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COLEGIO DE BACHILLERATO “DR.

MODESTO CHÁVEZ FRANCO”


Santa Rosa – El Oro – Ecuador
TALLER EN CLASES de NIVELACIÓN DE PRERREQUISITOS
Área: Interdisciplinar. Asignatura: Invest-Ciencia-Tcnlg. Docente: Lic. Paulina Iñiguez Chérrez.

Curso: 3ro. B.G.U. Paralelo: A–B–C Quim./parcial: I/I Sección: Diurna


Estudiante: Fecha:

NOTA: Leer bien antes de contestar los enunciados siguientes, debe desarrollar la misma con esferográfico, recuerde de dar
respuesta de forma honesta, esta evaluación tendrá una apreciación cualitativa y es utilizada para medir el grado de prerrequisitos
necesarios para iniciar los nuevos contenidos.

OBSERVE, ANALICE Y REDACTE UN ENSAYO SOBRE LO QUE DA A COMPRENDER EL SIGUIENTE


ORGANIZADOR GRÁFICO (en un Máximo de 12 líneas):
PROBLEMAS DEL CONOCIMIENTO

La teoría del conocimiento o gnoseología estudia las doctrinas filosóficas que abordan los problemas de conocimiento,
dichos problemas son:

1) Posibilidad: Es un problema reflexivo y los filósofos se preguntan antes de entrar en contacto con el objeto de
estudio ¿es posible conocer?

2) Origen: Este problema inicia preguntándose si el principio de conocimiento está en la razón o en la experiencia.

3) Esencia: Es un problema que cuestiona la prioridad de uno de los elementos principales del proceso de
conocimiento, el objeto o el sujeto.

• POSIBILIDADES DOGMÁTISMO:

Corriente filosófica contrapuesta al escepticismo y al idealismo, presupone la supremacía del objeto respecto al sujeto,
de la realidad de las ideas, de la naturaleza del espíritu.

El Dogmatismo es una especie de fundamentalismo intelectual. Los dogmas expresan verdades ciertas, indudables que
no son sujetas a cualquier tipo de revisión o crítica.

Es una actitud natural y espontánea que se tiene desde que se es niño.

Se cree que el mundo que existe es exactamente de la forma que lo percibimos.

Se le considera el mayor exponente del dogmatismo: Spinoza.

ESCEPTICISMO: Es la facultad de oponer, de todas las maneras posibles los fenómenos y los noúmenos; y de ahí se
llega, por el equilibrio de las cosas y de las razones opuestas, primero a la suspensión del juicio (epojé) y después

a la indiferencia (ataraxia). Toma una actitud contraria al dogmatismo. Esta corriente tiene una posición que el sujeto no
puede aprehender al objeto.

"El sujeto cognoscente depende de una serie de factores que le impiden llegar al objeto."

Además se convierte en una tentación para el espíritu humano desde que reflexiona y abandona el terreno firme de las
certezas de sentido común. Conduce a una desesperación intelectual.

Se gesta en el siglo III a.C. con Pirrón de Elis y los pirronáicos que fueron llamados escépticos. Pirrón fue influido
durante su expedición militar por la silenciosa sabiduría de los orientales.

• EL CONOCIMIENTO POR SU ORIGEN EMPIRISMO: Corriente contraria a la racionalista; el empirismo sostiene que
el conocimiento proviene de los sentidos, o sea, de la experiencia sensible.

Es un movimiento filosófico que tiene muchas ramificaciones, el rasgo en común es admitir la experiencia como medio
de conocimiento.

Ahora bien, en el empirismo el papel de la inteligencia queda reducido al mínimo, o más bien no se reconoce, aunque
de hecho se emplee.

Representado por John Locke (1632-1704), George Berkeley (1686-1753) y

Hume (1711-1776).

RACIONALISMO:

Corriente filosófica del S. XVII, dicho término hace referencia a cualquier posición u opinión que conceda primacía a la
razón.
Corriente que sostiene que el conocimiento verdadero y válido acerca de la realidad no procede de los sentidos, sino
de la razón o del propio entendimiento.

Es exactamente lo contrario al empirismo. Se comprende que el principal argumento del racionalismo sea la
importancia del empirismo para explicar el conocimiento intelectual, y especialmente el conocimiento científico que
rebasa manifiestamente los datos brutos.

Máximos Exponentes, René Descartes (1596-1650), Baruch Spinoza (1632-1677)y Wihelm Leibniz (1646-1716).

