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La aparente relatividad del mal

Y si en verdad pudiese ser invisible, si pudiese escapar de todo, ¿por qué no


habría de hacer lo que se me da la gana y cometer cualquier crimen?
Esta es una pregunta sobre la cual vale la pena reflexionar un poco, tanto porque
vivimos en un mundo que relativiza todo (el bien y el mal) como porque existen
muchos lugares donde efectivamente podemos ser, en un sentido, invisibles
(Internet, por ejemplo).
Creo, como podemos observar, que la imagen final es notable, porque expresa
muy bien una realidad que, aunque muchos niegan, no se puede esconder: que
por más esfuerzos que hagamos por escapar de la ley, a la norma, hay algo que
está antes que la ley misma y que la sobrepasa.
Existe una voz que siempre nos dice que algo no anda bien. Por más que
queramos convencernos de lo contrario, la conciencia nos recuerda que estamos
como desnudos robando galletas, como el niño en la última viñeta.
Creo que todos hemos tenido la experiencia de sentir esa culpa (solo basta ver la
cara de Calvin), que es expresión de ese mal real y objetivo que nos daña.

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