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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE FALCÓN “ALONSO GAMERO”
CORO – ESTADO FALCÓN – VENEZUELA

PROPIEDADES DE LOS MATERIALES

Prof. Ing. Héctor Avila Peña José


C.I. V- 20.295.877
Maury Luis
C.I. V- 8.775.702
Orellana Elmis
C.I. V- 20.699.248
Navarro Robert
C.I. V- 20.931.447

Santa Ana de Coro, octubre de 2010

INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo investigativo se desglozan las propiedades de los materiales


como son: dureza, resistencia, plasticidad, elasticidad, ductibilidad, maleabilidad, propiedades
ópticas de los materiales, eléctricas, térmicas y magnéticas; su importancia de aplicación en la
industria metalmecánica, todo ello con la intención de ahondar en esta temática de mucha
importancia para la industria, y permite conocer cómo se deben seleccionar por medio de
estos ensayos, los materiales idóneos para la fabricación de elementos mecánicos de todo tipo.
Esperamos sea del agrado y de gran enseñanza para nuestros lectores.
PROPIEDADES DE LOS MATERIALES

PROPIEDADES FÍSICAS

Propiedades Mecánicas:

Dureza:
Propiedad que expresa el grado de deformación permanente que sufre un metal bajo
la acción directa de una carga determinada. Los ensayos más importantes para designar la
dureza de los metales, son los de penetración, en que se aplica un penetrador (de bola, cono o
diamante) sobre la superficie del metal, con una presión y un tiempo determinados, a fin de
dejar una huella que depende de de la dureza del metal, los métodos más utilizados son los de
Brinell, Rockwell y Vickers.
Las dos primeras utilizan penetradores con cargas para generar marcas en los metales
a probar, posteriormente se mide la profundidad de las marcas. En algunas publicaciones se
considera a la prueba Rockwell como la prueba del sistema inglés y a la Brinell como la del
sistema métrico.
La dureza Vickers se logra por medio de una prueba denominada el métodos
Escleroscópico Shore en el que consiste en dejar caer un martinete de diamante de 2,3 g,
sobre el material a probar y medir la altura del rebote. A mayor rebote mayor será su dureza.

Resistencia:
Capacidad de soportar una carga externa, si el metal debe soportarla sin romperse se
denomina carga de rotura y puede producirse por tracción, por compresión, por torsión o por
cizallamiento, habrá una resistencia a la rotura (kg/mm²) para cada uno de estos esfuerzos.
Plasticidad:
Capacidad de deformación permanente de un metal sin que llegue a romperse.
La plasticidad es la propiedad mecánica de un material anelástico, natural, artificial,
biológico o de otro tipo, de deformarse permanentemente e irreversiblemente cuando se
encuentra sometido a tensiones por encima de su rango elástico, es decir, por encima de su
límite elástico.
En los metales, la plasticidad se explica en términos de desplazamientos irreversibles
de dislocaciones.
En los materiales elásticos, en particular en muchos metales dúctiles, un esfuerzo de
tracción pequeño lleva aparejado un comportamiento elástico. Eso significa que pequeños
incrementos en la tensión de tracción comporta pequeños incrementos en la deformación, si la
carga se vuelve cero de nuevo el cuerpo recupera exactamente su forma original, es decir, se
tiene una deformación completamente reversible. Sin embargo, se ha comprobado
experimentalmente que existe un límite, llamado límite elástico, tal que si cierta función
homogénea de las tensiones supera dicho límite entonces al desaparecer la carga quedan
deformaciones remanentes y el cuerpo no vuelve exactamente a su forma. Es decir, aparecen
deformaciones no-reversibles.
Este tipo de comportamiento elasto-plástico descrito más arriba es el que se encuentra
en la mayoría de metales conocidos, y también en muchos otros materiales. El
comportamiento perfectamente plástico es algo menos frecuente, e implica la aparición de
deformaciones irreversibles por pequeña que sea la tensión, la arcilla de modelar y la
plastilina se aproximan mucho a un comportamiento perfectamente plástico. Otros materiales
además presentan plasticidad con endurecimiento y necesitan esfuerzos progresivamente más
grandes para aumentar su deformación plástica total. E incluso los comportamientos
anteriores pueden ir acompañados de efectos viscosos, que hacen que las tensiones sean
mayores en casos de velocidades de deformación altas, dicho comportamiento se conoce con
el nombre de visco-plasticidad.
La plasticidad de los materiales está relacionada con cambios irreversibles en esos
materiales. A diferencia del comportamiento elástico que es termodinámicamente reversible,
un cuerpo que se deforma plásticamente experimenta cambios de entropía, como
desplazamientos de las dislocaciones. En el comportamiento plástico parte de la energía
mecánica se disipa internamente, en lugar de transformarse en energía potencial elástica.
Microscópicamente, en la escala de la red cristalina de los metales, la plasticidad es
una consecuencia de la existencia de ciertas imperfecciones en la red llamadas dislocaciones.
En 1934, Egon Orowan, Michael Polanyi y Geoffrey Ingram Taylor, más o menos
simultáneamente llegaron a la conclusión de que la deformación plástica de materiales
dúctiles podía ser explicada en términos de la teoría de dislocaciones. Para describir la
plasticidad usualmente se usa un conjunto de ecuaciones diferenciales no lineales y no
integrables que describen los cambios en las componentes del tensor deformación y el tensor
tensión con respecto al estado de deformación-tensión previo y el incremento de deformación
en cada instante.

