Elaborado por: Aguilar, Mariana
La organización del Estado:
Mitre (1862-1868)
Unificada la republica después de Pavón
se inició la etapa de la
institucionalización del gobierno
nacional y de los gobiernos de las
provincias bajo la dirección de Buenos
Aires.
Recién a partir de la década de 1860,
después de que Buenos Aires derrotara
militarmente a la Confederación en
Pavón, ambas llegaron a un acuerdo y
lograron la unificación definitiva del país.
Entonces, tres presidentes argentinos
tuvieron en sus manos la tarea de consolidar el Estado
nacional. Se inauguró así una etapa, entre 1862 y 1880,
que algunos historiadores llamaron de las presidencias de
la organización nacional.
Mitre y la reorganización del gobierno federal
Autorizado Mitre a desempeñar el Poder Ejecutivo
Nacional provisional, su decisión fue respetar la
Constitución reformada y organizar el gobierno según sus
normas. Convoco a elecciones de diputados y senadores,
reorganizando el Congreso Nacional. El Poder
Legislativo nacional se reunió entonces en Buenos
Aires y convoco a elecciones presidenciales, siendo
elegidos para desempeñar el Poder Ejecutivo:
Bartolomé Mitre, presidente y Marcos Paz
vicepresidente, en octubre de 1862. Se organizó la
primera Corte Suprema de Justicia (1863) y la justicia
federal, juzgados y cámaras.
La conquista del orden
Para establecer el orden fue necesario vencer a los
caudillos federales de varias provincias, quienes se
sublevaron contra el poder central y la hegemonía
porteña. Entre ellos estaba el riojano Ángel Vicente
Peñaloza, “el Chaco” , quien fue derrotado y muerto
en 1863; y Felipe Varela, quien se rebeló en 1866 y
también fue derrotado.
Para imponer el orden los gobiernos recurrieron al
Ejercito Nacional, que se constituyó en este periodo
como una institución del Estado, en 1864, Mitre creo
un ejército regular de 6.000 hombres, que se
consolido luego de la participación de la argentina en
la Guerra del Paraguay (1865-1870).
Las fuentes de recursos
El sostenimiento de las instituciones del Estado
demando crecientes recursos financieros. Estos, se
tomaron principalmente, de los ingresos aduaneros,
que se incrementaron considerablemente con el
aumento del comercio exterior. El gobierno
también recurrió a la solicitud de préstamos en el
exterior. Fondos con los cuales se otorgaban
subsidios a los gobiernos de las provincias y se
construyeron diversas obras públicas.
La cuestión de la capital
Al asumir la Presidencia, Mitre se encontró con
un obstáculo: el problema de la residencia de las
autoridades nacionales. La solución momentánea
se dio mediante la “Ley de compromiso” que
establecía que los miembros del poder ejecutivo
podrían residir en Buenos Aires hasta tanto se fijase la
capital de la república.
Durante el debate de esta ley quedaron expuestas dos
tendencias del liberalismo porteño: Los mitristas o
nacionalistas que pretendían que se nacionalizara la
ciudad y la aduana; y por otra parte, los autonomistas que
pretendían conservar los privilegios de Buenos Aires.
Ambos partidos pertenecían a la misma clase social y su
El Proyecto Político de los Románticos
Los hombres que tomaron el poder después de Pavón pertenecían a la
Generación romántica, cuyas ideas principales fueron la base para la
elaboración de un Programa de gobierno aplicado a lo largo de las tres
presidencias que forjaron el Estado argentino: Bartolomé Mitre (1862-1868),
Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874) y Nicolás Avellaneda (1874-1880).
Este programa se caracterizaba por organizar un modelo de estado nacional
fuerte, reconocido como autoridad suprema y legitima, para lo cual debía:
 Imponer su autoridad a los gobiernos de las provincias, acabando con los
caudillos federales.
 Extender su soberanía a todo el territorio, terminando con las fronteras
interiores que delimitaban las zonas dominadas por el indio.
 Fijar la capital de la república en forma definitiva.
 Garantizar el orden jurídico mediante la vigencia de las instituciones que
establece la Constitución Nacional.
 Civilizar siguiendo el modelo europeo o norteamericano
 Fomentar la inmigración para poblar el “desierto”, acelerar el proceso
civilizador y el desarrollo económico.
 Educar a las masas para que pudiesen acceder al ejercicio de sus
derechos, mientras el poder debía ser ejercido por los grupos
capacitados.
 Desarrollar la economía atrayendo capitales extranjeros.
 Dar prioridad a las actividades agroganaderas destinadas a la exportación
 Promover obras públicas que asegurasen la unión y la rapidez de las
comunicaciones: ferrocarriles, caminos, puentes, puertos.
objetivo era la toma del poder para controlar el aparato
estatal.
El desarrollo económico y social: las bases de la economía
agroexportadora
Durante el periodo de organización del Estado argentino
se produjeron importantes cambios a nivel económico y
social que sentaron las bases para la plena inserción de la
Argentina en el mercado mundial. Esas transformaciones
C.
se localizaron, con diferente intensidad, en las ciudades
y provincias del Litoral pampeano, sobre todo en
Buenos Aires y Santa Fe.
La expansión del ovino
Desde 1850 se produjo una notable expansión de la
ganadería ovina, principalmente en la provincia de
Buenos Aires. Esta actividad permitió exportar lana
hacia Europa, donde era utilizada como materia
prima para abastecer las industrias textiles de Francia,
Bélgica y otros países. La exportación de lana creció
rápidamente y supero a la de productos tradicionales
como el cuero y el tasajo.
La cría de ovinos se desarrolló en grandes estancias que
empleaban mano de obra asalariada, y en unidades
medianas y pequeñas explotadas por sus propietarios o
por arrendatarios y aparceros, que contaban con el trabajo
familiar. Esta actividad atrajo a empresarios y trabajadores
extranjeros, en especial irlandeses y vascos, y contribuyo a
un mayor poblamiento rural. También estimulo la
introducción de innovaciones técnicas, como el
mejoramiento de la raza criolla con animales importados
(merino, por ejemplo) el alambrado en las estancias, la
construcción de galpones, etcétera.
Desde fines de la década de 1860, el tendido del
Ferrocarril del Oeste y del Ferrocarril del Sur en la
Provincia de Buenos Aires favoreció el transporte y la
comercialización de la producción lanera.