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'Amor' y 'Sexo', fundamental para su constitución y para que los manipulan.

Pues si tan fácilmente aceptamos la definición del


peligros del amor se sigan conjurando en ella. (21) bien y del mal de la ley es porque tenemos miedo a enfrentarnos
con la verdad del desamor y de la represión primaria. Así neutra-
Al aprender este 'amor filial' aséptico, la criatura aprende que su lizamos la capacidad racional y cognoscitiva, las emociones, la
deseo no cuenta, que su voluntad tiene ir contra su deseo, y que cólera y los otros mecanismos de supervivencia de la criatura
tiene que sacrificar su bienestar a lo que los padres esperan de ella. humana.
Una vez controlada la producción deseante -y la sexualidad infan- Con la constitución moral del 'yo' (o conciencia moral), el árbol
til- se trata de controlar los sentimientos a través del establecimien- de la ciencia del bien y del mal se hace inaccesible: se logra que
to de un férreo control de la inteligencia, de tal manera que los sen- para la conciencia lo bueno parezca malo y lo malo bueno (23); y se
timientos se conformen a las ideas que sobre ellos nos suministran; logra uno de los principales objetivos de la ley: mantener vigente
es decir, lo que debe ser el 'amor maternal', el 'amor filial', el amor la sublimación inicial a lo largo de todo el proceso de represión
fraternal' etc.(22) Así se instaura un control de lo que se debe saber y evitar el desgaste del poder de los padres; que a pesar de la
y pensar, y de lo que no se debe saber ni pensar. Lo que no debe represión, de los malos tratos físicos y psíquicos prevalezca el
saberse, a ser posible, se silencia, no se nombra, incluso si es posi- amor filial, que los hijos sigan queriendo a los padres. Pues si el
ble, se deja sin nombre, en el caos de lo indefinido, para que ni se amor filial no resiste y se quiebra ante malos tratos demasiado evi-
sepa ni se piense en ello. A tal fin se levanta una cortina de humo: dentes o excesivos, la sumisión por lo menos interior se quebraría
el tabú organizado con un sustrato simbólico, mitológico, religio- y se produciría la inadecuación, la rebelión y la consiguiente ame-
so... Si el silencio no es posible, entonces simplemente se prohi- naza al orden.
be -todo lo indirectamente que se pueda- y se califica moralmente Si los hijos/as dejan de querer a los padres, se rompe el sistema,
como malo para que la conciencia lo perciba como tal y lo recha- el mecanismo de reproducción de las generaciones sumisas.
ce. Esto es lo que sucede con las leyes que definen lo que es malo. Vamos a detenernos un poco en este punto del refoulement del
Y viceversa, lo que la conciencia podría percibir como malo, como daño recibido y de su sublimación.
sufrimientos inútiles e innecesarios que las autoridades mandan, se El daño de la represión no es sólo un daño físico. El daño físico
califica moralmente como bueno para que el 'yo' lo acepte y obe- es la parte más superficial de la herida primaria, de la humillación
dezca por voluntad propia, sin coacción física exterior. Ya casi no de la criatura al sentirse rechazada, expulsada de su lugar. Además
sabemos nada de aquel 'yo' primario que describía Stettbacher, que de las cicatrices de los cigarrillos quemados en la piel, de las clito-
calificaba las sensaciones y los sentimientos placenteros como bue- ridectomías, etc., tenemos la enorme herida del alma: la falta bási-
nos, y que no pudo crecer en un mundo en el que el único modo de ca. Podemos reconocer que nuestros padres nos daban palizas
supervivencia es la aceptación de la represión. Entonces, para que mucho antes que reconocer que no nos querían, y muchísimo antes
la criatura crea que lo que le reprime y lo que le ordenan desde arri- que reconocer el sufrimiento producido por su desamor. La resis-
ba es bueno y que lo que le viene de abajo y desea es malo, una tencia a traer a la conciencia esta verdad es mucho más poderosa
parte del consciente y del inconsciente se constituyen en 'concien- de lo que nos podemos imaginar. Es como si nos fuese la vida en
cia moral' con el apoyo de los mitos y de los tabúes que a su vez se
apoyan en los miedos originados en el abandono primario y los (23) Los poetas a veces han expresado esta transformación de lo bueno en malo,
como el mencionado¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas! de Garcila-
so; o los gritos de angustia de Cernuda que reivindicaba el lugar donde
(22) García Calvo, A., Familia: la idea y los sentimientos. habite el olvido, o donde el deseo no exista, tal era el dolor de su frustra
ción
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