de naciones democráticas cuyos Estados se han construido y ac-
damental (artículo 165 CB) conecta las leyes de bases con las le- túan bajo el imperio del derecho y la supremacía constitucional.
yes de desarrollo a p r o b a d a s por los Estados, en lo atinente a la
regulación de las materias objeto de competencias concurrentes 2°. La delegación legislativa tiene en Venezuela sus límites.
(vid. supra), en lo cual se indica que las leyes de bases deben Así: p r i m e r o , su quorum de aprobación, las tres quintas partes
de los integrantes de la Asamblea Nacional (requisito no contem-
c o n c e n t r a r s e en el m a r c o , las directrices y los propósitos de la
plado por la d e r o g a d a Constitución de 1961); segundo, la exi-
c o n c u r r e n c i a c o m p e t e n c i a l , c u y a concreción aplicativa corres-
gencia de la ley habilitante de establecer e x p r e s a m e n t e en su
ponde a las d e n o m i n a d a s leyes de desarrollo, a p r o b a d a s dentro
texto las directrices, los propósitos y el marco de las materias que
del á m b i t o estadal (leyes estadales).
se delegan al Presidente; y tercero, la expresa determinación del
Las leyes habilitantes son aquellas leyes que delegan en el plazo de su ejercicio.
Presidente de la República la potestad de legislar, es decir, de
o

ejercer directamente la función legislativa. Las leyes habilitantes- 3 . Pero, además, tiene la habilitación legislativa en la Cons-
son leyes de autorización (vid. artículo 2 0 3 , último aparte y nu- titución un límite en las materias que la m i s m a Constitución (no
meral 8 del artículo 236 C B ) , al Presidente de la República para es casual que lo contemple en el m i s m o artículo constitucional),
dictar "decretos con fuerza de ley". C o m o ponente de la norma reserva a las leyes orgánicas (vid. supra), límites que por nin-
ante la A N C , sugerí que tales leyes fuesen d e n o m i n a d a s como gún c o n c e p t o p u e d e n ser d e s b o r d a d o s ni por las leyes habili-
tantes, ni m u c h o menos por los decretos con fuerza de ley dicta-
leyes de b a s e s , siguiendo el patrón de la Constitución española
dos por el Presidente de la República, por la sencilla aunque con-
de 1978. No obstante, el constituyente prefirió mantener la deno-
tundente razón de que si hay materias reservadas a las leyes orgá-
minación de leyes habilitantes, lo que no desnaturaliza su esen-
nicas, también las leyes orgánicas se encuentran reservadas para
cia de leyes de b a s e s , d a d o s sus c o m p o n e n t e s fundamentales'
determinadas materias.
establecer las directrices, propósitos y marco de las materias que
se delegan al Presidente con rango y valor de ley. En suma, la Constitución bolivariana impone exigentes pará-
Se ha suscitado una crítica a la conceptualización de la del metros que limitan, tanto en lo material c o m o en lo formal, los
alcances de la delegación legislativa.
gación legislativa en la Constitución bolivariana, bajo el argu
m e n t ó de que se ha c o n c e d i d o al Presidente un e x a g e r a d o pode
dada la supuesta generosa ampliación de su potestad legislati
va, en contraste con lo establecido por la Constitución de 1961
Ello no es cierto por las siguientes razones:
o
I . L a d e l e g a c i ó n legislativa e s una institución universal
mente r e c e p c i o n a d a por el c o n s i t u c i o n a l i s m o contemporáneo
con diversas modalidades peculiares a cada realidad estatal, cuy
á m b i t o material tiende a a m p l i a r s e con el desarrollo de lo qu
Cari Schmitt d e n o m i n ó alguna vez como "legislación motoriza
da", c o n s e c u e n t e con la d i n á m i c a del Estado d e m o c r á t i c o y.so
cial de D e r e c h o y de Justicia, que exige un rol m á s protagónic
del Ejecutivo en el ejercicio de la función legislativa. Segur
m e n t e los E s t a d o s d e m o c r á t i c o s donde más han proliferado lo
1 52 EL PODER LEGISLATIVO NACIONAL

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
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BRITO, Andrés. "La regulación del Poder Legislativo en la nueva Cons-
titución. Análisis crítico del Capítulo I, 'Del Poder Legislativo', y Nacional
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LOEWENSTEIN, Karl. Teoría de la Constitución, Editorial Ariel, Bar-


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parlamentarismo: América Latina, Editorial Nueva Sociedad, Ca-' LA ELECCIÓN DEL PRESIDENTE,
racas, 1991. LA R E E L E C C I Ó N Y LA D U R A C I Ó N DEL M A N D A T O

PRATS i CÁTALA, Joan. "Por unos Parlamentos al servicio de la demo-


cracia, la eficiencia económica y la equidad social", en Reforma y La tradición presidencialista en lo que toca a la elección del Pre-
Democracia, Revista del CLAD 6, Caracas, julio 1966, pp. 69-106 sidente, su reelección y la duración del m a n d a t o , son aspectos
que han afectado duramente nuestra institucionalidad, y de ma-
TOVAR, Orlando. Derecho parlamentario, UCV, Caracas, 1973. nera especial las constituciones. El primer rompimiento constitu-
cional en Venezuela fue consecuencia directa de las a m b i c i o n e s
VV.AA. Reformas al presidencialismo en América Latina ¿presiden- de un caudillo, José Tadeo M o n a g a s en el año 1856, por perpe-
cialismo vs. parlamentarismo?, Comisión Andina de Juristas - Edil tuarse en el poder. A partir de entonces, una suerte de trágico sino
torial Jurídica Venezolana, Caracas, 1993. de la volatilidad constitucional venezolana, el c a m b i o del texto
constitucional bajo las presiones del caudillo de turno, incluso
p a s a n d o por e n c i m a de la normativa establecida por ella para su
reforma, ha estado ligado a este espinoso tema. Con crudo realis-
mo los plasmó recientemente Simón Alberto Consalvi: "En un país
donde el presidencialismo no cede posiciones (el país parece
sentirse huérfano sin el "taita ", a quien se le pide lo divino y lo
humano, y donde los "taitas" suelen jugar a la generosidad sin
límites), quienes han tenido la misión de redactar constitucio-
nes no han escapado de esas influencias que llamaremos "te-
lúricas", para usar el término de un historiador peruano que se
1
ocupó del General Juan Vicente Gómez".*

87. CONSALVI, Simón Alberto. Gracias y desgracias de la reelección presiden-


cial en Venezuela, Anónimos Editores, Caracas, 1999, p. 46.
154 EL PODER EJECUTIVO NACIONAL DERECHO CONSTITUCIONAL 155

Si p o d e m o s hablar de alguna tradición c o n s t i t u c i o n a l forro.-' no, llamado cuatro más cuatro, es decir, un período de cuatro años
algunos elementos recurrentes caracterizan el t e m a en Venezue* con una única e inmediata reelección por cuatro años m á s . 89

Así: la no p r o h i b i c i ó n absoluta de la r e e l e c c i ó n . En esta tie


La pura verdad es que la tesis de los partidarios de la reelec-
nunca se ha i m p e d i d o q u e un Presidente en f u n c i o n e s p u e d a ^
ción inmediata y por una sola vez del Presidente fue g a n a n d o
la larga r e t o r n a r a la p r e s i d e n c i a . En otras p a l a b r a s , no ha est
adeptos en el curso de estos últimos años, de alguna manera refor-
do prohibida la reelección, sino c o m o regla, con sus t r á g i c a s e*
zada por la consagración de la reelección inmediata en algunos
c e p c i o n e s , la reelección inmediata. Sobre la d u r a c i ó n del perf
países latinoamericanos, sin mayores perturbaciones políticas,
d o , p o d e m o s hablar d e una c o n s t a n t e d e c u a t r o a ñ o s d u r a n t e
como han sido los casos recientes del Perú (me refiero a la prime-
siglo X I X y de cinco años a partir de la e x c e p c i o n a l d e c i s i ó n d
ra reelección de Fujimori, no a su muy discutida segunda reelec-
Presidente en funciones, el general Eleazar L ó p e z C o n t r e r a s ,
ción), Argentina y Brasil. En Venezuela la tesis ha sido defendi-
solicitar al C o n g r e s o la r e d u c c i ó n de su m a n d a t o , de siete a CÍQ
da, entre otros, por el politólogo Ángel Álvarez, bajo el argumen-
co a ñ o s . H a g o mías las palabras de C o n s a l v i , p u e s el e j e m p l o d
to de que genera m a y o r responsabilidad en el gobierno frente a
López C o n t r e r a s siempre es c o n v e n i e n t e r e c o r d a r l o : "El contra
los votantes y garantiza la continuidad administrativa y la esta-
del poder por un solo hombre fue dramatizado por el genera,
bilidad de las políticas g u b e r n a m e n t a l e s , una vez ratificada la
Eleazar López Contreras en 1940: contra todo lo que indicab 90
voluntad de los electores a favor de la r e e l e c c i ó n . Los adver-
la tradición, contra todo lo que en sí suponía la arrogancia d
sarios de la reelección inmediata sostienen el argumento de la
poder, contra el criterio, incluso, de quienes invocaban la inta
siempre presente tentación del abuso de la institución p r e s i d e n -
gibilidad de la ley, (que no fueron pocos por cierto), López Co
cial con fines reeleccionistas en los países latinoamericanos (y
treras tomó una decisión sin precedentes en la historia venezo.
por supuesto en Venezuela), donde los resortes de la legalidad
lana: resolvió de motu propio reducir su período presidencia
que garantizan la actuación administrativa a u t ó n o m a e indepen-
de 7 a 5 años y así lo propuso al Congreso. De "caso excepci
diente de las presiones y asechanzas del poder político, no se han
nal en toda la historia" lo calificó el doctor Velásquez (Ramo
consolidado ni se encuentran, por e n d e , fortalecidos.
J. Velásquez). En verdad, fue único, y quizás, no debidameri
ponderado, ni entonces ni después. Elegido en abril de 1936po, La reelección inmediata tuvo c o n s e n s o no solamente en la
el Congreso para un período constitucional de 7 años, Lope ANC, sino que ya era una opción compartida por los dos candida-
Contreras le propone al Congreso reducir el período a 5 año». tos presidenciales con opción en las elecciones de 1998, Henri-
í Así ocurrió y se prohibió la reelección inmediata" que Salas Rómer y H u g o C h á v e z , éste último definitivamente
elegido. Incluso, una vez instalada la A N C , la gran m a y o r í a de
Desde fines de los ochenta y principio de los noventa se d e b a t a
las p r o p o s i c i o n e s que le fueron elevadas (incluidas las de los
en el país sobre la posibilidad de modificar lo pautado por la Consp
partidos Acción Democrática, que había hecho en su larga trayec-
titución de 1961: período de cinco años, reelección luego de tran~
toria política, una bandera de la posición contraria, y P r o y e c t o
curridos dos períodos, es decir diez años, y elección por m a y o n
Venezuela), incorporaban la tesis de la reelección i n m e d i a t a del
simple. Se barajaron desde~~entonces cuatro tesis: la primera, man.
Presidente.
tener las reglas del 6 1 ; la segunda, mantener el período en cin
años, pero estableciendo el principio de la no reelección absolu.
1
ta; la tercera, elevar el período a seis años con prohibición absój
luta de reelección; y la cuarta, adoptar el sistema norteamerica*
89.c/r. COMBELLAS, Ricardo. Poder constituyente, Fundación En Cambio,
Caracas, 1999, pp. 69 y ss.
90. ÁLVAREZ, Ángel. "Democracia, responsabilidad gubernamental y reelección
del Presidente de la República", en VV.AA., Constitución y reforma, Copre,
88. Ibid.,p. 42. Caracas, 1991, pp. 459 y ss.
156 EL PODER EJECUTIVO NACIONAL DERECHO CONSTITUCIONAL 157

Sobre la duración del período presidencial el que escribe {vid. t e m p o r a l m e n t e del cargo cuando asume nuevamente la candida-
el d o c u m e n t o "Bases para la Constitución c i u d a d a n a " , presen- tura presidencial. Hubiera sido una contribución interesante en
tado a la consideración de la A N C por los constituyentes Ricardo el á n i m o de intentar frenar las tentaciones del a b u s o de poder,
91
C o m b e l l a s y Carlos T a b l a n t e ) fue partidario de los cuatro años, c o m o indebida y antiética ventaja respecto a los otros aspiran-
un p e r í o d o suficiente para hacer una buena obra de g o b i e r n o , tes presidenciales en la liza electoral. Cierto que el artículo 145
continuarla y profundizarla, si así era la decisión del pueblo, por de la Constitución prescribe que los funcionarios están al servi-
cuatro años más. La Comisión del Poder Ejecutivo de la A N C cio del Estado y no de parcialidad política alguna, norma en todo
propuso la reelección inmediata y llegó a un c o n s e n s o en torno caso insuficiente para frenar, por lo m e n o s en nuestras latitudes,
al período presidencial de cinco a ñ o s . En la presentación ante la las a m b i c i o n e s d e s m e d i d a s de poder.
plenaria de la A N C en mi calidad de presidente de dicha C o m i -
sión, del informe correspondiente (vid. Diario de Debates de la El balotaje, o segunda vuelta electoral para elegir (en este ca-
ANC), dije lo siguiente: so) al Presidente c u a n d o el candidato más votado no obtiene una
d e t e r m i n a d a m a y o r í a (regularmente la mayoría absoluta), en la
"Un tema espinoso y difícil y que no ha encontrado una solu- primera vuelta, ha sido una institución acogida con éxito en las
ción en el quehacer nacional es la duración del mandato del Pre- reformas constitucionales de los países latinoamericanos de los
sidente. La Comisión por consenso aprobó el período de 5 años, últimos lustros, bajo el argumento de la ampliación de la base
es decir un Presidente en funciones y exitoso podría estar en el de la legitimidad de origen del Presidente. En Venezuela se con-
poder hasta 10 años. La propuesta que sostengo y que defende- solidó un c o n s e n s o en el debate constitucional, sobre la c o n v e -
ré, como constituyente, será de 4 más 4, 8 años máximo, de acuer- n i e n c i a de i n c o r p o r a r la institución en la n u e v a C o n s t i t u c i ó n .
do con la tradición prevaleciente en la América Latina, donde Incluso el Presidente C h á v e z habría enarbolado la bandera del
los sistemas que han ensayado la reelección inmediata han sido balotaje en su c a m p a ñ a electoral, y así lo ratificó el Presidente de
con un máximo de 8 años, como son los casos de Argentina, Bra- la A N C , Luis Miquilena, en la sesión donde se abrió la conside-
sil y Perú (un lapsus mentís, en el caso peruano son 10 años), ración del punto (vid. Diario de Debates de la ANC, sesión de fe-
aunque también hay una tradición contemporánea en Venezue- cha 4 - 1 1 - 1 9 9 9 ) . S o r p r e s i v a m e n t e , en el m o m e n t o decisivo de
la de 5 años, a partir del ejemplo hermoso que nos dio el gene- aprobación de la norma correspondiente, la mayoría de los cons-
ral Eleazar López Contreras, cuando autolimitó su período gu- tituyentes cambió de opinión. Influyó de alguna manera en la de-
bernamental y lo llevó a 5 años. Este gesto dejó una huella a fa- cisión lo que podría denominarse como "síndrome Tabaré", en alu-
vor del período de 5 años, que podría eventualmente considerar- sión a la victoria obtenida en ese entonces por el candidato izquier-
se si así se resuelve ". dista Tabaré Vázquez en la primera vuelta de los comicios pre-
sidenciales del Uruguay, resultado que se revirtió posteriormente
Fue determinante la posición del Presidente H u g o C h á v e z a
en la segunda vuelta, a favor del actual Presidente Luis B a t l l e .
favor del período de seis a ñ o s , la cual terminó i m p o n i é n d o s e en
la nueva Constitución, con el voto desfavorable de a l g u n o s disi-
En c o n c l u s i ó n , la consagración de la reelección i n m e d i a t a
dentes críticos c o m o fue mi caso. Las razones de nuestra disiden-
conjuntamente con la ampliación del período presidencial a seis
cia son sencillas: ¡seis años es mucho, doce años es demasiado,
años, la no aprobación del balotaje y los exigentes requisitos que
y está reñido con nuestra mejor tradición institucional!
dificultan la revocación de su mandato, han potenciado el p o d e r
Es de destacar aquí la imprevisión del constituyente al no es- presidencial en Venezuela. El paso del tiempo y la rica experien-
tablecer e x p r e s a m e n t e la ul>¡iga<_iúii d e l Presidente de separarse cia que c o n l l e v a e vslu arár¡ sus pretendidas b o n d a d e s . Por mi
parte, abrigo profundas dudas sobre su pertinencia en aras de la
91. COMBELLAS, Ricardo. Poder constituyente, Fundación En Cambio, Cara- profundización de la d e m o c r a c i a y el fortalecimiento del Esta-
cas, 1999, pp. 233 y ss. do de D e r e c h o .
158 EL PODER EJECUTIVO NACIONAL DERECHO CONSTITUCIONAL 159

En lo referente a las condiciones para ser elegido Presiden- EL PRESIDENTE COMO JEFE DEL ESTADO
te, la Constitución reitera las establecidas por la Constitución de Y JEFE DEL GOBIERNO.
1 9 6 1 : ser v e n e z o l a n o por n a c i m i e n t o , no poseer otra nacionali-
LAS A T R I B U C I O N E S P R E S I D E N C I A L E S
dad (dada la aprobación de la doble nacionalidad), de estado se-
glar y no estar sometido a condena mediante sentencia definitiva-
m e n t e firme (artículo 227 C B ) . Su elección es por votación uni- El Presidente es s i m u l t á n e a m e n t e jefe del Estado y jefe del Go-
versal, directa y secreta (artículo 228 C B ) . Son inelegibles para bierno. C o m o jefe de Estado (artículo 228 CB) encarna la volun-
la presidencia los c i u d a d a n o s en ejercicio de los cargos de Vice- tad popular c o m o ningún otro funcionario, al ser elegido por el
presidente Ejecutivo, Ministro, Gobernador o Alcalde, p a r a d día conjunto de la nación, que representa directamente ante la comu-
de su postulación copio candidatos a la presidencia o en cual-, nidad internacional. C o m o representante de todos los ciudada-
quier m o m e n t o entre esta fecha y la de la elección (artículo 229 nos con la j e r a r q u í a de jefe del Estado, al Presidente se le con-
C B ) . I n e x p l i c a b l e m e n t e , el c o n s t i t u y e n t e de 1999 suprimió la fiere un rol de m o d e r a c i ó n y de equilibrio en el debate político,
norma contemplada en el artículo 184 de la Constitución de 1961, por lo cual explícita o implícitamente se le libera de ataduras par-
m e d i a n t e la cual no podían optar a la presidencia los parientes tidistas, responsable políticamente únicamente ante el pueblo que
del Presidente en funciones, dentro del tercer grado de consan- lo eligió.
guinidad o s e g u n d o de afinidad. Con dicha supresión se abren
C o m o jefe de G o b i e r n o , la C o n s t i t u c i ó n (a diferencia del
las puertas al n e p o t i s m o .
texto de 1961), e x p r e s a m e n t e señala que en su condición de jefe
Por lo d e m á s , la Constitución consagra expresamente la res- del Ejecutivo Nacional, dirige la acción del gobierno, lo cual rati-
ponsabilidad del Presidente por los actos inherentes al ejercicio fica el artículo 236, n u m e r a l 2, C B . Ello nos obliga a precisar el
del cargo (artículo 232 C B ) , y regula d e t a l l a d a m e n t e el régimen n o v e d o s o concepto constitucional de dirección de la acción del
de sus faltas absolutas y temporales (artículos 233 y 234 CB), Gobierno. En efecto, el Presidente nombra libremente sus colabo-
para evitar interpretaciones controvertidas, c o m o la que se s u c e - radores más inmediatos, el Vicepresidente Ejecutivo y los Minis-
dió respecto al Presidente Pérez bajo la vigencia de la Constitu- tros. Son sus h o m b r e s y mujeres de confianza, que bajo su con-
ción de 1961. En efecto, la Constitución bolivariana (artículo 233 ducción de timonel, trazan solidariamente las líneas vinculantes
C B ) , establece como falta absoluta del Presidente su destitución de decisión y ejecución de las funciones de gobierno. Su c a m p o
decretada por sentencia del Tribunal S u p r e m o de Justicia (vi'dj de irradiación es amplio, c o m o vasta y compleja es la capacidad
artículo 2 6 6 , numeral 2, C B ) . En este punto también es de desta-,, de gobernación de los E s t a d o s en la época c o n t e m p o r á n e a , bajo
car el excesivo t i e m p o , los dos últimos años del período presi- la impronta de-un c o n c e p t o abstruso y sinuoso c o m o lo es la go-
dencial, que se concede al mandato provisorio del Vicepresidente bernabilidad. En su condición de jefe del G o b i e r n o el Presiden-
Ejecutivo, ante la falta absoluta del Presidente. Tratándose de un- te dirige la Fuerza A r m a d a y la Administración Pública naciona-
funcionario no electo, lo más coherente hubiese sido adelantar les, administra la H a c i e n d a Pública nacional, tiene amplia auto-
n o m í a en la organización de la estructura del G o b i e r n o y la Ad-
en por lo menos un año la elección del nuevo Presidente. Asimis-
ministración, dirige las relaciones exteriores de la República, y
mo es de acotar que, en atención a la flexibilidad consiguiente a
declara, para preservar el orden constitucional, los estados de ex-
la índole de las actividades internacionales del Presidente como
cepción.
jefe de E s t a d o , la nueva Constitución, a diferencia del texto de
1961. sólo estipula la autorización, por un lapso superior a cin-j La simultánea condición del Presidente_de la República como
co días consecutivos, de la Asamblea Nacional o de la Comisión jefe del Estado y jefe del Gobierno se expresa en sus atribucio-
Delegada, para que el Presidente pueda ausentarse del t e r r i t o r i o nes y obligaciones (artículo 236 CB) las cuales se despliegan en
nacional (artículo 235 CB). un conjunto de actos, (expresión de sus potestades n o r m a t i v a s ) ,
160 EL PODER EJECUTIVO NACIONAL DERECHO CONSTITUCIONAL 161

que d a d a su n a t u r a l e z a j u r í d i c a , p u e d e n c l a s i f i c a r s e , siguien/' rrespondiente a las funciones del Presidente: "Nombra todos los
9 2
en parte la t a x o n o m í a de B r e w e r - C a r í a s , así: actos de gobie empleados civiles y militares que la Constitución no reservare.
no ( n u m e r a l e s 2, 4, 5, 6, 7, 9, 19, 2 1 ) ; d e c r e t o s - l e y (numeral** Entre los reservados se comprenden los de coronel, inclusive
actos administrativos ( n u m e r a l e s 3, 1 1 , 12, 13, 14, 15, 16, 2 2 , 2 arriba, cuyo nombramiento loriará el poder ejecutivo con apro-
r e g l a m e n t o s d e l e y e s ( n u m e r a l 10); r e g l a m e n t o s i n d e p e n d i e ^ bación del Senado. Si éste no conviniere en el nombramiento
o autónomos ( n u m e r a l 2 0 ) ; a c t o s de i n f o r m a c i ó n y mensajes a- puede repetir su instancia apoyándola mejor. La resolución del
la Asamblea N a c i o n a l ( n u m e r a l 17 del a r t í c u l o 236 y artículo 2 Senado en este caso es decisiva".), de acuerdo a lo cual la auto-
C B ) ; y el acto e s p e c i a l de f o r m u l a c i ó n y e j e c u c i ó n del Plan K rización senatorial constituía una condición sine qua non para
cional de D e s a r r o l l o , p r e v i a a p r o b a c i ó n de la A s a m b l e a Nac el a s c e n s o de los oficiales a partir del g r a d o señalado.
nal (numeral 18).
c) El n o m b r a m i e n t o y remoción de funcionarios públicos tie-
Las a t r i b u c i o n e s s e ñ a l a d a s en l o s n u m e r a l e s 7, 8, 9, 10, f ne un matiz diferente en el nuevo texto fundamental r e s p e c t o a
13, 14, 18, 20, 21 y 22, a d e m á s de las q u e le atribuya la ley, dé la Constitución de 1961, pues mientras de acuerdo con ésta (el ar-
ejercerlas el P r e s i d e n t e en C o n s e j o de M i n i s t r o s (artículo 23 tículo 190, numeral 18, de la Constitución de 1961 reza: "Nom-
p r i m e r aparte, C B ) . A s i m i s m o , l a C o n s t i t u c i ó n d i s p o n e q u e c o brar y remover, de conformidad con la ley, los funcionarios y em-
excepción de los actos de n o m b r a m i e n t o y r e m o c i ó n del Vicepre pleados nacionales cuya designación no esté atribuida a otra au-
sidente Ejecutivo y los M i n i s t r o s ( a r t í c u l o 2 3 6 , n u m e r a l 3, CB toridad"), el Presidente tenía un abanico amplio de d e s i g n a c i ó n
y de dirección de las F u e r z a A r m a d a en su c a r á c t e r de C o m á | directa de funcionarios, nuestra vigente Lex Superior restringe
dante en Jefe ( a r t í c u l o 2 3 6 , n u m e r a l 5, C B ) , sus actos deben si dicha facultad a los funcionarios cuya designación e x p r e s a m e n t e
refrendados p a r a s u v a l i d e z p o r e l V i c e p r e s i d e n t e Ejecutivo y j le atribuyen la Constitución y la ley (vid. artículo 236, n u m e r a l
Ministro respectivo. 16, C B ) .