Elasticidad:
Es la propiedad que presentan los materiales de volver a su estado inicial cuando se
aplica una fuerza sobre él.
Es la propiedad mecánica de ciertos materiales de sufrir deformaciones reversibles
cuando se encuentran sujetos a la acción de fuerzas exteriores y de recuperar la forma original
si estas fuerzas exteriores se eliminan.
La elasticidad es estudiada por la teoría de la elasticidad, que a su vez es parte de la
mecánica de sólidos deformables. La teoría de la elasticidad (TE) como la mecánica de
sólidos (MS) deformables describe cómo un sólido (o fluido totalmente confinado) se mueve
y deforma como respuesta a fuerzas exteriores. La diferencia entre la TE y la MS es que la
primera sólo trata sólidos en que las deformaciones son termodinámicamente reversibles.
La propiedad elástica de los materiales está relacionada, como se ha mencionado, con
la capacidad de un sólido de sufrir transformaciones termodinámicas reversibles. Cuando
sobre un sólido deformable actúan fuerzas exteriores y éste se deforma se produce un trabajo
de estas fuerzas que se almacena en el cuerpo en forma de energía potencial elástica y por
tanto se producirá un aumento de la energía interna. El sólido se comportará elásticamente si
este incremento de energía puede realizarse de forma reversible, en este caso decimos que el
sólido es elástico.
Es frecuente plantear problemas elásticos para decidir la adecuación de un diseño. En
ciertas situaciones de interés práctico no es necesario resolver el problema elástico completo
sino que basta con plantear un modelo simplificado y aplicar los métodos de la resistencia de
materiales para calcular aproximadamente tensiones y desplazamientos. Cuando la geometría
involucrada en el diseño mecánico es compleja la resistencia de materiales suele ser
insuficiente y la resolución exacta del problema elástico inabordable desde el punto de vista
práctico. En esos casos se usan habitualmente métodos numéricos como el Método de los
elementos finitos para resolver el problema elástico de manera aproximada.
Un buen diseño normalmente incorpora unos requisitos de:
Resistencia adecuada,
Rigidez adecuada,
Estabilidad global y elástica

