Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Chris Marker Vs Dziga Vertov PDF
Chris Marker Vs Dziga Vertov PDF
MADRID
2 O O 8
DZIGA VERTOV VS CHRIS MARKER:
LA TÉCNICA Y LA METÁFORA EN UN CINE DE ANÁLISIS HISTÓRICO
C A I
MADRID
2 O O 8
4
27 La metáfora, herramienta válida para el documental
33 A modo de conclusión
BIOFILMOGRAFÍAS
36 Dziga Vertov
40 Chris Marker
46 notas bibliográficas
5
INTRODUCCIÓN
En una larga entrevista para la televisión española en 19771 Julio Cortázar trataba de
explicar su relación con el azar de la siguiente forma:
…me alegra que recuerdes eso porque me trae una imagen muy precisa. Era una biblioteca
que tenía una plancha de madera que la cerraba en uno de los lados. Y era una madera muy
fea, muy basta. Entonces empecé a fijar cosas que podían ser reproducciones de cuadros,
tarjetas postales, dibujos de amigos, o algún dibujo que podía haber hecho yo y que me
gustaba en ese momento. Los iba fijando así, y había por ejemplo una fotografía de Louis
Armstrong tocando la trompeta (tu sabes que él es uno de mis dioses, mis dioses están en la
tierra, no en otro lado) y una serie de cosas que se habían ido acumulando desde lo alto
hacia abajo, a lo largo de un año. Una noche estaba leyendo y miré ese conjunto de cosas.
Entonces, te aseguro que tuve miedo porque vi lo siguiente: en lo alto, en una de las
imágenes (me acuerdo muy bien, era una pintura de Klimt) […] había una línea que bajaba
por la figura. Esa línea bajaba por la figura y se comunicaba directamente con, digamos, un
programa de cine que yo había pegado, y la línea continuaba sinuosamente, de lo alto hasta
el suelo, sin una sola interrupción. […] ¿pero tú comprendes haber estado durante un año
pegando, al azar, montones de cosas y luego encontrar una línea conductora que pasa por el
perfil del personaje, que baja por un paisaje, por una casa, se desliza por un prado y entra en
la foto de Armstrong tocando la trompeta…?
El azar no es exclusividad de Cortázar. Este trabajo es, en gran parte, fruto de ese azar que
termina convirtiendo en tangible lo intangible, dando la sensación de que se ha descubierto
Portada de la revista Sovietskoie Kino, de
Varvara Stepanova
6
algo que estaba ahí desde mucho antes (siempre lo parece, casi siempre es así) y que no era
posible ver o descifrar.
La tesis original del trabajo trataba de establecer las líneas de conexión entre el cine de Denis
Arkad'evich Kaufman (Dziga Vertov) y la representación de la realidad socialista materializada
en arquitectura industrial, en escenarios urbanos no preparados. Esto tenía que ver con el eje
fundamental del pensamiento soviético revolucionario, con el hombre en el entorno natural
de sus relaciones sociales, es decir, en el trabajo (Marx dixit) y servía para buscar rastros de
construcción arquitectónica en la filmografía del director ruso. El valor que el cine de Vertov
tenía (apoyado en sus escritos de gran carga teórica e ideológica), ejemplificado en una
película como es El hombre de la cámara, consistía en la capacidad innovadora de generar
una historia con guión inexistente a partir del montaje y empleando, en muchas ocasiones,
tomas que no eran registradas por un equipo para la propia película, sino material de archivo Fotomontaje sobre Moscú.
o tomas ya utilizadas. Y por ese lado pretendía abordarlo.
El azar hizo que encajaran tras ver varios documentales de Marker en los que se mencionaba
varias veces el nombre de Vertov así como el de contemporáneos suyos como Medvedkin. De
nuevo la espiral del azar ponía en el ojo del remolino las dos figuras. De nuevo el azar supo
hacer bien las cosas.
Cartel original de La Jetée, de Chris Marker
7
Indagando un poco más (el personaje Marker es, como todos los misteriosos, objeto de
múltiple bibliografía, lo que hace que sin saberse pequeños matices, como su verdadero
nombre, se sepa de su obra mucho más que de otros) tanto su lenguaje formal como sus
implicaciones ideológicas comenzaban a ligarse con el cineasta ruso. Eran dos personajes
comprometidos con su trabajo cada uno a su manera, centrados en la importancia dialéctica
del mensaje uno y en la capacidad poética de la mera realidad el otro. Abordaban un mismo
problema desde dos ángulos distintos, de la misma manera que Walter Benjamin y Roland
Barthes enfocaban la fotografía desde el materialismo histórico uno y desde la semiótica el
otro. (Y ésta comparación está bien traída, ahora que lo pienso, ya que median aspectos
similares para enfrentarse a problemas similares: digo que Vertov sería a Benjamin como
Marker sería a Barthes, mientras que el cine documental mediante fotografías y material de
archivo bien puede ser una evolución histórica de la fotografía o un lenguaje tan válido como
ésta desde la perspectiva semiótica).
Una de las pocas fotografías de Chris Marker,
realizada por el fotógrafo Lars-Olof Lothwall
durante un día de rodaje de la última película Por tanto, este trabajo pretende, partiendo de la idea de su más que probable conexión
de Tarkovski, al que Marker asistió.
formal, ideológica y temática, buscar interacciones en su cine y en sus teorías de
aproximación a lo que debía ser un trabajo documental.
8
DZIGA VERTOV: PRINCIPIOS DEL CINE-OJO
En 1919, Dziga Vertov (que entonces contaba con 23 años) funda el consejo de los
kinoks-documentalistas como génesis de lo que en 1922 pasaría a llamarse Consejo de
los Tres y que incluiría a su hermano Mikhail Kaufman y a la que posteriormente sería su
mujer, Elisa Svilova. Por aquellas fechas, Dziga Vertov llevaba trabajando en
documentales desde 1918, primero al servicio del Kino Komitet de Moscú como redactor
y montador jefe del kinonedelia (noticiario de actualidades del Estado soviético) y
posteriormente como director de documentales basados en el material obtenido del
kinonedelia3 y de tomas de guerra de Tsaritsin contra los ejércitos blancos.