D e n t r o de las o r i g i n a l i d a d e s de la C o n s t i t u c i ó n bolivarian d) El nuevo texto fundamental tiene un enfoque distinto de


en materia de a t r i b u c i o n e s p r e s i d e n c i a l e s c a b e destacar: la relación Gobierno-Administración Pública respecto al texto de
a) En la n u e v a C o n s t i t u c i ó n q u e d a n í t i d a m e n t e expresada 1961 y la tradición constitucional venezolana, pues a partir de
ahora la fijación del n ú m e r o , organización y competencia de los
delegación l e g i s l a t i v a y la c o r r e s p o n d i e n t e atribución presiden
ministerios y otros organismos de la Administración Pública na-
cial de dictar d e c r e t o s con fuerza de ley (vid. supra), a difere
cional (así c o m o la organización y funcionamiento del C o n s e j o
cia de la C o n s t i t u c i ó n de 1 9 6 1 .
de Ministros), es una atribución del Presidente de la R e p ú b l i c a ,
b) La C o n s t i t u c i ó n r e s e r v a e x p r e s a y e x c l u s i v a m e n t e e n | | que se ejerce dentro de los principios y lincamientos señalados por
Presidente de la R e p ú b l i c a la a t r i b u c i ó n de p r o m o v e r los asee.' la correspondiente ley orgánica (artículo 236, numeral 20, CB).
sos de los oficiales de la F u e r z a A r m a d a , a partir del grado En efecto, anteriormente dicha materia era objeto e x c l u s i v o de
coronel o capitán de navio (artículo 2 3 6 , n u m e r a l 6, C B ) , a dif regulación de la ley orgánica, dentro de cuyas estipulaciones se
rencia de la C o n s t i t u c i ó n de 1 9 6 1 , que r e c o g í a una tradición | regía la actuación del G o b i e r n o y la Administración Pública.
rancio a b o l e n g o , que se r e m o n t a al c o n s t i t u c i o n a l i s m o boliv.
riano (así, la Constitución Política de Venezuela de 1819, sancicf Al contrario de quienes critican esta nueva atribución presi-
nada por el C o n g r e s o , en A n g o s t u r a , el 11 de agosto de 1819, e" dencial, alegando un exceso de arbitrio decisional en m a n o s del
tinulaba en el artículo 3 ° , de la s e c c i ó n tercera del título 7 , coj o jefe del Estado venezolano, defiendo su pertinencia, en la condi-
ción de ser uno de sus p r o p o n e n t e s (vid. e! informe de la Ccrni
sión del Poder Ejecutivo de la A N C ) , por las siguientes r a z o n e s :
92. BREWER-CARIAS, Alian. La Constitución de 1999, Editorial Arte, C primero, recogemos una novísima tendencia de la administración
cas, 2000, pp. 122 y 123. gerencial (que ya c o m i e n z a a imponerse en el constitucionalismo
162 EL PODER EJECUTIVO NACIONAL DERECHO CONSTITUCIONAL 163

contemporáneo), de acuerdo a la cual la rigidez y la perspectiva tesis que no contó con fuerte apoyo en el debate de estos últi-
excesivamente uniforme de la organización del Estado, que privi- m o s años; aprobar la propuesta de la C O P R E , consistente en un
legia el paradigma burocrático de la Administración Pública, tien- Primer Ministro Ejecutivo, colaborador inmediato del Presiden-
de hoy a superarse por un paradigma más abierto y flexible, como te, responsable política y solidariamente con el resto de los Mi-
es el que impregna el enfoque gerencial; y segundo, la conveniente nistros, ante el P a r l a m e n t o ; o mantener el sistema presidencia-
participación de la institución parlamentaria, encuentra asidero ea lista de la Constitución de 1961, fortaleciendo la oficina del Pre-
esta materia, dada la fijación de principios y lineamientos que co-j sidente, y estableciendo la consulta popular como mecanismo de
rresponde coAcretar a la correspondiente ley dictada por la Asam-1 resolución de conflictos extremos con el P a r l a m e n t o . 95

b l e a N a c i o n a l , que en función de las e x i g e n c i a s a cubrirse, la'j


En lo fundamental, el constituyente de 1999 acogió la propues-
Constitución califica directamente de orgánica.
ta m a d u r a d a en el seno de la C O P R E , con algunas particularida-
d e s , c o m o la eliminación de la responsabilidad solidaria con el
resto de los Ministros y su consecuencia, en virtud de un voto
EL VICEPRESIDENTE EJECUTIVO de censura del Parlamento, del cese de funciones de todos los Mi-
nistros y la reorganización del gabinete ejecutivo. No perdió, sin
La d e n o m i n a c i ó n del Vicepresidente Ejecutivo obedeció por par* e m b a r g o , el diseño definitivo de la figura, el elemento político
te del constituyente a la concepción de una suerte de fórmula equíJ esencial del Vicepresidente Ejecutivo concebido como una suerte
distante del Vicepresidente elegido, de la mayoría de los siste :
de "fusible", que con su destitución o remoción, así como la even-
mas presidencialistas y del Primer M i n i s t r o , c o m o jefe de Gó tual reorganización del gabinete por decisión presidencial, con-
bierno de los sistemas parlamentarios. C o m o analizamos supra tribuyen a la resolución de las crisis políticas, y de manera espe-
el sistema de gobierno venezolano sigue siendo presidencialistl cial las sucedidas entre el Gobierno y el Parlamento.
aunque sin duda un presidencialismo con peculiaridades, no sol
En definitiva, los rasgos que perfilan al Vicepresidente Eje-
por la sujeción parlamentaria, sino también por la creación
cutivo, de acuerdo con la Constitución bolivariana son los si-
la n o v e d o s a institución del Vicepresidente Ejecutivo. guientes:
La institución surge en Venezuela c o m o colofón de un debí
a) Es un funcionario de libre n o m b r a m i e n t o y remoción por
abierto en el país por lo menos desde el año de 1989 (aunque"» parte del Presidente de la República.
a n t e c e d e n t e s en el planteamiento en pro del Primer Ministro n
parte de J ó v i t o Villalba a inicios de la década de los s e s e n t í b) D e b e reunir las m i s m a s condiciones de elegibilidad del
y que t u v o en las formulaciones elaboradas en el seno de la Presidente, con la particularidad, muy sana por cierto, de que no
misión Presidencial para la Reforma del Estado, C O P R E (19 p u e d e tener ningún parentesco de consanguinidad ni de afinidad
una p e r m a n e n t e fuente de discusión. El meollo de la cuestión con éste.
94
taba en la resolución de la e n c r u c i j a d a : ir a un sistema sé?
c) C o m o los Ministros, el Vicepresidente Ejecutivo es órga-
presidencialista, con un Primer Ministro como jefe de Gobie no directo del Presidente, pero también colaborador inmediato,
gracias a lo cual éste lo involucra de manera especial en el desem-
peño de sus actividades gubernamentales. Esta cualidad de colabo-
93. cfr. AYALA CORAO, Carlos. "El régimen presidencial en Venezuela
rador inmediato del Presidente, que no tienen los Ministros, dota
plantMWwentos para ai teforma;', en VV.AA., Reformas al presidencia^
en América Latina: ¿presidencialismo v s . parlamentarismo.'7 Cuuji
al Vicenresidente Ejecutivo de una jerarquía superior a éstos.
Andina de Juristas - Editorial Jurídica Venezolana, Caracas, 1993, pp. 14
94. cfr. COMBELLAS, Ricardo. Una constitución para el futuro, Edito
ñapo, Caracas, 1994, pp. 61 y ss. 95. cfr. AYALA CORAO, Carlos. Ob. cit., pp. 20 y ss.
164 EL PODER EJECUTIVO NACIONAL DERECHO CONSTITUCIONAL 165

d) El V i c e p r e s i d e n t e Ejecutivo es responsable políticamen-i ahora al Vicepresidente Ejecutivo, quien n o m b r a y remueve, de


te ante la A s a m b l e a Nacional. Su censura por una mayoría califa conformidad con la ley, los funcionarios n a c i o n a l e s c u y a desig-
cada de ésta (vid. supra), acarrea su destitución. nación no esté atribuida a otra autoridad.
o
e) El V i c e p r e s i d e n t e Ejecutivo suple las faltas absolutas f 7 . A d e m á s , la Constitución faculta e x p r e s a m e n t e al Presi-
temporales del P r e s i d e n t e en las condiciones establecidas por la dente a delegar el ejercicio de las atribuciones que le pertene-
Constitución (artículos 2 3 3 y 2 3 4 CB). cen y así decida, al Vicepresidente Ejecutivo. La pregunta que
surge se refiere a la naturaleza de algunas a t r i b u c i o n e s que po-
f) Refrenda para su validez, j u n t o al Ministro respectivo, los*
drían calificarse c o m o i n d e l e g a b l e s so p e n a de q u e b r a n t a r las
actos del p r e s i d e n t e (artículo 2 3 6 , último párrafo).
bases de la institución presidencial. A mi entender, el Vicepresi-
g) Las atribuciones constitucionales del Vicepresidente Eje-.^ dente p u e d e colaborar estrechamente, pero en ningún caso susti-
cutivo son reveladoras del perfil específico de esta novedosa ins- tuir al P r e s i d e n t e en funciones, en el ejercicio de las siguientes
titución del sistema de g o b i e r n o venezolano. Ellas son (vid. ar-* atribuciones: la dirección de la acción del G o b i e r n o ; el nombra-
tículo 2 3 9 C B ) : m i e n t o y r e m o c i ó n de los Ministros; la dirección de las relacio-
o
I . C o l a b o r a con el Presidente en la dirección de la acción^ nes exteriores, la dirección de la Fuerza A r m a d a Nacional en su
del g o b i e r n o . Esa colaboración es inmediata, a u n q u e su efecti- carácter de C o m a n d a n t e en Jefe; la declaratoria de los estados
va concreción no se puede predeterminar en la Constitución pues de excepción; la concesión de indultos; la disolución de la Asam-
depende del estilo del Presidente, de las cualidades del Vicepresi- blea N a c i o n a l ; y la convocatoria de referendos en los casos pre-
dente Ejecutivo, y en definitiva de la dinámica del proceso guber-'f vistos en la Constitución.
namental.

2°. C o o r d i n a la A d m i n i s t r a c i ó n Pública nacional, de confor-J


LOS M I N I S T R O S Y E L C O N S E J O D E M I N I S T R O S
midad con las instrucciones del Presidente. Es una típica función
de d e s c o n c e n t r a c i ó n g u b e r n a m e n t a l de las amplias atribuciones
presidenciales. Los M i n i s t r o s son funcionarios de libre n o m b r a m i e n t o y remo-
o ción del Presidente. Colaboran directamente con el Presidente en
3 . En ese m i s m o orden de desconcentración de las funcio-J
el ejercicio de las funciones g u b e r n a m e n t a l e s y tienen precisas
nes p r e s i d e n c i a l e s , el Vicepresidente Ejecutivo p u e d e presidir,;'
previa autorización del Presidente, el Consejo de Ministros. Estaj atribuciones en la jefatura de sus respectivos despachos. De algu-
atribución es reveladora de la jerarquía superior del Vicepresi-j na m a n e r a , la metáfora de la orquesta ayuda a entender el orden
dente Ejecutivo respecto a los Ministros. ministerial y sus relaciones con el Presidente: Este lleva la batu-
ta, c o m o director de la orquesta, con una importante responsabi-
o
4 . T a m b i é n constituye una expresión d e l a j e r a r q u í a s u p e - lidad en la m a r c h a a r m o n i o s a del conjunto, para lo cual cuenta
rior del V i c e p r e s i d e n t e Ejecutivo, la atribución de proposición con la ayuda del Vicepresidente Ejecutivo. L o s M i n i s t r o s gozan
al Presidente del n o m b r a m i e n t o y remoción de los M i n i s t r o s . * de a u t o n o m í a en el manejo de su instrumento (el d e s p a c h o a su
o
5 . El Vicepresidente Ejecutivo preside el Consejo F e d e r a l cargo), y c o n t r i b u y e n con su trabajo individual y colectivo (su
de G o b i e r n o , m á x i m a instancia (vid. supra) de planificación y participación en gabinetes sectoriales y en el Consejo de Minis-
coordinación de la política nacional de d e s c e n t r a l i z a c i ó n . tros) al eficaz d e s e m p e ñ o de la orquesta (el g o b i e r n o ) .

6 ° . A efectos de descargar al Presidente de la R e p ú b l i c a de Los Ministros deben ser venezolanos (no necesariamente ve-
la pesada carga de n o m b r a m i e n t o de funcionarios, lo cual tradi- nezolanos por n a c i m i e n t o , con las e x c e p c i o n e s establecida por
c i o n a l m e n t e se delega en los Ministros, tal atribución c o m p e t e la C o n s t i t u c i ó n ) , y mayores de veinticinco años (con lo cual se
EL PODER EJECUTIVO NACIONAL DERECHO CONSTITUCIONAL 167

rebajó la edad m í n i m a de treinta años establecida por la Consti- //. Por los actos del Presidente de la República que autoricen
tución d e r o g a d a ) . con su firma; y III. Por las decisiones tomadas en Consejo de
96
Ministros".
Los e l e m e n t o s fundamentales de la regulación constitucio-
nal de los M i n i s t r o s , siguiendo la autorizada exposición de An- e) La sujeción p a r l a m e n t a r i a del s i s t e m a p r e s i d e n c i a l i s t a
dueza (1989), respecto a la Constitución de 1961, con las innova- v e n e z o l a n o d e t e r m i n a una fluidez de relaciones (vid. supra) de
ciones de la C o n s t i t u c i ó n bolivariana, son: los Ministros con la A s a m b l e a Nacional: interpelaciones, infor-
m a c i o n e s , participación en los debates parlamentarios, amén de
a) Los Ministros son órganos directos del Presidente. El Pre-
su responsabilidad política ante la Asamblea Nacional, que puede
sidente actúa con los Ministros en el ejercicio de sus atribucio-
implicar su censura y remoción.
nes, con las únicas excepciones de sus propios nombramientos'
y r e m o c i o n e s , y la dirección de la Fuerza Armada. La expresión' f) La incorporación al texto fundamental de la figura del Vice-
de ese carácter es la institución del refrendo ministerial, firma p r e s i d e n t e Ejecutivo introduce un elemento n o v e d o s o en el or-
que condiciona, j u n t o con la del Vicepresidente Ejecutivo, la va- den de las relaciones entre los más altos funcionarios del Gobier-
lidez de los actos del Presidente. no: Presidente, Vicepresidente Ejecutivo y Ministros. Bajo la di-
;
rección del Presidente como jefe del Gobierno, los Ministros tie-
b) Son m i e m b r o s del Consejo de Ministros, en cuya condi-
nen un deber de colaboración con el Vicepresidente Ejecutivo en
ción participan en la formulación de las políticas gubernamenta-
las tareas atinentes a sus elevadas responsabilidades: e.g. coordi-
les. Son s o l i d a r i a m e n t e r e s p o n s a b l e s de sus d e c i s i o n e s , salvu
nación de la Administración Pública nacional, coordinación de
c u a n d o hagan constar su voto adverso o negativo. las relaciones con la Asamblea Nacional y presidencia del Conse-
c) Son los j e f e s de un d e s p a c h o ministerial, por intermedió jo Federal de Gobierno, a lo que se agregan las atribuciones fruto
del cual se d e s p l i e g a n las políticas gubernamentales atinentes a de la delegación presidencial. Dentro de los parámetros de la co-
su especialidad. rrespondiente ley orgánica, compete entonces al Presidente dise-
ñar los mecanismos de coordinación entre el Vicepresidente Eje-
Junto a los Ministros del despacho (aquellos contemplado! cutivo y los Ministros, así c o m o de éstos con él, en su condición
expresamente en el decreto presidencial que fija el número, orgav de jefe de G o b i e r n o .
nización y c o m p e t e n c i a de los ministerios, (vid. numeral 20 de'
artículo 236 C B ) , la Constitución autoriza la libre designaci El Consejo de Ministros es la reunión del Presidente con el
por parte del Presidente, de Ministros de Estado, los cuales, ad^ Vicepresidente Ejecutivo y los Ministros. Presidido por el Presi-
más de participar en el Consejo de Ministros, asesoran al Pre dente, también puede presidirlo el Vicepresidente Ejecutivo, bajo
dente y al V i c e p r e s i d e n t e Ejecutivo en los asuntos que se su autorización. En todo caso, las decisiones del Consejo de M i -
asignen. En otras p a l a b r a s , el Presidente maneja de acuerdo co nistros ú n i c a m e n t e cobran validez cuando son ratificados por el
la Constitución, con discrecionalidad, la determinación de las t P r e s i d e n t e . Tratándose de un órgano colegiado, en él se delibe-
reas a realizar por los Ministros de Estado, así como el orden ra y d e c i d e n n u m e r o s o s y relevantes actos, de diversa naturale-
sus relaciones con los otros Ministros. za, que conforman la mayoría de las atribuciones del Presidente
(artículo 236 CB).
d) Los Ministros son individualmente responsables, tanto
vil, política, administrativa como penalmente de sus actos, in Se ha debatido en la doctrina venezolana (vid. Andueza, 1989),
p e n d i e n t e m e n t e de 1?. r e s p n n s a h i l i d a d solidaria que acarrea el tema de la naturaleza j u r í d i c a de las deliberaciones del Con-
condición de m i e m b r o s del Consejo de Ministros. Esa respon
bilidad se p u e d e originar: "/. Por los actos que ejecuten u or¡
96. ANDUEZA, José Guillermo. La función constitucional de los ministros,
nen efectuar como jefes del despacho ministerial a su carg Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, 1989, pp. 18 y ss.
168 EL PODER EJECUTIVO NACIONAL DERECHO CONSTITUCIONAL 169

sejo de M i n i s t r o s . E s t o y de acuerdo con dicho autor cuando sos- dirige, el P r o c u r a d o r General de la República, con la autoriza-
tiene q u e el C o n s e j o de Ministros es u n a institución de contro ción de la A s a m b l e a Nacional. Debe reunir el alto funcionario las
del P r e s i d e n t e de la R e p ú b l i c a , en la m e d i d a en q u e numeroso! mismas condiciones (exigente por lo demás, vid. infra), requeridas
a c t o s d e l E j e c u t i v o N a c i o n a l r e q u i e r e n de la aprobación del para ser m a g i s t r a d o del Tribunal Supremo de Justicia. La estre-
C o n s e j o de M i n i s t r o s . Tiene el P r e s i d e n t e la decisión (la prime! cha relación del alto funcionario con el Presidente se revela di-
ra y ú l t i m a d e c i s i ó n ^ , p e r o esa decisión n e c e s i t a del acuerdo de rectamente en la Constitución, al conferirle la responsabilidad
V i c e p r e s i d e n t e E j e c u t i v o y de los M i n i s t r o s reunidos en Conse de asistir, con d e r e c h o a voz, a las reuniones del Consejo de M i -
jo de Ministros. nistros.
En r e l a c i ó n c o n la efectividad del C o n s e j o de Ministros e"
La Constitución establece las funciones principales de la ins-
tanto ó r g a n o de alta política deliberativa y decisional, ha sur-
titución: asesorar, defender y representar judicial y extrajudicial-
do la p r e o c u p a c i ó n en los último años en torno a su rutinizací
mente los intereses patrimoniales de la República, a lo cual se
d a d a su c o n v e r s i ó n en un ente burocrático recargado de materia"
agregó una interesante tarea, como lo es la obligación de ser con-
administrativas s e c u n d a r i a s , que debe decidir de acuerdo a la if
9 7
sultada para la a p r o b a c i ó n de los contratos de interés p ú b l i c o
A s í lo a p u n t a A n d u e z a : "En vez de reservar a la deliberací
nacional, conveniente medida de salvaguarda, en sus implicacio-
del Consejo de Ministros los asuntos políticos y los de alta admi
nes j u r í d i c a s , de los intereses en j u e g o de la nación. Por lo de-
nistración, se le extiende la competencia a actos de mero trámii
más, la C o n s t i t u c i ó n remite a la ley orgánica la d e t e r m i n a c i ó n
o de importancia subalterna". A f o r t u n a d a m e n t e , la novedoü
de su organización, c o m p e t e n c i a y funcionamiento.
p r e s c r i p c i ó n c o n s t i t u c i o n a l que dota al Presidente de autonom
y flexibilidad en la organización del Consejo de Ministros (nunj El Consejo de Estado es una novedosa institución incorpo-
ral 20 del a r t í c u l o 2 3 6 C B ) , en función de idear criterios insti rada a la Constitución bolivariana. L a m e n t a b l e m e n t e , las caren-
c i o n a l e s y o r g a n i z a t i v o s m o d e r n o s q u e c o a d y u v e n en el mej cias de un riguroso y adecuado perfil de la institución, principal-
98
r a m i e n t o de su c a p a c i d a d de g o b e r n a r , p o d r e m o s fortalecer' mente en el orden de sus r e l a c i o n e s con otros ó r g a n o s del Esta-
el P r e s i d e n t e , c o m o señala Sulbrandt, el ejercicio de un man do, j u n t o a la i n c o m p r e n s i ó n de su finalidad en el debate consti-
efectivo, t é c n i c a m e n t e correcto y p o l í t i c a m e n t e d e m o c r á t k tuyente (vid. Diario de Debates de la ANC), terminaron generan-
do un órgano desdibujado, para decir lo menos, en el texto consti-
tucional. Hildegard Rondón de Sansó (en artículo de opinión, "El
LA PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA Consejo de E s t a d o " , publicado en el diario El Universal el 17-
0 5 - 2 0 0 0 , página 1-4), r e c o g e con propiedad las desventuras de
Y EL CONSEJO DE E S T A D O
la institución. C o m o c o m p a r t o p l e n a m e n t e su a r g u m e n t a c i ó n , y
debido a mi involucramiento directo en los problemas que se ge-
La Procuraduría General de la República es un organismo e neraron con su discusión, prefiero dejar la palabra a la autori-
cializado de la A d m i n i s t r a c i ó n Pública nacional, jerárquicame dad crítica y objetiva de una persona de su valía intelectual, que
d e p e n d i e n t e d e l P r e s i d e n t e , quien d e s i g n a al funcionario qu. no participó en su definición constitucional:

"La atenta lectura del proyecto original, de las actas de la


97. ANDUEZA, José Guillermo. Ob. cit., p. 34.
Asamblea y su resultado final, esto es, de los artículos 251 y 252
98. cfr. SULBRANDT, José. "Presidencia y gobernabilidad en América
.de la Constitución. noj. ravela una verdad dolorosa y es la de
de la presidencia autocrática a la democrática ,~en KéíórmayB«
que, quienes discutían el punto relativo a la creación del Conse-
Revista de CLAD 2, Caracas, 1994; y ÁLVAREZ, Ángel, Julio C.
DEZ y Antonio QUINTÍN. Los desafíos de la institución presiden jo de Estado no sabían que era lo que estaban discutiendo real-
Venezuela, CLAD-UCV, Caracas, 1999. mente.
170 EL PODER EJECUTIVO NACIONAL
DERECHO CONSTITUCIONAL 171

"En efecto, al plantearse el tema, Gómez Grillo con su buen\


presidente ejecutivo. En consecuencia, de nueve miembros, seis
criterio, pidió a la Asamblea Nacional que no se aprobara el
son nombrados libremente por el jefe del Estado.
artículo correspondiente al Consejo de Estado. Varios constituí
yentes manifestaron sus opiniones al respecto, la mayoría de loi "Conformado así, no tiene viabilidad el propósito del Conse-
cuales fueron^ favorables a su mantenimiento. jo de Estado que algunos asomaron, de constituir un centro de
confrontación entre los diferentes intereses que operan en el Es-
"Quizá la más cuerda de todas las intervenciones fue la dh
tado en materias de importancia vital para el mismo.
Pedro Ortega Díaz, quien en la última fase del debate observ
que no se estaba discutiendo sobre un asunto homogéneo. E. "De las distintas intervenciones que constan en las actas
efecto, el Consejo de Estado fue visto por algunos como un co constituyentes, se puede apreciar que nuestros asambleístas -in-
sejo de gobierno y por eso -no sin razón- se recordó elfracas dependientemente de su cultura general, de su capacidad de
de experiencias anteriores, tal como la de Castro cuando cre% apreciar la importancia del tema- fallaron en el caso presente,
un ente homónimo para colocar a los caudillos liberales ama% al no entender a cabalidad el objeto de la discusión. Es decir,
rillos, ejemplo más tarde seguido por Gómez confines nepóticosh que tenemos una institución constitucional aprobada con prisa,
Otros pensaban en un Consejo de Estado al estilo del creado pojí, sin que los integrantes del cuerpo que debatió su figura se die-
el Libertador en 1817, que fuera adoptado por varias constituí ran realmente cuenta de lo que estaban creando".
ciones colombianas. Algunos consideraban que se trataba de uVÍP
Consejo de Estado al estilo francés, creador del contencioso ad~
ministrativo y, como tal, lo defendieron con ardor. No faltó en
tre los que intervinieron en la discusión quienes aludieron
Consejo de Estado como un órgano de consulta constitución!!*
ni los que los calificaron como una vía para resolver los conflicfM
tos entre autoridades territoriales. Otros, lo vieron como el m e M
dio para la fijación de altas políticas públicas.

"Reveladora de la indefinición del Consejo de Estado, es.l%^


precaria exposición de motivos sobre el tema, que estima que lalsm
experiencias del Consejo de Estado constituyen una "pautam
la profesionalización del ejercicio del poder público" (sic)W

"El triste resultado contenido en los artículos 251 y 2 5 2 Í


que el Consejo de Estado tiene como única competencia elafá
der al requerimiento del presidente de la República de gtflpi
recomienden políticas de interés nacional en los asuntos que és
califique como de especial trascendencia. Es decir, que es el
sultante quien califica la importancia de las materias.

"La estructura prevista revela en el órgano creado una


pendencia total del crifprin presidencial, conformado corno
está por cinco personas que el Presidente designa; uno paB
Asamblea Nacional; uno por el Tribunal Supremo y un goü
nador elegido por los mandatarios regionales. Lo preside el v|
172 EL PODER EJECUTIVO NACIONAL

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
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ÁLVAREZ, Ángel, Julio C. FERNÁNDEZ y Antonio QUINTÍN. Los de-
safíos de la institución presidencial en Venezuela. CLAD-UCV. y el sistema de justicia
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modernización del Poder Ejecutivo. Copre. Caracas, 1994.

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NOHLEN, Dieter y Mario FERNÁNDEZ (editores). Presidencialismo vi. La reforma judicial orientada por el objetivo fundamental del for-
parlamentarismo (América Latina). Editorial Nueva Sociedad. talecimiento del Estado de Derecho ha constituido un tema prio-
ritario de la reforma del Estado venezolano, en aras del perfec-
Caracas, 1991.

VV.AA. Reformas al presidencialismo en América Latina: ¿presiden-1


I c i o n a m i e n t o de la función jurisdiccionalal. No peco de e x a g e -
rado si afirmo que fue el motor de la revisión constitucional, por
lo m e n o s desde 1989, cuando por primera vez se asumió la ne-
cialismo vs. parlamentarismo? Comisión Andina de Justicias - Edi- i
cesidad y oportunidad de aggiornar el texto constitucional, para
torial Jurídica Venezolana. Caracas, 1993.
r e s p o n d e r a este formidable reto. Estado de D e r e c h o significa
ante todo protección de los derechos h u m a n o s y creación de un
sistema j u d i c i a l que responda adecuadamente al anhelo ciuda-
d a n o por una justicia accesible y oportuna, sustentada en la in-
d e p e n d e n c i a , probidad e idoneidad de los jueces y m a g i s t r a d o s .

Esta sentida preocupación ante el deterioro vergonzoso en


que había caído el sistema judicial, trajo consigo desde el mis-
mo m o m e n t o de la creación de la Comisión Presidencial para la
Reforma del Estado, C O P R E , el año 1984, que se convirtiera en
99
uno de los ejes de la reforma integral del Estado (vid. C O P R E ) .
Cierto que en un primer m o m e n t o se planteó legítimamente la
necesidad de actualizar en la ley y la organización estructural y

99. COPRE. Fortalecimiento del Estado de Derecho, Publicaciones de la Co-


misión Presidencial para la Reforma del Estado, vol. V, Caracas, 1990; COPRE.
La reforma del Estado. Proyecto de reforma integral del Estado, Publica-
ciones de la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado, vol. I, Cara-
cas, 1988.
PODER JUDICIAL Y EL SISTEMA DE JUSTICIA DERECHO CONSTITUCIONAL 175

funcional del Poder Judicial, los postulados de la Constitució b) La prescripción del concurso de oposición como el único
de 1 9 6 1 , orientada por el principio del Estado democrático y | mecanismo de ingreso y ascenso de los jueces en la carrera judicial.
cial de Derecho, en función de lo cual se sugirieron una serie d
c) El reconocimiento constitucional de una justicia de paz pa-
medidas de aplicación inmediata en el orden de la transforma
ra la mediación de los conflictos interpersonales que requiera so-
ción legislativa y administrativa de la justicia venezolana. PocS
lución.
ni m u c h o menos lo suficiente ante lo vigente del desafío, se avanj
zó en los tres lustros que anteceden la aprobación de la nueva d) El establecimiento de la oralidad en los juicios en que fue-
Constitución; sin embargo, gracias a la fecunda confrontación d| ra aplicable.
\ d e a s y el apoyo técnico de variadas iniciativas, donde a la socie'
1 e) La responsabilidad del Estado en el error judicial o retar-
dad civil organizada le cupo un relevante papel (vid. PNUD), ;,'
do u omisión injustificados, en perjuicio de las personas natura-
fue fructificando un consenso que p u d o fundamentalmente con
les o j u r í d i c a s .
cretarse en las definiciones de la A N C y el n o v e d o s o programa!
constitucional. f) El establecimiento de una jurisdicción especial que con-
t e m p l e el régimen disciplinario de los j u e c e s .
Mientras, en dicho corto período de tiempo (15 años), se sü|
cedieron algunos avances de indiscutible valor, entre los que caf g) La fijación constitucional de requisitos y condiciones que
be mencionar de manera especial la aprobación del avanzado Có- deben reunir los candidatos a magistrados de la Corte Suprema
digo O r g á n i c o Procesal Penal el año 1998, s e g u r a m e n t e u n a r e | de Justicia.
forma de calado profundo y a n c h u r o s o espectro de implicación
h) Se p r o p o n e establecer, por mandato expreso de la Consti-
nes positivas para el fortalecimiento del Estado de Derecho enj
tución, una sala constitucional, modificando el carácter faculta-
el país. El consenso básico sobre la reforma judicial en la revi?
tivo de la creación de la sala federal. A dicha nueva sala se le de-
sión de la Constitución, se fue tejiendo desde principios de los
ben conferir las atribuciones vinculadas a la revisión de las de-
n o v e n t a (vid. los aportes de la C o m i s i ó n Caldera en este puní
01 cisiones j u d i c i a l e s relacionadas con el amparo de los derechos
t o ) , ' y fructificó en el debate constituyente p r o p i a m e n t e dicho?
constitucionales, al control de la constitucionalidad de los actos
el año 1999. Muestra de tal c o n s e n s o , lo constituyeron las ideas
1 0 2 estatales, y a las controversias que surgen entre la República, los
contenidas en el balance y legado de la C O P R E ; que aquí val-
E s t a d o s y los M u n i c i p i o s .
la p e n a estampar:

a) La prescripción de la i n d e p e n d e n c i a y autonomía de 1| i) La contribución más original para modificar el sistema j u -


j u e c e s , garantizada gracias a la expresa incompatibilidad del ejer dicial v e n e z o l a n o , lo constituye la creación de la Alta Comisión
cicio de las funciones judiciales con actividades políticas, gre- de Justicia, de integración plural, con participación de institucio-
miales y sindicales, entre las cuales se incluyen la de no pertenéj nes j u r í d i c a s , d o c e n t e s , p r o f e s i o n a l e s , a c a d é m i c a s , y de otros
cer a partidos políticos, organismos e m p r e s a r i a l e s y sindicatos'; sectores de la sociedad civil, con amplias facultades de proposi-
ción y destitución de m a g i s t r a d o s y j u e c e s , en base a su libre
convicción.
100. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD. Justicia | Salvo esta última propuesta, que se reveló un tema altamen-
gobernabilidad. Venezuela: una reforma judicial en marcha, PNUD - Edi?
te p o l é m i c o (tanto así que la proposición original del senador vi-
torial Nueva Sociedad, Caracas, 1998.
talicio Rafael Caldera, en su condición de Presidente de la Co-
101. COMBELLAS, Ricardo (coordinador). Venezuela: crisis política y icfo.
constitucional, Univeridad Central de Venezuela, Caracas, 1993.
misión Bicameral de Revisión Constitucional del C o n g r e s o de
102. COPRE. COPRE 1994-1998. Balance y legado, Publicaciones de la Cj la República, no encontró el consenso necesario para ser aproba-
misión Presidencial para la Reforma del Estado, Caracas, 1998, pp. 16- da, ni por la Comisión, ni en el debate constitucional suscitado
1 76 EL PODER JUDICIAL Y EL SISTEMA DE JUSTICIA
DERECHO CONSTITUCIONAL 177

103
en el Parlamento venezolano, el año 1 9 9 2 ) , el conjunto de pro-
pariente pobre de la trilogía de poderes), otorgándole con la crea-
puestas fue ampliamente r e c e p c i o n a d o , además de enriquecido
ción del situado judicial, autonomía financiera, cuantitativamen-
y ampliado por la Constitución de 1999. Pasemos a analizar en-'
te e x p r e s a d a en el texto fundamental: en efecto, el situado j u d i -
tonces sus aspectos más relevantes.
cial consiste en una partida anual variable no m e n o r de dos por
ciento del p r e s u p u e s t o ordinario nacional, el cual no podrá ser
reducido o modificado sin autorización previa de la A s a m b l e a
EL SISTEMA DE JUSTICIA Nacional (artículo 254 CB).

