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REPORTE UNIDAD II

Historia occidental contemporánea


Joana Saldívar

LA HISTORIA DESDE ABAJO: LOS ESTUDIOS SUBALTERNOS

Una de las aspiraciones de los historiadores que hacen este tipo de historia [desde
abajo], sino es que la principal, la que caracteriza su quehacer es la
reconstrucción de la experiencia de los sujetos olvidados por la historia. Pero no
cualquier experiencia sino aquella que ha sido politizada, es decir, cuando la
experiencia de los sujetos subalternos entra en contacto con la de los grupos que
detenta los escaños más elevados en las relaciones de poder. Se debe tener en
claro pues que dicha aspiración del historiador ‘desde abajo’ es pertinente en el
contexto de aquellos episodios en que dichos grupos ‘olvidados’ apuestan por una
actividad política.

Escribir una historia desde abajo ha implicado para sus autores, el repensar en a)
el sujeto a historiar; y b) de qué manera [método] realizar dicho abordaje. Este
historiador considera que la experiencia cotidiana de las personas es pertinente de
ser estudiada, pero la experiencia de los hombres y mujeres que la historia no
considera como los grandes personajes porque se trata de rescatar lo que han
hecho los de abajo. Por otra parte, se encuentran las implicaciones metodológicas
para este enfoque ya que al historiar al de abajo también se encuentra con el
problema de las fuentes, y esto es lógico porque si las instituciones son las que
documentan, pero dichas instituciones solo han legitimado como relevante la
acción de los grandes hombres, por lo tanto, dónde vamos a encontrar las fuentes
que nos hablen de los subalternos. En este último aspecto es dónde se encuentra
una de las grandes innovaciones de dichos historiadores pues tuvieron que definir

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lo que habrían de considerar sus fuentes [archivos judiciales y documentos
oficiales, prensa; diarios, canciones, leyendas, cartas].

En esta línea podemos identificar a dos investigadores: Jim Sharpe, y Eric


Hobsbawm. Ambos comparten dicha aspiración (reconstrucción de la experiencia
de los subalternos olvidados por la historia) pues sus estudios nos hablan de
personas y grupos, respectivamente, que forman parte del populo, del pueblo, y
por lo tanto son creados y, a la vez, creadores de la cultura popular en la cual se
encuentran insertos. En ambos estudios, se reconstruyen las experiencias de los
olvidados, por un lado, la vida del soldado Wheler en Jim Sharpe; y por el otro la
de los grupos de bandidos sociales, denominados así por ser considerados por
sus semejantes del pueblo como héroes ubicados en la informalidad.

Ambos trabajos nos permiten llevar el análisis al nivel de las relaciones de poder
existentes en las estructuras sociales. Por ejemplo, en el caso de Bandidos de Eric
Hobsbawm, se toca la problemática de la toma de poder de los Ingleses una vez
debilitado el poder colonial en Libia. De ahí se genera un conflicto entre
colonizadores y colonizados, conflicto que solucionan, o pretenden solucionar los
grupos de bandidos los cuales son protegidos por los demás pobladores.

Uno de los aportes más grandes dentro de esta forma de hacer historia es
precisamente el repensar a la sociedad y a lo que consideramos como pertinente
de estudio. En el caso de Eric Hobsbawm esto se expresa muy bien, puesto que él
toma un grupo marginado por la academia ortodoxa y analiza las problemáticas de
las relaciones de poder gestadas entre los bandidos y el Estado como gran
acaparador legítimo del poder. Hobsbawm demuestra que el bandolerismo social
tiene un significado histórico y es un reflejo más amplio de las sociedades, con ello
se expande el universo de los sujetos dignos de ser historiados.

Como reflexión final. La historia desde abajo es una forma de hacer historia en la
cual se visualiza un enfoque claramente político porque sus autores tratan de
distinguir la acción social de los de abajo, de los grupos subalternos, y replantear
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la pertinencia de sus abordajes frente a otros grupos y personajes históricamente
considerados como los grandes.

Estos historiadores replantean la manera de hacer historia. Parten de un


paradigma interpretativo o hermenéutico de los sujetos analizados porque
pretenden comprender dichas prácticas sociales. El historiador que hace historia
desde abajo política sus investigaciones desde el momento en que deja en claro
que, para él, la relación sujeto-objeto esta permeada por el compromiso de
cambio, de la mejora de las relaciones de poder entre los sujetos en interacción
social. En este último aspecto es que estos historiadores interpretativos se
acercan a los pensadores del paradigma sociocrítico.

REFERENCIAS
HOBSBAWM, Eric J (2001). “El retrato de un bandido” en Bandidos. Barcelona,
Editorial Crítica.
SHARPE, Jim (2003). “Historia desde abajo” en Formas de Hacer Historia
(BURKE, Peter Ed.). Madrid, Alianza.

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