Fotografía de Denis Arkad'evich Kaufman
(Dziga Vertov)
Es característica intrínseca de los movimientos culturales vanguardistas una toma de
posición ideológica que quedaba plasmada en manifiestos y escritos sucesivos en las
revistas culturales del medio en que se desenvolvía el grupo. No fue excepción el caso de
los Kinoks-documentalistas: en 1922 publicaron su primer manifiesto en la revista
Kinofot, num. 1. Lo titularon Nosotros. Se trata de un violento manifiesto verbal muy en la
línea de los manifiestos futuristas en los que quedaban muy claramente marcadas las
líneas ideológicas del grupo y las posturas enfrentadas a sus principios. No obstante, en
este primer manifiesto firmado por Vertov se aboga únicamente por la técnica: la técnica
del montaje, el dinamismo como reflejo de la adoración maquinista que se pretendía
introducir por todos los medios artísticos del momento en la vida, incluso en la vida de
aquellos que vivían alejados del arte. Así, se pueden leer en este manifiesto frases como
las siguientes: Consejo de los Tres, Elisa Svilova, Dziga Vertov y
Mikhail Kaufman
9
NOSOTROS declaramos que los viejos films novelados, teatralizados, etc., tienen la
lepra.
- ¡No os acerquéis a ellos!
- ¡No los toquéis con los ojos!
- ¡Peligro de muerte!
- ¡Contagiosos!
NOSOTROS afirmamos que el futuro del arte cinematográfico es la negación de su
presente.
…
NOSOTROS depuramos de intrusos al cine de los kinoks: música, literatura y teatro;
buscamos nuestro propio ritmo, que no habremos robado a nadie, lo encontramos en el
movimiento de las cosas.
…
Extendemos el vasto campo, el espacio de las cuatro dimensiones (3+el tiempo), a la
búsqueda de un material, de un metro y de un ritmo totalmente propios.
Lo psicológico impide al hombre ser tan preciso como un cronómetro, pone trabas a su
aspiración de emparentarse con la máquina.
Fotografía de los hermanos Kaufman …
NOSOTROS no queremos por el momento filmar más al hombre porque no sabe dirigir
sus movimientos.
Nos dirigimos a través de la poesía de la máquina, desde el hombre rezagado hacia el
hombre eléctrico perfecto.
…
nosotros inducimos la alegría creadora en todo trabajo mecánico,
nosotros emparentamos a los hombres con las máquinas,
nosotros educamos hombres nuevos.
El hombre nuevo, aligerado de su torpeza y su desmaña, que poseerá los movimientos
precisos y ligeros de la máquina, será el noble tema de los films.
10
NOSOTROS caminamos, con el rostro descubierto, hacia el reconocimiento del ritmo de
la máquina, de la admiración por el trabajo mecánico, hacia la percepción de los
procesos químicos; nosotros cantamos los terremotos, componemos cine-poemas con las
llamas y las centrales eléctricas, nosotros admiramos los movimientos de los cometas y
los gestos de los proyectores que deslumbran a las estrellas.
…
El kinokismo es el arte de organizar los movimientos necesarios de las cosas en el
espacio, gracias a la utilización de un conjunto artístico rítmico conforme a las
propiedades del material y al ritmo interior de cada cosa.
…
El cine es igualmente el arte de imaginar los movimiento de las cosas en el espacio,
respondiendo a los imperativos de la ciencia…
…
Viva la geometría dinámica, las carreras de puntos, de líneas, de superficies, de
volúmenes.
Viva la poesía de la máquina movida y moviente, la poesía de las palancas, ruedas y alas
de acero, el grito de hierro de los movimientos, los cegadores guiños de los chorros Fotogramas de El hombre de la cámara, 1929
incandescentes4.
Este manifiesto es uno de los más violentos que publicaría Vertov al frente de los kinoks y
del Consejo de los Tres. Sin embargo, y pese al empleo poético del lenguaje en la línea
de Maiakovski, queda patente un rasgo muy claro de lo que sería la esencia del cine de
Vertov: la técnica. Esencialmente Vertov creció en el cine como montador. La técnica es
rasgo evidente en sus films: superposiciones, dinamismo y maquinismo están muy
presentes en sus obras documentales. De hecho, desde la crítica muy posterior en fecha a
estos iniciales manifiestos, se le imputaba un excesivo ritmo, una depuración de la
realidad que, pasada por el montaje, la hacía indescifrable. En una tesis para un artículo
nunca publicado, fechada en 1928, escribía (curiosamente antes del estreno de su
película):
11
Algunos han declarado que “El hombre de la cámara” constituía una experiencia de
música visual, un concierto visual. Otros han considerado al film desde el punto de vista
de la matemática superior del montaje. Unos terceros han declarado que no era “la vida
real tal y como es” sino la vida tal como ellos no la ven, etc. Sin embargo, el film es
solamente la suma de los hechos fijados sobre el celuloide.
…
Esta experiencia […] nos coloca, en primer lugar, fuera de la tutela del teatro y de la
literatura […] opone brutalmente “la vida tal y como es”, vista por el ojo armado de una
cámara (“cine-ojo”) a la vida tal y como es “vista por la mirada imperfecta del ojo
humano”5.
El gran dilema de las teorías del cine-ojo estriba en la vertebración de los dos principios
Fotograma de El hombre de la cámara, 1929
Ejemplo del empleo de la superposición de que están presentes en los manifiestos de Vertov, a saber:
dos fotogramas.
Aquello que articula estos dos puntos, el medio que hace posible la utilización de
imágenes asépticas y carentes de un guión, de actores, de decorados, no es otra cosa
que el montaje. Es el montaje lo que justifica la visión maquinista en sus films y lo que los
12
hace a la vez incomprensibles y alejados de la realidad que pretenden mostrar. Así pues,
su mayor virtud era probablemente la piedra en el zapato de sus escritos teóricos.
