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Conocer o Saber
Conocer o Saber
Por ejemplo, un libro puede decir que todos los seres humanos son uno.
Pensamos: “Seguro, puedo ver que eso es verdad: todos tenemos un
cuerpo y todo el mundo tiene una mente, y todo el mundo tiene
emociones, todo el mundo ingiere alimentos y respira aire, todos
vivimos en este planeta. Entiendo lo que eso significa. “Luego, en un
momento de conciencia profunda nos experimentamos sin estar
separados de todo lo demás; en realidad, no hay un “algo más” del que
estemos separados. Y pensamos: “Oh, ¡realmente somos todos uno!
Pero, cuando tratamos de comunicar la experiencia, nos encontramos
diciendo, casi con exasperación, “somos todos uno”. Estamos usando las
mismas palabras que habíamos leído antes, pero son inadecuadas,
porque el significado ha cambiado drásticamente. No puede ser
comunicado, sólo puede ser experimentado. La sabiduría se encuentra a
disposición en cada uno de nosotros y el trabajo de balancear la mente
de manera que pueda iluminarnos, es el trabajo que debemos realizar
sobre nosotros mismos para nosotros mismos.
Cuando comenzamos a meditar, se hace cada vez más claro que todo
cambia de un instante al otro. Cuando nos sentamos apenas durante
cinco minutos, tratando de mantener nuestra atención en la respiración
frecuentemente pensamos: “No puedo mantener mi atención donde la
deseo. Se mueve de este pensamiento a aquel otro, luego a esta
sensación y a aquel olor, a algún sonido, y luego...” Notamos que por el
ojo de nuestra mente pasa una cosa después de la otra. Vemos que
todo es un fluir en constante cambio, yendo y viniendo. Cada momento
lleva al siguiente.
Esta realidad nos estrella contra nuestros conceptos de cómo las cosas
son porque nuestros conceptos son cosas sólidas e imaginarias que no
reflejan el cambio.
El concepto árbol, por ejemplo, es el de una cosa sólida y firme; no el
de una cosa que crece, el de un organismo cambiante, sutilmente
diferente de cualquier otro árbol de su especie, alterado por el clima,
por su exposición a las inclemencias y a las condiciones de ese clima.
Los seres humanos tenemos rótulos conceptuales fijos e incambiables
en un mundo lleno de cambios, los cuales, por supuesto, causan una
ruptura entre el concepto y la realidad, y esto ocasiona tensión.