La legitimidad del Sistema de Justicia deriva d i r e c t a m e n t e


La Constitución recoge el concepto de Sistema de Justicia, den*
de los c i u d a d a n o s , no sólo porque es el soporte de la administra-
Ifro del cual incorpora c o m o parte, por supuesto la más relevan-,
ción de j u s t i c i a (artículo 253 C B ) y debe responder al d e r e c h o a
te, el Poder Judicial, integrado por el Tribunal Supremo de Justi-*
la justicia (vid supra), ni tampoco porque la legitimidad constitu-
cia y los demás tribunales que determine la ley, además del M i -
cional que lo contempla es democrática, sino también, una inno-
nisterio Público, los órganos de investigación penal, los auxilia-!
vación de indudable relevancia, por el rol activo q u e dentro del
res y funcionarios de justicia, el sistema penitenciario, los me- ¿
paradigma de la democracia participativa, asume la participación
dios alternativos de justicia, los ciudadanos que participan en la
ciudadana c o m o componente fundamental del sistema de justicia.
a d m i n i s t r a c i ó n de j u s t i c i a y los a b o g a d o s a u t o r i z a d o s para el
ejercicio. El telos del sistema judicial es la justicia, es decir la D e n t r o del Sistema de Justicia es digno también de destacar
procura de la concreción en la existencia real de la vida ciudada la relevancia que el constituyente concede al sistema penitencia-
na del valor fundamental de la justicia. De allí que el modelo de? rio, un valioso aporte del reconocido criminólogo y constituyente
E s t a d o de la Constitución r e c a l q u e el Estado de Justicia (vid- Elio G ó m e z Grillo a la nueva Constitución de la República (vid.
supra). No se agota por tanto la justicia en la función jurisdiccio.? Diario de Debates de la ANC). En efecto, el artículo 232 de la
nal, en términos sencillos, la dilucidación de los conflictos e Constitución bolivariana sienta las bases, establece las corres-
torno a la aplicación de la ley y la interpretación del derechp- pondientes garantías y fija las condiciones vinculantes para el
bajo la égida del orden de valores y principios recepcionados po Estado, de ejecutar una política penitenciaria a la altura del mi-
la Constitución, función que corresponde activar a los tribuna lenio q u e recién c o m i e n z a , bajo el objetivo fundamental del sa-
les, sino que incorpora otros órganos y entidades de la sociedad grado r e s p e t o de los derechos h u m a n o s y la digna reinserción
que contribuyen a la mejor realización de la justicia. social de los internos.

El Sistema de Justicia es un todo, no un resultado aritmétL


co de la suma de sus partes integrantes. G u i a d o por la justicia
LA FUNCIÓN J U R I S D I C C I O N A L
la política judicial requiere el c o n c u r s o , la colaboración y l a c ; '
ordinación de tareas por parte de sus integrantes, a efectos de d
coherencia y eficacia al contenido estatal de ofrecer a los ciú La función jurisdiccional en la Constitución bolivariana nos ofre-
dadanos. ce elementos novedosos y progresivos dignos de considerar. Así:
La Constitución quiso realzar la jerarquía del Sistema de Ju
a) Su legitimidad democrática, al emanar directa y explícita-
ticia (la rama judicial ha sido considerada en Venezuela como lá mente de los c i u d a d a n o s .

b) Su titularidad es exclusiva del Poder Judicial, con lo cual


103. COMBELLAS, Ricardo. Una constitución para el futuro, Editorial P; se despeja cualquier perniciosa duda en torno a la inferencia de
Caracas, 1994. otras esferas de poder sobre la función jurisdiccional.
178 EL PODER JUDICIAL Y EL SISTEMA DE JUSTICIA DERECHO CONSTITUCIONAL 179

c) El mandato constitucional a la ley, consecuencia de la va- no estén reñidos con los principios constitucionales y no sean
loración del Estado de Derecho y de Justicia, de guiarse en su ad- contrarios (es decir que no estén en oposición) a los principios
jetivación procesal por el objeto material de la consecución de la que fundamenten las leyes, ni afecten el orden público (vid. artí-
justicia, y p o r ende, la prescripción constitucional de establecer culo 260 C B ) .
simplificación, uniformidad y eficacia en los trámites, y adoptar^
h) La Constitución no nos autoriza a hablar de un principio
un procedimiento breve, oral y público. El cometido judicial del
rígido de centralización de la jurisdicción, pues abre las puertas,
Estado no puede ser más claro: "no se sacrificará la justicia por
mediante la regulación legal, a la creación y competencias de tri-
la omisión de formalidades no esenciales " (vid. artículo 256 CB).^ bunales y cortes regionales, "a fin de promover la descentraliza-
d) La función jurisdiccional no sólo es exclusiva sino que es r
ción administrativa y jurisdiccional del Poder Judicial (vid. artí-
única, por lo cual no admite la Constitución fueros ni privilegios? culo 269 C B ) .
j u r i s d i c c i o n a l e s . N í t i d a m e n t e la Constitución establece (vid. ar-1
1
i) La jurisdicción constitucional, el "guardián de la Constitu-
tículo 261 C B ) , que la jurisdicción penal militar es parte inte- ción", garantía por excelencia del Estado Constitucional de Dere-
grante del Poder Judicial, y por tanto debe estructurarse dentrrj* cho es de a c u e r d o con la Carta Magna, una función por la que
de los mismos principios y velar por las garantías procesales é— deben velar todos los jueces en su obligación de asegurar la su-
los mismos términos que la justicia ordinaria. Expresamente, ade- p r e m a c í a de la Constitución sobre el resto de las normas j u r í d i -
más, la Constitución señala que la comisión de delitos comunes, cas, pero que encuentra en la sala constitucional del Tribunal Su-
las violaciones de los derechos humanos y los crímenes de lesa p r e m o de Justicia su máxima instancia de decisión y definitivo
humanidad, serán juzgados por los tribunales ordinarios. Por con intérprete (vid. infra).
siguiente, la competencia de los tribunales militares se limita et-
elusivamente a los delitos de naturaleza militar (artículo 261 CB).

La r e m i s i ó n a la ley de la eventual creación de jurisdiccio- EL ESTATUS DEL J U E Z


nes especiales que autoriza la Constitución, en ningún caso pué
de interpretarse como una excepción al principio de la unidad
El j u e z es el centro de la función j u r i s d i c c i o n a l . Todo c a m b i o
jurisdicción.
legal u o r g a n i z a t i v o en este punto muere en la desidia sino se
e) La Constitución expresamente define el ámbito de la com- atiende al j u e z , el hombre o mujer de carne y hueso que desem-
petencia de la j u r i s d i c c i ó n contencioso-administrativa, que có| peña tan delicada tarea. La Constitución apuesta a favor de j u e -
r r e s p o n d e ejercer al Tribunal S u p r e m o de Justicia y a los d e m S ces p r o b o s e i d ó n e o s , en virtud de lo cual establece un conjunto
tribunales que d e t e r m i n e la ley (artículo 259 C B ) . de prescripciones que coadyuven a lograrlo. Ellas son:
-
f) Se constitucionaliza la justicia de paz, cuyas d e c i s i ó n a) La profesionalización del juez. La Constitución prescri-
no tienen valor jurisdiccional, aunque contribuyen eficazmen be a la ley el m a n d a t o de la formación de los abogados que aspi-
a la realización material de la justicia, y se remite a la ley su o ran a la carrera j u d i c i a l , cometido que involucra directamente a
ganización, dejando en claro que los j u e c e s de paz deben ser ele las universidades en la organización de los estudios de especia-
gidos por votación universal, directa y secreta (artículo 258 Cffl lización para la capacitación en la carrera judicial.

g) E x p l í c i t a m e n t e , la Constitución reconoce una modalid b) El ingreso en la carrera judicial tiene un solo m e c a n i s -


de juiivdrcción- especial-, atinente a los p u e b l e s indígenas,.pul) m o : el c o n c u r s o público de oposición, lo que significa que to-
se les autoriza a aplicar en su habitat instancias de justicia dos los c a n d i d a t o s a magistrados y j u e c e s , con la única e x c e p -
base en sus tradiciones ancestrales y que sólo afecten a sus i ción de los magistrados del Tribunal S u p r e m o de Justicia, que
grantes, según sus propias normas y procedimientos, siempre qj¡ tiene su particular metodología de elección (vid. infra), d e b e n
1 80 EL PODER JUDICIAL Y EL SISTEMA DE JUSTICIA
DERECHO CONSTITUCIONAL 181

superar el correspondiente concurso de oposición. Asimism los delitos de cohecho y prevaricación en que incurran en el des-
esta es la única vía de ascenso del j u e z en la c a r r e r a j u d i c i a l / e m p e ñ o de sus funciones.
c) El control popular del juez. La ley debe garantizar la partí g) La incompatibilidad de la función judicial con el ejerci-
cipación c i u d a d a n a en la designación de los j u e c e s . Este princ t
cio de otras actividades públicas o privadas. El estatus de j u e z
p i ó c o a d y u v a a la publicidad y t r a n s p a r e n c i a q u e d e b e guiar l (al igual que los fiscales del M i n i s t e r i o Público y los defenso-
designación de los j u e c e s , tanto en lo que se refiere a las cualid res p ú b l i c o s ) , es i n c o m p a t i b l e con el activismo político (única-
des unidas a la idoneidad c o m o a las c u a l i d a d e s u n i d a s a la pr m e n t e se e x c e p t ú a el ejercicio del voto, derecho inalienable en
bidad. su condición de c i u d a d a n o , que en absoluto es incompatible con
d) La probidad del juez. La ética y la m o r a l p ú b l i c a cons el activismo político), gremial o sindical, amén de que le está ve-
tuyen la piedra angular de la actuación de los funcionarios púb dado realizar actividades p r i v a d a s incompatibles c o n su sagra-
eos, y de m a n e r a particularmente acentuada, en razón de sus d" da función, y no p u e d e ejercer n i n g u n a otra función pública, a
licadas funciones, de los j u e c e s . La historia nos d e m u e s t r a qu e x c e p c i ó n , en t é r m i n o s n e c e s a r i a m e n t e r e s t r i c t i v o s a t i e m p o
c o n v e n c i o n a l , de actividades e d u c a t i v a s .
no se e q u i v o c a b a Bolívar, c u a n d o p r o n u n c i ó estas palabras pr
m o n i t o r i a s de nuestro d e s t i n o n a c i o n a l , en su d i s c u r s o ante El estatuto del j u e z , e x p r e s a d o en estos siete fundamentales
C o n v e n c i ó n de Ocaña el 29 de febrero de 1 8 2 8 : "La corrupció principios, no tiene otro objeto que garantizar los dos principios
de los pueblos nace de la indulgencia de los tribunales y de l centrales que dan sentido al estatus del j u e z y a la r a m a j u d i c i a l
impunidad de los delitos. Mirad, que sin fuerza no hay virtud; en su conjunto, dentro del p o s t u l a d o constitucional de la divi-
04
sin virtud perece la República".' C o n s e c u e n c i a del principio sión de p o d e r e s : la independencia, es decir, la no s u b o r d i n a c i ó n
la p r o b i d a d del j u e z , la A s a m b l e a N a c i o n a l d e b e dictar el Códí del j u e z a m a n d a t o s o influencias de otros, conquista histórica
go de Etica del Juez Venezolano, f u n d a m e n t o del r é g i m e n éti del E s t a d o de D e r e c h o en el e m p e ñ o por deslastrar la función
y disciplinario de los magistrados y j u e c e s . judicial de presiones e influencias extrañas, tanto internas, es de-
cir las provenientes de las otras ramas del Poder Público (el Eje-
e) La inamovilidad del juez. El estatuto del j u e z g a r a n t i z a s
cutivo y el Legislativo), como externas, las asechanzas de los po-
p e r m a n e n c i a en la carrera, independientemente de vaivenes o c
deres fácticos de la sociedad, sea en su dimensión política, so-
p r i c h o s . L o s j u e c e s sólo p u e d e n ser r e m o v i d o s o suspendidos d
cial o e c o n ó m i c a ; y su correlato en la imparcialidad, entendida
sus cargos, m e d i a n t e los p r o c e d i m i e n t o s e x p r e s a m e n t e previ
c o m o el respeto sagrado a la conciencia jurídica del j u e z , que só-
tos en la ley, donde por s u p u e s t o deben s a l v a g u a r d a r s e las g"
lo debe decidir conforme al d e r e c h o y la justicia y no en virtud
rantías procesales establecidas por la C o n s t i t u c i ó n para proteg
de sus preferencias personales.
sus inalienables derechos.
f) La responsabilidad del juez. Los j u e c e s son personalmen
r e s p o n s a b l e s , tanto civil, penal c o m o d i s c i p l i n a r i a m e n t e de su EL TRIBUNAL S U P R E M O DE JUSTICIA
actuaciones. La Constitución recalca e x p r e s a m e n t e su respons
bilidad personal, en los términos que d e t e r m i n e la ley, por erro
retardo u o m i s i o n e s injustificadas, por la i n o b s e r v a n c i a sust El Tribunal S u p r e m o de Justicia, d e n o m i n a c i ó n que sustituye a
cial de las n o r m a s procesales, por d e s i g n a c i ó n , parcialidad y po la Corte S u p r e m a de Justicia, es el m á x i m o tribunal de la Repú-
blica. Si bien explícitamente no lo señala la nueva Constitución,
a diferencia de -la Constitución de 4-961, ne-C/crsíc n i n g u n a duda
de su s u p r e m o estatus, tal c o m o se infiere de la concatenación
104. BOLÍVAR, Simón. Obras completas, Editorial Lex, La Habana, 1950, de la n o r m a t i v a c o n t e n i d a en el capítulo III del título V, con la
p. 796. n o r m a t i v a c o n t e n i d a en el c a p í t u l o I del título VIII. T a m p o c o
EL PODER JUDICIAL Y EL SISTEMA DE JUSTICIA
DERECHO CONSTITUCIONAL 183

1
señala la nueva Constitución, a diferencia también del texto der' tejuicio de mérito, una institución discutida en la medida en que
g a d o , que contra sus decisiones no se oirá ni admitirá recurso al- establece un privilegio a favor de determinados funcionarios, en
g u n o , lo cual a nuestro entender tiene su explicación en la supra! razón de su alta investidura. Cabe, en efecto, señalar en la redac-
constitucionalidad de los derechos h u m a n o s , que autoriza a todáj ción definitiva del numeral 3 del artículo 236 de la Constitución
p e r s o n a que considere m e n o s c a b a d o s sus d e r e c h o s , a r e c u r r i r » lo siguiente: primero, se amplía la categoría de funcionarios pri-
la jurisdicción internacional protectora de los derechos humanos- vilegiados con una irritante inclusión que se abre a toda suerte
en los términos establecidos por la Constitución, c o m o norma su- de especulaciones: "oficiales, generales y almirantes de la Fuerza
prema y fundamento del o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o y en el régime¿ Armada Nacional", independientemente del cargo o responsabili-
de los tratados, pactos y c o n v e n c i o n e s relativos a derechos hu/ dades que o c u p e n , aparte de que la formulación sintáctica de la
;
m a n o s , suscritos y ratificados por Venezuela, que c o m o apunta frase autoriza una interpretación extensiva del supuesto, que evi-
m o s supra tienen j e r a r q u í a c o n s t i t u c i o n a l . dentemente desnaturaliza la razón de ser de la institución; y se-
Tiene, además, nuestro Tribunal S u p r e m o una especial caracl gundo, se modifica la índole de los delitos que debe definitiva-
mente seguir conociendo el Tribunal S u p r e m o , de a c u e r d o con
terística en la consagración de u n a sala con j e r a r q u í a superior
la nueva Constitución los delitos c o m u n e s , cuando la sana lógi-
respecto a las restantes salas del Tribunal, que no es otra que la
ca que da sentido a la institución nos indica que deben ser los
sala constitucional c o m o jurisdicción constitucional, cuyas deci-,
delitos políticos. En r e s u m i d a s cuentas, producto de la imprevi-
siones en su ámbito son vinculantes incluso para las otras salas?
sión y la ligereza, en este punto la Constitución bolivariana cons-
de nuestro máximo tribunal (vid. infra).
tituye un retroceso respecto a lo estipulado por la Constitución
Analizaremos los aspectos más relevantes del Tribunal Supr de 1 9 6 1 .
mo de Justicia estampados en la nueva Constitución:
b) Requisitos y metodología de elección de los magistrados.
a) Composición y atribuciones. El Tribunal S u p r e m o de Jus?
Los mecanismos de selección de los magistrados del Tribunal Su-
ticia funciona en salas, q u e la C o n s t i t u c i ó n identifica direct
p r e m o son exigentes. Para comenzar, los candidatos d e b e n lle-
mente en su articulado: la sala plena, integrada por todos los m
nar tres requisitos: la nacionalidad venezolana por n a c i m i e n t o
gistrados del Tribunal, la sala c o n s t i t u c i o n a l , la sala polític
con carácter de exclusividad; condiciones morales en su compor-
administrativa, la sala electoral, la sala de casación civil, la sal
tamiento social y público, recogidas en la frase " c i u d a d a n o de
de casación penal y la sala de casación social, que compren
reconocida honorabilidad"; y requisitos vinculados a la c o m p e -
tanto la casación agraria, c o m o la laboral y la de m e n o r e s . B
tencia profesional. Los magistrados no deben ser s i m p l e m e n t e
Constitución remite a la ley orgánica del Tribunal el número
abogados sino juristas, con trayectoria reconocida en c u a l q u i e -
m a g i s t r a d o s , así c o m o su distribución en cada una de las salas!
ra de las siguientes tres vertientes:
sus respectivas competencias. Sin embargo, al establecer las a*
buciones del Tribunal, e x p r e s a m e n t e señala cuales correspon 1°. Juristas procedentes del ejercicio de la abogacía, indepen-
ejercer a la sala plena, a la sala constitucional y a la sala poli d i e n t e m e n t e de la versatilidad consustancial al ejercicio de la
co-administrativa, sin m e n o s c a b o de otras a t r i b u c i o n e s que I profesión de abogado, siempre q u e se les reconozca c o m p e t e n -
asigne la ley (vid. artículo 266 C B ) . El resto de las atribución cia, gocen de buena reputación (llenen los estándares del códi-
no reservadas a dichas salas, serán ejercidas por las diversas sal go de ética del abogado), el ejercicio de la abogacía se p r o l o n g u e
en la forma que determine la ley. durante un mínimo de quince años, y posean un título universita-
rio-de posgrado en materia jurídica. M o t i v a d o a que uu distin-
En lo referente a las atribuciones del alto tribunal se reiter gue la Constitución la calidad del título de posgrado, e n t e n d e -
la tradición constitucional con dos sobresalientes excepcione¡ mos que debe ser un título reconocido c o m o de posgrado por la
la j u r i s d i c c i ó n constitucional (que analizaremos infra) y el aj legislación universitaria vigente en el país.
1 84 EL PODER JUDICIAL Y EL SISTEMA DE JUSTICIA DERECHO CONSTITUCIONAL 185

2°. Juristas provenientes de la carrera universitaria, es de bilidades consiguientes a las tentaciones reeleccionistas. Los ma-
profesores universitarios en ciencia j u r í d i c a con un mínimo d gistrados gozan de estabilidad, pudiendo sólo ser removidos bajo
quince años de experiencia en la docencia y/o investigación,~ :
condiciones exigentes que protegen su inamovilidad: una m a y o -
tener la categoría de profesor titular, a tenor de lo que dispon ría calificada de las dos terceras partes de los integrantes de la
la legislación universitaria. Asamblea Nacional, previa audiencia concedida al interesado, en
o
caso dé faltas graves ya calificadas por el Poder C i u d a d a n o en
3 . Tener la c o n d i c i ó n de j u e c e s superiores, en la especialil
los términos que establezca la ley. En otras p a l a b r a s , se quiere
dad correspondiente a la sala para la cual se postularon, con ujj
proteger al magistrado de los vaivenes políticos y sus mayorías
m í n i m o de quince años en el ejercicio de la carrera judicial,"^
circunstanciales. La concurrencia de dos poderes del Estado para
r e c o n o c i d o prestigio en el d e s e m p e ñ o de sus funciones.
autorizar su remoción constituye su mejor garantía de protección.
La ley podría establecer adicionales r e q u i s i t o s a los consti
Por último, es de apuntar con énfasis el rol de la sociedad
t u c i o n a l m e n t e establecidos (vid. artículo 2 6 3 C B ) .
civil en la elección de los m a g i s t r a d o s del Tribunal S u p r e m o ,
No fija la Constitución una adscripción estricta en lo que sé' expresión de la democracia participativa que i m p u g n a el texto
refiere a la vertiente curricular de donde p r o c e d e n los candida*! constitucional, y baluarte de la legitimidad d e m o c r á t i c a de la
tos, a u n q u e debe estimarse en el m o m e n t o de su selección el de- nueva justicia venezolana.
siderátum constitucional en pro de una i n t e g r a c i ó n equilibrada
En suma, el complejo método de selección de sus magistra-
del tribunal que atienda una variedad de p r o c e d e n c i a s , dond
dos tiene como meta un Tribunal S u p r e m o i n d e p e n d i e n t e y au-
converjan jueces de carrera, profesores universitarios y abogado
tónomo, que aliente la asunción de su decisivo rol en pro del
en ejercicio libre (no necesariamente de estrado) de la profesión
adecentamiento y la jerarquía que merece la rama j u d i c i a l .
L l e n a d o s estos r e q u i s i t o s b á s i c o s , los c a n d i d a t o s podr
postularse por iniciativa propia o por o r g a n i z a c i o n e s vinculad
con la actividad jurídica, ante el Comité de Postulaciones Jud EL G O B I E R N O , LA A D M I N I S T R A C I Ó N
cíales que revisará sus credenciales, de acuerdo al procedimiento* Y EL R É G I M E N DISCIPLINARIO DEL PODER JUDICIAL
que establezca la ley. Dicho C o m i t é es un ó r g a n o asesor del P
der Judicial para la selección de los candidatos. Es integrado p
representantes de los distintos sectores de la sociedad (por lo cu El constituyente eliminó el Consejo de la Judicatura, institución
al sector público le está vedada su participación en el Comité creada por el constituyente de 1961 "con el objeto de asegurar
en los términos que establezca la ley. O í d a la opinión de la c la independencia, eficacia, disciplina y decoro de los Tribuna-
munidad, el Comité efectúa una primera p r e s e l e c c i ó n , y preses les y de garantizar a los jueces los beneficios de la carrera ju-
tara sus candidatos al Poder C i u d a d a n o , q u e hará una segund dicial" (vid. artículo 217 de la Constitución de 1961). Tristemen-
preselección para su definitiva selección por parte de la As te no se c u m p l i e r o n los loables p r o p ó s i t o s de sus i m p u l s o r e s :
blea Nacional. irónicamente el Poder Judicial perdió bajo su égida la poca in-
dependencia que tenía, no resultó eficaz, fue en sí m i s m o un ente
En todo caso, la ley orgánica determinará el procedimiento sin fortaleza para asegurar la disciplina de los j u e c e s , y el deco-
elección de los magistrados del Tribunal S u p r e m o , de acuerdo a ro no fue precisamente lo que brilló bajo su vigencia. Es dolo-
los lincamientos fundamentales establecidos por la Constitución; roso decirlo: la.imagen de l o s j u e c e s s e d e t e r i o r ó n u n c a s e r e s -
Los magistrados del Tribunal S u p r e m o de Justicia son ele- tableció. Seguramente el error fue de principio c u a n d o se inau-
gidos por un único período de doce años, período suficiente parí guró el año 1969: no se inscribió su creación y desarrollo den-
desarrollar una fecunda labor, evitándose así las presiones y de : :
tro de la carrera judicial.
1 86 EL PODER JUDICIAL Y EL SISTEMA DE JUSTICIA
DERECHO CONSTITUCIONAL 187

La C o n s t i t u c i ó n b o l i v a r i a n a i n t r o d u c e un n u e v o enfoqi
signación a los colegios electorales j u d i c i a l e s , órganos cuya in-
unifica en el Tribunal S u p r e m o de Justicia las funciones que a:
tegración y funciones atinentes a los procedimientos de selec-
tes se habían c o n c e n t r a d o , m u c h a s veces en un sordo conflict*
ción de los j u e c e s , toca definir a la ley, para lo cual en todo caso
entre la Corte S u p r e m a y el C o n s e j o de la Judicatura. Explícita)
deben asesorarse por el antes mencionado Comité de Postulacio-
mente lo prescribe el texto fundamental: "Corresponde al Tribi¿
nes Judiciales. A s i m i s m o , a fin de evitar la tentación de juicios
nal Supremo de Justicia la dirección, el gobierno y la adminif.
sumarios que atenten contra los derechos del juez, los procedi-
tración del Poder Judicial, la inspección y vigilancia de los trt mientos disciplinarios deben realizarse conforme al debido pro-
bunales de la República y de las Defensorios Públicas. Igua ceso, lo cual no contradice la celeridad conveniente en su resolu-
mente, le corresponde la elaboración y ejecución de su propi ción, al prescribir la Lex Superior que deben ser públicos, orales
presupuesto (que deja de ser un coto cerrado del P o d e r Ejecuti y breves, en los términos y condiciones que establezca la ley (vid.
vo) y del presupuesto del Poder Judicial" (vid. artículo 267 CB) artículo 267 CB).
Para que no quede duda s o b r e la voluntad del constituyente d8
garantizar la i n d e p e n d e n c i a de la rama judicial, se consagra s
a u t o n o m í a funcional, financiera y administrativa, bajo la supr
ma dirección de nuestro m á x i m o tribunal (vid. artículo 254 CB

A q u í es de m e n c i o n a r la j e r a r q u í a y estatus que la Constitu


ción concede a los defensores p ú b l i c o s , al consagrar su autono
mía y garantizar los beneficios de la carrera del defensor (v/#
artículo 268 C B ) , c o n s e c u e n t e con su relevancia c o m o subsi
tema del Sistema Judicial.

