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Resumen Privado 1 Efip 1 (Sil Lagos)

• Es único e indivisible: la persona no puede ser titular de más de un patrimonio


general.
• Es inalienable e intransmisible: no puede ser enajenado ni transmitido en su totalidad
como unidad. Es idéntico a sí mismo: las variaciones en los elementos singulares que
lo componen no alteran al patrimonio como unidad o universalidad jurídica.

Patrimonios especiales. Caracteres:

• Su existencia depende de la ley: la voluntad del titular de los bienes no es suficiente


por sí sola para crear un patrimonio especial, sino que se trata de supuestos previstos
por la ley.
• Está sujeto a un régimen legal especial: el patrimonio especial es independiente del
patrimonio general, los bienes que lo integran sólo responden por determinadas
deudas.

Ejemplos de patrimonios especiales, el patrimonio de la sociedad, el patrimonio del causante


mientras se mantiene separado del patrimonio de los herederos, el patrimonio del
emancipado constituido por los bienes recibidos a título gratuito, el patrimonio del declarado
presuntamente fallecido durante el período de prenotación, entre otros.

 Vivienda

Definición: vivienda 'cosas con que o en que se ha de vivir'(Real academia española). la casa es
mucho más que un simple techo, ya que es allí donde el hombre realiza y vive su propia vida,
crece, se educa, construye también su identidad más profunda, sus relaciones con los otros y
la unión fundamental de su existencia que es la familia. Ello demuestra la importancia que
tiene la propiedad de la vivienda para el desarrollo integral de la persona humana y más
específicamente de la familia. (Borda 2012)

o Régimen de afectación: presupuestos fácticos

ARTÍCULO 244.- Afectación. Puede afectarse al régimen previsto en este Capítulo, un


inmueble destinado a vivienda, por su totalidad o hasta una parte de su valor. Esta
protección no excluye la concedida por otras disposiciones legales.

La afectación se inscribe en el registro de la propiedad inmueble según las formas previstas


en las reglas locales, y la prioridad temporal se rige por las normas contenidas en la ley
nacional del registro inmobiliario.

No puede afectarse más de un inmueble. Si alguien resulta ser propietario único de dos o
más inmuebles afectados, debe optar por la subsistencia de uno solo en ese carácter dentro
del plazo que fije la autoridad de aplicación, bajo apercibimiento de considerarse afectado el
constituido en primer término.

o La característica fundamental de este régimen

Es que, una vez afectada la vivienda e inscripta en el Registro de la Propiedad, la misma se


torna inembargable e inejecutable por deudas que contraiga su titular, aun en caso de
concurso o quiebra e independientemente de cuál sea la causa de la obligación, si ésta es
posterior a la afectación. Puede afectarse un inmueble destinado a vivienda por su totalidad
o hasta una parte de su valor. Es decir que la ley permite una protección parcial a quien posee

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un inmueble de gran valor, lo que, por un lado, asegura la vivienda y, por otro, evita el abuso
que significa proteger la vida lujosa del deudor mientras su acreedor no puede cobrar lo que es
legítimamente debido. Tampoco puede afectarse más de un inmueble, por lo que, si alguien
es propietario único de dos o más inmuebles, debe optar por la subsistencia de uno solo
dentro del plazo que fije la autoridad de aplicación, so pena de considerar afectado el
constituido en primer término.

o Inscripción en el registro de la propiedad

La afectación del inmueble al régimen de vivienda debe inscribirse en el registro de la


propiedad inmueble para su adecuada publicidad frente a terceros. Asimismo, la inscripción
produce el efecto de prioridad temporal de la afectación, la que se rige por las normas
contenidas en la ley nacional del registro inmobiliario (ley 17.801); de esta manera se permite
la retroactividad de la registración a través del sistema de reserva de prioridad regulado en
dicha normativa.

o Legitimados

Según el art. 245 del CCCN, la afectación de la vivienda puede constituirse: a) Por actos entre
vivos. En este caso se requiere ser titular dominial o, si hay condominio, la solicitud debe ser
efectuada por todos los cotitulares. b) Mortis causa. Se prevé que la constitución puede
hacerse por actos de última voluntad y, aunque el Código no lo diga, el único acto por el que
podría hacerse la afectación es a través de testamento. En este caso, el juez debe ordenar la
inscripción a pedido de cualquiera de los beneficiarios, del Ministerio Público o de oficio en el
caso de que hubiere incapaces o personas con capacidad restringida. c) Constitución judicial.
Finalmente, se prevé que la afectación pueda ser decidida por el juez, a petición de parte, en la
resolución que atribuye la vivienda en el juicio de divorcio o que resuelve las cuestiones
relativas a la conclusión de la convivencia, si hay beneficiarios incapaces o con capacidad
restringida.

o Beneficiarios

Según el art. 246 del CCCN, Beneficiarios. Son beneficiarios de la afectación:

a. el propietario constituyente, su cónyuge, su conviviente, sus ascendientes o


descendientes;

b. en defecto de ellos, sus parientes colaterales dentro del tercer grado que convivan con el
constituyente.

o Desafectación y cancelación de la inscripción.

ARTÍCULO 255.- Desafectación y cancelación de la inscripción. La desafectación y la


cancelación de la inscripción proceden:

a. A solicitud del constituyente; si está casado o vive en unión convivencial inscripta se


requiere el asentimiento del cónyuge o del conviviente; si éste se opone, falta, es incapaz o
tiene capacidad restringida, la desafectación debe ser autorizada judicialmente;

b. A solicitud de la mayoría de los herederos, si la constitución se dispuso por acto de última


voluntad, excepto que medie disconformidad del cónyuge supérstite, del conviviente
inscripto, o existan beneficiarios incapaces o con capacidad restringida, caso en el cual el
juez debe resolver lo que sea más conveniente para el interés de éstos;

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c. A requerimiento de la mayoría de los condóminos computada en proporción a sus


respectivas partes indivisas, con los mismos límites expresados en el inciso anterior;

d. A instancia de cualquier interesado o de oficio, si no subsisten los recaudos previstos en


este Capítulo, o fallecen el constituyente y todos los beneficiarios;

e. en caso de expropiación, reivindicación o ejecución autorizada por este Capítulo, con los
límites indicados en el artículo 249.

EJE 5

 Los hechos jurídicos

Los hechos jurídicos son todos los acontecimientos que, según el ordenamiento jurídico,
producen el nacimiento, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas (art. 257
CCCN). La causa eficiente, en virtud de la cual las relaciones jurídicas nacen, se modifican,
transforman, transmiten o extinguen.

o Hechos jurídicos como causa eficiente:

Debe entenderse que el suceso o acontecimiento está previsto de antemano por la ley, para
que, según las circunstancias y siempre que se reúnan los requisitos que impone una
determinada norma, produzca efectos jurídicos. Por ejemplo, el nacimiento con vida es causa
eficiente porque, luego de que se produce, el ser humano adquiere automáticamente, con
carácter definitivo e irrevocable, la personalidad jurídica.

o Se clasifican en :

1) Hechos externos o naturales: son aquellos en los que no interviene la conducta humana.
Por ejemplo como el nacimiento, la muerte, la destrucción natural de una cosa, el derrumbe
de un edificio por un terremoto, etc. Estos, si bien son hechos en los que no intervino la
voluntad del hombre, son jurídicos en tanto producen consecuencias para el derecho.