No obstante esos principios, que desde luego se intentaron llevar a cabo por el colectivo
creado por Vertov, es discutible el método. El 5 de marzo de 1923, el Consejo de los Tres
redactó un proyecto de memoria destinado a la dirección del Goskino en el que resumían
el presente contexto en “el frente del cine” (sic). En este texto sintetizaban no sólo la
actualidad desde un punto de vista crítico de la situación del medio, sino que apuntaban
13
líneas de acción que los kinoks del cine-ojo pretendían seguir. Así, podemos leer en esta
memoria:
La sentencia de muerte pronunciada por los kinoks en 1919 contra todos los films sin
excepción, sigue siendo válida hoy. El más atento examen no ha revelado […] la menor
búsqueda que traduzca la legítima aspiración del manumitir de la cámara, reducida a
una lamentable esclavitud, sometida a la imperfección y la miopía del ojo humano. […]
aprobamos plenamente la utilización del cine en todos los sectores de la ciencia, pero
definimos estas funciones como accesorias […] Lo principal y lo esencial es la cine-
sensación del mundo […] Fuerzo al espectador a ver éste o aquel fenómeno visual como
me resulta más ventajoso mostrar. […] La cámara arrastra el ojo del espectador […] en el
orden más ventajoso y organiza los detalles gracias a un montaje cuidadosamente
Dziga Vertov durante un rodaje. estudiado.7
Es evidente que la muestra de la realidad vista por la cámara implica que se trata de una
realidad Platónica, más bien un arquetipo que pretende ser objetivo a partir de tomas
subjetivas obtenidas de la observación cotidiana y por tanto contingente. De ahí,
mediante el montaje, se pretende formular un modelo de contexto que se ha de mostrar
a los ciudadanos para que lo comprendan más allá de las limitaciones que la época de
reconstrucción de la Unión Soviética les imponía. (En este aspecto, y luego se observará,
el acercamiento al concepto documental de Marker es grande, ya que éste, a partir de
fragmentos desligados, compone la historia a través del relato, construyendo una
realidad que quizá –y en la duda está la diferencia ideológica con Vertov- sea la Historia
o, simplemente, una historia –verdadera o relativamente verdadera-). Vertov prosigue en
este mismo escrito:
14
imperativo de las 16-17 imágenes por segundo [sic], liberado de los marcos del tiempo y
del espacio, yuxtapongo todos los puntos del universo allí donde los haya fijado.
Mi vía conduce a la creación de una nueva percepción del mundo. Por esta razón yo
descifro de una forma nueva un mundo que os es desconocido.8
Escrito como lo está, si entendemos que es el ojo de la cámara el que redacta estos
párrafos, la teoría se podría sustentar. Esencialmente, la paradoja es que el que lo
escribe es Dziga Vertov (que al ser imperfecto, como persona que es, carece de la visión
de la cámara). No obstante, entendemos el sentido de este texto en el que queda claro
que el medio del cine ojo es el medio de la máquina, liberada de las ataduras de la
imperfección humana, omnisciente, lo que permite la libertad de abstraerse del espacio-
tiempo mediante el montaje. Escribe Vertov que el ojo mecánico, la cámara, que rehúsa
la utilización del ojo humano como pensador estúpido, busca a tientas en el interior del
caos de los acontecimientos visuales […] y efectúa experiencias de alargamiento del
tiempo, de desmembración del movimiento, o por el contrario, de absorción del tiempo
en sí mismo, esquematizando de esta forma los procesos de larga duración, inaccesibles
para el ojo normal…9
Si bien el ojo que filma es el ojo mecánico, éste ha de estar operado por personas que
capten las tomas. Éstos, a su vez y según las estructuras establecidas por Vertov,
previamente habrían sido informados por los kinoks-observadores, los cuales buscarán
los temas de acuerdo a la distribución que el cine-explorador haya marcado. Este
organigrama funcional, que se extiende aún más en el texto de Vertov nos sirve para
tomar conciencia de otro punto sumamente importante para la teoría del cine-ojo. Para
que se llegue al punto del montaje, la cadena de producción del film ha pasado
anteriormente por múltiples fases (el artículo Instrucciones provisionales a los círculos del
cine-ojo publicado por Vertov en el libro Por los caminos del arte, editado por el Proletkult
en 192610 describe todos los estadios por los que ha de pasar un film considerado cine-
ojo) lo que implica que se pasa de la “…creación por un solo autor o un grupo de
15
personas a la creación de masa” lo que “conducirá igualmente, en nuestra opinión, a
acelerar el naufragio del cine artístico burgués y de sus atributos” 11. Así pues, las tomas
aleatorias de los temas elegidos configurarán una realidad frankenstein obtenida de
múltiples manos, dirigida por múltiples personas integradas en el grupo de kinoks y,
finalmente, montada por otro grupo más de especialistas en la tarea, que le inculcarán
un formato acorde con la idea que se quiera expresar. El producto de todo esto, al menos
en la teoría del cine-ojo, carecerá de una cabeza pensante individual (artista, realizador,
director…), y será así instaurado un sistema acorde con la idea de producción colectiva
no individualista que, en palabras de Vertov “…debe ser igualmente considerada como
una fábrica entre otras, en la que la materia prima proporcionada por los kinoks-
observadores es transformada en cine-obras”.12
Preparativos para una exhibición en uno de los La acción ideológica. El agit-prop y el origen del kino-pravda
trenes de propaganda.
Fotograma de Le tombeau d’Alexandre.
En los primeros años veinte, la recién creada Unión Soviética vivía en un continuo proceso
de autoconstrucción. La acción bélica fue sustituida, sin solución de continuidad, por
múltiples acciones de construcción ideológica. El agit-prop fue sustentado en todos los
campos por los creadores al servicio del estado. La propaganda fue entendida como la
mejor arma para luchar contra la burguesía tolerada de los nepmen13, cuya acción
individual apoyada en la capacidad económica pretendía ser contrarrestada con la fuerza
ideológica que la vanguardia artística imponía mediante sus obras.
16
El movimiento del cine-ojo que dirigimos nosotros, kinoks, nosotros, cineastas de las
actualidades, es un movimiento de carácter internacional y su desarrollo avanza al ritmo
de la revolución proletaria mundial.
Tenemos como tarea esencial y programática la de ayudar a todos los oprimidos en
particular y al proletariado en general, en su ardiente aspiración a clarificar los
fenómenos vivos que nos rodean.
La elección de los hechos fijados en el celuloide sugerirá al obrero o al campesino el
partido a tomar.
