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María era una joven que vivía en la ciudad de Nazaret, en Galilea, y era familiar de Elisabeth.

María se iba a casar con un carpintero que se llamaba José. Cuando Elisabeth tenía seis meses
de embarazo, el ángel Gabriel se le apareció a María y le dijo: “Buenos días, María, Jehová te
ha favorecido mucho”. Ella no entendió lo que Gabriel le dijo, así que él le explicó: “Quedarás
embarazada y tendrás un hijo. Tienes que llamarlo Jesús. Será rey, y su Reino durará para
siempre”.

María dijo: “Pero yo soy virgen. ¿Cómo voy a tener un hijo?”. Gabriel le respondió: “Para
Jehová nada es imposible. El espíritu santo vendrá sobre ti, y tendrás un hijo. Tu pariente,
Elisabet, también está embarazada”. Entonces María contestó: “Soy la esclava de Jehová. Que
me suceda lo que has dicho”.

José se casa con María, que está embarazada

María fue a visitar a Elisabet a una ciudad que estaba en las colinas. Al llegar, la saludó, y
Elisabet sintió que su bebé saltó dentro de su vientre. Ella se llenó de espíritu santo y dijo:
“María, Jehová te ha bendecido. Es un honor que venga a visitarme a mi casa la madre de mi
Señor”. María le respondió: “Alabo a Jehová con todo mi corazón”. Entonces se quedó tres
meses con Elisabet y luego regresó a su casa, en Nazaret.

Cuando José se enteró de que María estaba embarazada, ya no quiso casarse con ella. Pero un
ángel se le apareció en un sueño y le dijo: “No tengas miedo de casarte con ella. No ha hecho
nada malo”. Así que José se casó con María y se la llevó a su casa

¿Por qué podemos decir que Jesús no es un desconocido para Juan?

¿Por qué bautiza Juan a Jesús, si este no ha cometido ningún pecado?

¿Por qué es probable que a Juan no le sorprenda ver el espíritu de Dios descendiendo sobre
Jesús?

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