Lamentablemente, esta práctica mística ha sido mal enfocada por muchos de
nosotros y no le damos la importancia merecida, creyéndonos que todo aquel que llega a nuestras casas templos están listos para ser consagrados. No siempre la solución está en la consagración... existen múltiples de métodos litúrgicos que ayudan al neófito para ir entendiendo poco a poco los procedimientos culturales que la filosofía nos orienta. Y eso no se logra en un día ni en dos... se logra con el paso de los años y con un poco de paciencia de orientación hacia los demás. El neófito debe estar LLAMADO para la consagración... recordemos que todo este asunto parte desde la óptica de que somos muchos de nosotros, descendientes de ciertos ancestros... pero todos no somos descendientes de esos ancestros. Además, no todos estamos llamados para las mismas funciones. ¿Cómo se sabe si uno está LLAMADO?... pues de la manera más sencilla y honesta que existe, a través de los oráculos. Son éstos los que indican al Sacerdote de Oficio si quién tiene delante está o no Llamado para entrarle a un ritual tan complejo y comprometedor como lo es la Consagración Osha o de Ifá. No tanto así la consagración en Palo Monte... porque generalmente se acude a ella por protección, pero igualmente hay que profundizar y preguntar bien antes de consagrar a alguien en una Nganga. Generalmente, todos los oddunes marcan que HAY QUE HACER SANTO Y HACER IFÁ... pero muy a pesar de que el oddun lo diga, hay que preguntarlo adecuadamente, para que sea el Diloggún o Ifá a través de Igbo quién conteste por nuestra propia mano. Porque en nuestras propias manos está la vibración de nuestro astral y de nuestra predestinación, que solamente conoce Orí, el cual es una espiritualidad que vive con nosotros. ¿Qué sucede cuándo se le adoctrina a una persona sobre un paso tan serio y básico como lo es una Consagración?... pues muy fácil de entender, acudiendo a la lógica...y ya lo estamos viviendo y lo estamos experimentando día con día, momento a momento. Si la persona NO ESTÁ LLAMADA y se le consagra, lo primero que pasará es que NO ENTENDERÀ ningunos de los procedimientos ni estilos éticos ni los valores religiosos que aquí se manejan. Por otro lado, si NO ESTÁ LLAMADO... en el camino la persona se decepcionará y podrá divorciarse de la unción, ignorando todas las potestades que se le dieron, eso en el mejor de los casos... porque tenemos otros casos que hasta llegan a botar o tirar sus Orishas. De igual modo, puede darse el caso, que una persona NO LLAMADA a ser consagrada, comience a tener conflictos inexplicables a los que no le hallará nunca solución, porque esto no es "soplar y hacer botellas"... quién se unge en una consagración de Osha o Ifá, deberá estar consciente que lo ha hecho para mejorar sus enfoques y sus puntos de vistas, que hasta ese momento ha llevado. La Filosofía Yoruba es un estilo de vida diferente...y muchos se aferran a sus viejos métodos y no quieren separarse de ellos y ahí vienen las confusiones. Es básico, pero imprescindiblemente básico, que haya una relación estrecha entre ahijado y padrino y viceversa. Para que ambos transiten por un camino de entendimiento y de crecimiento mutuo, aunque el ahijado sabrá que en su Padrino o Madrina deberá encontrar las respuestas necesarias a sus correspondientes dudas que vayan surgiendo. Y eso, lamentablemente...., al escasear, es uno de los factores principales que están propiciando confusión y lejanía de los creyentes a esta religión. Pero también, el ahijado deberá entender que hay respuestas lógicas a preguntas lógicas. Respuestas lógicas a preguntas ilógicas no se propiciaría para nada el mejor entendimiento, porque cada parte estaría enfocada únicamente a su concepción. El ahijado no se debe aferrar a viejos conceptos que ya la misma vida le ha demostrado que por ahí no va el asunto, por ende, el ahijado, deberá ser flexible ante las sugerencias que puedan provenir de sus mayores. Porque de lo contrario no existirá interacción de aprendizaje y solamente los golpes y la ausencia de la presencia de un mayor, le enseñará al ahijado con el tiempo, cuál será el camino a seguir. Por tanto, es tan importante saber si el neófito está LLAMADO a cualquiera de las consagraciones conocidas, porque ya estando lista su naturaleza espiritual, podrá ir entendiendo poco a poco los cambios que se irán dando en su propia vida. Cambios que, a veces, en apariencias son dramáticos y lastimantes, pero muy necesarios para su reacomodamiento posterior. El Olosha es un ser privilegiado, si está LLAMADO A SERLO, porque podrá acudir a ciertas herramientas místicas para mejorar o transformar ciertos matices negativos de su predestinación. Si la persona, aún estando interesada en ser Santero, NO ESTÁ LLAMADA, entonces por mucho que lo intente no entenderá su nueva vida, porque las consagraciones te cambian rotunda y paulatinamente los matices de tu entorno y, a veces, nos aferramos a ellos y no queremos dejarlo a costa de lo que fuera posible, lo cual sólo facilita que el Iniciado retrase su desarrollo. El Sacerdote de Osha y de Ifá, es un Siervo de Oloddumare, es su representante más directo en la tierra, por ende, tiene que estar listo o llamado desde arriba, desde su inicio cuando decidió a través de Orí a encarnar en ese cuerpo físico. Es dañino, completamente dañino... para el desarrollo de cada persona interesada, entrarle a una consagración si no se está LLAMADO, porque puede hasta cambiársele el rumbo de su vida innecesariamente. A este camino místico, no se puede entrar, únicamente con el mejor deseo de ser un elemento más dentro de la religión profesante. Se puede tener mucho buen deseo y las mejores intenciones, pero si NO HAY LLAMADO, no es conveniente que se le imponga a nadie una ceremonia que no está prevista en la predestinación individual. Suele pasar... inclusive... que a veces se llega a la consagración sin estar LLAMADO y muchos nos preguntamos, ¿por qué no se lo impidieron con obstáculos y dificultades?, pues, porque a veces ese mismo paso es una prueba a nuestra vanidad y a nuestro mal enfocado deseo de ser una persona importante. Para llegar a ser Olosha u Olorisha, hay que estar listo, como el artista para su arte. No hay culpables y no culpables para este fenómeno... hay simplemente desconocimiento e irresponsabilidad ante la falta de madurez que, en ocasiones, abunda en la naturaleza de muchos de los que solicitan entrar a esta consagración por el simple hecho de que es algo novedoso, bonito e interesante. La misma falta de fé en otras religiones y la necesidad que tiene el ser humano de apoyarse en algo, aunque sea intangible, lo lleva a cometer ciertos errores que después lamentará el resto de sus días. Por eso... sugiero momento a momento, tanto así que pueda sonar como retórica, hermanos míos..., hermanos religiosos y consagrados, hay que seguir aprendiendo, porque el conocimiento no se atesora en su totalidad, siempre hay algo nuevo que aprender, para luego trasmitirlo a quién verdaderamente está LLAMADO.