Ductibilidad:
La ductilidad es una propiedad que presentan algunos materiales, como las aleaciones
metálicas o materiales asfálticos, los cuales bajo la acción de una fuerza, pueden deformarse
sosteniblemente sin romperse permitiendo obtener alambres o hilos de dicho material. A los
materiales que presentan esta propiedad se les denomina dúctiles. Los materiales no dúctiles
se clasifican en frágiles.
No debe confundirse dúctil con blando, ya que la ductilidad es una propiedad que
como tal se manifiesta una vez que el material está soportando una fuerza considerable; esto
es, mientras la carga sea pequeña, la deformación también lo será, pero alcanzado cierto punto
el material cede, deformándose en mucha mayor medida de lo que lo había hecho hasta
entonces pero sin llegar a romperse.
En un ensayo de tracción, los materiales dúctiles presentan una fase de fluencia
caracterizada por una gran deformación sin apenas incremento de la carga.
Desde un punto de vista tecnológico, al margen de consideraciones económicas, el
empleo de materiales dúctiles presenta ventajas:
En la fabricación: ya que son aptos para los métodos de fabricación por deformación
plástica.
En el uso: presentan deformaciones notorias antes de romperse. Por el contrario, el
mayor problema que presentan los materiales frágiles es que se rompen sin previo aviso,
mientras que los materiales dúctiles sufren primero una acusada deformación, conservando
aún una cierta reserva de resistencia, por lo que después será necesario que la fuerza aplicada
siga aumentando para que se provoque la rotura.
La ductilidad de un metal se valora de forma indirecta a través de la resiliencia.
La ductibilidad es algo muy util en cobre, hierro, aluminio.

Maleabilidad:
Es la propiedad de la materia, que junto a la ductilidad presentan los cuerpos al ser
elaborados por deformación. Se diferencia de aquella en que mientras la ductilidad se refiere a
la obtención de hilos, la maleabilidad permite la obtención de delgadas láminas de material
sin que éste se rompa. Es una cualidad que se encuentra opuesta a la ductilidad puesto que en
la mayoría de los casos no se encuentran ambas cualidades en un mismo material.
Es la capacidad que tiene un material de deformarse permanentemente bajo cargas
compresivas.
También presenta esta característica, en menor medida, el aluminio habiéndose
popularizado el papel de aluminio como envoltorio conservante para alimentos así como en la
fabricación de tetra-brick, envaces con distintas capas de materiales incluyendo una capa
delgada de aluminio y que se utilizan para jugos.
Tenacidad:
Resistencia a la rotura por esfuerzos de impacto que deforman el metal. La tenacidad
requiere la existencia de resistencia y plasticidad.

Fragilidad:
Propiedad que expresa falta de plasticidad, y por tanto, de tenacidad. Los materiales
frágiles se rompen en el límite elástico, es decir su rotura se produce espontáneamente al
rebasar la carga correspondiente al límite elástico.

Fluencia:
Propiedad de algunos metales de deformarse lenta y espontáneamente bajo la acción de su
propio peso o de cargas muy pequeñas. Esta deformación lenta, se denomina también creep.

Fatiga:
Si se somete una pieza a la acción de cargas periódicas (alternativas o intermitentes),
se puede llegar a producir su rotura con cargas menores a las que producirían deformaciones.

PROPIEDADES TECNOLÓGICAS Y FÍSICO-QUÍMICAS

Corrosión química:
Se entiende por corrosión la interacción de un metal con el medio que lo rodea,
produciendo el consiguiente deterioro en sus propiedades tanto físicas como químicas. Las
características fundamentales de este fenómeno, es que sólo ocurre en presencia de un
electrolito, ocasionando regiones plenamente identificadas, llamadas anódicas y catódicas:
una reacción de oxidación es una reacción anódica, en la cual los electrones son liberados
dirigiéndose a otras regiones catódicas. En la región anódica se producirá la disolución del
metal (corrosión) y, consecuentemente en la región catódica la inmunidad del metal.
Los enlaces metálicos tienden a convertirse en enlaces iónicos, los favorece que el
material pueda en cierto momento transferir y recibir electrones, creando zonas catódicas y
zonas anódicas en su estructura. La velocidad a que un material se corroe es lenta y continua
todo dependiendo del ambiente donde se encuentre, a medida que pasa el tiempo se va
creando una capa fina de material en la superficie, que van formándose inicialmente como
manchas hasta que llegan a aparecer imperfecciones en la superficie del metal.
Los más conocidos son las alteraciones químicas de los metales a causa del aire,
como la herrumbre del hierro y el acero o la formación de pátina verde en el cobre y sus
aleaciones (bronce, latón). Sin embargo, la corrosión es un fenómeno mucho más amplio que
afecta a todos los materiales (metales, cerámicas, polímeros...) y todos los ambientes (medios
acuosos, atmósfera, alta temperatura...).
Es un problema industrial importante, pues puede causar accidentes (ruptura de una
pieza) y, además, representa un costo importante, ya que se calcula que cada pocos segundos
se disuelven 5 toneladas de acero en el mundo.

