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Manuel Fontenla1.
manuruzo@gmail.com
INTRODUCCIÓN
en clave contemporánea.
(en adelante FL) e Historia de las Ideas como “dos caras de una misma tarea”. Si para
tránsito por los caminos conceptuales, epistémicos y políticos, que han recorrido las
ideas filosóficas que dichos sujetos han puesto y ponen en juego en la historia de
nuestra América.
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Lic. En Filosofía, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. Integrante del Grupo de Filosofía
Latinoamericana del CIFFyH–UNC. Becario Investigador del CONICET. // Docente de la Cátedra de
Pensamiento Indígena y Latinoamericano, Facultad de Humanidades, UNCA. Doctorando del: Doctorado
en Estudios Sociales de América Latina, Centro de Estudios Avanzados, UNC.
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estudio. Como lo ha señalado en reiteradas ocasiones Arturo Roig: “la cuestión del
Únicamente desde esta relación se puede hablar de tal filosofía (…) aquella relación de
2011: 41-42). Esta relación entre cultura y filosofía es fundamental para Roig, y por ello,
el segundo eje intenta problematizar dicha relación trayendo al diálogo los aportes
latinoamericano.
Por último, el tercer eje intenta interrogarnos por cómo esta y otras genealogías
críticas, pueden contribuir a una genealogía contemporánea (si se permite el uso de tal
oxímoron) de la FL. Esto significa establecer una agenda de trabajo del área, construir
una visión de sus historias políticas, intelectuales, académicas, sociales; historia de sus
contexto, pero no sólo el contexto definido por la situación histórico-social, sino también,
que la historia de las ideas, tanto como la filosofía latinoamericana, se propongan como
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una forma de producción de conocimientos que sea una forma particular “de habitar la
posición del académico, el maestro, el artista y el intelectual, una forma (entre muchas)
Para finalizar esta introducción, podemos decir que a grandes rasgos dos son las
preguntas que nos llevarán por estos ejes y que son a su vez, el punto de partido desde
el cual me han surgido estas preocupaciones: ¿Qué lugar ocupa hoy la Historia de las
Latinoamericana e Historia de las Ideas son dos caras de una misma tarea”. Esto
significa que sin historiar las ideas no es factible filosofar, o en forma positiva, que este
modo de historiar las ideas es el que nos permite filosofar en contexto. Siempre, bajo la
rigurosa aclaración de que “se trata de un modo particular de entender la filosofía que
ha hecho que su historia fuera comprendida justamente como historia de las ideas y no
las que Roig desarrollaba su pensamiento lo llevan por distintos acercamientos a una
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problemática que nunca deja de estar presente y que es abordada desde múltiples
Veamos según el propio Roig cómo la historia de las ideas llega a ser la
Respecto de la Historia de las Ideas en general, señala en primer lugar que se trata de
una historiografía marcada muy fuertemente por situaciones históricas y sociales que no
nacional; y por último una tendencia hacia una lectura explicativa y, en muchos casos,
crítica del desarrollo de las ideas, sobre todo en relación con un tema que acompaña
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una comprensión social de la idea, la cual se corresponde con la particular forma en
filosofía en el sentido de una determinada escuela es más bien “una tarea filosófica que
se ha ido enriqueciendo en función de las diversas formulaciones teóricas con las que
razón de la que la FL ha hecho que su historia fuera comprendida como Historia de las
hacer filosofía e historia de nuestras cosas, y por supuesto, del discurso de nuestras
cosas” (Roig, 2008: 168). Entendiendo que por discursos se refiere a las producciones
entre otros.