• EL CONOCIMIENTO POR SU ESENCIA REALISMO. El realismo sostiene que podemos alcanzar la verdad por
medio de la realidad, no niega la posibilidad del error, pero lo considera como un accidente o una anomalía. Lo que si
admite es que el hombre tiene certezas legítimas.

El realismo sostiene que espíritu humano puede conocer al ser “en si”, y que la verdad consiste precisamente en la
conformidad del juicio con la realidad.

IDEALISMO: Es una doctrina moderna, aunque se le atribuye a Platón.

El idealismo se dirige en dos direcciones. La primera está representada por Hegel, la segunda por Fichte.

Según Hegel, el idealismo se ha tomado como una de las numerosas tentativas hechas por el hombre para divinizarse,
pues el poder de crear el mundo, que él atribuye al espíritu humano, es propio del espíritu divino.

CRITICISMO: Parte del periodo Ilustrado del S. XVIII, donde la razón ilustrada es crítica contra los prejuicios que la
ciegan y paralizan; contra la tradición.

Sus representantes:

Emmanuel Kant (1724-1084); además Rousseau y Montesquieu.

Esta postura, va cuestionar también los problemas de posibilidad y de origen del conocimiento.

En síntesis Los principales problemas del conocimiento son tres: la posibilidad, el origen y la esencia. Las soluciones al
problema de la posibilidad son el dogmatismo, que cree que el conocimiento pasa directamente del objeto estudiado al
sujeto, porque éste tiene la capacidad de razonar; el escepticismo supone que no podemos conocer por el
acercamiento del sujeto al objeto, tiene que ver con sus capacidades y éstas no lo posibilitan para que el acercamiento
sea realmente verdadero; el subjetivismo limita la posibilidad de conocer la verdad de los objetos a la capacidad de los
individuos o de la especie; el relativismo limita la posibilidad del conocimiento verdadero a el contexto del sujeto; el
pragmatismo niega la posibilidad de que exista un sujeto teórico y afirma que la posibilidad de un conocimiento
verdadero de los objetos se da por la experiencia; el criticismo es una posición intermedia entre el dogmatismo y el
escepticismo, tienen confianza en la razón pero acepta la duda del escepticismo sobre la posibilidad del conocer
verdaderamente los objetos de estudio y proponer ir a las raíces del conocimiento de los objetos.

Las teorías que abordan el problema del origen son el racionalismo, que supone el conocimiento verdadero surge de la
razón; el empirismo, por el contrario propone la experiencia como la fuente del conocimiento verdadero; el
intelectualismo acepta el papel de la razón pero como un elemento más de la experiencia; y el apriorismo por el
contrario, acepta el papel de la experiencia pero plantea que lo primordial es la razón y afirma que para conocer la
verdad desarrollamos juicios previos que permiten conocer.

El problema de la esencia del conocimiento tiene como corrientes al subjetivismo que propone que la esencia de la
verdad radica en el sujeto; y el objetivismo que sugiere que la verdad está en los objetos de estudio.

Chávez Calderón, Pedro, Historia de las Doctrinas Filosóficas, Ed. Pearson.


México _____ González Sánchez, Jorge, Filosofía, de la filosofía a la lógica,
Grupo perspectiva critica, México 2009.
Verneaux Roger, Epistemología general o crítica del conocimiento, Ed. Herder. España 2005.
COLEGIO DE BACHILLERATO “DR. MODESTO CHÁVEZ FRANCO”
Santa Rosa – El Oro – Ecuador
TALLER EN CLASES
Área: Interdisciplinar. Asignatura: Invest-Ciencia-Tcnlg. Docente: Lic. Paulina Iñiguez Chérrez.

Curso: 3ro. B.G.U. Paralelo: A–B–C–D Quim./parcial: I/III Sección: Diurna


Estudiante: Fecha:

NOTA: Leer bien antes de contestar los enunciados siguientes, debe desarrollar la misma con esferográfico, recuerde de dar
respuesta de forma honesta, esta evaluación tendrá una apreciación cualitativa y es utilizada para medir el grado de prerrequisitos
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La vida: ¿un azar o una necesidad de la evolución?

11 de febrero de 2011. 23:53h


Emilio López- Barajas Zayas / Catedrático de Universidad en Fundamentos de Metodología Científica.
Todos conocemos en nuestra vida social a alguien que juega a la lotería. Algunos creen incluso que hay personas con
suerte. Numerosos individuos no creen en la providencia pero creen en amuletos, símbolos y talismanes que ayudan
en el amor, la salud, la fortuna y el conocimiento, por ejemplo, el talismán de Venus, la flor de Araws, la Herradura de la
Suerte y la Salud, el Pentáculo Cabalístico, el anillo de Claddagt, etc.

