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Toda sal o compuesto químico disuelto en algún solvente en fase liquida puede ser
precipitada por cristalización bajo ciertas condiciones de concentración y temperatura que
el ingeniero químico debe establecer dependiendo de las características y propiedades de
la solución, principalmente la solubilidad o concentración de saturación, la viscosidad de
la solución, etc.
Para poder ser transferido a la fase sólida, es decir, cristalizar, un soluto cualquiera debe
eliminar su calor latente o entalpía de fusión, por lo que el estado cristalino además de ser
el más puro, es el de menor nivel energético de los tres estados físicos de la materia, en
el que las moléculas permanecen inmóviles unas respecto a otras, formando estructuras
en el espacio, con la misma geometría, sin importar la dimensión del cristal.
Cambio de disolvente
Preparando una disolución concentrada de una sustancia en un buen disolvente y
añadiendo un disolvente pero que es miscible con el primero, el principal del sólido
disuelto empieza a precipitar, y las aguas madres se enriquecen relativamente en las
impurezas. Por ejemplo, puede separarse ácido benzoico de una disolución de éste en
acetona agregando agua.
Sublimación
En algunos compuestos la presión de vapor de un sólido puede llegar a ser lo bastante
elevada como para evaporar cantidades notables de este compuesto sin alcanzar su punto
de fusión(sublimación). Los vapores formados condensan en zonas más frías ofrecidas
por ejemplo en forma de un "dedo frío", pasando habitualmente directamente del estado
gaseoso al sólido, (sublimación regresiva) separándose, de esta manera, de las posibles
impurezas. Siguiendo este procedimiento se pueden obtener sólidos puros de sustancias
que subliman con facilidad como la cafeína, el azufre elemental, el ácido salicílico,
el yodo, etc.
Crecimiento cristalino
Para obtener cristales grandes de productos poco solubles se han desarrollado otras
técnicas. Por ejemplo, se puede hacer difundir dos compuestos de partida en una matriz
gelatinosa. Así el compuesto se forma lentamente dando lugar a cristales mayores. Sin
embargo, por lo general, cuanto más lento es el proceso de cristalización tanto mejor suele
ser el resultado con respecto a la limpieza de los productos de partida y tanto mayor suelen
ser los cristales formados. La forma y el tamaño de los cristales pueden ser influenciados
a aparte por condicionantes como el disolvente o la concentración de los compuestos,
añadiendo trazas de otros componentes como proteínas (esta es la manera con que
los moluscos, las diatomeas, los corales, etc., consiguen depositar sus conchas o
esqueletos de calcita o cuarzo en la forma deseada.)
La teoría más aceptada para este fenómeno es que el crecimiento cristalino se realiza
formando capas monomoleculares alrededor de germen de cristalización o de un cristalito
inicial. Nuevas moléculas se adhieren preferentemente en la cara donde
su adhesión libera más energía. Las diferencias energéticas suelen ser pequeñas y pueden
ser modificadas por la presencia de dichas impurezas o cambiando las condiciones de
cristalización.
En multitud de aplicaciones se puede necesitar la obtención de cristales con una
determinada forma y/o tamaño como: la determinación de la estructura química
mediante difracción de rayos X, la nanotecnología, la obtención de películas
especialmente sensibles constituidas por cristales de sales de plata planos orientados
perpendicularmente a la luz de incidencia, la preparación de los principios activos de
los fármacos, etc…
Recristalización
Se repite el proceso de cristalización en una disolución que ya se había hecho dicho
proceso. Las aguas que quedan aún contienen soluto disuelto que puede cristalizarse. Para
un proceso de cristalización más rápido, aplicar un núcleo de cristalización.
Tipo de cristales
Un cristal puede ser definido como un sólido compuesto de átomos arreglados en orden,
en un modelo de tipo repetitivo. La distancia interatómica en un cristal de cualquier
material definido es constante y es una característica del material. Debido a que el patrón
o arreglo de los átomos es repetido en todas direcciones, existen restricciones definidas
en el tipo de simetría que el cristal posee.
Sistema Cúbico
Las sustancias que cristalizan bajo este sistema forman cristales de forma cúbica, los
cuales se pueden definir como cuerpos en el espacio que manifiestan tres ejes en ángulo
recto, con “segmentos”, “látices”, ó aristas” de igual magnitud, que forman seis caras o
lados del cubo. A esta familia pertenecen los cristales de oro, plata, diamante, cloruro de
sodio, etc.
