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LOS 3 MOSQUETEROS

(D’artagnan y su padre pelean con espadas)


D’artagnan:te ganare padre te ganare (actitud sonriente)
padre: (con una actitud pensativa) si hijo me has ganado
D’artagnan: (mira al padre con una cara de preocupación)
Padre: D’artagnan tengo algo para ti (le entrega una carta) creo que es hora de emprendas un
viaje hacia Francia para volverte un mosquetero y servirle a su majestad
D’artagnan: ¡un mosquetero!
Padre: estarás en la guerra con el líder de los mosqueteros Treville
Padre: esa carta es la autorización para que te puedas unir al grupo de los mosqueteros
D’artagnan: gracias padre!
Padre: y ten toma mi espada para que puedas viajar con seguridad a Francia
D’artagnan: bueno es hora de partir a Francia

D’artagnan: (él llega a Francia)


(Están en escena el Señor de Treville, Porthos y Aramis)
Treville: ¿Sabéis lo que me ha dicho el rey, y no más tarde que ayer noche? ¿lo sabéis señores?
Porthos y Aramis: No señor, lo ignoramos
Treville: Me ha dicho que de ahora en adelante reclutará sus mosqueteros entre los guardias del
cardenal. Sí, sí. El Cardenal me contó con un aire de condolencia que anteayer esos malditos
mosqueteros, esos juerguistas, se habían retrasado en una taberna y que no hubo más remedio
que detenerlos. ¿ Y Athos? ¿dónde está Athos?
Aramis: Está enfermo, muy enfermo.
Treville: ¿Enfermo, muy enfermo, decís? ¿Y de qué enfermedad?
Porthos: Temen que sea la viruela señor... y sería molesto porque a buen seguro le estropearía el
rostro
Treville: ¡Viruela! ¡Vaya historia me estáis contando! ¡Viruela a su edad! No... seguro que está
herido
En un pasillo está en el extremo izquierdo Athos con el hombro vendado, y en la derecha está
Porthos admirando su capa.
D’Artagnan entra corriendo por la izquierda y tropieza con Athos)
D’Artagnan: Perdonadme, perdonadme, pero tengo prisa.
Athos: (No le deja ir) ¡Tenéis prisa! ¿Y creéis que eso basta?
D’Artagnan: A fe mía que no lo he hecho a propósito. Ya he dicho “perdonadme”. Me parece pues
que es bastante. Sin embargo, os lo repito, tengo mucha prisa. Soltadme y dejadme ir.
Athos: Señor, no sois cortés se ve que venís de lejos.
D’Artagnan: ¡Por todos los diablos, señor! Por lejos que venga no sois vos quien me dará una
lección de buenos modales, os lo advierto.
Athos: Señor apresurado, a mí me encontraréis sin correr, ¿me oís?
D’Artagnan: ¿Y donde, si os place?
Athos: en el patio
D’Artagnan: ¿A qué hora?
Athos: A las doce
D’ Artagnan: Muy bien, allí estaré
(Porthos se va por la izquierda y D’Artagnan sigue corriendo, y tropieza con Aramis que entraba
por la derecha )
Aramis: exijo una disculpa por esto
D’Artagnan: si perdón me tengo que ir adios
Aramis: exijo un duelo por tu indolencia

