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El ayllu trabajaba colectivamente la tierra, dedicaba tiempo para el trabajo de otros

ayllus menos afortunados o necesitados de mano de obra, compartían bienes y


distribuían equitativamente las obligaciones frente a la comunidad.

Una parte de la producción del ayllu se dedicaba al sol representado en el Inca y esa
producción servía para atender la administración, las fuerzas militares, los sacerdotes
y la casta noble de los incas; así mismo los excedentes se usaban como reserva para
atender calamidades, trabajos del estado como caminos y puentes, sistemas de
regadío, construcción de palacios, etc.

Consistía en el trabajo común y la ayuda mutua entre todos los integrantes del ayllu y
de disfrutar mediante el reparto comunitario los frutos que les daba la madre tierra
(mama pacha) siendo por estas razones uno de los más importantes lazos o vínculos
del ayllu.

Vínculo económico

Estaba ligado principalmente a la “Marka” o parcela de tierra que todos los miembros
del Ayllu cultivaban, y donde construían sus viviendas.

La tierra no sólo tenía un valor económico, sino, sobre todo, una connotación sagrada
era la “Pachamama” o “Madre Tierra”. Los habitantes se creían hijos de la tierra.

Cada ayllu tenía la propiedad de una parcela de tierra, y los miembros tenían
obligaciones recíprocas entre sí. [5]

En los matrimonios, la mujer generalmente se une a la clase y el ayllu de su pareja al


igual que sus hijos, pero podía heredar su tierra de sus padres y conservar su
pertenencia como miembro en su ayllu de nacimiento. Así ocurrieron la mayoría de los
movimientos de personas entre ayllus. Sin embargo, una persona también podía
unirse a un ayllu, asumiendo la responsabilidad de los miembros. Esto incluyó mink'a,
el trabajo comunal, con fines comunes, ayni, o el trabajo en especie para otros
miembros del ayllu, y mita, una forma de imposición por el gobierno del Inca. [3]
El curaca era el jefe del ayllu y quien se encargaba de distribuir las tierras, organizar
los trabajos colectivos y actuar como juez de la comunidad. El cargo de curaca o jefe
no se heredaba, sino que era seleccionado a través de un ritual especial; en algunas
ocasiones eran nombrados directamente desde el Cuzco.

El imperio inca se organizaba en ayllus que tenían a su cargo una extensión de tierra
que les servía para alimentarse. Los miembros del ayllu trabajaban su tierra, pero
también tenían la obligación de trabajar la tierra del estado para que el estado pudiera
alimentar a los gobernantes, a los nobles, al ejército, a los ancianos y a los enfermos
que no podían alimentarse ellos mismos por sus cargos o su indisponibilidad.

El estado también guardaba comida en caso que un ayllu tuviera una emergencia que
no les permitiera trabajar su tierra (por inundaciones, terremotos o enfermedad de gran
parte del ayllu).

El ayllu contribuía a los trabajos obligados con hombres para trabajasen para la
comunidad.

Los miembros de cada ayllu también debían utilizar parte de su tiempo para trabajar la
tierra que se apartaba para los dioses y los líderes religiosos.

Aparte del trabajo ya mencionado, cada aillu debía proveer hombres para hacer obras
públicas como construir caminos, puentes y edificios públicos. A este trabajo se le
denominaba la mita.

Gracias a esta organización social, los incas lograron no sufrir hambre y además
pudieron construir un sistema de caminos, escaleras y puentes que comunicaban al
vasto imperio inca y permitían que un mensaje se pudiera enviar desde Cuzco a Lima
en 10 días.
Ayllu y principios de organización social

El ayllu es un principio de organización que a su vez depende de la división en mitades de las


sociedades andinas, la más conocida de las cuales es la división en Hanan y Urin. Cada una de
estas mitades está formada por una cantidad de ayllus.

Tomando las crónicas de los conquistadores y las investigaciones arqueológicas, podemos decir
que una comunidad andina por lo general se divide en, las ya dichas Hanan y Urin.

A su vez estas mitades pueden estar subdivididas en cuatro partes mayores llamadas por
ejemplo Antamarca, Apcara, Omapacha y Huchucayllo o en tres partes mayores llamadas
Collana, Payán y Cayao. Estas tres partes se denominan también ayllus. Son los Ayllus más
grandes o mayores.

Dentro de cada una de estas tres partes están los ayllus menores, que son los que se reconocen
como pertenecientes a un mismo antepasado y tienen un mayor grado de unión entre sí.

Estos ayllus más pequeños y más unidos suponen una colaboración más estrecha en el trabajo
y también prohibiciones matrimoniales, tiene la obligación de buscar pareja fuera de su grupo
pero dentro del ayllu mayor.

Es decir que hay reglas matrimoniales que rigen el intercambio de mujeres por fuera del grupo
más pequeño pero dentro del grupo mayor. Así se obtiene la unión en el Ayllu mayor.

Es decir que hay dos mitades, Hanan y Urin, las cuales a su vez de dividen por lo general en
cuatro o tres Ayllus mayores. Finalmente dentro de estas subdivisiones, están los ayllus
menores que son las unidades de parentesco y de mayor unión social.

Se piensa que como consecuencia de la conquista española, a partir del siglo XVI, los Ayllus
mayores se desarmaron más rápidamente. En cabio las estructuras más pequeñas de ayllus,
pudieron adaptarse a las transformaciones del período colonial.

Esta capacidad se manifestó en la manera de responder a las exigencias de los españoles. Por
ejemplo los cronistas cuentan que los Kurakas o caciques, ordenaban que los indígenas fueran
a aprender la doctrina cristiana a las iglesias siguiendo el orden de los ayllus.

El ayllu se muestra de esta manera durante los períodos prehispánico y colonial como una
institución que reúne, organiza y cohesiona a un grupo humano, integrándolo a las actividades
sociales desde una posición comunitaria.

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