2) Hechos humanos. Los hechos jurídicos humanos son voluntarios o involuntarios.

Voluntarios: Se si son realizados con discernimiento (capacidad general de razonar, de


conocer, que aumenta a medida que el sujeto crece o madura), intención (la posibilidad de
dirigir la voluntad hacia lo querido o deseado sobre la base del discernimiento) y libertad (la
posibilidad de movimiento, libertad física, y la posibilidad de decidir sin presión externa,
libertad moral). A su vez, se dividen en lícitos e ilícitos (según sean conformes o contrarios a la
ley.). ), Los lícitos son los actos jurídicos y pueden ser los simples actos lícitos. Los hechos
voluntarios ilícitos pueden ser: delitos (se supone la intención de causar un daño) o
cuasidelitos (se causa el daño aunque no haya habido intención; es por culpa: imprudencia,
negligencia o impericia)

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Los hechos involuntarios, son los ejecutados sin discernimiento o sin intención o sin libertad.
No producen obligaciones salvo que causaran daño en otro y se enriqueciera con ello el autor
del hecho; la obligación se producirá según la medida de ese enriquecimiento.

 Diferencia entre simple acto lícito y acto jurídico

Acto licito Acto jurídico


El artículo 258 simple acto lícito “como la Art. 259 concepto de acto jurídico: “es el
acción voluntaria no prohibida por la ley, de acto voluntario lícito que tiene por fin
la que resulta alguna adquisición, inmediato la adquisición, modificación o
modificación o extinción de relaciones o extinción de relaciones o situaciones
situaciones jurídicas” jurídicas.”
No tiene por fin inmediato crear, modificar o Los actos jurídicos tienen por fin inmediato
extinguir relaciones o situaciones jurídicas adquirir, modificar, extinguir relaciones o
carece de este fin inmediato. situaciones jurídicas.
Sus efectos jurídicos: se darán Es decir que el acto jurídico es el acto de
prescindiendo de la voluntad del agente y autonomía privada mediante el cual
por la simple circunstancia de haberse simplemente se persigue un fin práctico
colocado en la situación prevista por la autorizado por el ordenamiento.
norma como supuesto de hecho.
Por ejemplo, el que hace reparaciones
urgentes en la propiedad de un amigo
ausente no tiene por fin inmediato entablar
una relación jurídica (el arreglo de una casa),
sino simplemente prevenir un perjuicio
patrimonial al amigo ausente. La ley es
entonces la que establece, más allá de la
intención de esta persona, que el
beneficiado por esa reparación debe
indemnizar al amigo benefactor y dentro de
la medida del beneficio que obtuvo por los
gastos hechos por su amigo.
Es indiferente la voluntad , requiriéndose siempre es voluntario,
cuanto mucho que el sujeto cuente con
discernimiento

 La voluntad jurídica

Definición. Importancia Buteler Cáceres (2000) explica que, si partimos de los atributos de las
personas y, dentro de ello, de la capacidad, se advierte que la voluntad o la aptitud de
voluntad es el presupuesto primario, indispensable de la capacidad de hecho. La voluntad
individual, mirada en sí misma y a través de su ejercicio efectivo, a través de su declaración y
condicionada de antemano por la ley, es el factor predominante destinado a reglar las
relaciones jurídicas de carácter privado.

o Enunciación de los elementos internos y externos

Elementos de la Voluntad jurídica:

• Internos: discernimiento, intensión y libertad

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• Externos: Manifestación de la voluntad

ARTÍCULO 260 CCCN.- Acto voluntario. El acto voluntario es el ejecutado con discernimiento,
intención y libertad, que se manifiesta por un hecho exterior

Los actos voluntarios: son aquellos ejecutados con discernimiento, intención y libertad.
Presupuestos estos que integran el elemento moral o interno del acto voluntario, además
del elemento material o externo, que es la manifestación de la voluntad.

 El discernimiento.

Definición: Se refiere a la aptitud general de conocer, es decir, a la madurez intelectual para


razonar, comprender y valorar el acto y sus consecuencias.

Es tener una conciencia cabal de nuestras propias acciones, de su conveniencia e


inconveniencia, de su bondad o maldad, de su licitud o ilicitud (Buteler Cáceres, 2000). Esta
aptitud depende del grado de madurez que se haya alcanzado y puede faltar por la edad o por
cuestiones de salud mental.

Diferencia

Discernimiento Capacidad
es una cualidad o aptitud natural del sujeto La capacidad es la cualidad o aptitud jurídica
de conocer, razonar y comprender de obrar, de ejercer actos válidos.
se puede tener discernimiento y ser sin
embargo incapaz
Ej: menores mayores de diez años que,
conforme la ley (art. 261, inc. “b” del CCCN),
poseen discernimiento para ejecutar actos
ilícitos y por ende son responsables de sus
consecuencias, y sin embargo son incapaces
de obrar, por lo que no pueden celebrar
actos jurídicos válidos por sí mismos

 Causas obstativas del discernimiento

El artículo 261 del código único reza

Acto involuntario. Es involuntario por falta de discernimiento:

a) el acto de quien, al momento de realizarlo, está privado de la razón;

b) el acto ilícito de la persona menor de edad que no hay cumplido diez años;

c) el acto lícito de la persona menor de edad que no ha cumplido trece años, sin perjuicio de
lo establecido en disposiciones especiales.

El discernimiento es uno de los elementos necesarios para que exista voluntad jurídica, por
lo que la ausencia de éste conlleva la involuntariedad del acto. La falta de discernimiento
determina la falta de aptitud del sujeto para hacer uso de la autonomía privada. No se
produce a raíz de vicio alguno sino por una circunstancia inherente a la aptitud intelectual
general del sujeto.