Toca a la ley desarrollar los postulados constitucionales denu-


de algunas normas fundamentales que definen su marco de diré
ción y administración. Así, se pauta la creación por parte del Trib
nal Supremo de una Dirección Ejecutiva de la Magistratura, qu
como su nombre lo indica, bajo criterios de alta gerencia judicial
se aboque a organizar administrativa y financieramente el siste
ma tribunalicio, en aras de promover su decoro, su solvencia int
lectual y moral, sus capacidades técnicas e informáticas y el dise-
ño, mantenimiento y perfeccionamiento de su infraestructura físic

El régimen disciplinario es objeto de atención prioritaria d


la Constitución, por lo cual se crea una j u r i s d i c c i ó n disciplina
ria j u d i c i a l . Se concibe c o m o un subsistema jurisdiccional espe-
cial bajo la dirección del Tribunal S u p r e m o , quien debe velar po
la inspección y vigilancia de los tribunales, función que descon
centra para garantizar su eficacia, en la Dirección Ejecutiva de
la Magistratura.

La jurisdicción disciplinaria se ejerce por intermedio de jue


ees e s p e c i a l i z a d o s en esta sensible materia, que d e b e n su de
1 88 EL PODER JUDICIAL Y EL SISTEMA DE JUSTICIA

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA

BACHOF, Otto. Jueces y Constitución. Editorial Cévitas. Madrid, 196

FLX-ZAMUDIO, Héctor. Los problemas contemporáneos del Poder J


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dad de la ley. Problemas de legitimidad del Poder Judicial en Vene
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clásica de poderes: el Poder Ciudadano y el Poder Electoral. A m -
bas tienen una inspiración en el ideario y la obra, c o m o h a c e d o r
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de constituciones, de Simón Bolívar, el Libertador. La Exposi-
(España), 1985.
ción de Motivos de la Constitución recoge con tino su sentido:
VV.AA. Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano. 199 "Adaptando a nuestro tiempo las ideas inmortales del Liber-
1996. 1997. 1998. Fundación Konrad Adenauer - CIEDLA. Medel" tador Simón Bolívar, la Constitución rompe con la clásica divi-
sión de los poderes públicos y crea los Poderes Ciudadano y
Electoral. El primero de ellos se inspira, en parte, en el Poder
Moral propuesto por el Libertador en su Proyecto de Constitu-
ción presentado al Congreso de Angostura el 15 de febrero de
1819. El Poder Electoral por su parte, encuentra su inspiración
en el Proyecto de Constitución que el Libertador redactó para
Bolivia en 1826.

"El Libertador concibió el Poder Moral como la institución


que tendría a su cargo la conciencia nacional, velando por la
formación de ciudadanos a fin de que pudiera purificarse "lo
que se haya corrompido en la República; que acuse la ingrati-
tud, el egoísmo, la frialdad del amor a la patria, el ocio, la negli-
gencia de I ' C J ciuduáunus ". C u n e l l o , Simón Boiívat quería fun-
dar una República con base en un pueblo que a m a r a a la patria,
a las leyes, a los magistrados, p o r q u e "son las nobles pasiones
que deben absorber exclusivamente el alma de un republicano".
DERECHO CONSTITUCIONAL 191
1 90 EL PODER CIUDADANO

"El Poder Moral del Libertador tenía entre sus misionej mo un tema crucial para garantizar la permanencia de la indepen-
velar por la educación de los ciudadanos, en cuyo proceso ¿ dencia, que a n g u s t i o s a m e n t e consideró siempre una obra frágil
bía sembrar el respeto y el amor a la Constitución y a las instit y precaria, si no se lograba establecer sobre la base firme de la
ciones republicanas, sobre la base de que "si no hay un respet moralidad republicana (sobre-la temática del Poder Moral y los
sagrado por la patria, por las leyes y por las autoridades, la so aportes de Bolívar a la "tradición de la virtud cívica", tema apa-
ciedad es una confusión, un abismo". sionante y de gran actualidad por sus implicaciones para la Cons-
titución bolivariana, recomiendo muy especialmente a: Catalano,
"Inspirada en esas ideas adaptándolas a nuestro tiempo, \ 108
Rozo A c u ñ a y B a t t i s t a ) .
Constitución crea el Poder Ciudadano, el cual se ejercerá p
el Consejo Moral Republicano, integrado por el Defensor dé La trayectoria intelectual de Bolívar entronca directamente
Pueblo, el Fiscal General de la República y el Contralor Gen con Rousseau, y a través de este autor con las instituciones del
109

ral de la República". D e r e c h o Público r o m a n o , bajo el esplendor de la República.


Es por lo demás palpable la admiración de Bolívar por la Consti-
El Poder C i u d a d a n o se i n s c r i b e en lo que A d a m Seligmari tución romana. Recordemos el Discurso de Angostura: "La Cons-
105
define c o m o "tradición de la v i r t u d c í v i c a " (a diferencia de4 titución romana es la que mayor poder y fortuna ha producido
que dicho autor denomina c o m o "tradición de la sociedad civil" m
a ningún pueblo del mundo". De ella extrajo y adaptó a, su sín-
Para la tradición de la virtud cívica", entre cuyos más conspicuo tesis constitucional instituciones como el tribunado, la censura
mentores intelectuales el autor coloca a Aristóteles, Maquiave' y la dictadura.
los neo harringtonianos, R o u s s e a u y Hanna Arendt y por supues
to a ella pertenece Bolívar (y también Miranda), la idea moral h' El arquetipo de la República romana adquiere una particular
111

de ser pública. "Se la define por la "conciencia colectiva" o, pd e influyente interpretación con R o u s s e a u , el más discutido de
ra usar la famosa frase de Rousseau, por la volonté genérale los autores de la Ilustración, y su herencia política en el ala radi-
La moralidad o esencia de la virtud es menos un atributo privad cal (los jacobinos) de la Revolución Francesa, para luego declinar
que una empresa púbiica o común. Se practica mediante la pan
ticipación activa (y continua) de los miembros de la colectiM
dad en los asuntos comunes y, siguiendo a Maquiavelo, pued^ 108. CATALANO, Pierangelo. "Tribunado, censura, dictadura: conceptos consti-
abstraerse y deslastrarse de todos los elementos de la morali tucionales bolivarianos y continuidad romana en América", en Cuaderni Lati-
dad privada". noamericani VIII, ESI, Napoli, 1981, pp. 1 y ss. CATALANO, Pierangelo.
"Principios consitucionales bolivarianos: origen y actualidad", en Ricardo
El p e n s a m i e n t o y la a c c i ó n de Bolívar están fuertemente p§ Combellas (coordinador), El nuevo Derecho Constitucinal latinoamerica-
netrados por la idea de la v i r t u d cívica, la formación virtuosa de. no II, Fundación Konrad Adenauer - Asociación Venezolana de Derecho Cons-
107
c i u d a d a n o c o m o f u n d a m e n t o de la moralidad r e p u b l i c a n a , 1 titucional, Caracas, 1996, pp. 539-562. ROZO-ACUÑA, Eduardo. Bolívar.
que lo llevó a proponer en A n g o s t u r a una originalísima nueva ri Pensamiento constitucional, Universidad Extemado de Colombia, Bogotá,
ma del Poder Público, el P o d e r M o r a l , sobre lo cual insistirá c 1983. BATTISTA, Anna María. "El poder moral: El modelo clásico de Bolí-
var", en VV.AA., Constitucionalismo latino y liberalismo, Universidad Ex-
ternado de Colombia, Bogotá, 1990, pp. 37-68.
105. SELIGMAN, Adam. "Virtud y civilidad entre los ámbitos público y pri. 109. CATALANO, Pierangelo. "Tribunado, censura, dictadura: conceptos cons-
do", en Graciela Soriano de García-Pelayo y Humberto Njaim (editores), „ titucionales bolivarianos y continuidad romana en América", en Cuaderni
gencia hoy de Estado y sociedad, Fundación Manuel García-Pelayo, Car; Latinoamericani VIII, ESI, Napoli, 1981.
cas, 199'/', pp. 21 y ss! 110. BOLÍVAR, Simón. Coras completas, bditorial Lex, La Habana, iy50, ti,
106. SELIGMAN, Adam. Ob. cit., pp. 22-23. p. 684.
107. COMBELLAS, Ricardo. Poder constituyente, Fundación En Cambio, 111. ROUSSEAU, Jean-Jacques. El Contrato Social, Editorial Aguilar, Madrid,
racas, 1999, pp. 176 y ss. 1973.
EL PODER CIUDADANO
DERECHO CONSTITUCIONAL 193

con el triunfo de los thermidorianos, y apagarse con Napoleón. Se- constitucionales por sí solos no forman el P o d e r C i u d a d a n o .
pultado bajo la d o m i n a n t e influencia liberal, gracias a la decisiva Cada uno de ellos, individualmente considerado, tiene su propia
112
impronta de Benjamín C o n s t a n t y su famoso opúsculo sobre la especificidad, su estructura organizacional y su ámbito c o m p e -
libertad de los antiguos c o m p a r a d a con la de los m o d e r n o s , c o m o l ! tencial. Unidos, como Consejo Moral R e p u b l i c a n o , integran el
113
lo han demostrado L o b r a n o y C a t a l a n o , el arquetipo se suaviza] Poder Ciudadano.
114
y aggiorna con la reinterpretación liberal de M o m m s e n .
La Constitución estableció la configuración básica del P o -
Triunfa entonces el p a r a d i g m a liberal d e m o c r á t i c o , bajo el der Ciudadano, remitiendo a la ley orgánica su organización y
principio representativo, donde destacan los aportes decisivos de . funcionamiento. Habría entonces que esperar la p r ó x i m a apro-
M a d i s o n , Tocqueville y Stuart Mili, esfumándose aparentemen-" bación de esta importante ley, para dibujar el contorno definiti-
te la corriente radical d e m o c r á t i c a de raíz roussoniana, que como.' vo de la institución.
ave fénix ha resurgido en nuestros días (aunque es justo mencio-I
nar los a n t e c e d e n t e s del socialismo libertario y la "democracia Sus miembros (los tres altos funcionarios señalados) son elec-
de consejos o b r e r o s " ) , c o n sorprendentes formas de m a n i f e s t a - tos mediante la siguiente metodología: El Comité de Evaluación
ción, que cuestionan la raíz liberal de la representación e i m p u l | | de Postulaciones del Poder Ciudadano, integrado por represen-
san la e s e n c i a popular del principio d e m o c r á t i c o . tantes de diversos sectores de la sociedad (ergo no pueden parti-
cipar en el mismo representantes del sector público), en los tér-
En suma, las instituciones políticas moldeadas por Bolívar tie^ minos que fije la ley. Dicho Comité, expresión de la participa-
nen una base "popular representativa", originalísima p e r s p e c t i v a ción ciudadana que promueve la nueva Constitución, "adelantará
de renovada vitalidad, c u y o espíritu impregna la Constitución bóf™ un proceso público" (vid. artículo 279 C B ) , es decir un proceso
livariana. A fin de c u e n t a s , c o m o apunta con a g u d e z a Hannagl público y transparente donde se ponderará la calidad intelectual
Arendt: "No carece de importancia que nuestro vocabulario polú y moral de los candidatos postulados libremente por la sociedad
tico o bien se remita a la antigüedad clásica, griega y romana,] (sea por iniciativa propia o por intermedio de cualquier asocia-
bien data sin lugar a dudas de las revoluciones del siglo XVIII"} ción de la sociedad civil), de cuyo resultado, de acuerdo a los pa-
trones que determine la ley, seleccionará una terna por cada órga-
El Poder C i u d a d a n o es una rama del Poder Público, y p o r e S
no del Poder Ciudadano, que someterá para su definitiva deci-
de es i n d e p e n d i e n t e y g o z a de a u t o n o m í a funcional, financiera
sión, a la Asamblea Nacional.
y a d m i n i s t r a t i v a . O f r e c e una p e c u l i a r forma de expresión:
Consejo Moral R e p u b l i c a n o , integrado por el Defensor del Puéj El máximo órgano de representación nacional, que no es otro
blo, el Fiscal General de la R e p ú b l i c a y el Contralor General i que la Asamblea Nacional, seleccionará a los definitivos titula-
la R e p ú b l i c a . Es de r e c a l c a r que c a d a uno de estos órganoj res de los órganos del Poder Ciudadano, mediante el voto favora-
ble de las dos terceras partes de sus integrantes, en un lapso no
mayor de treinta días continuos de haber recibido la correspon-
112. CONSTANT, Benjamín. Liberalismo y democracia, Instituto de EstudióJ diente postulación. Si en ese lapso, no se concreta el a c u e r d o
Políticos, UCV, Caracas, 1963. parlamentario, el Poder Electoral somete la terna en considera-
113. LOBRANO, Giovanni. Modelo Romano y constitucionalismos moderno^ ción a consulta popular, para que el p u e b l o elija, por m a y o r í a
Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 1990. CATALANO, PierangelJ^
simple, el titular. Igualmente, el constituyente tomó la previsión,
"Conceptos y principios del Derecho Público romano. De Rousseau a Bolf
en el supuesto de no convocatoria del Comité señalado, de auto-
var", en VV.AA., Modello romano e formazione del pensiero político da
rizar cu Heci ERNARIÑN DIRPRTAM^NTF* 9 LA A ÍAMHLPQ "NTQ^ÍR,R,OL ar, AL
S i m ó n B o l í v a r , tuizioni'Sciéndílcc'iiaiiauc, Napotr, 1995.
1

114. MOMMSEN, Theodoro. Historia de Roma, Editorial Aguilar, Madrid, lapso que fije la ley. Tal designación debe realizarse con la ma-
115. ARENDT, Hannah. Sobre la revolución, Editorial Revista de Occii yoría calificada antes indicada. En ausencia de acuerdo, la deci-
Madrid, 1967. sión definitiva corresponde al voto popular.
194 EL PODER CIUDADANO DERECHO CONSTITUCIONAL 195

La m o t i v a c i ó n del constituyente al prever una metodología! regulación del procedimiento Correspondiente para el ejercicio
constitucional detalladamente r e g l a m e n t a d a d e selección d e l j 0 s
de tan delicada atribución.
integrantes del Poder C i u d a d a n o , está en evitar b l o q u e o s polítiJ
El rol del educador constituye un orden de atribuciones de
eos q u e retrasen y en definitiva impidan la instalación y efecti^
primera importancia, del Poder Ciudadano, lo cual se inscribe en
va actuación de una rama esencial de la constelación de los pode-;
la mejor tradición bolivariana. En efecto, tal como lo señala el
res del E s t a d o , que p e r m a n e c e r í a inactiva ante la vacante sobre-|
artículo 278 de la Constitución, el Consejo Moral R e p u b l i c a n o
venida del retraso en la selección de uno de sus m i e m b r o s .
debe velar por el c o n o c i m i e n t o y estudio de la Constitución, y
A fin de garantizar su independencia, los órganos, que reuni- por consiguiente las instituciones educativas deben ejecutar sus
dos c o m o Consejo Moral Republicano, conforman el Poder Ciu-¡ prescripciones, así como otras actividades pedagógicas que con-
d a d a n o , ú n i c a m e n t e pueden ser removidos por la A s a m b l e a N a ^ tribuyan a enaltecer el amor a la patria, y a fomentar las virtu-
cional, p r e v i o p r o n u n c i a m i e n t o del Tribunal S u p r e m o de Justi-J des cívicas y democráticas, los valores trascendentales de la Re-
cia, de a c u e r d o con lo establecido por la ley. pública (por lo demás estampados en la Constitución), y la obser-
vancia y respeto de los derechos h u m a n o s .
La C o n s t i t u c i ó n fija el marco competencial, dentro del c u a l
la ley d e b e especificar y d e s m e n u z a r las atribuciones del Poder? En consonancia con la naturaleza pública y transparente de
C i u d a d a n o . D i c h o marco incluye los siguientes elementos (vi*d.J la misión ejemplarizante de esta rama del Poder Público, expre-
artículo 2 7 4 C B ) : sada en sus tres órdenes de atribuciones, su Presidente (elegido
o
I . Prevenir, investigar y sancionar los hechos que atentenj de su seno por períodos de un año, con posibilidad de reelec-
contra la ética pública y la moral administrativa. ción), y los titulares de los órganos del Poder C i u d a d a n o , deben

I o
2 . Velar por la buena gestión y la legalidad en el uso del p a j
t r i m o n i o público, el cumplimiento y la aplicación del p r i n c i p i a
presentar un informe anual a la Asamblea Nacional en sesión ple-
naria, aparte de los informes que esta les solicite en cualquier
m o m e n t o . D i c h o s informes, ordinarios o e x t r a o r d i n a r i o s , son
de la l e g a l i d a d en toda la actividad administrativa del E s t a d o j J

! o
3 . P r o m o v e r la educación como proceso creador de la ciudaj
danía, a s í c o m o la solidaridad, la libertad, la democracia, la r e s l
objeto de publicación, y por consiguiente, de difusión.

Tratándose de una institución sin antecedentes en nuestra his-


toria constitucional (a excepción del paréntesis bolivariano), es
p o n s a b i l i d a d social y el trabajo.
! C o m o se puede apreciar, el Poder Ciudadano conjuga tres de
denes de atribuciones: uno, c o m o guardián de la ética pública
riesgoso cuando menos adelantar juicio sobre su efectivo enca-
je en el sistema de distribución de poderes. Su fuerza moral, su
auctoritas, constituyen garantía del éxito. El reconocimiento so-

I
dos, c o m o guardián de la legalidad, y tres, c o m o educador, g cial y su irradiación en poder espiritual, son su mejor arma para
los dos primeros órdenes, la Constitución prescribe precisas obffi asumir un rol específico, respetado dentro de la constelación de
gaciones de colaboración de la Administración Pública (tanto na| poderes. De lo contrario, no le auguro efectos beneficiosos, sino
cional, c o m o la estadal y la municipal), para el mejor cumplimiejj negativos, con la recurrente remora de burocratismo y afán polí-
to de sus funciones, so pena de incurrir los funcionarios renueto tico de pequeño cabotaje.
tes en l a s sanciones que establezca la ley (vid. artículos 275"-
277 C B ) . El texto constitucional no admite excepciones y p£

1 ende, se incluyen en estas obligaciones de colaboración los on_


í T Q n n c H e » c p r r n r i H o H v l a F n p r 7 a Armada N a c i o n a l . Dichas óblj

¿ — ~ c
e — 1
J • • ...
EL D E F E N S O R DEL P U E B L O

g a c i o n e s abarcan el suministro al Poder C i u d a d a n o de declara Luego de la maduración de un amplio consenso en torno a la con-
ciones y d o c u m e n t o s , i n d e p e n d i e n t e m e n t e de su índole o na?., veniencia de crear el Ombudsman en Venezuela, con rango cons-
raleza, s e a n confidenciales o secretos. A l a ley le corresponde
196 EL PODER CIUDADANO DERECHO CONSTITUCIONAL 1 97

titucional y claro perfil, tanto en su estructura c o m o en sus fu , u


Su ámbito competencial es amplio, y se expresa en tres gran-
ciones, la A N C aprobó su creación. Venezuela mostraba una hisj des órdenes de atribuciones, que corresponde desarrollar a la ley.
toria irónica sobre el particular: el año 1983 se efectuó en Cara^ Ellos son:
cas el " P r i m e r C o l o q u i o sobre el p r o y e c t o O m b u d s m a n para^t
1°. La promoción, defensa y vigilancia de los derechos hu-
A m é r i c a L a t i n a " , c u y o resultado fue la creación, con sede en 1
manos. La Constitución subraya, además, su atribución de inves-
capital de la R e p ú b l i c a , del Instituto L a t i n o a m e r i c a n o del O
tigar de oficio o a instancia parte de las denuncias que lleguen a
b u d s m a n , suerte de propulsor de la figura a lo largo y ancho d
su c o n o c i m i e n t o . Es sin duda vasto espectro de esta función, por
la región. Así, mientras g e r m i n a b a el O m b u d s m a n con éxito ejí
6
lo cual el Defensor del Pueblo requiere de una organización espe-
países h e r m a n o s , " Venezuela esperaba p a c i e n t e m e n t e la refoí
cializada y sensibilizada (no puede ser una entidad burocrática
ma constitucional que le confiera perfil propio, distinto y nítida;
convencional), en la atención de los derechos h u m a n o s . A d e m á s ,
mente deslindado del ámbito competencial del Fiscal Genera
la Constitución no distingue categorías de derechos h u m a n o s ,
d o n d e había sido s u m e r g i d o por el constituyente de 1961.
constituyen todos los derechos h u m a n o s , el objeto de la acción
El Defensor del Pueblo (la denominación tiene su origen más del Defensor del P u e b l o .
i n m e d i a t o en la Constitución española de 1978), dibujado por la-
La promoción, defensa y vigilancia de los derechos huma-
Constitución de 1999, es m u c h o m á s que un O m b u d s m a n , pues;
nos, suman una haz de funciones que desbordan su rol de media-
el espectro de su actuación es m á s ambicioso, a d e m á s de cons-j
dor. Es el Defensor del Pueblo mediador entre las p e r s o n a s y la
tituir uno de los pilares integrantes de la novedosa institución deíí
Administración, pero también es un educador que concientiza en
Poder C i u d a d a n o .
derechos h u m a n o s , y a d e m á s asume, si así lo estima, la defen-
Supra nos referimos a su metodología de elección, requirién-j sa, a través de acciones y recursos (vid. numeral 3 del artículo
dose de su titular la nacionalidad venezolana por nacimiento y' 281 CB), de los derechos humanos, frente a los atropellos del Es-
exclusiva, una edad m a y o r de 30 años, y dos condiciones cuali-1 tado o de los particulares. A ello se agrega que el Defensor del
tativas especiales, que denotan el perfil h u m a n o el cual apostó' Pueblo tiene una función de vigilancia por el respeto de los dere-
el constituyente: p r i m e r o , "manifiesta y demostrada competen^ chos h u m a n o s , en virtud de lo cual hace las sugerencias y r e c o -
cia en materia de derechos humanos"; es decir que el titular debe| m e n d a c i o n e s que se ameritan, a las entidades del caso, para pro-
estar ligado, i n d e p e n d i e n t e m e n t e de la ligadura ( c o m o miembro! curar su mejor ejercicio e impedir su vulneración, incluso la p o -
de una organización, de una sociedad civil defensora de los dere-s, sibilidad de solicitar las reformas legales o reglamentarias, a que
! chos h u m a n o s , c o m o ' d o c e n t e o investigador en derechos h u m a ^ haya lugar.
nos, c o m o funcionario público relacionado con la política de los!
derechos h u m a n o s ) ; y segundo, "cumplir con las exigencias de - En suma, el Defensor del Pueblo es el m o t o r de la política
I honorabilidad, ética y moral que establezca la ley " (vid. artículoI integral de los derechos humanos, sobresaliente responsabilidad
que la confiere la Constitución bolivariana.
280 C B ) , dicho en pocas palabras, un ser h u m a n o de conducta
intachable en cuanto tal y como c i u d a d a n o . Al ser elegido por o
2 A d e m á s , el Defensor del Pueblo debe velar por el correc-
único período de siete años, el Defensor del Pueblo curiosamente^ to funcionamiento de los servicios públicos. En él encuentran las
no puede ser ratificado en el cargo para otro p e r í o d o , a diferen^ personas (el Defensor del Pueblo es de todo el pueblo, no única-
cia del Fiscal General o el Contralor General. mente de los ciudadanos), un apoyo, una instancia ante quien re-
currir, que vele por ellas ante las f r e c u e n t e s , y algunas veces su-
tiles, manifestaciones de atropellos, consecuencia del ineficiente
funcionamiento de los servicios públicos. A u n q u e p a r e z c a una
116. BRICEÑO VIVAS, Gustavo. Un Ombudsman para la democracia, Fun
dación Konrad Adenauer - Copre, Medellín, 1995.
perogrullada decirlo, los servicios públicos en nuestras latitudes
198 EL PODER CIUDADANO DERECHO CONSTITUCIONAL 199

no están todo lo q u e deberían estar al servicio de los usuarf La ley (vid. artículo 283 C B ) , d e t e r m i n a la organización y
m
pues el despilfarro, la corrupción y la ineficiencia de l a s bu funcionamiento de la Defensoría del Pueblo en los ámbitos muni-
I
cracias, c o n s p i r a n p a r a obstaculizarlo. cipal, estadal, nacional y especial (e.g. p a r a los miembros de la
o
3 El Defensor del Pueblo protege también d e r e c h o s e intef Fuerza Armada). En otras palabras, la Constitución señala nítida-
ses l e g í t i m o s , c o l e c t i v o s o difusos de las p e r s o n a s , c o n t r a 1 mente el rol dirigente del Defensor del Pueblo c o m o instituto na-
arbitrariedades, d e s v i a c i o n e s de poder y errores c o m e t i d o s eri Hr cional, pero abre la posibilidad, por intermedio de la ley, de di-
prestación de los servicios públicos (vid. n u m e r a l 2 del artícúTjj señar variadas formas de configuración, tanto en lo estadal c o -
m
284 C B ) . Amiti P i l o w s k y , pinta con propiedad el t e m a : mo en lo municipal.

"En el pórtico de entrada al tema de los intereses difusos esf Por último, la Constitución destaca los principios que rigen la
inscrito el concepto de solidaridad, de superación de la soled actividad del Defensor del Pueblo, independientemente de la defi-
única del individuo litigante. No se trata de un menosprecio nitiva configuración organizacional que establezca la ley: gratui-
minusvaloración del derecho subjetivo; lo que las teorías anex' dad, accesibilidad, celeridad, informalidad e impulso de oficio.
al interés difuso y a los intereses colectivos hacen, es permiu Tales principios tienen por objeto facilitar y estimular la compene-
que los derechos subjetivos amplíen su esfera y cobijen, por a tración del pueblo con una institución que debe sentir como suya;
decirlo, derechos nuevos que los juristas clásicos ni siquiera s dicho de otro modo, estrechamente relacionada con sus anhelos
imaginaron pero que constituyen hoy derechos y titulares que y demandas de protección inmediata de sus derechos e intereses.
otra manera serán abandonados a su suerte.

