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ESCUELA SUPERIOR POLITECNICA DE CHIMBORAZO

FACULTAD DE SALUD PÚBLICA


ESCUELA DE MEDICINA

CÁTEDRA DE CIRUGÍA

PROFILAXIS ANTIBIÓTICA EN CIRUGÍA

NOMBRE: CATHERINE ARIAS M

CURSO: DECIMO “C”

DOCTOR: JORGE SAGUE

2019
INTRODUCCIÓN

Se entiende por profilaxis antibiótica a un curso breve de un antimicrobiano


administrado en un periodo previo a la incisión quirúrgica, a fin de reducir la
contaminación microbiana intraoperatoria en un nivel que no supere las defensas del
huésped y dé lugar a una infección, pretende retrasar el crecimiento de los
microorganismos endógenos.

La profilaxis antibiótica en cirugía consiste en la administración de un agente


antimicrobiano con el objetivo básico de prevenir infecciones asociadas al
procedimiento, diversas investigaciones han demostrado el beneficio del uso de cursos
cortos de antimicrobianos para prevenir la infección en una amplia variedad de
procedimientos quirúrgicos. Es difícil establecer el rol de un factor patagónico único, ya
que tanto los factores del hospedero como de los microorganismos están en una
interacción estrecha, la base científica y racional para el uso de antibióticos profilácticos,
fue establecida por Miles y Burke en el periodo de 1959-1967, estos autores
demostraron experimentalmente que los antibióticos deben administrarse previamente
a que exista la contaminación de tejidos para lograr la máxima efectividad.

Actualmente está establecido que la profilaxis antibiótica administrada de manera


apropiada, reduce el riesgo de infección postoperatoria en cerca de un 50%. Sin
embargo hay que recordar que los antibióticos nunca sustituirán las adecuadas prácticas
quirúrgicas. La contaminación bacteriana de la herida quirúrgica es inevitable y la
técnica aséptica la disminuye pero no la elimina.

Objetivos de la profilaxis antibiótica

 Reducir la contaminación bacteriana intraoperatoria a un nivel que no supere las


defensas del huésped.
 Retrasar el crecimiento de microorganismos endógenos
 Lograr altas concentraciones séricas del antibiótico durante la cirugía y niveles
cuantificables al final del procedimiento
 Alcanzar concentraciones adecuadas tisulares en el momento de la incisión y
durante el cierre de la herida quirúrgica
DESARROLLO

PROFILAXIS ANTIBIÓTICA EN CIRUGÍA

La finalidad de la profilaxis antibiótica en cirugía es prevenir la posible aparición de


infección a nivel del sitio quirúrgico, mediante concentraciones antibióticas en sangre
que eviten la proliferación y diseminación bacteriana a partir de la puerta de entrada
que representa la herida quirúrgica. Una profilaxis antibiótica adecuada, si bien es uno
de los pilares para la prevención de infecciones de sitio quirúrgico, es un complemento
para evitar las infecciones vinculadas a la cirugía. Las medidas efectivas básicas y
estratégicas para control de la infección quirúrgica deben gestionarse, vigilarse y
revisarse de forma periódica.

Riesgos y beneficios de la profilaxis antimicrobiana quirúrgica

 El aporte de la profilaxis antibiótica está relacionado a la severidad de las


consecuencias de la infección quirúrgica.
 Los riesgos asociados al uso de la profilaxis están vinculados con reacciones
adversas a las drogas y la emergencia de resistencia.
 En el paciente: edad, estado nutricional, obesidad, diabetes, tabaquismo,
infección coexistente en otro sitio, colonización bacteriana, inmunosupresión,
estancia prolongada.
 La cirugía: duración del lavado quirúrgico, preparación de la piel, rasurado,
duración de la cirugía, profilaxis antibiótica, ventilación de la sala de cirugía,
inadecuada esterilización del instrumental quirúrgico, cuerpo extraño en la
herida, uso de drenes, técnica quirúrgica, hipotermia postoperatoria.
 Los pacientes con historia de anafilaxia, edema laríngeo, broncospasmo,
hipotensión, edema local, urticaria o prurito ocurrido inmediatamente después
de la administración de penicilina tienen alto riesgo de ser hipersensibles a los
agentes β-lactámicos y no deben recibir profilaxis con antibióticos β-lactámicos
 Cuando exista una recomendación para el uso de agentes β-lactámicos, también
debe haber una recomendación alternativa en caso de alergia a dichos agentes.
 La duración de la profilaxis antibiótica debe ser de dosis única, excepto en
circunstancias especiales (cirugía prolongada, sangrado excesivo, etc.
 Los antibióticos seleccionados para la profilaxis deben cubrir a los patógenos que
se espera contaminen el sitio operatorio, teniendo en cuenta los patrones de
resistencia local.

