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RESUMEN

Cada vez es más necesario disponer de instrumentos de medida en el ámbito de la


salud que se puedan utilizar en la práctica clínica e investigación. Para garantizar la
calidad de su medición es imprescindible que los instrumentos sean sometidos a un
proceso de validación. Este proceso consiste en adaptar culturalmente un
instrumento al medio donde se quiere administrar y comprobar sus características
psicométricas como: fiabilidad, validez, sensibilidad y factibilidad. Hay instrumentos
de medida del ámbito de la salud, disponibles en otros idiomas pero sin validar al
español. Además la metodología para validar un instrumento es poco conocida por
profesionales sanitarios, lo que explica el uso indiscriminado de instrumentos sólo
adaptados o validados de manera poco consistente.
El objetivo de esta revisión es realizar una puesta al día del proceso de validación
de un instrumento de medida de la salud y en qué consiste de manera práctica. La
accesibilidad de instrumentos de evaluación adaptados culturalmente y validados
en distintos idiomas facilitará comparar resultados obtenidos con el mismo
instrumento y desarrollar estudios internacionales en distintas culturas.

Palabras clave: Validación. Adaptación cultural. Aspectos psicométricos.


Fiabilidad. Validez.

Introducción

En el proceso complejo de valorar el estado de salud o enfermedad el clínico pone a


prueba su formación y experiencia. La práctica clínica individual no exige
necesariamente el uso de escalas o cuestionarios aunque pueden asistir en el
despistaje de procesos o en su seguimiento evolutivo. El cuestionario suprime
presuntamente el factor subjetivo del evaluador y ésta es la base de su utilidad en
la investigación clínica. La aplicación de una escala, sin embargo, no es un proceso
automático ni está exento de dificultades en la práctica. Los instrumentos muchas
veces exigen la colaboración del paciente y el que tenga una formación básica o
una función cognitiva suficiente para responder a las cuestiones. El modo de
preguntar y el lenguaje utilizado son fuentes de sesgos, pero no lo son menos los
factores culturales que llevan a que una misma cuestión pueda ser o no válida en
un idioma o en otro, o incluso en países diferentes que comparten la misma lengua.

Para utilizar con garantía un cuestionario es necesario comprobar que mide


apropiadamente y de modo constante en las mismas circunstancias, que es sensible
a los cambios de la situación clínica, que en la práctica no presenta dificultades de
aplicación, etc. Toda esta comprobación de sus características es lo que se llama
proceso de validación. Este proceso se realiza inicialmente en el idioma original y
debe reiterarse cuando se altera la estructura o cuando cambia el idioma en el que
se aplica. Validar una versión en idioma diferente al original consiste en adaptar
culturalmente el cuestionario al medio donde se quiere utilizar y volver a comprobar
que conserva las características psicométricas adecuadas para medir aquello para lo
que fue diseñado1. La calidad de la metodología utilizada es imprescindible para
asegurar que los resultados que se obtienen en el estudio se puedan interpretar
adecuadamente y utilizar en la práctica clínica2.

Es necesario disponer de instrumentos validados en el ámbito de la salud en el


idioma original para poder comparar los resultados obtenidos con otros estudios
nacionales e internacionales que hayan utilizado el mismo instrumento 5. Existe una
monografía en castellano que recopila, actualiza y analiza los instrumentos
actualmente disponibles para la medición de la salud, la calidad de vida en la
práctica y la investigación clínica; proporciona la información para conocer los
principios básicos de la medida de la salud y una guía detallada de los cuestionarios
desarrollados, traducidos y validados en español para que los médicos y decisores
sanitarios puedan optar, en cada momento y ámbito de aplicación sanitaria, por el
instrumento a utilizar3.

Con motivo de un proyecto que consistía en la validación del sistema de evaluación


de síntomas de Edmonton (ESAS)4 hemos realizado una puesta al día de qué es el
proceso de validación de un instrumento en el ámbito de la salud y en qué consiste.
Esta revisión podría ser de utilidad a investigadores que quieran conocer como
validar un instrumento y se plantean llevarlo a cabo.