De acuerdo a la apariencia del metal corroído, se pueden citar los siguientes


tipos de corrosión:

Corrosión uniforme: Donde la corrosión química o electroquímica actúa uniformemente


sobre toda la superficie del metal.

Corrosión galvánica: Ocurre cuando metales diferentes se encuentran en contacto, ambos


metales poseen potenciales eléctricos diferentes lo cual favorece la aparición de un metal
como ánodo y otro como cátodo, a mayor diferencia de potencial el material con mas áctivo
será el ánodo.

Corrosión por picaduras: Aquí se producen hoyos o agujeros por agentes químicos.

Corrosión intergranular: Es la que se encuentra localizada en los límites de grano, esto


origina perdidas en la resistencia que desintegran los bordes de los granos.

Corrosión por esfuerzo: Se refiere a las tensiones internas luego de una deformación en frío.

Corrosión electroquímica o polarizada:


La corrosión electroquímica se establece cuando en una misma superficie metálica
ocurre una diferencia de potencial en zonas muy próximas entre sí en donde se establece una
migración electrónica desde aquella en que se verifica el potencial de oxidación más elevado,
llamado área anódica hacia aquella donde se verifica el potencial de reducción más bajo,
llamado área catódica.
El conjunto de las dos semi reacciones constituye una célula de corrosión
electroquímica.
La corrosión electroquímica es debida a la circulación de electrones entre zonas de
diferente potencial, en contacto con el medio conductor. Esta diferencia de potencial puede
darse entre dos puntos de un mismo material en cuyo caso la diferencia de potencial no
acostumbra a ser elevada o entre diferentes metales dando lugar a una pila galvánica en la que
la corriente de corrosión es importante.
Es característica de este tipo de corrosión la localización de la zona de corrosión; esto
puede dar lugar a consecuencias catastróficas a pesar de que la pérdida de material puede no
ser muy importante.
En una pila de corrosión la pérdida de material corresponderá a la zona o metal más
electronegativo que se denominará zona anódica y será donde se concentra la salida de la
corriente al medio. La zona de entrada de la corriente, denominada zona catódica no sufrirá
ningún deterioro y corresponde al potencial más electropositivo.
A modo de ejemplo, como hemos comentado anteriormente en una instalación
cuantos más materiales diferentes existan, mayor es la posibilidad de que se produzcan estas
corrosiones, siempre que los potenciales de estos materiales sean diferentes. Por ejemplo
instalaciones con cobre ( + 0,1 V ), acero enterrado ( - 0,5 V ), zinc en tornillos ( - 0,9 V ),
producen una pila galvánica múltiple, es fácilmente deducible que los materiales más
electronegativos como son el zinc y el acero enterrado tendrán un marcado carácter anódico
sufriendo la corrosión.
El zinc se ha disolverá al ser el más electronegativo y ha enviara corriente al resto de
los metales, sufriendo la mayor pérdida de material. El acero enterrado se comporta como
catódico frente al zinc pero anódico frente al resto sufriendo también pérdida de material.