entre historia de las ideas y filosofía se construye a partir de una redefinición de cada
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uno de estos saberes. Historia sí, pero fuertemente contextual y donde la idea se define
a partir de su función social, y filosofía sí, pero situada y contextual como crítica de un
epistemológica. Es decir, cómo el trabajo crítico sobre la Historia en tanto que disciplina,
permite una comprensión distinta de las ideas filosóficas, al tiempo que la crítica sobre
la filosofía permite dar un lugar, una función y una relevancia distinta a la historia de las
Roig. Para entender este punto es fundamental abordar la relación entre historia de la
historia de la filosofía hasta entrado el siglo XX, que consistía en la “lectura interna” de
los textos, donde el contexto histórico- social en el que surgen y se desarrollan las ideas
fundamental, sino que más bien las filosofías se encadenan unas a otras a partir de una
presencia del contexto social en los textos e incluso para leer “otras” voces (eludidas)
denomina texto, sino también las relaciones y conexiones que establecen con el
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contexto de producción de las ideas. En segundo lugar, a partir de la comprensión de
resulta posible sólo a través de múltiples mediaciones en las que se presenta como una
El resultado de este cruce entre historia de las ideas y filosofía es señalado con
constante actitud de revisión de las categorías con las que pretende organizarse,
situación mucho más difícil, señala Cerutti, que la que se da en lo que podríamos
señalar entre filosofía e historia de las ideas a partir de la reelaboración de los textos de
Roig. En otras palabras, esta relación crítica entre FL e HI nos habilita a una reflexión
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situada sobre las formas de incursión del eurocéntrismo y la colonialidad en la larga
Ésta breve pero compleja definición nos permite señalar los elementos de nuestro
interés, los que hemos recorrido, como los que se agregan, a saber, la idea de “modos
¿Qué significa que la filosofía se ocupa de los modos de objetivación? En primer lugar,
dirá Roig:
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El objeto de estudio de la FL no son las objetivaciones mismas, sino los modos
históricos concretos en que esas objetivaciones han sido realizadas; en una entrevista
puede hablar de una Filosofía Latinoamericana. Pero si a primera vista este parece ser
Esta explicación nos permite ubicar la importancia que tiene la idea roigeana de
los importantes problemas generalizados a partir del impacto de la semiótica nos han
llevado a señalar como un hecho primario en la consideración de todos los fenómenos
sociales e ideológicos, el de la mediación (…) ha sido posible de este modo rescatar el
mundo de los símbolos, con lo que se ha abierto un campo de lecturas casi infinito que no
podía sino venir a enriquecer la comprensión de nuestra cultura (Roig, 2008: 177)
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del lenguaje, en relación muy estrecha a la teoría del texto, dentro a su vez de la
cuestión del discurso. Y de esta consideración resulta el último aspecto que me interesa
fruto exclusivo de una reflexión filosófica, sino afirmando que las formas más elevadas
en la actividad humana real de los individuos miembros de una sociedad. De esta forma
la filosofía en tanto que saber crítico sobre las “formas de objetivación” es despojada de
concluir entonces que “la historia de las ideas es la herramienta imprescindible que
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ambos términos con el objetivo de poder abordar los modos de objetivación históricos y
inevitablemente a poner en tensión la relación entre filosofía y cultura, sobre este último
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Así como el primer apartado de este trabajo se focalizo sobre una breve génesis
Para no perder de vistas el objetivo, retomemos desde Roig: “la cuestión del modelo de
desde esta relación se puede hablar de tal filosofía (…) aquella relación de filosofía-
precisamente, históricas que muestra nuestra realidad cultural”. A partir del aporte de
los EC intentare apuntar algunas líneas para una relectura de la relación filosofía-cultura
Los E-C: describen cómo la vida cotidiana de las personas se articula con la cultura y
a través de ella. Indagan de qué modo ciertas estructuras y fuerzas que organizan su
vida cotidiana de manera contradictoria les otorgan y les quitan poder, y como su
vida se articula con las trayectorias del poder económico, social, cultural y político a
través de ella. Exploran las posibilidades históricas de transformar las realidades que
viven las personas y las relaciones de poder dentro de las cuales esas realidades se
construyen, por cuanto reafirman el aporte vital del trabajo cultural (e intelectual) a la
imaginación y realización de tales posibilidades. Se interesan por la construcción de
los contextos de la vida como matrices de poder, pues entienden que las practicas
discursivas están inextricablemente ligadas a la organización de las relaciones de
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poder. Es decir, buscan comprender no solo los modos en que el poder se organiza,
sino también las posibilidades de supervivencia, lucha, resistencia y cambio. Dan por
sentado el cuestionamiento, no como una realidad que está presente en todos los
casos sino como un supuesto necesario para la existencia del trabajo crítico, la
oposición política e incluso el cambio histórico. (Grossberg, 2012: 22).