Para validar un instrumento de medida hay que comenzar por adaptar


culturalmente el cuestionario al medio donde se quiere utilizar y a continuación
volver a medir sus características psicométricas. El objetivo de este trabajo es
repasar estos pasos y daremos a conocer los distintos aspectos psicométricos que
se pueden medir de un cuestionario.

Concepto de factibilidad

La factibilidad mide si el cuestionario es asequible para utilizarlo en el campo que se


quiere utilizar. Los aspectos que habitualmente se evalúan son: el tiempo que se
requiere para cumplimentarlo, la sencillez y la amenidad del formato, la brevedad y
claridad de las preguntas así como el registro, la codificación y la interpretación de
los resultados1,5. Esta característica es preciso medirla en distintas poblaciones para
conocer si el instrumento es adecuado en sujetos en diferentes situaciones 5. Se
obtiene mediante el cálculo del porcentaje de respuestas no contestadas, y el
tiempo requerido para rellenarlo. La factibilidad también se puede medir evaluando
la percepción del paciente respecto a la facilidad de usar el cuestionario, así como
la percepción del profesional respecto a su utilidad en la práctica clínica.

Consideraciones finales

En este trabajo hemos realizado una revisión del proceso de validación de


instrumentos de medida de salud. Para llevar a cabo este proceso se requiere
conocimiento de los distintos aspectos psicométricos, rigor y ayuda estadística para
explotar los datos de la mejor manera posible. Para asegurar que los instrumentos
utilizados en estudios de investigación midan lo que queremos medir en distintas
poblaciones y sean aplicables en la práctica habitual de nuestro trabajo, es
necesario que sean sometidos a un proceso de adaptación y validación de las
propiedades psicométricas. Evaluar estas propiedades es criterio esencial para
determinar la calidad de su medición. No podemos olvidar que la validación de un
instrumento no se obtiene de manera global sino por grados en distintos aspectos
del instrumento a través de distintos métodos. Además un instrumento adquiere
consistencia en su validez cada vez que se utiliza21. Aunque un instrumento se haya
validado en una población, es importante medir sus propiedades psicométricas
cuando se utiliza en otras áreas o poblaciones16,21. Se puede decir que es un
proceso continuo que nunca se acaba.

Bibliografía
1. Argimon JM, Jiménez J. Validación de cuestionarios. Argimon J, Jiménez J.
Métodos de investigación clínica y epidemiológica. Madrid: Elsevier
2004. [ Links ]

2. Maneesriwongul W, Dixon J. Instrument translation process: a methods review. J


Adv Nurs 2004; 48: 175-186. [ Links ]

3. Badía X, Alonso J. Ed. La medida de la salud: guía de escalas de medición en


español. 4a edición. Barcelona: Editec 2007. [ Links ]

Consumir alimentos frescos.


Se deben ingerir alimentos integrales y frescos que el hombre ha consumido
durante milenios, en vez de los alimentos modernos procesados. Los productos
preenvasados y los que se sirven en restaurantes de comidas rápidas suelen tener
un alto contenido de azúcar, sal y grasa, lo cual se relaciona con las
enfermedades cardíacas, los derrames cerebrales, el cáncer y otras patologías
graves. Se pueden cocinar al vapor, hornear y asar los alimentos en lugar de
freírlos. Además, se pueden usar más hierbas y especias para reducir el consumo
de sal. Las carnes deben estar bien cocinadas y nunca ingerir la comida en mal
estado.

No comer demasiado
La organización Mundial de la Salud (OMS) informa del peligroso aumento en todo
el mundo del número de personas con sobrepeso y obesas, debido en muchos
casos a comer en exceso. Un estudio reveló que en cierta partes de África hay
mas niños con sobre pesos que desnutridos. Los niños obesos corren el riesgo de
padecer problemas de salud, como diabetes, en el presente y en el futuro.