"De estos derechos la primera generación es la de los dere EL FISCAL G E N E R A L DE LA REPÚBLICA


chos políticos; la segunda es la de los derechos económicos,
Y EL M I N I S T E R I O P Ú B L I C O
sociales, y la última, los derivados de estas situaciones que era
inéditas en la historia del Derecho Clásico y que son las que pro,
tegen el habitat adecuado, la sustentación del desarrollo, el cr Adrede anteponemos el titular a la institución. La razón es senci-
cimiento equilibrado, las condiciones de salud, los derechos lla: el Fiscal General excede las funciones vinculadas a velar por
las minorías, de las mujeres, de los discapacitados, de los CO/JÍ la legalidad de los actos del Estado, al constituirse c o m o miem-
midores, postergando estos últimos por la aplastante máquin bro del Poder Ciudadano en un vigilante de la ética pública, ade-
111
productora de bienes y servicios". más de un protector de los derechos humanos en los procesos j u -
diciales,
Tanto los d e r e c h o s e intereses difusos c o m o los c o l e c t i v
son, en suma, t r a n s i n d i v i d u a l e s , de naturaleza i n d i v i s i b l e , co Efectivamente, la institución ha ampliado su espectro funcio-
la diferencia de q u e en los primeros las personas e s t á n ligadas nal en la Constitución de 1999. Así, destacan por su relevancia
por circunstancias de h e c h o , mientras que en los s e g u n d o s las. las siguientes atribuciones (vid. artículo 285 C B ) :
personas, ligadas en cualquier forma de asociación, e s t á n uni o
I . La protección de los derechos y garantías constituciona-
das entre sí por u n a relación j u r í d i c a previa de b a s e .
les (incluidos todos los tratados internacionales, no sólo los refe-
ridos a derechos h u m a n o s ) , en los procesos j u d i c i a l e s , lo con-
vierte en un defensor de las personas incursas en un p r o c e s o j u -
d i c i a l . C U a l a u i e r a SP.a la i n s t a n c i a v el errarlo H P <;n n a r t i r i n a c i ó n
Íi7. PiLGWSKY, A-iíiiii. DciecIiús-colectivos c intereses difusos , 3n V
J1 -

(2000), Un Ombudsman - Defensor del Pueblo para Venezuela, Instituto Es de enfatizar entonces que de acuerdo a la nueva Constitución,
Latinoamericano del Ombudsman - Programa de las Naciones Unidas para el las personas en tal situación deben ser protegidas por la Fisca-
Desarrollo, Caracas, 2000. p. 105. lía en la salvaguarda de sus derechos y garantías, a lo que se su-
200 EL PODER CIUDADANO DERECHO CONSTITUCIONAL 201

ma para alcanzar tal finalidad, la garantía por la celeridad y bue LA CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA
na m a r c h a de la administración de justicia, el j u i c i o previo y e

debido p r o c e s o .
El estatus y la consiguiente jerarquía de esta institución, no sólo
o
2 . El Ministerio Público ordena y dirige la investigación pe- es diferente sino también de jerarquía superior a lo establecido
nal, lo cual se inscribe en la filosofía del sistema acusatorio (ré por la Constitución derogada. En efecto, ha dejado de ser un ór-
c e p c i o n a d o por el n o v í s i m o C ó d i g o Orgánico Procesal Penal) gano auxiliar del P o d e r Legislativo, para formar parte del Poder
de a c u e r d o al cual se separa la función de acusar con la funció' Ciudadano. No obstante, la naturaleza de sus atribuciones se ins-
de decidir, que c o r r e s p o n d e al j u e z , i m p e d i d o ahora de inves" cribe dentro de las clásicas funciones de control, vigilancia y
gar de oficio, evitándose así c o n d i c i o n a m i e n t o s que afectan 1 fiscalización de los ingresos, gastos y bienes del E s t a d o , para
i m p a r c i a l i d a d de su decisión y vulneran sutil o descaradament cuya mejor realización la Constitución dota a la institución, no
los derechos de la d e f e n s a . " ú n i c a m e n t e de a u t o n o m í a funcional, sino también administrati-
o va y organizativa, la cual le c o r r e s p o n d e desarrollar a la ley.
3 . P e r o a d e m á s , el Ministerio Público ejerce en nombre d
Estado la acción penal, en los casos en que para intentarla o p- La Constitución establece el principio del sistema nacional
seguirla no fuere necesaria instancia de parte, salvo las excepci del control fiscal, en virtud del cual corresponde a la ley la deter-
nes e s t a b l e c i d a s en la ley (numeral 4 del artículo 285 CB). minación de su organización y distribución funcional, bajo la di-
o rección y responsabilidad del Contralor General de la R e p ú b l i -
4 . Al Ministerio Público le c o r r e s p o n d e intentar las accio
ca, en su condición de titular. Por tanto, la ley debe velar por im-
nes a que h a y a lugar, para hacer efectiva la responsabilidad
pedir que las funciones atinentes al control fiscal se ejerzan sin
los funcionarios públicos, sea cual sea su naturaleza (civil, lab
coordinación en compartimientos estancos, sino c o m o parte (sea
ral, penal, administrativa, disciplinaria y, subráyese, militar),
el nivel de su ejercicio municipal, estadal o nacional) de un siste-
el ejercicio de sus respectivas funciones (numeral 5 del artíc
ma, con variados grados de autonomía, cuyo pináculo es precisa-
285 C B ) .
mente el Contralor General.
El Fiscal General de la República es el titular del Minis
rio Público, en virtud de lo cual lo dirige, decidiendo sus poli Resalta dentro de las atribuciones de la institución el control
cas y cursos de acción, i n d e p e n d i e n t e m e n t e de las pautas de de la deuda pública, sin perjuicio de las facultades que se atribu-
ganización y funcionamiento que fije la ley, atendiendo a su di yan a otros órganos en el caso de los E s t a d o s y M u n i c i p i o s (vid.
tribución en los ámbitos municipal, estadal y nacional. numeral 4 del artículo 289 CB). Se trata de una acertada decisión
del constituyente, en aras de impedir el descontrol irracional que
La C o n s t i t u c i ó n es exigente con la calidad h u m a n a y pro ha signado esta materia en nuestra historia reciente, de efectos
sional del alto funcionario, pues además de la metodología ri perniciosos para la estabilidad e c o n ó m i c a y social de la nación.
rosa de su elección, debe llenar las mismas condiciones de ele
bilidad de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (v El texto fundamental consagra y regula en sus l i n c a m i e n t o s
supra). E l e g i d o para un período de siete años, a diferencia básicos, una estructura especializada de control para el sector mi-
Defensor del Pueblo, puede ser reelecto, por supuesto que so litar, bajo la dirección del Contralor General de la Fuerza Armada
riéndose de nuevo a la metodología pautada por la Constitucí Nacional (artículo 291 C B ) . Sobre el punto cabe un c o m e n t a r i o ,
ante la opinión que sostiene que la Constitución consagra un pri-
vilegio reñido con la uniformidad de tratamiento que debe regir
118. cfr. MOKA MURA, Luis. "Uarantias constitucionales en réiaViúu WM la materia: en primer lugar, la Contraloría General de la Fuerza
putado", en Horst Schonbohm y Norbert Lósing (editores) (1995), Siste
Armada Nacional es parte integrante del sistema nacional de con-
acusatorio, proceso penal, juicio oral. Fundación Konrad Adenauer,
trol; y en segundo lugar, por consiguiente, sus atribuciones se
cas, 1995, pp. 9 y ss.
202 EL PODER CIUDADANO

ejercen s i n m e n o s c a b o del ámbito competencial de la Contraloría^


General de la R e p ú b l i c a , de acuerdo a los principios y orientacio3
nes que establezca la ley. No obstante, s o s t e n g o que el c o n s t i t u í
XI. El Poder Electoral
yente debió c o n s a g r a r explícitamente su s u b o r d i n a c i ó n al C o n J
tralor General de la R e p ú b l i c a .

El Contralor General de la R e p ú b l i c a debe ser venezolano por


nacimiento y s i n otra n a c i o n a l i d a d , m a y o r de treinta a ñ o s , conf
probada aptitud y experiencia para el ejercicio del cargo (artículo.;
288 C B ) . E l e g i d o para un período de siete a ñ o s , puede, al igua^
que el F i s c a l G e n e r a l , ser reelegido.

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA EL PODER ELECTORAL

BRICEÑO VIVAS, Gustavo. Un Ombudsman para la democracia. Fun-


A u n q u e de i n s p i r a c i ó n bolivariana, el Poder Electoral no sigue
dación Konrad Adenauer - Copre. Medellín, 1995. 9
el patrón político y o r g a n i z a c i o n a l establecido por B o l í v a r " en
su " P r o y e c t o de C o n s t i t u c i ó n para la R e p ú b l i c a B o l i v a r i a n a " el
CORTINA, Adela. Hasta un pueblo de demonios. Etica pública y soí
año 1826, de acuerdo c o n el c u a l "el Poder Electoral lo ejercen
ciedad. Editorial Taurus. Madrid, 1998.
inmediatamente los ciudadanos en ejercicio nombrando por

PÉREZ PERDOMO, Rogelio y Ruth CAPRILES (Compiladores). C o | cada diez un elector". En otras palabras, un sistema f u n d a m e n -

rrupción y control: una perspectiva comparada. Ediciones IESA. J tal popular y democrático, construido de abajo hacia arriba. E s t o

Caracas, 1991. no s i g n i f i c a que no sean n o v e d o s o s los aportes de la C o n s t i t u -


c i ó n , cristalizados en la configuración de una rama del Poder P ú -
ROA) ACUÑA, Eduardo. Bolívar. Pensamiento constitucional. U n i v ^ | b l i c o d e n o m i n a d a , en h o n o r a B o l í v a r , el Poder Electoral.
sidad Externado de Colombia. Bogotá, 1983.
La reforma electoral había dado pasos progresivos aunque no
suficientes, desde la a p r o b a c i ó n el año 1998 de la L e y O r g á n i c a
SILVA CIMMA, Enrique. El control público. Contralona General de J
del S u f r a g i o y Participación Política, que encontraron en la revi-
República. Caracas, 1976.
s i ó n constitucional la oportunidad de concretarse. En esta labor
de e v a l u a c i ó n y propuestas de reforma, es de justicia citar a la
120
C O P R E , que ya el año 1 9 9 4 había elaborado un conjunto de
p r o p o s i c i o n e s de la m a y o r s i g n i f i c a c i ó n . D e n t r o de ellas, desta-

19
BOLÍVAR, Simón. Los proyectos constitucionales de Simón Bolívar el Li-
bertador, Fondo Editorial Nacional, Caracas, 1999.
VV.AA: Reforma de ¡os organismos electorales, una propuesta de consenso,
COPRE - Fundación Konrad Adenauer, Caracas, 1994. Comisión Presidencial
para la reforma del Estado, COPRE. COPRE 1994-1998. Balance y legado,
Publicaciones COPRE, Caracas, 1998.
DERECHO CONSTITUCIONAL 205
204 EL PODER ELECTORAL

caban: l a despartidización d e los organismos electorales, q ü ^ L 4°. La Constitución consagra como principios que deben re-
minara el monopolio partidista en su conformación, con el prog gir la actuación de los órganos del Poder Electoral, los siguien-
sito de garantizar la i m p a r c i a l i d a d de los p r o c e s o s elector* tes (artículo 294 C B ) : independencia orgánica, a u t o n o m í a fun-
la descentralización de la administración electoral, con el p cional y presupuestaria, despartidización de los organismos elec-
sito de vincular los E s t a d o s y Municipios directamente cog¿ torales, imparcialidad y participación ciudadana, descentraliza-
actos electorales, tanto en su organización c o m o en su decifM ción de la administración electoral, transparencia y celeridad del
profundizar la información electoral; abrir las puertas al refeSB acto de votación y escrutinios.
d u m popular; p r o m o v e r la participación de la sociedad ciyijj'j^ o
5 . El Poder Electoral no es absoluto, ni m e n o s se constitu-
los o r g a n i s m o s e l e c t o r a l e s ; y automatizar el escrutinio. L ye en un tribunal con la suprema función jurisdiccional en mate-
m e n t e se c o n s i d e r ó q u e la definición sobre el sistema eleq ria electoral (como es el caso paradigmático de Costa Rica). Sus
era un tema de rango legal q u e no debía rigidificarse en la CrJ actos son recurribles ante la jurisdicción contencioso electoral,
titución. ejercida exclusivamente por la sala electoral del Tribunal Supre-
El constituyente de 1999 tomó algunas de dichas p r o p u e f H mo de Justicia.
d e s e c h ó otras, así c o m o a s u m i ó i n n o v a c i o n e s , dentro de un-r; Las funciones del Poder Electoral (artículo 2 9 3 C B ) se pue-
ma básico p e r o no t o t a l m e n t e consensual, c u y o s elementos j den clasificar en cuatro órdenes: el primero, atinente a la orga-
d a m e n t a l e s son: nización p r o p i a m e n t e electoral, el segundo, referido al Registro
1°. La despartidización de los órganos electorales. Los mie~ Civil y Electoral; el tercero, correspondiente a la r e g u l a c i ó n de
bros de los ó r g a n o s e l e c t o r a l e s no deben estar vinculados (" las organizaciones con fines políticos (partidos políticos); y el
tantes y s i m p a t i z a n t e s ) , a o r g a n i z a c i o n e s p o l í t i c a s . cuarto, referido a las elecciones internas de los sindicatos, gre-
o
mios profesionales y partidos.
2 . La p a r t i c i p a c i ó n c i u d a d a n a tiene un rol protagónic
el Poder Electoral, p u e s p o s t u l a los candidatos a sus distintos 6°. La organización de los referendos y las elecciones de to-
ganos y d i r e c t a m e n t e se h a c e presente en la organización i dos los cargos de representación popular, es por decirlo de al-
toral. gún modo, la función principal del Poder Electoral. Tal función
incluye: la administración, dirección y vigilancia de todos los ac-
3 . Sin d u d a el t e m a m á s p o l é m i c o de la reforma electa
o

tos relativos a las elecciones; la organización de los referendos


I e n l a Constitución l o c o n s t i t u y ó l a fijación d e los principios r ^
tores del sistema electoral: personalización del sufragio y r e ^ H
autorizados por la Constitución; la regulación del financiamiento
y la publicidad electoral; laceglamentación de las leyes electora-
sentación p r o p o r c i o n a l . E s t o y de acuerdo en este punto cóiHffl
121
les; y la declaratoria de nulidad total o parcial de elecciones y
opinión que sostiene B r e w e r - C a r í a s , que la representación p|G
referendos.
porcional conduce a la representación de partidos, desvirtuánd
se a d e m á s , gracias a u n a interpretación restrictiva del Tribun" 1 ° . E l Registro Civil y Electoral. L a Constitución consagra
S u p r e m o de Justicia del r é g i m e n transitorio, la tesis cónsona c expresamente como función del Poder Electoral al "mantener, or-
el espíritu de la C o n s t i t u c i ó n , consistente en q u e la ciudadaa ganizar, dirigir y supervisar el Registro Civil y E l e c t o r a l " (nu-
tiene d e r e c h o a votar p o r candidatos con n o m b r e y apellido, meral 7 del artículo 293 C B ) . Acertada ha sido la decisión del
no por listas cerradas, e l a b o r a d a s c o m o regla p o r los cenácu constituyente en este punto, que rompe con el discutido deslin-
partidistas. de del Registro Electoral, superado con la nueva Constitución.
Nótese que la Constitución habla de la institución en singular:
Registro Civil y Electoral, es decir de un único registro, d o n d e
121. BREWER-CARÍAS, Alian. La Constitución de 1999, Editorial Arte,
se inscriben los n a c i m i e n t o s , defunciones y otros datos sobre el
racas, 2000, pp. 70-71.
PODER ELECTORAL
DERECHO CONSTITUCIONAL 207

estado de las p e r s o n a s , j u n t o a datos referentes a la interdicción'


LOS Ó R G A N O S D E L P O D E R E L E C T O R A L
civil y a la inhabilitación política, el d o m i c i l i o y la residencia
-
la profesión y el oficio de las personas, en resumen, la determina-
ción de los datos fundamentales de las p e r s o n a s naturales y ¡| El órgano rector del Poder Electoral es el Consejo Nacional Elec-
condición de c i u d a d a n o s . Pues bien, de ahora en adelante su or- toral, C N E . Las funciones del Poder Electoral, señaladas expre-
ganización e s responsabilidad exclusiva del Poder Electoral, q u e s a m e n t e por la Constitución, deben ser vaciadas en el conjunto
a nuestro e n t e n d e r debe ser el único ente a u t o r i z a d o para expe- de atribuciones específicas que c o r r e s p o n d e d e t e r m i n a r a la ley
dir el d o c u m e n t o de identidad de las personas, que las faculta di- orgánica: C o m o órgano rector el C N E tiene sin duda, la responsa-
r e c t a m e n t e para ejercer los derechos políticos, h a c i e n d o innece- bilidad m á x i m a en la organización electoral venezolana, por lo
saria la formalidad de la previa inscripción electoral. cual dirige y supervisa las actividades del Poder Electoral, distri-
o
b u y e su p r e s u p u e s t o , vela por la b u e n a marcha de los p r o c e s o s
8 . La regulación de las o r g a n i z a c i o n e s con fines políticos
electorales y reglamenta las leyes electorales y de referendos. Le
(partidos políticos). Se puede afirmar que el estatus de los parti-
c o r r e s p o n d e , a d e m á s , en su carácter de órgano rector, declarar
dos políticos únicamente adquiere r e c o n o c i m i e n t o y validez con
la nulidad total o parcial de las e l e c c i o n e s . Es un ente indepen-
la formalización jurídica que, de acuerdo a la Constitución y a
diente de las otras ramas del Poder Público y goza de a u t o n o m í a
la ley, le c o r r e s p o n d e determinar al P o d e r E l e c t o r a l . Ello inclu-
funcional y presupuestaria.
ye su c o n s t i t u c i ó n , inscripción, registro, r e n o v a c i ó n , cancela-
ción, d e t e r m i n a c i ó n de sus autoridades legítimas, colores, sím-' El C N E está integrado por cinco personas no vinculadas a
b o l o s , control financiero y control del ejercicio democrático en partidos políticos (ni militantes ni simpatizantes), previsión que
1
sus procesos electorales internos. P o d e m o s afirmar que el Poder tiene por objeto garantizar su independencia de los actores natu-
Electoral no sólo vela por la democracia interpartidista sino tam- rales de los procesos electorales. Su designación c o r r e s p o n d e a
bién p o r la d e m o c r a c i a intrapartidista, una restricción, gracias a la A s a m b l e a Nacional, con el voto de las dos terceras partes de
la valoración del principio d e m o c r á t i c o , del d e r e c h o de asocia-: sus integrantes, una vez postulados ante ella mediante el siguien-
ción política. te p r o c e d i m i e n t o : tres de sus miembros proceden directamente
o
de la sociedad civil, postulados por el Comisión de P o s t u l a c i o -
9 . Manifestación de la valoración del principio democráti-
nes Electorales, integrado este organismo por representantes de
co c o m o restricción de la libertad de asociación política, sin por
los diferentes sectores de la sociedad venezolana, de c o n f o r m i -
ello vulnerar su " c o n t e n i d o esencial", lo constituye también la
dad con lo que establezca la ley; uno de sus miembros es postulado
atribución exclusiva del Poder Electoral de organizar las eleccioj
por las facultades de ciencias jurídicas de las universidades nacio-
nes de los sindicatos, gremios profesionales y partidos políticdjj
nales; y el quinto m i e m b r o es postulado por el Poder C i u d a d a n o .
Igualmente, el Poder Electoral puede organizar las elecciones dé;
otras organizaciones de la sociedad civil, si es requerido directa^ Los m i e m b r o s del C N E escogen de su seno a su P r e s i d e n t e ,
mente por ellas o por orden de la sala electoral del Tribunal SuJ de c o n f o r m i d a d con la ley. Su estabilidad está garantizada por
p r e m o de Justicia. La Constitución subraya que los costos de los el hecho de que ú n i c a m e n t e pueden ser removidos por la A s a m -
p r o c e s o s e l e c t o r a l e s de los s i n d i c a t o s , g r e m i o s profesionales^ blea Nacional, previo pronunciamiento del Tribunal S u p r e m o de
otras organizaciones de la sociedad civil y partidos políticos, coJj Justicia. D u r a n siete años en sus funciones, no e x i s t i e n d o nin-
rresponde a ellos sufragarlos, estando por ende absolutamente gún i m p e d i m e n t o constitucional para su reelección. La Consti-
prohibido utilizar medios financieros del Poder Electoral, ni prr>! tución menciona otros órganos del Poder Electoral, dejando en
venientes de ninguna otra fuente del sector publico, para cufla d a i u su subordinación ai C N E . i n d e p e n d i e n t e m e n t e de la rele-
plir tal finalidad. vancia que tales órganos adquieran, gracias al perfil q u e fije la
ley, soy de la opinión de que resultaba, c o m o fue en definitiva
la voluntad del constituyente, mencionarlos en la Constitución,
208 EL PODER ELECTORAL

pues se trata de una materia de r e g u l a c i ó n legal. Ellos son: la


J u n t a E l e c t o r a l N a c i o n a l , la C o m i s i ó n de R e g i s t r o Civil y Elec- XII. El sistema
toral y la C o m i s i ó n de Participación P o l í t i c a y Financiamiento,
presididas en todo c a s o , por cada u n o de los tres m i e m b r o s del
C N E p o s t u l a d o s por la sociedad c i v i l .
socio-económico
Por ú l t i m o , con el objeto de e v i t a r reformas intempestivas,
n o r m a l m e n t e unidas a m o t i v a c i o n e s p o l í t i c a s c o y u n t u r a l e s , la
C o n s t i t u c i ó n p a u t a que la legislación e l e c t o r a l no p o d r á en nin-
gún c a s o modificarse en el lapso c o m p r e n d i d o entre el día de la
elección y los seis meses i n m e d i a t a m e n t e anteriores a la misma.

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA PRINCIPIOS Y ELEMENTOS FUNDAMENTALES


DEL SISTEMA S O C I O - E C O N Ó M I C O

BUNIMOV, Boris. Introducción a la sociología electoral venezolana. EN LA CONSTITUCIÓN BOLIVARIANA


Editorial Arte. Caracas, 1968.

La C o n s t i t u c i ó n e c o n ó m i c a se define c o m o el conjunto de nor-


CONSEJO SUPREMO ELECTORAL. Colección del Cincuentenario. 15
mas de r a n g o c o n s t i t u c i o n a l que e s t a b l e c e n el m a r c o j u r í d i c o
volúmenes. Coordinación de Manuel Vicente Magallanes. Publica-
fundamental para el desarrollo de la actividad económica. Inclu-
ciones del Consejo Supremo Electoral. Caracas, 1986-1996.
ye los d e r e c h o s e c o n ó m i c o s (vid. supra), los principios de inter-
vención del Estado en la e c o n o m í a , los alcances de la e c o n o m í a
JARAMILLO, Juan, Marta LEON-ROESCH y Dieter NOHLEN. Poder
de m e r c a d o y el r é g i m e n fiscal, m o n e t a r i o y tributario.
electoral y consolidación democrática: Estudios sobre la orga-
nización electoral en América Latina. CAPEL. San José de Cos- 122
La Constitución e c o n ó m i c a tiene un rango de sin igual im-
ta Rica, 1889. portancia, no sólo por la j e r a r q u í a que han a s u m i d o los asuntos
e c o n ó m i c o s , sino q u e hoy en día, dentro de la c o m p l e j i d a d del
MOLINA, José Enrique. El sistema electoral venezolano y sus conse- j m u n d o m o d e r n o , con grandes m u t a c i o n e s en las relaciones en-
cuencias políticas. Vadell Hermanos Editores - CAPEL, Caracas, I tre lo público y lo privado, no se entiende la elaboración sistemá-
1991. tica de un texto constitucional si no se equilibran a d e c u a d a m e n t e
los aspectos políticos-institucionales con los e c o n ó m i c o s y so-
NOHLEN, Dieter. Elecciones y sistemas electorales. Fundación FriedrichJ ciales.
Ebert - Editorial Nueva Sociedad, Caracas, 1995.
La Constitución bolivariana establece las bases y los princi-
VV.AA. Diccionario electoral. Instituto Interamericano de Derechos pios fundamentales q u e deben regir el sistema s o c i o - e c o n ó m i -
Humanos - CAPEL, San José de Costa Rica, 1989. co del país. Por p r i m e r a vez en Venezuela una C o n s t i t u c i ó n re-
coge con detenimiento una materia tan significativa, que sin duda
VV.AA. Keiorma dé'los Organismos electorales. Una prepuesta de. m e r e c e !a atención de loe estudiosos la de e c o n o m í a n a c i o n a l .
consenso. COPRE - Fundación Konrad Adenauer, Caracas, 1994. ^
122. COMBELLAS, Ricardo. "La constitución económica", en VV.AA.,Una
constitución para el ciudadano, COPRE, Caracas, 1994, pp. 395 y ss.
210 EL SISTEMA SOCIO-ECONÓMICO
DERECHO CONSTITUCIONAL 211

El constituyente le quiso dar el rango de título al sistema socio- ferencia a la reserva del Estado del uso de la política comercial
e c o n ó m i c o , el cual dividió en dos capítulos, el segundo dividi- para la defensa de las actividades e c o n ó m i c a s de las empresas
do en cuatro secciones, los cuales serán objeto de nuestra aten- nacionales, públicas y privadas, y el segundo al estatus de las in-
ción a continuación. versiones extranjeras en el país, consistente en que las e m p r e -
a) El r é g i m e n s o c i o - e c o n ó m i c o y la f u n c i ó n del E s t a d o sas extranjeras no podrán gozar de un régimen m á s beneficioso
que el e s t a b l e c i d o para las empresas n a c i o n a l e s .
en la e c o n o m í a
El primer capítulo del título sexto, denominado "del régimen Reserva de la actividad petrolera (artículo 302 C B ) : Este ar-
s o c i o - e c o n ó m i c o y la función del Estado en la e c o n o m í a " , de- tículo c o n s a g r a la reserva, mediante ley orgánica, y por razones
sarrolla extensamente tan importante temática, para cuya más di- de conveniencia nacional, del Estado sobre la actividad petrolera
dáctica comprensión analizaremos artículo por artículo. y otras industrias, explotaciones, servicios y bienes de interés
público y de carácter estratégico. Igualmente, la norma establece
Principios y fines del régimen socio-económico (artículo 299 la obligación para el Estado de promover la manufactura nacio-
CB): El artículo recoge los principios fundamentales que orien- nal de materias primas provenientes de la explotación de los re-
tan el régimen s o c i o - e c o n ó m i c o de Venezuela. Ellos son: la jus"-" cursos naturales no renovables, con el fin de asimilar, crear e in-
ticia social, la democratización, la eficiencia, la libre competen- novar tecnologías, generar empleo y crecimiento e c o n ó m i c o , y
cia, la protección del ambiente, la productividad y la solidaridad. crear r i q u e z a y bienestar para el pueblo.
Dichos principios deben asegurar dos objetivos: el desarrollo hu-
Propiedad de PDVSA (artículo 303 CB): Este artículo es su-
mano integral y una existencia digna y provechosa para la colec-
mamente importante, pues alegando razones de soberanía econó-
tividad.
mica, política y de estrategia nacional, el Estado conservará la to-
I g u a l m e n t e se destaca en el artículo el principio de la e c o - talidad de las acciones de P D V S A . Se exceptúan las filiales, em-
nomía mixta, en la medida en que el Estado conjuntamente con' presas y asociaciones estratégicas que se constituyen como conse-
la iniciativa privada, tienen el deber de p r o m o v e r el desarrolló- cuencia del desarrollo del negocio petrolero por parte de PDVSA.
a r m ó n i c o de la e c o n o m í a nacional con el fin de generar fuentes;'
de trabajo, alto valor agregado nacional, elevación del nivel dej Régimen de aguas (artículo 304 C B ) : Este artículo es muy
importante por sus implicaciones ecológicas y p a r a la salud de
vida de la población y fortalecimiento de la soberanía económRI
los v e n e z o l a n o s , al declarar que todas las aguas son bienes del
ca del p a í s , con el objeto de garantizar la seguridad jurídica, s o j
d o m i n i o público de la nación, remitiendo a la ley la obligación
lidez, d i n a m i s m o , sustentabilidad, p e r m a n e n c i a y equidad defl
de establecer las disposiciones necesarias a fin de garantizar la
c r e c i m i e n t o de la e c o n o m í a , y en consecuencia garantizar una
protección, aprovechamiento y recuperación de los recursos acuí-
justa distribución de la riqueza mediante una planificación e s t r a j
feros, r e s p e t a n d o las fases del ciclo hidrológico y los criterios
tégica democrática, participativa y de consulta abierta.
de o r d e n a c i ó n del territorio.
La descentralización económica (artículo 300 C B ) : La Consta
La agricultura y la seguridad alimentaria (artículo 305 CB):
titución remite a la ley la responsabilidad de establecer las condi-I
También en este punto la Constitución es innovadora en la medi-
ciones para el fortalecimiento de un régimen económico funciona
da en que j e r a r q u i z a la agricultura c o m o base estratégica del de-
nalmente descentralizado, con el propósito de asegurar la razona
sarrollo rural integral, garantizando la seguridad alimentaria de
ble productividad e c o n ó m i c a y social de los recursos públicos
la población. La Constitución abunda-sobre. e,ste punto al defi-
invertidos en las diversas regiones del país.
nir la seguridad alimentaria c o m o la disponibilidad suficiente y
El Estado y la inversión extranjera (artículo 301 CB): Bj estable de alimentos en el ámbito nacional, y el acceso oportu-
realidad el artículo contempla dos supuestos: el primero h a c e r a no y p e r m a n e n t e a éstos por parte del público consumidor. Así
212 EL SISTEMA SOCIO-ECONÓMICO
DERECHO CONSTITUCIONAL 213