Maquinabilidad:
La maquinabilidad es una propiedad de los materiales que permite comparar la
facilidad con que pueden ser mecanizados por arranque de viruta. Los materiales con mejor
maquinabilidad requieren potencias y fuerzas de corte reducidas, con un desgaste lento de los
filos de corte y pueden mecanizarse obteniendo superficies menos rugosas y, en general, con
un mejor acabado. Además, otro factor que indica una buena maquinabilidad de un material
es la posibilidad de poder controlar fácilmente la longitud de la viruta resultante. Las virutas
largas y delgadas pueden enredarse e interferir en las operaciones de corte.
Los factores que suelen mejorar la resistencia de los materiales a menudo degradan su
maquinabilidad. Por lo tanto, para una mecanización económica, los ingenieros se enfrentan
al reto de mejorar la maquinabilidad sin perjudicar la resistencia del material.
Es difícil establecer relaciones que definan cuantitativamente la maquinabilidad de un
material, pues las operaciones de mecanizado tienen una naturaleza compleja. En algunos
casos, la dureza y la resistencia del material se consideran como los principales factores a
evaluar. Los materiales duros son generalmente más difíciles de mecanizar pues requieren una
fuerza mayor para cortarlos. Sobre estos factores influyen propiedades del material como su
composición química, conductividad térmica y su estructura microscópica. A veces, sobre
todo para los no metales, estos factores auxiliares son más importantes. Por ejemplo, los
materiales blandos como los plásticos pueden ser difíciles de mecanizar a causa de su mala
conductividad térmica.
Hay muchos factores que afectan a la maquinabilidad, pero no hay un consenso en la
forma de cuantificarla. En lugar de ello, a menudo la maquinabilidad se evalúa caso por caso
y las pruebas se adaptan a las necesidades específicas de una fábrica. Las medidas más
comunes para efectuar una comparación de maquinabilidad son la vida de la herramienta, el
acabado superficial, la temperatura de corte y el consumo de energía.
Existen tablas y gráficos que proporcionan una referencia para comparar la
maquinabilidad de materiales diferentes, pero son necesariamente imprecisas debido a la
multitud de variables de proceso y otros factores externos que pueden tener una influencia
significativa. Estas tablas suelen medir la maquinabilidad en términos de velocidad de corte
para una determinada vida útil de la herramienta. Por ejemplo, la maquinabilidad relativa
podría darse como:

,
donde Vc60 es la velocidad de corte para una vida útil de la herramienta de 60
minutos. Las pruebas de maquinabilidad más conocidas fueron las llevadas a cabo por
Frederick W. Taylor y dieron lugar a lo que se conoce como ecuación de Taylor que relaciona
la velocidad de corte con la vida de la herramienta.
Habitualmente se toma como material de referencia el acero AISI 1112 (resulfurado),
al que se le da la calificación de 100.

Soldabilidad:
Facilidad de un material para poder soldarse consigo mismo o con otro material.
Lógicamente los materiales con buena fusibilidad suelen tener buena soldabilidad.

PROPIEDADES ÓPTICAS

Opacidad:
Un material presenta opacidad cuando no deja pasar luz en proporción apreciable. Es
una propiedad óptica de la materia, que tiene diversos grados y propiedades. Se dice, en
cambio, que un material es traslúcido cuando deja pasar la luz, pero de manera que las formas
se hacen irreconocibles, y que es transparente cuando deja pasar fácilmente la luz.
Generalmente, se dice que un material es opaco cuando bloquea el paso de la luz
visible. Para aplicaciones técnicas, se estudia la transparencia u opacidad a la radiación
infrarroja, a la luz ultravioleta, a los rayos X, a los rayos gamma y en cada una de ellas se
caracteriza su función de opacidad.
La función de opacidad generalmente envuelve tanto la frecuencia de la luz que
interacciona con el objeto como la temperatura de dicho objeto, es importante recalcar que
existen diferentes funciones de opacidad para diferentes objetos para diferentes condiciones
físicas. Matemáticamente la función de opacidad se representa con κν(T), implícitamente cada
función lleva consigo el mecanismo físico que se quiere estudiar.
Según la mecánica cuántica, un material será opaco a cierta longitud de onda cuando
en su esquema de niveles de energía haya alguna diferencia de energía que corresponda con
esa longitud de onda. Así, los metales son opacos (y reflejan la luz) porque sus bandas de
energía son tan anchas que cualquier color del espectro visible puede ser absorbido y
reemitido.

Transparentes:
Son aquellos materiales que dejan pasar la luz.

Traslúcidos:
Son aquellos materiales que dejan pasar parte de la luz.