En el terreno de la visión: los hechos reunidos por los kinoks-observadores o cine-
corresponsales obreros, (…) son organizados por los cine-montadores según las
directrices del Partido, difundidos al máximo posible y presentados en todas partes.
[…] Fotografía del personal que integraba el agit-
Esta es la tarea que denominamos cine-ojo. Se trata de descifrar la vida como tal. Se train dirigido por Alexander Medvedkin,
primero por la izquierda.
trata de la influencia de los hechos sobre la conciencia de los trabajadores.14
17
Los primeros trabajos de edición de Vertov se proyectaron en estos trenes, y las imágenes
de las multitudes en los barcos que con idéntica misión se fletaron por el Volga y el Kama
fueron también posteriormente utilizadas por Vertov en su función de nuevo editor jefe del
Comité.16
[…] Una vez más [Lenin] enfatizó la necesidad de establecer una proporción definitiva
entre películas de entretenimiento y películas científicas. Lamentablemente esto está aún
vagamente establecido. Vladimir Ilych me dijo que la producción de nuevos films,
impregnados con las ideas comunistas, reflejando la actualidad de la Unión Soviética,
debía comenzar con las actualidades, ya que, en su opinión, el tiempo para la
producción de tales películas aún no había llegado. “Si tienes buenas actualidades, serias
e instructivas, entonces no es importante que el público vea películas inútiles para
divertirse, más o menos como las que comúnmente se pueden ver. Por supuesto, la
censura es necesaria de cualquier modo. Las películas antirrevolucionarias o inmorales
no se deben proyectar”. A esto añadió: “Todo depende de cómo lo plantees, gracias a
una adecuada gestión y si el país progresa adecuadamente, recibirás también algo de
dinero para esto […] especialmente debes impulsar cine saludable para la gente de la
ciudad e incluso más para la gente del campo”.
Este fue el germen del Kino-pravda18, cuya primera emisión tuvo lugar el 21 de Mayo de
1922 y fue llevado a cabo por Vertov que, como hemos visto anteriormente, entroncaba
ideológicamente, en lo que el cine debía suponer a nivel intelectual, con las premisas que
Lenin estableció ante Lunacharsky19.
18
La evolución hacia el largometraje documental.
El hombre de la cámara (1929)
19
Es coherente con la evolución del cine de Vertov esta depuración al límite de la imagen y
el montaje, ya que como se ha reiterado en este texto, no es únicamente que los kinoks
no creyesen en la capacidad humana para ver la realidad, sino que la única
intermediación válida era la de la máquina como ojo objetivo. Por lo tanto, todo aquello
que el hombre creaba para representar esa realidad, no hacía más que ocultarla,
enrarecerla, convertirla en algo artístico alejado de los parámetros asépticos que tan sólo
se conseguían mediante las imágenes y el montaje contínuo y solapado de ellas22.
20
retratadas en actitud ociosa. Todo ello, por otra parte no es más que un acercamiento
real, no preparado, pero sí (inevitablemente) con una clara conciencia política.
21
CHRIS MARKER: COLLAGE Y METÁFORA
[O EL ANÁLISIS DE LA HISTORIA DESDE SUS FRAGMENTOS]
En casi todas las biografías, si así se puede llamar a ese conjunto de datos
conscientemente inconexos y muy a menudo contradictorios que se van desgranando de
cada artículo que sobre él se ha escrito, Chris Marker aparece como una figura
enigmática, una sombra que ha elegido anteponer su obra a su persona o, mejor dicho,
ocultarse en y tras su obra. Las imágenes que de él se manejan se pueden contar con los
dedos de una mano y, sin embargo, eso no es lo importante. No es importante que se
desconozca su verdadero nombre, aunque parece que en realidad éste sea Christian
François Bouche-Villeneuve. Tampoco es importante que se dude entre el 22 y el 29 de
Estas dos imágenes, junto con el retrato
de Lothwall y el perfil que aparece
julio de 1921 como fecha de su nacimiento, y ni siquiera son importantes las
reflejado en la toma de Tolchan en su esquizofrénicas teorías, lanzadas quién sabe si por él mismo, sobre su lugar de
película Le tombeau d’Alexandre, son
las únicas fotos realmente difundidas de
nacimiento y verdadera nacionalidad. No, nada de esto es importante.
Marker.
Si asimilásemos su iconografía todos estos pequeños datos, cifras, nombres y
especulaciones podrían suponer ignotos puntos en las colas de una espiral que tiene en
su centro el verdadero significado del rompecabezas Marker: su obra. Las maniobras de
distracción (rectifico: de atracción), eso sí, sirven para ganar curiosos (al menos sirvieron
conmigo, he de reconocerlo) que se asoman a su obra como el que mira al cielo porque
le han dicho que hay marcianos. Después, el que se queda es porque lo que ve constituye
un ejercicio cargado de estética, con tremendos simbolismos y un análisis histórico muy
serio de cada fracción de tiempo que reconstruye a partir de pequeños escombros que
van quedando dispersos y que, en su labor de recolector, archiva y reubica. Digamos que
la gran diferencia con otros directores es que Marker crea de lo existente, con o a partir
de material real, en lugar de inventar de la nada. En eso, como en lo de adoptar
22
seudónimo, se parece a Dziga Vertov, pero como se verá, los paralelismos van mucho
más allá de estas simples coincidencias.