mismo, se señala la importancia de desarrollar la producción agro- de p r e s e r v a r su autenticidad, al darle el r a n g o c o n s t i t u c i o n a l


pecuaria interna c o m o la producción de a l i m e n t o s , consideradas correspondiente.
de interés nacional y fundamental al d e s a r r o l l o e c o n ó m i c o y so-
cial de la nación. A través de las políticas p ú b l i c a s , el Estado de- El turismo (artículo 310 C B ) : La Constitución establece ex-
be abocarse al desarrollo de la agricultura y al l o g r o de la seguri- p r e s a m e n t e el rango de actividad económica de interés nacional
dad alimentaria c o m o asuntos de prioridad n a c i o n a l . de la industria turística, en virtud de lo cual el Estado d e b e ve-
lar por la creación, desarrollo y fortalecimiento del sector turís-
El desarrollo rural (artículo 306 C B ) : V i n c u l a d o estrecha- tico n a c i o n a l .
mente al punto anterior, el régimen s o c i o - e c o n ó m i c o destaca la
b) El r é g i m e n fiscal y m o n e t a r i o
i m p o r t a n c i a del desarrollo rural integral, en v i r t u d de lo cual s e -
c o m p r o m e t e a generar e m p l e o y un nivel a d e c u a d o de bienestar El s e g u n d o capítulo del título sexto la Constitución lo dedi-
a la población c a m p e s i n a . Igualmente se a s u m e p o r parte del Es- ' ca al régimen fiscal y monetario. Por primera vez en la historia
tado el fomento de la actividad agrícola y el u s o ó p t i m o de la tie-' constitucional venezolana se abunda con tanto detenimiento so-
rra m e d i a n t e la dotación de obras de infraestructura, insumos, bre este tema. En efecto, el capítulo se subdivide en cuatro sec-
créditos, servicios de capacitación y a s i s t e n c i a técnica. ciones: la primera, dedicada al régimen presupuestario; la segun-
da al s i s t e m a tributario; la tercera al sistema m o n e t a r i o nacio-
El régimen latifundista (artículo 307 C B ) : La Constitución
nal; y la cuarta a la coordinación m a c r o e c o n ó m i c a . A continua-
señala e x p r e s a m e n t e la c o n t r a d i c c i ó n del r é g i m e n latifundista'¿
ción a n a l i z a r e m o s separadamente cada una de dichas secciones.
con el interés social, en virtud de lo cual remite a la ley la obliga-
o
ción de disponer lo conducente en materia t r i b u t a r i a para gravar ^ I . El régimen presupuestario (sección primera).
las tierras ociosas y establecer las m e d i d a s n e c e s a r i a s para su ;
Principios de la gestión fiscal (artículo 311 CB): Se estable-
transformación en u n i d a d e s e c o n ó m i c a s p r o d u c t i v a s . De la ma-
cen los siguientes principios de la gestión fiscal: eficiencia, sol-
yor i m p o r t a n c i a es el r e c o n o c i m i e n t o que se da a los campesi-rl
vencia, transparencia, responsabilidad y equilibrio fiscal. Igual-
nos del derecho a la propiedad de la tierra, en la forma establecí-? ?
mente se prescribe que la gestión fiscal debe equilibrarse en el
da por la ley respectiva. Por último, la C o n s t i t u c i ó n señala que¿l
marco plurianual del presupuesto, de manera que los ingresos or-
por vía excepcional se crearán c o n t r i b u c i o n e s parafiscales c o n S
dinarios deben ser suficientes para cubrir los gastos ordinarios.
el fin de facilitar fondos para el financiamiento, la investigaciójBj
la asistencia técnica y la transferencia t e c n o l ó g i c a que p r o m u e - | l Con el objeto de lograr una sana formulación y gestión presu-
van la p r o d u c t i v i d a d y la competitividad del sector agrícola. I puestaria, la Constitución prescribe al Ejecutivo Nacional la obli-
gación de presentar a la Asamblea Nacional para su sanción le-
La protección de la pequeña y mediana industria (artículoM gal, un m a r c o para la formulación presupuestaria que establez-
308 C B ) : En c o n c o r d a n c i a con los principios de economía so- ca los límites m á x i m o s de gasto y e n d e u d a m i e n t o que hayan de
cial que p r o m u e v e la Constitución, el artículo 308 establece \ ¿ % c o n t e m p l a r s e en los p r e s u p u e s t o s n a c i o n a l e s . Dicha ley debe
obligación del E s t a d o de p r o m o v e r la p e q u e ñ a y m e d i a n a i n d u s - £ establecer las características de este marco, los requisitos para
tria así c o m o diversas formas de asociación e c o n ó m i c a bajo régi-< | su modificación y los términos de su c u m p l i m i e n t o .
men de propiedad colectiva. El E s t a d o debe así m i s m o , a s e g u ¿ | |
La Constitución exige que los ingresos derivados de la explo-
rar la capacitación, la asistencia técnica y el financiamiento opor- r :

tación de los recursos mineros e hidrocarburos deben propender


tuno de estas m o d a l i d a d e s e m p r e s a r i a l e s .
a financiar la inversión real productiva, la educación y la «¡alud
Protección de la artesanía vernácula ( a r t í c u l o 3Ó9 CB): E i J
Los principios de la administración e c o n ó m i c a y financiera
Constituyente quiso estampar la protección especial por parte del
nacional deben aplicarse, siempre que sea posible, a los Estados
Estado de la artesanía e industrias populares típicas, con el objeto
y Municipios.
EL SISTEMA SOCIO-ECONÓMICO DERECHO CONSTITUCIONAL 215

El endeudamiento público (artículo 312 C B ) : A fin de asegu- 5. La C o n s t i t u c i ó n prohibe cualquier gasto p ú b l i c o realiza-
rar una disciplina fiscal e impedir los excesos del endeudamiento do al margen de lo establecido en la ley de p r e s u p u e s t o . Por vía
público, que tanto d a ñ o han infringido a la e c o n o m í a nacional excepcional podrán decretarse créditos adicionales al presupues-
en los últimos t i e m p o s , la Constitución establece el mandato le- to para gastos necesarios no previstos o cuyas partidas resulten
gal de fijar límites al e n d e u d a m i e n t o público de acuerdo con los insuficientes, siempre que el Tesoro Nacional cuente con recur-
siguientes e l e m e n t o s : un nivel prudencial en relación con el ta- sos para atender la respectiva erogación. Los créditos adiciona-
m a ñ o de la e c o n o m í a , la inversión productiva y la capacidad de les exigen como requisitos el voto favorable del Consejo de M i -
generar ingresos para cubrir el servicio de la deuda pública. Así nistros y la autorización de la Asamblea Nacional, o en su defec-
m i s m o se establece que las operaciones de crédito público sólo to, de la C o m i s i ó n Delegada.
p o d r á n r e a l i z a r s e m e d i a n t e ley. I g u a l m e n t e d e b e r á aprobarse
6. A efectos del logro de la racionalidad en el uso eficaz de
a n u a l m e n t e una ley especial de e n d e u d a m i e n t o conjuntamente
los r e c u r s o s públicos, en los p r e s u p u e s t o s públicos anuales de
con la ley de p r e s u p u e s t o . Por último, el texto fundamental esta-
gastos, todos los niveles de G o b i e r n o tienen la obligación de es-
blece formalmente la n o r m a consistente en que el Estado no reco-
tablecer de manera clara para cada crédito presupuestario, el ob-
nocerá obligaciones financieras, salvo en el supuesto de que sean
j e t i v o específico a que esté dirigido, los resultados concretos que
contraídas de acuerdo a la ley por los ó r g a n o s legítimos del Po-
se espera obtener y los funcionarios públicos r e s p o n s a b l e s p a r a
der N a c i o n a l .
el logro de tales resultados, en la medida de lo posible en térmi-
El presupuesto nacional (artículos 3 1 3 , 314 y 315 CB): El nos cuantitativos m e d i a n t e indicadores de d e s e m p e ñ o .
p r e s u p u e s t o se rige por los siguientes principios y requisitos:
7. D e n t r o de los seis meses posteriores al v e n c i m i e n t o del
1. Debe ser a p r o b a d o a n u a l m e n t e por la ley respectiva. La ejercicio anual, el P o d e r Ejecutivo tiene la obligación de presen-
presentación de la ley de presupuesto c o r r e s p o n d e al Ejecutivo tar a la A s a m b l e a Nacional la rendición de cuentas y el balance
N a c i o n a l en la oportunidad que señala la ley orgánica. de la ejecución presupuestaria correspondiente a dicho ejercicio.

2. En el supuesto de que el Poder Ejecutivo no presente en 2°. El sistema tributario (sección segunda artículos 316 y
el plazo establecido legalmente o fuere r e c h a z a d o por la Asam- 317 C B ) .
blea N a c i o n a l el p r o y e c t o c o r r e s p o n d i e n t e , seguirá vigente el El s i s t e m a tributario se rige por los siguientes principios y
presupuesto del ejercicio fiscal en curso, es decir opera la llamá-í. requisitos:
da r e c o n d u c c i ó n presupuestaria.
1. El sistema tributario tiene como objetivo p r o c u r a r la j u s -
3. La A s a m b l e a Nacional tiene la c o m p e t e n c i a de alterar las* ta distribución de las cargas públicas según la capacidad e c o n ó -
partidas presupuestarias dentro del sano p r i n c i p i o de la prohibí'^ mica.
ción de autorizar medidas que conduzcan a la disminución de los j
ingresos públicos, ni gastos que excedan el m o n t o de las estima- 2. Los principios rectores del sistema tributario nacional son
ciones de ingresos del proyecto de ley de p r e s u p u e s t o . los siguientes: progresividad, protección de la e c o n o m í a nacio-
nal y elevación del nivel de vida de la población.
4. La Constitución obliga al Ejecutivo N a c i o n a l a hacer ex^
plícitos los objetivos de largo plazo en la política fiscal, y a ex- 3. La C o n s t i t u c i ó n exige la adopción de un sistema eficien-
plicar c ó m o serán logrados dichos objetivos de acuerdo con los te para la r e c a u d a c i ó n de los tributos.
principios de-responsabilidad y equilibrio fiscah Tal obligación 4. Sólo m e d i a n t e ley podrá establecerse y c o b i a i s e i m p u e s -
debe c u m p l i r s e c o n j u n t a m e n t e con la p r e s e n t a c i ó n del marco tos, tasas y contribuciones. De igual m o d o , la ley establecerá las
plurianual del p r e s u p u e s t o , la ley especial de endeudamiento y; exenciones y rebajas, así c o m o cualquier otra forma de incenti-
el p r e s u p u e s t o anual. vos fiscales.
216 EL SISTEMA SOCIO-ECONÓMICO
DERECHO CONSTITUCIONAL 217

5. N i n g ú n tributo puede tener efectos confiscatorios.


5. Bajo el principio de la responsabilidad pública de sus ac-
6. No podrán establecerse obligaciones tributarias pagadé 1
tos, el B a n c o Central de Venezuela debe rendir cuenta de todas
ras en servicios personales. sus actuaciones ante la Asamblea Nacional, en los términos esta-
blecidos por la ley. El incumplimiento sin causa justificada, de
7. La evasión fiscal podrá ser castigada penalmente.
sus objetivos y metas, dará lugar a la remoción de su directorio
8. La ley tributaria fijará su lapso de entrada en vigencia. En y a las sanciones administrativas que establezca la ley.
caso de no señalarlo se entenderá fijado en 60 días continuos. La"
6. A la Contraloría General de la República c o r r e s p o n d e el
C o n s t i t u c i ó n a d m i t e la posibilidad de excepción a esta norma
control posterior de los ingresos y gastos y demás operaciones
p a r a el supuesto de las facultades extraordinarias del Ejecutivo
del B a n c o Central de Venezuela. Igualmente, el B C V está suje-
Nacional q u e ella prevé. to a la i n s p e c c i ó n y vigilancia del c o r r e s p o n d i e n t e organismo
9. La A d m i n i s t r a c i ó n Tributaria Nacional es dotada por la público de supervisión bancaria que remitirá sus informes a la
Constitución de autonomía técnica, funcional y financiera, en los A s a m b l e a Nacional. A s í mismo, el presupuesto de gastos opera-
términos aprobados por la Asamblea Nacional. Su máxima auto tivos del B C V requerirá la discusión y aprobación de la Asam-
ridad debe ser designada por e l Presidente d e l a República, e M blea Nacional, y sus cuentas y balances serán objeto de auditoría
conformidad con lo previsto por la ley. externa en los términos que fije la ley.

3°. El sistema monetario nacional (sección tercera, artícu- 4 ° . La coordinación macroeconómica (sección cuarta, artí-
los 318 y 319 C B ) . culos 320 y 321 C B ) .

El sistema monetario nacional se rige por los siguientes prin- Esta sección es una de las más originales de la Constitución
cipios y requisitos: económica, inédita en la historia constitucional venezolana. Sus
elementos se e x p o n e n a continuación:
1. La Constitución pauta c o m o autoridad única, exclusiva y
obligatoria en materia monetaria al B a n c o Central de VenezúfflHj 1. Constituye obligación del Estado p r o m o v e r y defender la
la. Su objeto fundamental es lograr la estabilidad de p r e c i o s ^ * estabilidad económica, evitar la vulnerabilidad de la e c o n o m í a
preservar al valor interno y externo de la unidad monetaria. I y velar por la estabilidad monetaria y de precios, p a r a asegurar
el bienestar social.
2. Se establece constitucionalmente la unidad monetaria de
la República: el bolívar. Sólo en aras de la integración latinoa 2. Para c u m p l i r tan importante obligación, el ministerio res-
mericana se acepta una unidad monetaria distinta al bolívar.Ji p o n s a b l e de las finanzas y el B C V deben contribuir a la armoni-
zación de la política fiscal con la política monetaria, en función
3. El B a n c o Central de Venezuela es una persona jurídica de
e e r
del logro de los objetivos m a c r o e c o n ó m i c o s . La obligación de
derecho público con autonomía para la formulación y el J ^ M
coordinación del B C V no debe entenderse como una subordina-
ció de las políticas de su competencia. Sus funciones deben ejer-
ción a las directivas del Poder Ejecutivo, y en c o n s e c u e n c i a no
cerse en coordinación con la política económica general. m
podrá convalidar o financiar políticas fiscales deficitarias.
4. La Constitución señala explícitamente como funciones del
3. La coordinación Poder Ejecutivo-BCV se ejecuta a través
Banco Central de Venezuela, además de las que establezca la lejj
de la formalización de un acuerdo anual de políticas, en el cual
las siguientes: formular y e j e c u t a r lajDolítica monetaria, particij
deben - q u e d a r -estamparlos' itrs Vujtíi vos finales de c r e c i m i e n t o y
par en el diseño y ejecutar la política cambiaria, regular la mpj
sus repercusiones sociales, balance externo e inflación, concer-
neda, el crédito y las tasas de interés, y administrar las reserva|
nientes a las políticas fiscal, cambiaria y monetaria, así c o m o los
internacionales.
niveles de las variables intermedias e instrumentales requeridos
EL SISTEMA SOCIO-ECONÓMICO DERECHO CONSTITUCIONAL 219

p a r a a l c a n z a r dichos o b j e t i v o s . El a c u e r d o anual de políticas- d) La i n t e g r a c i ó n l a t i n o a m e r i c a n a y c a r i b e ñ a


d e b e contar con la firma del presidente del BCV y del ministro La Constitución establece en su artículo 153 como obligación
de las finanzas. En dicho acuerdo se especificarán los resulta- I de la R e p ú b l i c a la promoción de la integración latinoamericana
dos esperados y las políticas y las acciones dirigidas a lograrlos. y caribeña (vid. supra), en aras de avanzar hacia la creación de
La ley c o r r e s p o n d i e n t e establecerá las características y formali-I una c o m u n i d a d de naciones. Si bien la integración c o m p r e n d e
dades del m e n c i o n a d o acuerdo. además de lo e c o n ó m i c o , dimensiones políticas, sociales, cultu-
4. La Constitución pauta la creación por la ley especial co- rales y a m b i e n t a l e s , el tema e c o n ó m i c o es de capital importan-
rrespondiente, del Fondo de Estabilización Macroeconómica, cu- cia. Ella se e x p r e s a en la posibilidad de atribuir, m e d i a n t e trata-
yo objetivo fundamental es garantizar la estabilidad de los gas- dos, a organizaciones supranacionales, competencias tradicional-
tos del Estado en los niveles nacional, regional y municipal, ante mente e x c l u s i v a s del Estado venezolano, con la peculiaridad de
las fluctuaciones de los ingresos ordinarios. Son principios deL| que las n o r m a s aprobadas por esas organizaciones pasan a ser
F o n d o , la eficiencia, la equidad y la no discriminación entre las., parte i n t e g r a n t e del o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o vigente, siendo ade-
entidades públicas que le aporten recursos. más de a p l i c a c i ó n directa y preferente a la legislación interna
(vid. supra).
c) La descentralización económica

En el análisis e c o n ó m i c o de la Constitución no podemos ob-


viar al tema de la descentralización. En efecto el artículo 4 CB EVALUACIÓN DE LA C O N S T I T U C I Ó N E C O N Ó M I C A DE 1999
define a la República Bolivariana de Venezuela c o m o un Esta- I
do federal descentralizado, regido por los principios de integri-
dad territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corres- La Constitución aprobada en el año 1999 es más avanzada y am-
ponsabilidad (vid. supra). Si bien es cierto que el Poder Público I biciosa q u e la Constitución de 1961. Mientras esta última dedi-
nacional tiene importantes competencias económicas, algunas de j ca al t e m a sólo un capítulo (capítulo V del título III), referido a
ellas indelegables, no es menos cierto que establece competen- í los d e r e c h o s e c o n ó m i c o s , la nueva Carta M a g n a agrega un títu-
cias exclusivas de índole e c o n ó m i c a también para los Estados y lo c o m p l e t o , que no es otro que el título VI referido al sistema
M u n i c i p i o s . La transferencia de competencias del Poder Públi-1 socio-económico.
co nacional a los Estados y Municipios la aprueba la Asamblea La C o n s t i t u c i ó n económica venezolana se enmarca, al igual
N a c i o n a l , p o r la mayoría de sus integrantes. que la de 1 9 6 1 , dentro del m o d e l o de economía mixta, es decir,
La Constitución (artículo 185 CB), crea la institución del Con-1 p r o m u e v e la libertad e c o n ó m i c a y la iniciativa privada e m p r e -
sejo Federal de Gobierno (vid. supra), órgano encargado de la pla- sarial, c o n j u n t a m e n t e con sanos principios de i n t e r v e n c i o n i s m o
nificación y coordinación de políticas para el desarrollo del proce- estatal, tal c o m o se expresa en la promoción conjunta del desa-
so de descentralización y transferencia de competencias. Forma rrollo a r m ó n i c o de la economía nacional. El m o d e l o de e c o n o -
parte de dicha institución el Fondo de Compensación Interterri- mía m i x t a es flexible, a d m i t i e n d o inclinaciones en la política
torial, destinado al financiamiento de inversiones públicas dirigi- e c o n ó m i c a tanto hacia el libre mercado (sin naufragar en el neo-
das a promover el desarrollo equilibrado de las regiones (vid. supra). l i b e r a l i s m o ) , c o m o hacia la planificación estatal (sin naufragar
en el n e o e s t a t i s m o ) . En todo caso, las políticas g u b e r n a m e n t a -
Por ú l t i m o es de destacar que la Constitución dispone en su ; les deciden el r u m b o de la economía dentro de los parámetros
constitucionales, especialmente en lo que se refiere a la p r o t e c -
la H a c i e n d a Pública estadal, la cual debe establecer los tributos ción de los d e r e c h o s económicos, como límite a los abusos del
que la c o m p o n e n , los m e c a n i s m o s de su aplicación y las disposi- i n t e r v e n c i o n i s m o estatal.
ciones que la regulan.

i
220 EL SISTEMA SOCIO-ECONÓMICO DERECHO CONSTITUCIONAL 221

Es de subrayar en la nueva Constitución la p r o t e c c i ó n del arn-1 El t e m a de la reserva estatal de determinadas industrias tie-
b i e n t e c o m o limitación d e l a libertad e c o n ó m i c a , p r i n c i p i o n 0 ne un tratamiento distinto en la Constitución actual respecto a
c o n t e m p l a d o en la Constitución de 1 9 6 1 , p o r la s e n c i l l a razón la C o n s t i t u c i ó n de 1 9 6 1 , p u e s en esta última se hablaba de la
de q u e para d i c h o m o m e n t o los temas e c o l ó g i c o s y ambientales obligación del Estado en p r o p e n d e r a la creación y desarrollo de
no tenían la prioridad que hoy tienen; es m á s , a p a r t i r de ahora una industria básica pesada bajo su control, lo que tenía su expli-
se c o n s a g r a n (artículos 127, 128 y 129 C B ) , d e r e c h o s ambienta- ; cación en el incipiente desarrollo industrial de fines de los años
les c o m o derechos h u m a n o s (vid. supra) a d i s f r u t a r de una vida « c i n c u e n t a y sesenta. El e n f o q u e ahora es distinto, p u e s se da
y de un ambiente seguro, sano y e c o l ó g i c a m e n t e equilibrado, que prioridad a la actividad petrolera, aunque se deja abierta la posi-
i m p o n e n obligaciones de diversa n a t u r a l e z a a la e c o n o m í a , inde-" bilidad del control estatal sobre otras industrias por razones de
p e n d i e n t e m e n t e de su origen público o p r i v a d o , p o r supuesto que interés público o estratégico. En efecto, uno de los artículos más
d e n t r o del reconocimiento de un papel r e l e v a n t e al E s t a d o como c o n t r o v e r s i a l e s de la n u e v a Constitución e c o n ó m i c a es el que
vigilante y p r o m o t o r de a d e c u a d a s p o l í t i c a s en e s t a delicada y consagra la reserva de la totalidad de las acciones de P D V S A por
transcendental materia para el futuro, no sólo de Venezuela, sino i parte del Estado v e n e z o l a n o . La constituyente debatió dos posi-
del planeta Tierra en su conjunto. ciones (vid. Diario de Debates de la ANC): la primera, triunfante,
tuvo c o m o argumento fundamental el resguardo público y estra-
Otro aspecto resaltante del nuevo texto f u n d a m e n t a l , l o c o n s - ' '
tégico de nuestra primera industria nacional; la segunda, derrota-
tituyen el r e c o n o c i m i e n t o e x p r e s o y la c o n s i g u i e n t e protección
da en el debate constituyente, se sostenía principalmente en el
de los derechos de los ciudadanos en su c o n d i c i ó n de consumido?
a r g u m e n t o de a c u e r d o al cual este punto no debía tener r a n g o
res. De ahora en adelante tales derechos no sólo t i e n e n una jerar-
constitucional sino legal, pues se rigidifica en exceso una reali-
quía constitucional, sino, c o m o v i m o s a n t e r i o r m e n t e , la ley debe *
dad de regulación preferiblemente flexible.
d e s a r r o l l a r los p r e c i s o s m a n d a t o s c o n s t i t u c i o n a l e s sobre esta
materia. Otra d i m e n s i ó n interesante a la hora de j u z g a r la nueva Car-
D i g n o de mención lo constituye la r e g u l a c i ó n s o b r e los mo- ta M a g n a está en el carácter estratégico que asume la agricultu-
nopolios de la Constitución vigente con r e s p e c t o a la Constitu- ra, y la garantía por parte del Estado de la seguridad alimentaria
ción de 1961. En efecto, se establecen con claridad y firmeza los de la p o b l a c i ó n . Una t e n d e n c i a m o d e r n a del Estado, incluso en
los países que han a v a n z a d o más bajo modelos de libre merca-
p r i n c i p i o s a n t i m o n o p ó l i c o s , así c o m o la o b l i g a c i ó n del Hstado
do, está en la protección de su agricultura frente a la competen-
de adoptar las medidas correspondientes para enfrentar las prác-
cia foránea, al igual que conceder rango de alta política estratégi-
ticas que violentan los principios de la c o m p e t e n c i a y la l i t ^ H j
ca nacional a la seguridad alimentaria, para así evitar la vulnera-
tad de los m e r c a d o s .
bilidad, consecuencia de potenciales conflictos políticos, econó-
lis de destacar también c o m o un a s p e c t o q u e m e r e c e p u n t u ^ B m i c o s o militares.
lizarse en esta evaluación, el r e c o n o c i m i e n t o y p r o m o c i ó n de la
economía social y la empresa comunitaria, en función del fomen- Un tema de la mayor importancia regulado por la nueva Cons-
to de formas alternativas de e m p r e s a r i a d o popular. titución es el concerniente al Banco Central de Venezuela, so-
bre el cual nuestra opinión contempla aspectos positivos y aspec-
La confiscación de bienes tiene un r a d i o de a c c i ó n superior tos negativos. Dentro de los primeros se incluye, por primera vez
a la Constitución de 1961, que sólo abrigaba un supuesto de con- en la historia constitucional venezolana, el reconocimiento del
fiscación en su artículo 250. referido a los responsables de actos estatus c o n s t i t u c i o n a l ai B C V , c o n a u t o n o m í a suficiente para .
de usurpación contra el orden constitucional que se hayan enriqugsjj formular y ejecutar la política monetaria, así c o m o diseñar y eje-
cido ilícitamente. La confiscación de b i e n e s ahora es más am- cutar la política cambiaria y regular la moneda, el crédito y las
plia tal como antes lo vimos cuando analizamos el artículo 116 C B S tasas de interés, y administrar las reservas internacionales. C o m o
222 EL SISTEMA SOCIO-ECONÓMICO
DERECHO CONSTITUCIONAL 223

aspectos negativos, sostengo, que se le resta a u t o n o m í a al BCV


BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
al exigírsele la rendición exhaustiva de cuentas ante la Asamblea
N a c i o n a l , y la inspección y vigilancia por parte del organismo
público de supervisión bancaria. Estoy de acuerdo con la opinión BADELL, Rafael. "Consideraciones acerca de las normas constituciona-
autorizada del padre del BCV, el Dr. Manuel Egaña, que cuando les en materia económica", en VV.AA., El nuevo derecho consti-
se creó la institución el año 1939, advertía que el BCV debía con- tucional venezolano. UCAB. Caracas, 2000. pp. 235-282.
siderarse c o m o una entidad independiente y a u t ó n o m a del Eje-
cutivo Nacional. B ASSOLS, Martín. Constitución y sistema económico. Editorial Tecnos.
Madrid, 1988.
C o m o conclusión general, podemos afirmar que la Constitu-
ción de 1999 es más avanzada e innovadora en materia económi- BREWER-CARIAS, Alian. Instituciones políticas y constitucionales.
ca que la Constitución de 1961, pues no sólo recoge los últimos Editorial Jurídica Venezolana - Universidad Católica del Táchira.
progresos en el tema de los derechos económicos, como es paten- Caracas, 1985.
te en lo que se refiere a los derechos de los c o n s u m i d o r e s , sino
también por la regulación del sistema s o c i o - e c o n ó m i c o , al dar- CARRILLO BATALLA, Tomás. "El sistema económico constitucional ve-
le rango constitucional a relevantes instituciones de la economía nezolano", en VV.AA., Estudios sobre la Constitución. Universi-
nacional, que no se circunscriben como en el texto de 1961, a las dad Central de Venezuela. Caracas, 1979. II, pp. 901-1.117.
facetas presupuestaria y tributaria, al abarcar también el siste-
ma m o n e t a r i o nacional, el régimen s o c i o e - c o n ó m i c o y la nove- KELLY, Janet (Compiladora). La Constitución económica. Ediciones
dosa institucionalización de la coordinación macroeconómica. ÍES A. Caracas, 1999.

