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Clase n°1: La justicia como lealtad ampliada - Richard RORTY

El ser humano experimenta, por naturaleza, un sentimiento de lealtad hacia las personas que lo
rodean. Como esta lealtad no se experimenta con igual intensidad con todos los humanos o
seres vivos –no se es más leal a un extraño de un lejano país que a un compatriota o a un familiar-
, se puede hablar de un círculo de lealtad, es decir, de un conjunto de personas hacia las que
somos capaces de expresar lealtad. Este círculo es dinámico, es decir cambia según el contexto.
En tiempos difíciles -de crisis, carencia, etc.-, tenderemos a minimizar este círculo de lealtad, ya
que ampliarlo podría poner en riesgo nuestra vida y la de las personas a las que rendimos mayor
lealtad (familia, amigos muy cercanos, etc.) De esta manera podemos entender la justicia como
un sentimiento de lealtad de igual intensidad para con todos los seres humanos. Es decir, esto
implica que no tendré preferencia por el bienestar de un grupo reducido de personas, sino que
pensaré en cómo mis decisiones afectan a todos los seres humanos y buscaré que esas
decisiones sean correctas (justas) para todo ser humano, sin importar su cercanía o que tanto
me pueda identificar con él. Los dilemas morales hacen surgir la misma pregunta: ¿hay que
contraer el círculo por lealtad o expandirlo por justicia?

Sórdido: sucio, mugriento, asqueroso, manchado

Perjurio: traición, deslealtad, mentira

Coartada: pretexto, disculpa, excusa

Desgarrar: rasgar, destrozar, romper, rajar, descuartizar, despedazar

Atormentarse: torturar, martirizar, angustiar, agobiar, abrumar, dolerse, reconcomerse,


inquietar, preocuparse, desesperarse,

Apropiado: adecuado, idóneo, correcto, apto

Excluido: descartado, despreciado, marginado, repudiado, separado

Relajarse: calmarse, distenderse, tranquilizarse

Contraído: encogido, achicado, empequeñecido, reducido

Minimizar: minusvalorar, empequeñecer, disminuir,

Irrelevante: baladí, vano, insignificante

Atribuir: asignar, culpar

Replicar: contestar, contradecir, objetar

Prelación: preferencia, precedencia, antelación

Plausible: elogiable, laudable, loable, meritorio, encomiable

Viable: posible, factible, hacedero, fácil

Perpetuar: eternizar, inmortalizar, conservar, perdurar

Argüir: argumentar, exponer,

Ineludible: inevitable, forzoso, inexcusable


Holocausto: sacrificio, inmolación, ofrenda, expiación, ritual, matanza

Clase N° 02 –La conciencia explicada - Daniel DENNETT


La conciencia humana es el último de los grandes misterios. Un misterio es un fenómeno para
el cual no hemos hallado todavía una manera de pensar. Todavía no poseemos las respuestas
últimas para todos los problemas de la cosmología y la física de partículas, la genética molecular
y la teoría de la evolución, pero sabemos cómo pensar sobre ellos. Los misterios no han
desaparecido, pero han sido domados. Los misterios son apasionantes, lo que, después de todo,
es parte de aquello que hace que la vida sea divertida.

La desmitificación de la conciencia podría generar pérdidas pero que se verán compensadas por
las ganancias en comprensión —tanto científicas y sociales como teóricas y morales— que una
buena teoría de la conciencia nos puede proporcionar.

EL misterio de la conciencia tiene que ver con su capacidad de brindarnos sensaciones y


pensamientos que sentimos sumamente reales y que no son más que un acto de procesamiento
de la información en mi cerebro.