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Las causas que obstan el discernimiento pueden agruparse en dos grandes grupos:

• A) aquellas que presuponen un desenvolvimiento insuficiente de la inteligencia


(minoridad, en tanto inmadurez; puntos “b” y “c”) En relación a la edad, debe
señalarse que, de acuerdo al sistema que adopta el Código Civil y Comercial, según el
cual se presume, sin admitir prueba en contrario, que las personas obran con
discernimiento a partir de determinadas edades, éstas deben ser capaces de distinguir
entre actos lícitos y actos ilícitos. En el caso de actos ilícitos, la ley ha entendido que el
ser humano capta antes la noción de lo bueno y de lo malo que la apreciación de lo
que para él puede ser conveniente o inconveniente y, por ello, presume, sin admitir
prueba en contrario, que los menores mayores de diez años tienen discernimiento
para ejecutar actos ilícitos y por ende habrán de responder por sus consecuencias, es
decir que responderán civilmente con su propio patrimonio. Esto, sin perjuicio de la
responsabilidad de los padres y del derecho de repetición que, en razón de este
discernimiento, estos tienen contra sus hijos (art. 1754 CCCN). En cambio, respecto de
los actos lícitos, la ley considera que se tiene discernimiento desde los trece años,
pero no para todos los actos, sino sólo para que aquellos que la ley expresamente les
permite realizar, como ser: la persona adolescente de entre trece y dieciséis años
puede tomar decisiones respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos;
a partir de los dieciséis años, el adolescente puede tomar decisiones sobre el cuidado
del propio cuerpo (art. 26 CCCN); puede ejercer profesión si ha obtenido título
habilitante aunque sea menor de edad (art. 30 CCCN).

• B) las que importan considerar que el sujeto no estaba en pleno uso de sus facultades
intelectuales al realizar el acto (privación de la razón, punto “a”). Respecto a la
privación de razón, ésta puede ser de dos clases según: 1) la falta de razón refleje
alguna clase de patología más o menos permanente o 2) bien un oscurecimiento del
intelecto temporal o accidental y sólo relacionado con el acto en cuestión;

 La intención. Definición

Se ha definido la intención como el discernimiento aplicado al acto concreto de que se trata.


Es representarse los motivos determinantes de la acción y tener conocimiento concreto del
estado de casos, (Buteler Caceres, 2000) En una palabra, es la conciencia plena y cabal del acto
de los alcances de un acto determinado.

 La libertad. Definición

Consiste en la posibilidad de elegir entre distintas opciones sin presiones de ninguna


naturaleza. Este concepto comprende dos aspectos: la libertad física y la libertad moral o libre
albedrío. La libertad física es el poder material de hacer lo que de antemano se ha resuelto
hacer, o bien, abstenerse de hacer lo que de antemano se ha resuelto no hacer. La libertad
moral: es la espontaneidad en la determinación adoptada por la persona, sin ningún influjo
extraño que pueda torcerla o desvirtuarla.

 Elemento externo

La manifestación de la voluntad: La voluntad jurídica debe manifestarse a través de un hecho


exterior. Esta exigencia luce razonable, dado que, de no existir alguna exteriorización, el mero

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suceso interno no puede ser valorado por el ordenamiento. Es decir que una voluntad no
manifestada no es de interés para el derecho, ya que, sin exteriorización, no sólo no puede
haber hecho voluntario, sino tampoco involuntario: a los efectos legales, en ambos casos no
habría modificación alguna susceptible de ser aprehendida por el derecho (Rivera y Medina,
2014).

o la teoría de la voluntad y la teoría de la declaración.

Cuando se plantean cuestiones relativas a la posibilidad que no se exteriorizo realmente lo que


se quiso internamente. Respecto de este dilema se han planteado teorías que trataron de dar
respuesta y que son explicadas con gran claridad por Tagle (2002). Señala la mencionada
autora que, en la doctrina jurídica moderna, el problema de la divergencia es resuelto por dos
teorías opuestas: la teoría de la voluntad y la teoría de la declaración.

La teoría de la la teoría de la teorías intermedias el Código Civil y


voluntad declaración, Comercial Argentino
También conocida O teoría alemana, Advierten que, Diversas
como teoría sostiene que la llevadas a sus disposiciones
francesa, expuesta voluntad interna extremos, la teoría demuestran que se
originariamente por carece de relevancia de la voluntad real y ha acogido como
el alemán Savigny, jurídica puesto que la de la declaración principio rector la
considera que el no es conocida por el resultan doctrina de la
efecto jurídico se derecho sino a inaceptables; la voluntad, haciendo
produce por través de sus primera porque predominar la
consecuencia de la manifestaciones protege voluntad real del
voluntad interna y exteriores, por lo exclusivamente el agente sobre la
no por la declaración que sólo la interés del autor de declaración.
que de ella se hace. declaración de la declaración,
Es decir que, para voluntad tiene valor dándole la Sin embargo, este
este teoría, el y merece respeto posibilidad de principio de respeto
elemento impugnarla cuando a la voluntad interna
importante es el no coincide con la se encuentra
elemento interno o voluntad interna, lo atenuado en
voluntad real, en que atenta contra la diversas
tanto que la seguridad jurídica. La disposiciones
declaración o segunda, a la particulares, en
elemento externo no inversa, lesiona el resguardo del valor
es más que el medio principio de seguridad en el
de dar a conocer la autonomía de la tráfico jurídico, y
voluntad real, por lo voluntad sobre el tienen eficacia
que, en caso de que se construye ciertas declaraciones
divergencia, debe toda la teoría del de la voluntad no
darse preeminencia acto jurídico. obstante su
a la intención Las teorías discordancia con el
efectiva del agente intermedias, íntimo querer del
partiendo de uno u sujeto que las
otro punto, elaboran realiza.
soluciones que
combinan la Por ejemplo, en
necesidad de diversas normas, la
respetar la real ley hace prevalecer
intención de las la buena fe, la

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partes con la confianza o la


seguridad y responsabilidad a fin
confianza que deben de proteger al
prevalecer en las destinatario de la
relaciones jurídicas. declaración. Ello
Así, la teoría de la sucede en la
responsabilidad: adopción del error
considera que debe reconocible (arts.
respetarse la 265 y 266),
voluntad interna, a
menos que la
divergencia entre la
manifestación y la
voluntad real sea
producto de la
negligencia del
declarante, en cuyo
caso, éste deberá
soportar las
consecuencias.
La teoría de la
confianza afirma que
la declaración debe
prevalecer sobre la
voluntad interna
cuando haya
suscitado legítima
expectativa en el
destinatario, y
siempre que éste no
haya obrado
culposamente al no
poner la debida
atención que le
habría permitido
captar los elementos
objetivos que
indicaban la falta de
voluntad.

o Los diversos modos de manifestación de la voluntad

El elemento externo es la declaración de voluntad, la conducta por la cual el sujeto exterioriza


o manifiesta su voluntad. A este elemento alude el art. 262 del Código Civil y Comercial
“Manifestación de la voluntad. Los actos pueden exteriorizarse oralmente, por escrito, por
signos inequívocos o por la ejecución de un hecho material”.