C o m o reflexión final considero importante destacar para el


VV.AA. Constitución y economía. La ordenación del sistema econó-
éxito de la Constitución económica, el desarrollo del programa
mico en las constituciones occidentales. Centro de Estudios y Co-
legislativo que ella exige aprobar a la Asamblea Nacional. Por municaciones Económicas. Madrid, 1977.
último, no p o d e m o s olvidar que la Constitución por sí sola no
resolverá los problemas e c o n ó m i c o s y sociales del país, pues su
misión está en definir el marco institucional general de la econo-
mía nacional. Corresponde a los órganos del Poder Público, in-¡
cluidas las instituciones e c o n ó m i c a s analizadas en este trabajo,
conjuntamente con los ciudadanos y los agentes privados de la
e c o n o m í a , i m p u l s a r las políticas a d e c u a d a s para el desarrollo
sostenido y sustentable de la nación.

H a g o mías las palabras de S c h ó n b o h m : "La Constitución es


decisiva para la formación del sistema económico y entre am-
bos debe haber un consenso básico. Sin este consenso entre el
orden constitucional y el orden económico, uno de los dos nun-
m
ca se hará realidad".

123 SCHÓNBOHM, Horst. "Estado de derecho y economía en Latinoamérica",


en Horst Schónbohm (editor), Derechos Humanos. Estado de derecho. De-
sarrollo Social, Fundación Konrad Adenauer, Caracas, 1994, pp. 161-162.
XIII. La seguridad
de la Nación

U n o de los temas de mayor polémica de la Constitución boliva-


riana es el comprendido al título VII, dedicado a la seguridad y
la defensa. Por primera vez en la historia constitucional venezo-
lana se le concedía tal relevancia al p u n t o , tanto que se ha plan-
teado la opinión sobre una impronta militarista de la Constitu-
124
c i ó n . Abusando del título de un libro clásico sobre el tema, The
man on horseback, cuyo autor es S.E. Finer, la cuestión clave
está en las preguntas sobre la autorización constitucional para
que en Venezuela "los militares se desmonten de sus c a b a l l o s " ,
para hacerse protagonistas directos de la vida nacional, o dicho
en términos más rigurosos, cuál es a partir de la aprobación de la
nueva Constitución el "encaje político" de los militares en el sis-
t e m a político, utilizando el concepto en el sentido de Gil Yepes:
"El encaje político de un sector es el proceso mediante el cual
cada uno de dichos sectores es ubicado en un "lugar político"
en la sociedad, y desde allí, hace demandas sobre quienes toman
125
decisiones de política pública para lograr sus intereses".

Analizaremos los aspectos más sobresalientes de la Constitu-


ción sobre el tema y sus consecuencias sobre el encaje político
y la a u t o n o m í a militar.

124. tfr. B R E W E R - C A R Í A S UÚÜO), p. y4.


125. GIL YEPES, José Antonio. "El encaje político en el sector militar. El caso
de Venezuela", en Augusto Varas (Coordinador), La autonomía militar en
Amércia Latina, Editorial Nueva Sociedad, Caracas, 1988, p. 131.
226 LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN DERECHO CONSTITUCIONAL 227

En p r i m e r lugar, la d e f i n i c i ó n de los c o n c e p t o s centrales del como desgraciadamente ha ocurrido con frecuencia en Améri-
título VII de la C o n s t i t u c i ó n : s e g u r i d a d y defensa. La segurida ca Latina en los último años. Concebimos la seguridad como un
de la nación destaca c o m o " c o m p e t e n c i a esencial y responsabili, concepto más amplio y positivo, que prioriza la necesidad de los
d a d del E s t a d o " , m i e n t r a s q u e la defensa es responsabilidad de individuos de vivir en paz y de contar con los medios económi-
todas las personas cobijadas p o r el territorio nacional (vid. artícu- cos, políticos y ambientales para una existencia digna. En la so-
lo 3 2 2 C B ) . A su vez se señala la c o r r e s p o n s a b i l i d a d entre el Es- ciedad democrática, la seguridad de la nación es la seguridad
t a d o y la sociedad civil c o m o f u n d a m e n t o de la seguridad, para de los hombres y mujeres que la componen, e implica, además
el c u m p l i m i e n t o de p r i n c i p i o s y valores q u e e n c u e n t r a n plasma- de la ausencia de riesgos o amenazas físicas, la existencia de
ción en el texto constitucional. A h o r a bien, ¿qué entiende la Cons- condiciones mínimas de ingreso, vivienda, salud, educación y
titución por seguridad y d e f e n s a n a c i o n a l ? otras ". 127

El informe de la Comisión del Sistema de Seguridad y Defen- La Constitución crea un órgano al más alto nivel, de consulta
126
sa y de las F u e r z a s A r m a d a s N a c i o n a l e s de la A N C nos aclara' en los asuntos relacionados con la defensa, la soberanía y la inte-
su s e n t i d o . Vale la p e n a t r a n s c r i b i r t e x t u a l m e n t e los párrafos gridad territorial: el Consejo de Defensa de la Nación, un órga-
pertinentes: no de Estado, no restringido por tanto a la esfera gubernamen-
"La seguridad de la nación es el grado de garantía que pro- tal, y menos a la esfera militar, que incorpora a los titulares de
porciona el poder público nacional y cada una de las personas cuatro ramas del Poder Público nacional: la rama ejecutiva, re-
presentada por el Presidente de la República, que lo preside, el
que constituyen el Estado, con el fin de que los individuos, las.
Vicepresidente Ejecutivo y los Ministros de los sectores de la de-
instituciones y la población como un todo, tenga un ambiente
fensa, la seguridad interior, las relaciones exteriores y la planifi-
libre de peligros o amenazas, propicio para lograr su bienestar
cación, amén de otros cuya participación se considere pertinen-
y desarrollo.
te; la rama legislativa, representada por el Presidente de la Asam-
"Con respecto a la defensa de la nación se puede concluir blea Nacional; la rama judicial, representada por el Presidente
que ella es el conjunto de acciones de todo tipo, formuladas, eje- del Tribunal S u p r e m o de Justicia; y el Poder Ciudadano, repre-
cutadas y coordinadas por el poder público nacional con la cola- sentado por el Presidente en funciones del Consejo Moral Repu-
boración de la población en general, para proteger o defender blicano. A este alto ente de consulta le corresponde establecer
a la nación de las amenazas o peligros que tiene; en otras pala- el concepto estratégico de la nación. La ley orgánica fijará su
bras, lograr el grado.de garantía que se requiere para que ella, organización y atribuciones (artículo 3 2 3 C B ) .
se sienta segura."
La Constitución eliminó el carácter no deliberante de la Fuer-
Los conceptos de seguridad y defensa de la nación se inserí-! za Armada Nacional, aunque estableció expresamente su natu-
ben, entonces, dentro de una totalidad axiológica constitucional raleza esencialmente profesional, sin militancia política, cuyos
q u e los dota de sentido, y que los define de forma incontroverti- pilares fundamentales son la disciplina, la obediencia y la subor-
ble c o m o d e m o c r á t i c o s . En efecto, c o m o señalan S o m a v í a e In-, dinación. El tema de la deliberación militar plantea preguntas bá-
suiza: sicas, que tendrá que resolver (la Exposición de Motivos no apor-
"£7 concepto de seguridad de una nación o sociedad no pue- ta nada sobre el particular), en algún m o m e n t o el Tribunal Supre-
de ser confundido con el de defensa o el de seguridad militar, mo de Justicia, c o m o m á x i m o y último intérprete de la Constitu-

126. Informe de la Comisión del Sistema de Seguridad y Defensa y de las SOMAVIA, Juan y José Miguel INSULZA. "Introducción", en Juan Somavía
Fuerzas Armadas Nacionales de la Asamblea Nacional Constituyente, y José Miguel Insulza (Compiladores), Seguridad democrática regional. Una
Mimeo, Caracas, 1999. concepción alternativa. Editorial Nueva Sociedad, Caracas, 1988, p. 7.
LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN DERECHO CONSTITUCIONAL 229

ción. El D R A E señala que deliberar significa "considerar ate:, "Además, se dan por descontados los beneficios derivados
ta y detenidamente el pro y el contra de los motivos de una dec de la planificación, organización, dirección y ejecución conjun-
sión, antes de adoptarla, y la razón o sinrazón de los votos an- ta, la estandarización de equipos, las contrataciones burocráti-
tes de emitirlos ". En términos políticos, la deliberación es públi cas y la cohesión de sus integrantes, entre otros ".
128
ca, abierta, libre, p a r t i c i p a t i v a . C o m o afirmaba un axioma par-
En otras palabras, se unifica el mando y dirección de la insti-
lamentario del siglo XIX: de la discusión surge la luz. A mi en
tución militar, y se desconcentran las competencias de las cua-
tender, este tipo de deliberación está v e d a d o a la institución mi
tro fuerzas, d e n t r o del á m b i t o específico a cada una de ellas,
litar, por lo que su patrón deliberativo es sui géneris: interno, ce
rompiéndose una tradición inaugurada por el Decreto 2 8 8 , dicta-
rrado a la opinión pública, canalizado a través de su estructura
do por la Junta de Gobierno, en el año 1958, como una conse-
j e r á r q u i c a , y vertido p ú b l i c a m e n t e por i n t e r m e d i o de los cana3
cuencia de la experiencia de la dictadura recién derrocada del ge-
les oficiales legitimados a tales fines.
neral Pérez J i m é n e z , y que reza en su primer considerando así:
Los integrantes de la Fuerza A r m a d a N a c i o n a l tienen ahora'
"Que como consecuencia de las experiencias obtenidas du-
d e r e c h o al sufragio, p l a n t e a m i e n t o con el cual manifiesto mi
rante los últimos 10 años en el Gobierno al mando y organiza-
a c u e r d o , p u e s el hecho de asumir los c i u d a d a n o s en armas (los
ción de las Fuerzas Armadas, ha quedado demostrado que el
militares activos), un d e s e m p e ñ o profesional, no los convierte
otorgamiento de extensivos poderes a un único organismo supre-
en c i u d a d a n o s de segunda ni implica n e c e s a r i a m e n t e un acto de
mo, para el empleo conjunto de las mismas, ha conducido a la
deliberación, c o m o claramente lo destaca el artículo 330 de la.
institución armada a defender de la voluntad impuesta por un
Constitución, pues el d e r e c h o al sufragio se ejerce por votado-^;
también único criterio que, anulando la capacidad de los coman-
nes secretas (artículo 63 C B ) , y por ende no públicas. El militar.!
dos de Fuerza, llega a desvirtuar el sentido institucional y téc-
activo no p u e d e participar en actividades de proselitismo políti- 29
nico de los organismos militares de la nación"}
co, ni d e n t r o ni fuera de los recintos militares, lo cual tiene su
explicación en los principios de disciplina, obediencia y subordi-* La ausencia de un control externo en el ascenso de los oficia-
nación, que definen el profesionalismo peculiar de la institución les con grado de coronel o capitán de navio (vid. supra), constitu-
castrense. ye una expresión de la apertura autonómica de la institución cas-
trense respecto a una autoridad civil distinta a la del Presidente
La F u e r z a Armada Nacional singulariza el concepto tradicio-^
de la República. Pienso que ha podido considerarse un control
nal de Fuerzas Armadas Nacionales. El informe de la Comisión,
a través de la autorización correspondiente de la nueva rama del
antes señalada de la A N C , justifica así tal c a m b i o en la catego-í
Poder Público nacional que vela por la ética pública y la moral
ría gramatical:
republicana, que no es otro que el Poder Ciudadano.
"Se unifica en una globalidad a los diferentes integrantes de A
La ampliación del ámbito competencial de la Fuerza Armada
la Fuerza Armada Nacional, estos son: el Ejército, la Armada,
Nacional lo revela la posibilidad que abre la Constitución al ejerci-
la Aviación y la Guardia Nacional, los cuales funcionan de ma-^
cio de actividades, que en puridad no le son ínsitas, como son los
ñera integral, pero respetándose su respectiva competencia. I
casos de la policía administrativa y la investigación penal, en este
"Con la nueva Constitución tendremos una Fuerza Armada Na- último caso una actividad reservada al sistema judicial. Además
cional unida y conjuntamente dirigida a lograr objetivos comunes.^ se suprimió la prohibición consagrada en la Constitución de 1961,
que impedía el ejercicio simultáneo por un mismo f i i n H o n a r i r .
de la autoridad militar y la autoridad civil.

128. cfr. ELSTER, Jon (Editor). Deliberative democracy, Cambridge Universit?


Press, New York, 1998. 129. Citado por AGUIAR (2000), p. 111.
230 LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN DERECHO CONSTITUCIONAL 231

Anteriormente señalamos (vid. supra) dos factores promoto- tración de e m e r g e n c i a s de carácter civil, y uno de p r o t e c c i ó n
res de la a u t o n o m i z a c i ó n creciente de la Fuerza A r m a d a , como civil y administración de desastres. La Constitución prescribe
lo son el privilegio irritante del antejuicio de mérito a favor de para todos los órganos de seguridad ciudadana su carácter civil,
"oficiales, generales y almirantes de la Fuerza A r m a d a Nacio- y remite a las leyes de bases la distribución competencial concu-
nal", y la a u s e n c i a de un control j e r á r q u i c o i n d u b i t a b l e de la rrente con los estados y municipios, leyes que a nuestro enten-
Contraloría General de la República sobre la Contraloría Gene- der deben responder al modelo federalista cooperativo que adop-
ral de la Fuerza A r m a d a Nacional. A ello hay que agregar el con- ta nuestra Lex Superior, por lo cual debe impedirse, por ser evi-
trol que la Constitución concede a la Fuerza Armada sobre la po- d e n t e m e n t e inconstitucional, su configuración dirigista, acorde
sesión y uso de armas de guerra, que se extiende a la usurpación con el federalismo ejecutivo desechado por el texto fundamen-
del poder reglamentario del Presidente de la República. tal de la República.

En suma, la Constitución dota a la Fuerza Armada Nacional


de una autonomía rayana en independencia, y que por tanto debe
ser morigerada por la interpretación constitucional a luz de los va-
lores superiores y los principios fundamentales expresamente con-
sagrados, como la base axiológica que transversaliza, sin excep-
ciones, repito, todos los resquicios del texto constitucional. Por
consiguiente, no sostengo la tesis del esquema militarista de la
Constitución bolivariana, lo cual en todo caso me parece por lo
menos de entrada una conclusión demasiado tajante y exagerada.

Para terminar la consideración del punto, es digno de recal-


car el r o m p i m i e n t o de una tradición que se remonta sin solución
de continuidad a la primigenia Constitución de 1811, tal como
se plasma en su artículo 179: "Elpoder militar, en todos los caso,
se conservará en una exacta subordinación a la autoridad civil
y será dirigido por ella", principio ratificado por la Constitución,
de 1819, inspirada directamente en el pensamiento del Liberta-
o
dor (título 11°, artículo 9 ) : "La Fuerza Pública es esencialmen-
te obediente, ningún cuerpo armado puede deliberar". Bien de-
cía Bolívar: "Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para
mandar a su patria. No es el arbitro de las leyes ni del gobier-
no; es el defensor de su libertad. Sus glorias deben confundirse
con los de la República; y su ambición debe quedar satisfecha
130
al hacer la felicidad de su país".

El título VII centra también su atención en los "órganos de


seguridad ciudadana", los cuales se organizan (artículo 332 CB)
n r
en c*L*titro c u s r " C C " une *** o 1 i c ^ ° n i ^ ' Q n o i n * d** i n v ^ c t i o p c i ó n
científica, penal y criminalística, uno de b o m b e r o s y adminis-

130. BOLÍVAR (1950), III, p. 593.


.32 LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN

5IBLI0GRAFÍA BÁSICA
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DANIELS, Elias. Militares y democracia. Papel de la institución ar-
mada de Venezuela en la consolidación de la democracia. Edito-
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LA GARANTÍA DE LA CONSTITUCIÓN
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ria", en Juan Carlos Rey, Problemas socio-políticos de América titución con vocación normativa, norma normarum (vid. supra),
Latina. Editorial Ateneo de Caracas - Editorial Jurídica Venezola- tiene aplicación directa, una obligación en la que deben concu-
na. Caracas, 1980. pp. 193-253. rrir para su efectivo c u m p l i m i e n t o , no exclusivamente los órga-
ROMERO, Aníbal (Compilador). Seguridad, defensa y democracia en nos y autoridades del Poder Público, pues c o m p o r t a también un
Venezuela. Editorial Equinoccio. Caracas, 1980. deber de t o d o s . En este sentido, la Constitución reproduce en su
artículo 3 3 3 , el 250 de la Constitución de 1 9 6 1 , cláusula de pro-
SOMAVÍA, Juan y José Miguel INSULZA (Compiladores). Seguridad tección que e x p r e s a m e n t e señala que no perderá su vigencia si
democrática regional. Una concepción alternativa. Editorial
dejare de observarse por acto de fuerza o p o r q u e fuere deroga-
Nueva Sociedad. Caracas, 1990.
da por cualquier otro medio distinto al previsto en ella, eventuali-

J VARAS, Augusto (Coordinador). La autonomía militar en América La-


tina. Editorial Nueva Sociedad. Caracas, 1988.
dad que conlleva el deber c i u d a d a n o de colaborar en el restable-
cimiento de su efectiva vigencia.

La protección institucional de la Constitución se concreta en


WALDMAN, Peter (editor). Justicia en la calle. Ensayos sobre la poli- la justicia constitucional, gracias a la cual los j u e c e s autoriza-
cía en América Latina. Fundación Konrad Adenauer - CIEDLA. dos para ejercer la función de jurisdicción constitucional, se con-
Medellín, 1996. vierten en los defensores por excelencia de la Lex Superior, al
garantizar la plena efectividad del principio fundamental con-
t e m p l a d o en el artículo 7 de la Constitución, que reconoce en ella
la n o r m a s u p r e m a y el fundamento del o r d e n a m i e n t o j u r í d i c o .
131
Son c u a t r o las exigencias funcionales de índole jurídico-políti-
ca, que dan sentido al desarrollo de la justicia constitucional, pie-

131. cfr. COMBELLAS (1995), pp. 191-192.


PROTECCIÓN DE LA CONSTITUCIÓN DERECHO CONSTITUCIONAL 235

dra miliar del Estado constitucional de derecho, modelo y deside- inevitables cambios que impone el paso inexorable del t i e m p o .
rátum del constitucionalismo c o n t e m p o r á n e o : La j u s t i c i a constitucional retrasa la reforma constitucional has-
ta los límites en que ésta se convierte en una necesidad, y pro-
o
I . La Constitución y el orden de valores a la que ella sirve, m u e v e así la formación, dada la vocación de durabilidad de toda
requiere de u n a institución de defensa, el Hüter der Verfassung, Constitución, del "sentimiento constitucional". Tal c o m o lo ha
q u e a s e g u r a su s a l v a g u a r d i a , y que c o r r e s p o n d e en el Estado enfatizado Cappelletti: "Las constituciones tienen una vida pro-
constitucional de derecho a la justicia constitucional. Dicho en pia e incluso las constituciones con mayor solera no pueden ce-
otras palabras, el juez constitucional tiene la importante función rrarse como torres de marfil, aparte del hecho de que sus redac-
de velar p o r q u e esos valores resulten protegidos, salvaguarda- tores no tenían conocimiento de los problemas que están surgien-
d o s , de su eventual violación por parte de la acción legislativa do en las sociedades modernas (e incluso de aquellos problemas
y administrativa del Estado. que sólo ahora están siendo reconocidos por la sociedad). Creo
2°. La j u s t i c i a constitucional, a d e m á s , aclara y precisa los que sea esta la función final de la jurisdicción constitucional:
conceptos c o n s t i t u c i o n a l e s , y de m a n e r a especial los conceptos mantener viva la Constitución. Como dijo muy adecuadamente
jurídicos i n d e t e r m i n a d o s , que desbordan los contornos jurídico- un importante estudiosos francés de derecho, comentando la sen-
positivos, para entroncarse en su valoración ética, cultural, polí- tencia sobre el aborto del Conseil Constitutionnel: el dilema del
tica, e c o n ó m i c a y j u r í d i c a (piénsese en el concepto central del control judicial, en vista de las estipulaciones vagas, impreci-
E s t a d o d e m o c r á t i c o y social de derecho y de justicia). sas y a menudo mudas de las constituciones, es el de ser valien-
133

o
temente creativos o completamente ineficaces ".
3 . L a j u s t i c i a constitucional asume una importante función
integradora en el sistema político, en la m e d i d a en que impide La justicia constitucional en Venezuela tiene dos vertientes
que la pluralidad no signifique el d e s e n c a d e n a m i e n t o de fuerzas que expresan un sistema mixto de control constitucional: la pri-
centrífugas desintegradoras, al asegurar la unidad estatal gracias mera c o r r e s p o n d e al control difuso, y consiste en la obligación
al despliegue de elementos integrativos. Así, integra la Constitu- del j u e z de desaplicar las leyes u otras normas j u r í d i c a s , si é s -
ción con el resto del ordenamiento jurídico del Estado, al impreg- tas son incompatibles con la Constitución, en cuyo supuesto debe
narlo de u n i d a d de sentido; integra el ciudadano al sistema polí- aplicar las disposiciones constitucionales. Puede operar de ofi-
tico, al velar por la protección de sus derechos fundamentales; cio, por decisión autónoma del juez de la causa (la llamada c u e s -
y contribuye, en su labor constante de concreción de los valores tión de c o n s t i t u c i o n a l i d a d ) , o a instancia de parte (la l l a m a d a
c o n s t i t u c i o n a l e s , a una integración valorativa de la comunidad excepción de constitucionalidad). El control difuso tiene una tra-
134
política (la polity), en otras palabras a la creación de un senti- dición jurídica en Venezuela que se remonta al siglo X I X , y
miento constitucional, 132
aquella c o n c i e n c i a de la comunidad se encuentra recogido tanto en el artículo 20 del C ó d i g o de P r o -
que, trascendiendo a todos los antagonismos y tensiones existen- c e d i m i e n t o Civil, que reza: "Cuando la ley vigente, cuya apli-
tes político-partidistas, económico-sociales, religiosos o de otro cación se pida, colidiere con alguna disposición constitucional,
tipo, integra a detentadores y destinatarios del poder en el marco los jueces aplicarán ésta con preferencia", c o m o en el artículo
de un orden comunitario obligatorio, justamente la Constitución,
sometiendo el proceso político a los intereses de la comunidad.
133. CAPPELLETTI, Mauro. "El formidable problema del control judicial y la
4 ° . La j u s t i c i a constitucional evita la tendencia a la esclero- contribución del análisis comparado", en Revista de Estudios Políticos 13,
sis del texto constitucional, al mantenerlo vivo y actual, dada su nueva época, pp. 61-103, Madrid, 1980, p. 78. El autor francés al cual se re-
tiere Cappelleti es Jean Rivero.
función de adaptación, gracias a la jurisprudencia creativa, a los
134. cfr. AYALA, Carlos. "Origen y evolución del control constitucional en Ve-
nezuela", en VV.AA., Anuario de derecho constitucional latinoamericano,
132. cfr. LOEWENSTEIN (1976), p. 200. Fundación Konrad Adenauer - CIEDLA, Medellín, 1996, pp. 247-284.
LA PROTECCIÓN DE LA CONSTITUCIÓN DERECHO CONSTITUCIONAL 237

19 del Código Orgánico P r o c e s a l P e n a l , que reza: "Control de la seguridad jurídica en un asunto de tal importancia como lo
constitucionalidad. Corresponde a los jueces velar por l ¡M a es la determinación de las leyes compatibles con la Constitución,
lumidad de la Constitución de la República. Cuando la ley ¿ C1 por un lado, y la precisión del alcance de los derechos constitu-
aplicación se pide colidiere con ella, los tribunales deberán cionales, por el otro.
nerse a la norma constitucional". S i n embargo, no ha sido efec
"De ahí que resulte plausible la búsqueda de mecanismos
vo el control difuso en V e n e z u e l a , m á s bien de aplicación es
que articulen el control concentrado de la constitucionalidad
sa y débil, ante la tradición de r e v e r e n c i a de los j u e c e s frente
1 con el control difuso, para evitar los efectos indeseables que el
la ley y la precaria i n d e p e n d e n c i a j u d i c i a l .
ejercicio de éste puede generar, entre los que destaca la posibili-
La segunda vertiente del c o n t r o l de la constitucionalidad dad de una discrepancia no siempre superable entre los jueces
el control c o n c e n t r a d o , q u e c o r r e s p o n d e , de a c u e r d o a la nueva respecto de la constitucionalidad de una norma legal. Es verdad
Constitución, a la sala constitucional del Tribunal Supremo de Ju - S que entre nosotros, tal como ha sucedido en Colombia, la moda-
ticia, como jurisdicción c o n s t i t u c i o n a l , en virtud de lo cual es de lidad difusa del control de la constitucionalidad ha sido emplea-
su exclusiva competencia declarar la nulidad de las leyes y demáf da escasamente, lo que tal vez explique la virtual ausencia de
actos de los órganos que ejercen el P o d e r Público, dictados en e j p planteamientos dirigidos a imponerle correctivos. Sin embargo,
cución directa e inmediata de la C o n s t i t u c i ó n o que tengan rango la reflexión sobre las posibles reformas que demanda nuestra jus-
de ley, cuando coliden con a q u e l l a {vid. artículo 334 CB). ticia constitucional no puede limitarse a problemas cuya magni-
tud real los haga difícilmente soportables, sino que debe cumplir
Alian B r e w e r - C a r í a s ha p u n t u a l i z a d o el definitivo esclare^'
también una función preventiva respecto de deficiencias ínsitas en
c i m i e n t o de la diferencia e n t r e la j u r i s d i c c i ó n contencioso-ad-
su configuración, aún cuando no hayan aflorado completamente.
m i n i s t r a t i v a y la j u r i s d i c c i ó n c o n s t i t u c i o n a l , por el objeto del
control y no por los motivos de c o n t r o l , consecuencia de la aprc¿ En materia de amparo constitucional, es conveniente apli-
bación de dicha disposición constitucional, "por lo que sólo com% car mecanismos que permitan mantener una cierta uniformidad
pete a la jurisdicción constitucional, conocer de la anulación? en la interpretación judicial de los derechos fundamentales. A
por inconstitucionalidad, por supuesto, de las leyes y demás ac- esto se suma la necesidad de propiciar una elevación cualitati-
tos dictados en ejecución directa e inmediata de la Constitución va de los criterios empleados al interpretarlos, pues lo cierto es
(como los actos de gobierno o los interna corporis de la Asam% que la enorme expansión del amparo como instrumento proce-
blea) o que tengan rango de ley (decretos-leyes); correspondien- sal no se corresponde con el tímido desarrollo dogmático del
do, en cambio, a la jurisdicción contencioso-administrativa coy contenido de tales derechos". ni

1
nocer de la nulidad de los actos administrativos, incluidos los
En suma, la función de "guardián de la Constitución" la ejer-
reglamentos, por motivos de inconstitucionalidad y de legalidad
n6 cen todos los jueces de la República, dada su obligación constitu-
(contrariedad del derecho)".
cional de asegurar la integridad de la Lex Superior, lo que no se
J e s ú s M a r í a Casal ha r e s a l t a d o la falla de racionalidad de contradice con la alta función del Tribunal Supremo de garanti-
n u e s t r a j u r i s d i c c i ó n c o n s t i t u c i o n a l . En sus p r o p i a s palabras: zar una interpretación y una aplicación uniforme de la Constitu-
"Nuestra justicia constitucional no está dotada de la debida ra- ción, y muy especialmente de su sala constitucional, c o m o máxi-
cionalidad, al menos en lo que atañe a la articulación entre sus mo y último interprete de la Constitución, interprete m á x i m o mas
distintos componentes y, particularmente a la preservación de 138
no exclusivo, como agudamente lo aclara C a s a l , dado el carác-