Comer vegetales
Un menú balanceado consiste en más frutas, verduras y granos integrales que
carnes y almidones. Es recomendable sustituir la carne por pescado una o dos
veces por semana. Reducir los alimentos refinados como pastas, pan y arroz
blancos.

Beber mucho líquido


Tanto los adultos como los niños necesitan beber en abundancia agua y otros
líquidos no azucarados todos los días, en especial cuando hace calor y cuando
están realizando trabajos físicos o haciendo ejercicios.
Los líquidos favorecen la digestión, desintoxican el organismo, embellecen la piel y
ayudan a adelgazar. Contribuyen a que la persona se sienta y se vea formidable.
Se debe evitar el exceso dealcohol y de bebidas azucaradas.

Clave número dos. Cuidar el cuerpo


Dormir lo suficiente
Las exigencias y distracciones de la vida moderna han hecho que la gente duerma
cada vez menos. No obstante, el sueño es esencial para la buena salud. Los
estudios demuestran que mientras se duerme, el cuerpo y el cerebro se reparan, lo
que repercute en la memoria y el estado de ánimo.
El sueño refuerza el sistema inmunológico y reduce el riesgo de padecer
infecciones, diabetes, derrames cerebrales, trastornos cardíacos, cáncer,
obesidad, depresión y, quizás hasta la enfermedad de Alzheimer.

La mayoría de los adultos necesitan de siete a ocho horas de sueño todas las
noches para verse y sentirse bien y rendir al máximo. Los jóvenes necesitan aún
más. Los adolescentes que no duermen lo suficiente son más propensos a sufrir
trastornos psicológicos y a quedarse dormidos al volante.
El sueño es importante en especial cuando se está enfermo. El cuerpo es capaz
de reponerse de algunas enfermedades, como el resfriado, con tan solo obtener
reposo extra y beber abundantes líquidos.

Cuidar los dientes


Cepillarse y usar el hilo dental después de las comidas, y sobre todo antes de
acostarse, previene la caries, las enfermedades de las encías y la pérdida de
dientes. Sin la dentadura completa no se pueden digerir debidamente los
alimentos.

Ir al médico
Algunas dolencias requieren atención profesional. Un diagnóstico temprano mejora
la eficacia del tratamiento.

Clave número 3: Mantenerse activo


Ejercitarse
Llevar una vida físicamente activa aumenta la sensación de felicidad. Ayuda a
pensar con mayor claridad, a tener más energía, a ser más productivo y, si le suma
una dieta adecuada, a controlar el peso. El ejercicio no tiene por qué ser doloroso
ni extremo para que sea efectivo; basta que se realice de forma moderada y
regular varias veces a la semana.
Correr, caminar a paso ligero, montar en bicicleta y participar en deportes
vigorosos lo suficiente como para que el corazón lata más de prisa y sudar, son
formas de aumentar la resistencia y prevenir ataques cardíacos y derrames
cerebrales. La combinación de ejercicios aeróbicos, levantamiento de pesas
moderado y ejercicios livianos de calistenia fortalecen los huesos, los músculos
internos y las extremidades. Además ayuda a mantener el metabolismo más alto,
lo que incide directamente en el peso.

Usar los pies


Hacer ejercicios es recomendable a cualquier edad, y para ello no hace falta ir a un
gimnasio. Usar los pies en lugar del auto, el autobús o el ascensor es un buen
comienzo.
Estas actividades fortalecen el cuerpo y estimulan la coordinación corporal de una
manera que no puede hacerlo el entretenimiento sedentario, como los videojuegos.
El ejercicio físico moderado es beneficioso sea cual sea la edad a la que se
comience.

