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ANÁLISIS CRÍTICO DE LAS ACTIVIDADES

Las actividades de la primera unidad de la materia Ética y Desarrollo tuvieron como detonador el
problema prototípico siguiente:

¿Existe un desarrollo socioeconómico que no sea de suma cero, sino que implemente valores
universales como la ética, la apertura en la toma de decisiones y la participación de todos los
afectados, y respete a su vez las peculiaridades morales locales como la identidad y la cultura?

Organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial


(BM) promovieron durante el siglo XX esquemas de desarrollo como la sustitución de
importaciones, la industrialización nacional, la privatización de los servicios públicos y la apertura
a los mercados mundiales (neoliberalismo). El ideal de desarrollo según estos esquemas era una
economía nacional altamente especializada e integrada a la economía global, capaz de alimentar
ciclos de consumo cada vez más voraz.

Este paradigma presuponía una situación económica de suma cero, donde las ganancias y
pérdidas de las naciones se equilibraban mutuamente de manera automática, logrando en el
largo plazo el desarrollo material del conjunto, con lo que se creía inminente la erradicación la
pobreza, producto del mero desarrollo material, en algún vago momento futuro.

Sin embargo, la realidad del desarrollo neoliberal y la economía global fue que solo unos cuantos
países ganaban mientras la mayoría perdía y el deterioro medioambiental, que se creía limitado
a los países “en desarrollo”, desencadenó crisis ecológicas de envergadura mundial
(calentamiento global).

Por su parte, la pobreza no cedió ante el inminente desarrollo tecnológico y material, las políticas
desarrollistas se volvieron cada vez más asistencialistas, y se perpetuó de hecho el ciclo de la
pobreza, eliminando a clases medias y agravando aún más la desigualdad entre sectores ricos
y pobres de la población local y mundial.

Entonces quedó demostrado que el desarrollo preconizado no era sustentable, sino que de hecho
comprometía la capacidad de generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades en
aras de un consumismo irracional. Y en el campo de la ética, se hizo patente que este modelo
hacía del ser humano un mero engranaje económico, encasillándolo alternativamente en el papel
de productor o consumidor, y privándolo de identidad y cultura propias.
De aquí que el problema prototípico (arriba enunciado) plantee la búsqueda de un paradigma de
desarrollo que no promueva solo la ganancia de unos pocos, con base en la persona humana y
su capacidad de decidir de manera racional, a partir de valores universales pero respetando las
particularidades de individuos y culturas, así como sus valores morales.

Ahora bien, analizando críticamente la contribución de las actividades realizadas en la presente


unidad respecto del problema prototípico, destaca que los conceptos plasmados en el mapa
conceptual (actividad 1) diferenciaron la individualidad de la ética de la colectividad de la moral
e integraron a la relación los conceptos de ciudadanía y desarrollo sustentable.

Esta distinción e integración permite analizar posibilidades de desarrollo en función de las


realizaciones de ciudadanía que implican, así como a partir de valores tanto éticos como morales,
que idealmente debieran complementarse—a riesgo de que la contraposición entre estos
truncará la implementación posterior del proceso de desarrollo. Es decir, la ética ciudadana
sustenta el proceso de desarrollo y, contrario sensu, el ideal de desarrollo transforma, actualiza
y perfecciona la ética ciudadana de los actores implicados.

De igual manera, la aplicación de la ética (actividad 2) a la formación de profesionistas y la


explotación de recursos naturales que sustentan el desarrollo tecnológico moderno y proveen de
insumos básicos a las industrias mundiales, productoras de dispositivos móviles de comunicación
(responsables de la revolución informática actual), pone en evidencia los costos sociales y medio
ambientales producidos por la falta de ética de mínimos y sustentable.

Por tanto, los conceptos analizados en la primera actividad encuentran su aplicación en todos
los ámbitos de actividad de la sociedad humana global. Esto supone una contribución directa a
la resolución del problema prototípico, que comprende valores individuales (ética de máximos) y
programas colectivos (moralidad mínima de la acción gubernamental y no gubernamental) para
la solución del problema práctico de satisfacer las necesidades humanas básicas.

Finalmente, la evidencia de aprendizaje enfoca los contenidos teóricos antes mencionados sobre
la realidad local del estudiante de Políticas y Proyectos Sociales, para la identificación de áreas
de oportunidad y mejora presentes en su comunidad, mismas que constituyen el ámbito laboral
del licenciado en esta carrera.

BIBLIOGRAFÍA
UNADM. (2015). Ética y desarrollo. Ciudad de México: Universidad Abierta y a Distancia de
México.

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