PROPIEDADES ELÉCTRICAS

Describen el comportamiento eléctrico del metal, el cual en muchas ocasiones es más


crítico que su comportamiento mecánico. Existe también el comportamiento dieléctrico,
propio de los materiales que impiden el flujo de corriente eléctrica, que va más allá de
simplemente proporcionar aislamiento.
Los electrones son los portadores de carga en los materiales conductores,
semiconductores y muchos de los aislantes; en los compuestos iónicos son los iones quienes
transportan la mayor parte de la carga. La movilidad de los portadores depende de los enlaces
atómicos, de las imperfecciones de la red, de la micro estructura y, en los compuestos iónicos,
de las velocidades de difusión.
La aplicación de un campo magnético genera la formación y el movimiento de
dipolos contenidos en el material. Estos dipolos son átomos o grupos de átomos que tienen
carga desequilibrada. Dentro de un campo eléctrico aplicado los dipolos se alinean causando
polarización.

Existen tres mecanismos de polarización:

Polarización electrónica:
Consiste en la concentración de los electrones en el lado del núcleo más cercano al
extremo positivo del campo. Esto implica una distorsión del arreglo electrónico, en la que el
átomo actúa como un dipolo temporal inducido. Este efecto, que ocurre en todos los
materiales es pequeño y temporal.

Polarización iónica:
Los enlaces iónicos tienden a deformarse elásticamente cuando se colocan en un
campo eléctrico. En consecuencia la carga se redistribuye minúsculamente dentro del
material. Los cationes y aniones se acercan o se alejan dependiendo de la dirección de campo.
Estos dipolos temporalmente inducidos causan polarización y también pueden modificar las
dimensiones generales del material.

Polarización molecular:
Algunos materiales contienen dipolos naturales, que, al aplicárseles un campo giran,
hasta alinearse con él. En algunos materiales, como el titanato de bario, los dipolos se
mantienen alineados a pesar de haberse eliminado la influencia del campo externo.
Anteriormente, al hablar de polarización iónica, mencionamos la posibilidad de que
hubiera modificación de las dimensiones del material. Este efecto se conoce como
electrostricción,  además de darse por cambios en la longitud de los enlaces entre iones, puede
ser resultado de la actuación de los átomos como partículas en forma oval en vez de esférica o
por distorsión debida a la orientación de los dipolos permanentes del material
Sin embargo, existen materiales que muestran una propiedad adicional: cuando se les
impone un cambio dimensional, ocurre polarización, lo que crea un voltaje o un campo. Los
materiales que presentan este comportamiento son piezoeléctricos.
Cuando se encuentran entre capas de material conductor, los materiales dieléctricos
que se polarizan son capaces de almacenar cargas,  esta propiedad se describe mediante:
Constante dieléctrica: Es la relación de la permisividad del material con la
permisividad en el vacío.
Resistencia dieléctrica:  Es el campo dieléctrico máximo que puede mantener un
material entre conductores.
La presencia de polarización en un material después de que se retira el campo
eléctrico se puede explicar en función de una alineación residual de dipolos permanentes.
Esto sucede de la siguiente forma: se toma un cristal cuyos dipolos se encuentran orientados
de forma aleatoria, de forma que no hay polarización neta; al aplicar un campo, los dipolos
comienzan a alinearse con dicho campo; finalmente, el campo alinea todos los dipolos y se
obtiene la polarización máxima o de saturación; cuando posteriormente se retira el campo,
queda una polarización remanente, debida al acoplamiento de dipolos y el material ha
quedado permanentemente polarizado. Los materiales que retienen una polarización neta, una
vez retirado el campo se conocen como ferroeléctricos.
Para que el material dieléctrico almacene energía, se debe impedir que los portadores
de carga como iones y electrones se muevan de un conductor a otro a través de él, en
consecuencia,  los materiales dieléctricos  tienen siempre una alta resistividad eléctrica.
Materiales utilizados para aislar el campo eléctrico deben poseer alta resistividad
eléctrica, alta resistencia dieléctrica y un bajo factor de pérdida. Sin embargo,  una constante
dieléctrica alta no es necesaria e incluso puede llegar a ser indeseable. Una constante
dieléctrica pequeña impide la polarización, por lo que no se almacena carga localmente en el
aislante.

PROPIEDADES TÉRMICAS

Determinan el comportamiento de los materiales frente al calor.

Conductividad térmica:
Es la propiedad de los materiales de transmitir el calor, produciéndose, lógicamente
una sensación de frió al tocarlos. Un material puede ser buen conductor térmico o malo.

Fusibilidad:
Facilidad con que un material puede fundirse.