Clave número 4: Proteger la salud


Cuidar la higiene personal
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, lavarse las
manos es la forma más eficaz de prevenir las enfermedades infecciosas y
mantenerse saludable. Se dice que el 80% de las infecciones se contagia a través
de las manos sucias. Por eso, se deben lavar varias veces al día. Hacerlo sobre
todo antes de comer, preparar los alimentos y vendar o tocar una herida, y
después de tocar un animal, ir al baño o cambiar pañales. Da mejores resultados
usar agua y jabón que un desinfectante a base de alcohol. Bañarse todos los días,
y mantener la ropa personal y la ropa de cama limpia y bien ventilada fomenta la
buena salud.

Prevenir las enfermedades infecciosas


Evitar el contacto físico estrecho con personas que tengan catarro o gripe, y no
compartir con ellas los utensilios para comer. Enfermedades como la hepatitis B y
C y el VIH/SIDA se transmiten a través de la sangre principalmente por contacto
sexual, consumo intravenoso dedrogas y transfusiones.
Aunque las vacunas protegen de ciertas infecciones, la prudencia exige tomar las
debidas precauciones cuando se está con alguien que tenga una enfermedad
infecciosa. Se deben evitar también las picaduras de insectos.

Mantener limpia la casa


Se debe hacer todo lo posible para que la casa esté ordenada y limpia, tanto por
dentro como por fuera. Eliminar los depósitos de agua estancada, pues se
convierten en criaderos de mosquitos. Los desperdicios y la suciedad, así como la
basura y los alimentos destapados, atraen a insectos, ratas y otros animales
portadores de microbios y causantes de enfermedades.

Evitar los accidentes


Se deben obedecer las normas de seguridad en el trabajo, cuando se monta
enbicicleta o motocicleta o cuando se conduce. Usar ropa y equipos de protección
como gafas, cascos y botas, cinturones de seguridad y protectores para los oídos.
No exponerse demasiado a los rayos que causan cáncer y envejecimiento
prematuro de la piel.

introducción
En las ciencias de la salud, la rehabilitación se define, según la Organización Mundial de
la Salud, como «el conjunto de medidas sociales, educativas y profesionales destinadas a
restituir al paciente minusválido la mayor capacidad e independencia posibles» y como
parte de la asistencia médica encargada de desarrollar las capacidades funcionales y
psicológicas del individuo y activar sus mecanismos de compensación, a fin de permitirle
llevar una existencia autónoma y dinámica. El objetivo se mide en parámetros funcionales,
en el restablecimiento de su movilidad, cuidado personal, habilidad manual y
comunicación. A partir de que en el año 2000 la OMS introdujera la Clasificación
Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y la Salud (CIF-2000), el
funcionamiento y la discapacidad de una persona se conciben como una interacción
dinámica entre los estados de salud y los factores contextuales, tanto personales como
ambientales, lo que implica la participación activa de la persona a la que concierne su
propia rehabilitación y el deber de la sociedad con las personas minusválidas, englobando
todas las medidas destinadas a prevenir o a reducir al mínimo inevitable las consecuencias
funcionales, físicas, psíquicas, sociales y económicas de las enfermedades y cuantas
situaciones originen minusvalía transitoria o indefinida.

Definición
La especialidad médica que se dedica a la rehabilitación en salud es la medicina física y
rehabilitación (MFR), que se define como la especialidad médica a la que concierne el
diagnóstico, evaluación, prevención y tratamiento de la incapacidad encaminados a
facilitar, mantener o devolver el mayor grado de capacidad funcional e independencia
posibles.1
Por otra parte, la Sección de Medicina Física y Rehabilitación (MFR) de la Unión Europea
de Médicos Especialistas (UEMS), en su cometido
de normalización y homologación internacional, versa su doctrina científica y su hacer
humanístico en dos contextos: el de la prevención y curación a través de la Medicina
Física y el del manejo de la discapacidad en el nivel terciario de atención a la salud,
mediante la Rehabilitación. De esta manera, esta especialidad tiene una entidad propia
que la hace distinta e independiente de las demás, tipificada legalmente, socialmente
reconocida y con un ámbito internacional de aceptación que determina que la especialidad
de Medicina Física y Rehabilitación esté unánimemente reconocida en el ámbito de la
Unión Europea.

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