Cualquiera que vea comenzar dos películas como son La spirale (1975) –pese a que no
es un film de Marker como director, sino que pertenece a un colectivo en el que
participan Armand Mattelart, Jacqueline Meppiel, Valérie Mayoux Silvio Tendler, y Pierre
Flemont- y Une journée d’Andrei Arsenevich (1999) comprenderá que el cine de Marker
es un cine de absorción. La primera empieza con un discurso de Salvador Allende en
1971, una toma en blanco y negro que, al hilo de una voz over, cambia a imágenes en
color tomadas desde el edificio enfrentado a La Moneda y que llenaron en su momento
informativos de todo el mundo. En Une journée d’Andrei Arsenevich el film comienza con
la grabación de una toma en una especie de restaurante (son usuales en los films de
Marker las referencias al hecho grabar, muy a menudo aparece la imagen de una
persona tomando imágenes con una cámara, y eso nos vuelve a remitir a Vertov) y
cambia a una pantalla en negro que se llena de pequeñas pantallas en mosaico con
diferentes imágenes, dispersas, dispares, en diferentes idiomas, en color, en blanco y
negro… Así es cada instante en las películas de Marker, una conjunción de imágenes
encontradas, a veces superpuestas, a veces montadas en mosaicos o distorsionadas, a
veces propias y a veces ajenas. Existen en su lenguaje varios elementos aglutinantes, de
los cuales el más evidente es el montaje. Como Eisenstein remarcaba, el pensamiento del
montaje es inseparable del pensamiento mismo y lo cierto es que la revolución que el
cine ruso de la década de los veinte instauró en la técnica del montaje cinematográfico,
que hila el tejido contextual obligando al esfuerzo intelectual para integrar las imágenes
en la historia que se desarrolla, tiene continuidad en esa especie de fagocitar y mezclar
imágenes dispares hilándolas mediante el montaje, marcando de alguna manera un
tiempo cinematográfico que anula el concepto real del tiempo, o mejor dicho que media
23
entre ese concepto lineal concebido en la manera habitual (occidental) de narrar y la
comprensión global de las historias narradas.
De cualquier modo existe un punto que merece la pena destacar en lo que se refiere a la
técnica de Marker en el montaje, algo que sí que hizo que esos montajes fuesen
especiales: el sonido. Quizá en la era tecnológica en que vivimos, la concepción visual de
líneas de montaje que se tiene gracias a los ordenadores nos haga igualar
conceptualmente como elementos la imagen con el sonido. Pero en ese sentido es quizá
Marker el pionero en desarrollarlo, junto con Godard y los integrantes de los colectivos
que surgieron en torno a SLON, MEDVEDKINE y VERTOV, en entender la línea del sonido
como una unidad independiente, no necesariamente superpuesta y que tiene que ser
montada en paralelo a la línea del discurso de la imagen (y en paralelo no significa
acompañando armónicamente, sino desarrollándose con un sentido que complete a las
imágenes, incluso por oposición). Estas ideas que devinieron del primer cine ruso sonoro
con Eisenstein como máximo representante, se han ido desarrollando en las películas de
Marker hasta derivar en esa suerte de experimento visual y sonoro que constituyen
algunos fragmentos de Sans Soleil (1982), en los cuales se intercala una especie de clase
24
magistral acerca del sintetizador visual creado por su colaborador Hayao Yamaneko y
que manipula la imagen del mismo modo que en la época hacían sus contemporáneos
con el sonido en la música pop. Esta manipulación de la imagen como sonido y el
discurrir autónomo y en apoyo mutuo de las líneas de sonido e imagen son los referentes
tecnológicos de un cine que, además, se sostiene sobre un segundo pilar técnico: el de la
narración.
Quizá asombre como unos films en cuyo punto de mira está el análisis histórico tengan
tan poca correlación temporal, y discurran a saltos hacia el futuro y de vuelta al pasado.
Esto se explica por lo que André Bazin definió como el montaje horizontal en el que la
imagen no remite ni a la precedente ni a la sucesiva, sino a la narración24. Portadas de las guías de viaje Le Petit
Planete, para la editorial Seuil..
25
Con estos mimbres tan mezclados con lo literario se desarrolla Marker en lo
cinematográfico, tomando el camino del documental como continuación de la filosofía de
Brecht de llevar la cultura al pueblo y el pueblo a la cultura, que tanto tendrá que ver con
los trenes de agit-prop rusos o con los cineforum que el grupo SLON (fundado por
iniciativa de Marker) promovería en los años 60. El trabajo de acumulación de imágenes
dispares que documentan cada una de sus películas, imágenes de archivo, tomas en
movimiento o fijas realizadas por el propio Marker o rescatadas de diversas fuentes,
quizá de su propio archivo de coleccionista, le obligan al ejercicio técnico del montaje
sustentado en un esqueleto literario que arma el relato y que, como tela de araña, va
tendiendo hilos de relación entre imágenes personales, que suelen incidir en lo
emocional, e imágenes más informativas y asépticas. El empleo de la narración cargada
de alusiones subjetivas no impide la presentación de los hechos en rigor, aunque sea
inevitable que el resultado derive en un punto de vista personal e ideológicamente
comprometido. Está claro que cuando Marker hace una película es el pensamiento de
Marker el que vemos, sin imposiciones, pero con sus posiciones claramente establecidas.
26
Los relatos en sus películas están llenos de referencias a textos de otros escritores, a citas
de amigos y conocidos, a libros universales o desconocidos que atesora. De nuevo el
texto es utilizado como un material que, una vez acumulado (no se sabe bien si con el fin
de la propia película o como obsesiones recurrentes del director) se pone en juego en
unión con la imagen, sí, pero además cortado y pegado como se hace con la película,
comentando aquí o allá párrafos que nos llevan a otro momento histórico con la misma
facilidad que nos remiten a una imagen banal de la vida personal que, a nivel de
importancia en la película, se nivela con acontecimientos históricos entendiendo que la
historia es, también, un cúmulo de sucesos banales que rodean los grandes hechos y que
desde el perímetro, tanteando desde los bordes, también se cuentan las cosas como
desde el centro de la espiral.
27
de unos personajes como son los cineastas rusos para hacernos entender, por la vía de lo
emotivo y no de lo intelectual, la proximidad con que el autor siente a sus protagonistas.
En este sentido, lo utilitario de la imagen se impone a un contexto aséptico de análisis.
