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BOSON DE HIGGS

Hace muchos, pero que muchos años, los físicos del planeta consiguieron demostrar de qué
está compuesta la materia: de átomos. Los átomos son unas cositas muy pequeñas que,
más o menos unidos entre sí, forman todas las cosas que existen; las mesas, mi mano, tus
nalgas, el agua, los coches y las flores, todo está formado por átomos. Sin embargo, y
aunque pudiéramos considerarlos como la más mínima expresión de la materia, los
átomos, a su vez, están compuestos de bolitas todavía más pequeñas como protones,
neutrones y electrones. Algunas de estas incluso se subdividen en otras minúsculas, pero
para nuestra explicación no iremos más allá.

Una hormiga está formada por átomos, y un elefante también. Sin embargo no hay que ser
muy avispado para darse cuenta de que nosotros somos capaces de coger una hormiga con
uno sólo de nuestros dedos, pero no somos tan valientes como para alzar a un elefante en
brazos. Evidentemente la explicación más infantil es que el elefante pesa mucho, y la
hormiga pesa poquito. Podríamos decir, sin meternos en muchos jardines técnicos, que la
masa (o el peso) de algo es igual a la masa de los átomos que lo componen y, por narices,
un elefante tiene que tener un copón más de átomos que una simple hormiguita.

Pero el peso no siempre depende del tamaño. El caso es que, si cogemos con las manos una
pelota de goma, repletita de átomos hasta arriba, podremos comprobar que no es muy
pesada, pero si hacemos lo mismo con una bola de madera del mismo tamaño (de esas de
jugar a los bolos) nos costará bastante más levantarla. Un ejemplo más preciso podría ser
el comparar los pesos de un lingote de oro y un lingote (exactamente del mismo tamaño y
forma) de plástico. Son iguales, por lo que parece lógico pensar que pueden tener más o
menos los mismos átomos (protón arriba, protón abajo), sin embargo el oro pesa bastante
más que el plástico. ¿Por qué?

Esa ha sido siempre la gran duda que invadía los privilegiados cerebros de los físicos, ¿qué
es lo que proporciona la masa a la materia y por qué algunas cosas pesan más que otras,
cuando están compuestas todas de átomos? ¿Por qué un electrón, que es una partícula
elemental (no se puede subdividir), no tiene mucha masa y un quark (otra partícula
elemental que tienen dentro, entre otros, los protones) tiene muchísima masa? Ambas
serán más o menos del mismo tamaño, pero una pesa asaz más que la otra. Incluso existe
alguna, como el fotón (sí, el de la luz), que ni siquiera tiene masa. ¿Cómo es posible que
bolitas tan pequeñas del mismo tamaño alberguen tanta diferencia en sus masas?

En los años sesenta del siglo pasado, el físico británico Peter Ware Higgs, el mismo que
lloraba el otro día a moco tendido en Ginebra tras el anuncio del CERN de que sus
suposiciones son ciertas, teorizó sobre este asunto. Él especuló sobre la existencia de un
algo, que no podemos ver, alrededor de todas las cosas y que interactúa con las partículas
de los átomos y les proporciona su masa. Supongamos dulcemente que ese algo es una
gelatina de fresa invisible e indetectable que rodea a toda la materia, pero a toda, a toda: a
los elefantes, a las hormigas, a nuestros átomos, a los átomos de los relojes de cuco, a los
árboles, a las nubes y, en general a todo el Universo. Está por todos los lados y nos rodea
como si fuéramos caramelos de chocolate dentro de esa afresada gelatina.

Ese algo es lo que se dio en llamar campo de Higgs, en honor a este caballero. Las
partículas elementales de nuestros átomos interaccionan con el campo de Higgs al pasar
por él de una manera más o menos importante; las que interaccionan mucho reciben
mucha masa, las que interaccionan poco reciben menos masa y la que no interaccionan
pasan por dentro de él sin pena ni gloria.

Utilizaremos ahora la analogía que el propio CERN ha expuesto en alguna ocasión de


manera didáctica. Imaginemos el campo de Higgs como el agua del mar, está por todas
partes rodeando a sus habitantes. El agua está formada por moléculas que, en esta
analogía, representarían los bosones de Higgs. Una sardina es un pez pequeño y
puntiagudo, por lo que se mueve con mucha soltura en el mar, corriendo como loca de aquí
para allá. No opone prácticamente resistencia al agua, por lo que se consideraría que tiene
poca masa o poco peso. Por otro lado, una gran ballena es un animal enorme rodeado de
muchísima agua a la que tiene que ejercer oposición para desplazarse lentamente,
considerando pues que tiene muchísima masa.

El campo de Higgs está lleno a reventar de partículas llamadas bosones de Higgs. Como lo
tenemos por todos los lados, se supone que algunas de las partículas interactúan con ese
campo de forma muy lenta, absorbiendo mucha masa. Otras pasan más rápido
recibiendo poca masa y, otras, como los fotones, pasan tan folladas de velocidad que los
bosones ni se enteran de lo que ha sucedido y no pueden ni entregarles una miajita de
masa. Esta sería la explicación a por qué algunas cosas tienen más masa y peso que otras.

El caso es que los bosones no se pueden detectar tan fácilmente. Realmente es


prácticamente imposible detectarlos, porque se desintegran casi en el mismo momento de
aparecer. Lo que sí puede ser detectado es el cúmulo de residuos que dejan al
desintegrarse. Pero para ello hace falta generar muchísima energía, casi tanta como la que
se produjo en el Big Bang, aquel famoso día en el que se creó el Universo.

Para tal menester, el hombre racional creo el LHC en la frontera franco-suiza, el acelerador
y colisionador de partículas más grande del mundo. Es un anillo gigantesco en forma de
túnel por el que se envían haces de protones en direcciones opuestas a una velocidad muy
cercana a la de la luz, o sea, que te cagas de rápido. Cuando lo protones chocan, aparecen
instantáneamente los bosones de Higgs y se esfuman en el momento, dejando los residuos
de los que hablábamos antes y que pueden ser mensurados.

Los científicos del CERN, mediante el uso del LHC, han conseguido demostrar, pues, que
esos bosones de Higgs existen, lo que implica que también existe un campo de Higgs en
rededor de todas las cosas y que la circulación de las distintas partículas a través de
él proporciona la masa a éstas.

Supongo que ahora las vías de investigación son infinitas, porque habrá que ver cómo se
produce ese proceso exactamente y por qué determinadas partículas subatómicas reciben
más masa que otras. Las futuras aplicaciones prácticas las desconozco, pero si algo de esto
se puede utilizar para la guerra, ya veo al FBI y a la NSA cerrando cautelarmente el CERN
hasta nueva orden. Es lo que tiene la ciencia, su parte buena y su parte menos buena.

https://www.teknoplof.com/2012/07/08/el-boson-de-higgs-explicado-para-ninos-y-adultos-
cateados-en-fisica/

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