:
135. cfr. CASAL, Jesús María. Constitución y justicia constitucional, UCAB,
Caracas, 2000, pp. 76 y ss. 137. CASAL (2000), pp. 77-78.
136. BREWER-CARÍAS (2000), p. 230. 138. CASAL (2000), p. 83.
238 LA PROTECCIÓN DE LA CONSTITUCIÓN
DERECHO CONSTITUCIONAL 239

ter mixto de nuestro sistema de control de la constitucionalidad. Sobre este último punto ha surgido una confusión que es con-
En todo caso, c o m o m á x i m o y último interprete, las decisiones veniente aquí aclarar, y que no es otra que la preocupación de
de la sala constitucional, al interpretar el c o n t e n i d o y el alcance 140
B r e w e r - C a r í a s en torno a la supuesta supresión de las palabras
de las n o r m a s y principios constitucionales son vinculantes con " a j u i c i o de la Sala" en el inicio del numeral 10 del artículo 336
efectos erga omnes. C B , que en opinión del autor había sido aprobado por la A N C así:
La Constitución señala el ámbito competencial de la jurisdic- "Revisar, a juicio de la Sala, las sentencias... ". Tal supresión
ción constitucional, expresada en las diez atribuciones consagra- equivale a afirmar que un recurso similar al writ of cercioran ha-
das en el artículo 336 C B , además de las recogidas por el artículo bía sido desestimado en la redacción final de la Constitución, en
203 CB ( p r o n u n c i a m i e n t o sobre la constitucionalidad del carác- contradicción expresa con lo por ella aprobado. No c o m p a r t o di-
ter orgánico de las leyes así calificadas por la A s a m b l e a Nacio- cha opinión: la eliminación de las palabras señaladas fue una de-
nal; y por el artículo 214 CB (pronunciamiento sobre la constitu- cisión consciente y expresa del constituyente, y así q u e d ó ratifi-
cionalidad de las leyes que les remita el P r e s i d e n t e de la Repú- cada en la Constitución aprobada formalmente y suscrita con la
blica antes de su p r o m u l g a c i ó n ) ; a d e m á s de las que establezca firma de la abrumadora mayoría de los constituyentes el 17 de
la ley orgánica de j u r i s d i c c i ó n constitucional. n o v i e m b r e de 1999. Casal recoge acertadamente el sentido de lo
139
aprobado por la A N C : "La razón por la cual se suprimió del nu-
Siguiendo el criterio taxonómico de B r e w e r - C a r í a s las atri- meral 10 del artículo 336, después del verbo "revisar", la expre-
buciones consagradas en el artículo 336 CB se pueden ordenar así: sión, a "juicio de la Sala", fue justamente evitar una excesiva ri-
o
I . Potestad anulatoria por inconstitucionalidad (numerales gidez en la regulación de la figura, y dejar en manos del legisla-
1,2,3 y 4 ) . dor la adopción del mecanismo que se estimase más convenien-
te, con lo cual queda abierta la posibilidad del ensayo-error y de
2°. Control p r e v i o de la constitucionalidad de actos estata- w
la corrección sin necesidad de modificar la Constitución".
les (numeral 5, a m é n de los artículos 2 0 3 y 214 C B ) .
o
3 . La revisión de la constitucionalidad de los decretos que
declaran los estados de e x c e p c i ó n ( n u m e r a l 6). LOS E S T A D O S D E E X C E P C I Ó N
o
4 . El control de constitucionalidad de las leyes por omisión
(numeral 7 ) , n o v e d o s a forma de control constitucional que tie- C o m e n z a r é citando la celebrada frase de D o n o s o Cortés: "el le-
ne su fundamento en el principio de la s u p r e m a c í a constitucio- gislador que en tiempos de disturbios y trastornos aspira a go-
nal y la c o n s i g u i e n t e subordinación del legislador, como poder bernar con las leyes comunes es un imbécil, el que aun en tiem-
constituido y limitado, al programa normativo contenido, a la luz pos de disturbios y trastornos aspire a gobernar sin ley es teme-
de sus valores y p r i n c i p i o s , en la Constitución. rario. El Derecho común es la regla ordinaria de los hombres
o
5 . El control de la constitucionalidad de las leyes mediante en tiempos bonacibles. El Derecho excepcional es su regla co-
la declaración de colisión (numeral 8). mún en circunstancias excepcionales. Pero así como el hombre
o
en ningún tiempo puede caminar sin Dios, las sociedades en
6 . La resolución de controversias constitucionales entre los ningún tiempo pueden caminar sin ley". 142

órganos del Poder Público (numeral 9); y


7 ° . La revisión de las sentencias dictadas por los tribunales
de instancia en c u e s t i o n e s de constitucionalidad (numeral 1U).
140. BREWER-CARÍAS (2000), pp. 234.
141. CASAL (2000), pp. 86-87.
139. BREWER-CARÍAS (2000), pp. 230 y ss.
142. Citado por GARCÍA-PELAYO (1991), p. 361.
LA PROTECCIÓN DE LA CONSTITUCIÓN DERECHO CONSTITUCIONAL 241

La regulación de los estados de excepción en la Constitución do a esclavitud o servidumbre; la garantía de la integridad per-
de 1999 supera con creces las disposiciones, en algunos casos sonal; el principio de legalidad; la protección de la familia; los
1 4 3
o b s c u r a s , de la C o n s t i t u c i ó n de 1 9 6 1 , y se sitúa a tono con la d e r e c h o s del niño; la garantía de la no privación arbitraria de la
protección de los valores y principios más preciados recogidos nacionalidad y el ejercicio de los derechos políticos al sufragio
en el texto fundamental. Analizaré a continuación sus diferen- y el acceso a las funciones públicas.
tes a s p e c t o s : o
4 . La Constitución distingue cuatro modalidades de estados
o
I . El único actor constitucional que puede decretar los estados de excepción (artículo 338 C B ) :
de excepción es el Presidente de la República en Consejo de Minis- o
4 . 1. El estado de alarma: "cuando se produzcan catástro-
tros. La Constitución subraya (artículo 232 CB), que el principio
fes, calamidades públicas u otros acontecimientos similares que
de responsabilidad del Presidente en cumplimiento de sus actos
pongan seriamente en peligro la seguridad de la Nación, o de
y obligaciones se mantiene incólume en los estados de excepción,
sus ciudadanos y ciudadanas ".
al igual que para el Vicepresidente Ejecutivo y los Ministros.
Su duración es de hasta treinta días, pudiendo prorrogarse
2°. La C o n s t i t u c i ó n precisa nítida y directamente en su nor-
hasta por treinta días m á s .
mativa (artículo 337) las cualidades que definen los estados de
0
excepción: "Se califican expresamente como tales circunstancias 4 . 2 . El estado de emergencia: "cuando se susciten circuns-
de orden social, económico, político, natural o ecológico, que tancias económicas extraordinarias que afecten gravemente la
afecten gravemente la seguridad de la Nación, de las institucio- vida económica de la Nación ".
nes y de los ciudadanos y ciudadanas, a cuyo respecto resultan
Su duración es de hasta sesenta días, pudiendo p r o r r o g a r s e
insuficientes las facultades de las cuales se disponen para ha- p o r un plazo igual.
cer frente a tales hechos".
0
4 . 3 . El estado de conmoción interior o exterior: "en caso
3°. Las g a r a n t í a s consagradas en la Constitución p u e d e n ser
de conflicto interno o externo, que ponga seriamente en peligro
restringidas t e m p o r a l m e n t e , pero nunca s u s p e n d i d a s , en virtud
la seguridad de la Nación, de sus ciudadanos y ciudadanas, o
de lo cual el ejercicio del derecho cuya garantía se restringe, debe
de sus instituciones".
estar regulado en el decreto que declare el estado de excepción.
En ningún caso p u e d e n ser restringidas las garantías referidas a Su duración es de hasta noventa días, prorrogable por noven-
los derechos a la vida, prohibición de i n c o m u n i c a c i ó n o tortura, ta días m á s .
el d e r e c h o al d e b i d o p r o c e s o , el derecho a la información y los o
5 . Dictado el decreto que declara el estado de excepción, de-
d e m á s d e r e c h o s h u m a n o s intangibles, que c o m o bien ha apunta-
144
be ser presentado dentro de los o c h o días siguientes, a la A s a m -
do B r e w e r - C a r í a s , se corresponden con los señalados por el ar-
b l e a Nacional o a la Comisión Delegada, para su consideración
tículo 4 del Pacto Institucional de Derechos Civiles y Políticos,
y aprobación.
y por el artículo 27 de la C o n v e n c i ó n A m e r i c a n a de Derechos
H u m a n o s , así: la garantía de la igualdad y no discriminación; la 6 ° . Simultáneamente debe ser presentado a la sala constitu-
garantía de no ser c o n d e n a d o a prisión por obligaciones contrac- cional del Tribunal S u p r e m o de Justicia, para que se p r o n u n c i e
tuales; la garantía de la irretroactividad de la ley; el derecho a sobre su constitucionalidad.
la personalidad; la libertad religiosa; la garantía de no ser someti-
1°. El decreto que declara el estado de excepción d e b e c u m -
plir con las exigencias, principios y garantías establecidos en el
143. cfr. DELFINO, María de los Angeles. "De la emergencia", en Politeia 15, P a c t o Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en la C o n -
Instituto de Estudios Políticos, UCV, Caracas, 1992, pp. 331-406.
v e n c i ó n Americana sobre Derechos Humanos.
144. BREWER-CARÍAS (2000), p. 237.
242 LA PROTECCIÓN DE LA CONSTITUCIÓN DERECHO CONSTITUCIONAL 24

8°. La solicitud de p r ó r r o g a del decreto que declara el esta- BIBLIOGRAFÍA BÁSICA


do de e x c e p c i ó n c o r r e s p o n d e al Presidente de la R e p ú b l i c a , y su
a p r o b a c i ó n a la A s a m b l e a N a c i o n a l .
AYALA, Carlos. "Reflexiones sobre la jurisdicción constitucional en Ve
o
9 . El decreto que declara el e s t a d o de e x c e p c i ó n p u e d e ser nezuela", en VV.AA., II Jornadas Colombo-Venezolanas de De
r e v o c a d o , antes del t é r m i n o señalado en la prórroga, al cesar las recho Público. Universidad Extemado de Colombia. Bogotá, 199£
c a u s a s que lo m o t i v a r o n , por el E j e c u t i v o N a c i o n a l , o por la pp. 571 y ss.
A s a m b l e a N a c i o n a l o su C o m i s i ó n D e l e g a d a .
BREWER-CARÍAS, Alian. Instituciones políticas y constitucionales
10°. Un dispositivo c o n s t i t u c i o n a l de gran relevancia, que
Editorial Jurídica Venezolana. Caracas, 1997.
despeja las confusiones que frecuentemente surgen sobre el par-
ticular, es aquel que establece que la declaración de los estados BREWER-CARÍAS, Alian. "La justicia constitucional en la nueva Cons
de excepción no interrumpe el funcionamiento de los órganos del titución", en Revista de Derecho Constitucional 1. Caracas, 1999
Poder P ú b l i c o . pp. 35 y ss.
11°. Inteligentemente, dadas las derivaciones e implicaciones
de un t e m a de por sí complejo, la Constitución remite a una ley CASAL, Jesús María. Constitución y justicia constitucional. UCAB
orgánica la r e g l a m e n t a c i ó n de los estados de e x c e p c i ó n , ley que Caracas, 2000.
5 debe ser a p r o b a d a por la A s a m b l e a N a c i o n a l de acuerdo a lo es-
tipulado por la disposición transitoria tercera de la Constitución, COPRE. Latinoamérica. Estados de excepción. Constituciones. COPRE
UJ
Fundación Konrad Adenauer, Caracas, 1995.
dentro de los p r i m e r o s seis meses siguientes a su instalación.
• —^ En c o n c l u s i ó n , los estados de e x c e p c i ó n se e n m a r c a n en Ve- DELFINO, María de los Angeles. "De la emergencia", en Politeia 15. Ins-
ce nezuela, de ahora en adelante, d e n t r o de un marco constitucio- tituto de Estudios Políticos, UCV. Caracas, 1992. pp. 331-406.
UJ
•5- nal c o h e r e n t e , que no i m p i d e atacar con éxito, por lo menos en
términos j u r í d i c o s , las situaciones fácticas que les dan origen, HARO, José Vicente. "La justicia constitucional en Venezuela y la Cons-
I sin que por ello se d e s b o r d e n los s a g r a d o s principios que confi- titución de 1999", en Revista de Derecho Constitucional 1. Cara-
guran nuestro Estado constitucional de d e r e c h o . cas, 1999. pp. 151 y ss.

REY, Juan Carlos. El futuro de la democracia en Venezuela. IDEA. Ca-


racas, 1989.

ZOVATTO, Daniel. Los estados de excepción y los derechos humanos


en América Latina. Instituto Interamericano de Derechos Huma-
nos - Editorial Jurídica Venezolana. Caracas, 1990.
XV. La reforma
de la Constitución

LA REVISIÓN DE LA CONSTITUCIÓN

Las constituciones no son como los libros sagrados, que al es-


tampar d o g m a s de fe se convierten en d o c u m e n t o s inmodifica-
bles. Son obra humana, y c o m o toda obra h u m a n a responden a
un m o m e n t o histórico determinado, proclive necesariamente a la
transformación. Cierto que las constituciones tienen vocación de
permanencia, de estabilidad, como plataforma que son de fun-
damentación del orden j u r í d i c o y político de una c o m u n i d a d . Se
forma así un sentimiento constitucional, pero p r e c i s a m e n t e gra-
cias a la voluntad constitucional de hacer de ellas documentos
vivos, que responden, gracias a la interpretación, a las exigen-
cias y d e m a n d a s de renovación que les imponen los seres huma-
nos. A fin de cuentas, como lo señala una iluminada frase de Ri-
chard Bach: "Aquellos que no aman el cambio no son, en ver-
dad, visitantes de la Tierra ".

En otras palabras, no son contradictorias la estabilidad y el


cambio constitucional. La inteligencia constitucional está en asu-
mir el cambio, sin sacrificar la estabilidad, siempre que se dé una
importante contribución: el enriquecimiento institucional, por la
sencilla razón de que la fortaleza de las instituciones constitucio-
nales es la mejor garantía de protección de nuestras libertades.
No es casualidad que los pueblos d o n H e está más acendrada ¡a
libertad y p r e d o m i n a una cultura cívica, respeten de m a n e r a es-
pecial sus constituciones. Son un símbolo y un escudo, en defini-
tiva un crisol de instituciones, donde se estrellan el " v o l u n t a r i s -
LA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN
DERECHO CONSTITUCIONAL 247

mo político", la arbitrariedad y las tentaciones del poder despóti- un síntoma fatal en algunos pueblos el estar siempre en fábri-
co. Ya lo decía n u e s t r o Cecilio Acosta: "Las instituciones, que cas de leyes: resulta al fin que ninguna tiene, o que ninguna aca-
consisten verdaderamente en las creencias, en los hábitos, en ge- ta, o que ninguna se consolida. El tiempo, el tiempo entra por
neral en las costumbres, y que tienen hondas raíces, son, si se buena parte en la formación como en la conservación de las ins-
me permite la expresión, las ideas petrificadas, y, sin que lo des- tituciones humanas"'. 146

mienta la experiencia, la única base de los gobiernos permanen-


tes".145 Las constituciones se modifican por vías de hecho o por vías
de d e r e c h o :
En Venezuela no h e m o s logrado solidificar una conciencia
constitucional, y por ello los textos constitucionales son ende- La vía más cruda de hecho es la inaplicación. En este supues-
bles, al no e s t a r c i m e n t a d o s en los poderosos pilotes que impi- to la Constitución formal es una mera fachada, un recurso ideoló-
den su v u l n e r a c i ó n . En estas tierras todo cambio político arras- gico de justificación del poder factual, independiente de la reali-
tra tras sí un c a m b i o constitucional, donde derogar la Constitu- dad constitucional. En puridad no p o d e m o s hablar a q u í de revi-
ción del r é g i m e n d e f e n e s t r a d o es un trofeo de la c o n q u i s t a del sión de la Constitución, pues simplemente ésta no se c u m p l e , no
poder, así c o m o la a p r o b a c i ó n de la nueva Constitución se erige tiene vigencia.
en s í m b o l o del n u e v o r é g i m e n , expresión t a u m a t ú r g i c a de los U n a segunda vía de hecho es el fenómeno sutil c o n o c i d o co-
" c a m b i o s " por realizar. En suma, a d o l e c e m o s de un sentimien- 147
mo la mutación constitucional. Jellinek la definió como la modi-
to constitucional, pero nos aliena el "fetichismo constitucional": ficación constitucional que deja indemne al texto, al no cambiar-
c a m b i a n d o la C o n s t i t u c i ó n nos h a c e m o s la ilusión que cambia- lo formalmente. La mutación se produce, sea por el c a m b i o de
mos nuestro m u n d o , y como por arte de magia amaneceremos más significado de las palabras del texto constitucional, sea por una
libres, más fraternos, m á s p r ó s p e r o s . Hace cerca de 150 años, el praxis política en contradicción con el contenido de la Consti-
m i s m o C e c i l i o A c o s t a , c a p t ó con p a r t i c u l a r a g u d e z a nuestra tución.
"mentira c o n s t i t u c i o n a l " , idea recurrente y vigente, en sus ras-
gos fundamentales en la hora actual: Una tercera vía de hecho está en la destrucción de la C o n s t i -
tución por el poder constituyente. C o m o lo expresa Pedro De Ve-
"Tenemos el mal hábito de creer que las constituciones es- ga: "El poder constituyente, como poder soberano, previo y to-
tán en los libros, cuando las constituciones no tienen más rai- tal, podría en todo momento, claro es, modificar, transformar y
gambre que las costumbres. Escribimos frases hermosas, garan- destruir, incluso, el ordenamiento constitucional. Pero será en
tías preciadas, principios santos, y juzgamos haber hecho todo el ejercicio de sus atribuciones soberanas, operando como res
con esto. El pobre ya es rico, el ignorante sabio, el labriego pre- facti, non juris. Lo que significa que por la misma razón que se
sidente, corre el oro, florecen las industrias, vuela el comercio, le considera y cataloga como poder político y de hecho, no se
se abre el crédito; y todo es ventura, y gozo, y bienandanza; y le puede encuadrar ni definir como poder jurídico y limitado ". 148

lo peor es que se dice, aunque no se crea, y se finge creerlo, por


traza o por lo que fuere, aunque el espectro de la miseria públi- La convocatoria de la A N C el año 1999 es reveladora de una
ca y privada se cierna sobre los campos y poblados. Algo más curiosa interpretación, donde, es la dura verdad, el guardián de
hacemos, hacemos cada rato constituciones como quien sopla la Constitución (la Corte Suprema de Justicia respecto a la C o n s -
pompas de jabón, y la última es la mejor, de donde resulta que
ninguna es buena, porque al fin viene otra que la fulmina. Es 146. Ibid , I, pp. 152-153
147. JELLINEK, Georg. Reforma y mutación de la constitución, Centro de
Estudios Constitucionales, Madrid, 1991, p. 7.
145. ACOSTA, Cecilio. Obras completas, Fundación La Casa de Bello, Cara-
148. DE VEGA, Pedro. La reforma constitucional y la problemática del po-
cas, 1982, II, p. 724. der constituyente, Editorial Tecnos, Madrid, 1988, p. 65.
LA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN
DERECHO CONSTITUCIONAL 249

titución de 1961, en su controversial decisión del 19 de enero de El d e n o m i n a d o poder de reforma o poder de revisión, consti-
1999), se convirtió paradójicamente en su sepulturero. A q u í los tuye la vía legitimada por el derecho (res juris), para modificar
poderes constituidos (el Presidente de la R e p ú b l i c a autorizado la Constitución. Bien lo ha apuntado De Vega: "A la inversa (del
por la Corte S u p r e m a ) , abren la puerta a la e m e r g e n c i a del po- poder constituyente), el poder de reforma, en la medida en que
der constituyente, que en su primer acto de r e p r e s e n t a c i ó n a tra- aparece reglado y ordenado en la Constitución, se convierte en
vés de la A N C , a s u m e su p o d e r por e n c i m a de la Constitución, un poder limitado, lo que quiere decir que la actividad de revi-
d e s t r u y e n d o así de h e c h o , c o n v a l i d a d o por el d e r e c h o , el orden sión no puede ser entendida nunca como una actividad sobera-
constitucional de 1 9 6 1 . E s t a m o s frente a una original peculiari- na y libre. Se concretaría de esta forma la distancia y la separa-
dad del Derecho Constitucional latinoamericano, digna de enjun- ción que media entre la acción legal y la revolución"} 51

dioso análisis doctrinario, pues la Venezuela del año 1999 nos


mostró a s o m b r o s a m e n t e un poder c o n s t i t u y e n t e al u n í s o n o res El poder de reforma se explica por la necesaria rigidez de la
facti y res juris. 149 Constitución, c o m p o n e n t e esencial de las constituciones moder-
nas, que las diferencia de las leyes, para protegerlas de la vola-
Cabe preguntarse si gracias a la interpretación de la Constitu- tilidad de su eventual frecuente modificación. C o m o norma nor-
ción por parte de la jurisdicción constitucional puede modificarse marum y en c o n s o n a n c i a con el principio de la s u p r e m a c í a (vid.
el texto fundamental. En principio es i m p e n s a b l e : los poderes supra), el texto constitucional requiere de procedimientos espe-
constituidos tienen límites infranqueables en el ámbito compe- ciales, de menor a mayor rigidez, para su revisión. Dichos proce-
tencial que les fija la C o n s t i t u c i ó n . La i n t e r p r e t a c i ó n plantea dimientos tienen sus variantes. Analicemos a continuación los
c a m b i o s en la Constitución, enfoques y p e r c e p c i o n e s distintas, c o n t e m p l a d o s por el texto de 1999.
gracias a las variables visiones que impone la mutable realidad
y la construcción de p a r a d i g m a s para c o m p r e n d e r l a , a m é n de la
concreción p e r m a n e n t e de los valores que ella necesariamente LA E N M I E N D A Y LA R E F O R M A C O N S T I T U C I O N A L
reclama. Pero de allí a afirmar la posibilidad de la reforma o el
quebrantamiento constitucional hay un largo trecho. Hacerlo ex-
cede la función de interpretación para d i r e c t a m e n t e pretender La Constitución bolivariana dedica un título, el título IX, a la re-
reformar la Constitución. C o m o apunta Hesse: "Allídonde el in- forma constitucional. En él se regulan tres procedimientos: la en-
terprete se impone a la Constitución deja de interpretarla para mienda, la reforma constitucional y la convocatoria de una asam-
cambiarla o quebrantarla. Cualquiera de las dos conductas le blea nacional constituyente.
están vedadas por el derecho vigente. Incluso cuando un proble-
La tramitación de la enmienda es más sencilla que la tramita-
ma no puede resolverse adecuadamente por medio de la con-
ción de la reforma, lo que nos lleva prima facie a afirmar que
cretización, el juez, que se halla sometido a la Constitución, no
]5
las materias objeto de la reforma son valoradas de forma m á s
puede elegir libremente los topoi". °
exigente por el constituyente q u e las materias objeto de la en-
mienda. Tanto en una c o m o en otra, su aprobación definitiva c o -
149. cfr. las contribuciones de Aveledo, Hernández Mendible, Martínez Dalmau,
rresponde al pueblo, c o m o soberano constitucional, m e d i a n t e la
Mejía y Urdaneta, contenidas en VV.AA., El nuevo derecho constitucional institución del r e f e r é n d u m , lo cual tiene su e x p l i c a c i ó n en el
venezolano, UCAB.Caracas, 2000; y Alejandro Pace. "Muerte de una Cons- fuerte c o n t e n i d o d e m o c r á t i c o - p a r t i c i p a t i v o de la C o n s t i t u c i ó n
titución. Comentario a la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de Vene- bolivariana, que no quiso reservar exclusivamente a los repre-
zuela", en Revista Española de Derecho Constitucional 57, Madrid, septiem- sentantes una decisión tan trascendental.
bre-diciembre 1999.
150. HESSE, Konrad. Escritos de derecho constitucional. Centro de Estudios
Constitucionales, Madrid, 1992, p. 49. 151. DE VEGA, Pedro. Ob. cit., p. 65.
250 LA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN DERECHO CONSTITUCIONAL 251

La Constitución no distingue con suficiente claridad el objeto En suma, y lo afirmo en términos autocríticos, el abordaje
diverso de la enmienda y la reforma: sobre la enmienda se señala del tema por parte del constituyente adoleció de ideas claras y
que el objeto es la "adición o modificación de uno o varios artí- distintas. S e g u r a m e n t e , por el hecho de ser el ú l t i m o título de la
c u l o s " , mientras que la s e g u n d a tiene por objeto "una revisión C o n s t i t u c i ó n , la p r e s i ó n ' q u e se nos i m p u s o p a r a a p r o b a r con
parcial de esta Constitución y la sustitución de una o varias de apresuramiento el proyecto de Constitución, afectó irremisible-
sus n o r m a s " . Surgen las preguntas: ¿ d ó n d e termina la adición o mente su diáfana concreción. L a m e n t a b l e m e n t e , la Exposición
m o d i f i c a c i ó n de u n o o varios a r t í c u l o s , y d ó n d e c o m i e n z a la de Motivos t a m p o c o en nada nos ayuda a aclararlo. C o r r e s p o n -
r e v i s i ó n parcial? ¿cuál es la diferencia entre a d i c i ó n o modi- de, entonces, a la jurisdicción constitucional realizar las necesa-
ficación y sustitución? ¿cuál es el criterio para distinguir artícu- rias dilucidaciones, cuando tarde o temprano se p l a n t e e la even-
los de n o r m a s ? ¿ c ó m o se afectan los capítulos y los títulos? Si tual revisión de algunos aspectos del texto constitucional.
se modifican sustancialmente los artículos de un capítulo, con
a d i c i o n e s y modificaciones, dejando f o r m a l m e n t e i n c ó l u m e el
capítulo, ¿se está ante una e n m i e n d a o ante una reforma? LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE

A ello es de agregar la mención de un concepto indetermina-


do: el de la estructura fundamental. En efecto, tanto para la en- La teoría constitucional distingue el poder constituyente origi-
m i e n d a c o m o para la reforma se afirma que no pueden alterar o nario del poder constituyente constituido, este ú l t i m o tradicio-
modificar la estructura fundamental de la Constitución. Respecto nalmente c o n c e b i d o c o m o manifestación del p o d e r de reforma,
a la reforma se sostiene además que no p u e d e n modificarse los pues se regula, c o m o res juris, dentro de la C o n s t i t u c i ó n . En tér-
principios fundamentales de la Constitución. minos radicales y genuinos, el poder constituyente sólo es el ori-
ginario, res facti, reacio a la formalización constitucional. Cari
Sobre este último punto no abrigo d u d a s : los principios fun-
Schmitt captó su esencia en esclarecedoras p a l a b r a s :
d a m e n t a l e s son aquellos recogidos por el título I de la Constitu-
ción. A h o r a bien, la lógica elemental nos autoriza a preguntar- "En el poder constituyente descansan todas las facultades
nos con relación a la posibilidad de que gracias a la enmienda y competencias constituidas y acomodadas a la Constitución.
se p u e d a n modificar los principios fundamentales. Cabe enton- Pero el mismo no puede constituirse nunca con arreglo a la
ces p r e g u n t a r s e : ¿El p r o c e d i m i e n t o m e n o s rígido de la enmien- Constitución. El pueblo, la nación, sigue siendo el basamento
da p u e d e afectar un tema tan relevante c o m o el de los principios de todo el acontecer político, la fuente de toda la fuerza, que se
fundamentales, al contrario del p r o c e d i m i e n t o más rígido de la manifiesta en formas siempre nuevas, que siempre saca de nue-
reforma constitucional? vas formas y organizaciones, no subordinando nunca, sin embar-
152
go, su existencia política a una formulación definitiva ".
Otra pregunta nos surge en torno al significado del concep-
to de estructura fundamental: ¿qué se entiende por estructura en No obstante, las constituciones modernas (por lo menos algu-
los términos de la Constitución bolivariana? I g u a l m e n t e , ¿qué nas de ellas, patente en Latinoamérica), recogen en su seno asam-
significa fundamental? ¿qué es fundamental y qué no es funda- bleas constitucionales, e incluso asambleas constituyentes, origi-
mental? nando necesariamente una literatura reacia a reservar el término
constituyente a las asambleas originarias. Por consiguiente, con-
Seguramente, hubiera sido más riguroso, desde la perspectiva
sidero digno de considerar la siguiente distinción:
de la técnica constitucional, señalar con precisión cuáles artícu-
los, capítulos o incluso títulos, estarían vedados a la enmienda,
a la reforma, o incluso a a m b a s , reservando para ellos el consti-
152. SCHMITT, Cari. Teoría de la Constitución, Alianza Editorial, Madrid,
tuyente el concepto de cláusulas de intangibilidad. 1982, p. 97

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