Mención aparte requiere Sans Soleil (1982). La película recorre los territorios de Tokio y
Africa, verdaderas obsesiones de Marker a lo largo de su vida, y lo hace guiándose no
por la realidad de imágenes verdaderas sino empleando más bien resortes que derivan
en una realidad que, al fin y al cabo, es diferente para cada uno de nosotros. Esto nos
lleva a la reflexión de que lo que vemos no es La Realidad, en el sentido de lo absoluto,
sino la realidad de Marker expresada a través del lirismo de Marker. De alguna manera,
la reconstrucción de esos lugares se lleva a cabo al modo del cine-ojo de Vertov,
recogiendo experiencias diversas y juntándolas, apartando lo temporal y en muchos
casos lo espacial, pero con la asunción de que el Frankenstein que se construye en el film
no constituye la realidad estilizada que nuestros ojos no pueden ver, sino la realidad
28
fabricada que nuestros ojos no pueden ver porque no es la propia: es la mirada del que
mira. Por esta razón, los fragmentos que se intercalan a modo de comentarios,
fotografías o imágenes, tienen que ver con lo que se describe a través del autor, no desde
lo universal de la realidad, sino desde lo personal de su realidad. Este ejercicio de
asunción de subjetividad es también lo que le permite intercalar imágenes de muy
diferentes lugares y no por ello dejar de hablar de Tokio, porque de hecho, Tokio
finalmente se convierte en la excusa para hablar de conceptos más profundos como el
tiempo o la espiritualidad. El engaño consiste en llegar al argumento mediante excusas,
metáforas, para una vez finalizado el ejercicio darse cuenta de que el argumento es una
excusa o una metáfora en sí mismo, escondiendo otro significado aún más profundo. Las
películas de Marker son Matrioshkas, y muy a menudo no somos capaces de abrirlas
todas.
29
El tiempo, la historia y la memoria
“La tarea del materialista histórico es salvar el pasado para el presente”
Walter Benjamin
En sus viajes a través del tiempo los científicos prueban su resistencia al propio viaje
conectándole temporalmente con la vida de la mujer que vio de pequeño, estableciendo
una relación que él sabe circunstancial, temporalmente avocada a un instante que, para
él, no es más que algo precario que está entre el sueño y una realidad efímera, perdida,
que no le pertenecerá.
30
Superada esa prueba, los científicos deciden abrirle las puertas del futuro (por otra parte
un futuro que debe ser incierto puesto que, para que exista, su misión debió de triunfar
en un pasado que es su presente). Una vez allí, se le concede la solución al problema de
la humanidad y se le devuelve a su época.
Para premiar su éxito al viajero del tiempo se le concede ser trasladado a aquel momento
que siempre le obsesionó, aquella pasada tarde en el aeropuerto de Orly. Su llegada a
ese momento es la constatación de la obsesión de Marker: ¿las imágenes y el tiempo se
pueden relacionar aislándolas las unas de lo otro? El protagonista comprueba, justo en el
momento de morir, que la imagen que de niño le impactó, delante de la mujer cuyo
rostro recordaba, era la de su propia muerte.
Imágenes de la fotonovela La Jetée (1962)
Más allá de la lectura inmediata se plantea un juego dialéctico similar al de la gallina y el
huevo: la imagen que le marcaba, la de la mujer en el muelle, posibilitó su resistencia a
los experimentos. Pero, ¿no es posible que ese impacto fuera provocado voluntariamente
en él, desde el futuro, por los científicos que años mas tarde le utilizarían para salvar al
mundo?, es decir, ¿no es posible que los científicos preparasen el momento, enviándole a
drede al pasado y aniquilándole delante de su yo-niño para que, esa imagen recurrente,
le convirtiese en resistente a los viajes en el tiempo?
La paradoja del tiempo y la muerte es fuente inagotable de poética. “El tabique que
separa la vida de la muerte no nos parece tan grueso como a un occidental” recita la voz
en off de Sans Soleil, que expresa de alguna manera un pensamiento arraigado de la
cultura japonesa que parecen reflejar las películas de Marker, introduciendo un nuevo
valor que busca señalar lo relativo de la Historia: como se insiste en varios de sus filmes,
ésta ha sido reescrita muchas veces y está personalizada en cada uno de nosotros como
una interpretación de algo que no deja de ser, como su propio nombre indica, una
historia (un guión, un cuento, una fotografía…). También oímos: “…¿sabemos alguna
vez dónde se hace la historia?” o “…la historia lanza sus botellas vacías por las
31
ventanas…” o “…mi compañero […] ha encontrado una solución: si las imágenes
presentes no cambian, hay que cambiar las pasadas…”.
Nada de esto serán más que apreciaciones (quizá convicciones personales, opiniones),
pero uno intenta y cree ver, en el cine de Marker, lo que en sus palabras denomina la
rotura en el tejido del tiempo. Lo relativo del valor de las imágenes se pone de manifiesto
con lo temporal. Quizá sea esto lo que le lleva a utilizar imágenes apropiadas (en el
sentido de ajenas) para confeccionar algunas de sus películas, imágenes de archivo,
imágenes robadas. Si las historias son relativas, subjetivas y mentirosas, ¿por qué no
utilizar las mentiras de otros para construir la verdad propia (que será, al fin y al cabo
otra mentira para los demás)?
32
DZIGA VERTOV VS CHRIS MARKER
A modo de conclusión
33
diría que personal, de coleccionista de fragmentos que luego pone en valor
mediante su montaje, en el que se hilan mediante el relato.
- Conexión entre teoría ideológica y praxis: Las películas tratan los temas desde un
punto de vista claramente subjetivo, con una toma de posición ideológica que se
extendió, en el caso de Verto,v a una práctica activa en su labor asumida de
educador del pueblo mediante los cine-trenes y su labor como realizador de las
actualidades del kino-pravda. En el caso de Marker, esa idea se retoma a partir de
los años sesenta, en que comienza lo que fue una extensa red de grupos nacidos
del original SLON y posteriormente del Medvedkine, y que potenciaron no sólo la
construcción colectiva de películas que trataban la realidad obrera por parte de los
propios obreros, sino la discusión en grupos críticos que se entendieron como una
continuidad lógica del proceso de las películas que se hacían.
- Para Vertov la estructura de las películas no reposaba en los textos (en la época del
cine mudo) ni en los diálogos (con la llegada del sonoro), sino en la yuxtaposición
de la imagen, en el montaje. Para Marker, la fuerza del montaje es la capacidad
de entrelazar no sólo las imágenes mediante la narración, sino más aún la
utilización de otro canal más, en paralelo al de las imágenes, como es el sonido.
34
bucles, reflexiones, cámara lenta, cámara acelerada, inversiones, congelación de
fotogramas… Marker emplea estas mismas técnicas, y posteriormente, con la
llegada de la era informática incluye entre estas armas la interactividad.