La naturaleza no procede principalmente por azar; por ejemplo, en las plantas las hojas están dispuestas de tal forma
que protegen al fruto; y así mismo ocurre en la configuración de las partes en la vida animal, que son aptas para su
defensa. Si estos hechos sucedieran sin intervención del agente natural, habría que interpretar que dichas
«competencias» procederían de la casualidad o el azar. Esto es improbable, porque lo que ocurre en la naturaleza
siempre o de ordinario no es casual ni fortuito; lo que ocurre rara vez sí lo es. Lo casual es lo excepcional.

Este comportamiento se explica porque la propiedad fundamental que caracteriza a los seres vivos es la de estar
dotados de un «proyecto vital», que a la vez ejecutan o desarrollan en sus respectivos nichos y estructuras ecológicas.
El azar, cuando ocurre, es consecuencia de algún fallo, lo cual es legítimo dada la contingencia natural de los seres
vivos en cualquiera de sus formas. Si el azar se incorpora a veces al «proceso vital» es porque éste es compatible con
el «proyecto vital» necesario. La suma de los «fallos» explicaría, con el paso del tiempo, que se pueda hablar
retóricamente de algo nuevo. El azar se incorpora, insistimos, si lo permite la naturaleza, la estructura y la finalidad que
rige el «proyecto de vida», es decir, su estatuto epistemológico genético propio. La vida misma y la existencia de la
especie humana en un proceso vital solamente dinamizado por el azar, se podría decir lógicamente, no deberían de
existir.

Desde la Grecia clásica –siempre resulta sorprendente– ya se reflexionaba acerca del concepto y sentido de la
evolución, acerca de la dialéctica entre causalidad vs. azar. Aristóteles, en el segundo libro de su «Física», al hablar de
la causalidad critica el azar. Critica a quienes piensan que la naturaleza no actúa por un fin, sino que las cosas surgen
por un hibrido de necesidad y azar. Aristóteles se pregunta si la casualidad o el azar pueden ser considerados ambos
como causas, y a quienes lo afirman, es decir, aquellos que consideran que el universo es producto de la casualidad o
el azar, el genial griego les responde con la distinción entre las causas propias (material, formal, eficiente y final) y las
causas accidentales, señalando que éstas últimas se dan cuando coinciden causas propias que no tendrían por qué
haberlo hecho. El azar es una causa accidental, no propia. O sea, dicho de otra forma, la coincidencia de causas
independientes, no basta para explicar la existencia de las cosas. Las verdaderas explicaciones de la existencia, lo
verdaderamente plausible a la inteligencia humana, lo que sacia la sed intelectual humana, son las causas propias. Un
arquitecto puede ser a la vez deportista, y por tanto se podría decir que un deportista ha construido una casa, pero
este hecho evidentemente es algo accidental: la causa propia de la existencia de la casa es la «competencia» del
arquitecto, que coincide con que es deportista.

El estatuto epistemológico animal, desde su forma general hasta en los más mínimos detalles, depende de fuerzas
interiores; interacciones «morfogenéticas» que son internas del mismo. Las fuerzas externas pueden modificar el
desarrollo del ser vivo, pero no lo causan ni lo dirigen. Por ello se dice que un animal está vivo si se mueve por sí
mismo, y que está muerto si ya no se mueve por su propio impulso. Las cosas suceden, en suma, por necesidad,
conforme a ley.

Lo necesario es consecuencia de una carencia o exigencia de los seres vivos y las cosas. Y todos los seres vivos son
contingentes, tienen necesidades como consecuencia de sus limitaciones. Lo que no significa que lo necesario sea lo
esencial en la vida humana. Lo sustantivo y esencial es la búsqueda del alma humana del fundamento último de lo real.
Las certidumbres biológicas, insistimos, son firmes, están principalmente fuera del azar. La finalidad del «proyecto
vital», insistimos, no resulta inteligente sustituirlo simplemente por el azar.

El principio de causalidad, en suma, dice algo tan evidente a la inteligencia universal humana cómo que no hay efecto
sin causa, lo que permite afirmar de forma plausible que en el origen del universo y la vida humana hay una primera
Causa. La existencia de Dios, en consecuencia, debe ser considerada como un hecho de inteligencia natural.

Leer más: Azar y necesidad http://www.larazon.es/historico/4709-azar-y-necesidad-LLLA_RAZON_358315?sky=Sky-


Agosto-2017#Ttt19FicytgTcQZ6

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