Esta declaración positiva puede concretarse a través de:

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a) Manifestación verbal. La manifestación de la voluntad por medio de la palabra hablada, si


bien es un medio que traduce exactamente la voluntad interna del emisor, tiene el
inconveniente de que éste puede más tarde negar o alterar lo dicho, haciendo muy difícil
probar su existencia, por lo que sólo se utiliza en actos de menor importancia.

b) Manifestación escrita. Ésta se traduce en la exteriorización de la voluntad en un cuerpo de


escritura que contiene la voluntad de quien la emite. Es la que mayores garantías ofrece, ya
que da certeza plena, pudiendo estar contenida en instrumento público o privado. Facilita la
prueba de la declaración de voluntad.

c) Manifestación por signos. Esta declaración consiste en la utilización de gestos o actitudes


dirigidos a otro u otros respecto de determinados objetos, permitiendo lograr un significado
único e inconfundible. Es decir, hay una actitud física del sujeto que no deja lugar a dudas
sobre su voluntad interna. Por ejemplo, quien levanta la mano en un remate para hacer una
postura, o quien levanta la mano en la votación de una asamblea.

d) La última parte del artículo 262 alude a “hechos materiales”; aquí salimos, sin embargo, del
campo de las declaraciones para pasar al de la mera manifestación, con lo cual se ingresa al
terreno de la exteriorización tácita de la voluntad (Rivera y Medina, 2014, p. 602). En
continuidad con este punto tenemos la manifestación tácita o indirecta de la voluntad, que, a
diferencia de la positiva, no tiene por fin dar a conocer la voluntad de manera directa, sino que
ésta se infiere del comportamiento del sujeto. El artículo 264, prevé: “Manifestación tácita
de la voluntad. La manifestación tácita de la voluntad resulta de los actos por los cuales se la
puede conocer con certidumbre. Carece de eficacia cuando la ley o la convención exigen una
manifestación expresa”. Debemos señalar que, para que exista manifestación tácita de la
voluntad, hay tres condiciones que deben darse: a) que se trate de actos por los que se puede
conocer con certidumbre la existencia de la voluntad, es decir que se pueda inferir la
existencia de una voluntad en determinado sentido; b) que no se exija una expresión positiva y
c) que no haya una declaración expresa contraria. Ejemplos de este tipo de manifestación son
la remisión de deuda del acreedor que devuelve a su deudor el pagaré sin protesta o reserva,
la adquisición por parte de quien ha recibido mercadería y la consume, llevar materiales al
lugar de una obra para realizarla.

El silencio como manifestación de voluntad. En primer lugar, debemos decir que hay silencio
en sentido jurídico cuando una persona no manifiesta su voluntad con relación a un acto
jurídico, ni por una acción especial destinada a este efecto ni por una acción de la que se
pueda inferir la voluntad. Es decir, es la abstención, la omisión, callar. El artículo 263 del
Código Civil y Comercial: Silencio como manifestación de la voluntad. El silencio opuesto a
actos o a una interrogación no es considerado como una manifestación de voluntad conforme
al acto o la interrogación, excepto en los casos en que haya un deber de expedirse que puede
resultar de la ley, de la voluntad de las partes, de los usos y prácticas, o de una relación entre el
silencio actual y las declaraciones precedentes.

Conocemos el viejo adagio que dice “el que calla, otorga”. Este adagio no tiene vigencia dentro
del orden jurídico, donde la regla es que el silencio es un signo negativo: el que calla ni afirma
ni niega.

El silencio sólo excepcionalmente puede constituir un modo de manifestación o declaración


de la voluntad tácita. Estos casos de excepción son:

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• a) Cuando haya obligación legal de expedirse. Cuando la ley impone la obligación de


pronunciarse y el obligado guarda silencio, éste es considerado como una
manifestación de voluntad. Por ejemplo, quien, debiendo absolver posiciones, no
concurre o se niega a responder, queda confeso en todos los hechos que surgen de la
relación de preguntas (art. 417 del CPCCN).
• b) Cuando las partes hubieren dispuesto un deber de expedirse en el marco de un
contrato. Si nos inclinamos por el efecto obligatorio de los contratos, estaríamos
frente a un supuesto similar al primero; sin embargo, también es posible considerar
que ese silencio es una declaración, ya que podría haberse pactado que el silencio
tenga ese valor, en tanto signo inequívoco particular (Rivera y Medina, 2014).
• c) Cuando los usos y costumbres impongan el deber de expedirse. En los casos donde
el ordenamiento positivo prevé que la costumbre es fuente de derecho (art. 1) e
impone el deber de pronunciarse, el silencio será considerado como manifestación
tácita de voluntad. Es decir, nuevamente estaríamos ante un caso donde hay deber
legal de manifestarse.
• d) Cuando hay una obligación de explicarse a causa de una relación entre el silencio
actual y las declaraciones precedentes. Cuando se puede relacionar el silencio actual
con la conducta precedente del sujeto, las circunstancias autorizan a presumir que el
silencio importa una manifestación de voluntad concordante con sus manifestaciones
precedentes. Así, por ejemplo, si me proveo de libros con una de las tantas editoriales
que trabajan en Córdoba y tengo de antemano este trato: que todas las obras de
derecho civil que aparezcan mes a mes, me las deben enviar; si al mes siguiente no las
devuelvo, ello significará que las he comprado y deberán cargarlos en mi cuenta. El
silencio está de antemano erigido en declaración de voluntad.

 Vicios de los actos voluntarios

o Los vicios de la voluntad:

Nociones

Voluntad: es la voluntad sana y manifestada que genera, modifica, transforma o extingue


relaciones o situaciones jurídicas. La trinidad de: discernimiento, intención y libertad.

• El discernimiento: es la aptitud general de conocer, la facultad de discurrir, es tener


conocimiento pleno de las consecuencias de los actos. Este existe o no en caso de que
hayan causas obstativas, pero no es pasible de vicios.
• La intención, pueden afectarla los vicios de error o ignorancia o el vicio del dolo. En
estos casos, no habrá intención.
• La libertad, pueden concurrir la fuerza irresistible o la intimidación.

 El error. Noción

Afecta la intención, y consiste en un conocimiento inexacto de la realidad. Es el falso


conocimiento o la falsa noción acerca de alguno de los elementos de las circunstancias
vinculadas al acto que se ejecuta o a su régimen legal.

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o Hay que distinguir entre error de derecho y error de hecho

El error de derecho. Definición. Consiste en desconocer la existencia o contenido de una


norma jurídica, o interpretar su significado de una manera distinta a la real, o hacer una
aplicación inexacta de esa norma a una situación jurídica que no la regula, o atribuir a un
hecho o una situación jurídica una calificación jurídica incorrecta, o suponer en vigor una
norma inexistente. Es la defectuosa imputación de las consecuencias jurídicas vinculadas a una
determinada relación o negocio, en razón de una falsa noción sobre el alcance, sentido y
significación de la ley.

o Principio general

El artículo 8 del Código Civil y Comercial dispone “Principio de inexcusabilidad. La ignorancia


de las leyes no sirve de excusa para su cumplimiento, si la excepción no está autorizada por
el ordenamiento jurídico”.