Esta compleja y rica caracterización nos da una primera imagen de cómo le interesa
comprender la cultural a estos autores, pero también y más importante aún, cómo ha de
ser estudiada, y cuál es la relación del intelectual con ella. Sobre este aspecto, la
preguntas que requerían un nuevo abordaje del proyecto de comprender las realidades
sociales y las posibilidades humanas” (Grossberg, 2012: 30). Algunos de los puntos
fronteras entre las disciplinas, de manera que se transformaba no solo las disciplinas
transformar las disciplinas, una fuerte reflexión acerca de los modos en que lo lograban,
conocimientos.
complejidad de la realidad humana, cada plano se relaciona a otros sin reducir ninguno
suponer que las teorías, los conceptos y las relaciones, sean cuales fueren las
condiciones en las que están incluidos dentro de la teoría misma, son universalmente
trayectoria que se sigue, un mapa que “fabrica” lo real. En este sentido, realizar un
contextualismo en relación no solo con el objeto, sino también con la teoría y la política,
exigencia que tan enérgicamente imponía la academia de dejar de lado las pasiones,
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modestia, Grossberg señala un último aspecto fundamental de la práctica de los EC, a
además sostienen que ese concepto es de alguna manera central. Para Hall y
Grossberg, raras veces estos conceptos se definen o ubican de una manera que no sea
consecuencias empíricas del concepto, es imposible saber cuáles son las implicancias
del argumento o que diferencia introduce tal concepto. (Grossberg, 2012: 21-76).
como un esfuerzo riguroso por relatar la mejor historia posible, acerca de cualquier
objetivo de este trabajo, lo central para el grupo y el Centro, era una problemática
dominantes de las ciencias humanas, sino que también hallara una expresión positiva,
recién presentada de los EC, comparten en su génesis una incertidumbre, una pregunta
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intelectuales, a través de una crítica epistemológica de sus formas de análisis y
producción.
sobre los Estudios culturales, y que he señalado desde el comienzo como el aspecto
intelectual con relación a su inserción institucional. Hall, lo señala con total claridad
Requiere un gran trabajo decir qué son en este contexto. Qué son en relación con
esta cultura, qué los separaría genuinamente del trabajo anterior o del trabajo que
se realiza en otras partes. No estoy seguro de que los Estudios culturales en los
Estados Unidos hayan atravesado realmente ese momento de autoesclarecimiento
(…) Sí creo que importa desentrañar lo que son en situaciones particulares (…) son
la inserción precisa de cierto tipo de práctica crítica en un momento institucional, y
ese momento es precisamente el de la vida institucional académica de este país
(Grossberg, 2012: 23).
Este es el aspecto decisivo que me interesa recuperar y dimensionar para este trabajo,
los estudios culturales como la inserción precisa de cierto tipo de práctica crítica en un
momento institucional y al mismo tiempo, como una práctica intelectual que asuma su
Culturales son entonces, más que un campo, una disciplina o una teoría, una práctica
crítica. Una práctica crítica que tiene en la vida institucional su contexto más inmediato,
pero que no puede separarse de sus otros contextos próximos y concéntricos de la vida
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a estas exigencias y a su vez, sacar lo mejor de ellas. Es decir, puede proyectarse
como una práctica crítica que nos permita un momento de autorreflexión sobre nuestra
inserción en la vida institucional. En otras palabras, una práctica crítica que pueda
responder a las preguntas: ¿Qué lugar institucional ocupa hoy la Historia de las Ideas
sociedad?; y al mismo tiempo que nos permita ocupar una posición que superando
latinoamericano.
este “riguroso intento de contextualizar el trabajo político e intelectual de manera tal que
complejo conjunto de relaciones que los rodean, interpenetran y configuran y que los
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convierten en lo que son.
crítica que hemos mencionado a la hiperinflación teórica, no debe permitirse que el uso
de la noción de contexto allane todas las realidades, como si hablar de los contextos
como las relaciones que se han establecido por la operación del poder, en respuesta a
los intereses de ciertas posiciones de poder, la lucha por cambiar el contexto implica la
lucha por planificar esas relaciones y, cuando sea posible, por desarticularlas y re-
articularlas.