PROPIEDADES MAGNÉTICAS

El comportamiento magnético esta determinado por las interacciones entre dipolos


magnéticos, estos dipolos a su vez están dados por la estructura electrónica del material. Por
lo tanto, al modificar la micro estructura, la composición o el procesamiento se pueden alterar
las propiedades magnéticas.

Los conceptos que definen los efectos de un campo magnético en un material son:

Momento magnético: Intensidad de campo magnético asociado con el electrón

Permeabilidad magnética: El material amplifica o debilita el efecto del campo


magnético.

Magnetización: Representa el incremento en la inducción magnética debida al


material del núcleo.

Susceptibilidad magnética: Es la relación entre la magnetización y el campo


aplicado, proporciona la amplificación dada por el material.

Así, cuando se acerca un campo magnético a un conjunto de átomos es posible


observar diversas reacciones:

Diamagnetismo: El campo magnético influye en los momentos magnéticos de los


electrones dentro del átomo y produce un dipolo para todo los átomos. Estos dipolos se
oponen al campo magnético, haciendo que la magnetización sea menor a cero.

Paramagnetismo: Debido a la existencia de electrones no apareados, a cada átomo 


se le asocia un momento magnético neto, causado por el giro de los electrones. Cuando se
aplica un campo magnético, los dipolos se alinean con él, resultando una magnetización
positiva. Pero, dado que los dipolos no interactúan, para alinearlos se requieren campos
magnéticos extremadamente grandes. Además, en cuanto se elimina el campo, el efecto se
pierde.

Ferromagnetismo: Es causado por los niveles de energía parcialmente ocupados del


nivel 3d del hierro, el  níquel y el cobalto. Consiste en la fácil alineación de los dipolos
permanente no apareados con el campo magnético aplicado, debido a la interacción de
intercambio o al refuerzo mutuo de los dipolos. Esto significa que aún con campos
magnéticos pequeños se obtienen magnetizaciones importantes, con permeabilidad relativa de
hasta 106.
Antiferromagnetismo: Los momentos magnéticos producidos en dipolos vecinos se
alinean  en  el campo magnético oponiéndose unos a otros, aún cuando la intensidad de cada
dipolo sea muy alta. Esto produce una magnetización nula.

Ferrimagnetismo: Se da principalmente en materiales cerámicos, donde diferentes


iones crean momentos magnéticos distintos, causando que, en un campo magnético los
dipolos de ion A pueden alinearse con el campo, en tanto que los dipolos del ion B pueden
oponérsele. Como las intensidades de los dipolos son distintas, el resultado será una
magnetización neta. Así, los materiales con este tipo de comportamiento pueden dar una
buena intensificación del campo aplicado.

IMPORTANCIA

La importancia de los ensayos en los materiales es enorme, ya que permiten elegir


con seguridad el material o materiales más idóneos cuando se proyecta una estructura
metálica, se diseña una herramienta o una máquina, se definen las calidades y prestaciones
que tienen que tener los materiales constituyentes. Como hay muchos tipos de aceros
diferentes y, además, se pueden variar sus prestaciones con tratamientos térmicos, se
establecen una serie de ensayos mecánicos para verificar principalmente la dureza superficial,
la resistencia a los diferentes esfuerzos que pueda estar sometido, el grado de acabado del
mecanizado o la presencia de grietas internas en el material, esto deja ver la importancia de
los ensayos mecánicos, ya que con ellos se determinan las propiedades de los materiales y
seleccionar los más idóneos a utilizarse en su fabricación.

EJEMPLOS DE USO PRÁCTICO

En los siguientes diagramas se muestran algunos de los procedimientos comunes para


aplicar las pruebas de resistencia al corte, la compresión, la fatiga o durabilidad, el impacto, la
torsión y de dureza.

CONCLUSIÓN

Es impresionante la manera en la que han evolucionado los materiales y lo importante


que es conocer sus propiedades no tan solo físicas o mecánicas sino también a otro nivel
como bien podría ser a nivel atómico ya que de esto depende en buena parte el comprender
como habrá de comportarse un material en ciertas condiciones y de esa manera conjeturar
algunas características como su dureza o su resistencia a los esfuerzos.

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