El precepto establece el principio general: que nadie, so pretexto de ignorancia, podrá


impedir la fuerza obligatoria de la ley o eludir las sanciones o responsabilidades que la ley
impone en razón de nuestros propios actos. Ello así, pues, si a cada uno le fuese permitido
aducir el desconocimiento de las leyes para eludir las consecuencias que emanan de sus
prescripciones (para sustraerse de las obligaciones que la ley impone), estaríamos ante un
verdadero caos jurídico, pues ningún derecho podría subsistir y no habría seguridad jurídica.

El Error de hecho. Definición. Como dijimos es la falsa noción que recae sobre los elementos o
circunstancias fácticas vinculadas al negocio o a la relación jurídica de que se trate. Pero este
puede recaer en el contenido o presupuesto del acto, así como en la identidad de las personas,
en la naturaleza o características de las cosas o los hechos materiales constitutivos de la
conducta. el art. 265 del código único, que prevé “Error de hecho. El error de hecho esencial
vicia la voluntad y causa la nulidad del acto. Si el acto es bilateral o unilateral recepticio, el
error debe, además, ser reconocible por el destinatario para causar la nulidad”.

• Caracteres:

Para que el error de hecho pueda ser invocado por quien lo ha sufrido debe tratarse de un
error:

• a)Esencial
• b) espontáneo
• c) reconocible.

a)El error es esencial : si recae sobre la naturaleza del acto, sobre un bien o un hecho diverso
o de distinta especie que el que se pretendió designar, o una calidad, extensión o suma
diversa a la querida; sobre la cualidad sustancial del bien que haya sido determinante de la
voluntad jurídica según la apreciación común o las circunstancias del caso; sobre los motivos
personales relevantes que hayan sido incorporados expresa o tácitamente; sobre la persona
con la cual se celebró o a la cual se refiere el acto si ella fue determinante para su celebración
(art. 267 del CCCN); en una palabra, sobre los aspectos primordiales del acto.

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b) El error es espontáneo si se ha cometido por una falsa noción de la persona misma y no


porque la otra parte del negocio jurídico la indujo a error, pues sería un error provocado.

c) Es reconocible (art. 266 del CCCN) El error es reconocible cuando el destinatario de la


declaración lo pudo conocer según la naturaleza del acto, las circunstancias de persona,
tiempo y lugar.

Significa que cada persona debe comportarse diligentemente, y sólo se habilita la anulación del
acto a favor del emisor cuando el yerro tendría que haber sido conocido por el receptor de
haber actuado con diligencia.

Es decir que lo que hay que determinar es si la persona afectada por la declaración del que
yerra estuvo o no en condiciones de percibir que el emisor se había equivocado y, en
consecuencia, de haberle advertido, ya que, de ser efectivamente así y no haberlo hecho, sería
anulable el acto por haber actuado de mala fe.

o Clases de error. Efectos.

Dentro del error de hecho hay dos categorías. A) Error


esencial

B) Error
accidental

o Error esencial

ARTÍCULO 267.- Supuestos de error esencial. El error de hecho es esencial cuando recae
sobre:

a. la naturaleza del acto;

b. un bien o un hecho diverso o de distinta especie que el que se pretendió designar, o una
calidad, extensión o suma diversa a la querida;

c. la cualidad sustancial del bien que haya sido determinante de la voluntad jurídica según la
apreciación común o las circunstancias del caso;

d. los motivos personales relevantes que hayan sido incorporados expresa o tácitamente;

e. la persona con la cual se celebró o a la cual se refiere el acto si ella fue determinante para
su celebración.

A) Error en la naturaleza del acto: es aquel que recae sobre la especie jurídica del acto que se
celebra, produciéndose una divergencia o falta de concordancia entre la declaración o
comportamiento de una de las partes y la representación de lo declarado o actuado. Por
ejemplo, cuando alguien presta algo a quien entiende que se lo están regalando.

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B) Error sobre el objeto: este error se produce cuando el sujeto cree celebrar un negocio
jurídico respecto de un determinado objeto o de un determinado hecho y, en realidad, se trata
de una cosa o hecho distinto. Puede afectar la individualidad de la cosa, por ejemplo: creo
estar comprando un terreno en un determinado lugar y lo estoy comprando en otro; en su
especie: por ejemplo, en una venta de granos, el vendedor ha entendido que se trata de
cebada y el comprador de trigo; error sobre la cantidad, extensión o suma, este error de
cantidad no debe consistir en un mero error en el cálculo.

C) Error en la sustancia: debe entenderse por sustancia o cualidades sustanciales de una cosa,
todas las partes y todas las propiedades de una cosa, sin las cuales dejaría de ser lo que ella es.
Es decir, no sólo debe tratarse de una cualidad de la cosa sino que esa cualidad se ha tenido en
mira al contratar, es decir, no debe ser accidental. En una palabra, habrá que ver en cada caso
cuáles son las cualidades esenciales de la cosa, que son aquellas que las partes esperaron
encontrar en el objeto adquirido y que fueron especialmente tenidas en cuenta, como también
el supuesto de que, sin esas cualidades, el acto no se habría celebrado, cuestión que debe ser
apreciada conforme a las circunstancias del caso.

D) Error en la causa: se trata del error que recae sobre el elemento moral, es decir, el motivo
interno que ha inclinado a ejecutar el acto. Al pertenecer al fuero interno de cada sujeto, los
motivos sólo pueden llevar a una anulación cuando surjan expresa o implícitamente del acto,
ya que, de lo contrario, se estaría perjudicando a la otra parte, que no tiene forma de conocer
lo que pensaba el otro. Así, quien compra un automóvil creyendo por error que el suyo no
tiene arreglo no podría, una vez advertido de la realidad de las cosas, demandar la nulidad del
acto, ya que se trata de motivos ajenos al vendedor.

E) Error en la persona: el error sobre la persona es aquel que recae sobre alguno de los
sujetos o partes del negocio, ya sea respecto de la identidad de uno de ellos o de sus
cualidades. Este error es causa de nulidad solamente cuando la consideración de la persona ha
sido causa determinante para su celebración, como la donación hecha a una persona a quien
se toma por otra, o en las obligaciones intuitae personae; pero no es causa de nulidad cuando
la persona del contratante es indiferente, como en el caso de un prestamista, vendedor o
locador.

ARTÍCULO 270.- Error en la declaración. Las disposiciones de los artículos de este Capítulo son
aplicables al error en la declaración de voluntad y en su transmisión

.1) El Error en la declaración consiste en que lo querido queda desvirtuado en su


manifestación externa por distracción, apresuramiento o inadvertencia. Esta categoría tiene
dos variantes: la primera, cuando hay una divergencia entre la voluntad interna y la
declaración, que puede darse al haber escrito algo incorrecto (lapsus calami) o empleado
palabras no queridas (lapsus linguae), por ejemplo, si escribo “compro” cuando, en realidad,
quiero decir “vendo”. La segunda variante se da cuando ni siquiera tenía la intención de
manifestar algo, por ejemplo: si alguien ingresa a una sala de remate y levanta la mano para
saludar, y se interpreta que está ofertando.