Desde estos supuestos, puede decirse que el contextualismo radical consisten “en un
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análisis contextual de como un contexto especifico, se constituye, se pone en tela de
La cultura aquí funciona como una puerta de entrada, no como un aspecto privilegiado.
culturales especificas requieren examinar las relaciones de la cultura con todo cuanto
no sea cultura.
plantean sus propias preguntas y demandas específicas. Por supuesto, mientras que el
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como una conversación entre analista y contexto, la identificación del espacio
noción de espacios problemáticos, sirve para señalar que los estudios culturales han
adoptado formas que entendieron les eran planteadas por las coyunturas en las que se
epistemológica”2 (lo cual no significa sugerir que estas sean las únicas problemáticas, o
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Recupero a modo ilustrativo, tres espacios problemáticos específicos de los EC tal como se han desarrollado en el
Centro. Un espacio problemático está constituido por “la agencia y la resistencia, que construye una narrativa cuyo
objeto es "desplazar una historia de sumisión mediante una historia de resistencia". Esta problemática se niega
explícitamente a suponer que existe una simple oposición entre dominación y subordinación, donde la dominación
tiene el potencial (cuando no lo logra efectivamente) de "colonizar" por completo y volver pasiva la subordinación.
Enfatiza la capacidad de las personas de destinar los recursos con que cuentan a sus propias necesidades y deseos,
aun hasta el punto de diversos modos de resistencia”. Otro espacio problemático es el de la subjetividad, en
oposición a las nociones realistas y esencialistas de la identidad así como a la apelación a la autoridad de la
experiencia. Y un tercero, espacio problemático (o una problemática) se construye en relación a la periodización
histórica, referido a cambios más coyunturales, e incluso "epocáles", incluyendo los debates contemporáneos que
abarcan la posmodernidad, la globalización y el neoliberalismo, las sociedades de control y el imperio, etc.”, Véase
del mismo libro: pp.- 63-71.
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por más difícil que sea escucharlas y por mas rudimentaria que sean al
Esta es la intención que tienen las rudimentarias preguntas de las que hemos
problemáticos para el análisis de la FL y la HILA que nos permita reubicar viejas ideas
en nuevos contextos, viejas preguntas para responder nuevas coyunturas, nuevas ideas
para antiguas coyunturas, etc. Interrogantes que sirvan para iluminar el presente, en la
último apartado.
institucional de una práctica critica, que implica poner en ejercicio la idea de que el
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conocimiento, la política y las herramientas para su producción están inevitablemente
De allí que el objetivo sea preguntarnos por el lugar, por la inserción institucional de la
latinoamericana como historia de las ideas, para desde allí, con nuevas herramientas,
discursivas para una teoría crítica latinoamericana” (Fontenla, et al, 2014: 25), al mismo
trabajo intenta ser un primer paso en el intento de ese cruce de legados para
este trabajo que las preguntas mismas deben definirse en el trabajo de análisis. Las
preguntas derivan de la propia idea del contexto que tiene el investigador y de las
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preguntas y posibilidades políticas que se ponen en juego. Como señala Foucault, “hay
preocupación misma puede ser formulada como una pregunta: ¿Cómo abordar la
otras preguntas y respuestas nos pueden conducir estos espacios problemáticos, estas
constructos sujetivos, los cuales producen formas discursivas que expresan auto-
simplemente cultural? ¿Cómo abordar las formas discursivas con las que se expresa la
emergencia?
No hay respuestas, métodos, formulas, ni teorías a priori. Como bien lo señala Roig:
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negando a sí mismo en un proceso interno de construcción y reconstrucción.
llevar esa tarea a un máximo rigor. La exigencia de que teoría y critica vayan
juntas deriva en última instancia del hecho de que todo ver (toda teoría) es
mío)
nuestras universidades.
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Bibliografía:
UACM, México.
07/05/ 2012.
www.herramienta.org.ar.
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Editores, Buenos Aires.
Buenos Aires.
------------ (2011) Rostro y filosofía de nuestra América, Una ventana, Buenos Aires.
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