Todas estas cuestiones tratan de analizar el conjunto de las obras de estos dos autores.
Sin duda la voluntad es pretenciosa. Un trabajo tan general tiene de bueno que nunca se
pierde el valor de la unidad, porque aún analizando globalmente el conjunto de la obra,
nunca se pierde la perspectiva ni se pasa por alto la individualidad de cada una de las
partes ( y aquí las partes son las películas). El enfoque del trabajo ha pretendido estar a
caballo entre lo analítico y lo personal (quizá influenciado por la manera de hacer de
Marker y claro, uno no está a la altura), pero la esperanza no es que a partir de este
trabajo se conozcan las obras, sino que se intente verlas. Una vez que se llega a ver estos
films, nada de lo que se ha escrito aquí o en cualquier otro sitio tendrá sentido. Las
preguntas de cada uno se responderán mediante su interpretación de lo que vea. Las
respuestas no están aquí, están en sus películas. Como dice Marker en una de las pocas
entrevistas concedidas: …si un film no ofrece sus propias respuestas a cualquiera de las
preguntas que la gente desearía formular al cineasta, entonces el film no vale la pena25.
Y tanto los suyos como los de Vertov sí que merecen la pena.
35
FILMOGRAFÍAS
[ Nota: Bien por extemporáneo en el caso de Vertov (pese a que en su tiempo sí fue un
autor con capacidad para atraer a la gente a los cines, sobre todo a raíz de El hombre de
la cámara), bien por estar muy ajeno a los intereses del mercado de la distribución y de
lo que se entiende hoy día como industria del cine, es más fácil leer sobre ellos que ver
sus películas. Así que, para cerrar el círculo, habrá que recurrir a la técnica que suponen
hoy en día las redes de información mundial para hacerse con la filmografía
fundamental de estos dos directores.]
Dziga Vertov
KINONEDELIA (Cine-semana) – 1918 a 1919
Actualidades cinematográficas semanales. 43 números. Producción: Kino Komitet del Narkompros (Moscú 1.VI.1918-
24.XII.1919. Texto y realización: Dziga Vertov.
POEZD VTSIKA O AGITPOEZD VTSIKA (El tren del comité central) - 1921
Film viaje. 1 bobina. Prod.: V.T.s.I.K. (Comité Central del Partido Bolchevique) y Kino-Komitet del Narkompros, 1921.
Real.: Dziga Vertov. Op: A. Lemberg, E. Tissé, etc.
36
PROTSESS EZEROV (El proceso de los S.R.) - 1922
3 bobinas. Prod.: VFKO, 1922. Real: Dziga Vertov.
37
ODINNADTSATY (El undécimo año)- 1928
Actualidades.- 6 bobinas. Prod.: VUFKU (Kiev), 1928. Real.: Dziga Vertov. Op.: M. Kaufman. Ay.: E. Svilova.
38
KROV ZA KROV (Sangre por sangre) – 1941
1 bobina. Orid.: Estudio Central de Actualidades, 1941. Real.: D. Vertov, E. Svilova.
NA LINY OGNIA OPERATORY – KINOJRONIKY (En la línea de fuego – los operadores de actualidades) – 1941
Cine-reportaje filmados en los frentes de la Guerra Patriótica. Prod.: Estudio Central de Actualizades, 1941. Real.: D.
Vertov, E. Svilova. Op.: Vijirev.
39
chris marker
MARKER EN CINE Y VÍDEO
OLYMPIA 52 - 1952
CUBA SÍ - 1962
LA JETÉE - 1962
40
ON VOUS PARLE DE PARIS: LES MOTS ONT UN SENS - 1970
LÀMBASSADE - 1974
LA SPIRALE - 1975
A.K. - 1985
MATTA - 1985
BESTIAIRE - 1985-90
AK
MÉMORIES POUR SIMONE - 1986
41
BERLINER BALLADE - 1990
MARKER MULTIMEDIA
42
SILENT MOVIE - 1995
IMMEMORY - 1997
ROSEWARE - 1998-(…)
COLABORACIONES
43
LA CASA NEGRA (HOUSE IS BLACK) – Forough Farrokhzad, 1962, 22 min.
L’ANIMAL EN QUESTION aka JACQUES PRÉVERT ET UN RATON LAVEUR – Film colectivo, 1970, 38 min.
44
LES DEUX M´MOIRES – Jorge Semprún, 1973-74, 141 min.
LA BATALLA DE CHILE: LA LUCHA DE UN PUEBLO SIN ARMAS – Patricio Guzmán, 1975-1976, dos partes de 96 y
88 min., respectivamente.
VIVA EL PRESIDENTE (EL RECURSO DEL MÉTODO) - Miguel Litin, 1978, 164 min.
TOKYO-GA – Wim Wenders, 1985, 92 min. La batalla de Chile: la lucha de un pueblo sin armas
45
notas bibliográficas
1 Grabación de 1977 para Televisión Española y su programa cultural “A fondo”. Cf. Grandes personajes a
fondo, 2004. Tve, Trasbals SA, Granvía Musical e Impulso Records.
2 Abc cultural, 12 de enero de 2008, artículo de Antonio Weinrichter: Chris Marker: la voz de un enigma.
Posteriormente, en este mismo periódico apareció otro artículo sobre Marker que ya me cogió más
informado. Cf Abc cultural, 19 de abril de 2008, artículo de Alberto Ruiz de Samaniego: Chris Marker: el
tiempo de una imagen.
3 kinonedelia: cine-semana. Actualidades cinematográficas semanales en las que Vertov trabajó en 1919.
4Publicado en la revista Kinofot, num 1, 1922. Cf. Dziga Vertov, El cine-ojo, Ed. Fundamentos. Madrid, 1973.