2) Error en la transmisión se origina en una persona distinta del emisor que, encargada de
trasmitir la declaración de voluntad del sujeto dueño del negocio jurídico, la expresa
desvirtuándola. Ambos errores, tanto en la declaración como en la transmisión, pueden
referirse a cualquiera de los casos de error esencial y, por ende, invalidar el acto. (Rivera y
Medina, 2014).

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Resumen Privado 1 Efip 1 (Sil Lagos)

Hay que señalar que el error de hecho esencial y reconocible es el que justifica la nulidad del
acto y por ende puede ser invocado por quien lo ha sufrido a fin de que se deje sin efecto el
acto celebrado, pues se ha viciado la voluntad o, más precisamente, el elemento interno
“intención”. Si la otra persona afectada por el acto acepta realizarlo en la manera en que la
entendió el otro, el error en la práctica desaparece y el negocio deviene exactamente lo que la
víctima del yerro pensaba celebrar desde un principio. Así las cosas, desaparecido el error,
desaparece la causa que da origen a la anulación y el consecuente derecho a reclamarla por
parte de quien antes se veía afectado, todo ello de conformidad al art. 269 del código único.

o B) Error accidental

ARTÍCULO 268.- Error de cálculo. El error de cálculo no da lugar a la nulidad del acto, sino
solamente a su rectificación, excepto que sea determinante del consentimiento.

El error accidental, que es el que recae sobre las cualidades no sustanciales de las cosas o
sobre los motivos no determinantes del acto, por lo que no acarrea la nulidad.

El error de cálculo es un tipo de error accidental que se da cuando, en el acto, se establecen


las bases para fijar el precio, pero se realiza mal el cálculo para fijarlo, se adicionan mal las
cuotas que integran el saldo del precio, etc. En la práctica, este error no invalida el negocio
jurídico, pues del acto mismo se puede llegar a la voluntad real y determinar que es un error.
Esto es así siempre que no fuera determinante del consentimiento, pues en ese caso se
convertiría en error esencial y habilitaría a la nulidad del acto (Rivera y Medina, 2014).

 El dolo. Diversas acepciones

La palabra dolo tiene en derecho distintas acepciones:

• a) como elemento intencional del acto ilícito, es la intención o propósito de


causar un daño;
• b) en el ámbito obligacional, el dolo es la deliberada intención de no cumplir
pudiendo hacerlo
• c) como vicio de la voluntad, en tanto interviene en la formación del acto
jurídico, consiste en maniobras engañosas empleadas por una de las partes
para inducir a la otra a celebrar un determinado acto jurídico.

 Definición de dolo como vicio de la voluntad.

Art 271 CCC.- Acción y omisión dolosa. Acción dolosa es toda aserción de lo falso o
disimulación de lo verdadero, cualquier artificio, astucia o maquinación que se emplee para la
celebración del acto. La omisión dolosa causa los mismos efectos que la acción dolosa, cuando
el acto no se habría realizado sin la reticencia u ocultación

Art 272 CCC- Dolo esencial. El dolo es esencial y causa la nulidad del acto si es grave, es
determinante de la voluntad, causa un daño importante y no ha habido dolo por ambas partes.

Art. 273 CCC.- Dolo incidental. El dolo incidental no es determinante de la voluntad; en


consecuencia, no afecta la validez del acto.

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Resumen Privado 1 Efip 1 (Sil Lagos)

Art.274 CCC.- Sujetos. El autor del dolo esencial y del dolo incidental puede ser una de las
partes del acto o un tercero.

Art.275 CCC.- Responsabilidad por los daños causados. El autor del dolo esencial o incidental
debe reparar el daño causado. Responde solidariamente la parte que al tiempo de la
celebración del acto tuvo conocimiento del dolo del tercero.

El dolo es toda maniobra tendiente a engañar, a fin de inducir a alguien a la realización de un


acto que no habría sido celebrado de no mediar este vicio.

Puede consistir:

• 1) en una acción
• 2) en una omisión dolosa.

1) Acción dolosa En el primero se realizan maniobras o ardides destinados a provocar una falsa
visión en la víctima para que realice un acto que, de otra manera, no habría decidió ejecutar;

2) Omisión dolosa: se aprovecha el engaño de otro, pese a no haber realizado nada concreto
para que cayera en el mismo.

Para que el dolo provoque la invalidez del negocio jurídico, será imprescindible que
concurran las siguientes circunstancias:

a) Que el dolo haya sido esencial, es decir grave, determinante de la voluntad.

b) Que haya ocasionado un daño importante.

c) Que no haya habido dolo recíproco, es decir de ambas partes.

 Dolo esencial. Efectos

Art 272 CCC- Dolo esencial. El dolo es esencial y causa la nulidad del acto si es grave, es
determinante de la voluntad, causa un daño importante y no ha habido dolo por ambas
partes.

Para determinar si el dolo es esencial, habrá que verificar que se reúnan los cuatro requisitos
que fija el precepto:

1) Que sea grave: la gravedad del dolo alude a la entidad del engaño, astucia o ardid. La
conducta o maniobra empleada debe ser apta para inducir a engaño a una persona que pone
la diligencia necesaria en los asuntos, calidad que ha de ser evaluada en función de las
circunstancias y condiciones personales del sujeto engañado.

2) Debe ser determinante de la voluntad: ello es así cuando, de no haber mediado el engaño,
el sujeto no hubiere celebrado el negocio jurídico. Ésta es la principal diferencia con el dolo
incidental que seguidamente veremos.

3) Debe probar un daño importante: osea, con cierta significación para la persona que lo
sufre, pero no sólo de significación económica, pues puede tratarse de un daño moral.

4) Ausencia de dolo de ambas partes: “quien juega sucio no tiene derecho a exigir juego
limpio” obra con dolo no puede pretender que se anule el acto alegando el cometido en su

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Resumen Privado 1 Efip 1 (Sil Lagos)

perjuicio por la otra parte. Ello así, pues se trata de una exigencia negativa, cuyo fundamento
radica en la regla de que nadie puede alegar la propia torpeza.

 Dolo incidental. Efectos.

Art. 273 CCC.- Dolo incidental. El dolo incidental no es determinante de la voluntad; en


consecuencia, no afecta la validez del acto.

El dolo incidental es aquel en el que le faltan uno o más requisitos que exige el art. 272 para
que el dolo sea apto para actuar como vicio.

• No afecta la celebración del acto. Afecta sus condiciones.

• La parte que lo sufre lo habría celebrado aun de no haber mediado el engaño,


aunque en condiciones distintas; por ende, no es causa de invalidez del acto, aunque
quien lo comete debe resarcir los daños causados de conformidad al art. 275 del
Código Civil y Comercial.