Factores que influyen en la eficacia de la profilaxis

La evaluación clínica de los factores implicados es técnicamente difícil, se sabe que los
siguientes factores tienen importancia:

 Duración de la cirugía, trauma, isquemia, hipoxia tisular, edema, hipotensión,


shock, cirugía de emergencia.
 La presencia de material extraño como suturas o prótesis influyen en la
incidencia de infección de la herida quirúrgica. Se ha encontrado que la presencia
de material extraño subcutáneol ' resulta en disminución de la dosis infectante
mínima de Staphylococcus de >100000 a <l00.
 Factores Microbianos: la presencia de la bacteria, multiplicación in situ, susceptibilidad
y resistencia a los antibióticos, adherencia bacteriana esta relación presupone el
depósito de una lámina de proteína del hospedero que sirve de unión
 Factores farmacocinéticos involucra, la absorción, distribución y eliminación de la droga
y sus metabolitos. Es de importancia en profilaxis quirúrgica su relación entre la
concentración del antimicrobiano en el tiempo, en suero y a nivel del tejido (herida
quirúrgica). La farmacodinamia involucra la relación entre la concentración y el efecto
antibacteriano de la droga. tanto en suero y en el sitio potencial de ¡infección.

Indicación Para la profilaxis Antibiótica en Cirugía

 La profilaxis antimicrobiana quirúrgica está indicada en cirugías con mayor riesgo


de infección como las cirugías limpias-contaminadas o contaminadas y para
aquellas cirugías con menor riesgo, clasificadas como limpias, pero en las cuales
las infecciones pueden desencadenar una complicación grave por ejemplo:
cirugías con prótesis.
 Altamente recomendada: la profilaxis, sin equivocación, reduce la mayor
morbilidad, los costos hospitalarios y el consumo general de antibióticos. Sin
duda, debe aplicarse.
 Recomendada: la profilaxis reduce la morbilidad a corto plazo, disminuye los
costos hospitalarios y puede o no reducir el consumo general de antibióticos.
 Podría considerarse: la profilaxis podría ser considerada en todos los casos
dependiendo de la política local de cada institución, la resistencia antimicrobiana
y la sensibilidad antibiótica. La recomendación requiere documentación y
sustentación en relación con la incidencia de ISO cuando no se aplica.
 No recomendada: la profilaxis, en dicho procedimiento, no ha demostrado
utilidad, pero podría aumentar el consumo injustificado de antibióticos sin
beneficios clínicos evidentes

Requisitos de la profilaxis antimicrobiana quirúrgica

El antibiótico elegido debe tener acción sobre los posibles microorganismos


predominantemente causantes de infección de sitio quirúrgico para dicho
procedimiento y el mínimo espectro posible, debe tener en cuenta microorganismos de
la piel como el Staphylococcus aureus coagulasa negativo, bacilos Gram negativos
entéricos en situaciones de apertura del tracto gastrointestinal, urinario, ginecológico y
además anaerobios en cirugía gastrointestinal y ginecológica.

Administración recomendada

 La elección de la vía endovenosa permite regular en forma más estable los


niveles de antimicrobianos en el sitio quirúrgico.
 Se recomienda que la administración la realice el anestesista y que quede
documentada en el parte quirúrgico. Si la duración del procedimiento excede las
dos vidas medias del antimicrobiano utilizado para la profilaxis, debe
administrarse una dosis de refuerzo.
 En la elección del antibiótico se debe tener en cuenta los patrones locales de
resistencia.
 La primera elección debe ser antibióticos de espectro sencillo y bajo costo.
 Los pacientes identificados como portadores de Staphylococcus aureus
meticilino-resistentes (MRSA) deben ser sometidos primero a tratamiento de
erradicación antes de la cirugía.
 La mupirocina intranasal debe usarse como profiláctico en pacientes adultos con
indicación quirúrgica y alto riesgo de morbilidad y en quienes se ha identificado
S. aureus o MRSA
 En caso de resistencia a la mupirocina debe usarse otra preparación tópica.
 Cuando la profilaxis antibiótica esté indicada, los pacientes con MRSA candidatos
para cirugía requieren tratamiento efectivo contra la cepa local de MRSA.
 Los glucopéptidos deben considerarse en pacientes con indicación quirúrgica y
tienen MRSA positivo.
 Los antibióticos profilácticos deben administrarse 30-60 minutos antes de la
incisión en la piel.
 Se recomienda una sola dosis en la mayoría de los casos.
 Se recomienda una sola dosis de antibióticos de vida media suficiente para cubrir
el procedimiento operatorio.
 Para artroplastia se recomienda continuar la profilaxis hasta por 24 horas.
 La dosis adicional se recomienda para procedimientos quirúrgicos prolongados
o cuando se utilizan antibióticos de vida media corta en aras de mantener la
actividad antibiótica durante la cirugía.
 Ante la eventualidad de una cirugía con pérdida masiva de sangre en un adulto
(> 1.500 cc), se recomienda utilizar una dosis adicional de antibiótico profiláctico.
 En niños, una pérdida mayor a 25 cc/kg de sangre, requiere una dosis adicional
de profilaxis antibiótica después de haber repuesto la pérdida sanguínea.
 Los antibióticos profilácticos deben ser utilizados por vía intravenosa.