Artículos, pp 15-19
5 Op. cit. p 94
6 Ilya Ehrenburg, en su libro “La fábrica de sueños” expresa con prosa periodística y un afilado cinismo el
“otro” punto de vista, el de los grandes estudios americanos en su época dorada: desde los años
inmediatamente previos a la Segunda Guerra Mundial hasta los años posteriores. Fue la época de creación
de los grandes estudios como la Paramount, la Fox o la Warner, y Ehrenburg no deja pasar la oportunidad
para poner el dedo en la llaga: “…la guerra es una gran desgracia, en eso convienen todos. Pero la guerra
es también un negocio muy lucrativo […]Son cuatro millones de soldados ¿cómo entretenerlos si no es con
películas divertidas?. La pantalla ha dejado ya de ser una discutida novedad o un entretenimiento de feria
para la chusma y la chiquillería. Ahora es una necesidad social como lo son el correo o los cigarrillos
[…]Quienes se quedaron en casa son presa del desasosiego. Dedican el día a ganar dinero, pero las
noches los colman de horror. Y entran a las salas oscuras, como quien se mete en una trinchera. En la
pantalla les espera una vida alegre y divertida, sin los partes del estado mayor, sin la nerviosa crepitación
de las hojas de los periódicos […]
Cf. Ilya Ehrenburg, La fábrica de sueños, Ed. Melusina, 2008 pp28-2
(El texto original de Ehrenburg se publicó en 1931. El 24 de Julio de 1926 Vertov publicó en la revista Pravda
un artículo titulado “La fábrica de hechos”. No creo que el título elegido por Ehrenburg para este libro sea
casualidad).
7Resolución del Consejo de los Tres de 10 de Abril de 1923. Cf. Dziga Vertov, El cine-ojo, Ed. Fundamentos.
Madrid, 1973. Artículos, pp 23-26
46
8 Op. cit. pp 26-27
9 Op.cit. p 28
10Incluido en el libro El cine-ojo. Cf. Dziga Vertov, El cine-ojo, Ed. Fundamentos. Madrid, 1973. Artículos, pp
76-89
11 Op.cit. p 79
12 Op.cit. p 79
13De entre las reformas económicas que Lenin llevó a cabo tras asegurar las posiciones de control
económico, la NEP (nueva política económica) generó una nueva clase burguesa que reinició los
mecanismos del mercado, pero que a su vez se entendió desde el mismo estado como una competencia
tanto económica como ideológica.
14 Diario Kino, 3 de Febrero de 1925. Citado en Dziga Vertov, El cine-ojo, Ed. Fundamentos. Madrid, 1973.
Artículos, pp 62-63
16 Este aspecto es uno de los explícitos (al margen de las consideraciones de fondo relativas al lenguaje
documental o al uso de la imagen inconexa para la construcción del documental) puntos de nexo entre
Marker y Vertov. El tema de los agit-trains es tratado en varios de los documentales de Marker en los que
retrata a Alexander Medvedkin, que en 1919 fue el encargado de dirigir el tren de propaganda más
importante de la Unión Soviética. En ese film, la voz en off rememora: Las películas que Meyerhold
intercalaba en sus espectáculos eran ensayos de cine-ojo, rodados por un joven cineasta vanguardista,
Dziga Vertov. Era el más cercano a ti [en referencia a Alexander Medvedkin] por su ambición y su
sinceridad. Siempre os comparan y a veces os oponen, ¿eh, Jean-Luc? [clara referencia a Godard y a su
grupo Vertov que se oponía amistosamente al grupo Medvedkine integrado, entre otros, por el propio
Marker]. Luchábais en los mismos frentes propagandísticos, teníais los mismos enemigos, eso une. Y hasta
vivisteis en el mismo edificio. Sin embargo los testimonios concuerdan: en vuestra vida sólo hablasteis en
contadas ocasiones. Cf. Le Tombeau d’Alexandre, 1993. Les Films de l’Astrophore, y el cortometraje que fue
su génesis, Le trainen marche
47
17Cf. Jay Layda, Kino, a history of the Russian and Soviet Film, New York 1960 Collier Books Ltd. pp160-161(en
ingles en el original).
18La traducción directa al francés daría lugar al cine-verité cuyo máximo exponente fue Godard, inspirado
por la estética y aún más por la ética -es decir, por el compromiso político- de Vertov. De hecho, un grupo
de cineastas se agruparon bajo el nombre de Grupo Dziga Vertov en 1968 en Francia para crear una serie
de films documentales con marcada tendencia política. En paralelo se creó también el Grupo Medvedkin,
de similares características (habría que discutir matices, obviamente) en el que militó Marker.
Otra coincidencia, de nuevo.
Cf. Cahiers du Cinema, num. 11, Abril 2008. Artículo de Santos Zunzunegui, Grupo Dziga Vertov.
19 Op. cit. Jay Layda, Kino, a history of the Russian and Soviet Film pp160-161
20Proyecto de memoria a la dirección del Goskino, fechada en el año 1923. Incluido en el libro El cine-ojo.
Cf. Dziga Vertov, El cine-ojo, Ed. Fundamentos. Madrid, 1973. Artículos, pp 43-45
21 Cf. Dziga Vertov, El cine-ojo, Ed. Fundamentos. Madrid, 1973. Artículo El hombre de la cámara, pp 92-94
22 En el mismo artículo de Vertov sobre El hombre de la cámara, éste reseña: …así, la ausencia total de
rótulos en el film El hombre de la cámara no resulta algo totalmente inesperado, sino que ha sido
preparado por todas las anteriores experiencias del cine-ojo. Con esto, Vertov hace referencia a las
anteriores experiencias con los rótulos de su película El undécimo año y La sexta parte del mundo y tras las
cuales decidió entregarse a la realización del cine carente por completo de esqueleto literario tras
combinar narración y texto (La undécima parte del mundo era un cine-poema) y tan solo texto en esos dos
ejemplos anteriores. Op. cit. p 93
Cf. Paul Arthur, Cine-ojo. El legado del cine soviético refractado en la siempre crítica mirada de Chris
23
Marker, p 129. Incluido en Mystère Marker. Pasajes en la obra de Chris Marker, Ed. T&B Editores. Madrid, 2006
Cf. Margarita Ledo Andino, Cine de fotógrafos, col. Fotografía, ed. Gustavo Pili, artículo Lirismo y
24
melancolía: Chris Marker, pp 209-223. En este artículo se citan las palabras de André Bazin y su artículo Chris
Marker, retorno a la inmemoria del cineasta.
25 Entrevista con Dolores Walfish para The Berkeley Lantern, noviembre de 1996
48