El dolo esencial y el dolo incidental pueden ser directo:

• 1) directo si es cometido por una de las partes del acto jurídico, su dependiente o
representante;
• 2) indirecto, si proviene de la conducta de un tercero ajeno a la relación de que se
trata para beneficiar a alguna de las partes. Una y otra clase de dolo afecta la validez
del acto.-

 La violencia. Noción

La violencia en términos jurídicos es la coerción que por distintos medios se emplea sobre una
persona para obligarla a ejecutar un acto que no estaba dispuesta realizar: Excluye la libertad.

 Principio general: inexcusable

La violencia se presenta como:

• La fuerza irresistible, La fuerza irresistible es la coacción física o material que suprime


la libertad constriñendo al sujeto a obrar en determinado sentido o a dejar de hacerlo.
Se trata de una fuerza suficientemente grave como para impedir a la víctima repelerla
(Tagle, 2002). Indiscutiblemente invalida el acto jurídico.

• La intimidación o amenazas (o violencia moral) que consiste en inspirar temor por


medio de amenazas para infundir miedo, alterando el ánimo y la libertad de obrar para
que el amenazado ceda en perjuicio de sus propios intereses. Estas amenazas deben
ser graves, (art. 276 del CCCN). La gravedad se valorará teniendo en cuenta los bienes
jurídicos –que pueden ser de naturaleza patrimonial o no; la vida, la salud, la honra, la
reputación, la intimidad, etc.– del propio amenazado, así como de cualquier otro
sujeto en tanto y en cuanto se demuestren aptos para alterar la conducta del
afectado. el mal amenazado ha de ser inminente, no necesariamente presente o
actual, pero sí de realización en un lapso más o menos próximo, de modo que no
pueda evitarse a tiempo ni reclamarse el auxilio de la autoridad pública para impedir
la amenaza o defenderse de ella. Lo relevante no es siempre la temporalidad

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Resumen Privado 1 Efip 1 (Sil Lagos)

próxima, sino la convicción de la dificultad o imposibilidad para contrarrestarlas o


evitarlas.

Tanto la fuerza irresistible como las amenazas pueden provenir de una de las partes del acto o
de un tercero (art. 277 del CCCN) y el autor debe reparar los daños (art. 278 del CCCN).

A diferencia de lo que ocurre con el dolo, la existencia de daños no es un requisito para que
se configure el vicio de violencia. Sin embargo, en la práctica al ser un ataque a la integridad
de la persona, la violencia siempre apareja un daño al menos de naturaleza moral. Quien
deberá resarcir será la parte del acto o el tercero autor de la violencia; ahora bien, si proviene
de un tercero, pero ésta era conocida por la otra parte, se le atribuye la condición de cómplice
y responde solidariamente, aun cuando hubiera tomado conocimiento a posteriori y guardara
silencio al respecto.

EJE 6

 Los actos jurídicos

Acto jurídico

Definición. Caracteres

El artículo 259 CCCN “El acto jurídico es el acto voluntario lícito que tiene por fin inmediato
la adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas”.

• Los caracteres que presenta el acto jurídico:

1) Es un acto voluntario: el acto jurídico es en esencia un acto voluntario, es decir ejecutado


con discernimiento, intención y libertad. Esta voluntad interna debe traducirse en una acción
material que la dé a conocer.

2) Acto lícito: el acto jurídico debe ser conforme a los preceptos del derecho, pues no podría
concebirse que el ordenamiento tutelara actos contrarios al ordenamiento mismo. De modo
que, cuando aparece en sus elementos lo contrario a la ley, al orden público o a las buenas
costumbres, la ilicitud se comunica a todo el acto que, en consecuencia, es inválido.

3) El fin jurídico inmediato: el fin jurídico es la realización de un interés que la ley considera
digno de tutela, característica sobresaliente del acto jurídico porque en ella se manifiesta el
aspecto funcional del negocio jurídico como instrumento destinado a cumplir una función
económica social. Este aspecto funcional es el que permite distinguir el acto jurídico de otros
actos que, siendo voluntarios y lícitos, no son actos jurídicos, ya que la voluntad no está
encaminada a establecer relaciones jurídicas, o no tiene por objeto inmediato la producción de
efectos jurídicos (Tagle, 2002).

• Elementos esenciales :

A) En relación al sujeto:

a) Voluntad,

b) capacidad,

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Resumen Privado 1 Efip 1 (Sil Lagos)

c) parte

d) otorgante

e) representante

Los elementos esenciales que, por ser tales, constituyen el negocio jurídico. Ellos son: los
sujetos, el objeto, la causa y la forma. Diferentes personas o sujetos pueden intervenir en el
otorgamiento de un acto jurídico, por lo que corresponde distinguir entre 1) partes, 2)
otorgantes y 3) representantes. 1) Las partes: son las personas o sujetos que, con la
declaración de voluntad, ejercen una prerrogativa jurídica que les es propia, por repercutir
directamente en su esfera de interés patrimonial o extrapatrimonial. Son aquellos cuyos
derechos se crean, modifican, transfieren, extinguen, etc.2) otorgantes son quienes
intervienen en la celebración de un acto emitiendo la declaración de voluntad que conforma
su contenido. Generalmente, quien otorga el acto es la parte, pero en muchas ocasiones
ocurre que quien otorga el acto no es la parte, sino otro sujeto que obra en su
representación.3) Los representantes: son quienes, en virtud de una autorización legal o
convencional, emiten una declaración de voluntad en nombre, por cuenta y en interés de otra,
denominada representado. Según la naturaleza de la autorización para obrar en nombre de
otro, los representantes son legales o voluntarios.

Ahora bien, la validez del acto jurídico en relación a los sujetos depende de dos requisitos: a) la
capacidad .La exigencia de la capacidad supone la aptitud para ejercer por sí mismos actos
jurídicos válidos (capacidad de ejercicio); b) la voluntariedad. (En cuanto a la voluntariedad,
supone que el sujeto haya obrado con discernimiento, intención y libertad)

B) En relación al objeto

En cuanto al objeto del acto jurídico, el art. 279 del Código Civil y Comercial dispone que:

El objeto del acto jurídico no debe ser un hecho imposible o prohibido por la ley, contrario a
la moral, a las buenas costumbres, al orden público o lesivo de los derechos ajenos o de la
dignidad humana. Tampoco puede ser un bien que por un motivo especial se haya prohibido
que lo sea.

