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Diagnóstico

No hay pruebas específicas para la parálisis de Bell. El médico te revisará el rostro


y te pedirá que muevas los músculos de la cara al cerrar los ojos, levantar las
cejas, mostrar los dientes y fruncir el ceño, entre otros movimientos.

Otras enfermedades, como un accidente cerebrovascular, infecciones, la


enfermedad de Lyme y tumores, también pueden causar debilidad muscular, que
se puede confundir con la parálisis de Bell. Si no queda claro el origen de tus
síntomas, es posible que el médico te recomiende otras pruebas, como las
siguientes:

 Electromiografía (EMG). Esta prueba puede confirmar la presencia de lesión


a los nervios y determinar su gravedad. La electromiografía mide la actividad
eléctrica de un músculo en respuesta a un estímulo y la naturaleza y
velocidad de la conducción de los impulsos eléctricos a lo largo del nervio.

 Exploraciones de diagnóstico por imágenes. En ocasiones, será


necesario realizar una resonancia magnética (RM) o una tomografía
computarizada (TC) a fin de descartar otras posibles fuentes de presión sobre
los nervios faciales, como son los tumores o las fracturas de cráneo.

Tratamiento

La mayoría de las personas con parálisis de Bell se recuperan por completo, con o
sin tratamiento. No existe un tratamiento único para la parálisis de Bell, pero tu
médico puede indicar medicamentos o fisioterapia para ayudar a acelerar la recup

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