Metrónomo: reloj

Arce: Árbol de la familia de las aceráceas, de madera muy dura y generalmente salpicada de
manchas a manera de ojos

Ensimismado: absorto, extasiado, abstraído, pensativo

Fenómeno: prodigio, rareza, maravilla, milagro, portento, monstruo

Perplejidad: extrañeza, asombro, sorpresa, desconcierto

Domado: adiestrado, amansado, domesticado, manso

Sofisticado refinado, exquisito, elegante, complejo

Mistificación: Engaño, falseamiento

Profanación: sacrilegio, irreverencia

Vandalismo: barbarie, asolación, salvajismo, devastación, gamberrismo, destrucción, pillaje

Desconcertante: sorprendente, asombroso, inaudito, inesperado, singular, imprevisto

Santuario: monasterio, abadía, cenobio, ermita, convento, capilla, iglesia, oratorio, templo

Acompasadamente: rítmico, regular, medido, mesurado, sincrónico, isócrono, pausado

Depurado: acendrado, limpio, refinado, acrisolado, afinado, puro, saneado

Sincronizar: simultanear, concordar, uniformar, regularizar, acompasar


Clase N° 03 –Dewey y la función de la filosofía - Frederick COPLESTON
La forma en que Dewey da cuenta del pensamiento y el conocimiento afecta de modo evidente
a su concepto de la filosofía y sus juicios sobre otros filósofos. Se opone a la idea de la filosofía
como actividad que estudia la esfera del ser y la verdad inmutables y eternas. Esto debido a que
el mundo empírico (la realidad) es cambiante, el hombre limitado y por tanto estudiar una
verdad inmutable y eterna no se corresponde con la realidad, no es algo práctico, aplicable a la
realidad. La verdadera función del pensamiento es resolver las situaciones indeterminadas o
problemáticas transformando al entorno y al hombre mismo. El pensamiento y la práctica deben
unirse de nuevo, el pensamiento debe servirnos para generar cambios en la realidad.

LA unión del pensamiento y la práctica se ve con particular claridad en el surgimiento de la


ciencia moderna. A partir de la ciencia moderna, el pensamiento, pues, ya no apunta a una
esfera celestial del ser y la verdad inmutable: vuelve a dirigirse al entorno experimentado, a lo
concreto de la realidad.

Dewey no niega los valores. Los afectos, deseos, propósitos y artificios del hombre necesitan ser
dirigidos; y esto sólo es posible por medio del conocimiento. Aquí la filosofía puede servir de
guía. El filósofo puede examinar los valores e ideales aceptados por una sociedad determinada
a la luz de sus consecuencias, y puede al mismo tiempo tratar de resolver las contradicciones
entre los valores y los ideales que surgen en una sociedad, señalando el camino hacia
posibilidades nuevas, transformando así las situaciones indeterminadas o problemáticas del
entorno cultural en situaciones determinadas

La función de la filosofía es, pues, a la vez crítica y constructiva o, mejor, reconstructiva. Y es


crítica con vistas a una reconstrucción. Así, podemos decir que la filosofía es esencialmente
práctica. Si se piensa en la solución de las situaciones problemáticas específicas, es cierto que el
filósofo no está en mejor posición que el científico para resolver los problemas científicos. Para
Dewey “el verdadero logro de la reconstrucción filosófica” se encuentra en el desarrollo de unos
métodos para reconstruir las situaciones problemáticas específicas

Dewey rechaza la idea de que hay unos valores inmutables que trascienden el mundo mutable.
Dewey se ocupa de “transferir el método experimental, desde el campo técnico de la experiencia
física al más ancho campo de la vida humana.

Inmutable: invariable, inalterable, estable, estático, fijo,

Empírico: experimental, práctico, material, efectivo, real, concreto, probado

Teorético: teórico

Sustituida: reemplazado, cambiado, renovado

Primordial: básico, fundamental, esencial, decisivo, principal, capital, crucial

Concebír: engendrar, fecundar, procrear, imaginar

Dicotomía: división de algo en partes iguales

Dualismo: Doctrina filosófica o religiosa que explica un orden de cosas o todo el universo como
el resultado de la acción combinada de dos principios opuestos e irreductibles.
Ineludible: inevitable, forzoso, inexcusable

Artificio: engaño, truco, artimaña, doblez, treta, argucia

Estético: decorativo, artístico, atractivo, hermoso, bello

Aserción: aseveración, afirmación, aserto, confirmación,

Debate: controversia, polémica, discusión, disputa

Competer: concernir, corresponder, incumbir, pertenecer, atañer, tocar, afectar, interesar

Denotativo: que indica, anuncia o significa

Deducirse: colegirse, inferirse, suponerse, derivar, desprenderse, resultar, seguir, concluir

Aludiendo: citar, mencionar, referir, insinuar

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