Requisitos del objeto de los actos jurídicos son:

a) Posibilidad: el objeto del acto jurídico no debe ser imposible, requisito que se predica no
sólo de los hechos sino también de los bienes. La imposibilidad para causar la nulidad del acto
debe ser: originaria, es decir, debe estar presente desde que el acto se celebró, sin perjuicio
del supuesto de convalidación previsto para los actos jurídicos sujetos a plazo o condición
suspensiva (art. 280); absoluta, el objeto debe ser imposible para todos y no sólo para el sujeto
obligado. Si la imposibilidad es parcial, el acto no es necesariamente nulo; quien pretendió
adquirir un derecho sobre un objeto parcialmente imposible puede dejar sin efecto el contrato
o demandar la parte que existiese (art. 1130).

b) Determinabilidad: el objeto del acto jurídico debe ser determinado o determinable. Este
requisito surge de los arts. 1005 y 1006 del CCCN, que regulan el objeto de los contratos. Así,
es determinado permitan precisarlo en el momento del cumplimiento del acto y es

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Resumen Privado 1 Efip 1 (Sil Lagos)

determinable cuando se establecen los criterios suficientes para su individualización. En caso


de que el objeto fuera absolutamente indeterminable, el acto podrá ser declarado nulo.

c) Licitud: cuando la conducta que constituye el objeto del negocio está prohibida, el acto
tiene un objeto ilícito.

d) Hechos contrarios a la moral, a las buenas costumbres y al orden público: este recaudo
impone la conformidad del objeto con la moral, las buenas costumbres y el orden público.
Generalmente, el concepto de buenas costumbres se identifica con la moral, y respecto al
orden público se ha entendido que es lo esencial para la convivencia que puede variar en el
tiempo y en el espacio. En estos supuestos, la sanción será la nulidad absoluta.

e) No lesivos de los derechos ajenos a la dignidad humana: serían hechos lesivos de los
derechos ajenos, por ejemplo, los actos fraudulentos, debiendo señalar que en tal caso el acto
es inoponible, y no nulo. Por otro lado, los hechos lesivos de la dignidad humana, quedan
comprendidos entre otros supuestos, los actos cuyo objeto lesione la intimidad personal o
familiar, la honra, la reputación, es decir, cualquier derecho personalísimo.

f) “un bien que por un motivo especial se haya prohibido que sea”: hace referencia por
ejemplo a las cosas muebles que no pueden hipotecarse o los inmuebles que no pueden
prendarse. Este recaudo, supone falta de idoneidad del objeto, es decir, imposibilidad
jurídica. Asimismo, están comprendidos en este supuesto, aquellos bienes cuya
comercialización está prohibida, armas, algunos medicamentos, estupefacientes, etc.

Importante: si el objeto del acto jurídico no cumpliere los recaudos señalados, podrá ser
declarado nulo. La nulidad absoluta o relativa, como ya veremos, dependerá de qué tipo de
interés se vea afectado, pues, si se afecta el interés general, será absoluta, y relativa si es
particular.

 En relación a la causa: causa del acto jurídico

Art. 281.- Causa. La causa es el fin inmediato autorizado por el ordenamiento jurídico que ha
sido determinante de la voluntad. También integran la causa los motivos exteriorizados
cuando sean lícitos y hayan sido incorporados al acto en forma expresa, o tácitamente si son
esenciales para ambas partes.

El Código toma en cuenta la causa en tanto fin inmediato autorizado por el ordenamiento
jurídico que ha sido determinante de la voluntad, como así también los motivos exteriorizados
cuando sean lícitos y hayan sido incorporados al acto en forma expresa, o tácitamente si son
esenciales para ambas partes.

La causa es un elemento esencial del negocio jurídico, lo que surge de los artículos 1013 y
1014 del Código.

ARTÍCULO 1013.- Necesidad. La causa debe existir en la formación del contrato y durante su
celebración y subsistir durante su ejecución. La falta de causa da lugar, según los casos, a la
nulidad, adecuación o extinción del contrato.

ARTÍCULO 1014.- Causa ilícita. El contrato es nulo cuando: a. su causa es contraria a la moral,
al orden público o a las buenas costumbres; b. ambas partes lo han concluido por un motivo
ilícito o inmoral común. Si sólo una de ellas ha obrado por un motivo ilícito o inmoral, no

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Resumen Privado 1 Efip 1 (Sil Lagos)

tiene derecho a invocar el contrato frente a la otra, pero ésta puede reclamar lo que ha
dado, sin obligación de cumplir lo que ha ofrecido

Estos artículos reafirman los principios de necesidad de causa, que debe existir en la
formación, subsistir durante su celebración y mantenerse durante la ejecución del contrato.

Determinando que la falta de causa implicará, según los casos, la nulidad, adecuación o
extinción del contrato.

El art. 1014 sanciona con nulidad a todo contrato con causa contraria a la moral, al orden
público o a las buenas costumbres, sanción que se extiende al supuesto en que ambas partes
lo hubieran concluido por un motivo ilícito o inmoral, dejando a salvo el caso en que, si sólo
una de ellas hubiera obrado por un motivo ilícito o inmoral, carecerá de derecho a invocarlo
frente a la otra parte, pero la parte inocente podrá reclamar lo que ha dado sin obligación de
cumplir lo que ha ofrecido.

o Presunción.

El artículo 282 del Código Civil y Comercial introduce el principio de presunción de causa fin,
según el cual el acto es válido aunque la causa –final– no esté expresada o sea falsa pero esté
fundada en otra verdadera.

ARTÍCULO 282.- Presunción de causa. Aunque la causa no esté expresada en el acto se


presume que existe mientras no se pruebe lo contrario. El acto es válido aunque la causa
expresada sea falsa si se funda en otra causa verdadera.

Se presume la existencia de causa aunque no esté explicitada en el negocio, mientras no se


demuestre lo contrario. El acto es válido aunque la causa sea falsa si se funda en otra
verdadera. De tal forma, la falsedad de la causa no provoca por sí misma la invalidez del
negocio sino que invierte la carga de la prueba. Acreditado que la causa es falsa, quien
pretende mantener el acto deberá probar que el negocio tiene causa y que ella es lícita.

En relación al acto abstracto l art. 283 del CCCN:

ARTÍCULO 283.- Acto abstracto. La inexistencia, falsedad o ilicitud de la causa no son


discutibles en el acto abstracto mientras no se haya cumplido, excepto que la ley lo autorice.

Acto abstracto: es aquél en el cual la causa no está presente o visible y, en principio, no influye
en su validez o eficacia, pero no significa que no la haya.

En los actos causados, la carencia, ilicitud o falsedad de causa determina su invalidez; en los
abstractos, esas circunstancias no juegan inicialmente cuando el acreedor pretende el
cumplimiento –es decir, el deudor no podría invocarlas como defensas frente a la acción del
acreedor–, pero, una vez que ha pagado lo que se le reclamaba, puede accionar contra el
acreedor para obtener la restitución de lo pagado. No se trata de que el acto abstracto no
tenga causa fin, sino de que lo relativo a ella no obsta al éxito de un reclamo del acreedor
fundado en un título suficiente, lo que será debatido con posterioridad e independientemente
de aquel reclamo.

Se cita como ejemplo el caso del firmante de un título circulatorio comercial, como un cheque,
pagaré o una acción de sociedad anónima, especialmente cuando son al portador, cuya

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