D’Artagnan:en el patio a las 12 les parece bien


Aramis: ay lo vere
(salen todos de ecena)
(El escenario se situa en el patio , con París de fondo. En el centro está Athos con gesto de
espera, suenan doce campanadas y entra D’Artagnan)
Athos: Señor, he hecho avisar a dos amigos míos que me servirán de padrinos, pero esos dos
amigos aún no han llegado. Me extraña que tarden, no es lo habitual en ellos.
D’Artagnan: Yo no tengo padrinos, señor, porque llegué ayer de París, y a la única persona que
conozco es al señor de Treville, al que he sido recomendado por mi padre.
Athos: ¿No conocéis más que al señor de Treville?
D’Artagnan: No, señor, no conozco a nadie más que a él...
Athos: Vaya..., pero... si os mato daré la impresión de un traga niños.
D’Artagnan: No demasiado señor, pues me hacéis el honor de luchar contra mí, con una herida
que debe doleros mucho.
Athos: Mucho me molesta, palabra, y me habéis hecho un daño de todos los diablos, debo
decirlo, pero lucharé con la izquierda
D’Artagnan: Si me permitierais... tengo un bálsamo milagroso para las heridas, un bálsamo que
me viene de mi madre, y que yo mismo he probado.
Athos: ¿Y? D’Artagnan: Pues que estoy seguro que en menos de tres días este bálsamo os curará
y entonces podrá luchar sin ningún dolor.
Athos: Vaya, vaya, además de un chico valiente pareces un caballero de honor. (Mira hacia la
derecha) Ahí viene uno de mis testigos.
D’Artagnan: ¡Cómo! ¿Vuestro primer testigo es el señor Porthos?
Athos: ay viene el segundo (mirando hacia la izquierda
D’Artagnan: ¡Qué! ¿Vuestro segundo testigo es el señor Aramis?
Athos; pues claro
(porthos entra por la derecha)
Porthos: (señala a D’Artagnan) tu fuiste el que me enpujo
(porthos pelea con D’Artagnan es una pele breve)
Porthos; alerta vienen los guardias
(llega Jussac con guardias)
Jussac: saben que están prohibidas las peleas en Francia verdad
Porthos: si lo se pero saben que nosotros les podemos dar una palisa mejor retírense y podeis
evitarlos todo eso
Jussac :señores saben que eso es imposible eso es nuestro deber porfavor parar y venir con
nosostros
Aramis: que es lo que pasa si no lo hacemos haci
Jussac: los golpearemos
Athos:pero ustedes solo son mas que nosostros pero nosostros solo 3
D’Artagnan:como que solo 3 si nosotros somos 4
Aramis:si pero tu no eres un mosquetero
D’Artagnan:eso es cierto
(Los tres mosqueteros juntan sus espadas) Athos, Porthos y Aramis: ¡Uno para todos, y todos para
uno!
Y empieza una pelea con los guardias
(esos salen eridos y saln corriendo de la ecena
Porthos:no vuelvan si no les pasara lo mismo

(la ecena transcurre en el palacio con el rey)


Rey: Treville venir aquí me an llegado muchas quejas de tus mosqueteros
Treville:lo siento su majestad
Rey:me entere que se peliaron con unos guardias
Treville:si pero ellos an empezado con los problemas
Rey: quien irio a jussac
Treville: fue D’Artagnan los guardias le dijieron que se fue ra pero el dijo que era mosquetero y no
se fue el dijo que si era uno
Rey: pero que chico tan bravo
Treville:si el fue el que hiso eso
Rey: ese niño tiene futuro quiero que me mantengas informado de sus avances
Treville:si su majestad

(narrador:para este momento D’Artagnan ya dio muchas muestras de honor hacia el líder de los
mosqueteros, el rey y el duque y todos ven su honor para poder ser un mosquetero además el
descubrió a milady que es una espia del cardenal)
(Salón del palacio del Louvre. Se encuentran en escena en la parte del centro-derecha los reyes
de Francia, en la derecha el señor de Treville y el cardenal Richelieu. A la izquierda y al fondo están
colocados con el sombrero en la mano, los tres mosqueteros y Constance)
Rey: Estamos aquí reunidos para estudiar el nombramiento a mosquetero de uno de los cadetes
pertenecientes al cuerpo del señor de Treville. ¡Señor D’Artagnan!
(Entra D’Artagnan)

Rey: Señor D’Artagnan, a iniciativa del señor de Treville se ha decidido que sometamos a votación
si merecéis ser o no un mosquetero. Me imagino que Athos, Porthos y Aramis daréis fe de la valentía
de este joven.
Athos: Por supuesto señor, tiene una inteligencia que le permite afrontar con astucia y planificación
las estrategias de combate.
Porthos: Tiene una fuerza que es capaz de derrotar a cualquier adversario.
Aramis: Y un corazón que es necesario en todo valiente mosquetero para saber impartir justicia.
Rey: Bien, bien. ¿Cuales son las razones que tenéis Treville para votar a favor?
Treville: A parte de lo que han dicho mis hombres. D’Artagnan posee una habilidad con la espada
que a buen seguro lo convertirá en breve en el mejor espadachín de Francia.
Rey: ¿Vos qué opináis Richelieu?
Cardenal: Creo, majestad, que es demasiado joven, y que debe cumplir el plazo de instrucción que
acuerda el reglamento para los cadetes aspirantes.
Rey: ¿Es vuestro voto negativo? Cardenal: Así es majestad.
Rey: Y por último os toca a vos opinar majestad.
.Rey: Bien, pues oídas todas las opiniones, yo, Luis XIII os nombro a partir de estos momentos
mosquetero. Espero que sea por muchos años.
D’Artagnan: ¡BIEEEEN! (Da saltos de alegría, Constance le abraza) Constance: ¡Felicidades
D’Artagnan!
(Los tres mosqueteros desenvainan las espadas y D’Artagnan también)
Los cuatro: ¡UNO PARA TODOS Y TODOS PARA UNO! (Suena la música del principio mientras se
apagan las luces.)

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