Sistema Tetragonal
Estos cristales forman cuerpos con tres ejes en el espacio en ángulo recto, con dos de sus
segmentos de igual magnitud, hexaedros con cuatro caras iguales, representados por los
cristales de oxido de estaño.
Sistema Ortorrómbico
Presentan tres ejes en ángulo recto pero ninguno de sus lados o segmentos son iguales,
formando hexaedros con tres pares de caras iguales pero diferentes entre par y par,
representados por los cristales de azufre, nitrato de potasio, sulfato de bario, etc.
Sistema Monoclínico
Presentan tres ejes en el espacio, pero sólo dos en ángulo recto, con ningún segmento
igual, como es el caso del bórax y de la sacarosa.
Sistema Triclínico
Presentan tres ejes en el espacio, ninguno en ángulo recto, con ningún segmento igual,
formando cristales ahusados como agujas, como es el caso de la cafeína.
Sistema Hexagonal
Presentan cuatro ejes en el espacio, tres de los cuales son coplanares en ángulo de 60°,
formando un hexágono bencénico y el cuarto en ángulo recto, como son los cristales de
zinc, cuarzo, magnesio, cadmio, etc.
Sistema Romboédrico
Presentan tres ejes de similar ángulo entre si, pero ninguno es recto, y segmentos iguales,
como son los cristales de arsénico, bismuto y carbonato de calcio y mármol.
EJES AXIALES
Triclínico
Monoclínico
Ortorrómbico o rómbico
Tetragonal
Hexagonal
a igual b distinto de c y alfa igual beta igual a 90 grados y gamma igual a 120 grados.
Trigonal o romboédrico
Los cristales siempre van a pertenecer a alguno de estos sistemas. Para elegir la cruz más
adecuada a un determinado poliedro cristalino, se pueden seguir tres vías (dependiendo
del caso):
1ª Tomarla paralela a aristas reales o posibles, que se corten en un vértice también real o
posible (una arista posible sería una arista biselada y un vértice posible sería un vértice
truncado).
3ª Hacerla coincidir con sus elementos de simetría más importantes: cada uno de estos
sistemas, además de estas relaciones angulares y de longitud, se caracterizan por una
simetría específica.
Finalmente, para orientar correctamente el poliedro que vamos a estudiar, se toma el eje c
vertical frente a nosotros, la parte positiva hacia arriba y la negativa hacia abajo, el eje b
horizontal frente a nosotros, la parte positiva a nuestra derecha y la negativa a nuestra
izquierda y el eje a apuntando directamente a nosotros, la parte positiva hacia nosotros y
la negativa en la dirección opuesta. Y con respecto a los ángulos, el ángulo alfa (definido
por b y c) es el que se opone al eje a, el ángulo beta (definido por a y c) es el que se opone
al eje b y el ángulo gamma (definido por a y b) es el que se opone al eje c.
Para facilitar el trabajo y los cálculos que se realizan con el sistema hexagonal, se suele
utilizar un cuarto eje, denominado i (latina y minúscula). Este eje i es coplanario con a y
b y forma un ángulo de 120 grados con cada uno de ellos. Es decir, la cruz axial hexagonal
quedaría ligeramente modificada: a igual b igual i distinto de c y alfa igual beta igual
a 90 grados y gamma igual a 120 grados.
Al orientar una cruz hexagonal frente a nosotros debemos tener en cuenta que el
eje i tendrá su parte negativa apuntando hacia nosotros (situada entre a y b positivos) y
su parte positiva en la dirección opuesta.
Por último, debes saber que esta cruz hexagonal, se suele utilizar también para trabajar
con el sistema Trigonal o Romboédrico, porque resulta mucho más operativa que la suya
propia.
Clino. Inclinado.
Gono. Ángulo.
Edron. Cara.
Cubicus. Cúbico.
Se refiere a la forma más característica del sistema, el "cubo", que es uno de los cinco
"sólidos platónicos".
El sistema isométrico (cúbico y regular) se caracteriza por tres ejes de la misma longitud.
Regularis. regular.
Se refiere a un poliedro cuyas caras y ángulos sólidos son iguales. El cubo (cúbico e
isométrico) es un gran ejemplo de poliedro "regular".