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Reseña
Como lo hemos visto a lo largo del semestre, los Derechos Humanos son
importantes para todos los seres humanos, y estos son inherentes, nadie tiene
permitido corromperlos, y el estado es el encargado de reconocerlos, garantizarlos
y protegerlos.
El Estado debe intervenir, ya que como antes habíamos mencionado, no solo los
derechos humanos de estas personas han sido corrompidos, sino que además no
se les ha cumplido con lo que decreta nuestra Carta Magna en el artículo 4to; lo
cual no solo conlleva a contrarrestar las enfermedades sino a prevenir cierto tipos
de sucesos.
Los derechos humanos juegan un papel muy importante en este sentido porque,
siendo los enfermos de VIH-SIDA los más afectados en violar su Derecho a la vida,
mucho más en estas condiciones presentes en esta sentencia. Además de que el
virus se pudiera extender, lo cual tampoco es benéfico para la sociedad.
El Estado está obligado a hacer un estudio sobre todos los aspectos que necesita
el país para que muchas enfermedades no aumente la tasa de mortalidad, ya que
como bien lo mencionamos, somos el país cercano o mejor dicho el cruce con los
Estados Unidos, esto implica que, muchos inmigrantes tengan que cruzar por
nuestro territorio, y sin darnos cuenta, con ellos traen muchas de sus enfermedades,
las cuales, no sabemos si tenemos o no la cura.
Como sabemos el artículo 4° Constitucional establece que todos tenemos Derecho
a la salud, y en preceptos jurídicos el Estado mexicano ha hecho varios convenios
Internacionales que así se pueda elevar más alto el nivel y el cumplimiento de este
Derecho.
La Constitución es el papel más importante para nosotros y que por medio de este
permite profundizar nuestros objetivos como ciudadanos en el futuro, por ello,
esperamos su pleno cumplimiento y efectividad, esto decir, que sea el documento
en el que emane la máxima fuerza jurídica. Esto incluye, por supuesto, derechos
económicos, sociales y culturales la cual su objetivo será mejorar la calidad de vida
del pueblo mexicano mediante nuestra renovada estructura de justicia social.
Puesto que, actualmente la cantidad de gente con VIH-SIDA aún es un número
importante, la demanda por parte de la población hacia el Estado de
establecimientos, bienes y servicios públicos de salud, además de centros de
atención para la salud en condiciones para poder brindar un óptimo servicio a la
gente con el virus de inmunodeficiencia humana, ya que esta parte de la población
necesita encarecidamente de cuidados sumamente especiales.
Por lo que debido a este incumplimiento por parte del Estado que está violentando
el derecho a la salud, poniendo de pretexto que hay una falta de recursos que limita
que la salud llegue a los necesitados, la Segunda Sala que revisa el amparo llega a
la conclusión de que las autoridades responsables y "competentes" han incumplido,
injustificadamente con su obligación de brindar este derecho fundamental.
El virus de inmunodeficiencia humana o VIH por sus siglas ataca al sistema inmune
debilitando los agentes encargados de la vigilancia y defensa contra infecciones y
enfermedades.
En el año 2012 las cifras de personas infectadas por este virus oscilaba entre 32.2
y 38.8 millones de personas, una cifra alarmante.
Las personas que padecen VIH deben recibir tratamientos con antirretrovíricos.
Estos antirretrovíricos ayudan y protegen de posibles co-infecciones a las que
pudieran estar expuestos los infectados.
Volviendo al tema jurídico, lo que comenta el Juez del Distrito Federal es que, como
tal, no se esta violando ningún derecho, ya que este se les brinda sus medicamentos
están siendo entregados en tiempo, etc.; pero cabe resaltar que la queja en
específico no mencionada eso, sino que los quejosos decían que las condiciones
de las clínicas no eran las adecuadas ya que había vulnerabilidad de adquirir una
enfermedad, algo que ya es sabido por las autoridades, y esto atentaba contra su
salud y su vida, es decir, los quejosos sólo se limitan a pedir unas mejores
instalaciones.
Cuando se valora la clínica del INER se establece que verdaderamente esta en
condiciones regulares, hay muy poca ventilación, además los pacientes sufren de
muchos riesgos al convivir pacientes regulares y pacientes con VIH-SIDA.
En opinión general nos parece que se dió la justa importancia a este problema de
salud, ya que las personas con VIH-SIDA requieren de una atención especializada
y de calidad para que puedan gozar el derecho de una vida saludable y plena como
cualquier otro ser humano y nadie tiene la posibilidad de pisotear sus Derechos
Fundamentales, ni siquiera el Estado mismo, y mucho menos con argumentos tan
absurdos como el que no hay recursos ni siquiera para la salud óptima de la
población.