La droga de elección es Cefazolina

La dosis actualmente recomendada de cefazolina en las nuevas guías de la Sociedad


Americana de Farmacéuticos del Sistema de Salud (ASHP) es de 2 gramos para evitar
niveles subóptimos en pacientes con sobrepeso. Si el paciente pesa menos de 80 kg, la
dosis recomendada es de 1g; si pesa más ≥120 kg, la dosis recomendada es de 3 g.
En pacientes con historia comprobada de alergia se reemplazará por clindamicina y/o
vancomicina.
Tiempo de administración de la primera dosis

En general el antibiótico debe ser seguro, económico y bactericida, con un espectro in


vitro que proteja contra el mayor número de bacterias contaminantes en la operación.
La primera dosis debe administrarse por vía intravenosa, 30 a 60 minutos antes de
efectuar la incisión quirúrgica.

El momento y la vía de administración del antibiótico son los que aseguran su máxima
concentración, tanto en el tejido como en la sangre en el momento de la cirugía, ya que
es el de mayor riesgo de contaminación.

En general es suficiente con las dosis pre quirúrgicas, aunque en algunas cirugías de
acuerdo a los hallazgos se repetirán las dosis. Cuando la cirugía se prolongue más de tres
horas o haya sangrado excesivo se repetirá una dosis intraoperatoria.

Drogas no recomendadas como primera línea


 Clindamicina: mayor asociación con C. difficile y más resistencia en B. fragilis y
en S. epidermidis que vancomicina y mayor resistencia SAMR y SAMR-Co (sólo
se sugiere su uso en alérgicos en tracto gastrointestinal superior o genital).
 Cefoxitina: mayor resistencia a B. fragilis y mayor costo.
 Aztreonam: mayor costo.

Otras consideraciones
No hay datos suficientes para recomendar profilaxis antibiótica de amplio espectro para
bacilos Gram negativos multirresistentes.
En aquellas cirugías de urgencia, el tratamiento se completará durante el
postoperatorio. En caso de cirugía con colocación de implantes, se recomienda
completar el tratamiento antibiótico en forma previa a la realización de la misma
ajustándose la terapéutica a los hallazgos del antibiograma.
En relación a los pacientes asintomáticos, no hay consenso en relación a la solicitud de
urocultivo de rutina excepto en aquellos que serán sometidos a cirugías con implantes
(prótesis articular, válvula cardíaca), procedimientos urológicos invasivos o en la mujer
embarazada. Si bien se observó que los pacientes que padecían bacteriuria asintomática
tenían mayor riesgo de ISQ, no se observó correlación entre los rescates microbiológicos
respectivos (bacteriuria e ISQ). En estos casos, la profilaxis antibiótica preoperatoria
habitual sería suficiente y no hay indicación de prolongar el tiempo de indicación del
antimicrobiano.
En el caso de cirugías urológicas en pacientes obstruidos (litiasis, próstata, portación de
doble J) puede haber urocultivo negativo o con recuento bajo y aun así pueden
desarrollar urosepsis, por lo que se recomienda la indicación de dosis únicas de
aminoglucósidos o cefalosporinas de tercera generación (si no tienen antecedentes de
internación previa).
CONCLUSIÓN
La tasa de infecciones que complican los procedimientos quirúrgicos siguen siendo un
problema hospitalario, produciendo efectos importantes en el resultado final de la
cirugía, retraso en la curación, deformidad y aún complicaciones más graves de
morbimortalidad, De acuerdo al tipo de cirugía la incidencia de infección de herida
quirúrgica oscila desde 1% en la cirugía limpia hasta 30-40% en la sucia y esta se puede
agravar en presencia de una serie de factores del paciente tales como: diabetes mellitus,
inmunosupresión, edad, trastornos nutricionales, e incluso la ingesta de ácido acetil
salicílico; así como factores propios del acto quirúrgico como tipo de cirugía, duración,
preparación pre quirúrgica y complicaciones de esta tal como la fonación de hematomas
y linfoceles.
Los antibióticos perioperatorios han mostrado disminución de infección de la herida quirúrgica.
Se han realizado múltiples estudios ensayando el uso de varios antimicrobianos de acuerdo al
tipo de cirugía: ceftriaxone sal sódica, aminoglicósidos, metronidazol , cefotaxime sódica,
imipenen. cefuroxime e incluso se recomienda el uso de vancomicina en algunos casos
específicos, sin embargo las cefalosporinas de primera generación siguen siendo la droga de
elección para profilaxis quirúrgica.
Tomando en consideración lo anterior deben utilizarlos en forma correcta de tal manera que
prevengamos la infección y por consiguiente evitemos consecuencias físicas y psicológicas en el
paciente y altos costos dados la elevada estancia hospitalaria a que esto conduce.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Abad C, Kumar A. Antimicrobial therapy of Sepsis and Septic Shock-When are two drugs
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