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El mundo en realidad depende de su forma y manera de visualización personal o colectiva en

cuanto a la conducta que favorezca o no su equilibrio, es decir todo en realidad se basa en la


proyección y dirección humana para de esta forma o manera lograr coaccionar con las
energías o diferentes fuerzas interrelacionadas.

Pero indudablemente tomando en cuenta los 4 preceptos de su cosmovisión.


” Muntu, Kintu, Hantu, kuntu” estos son los cuatro preceptos de su cosmovisión.
“Muntu”: Hombre o persona,
“Kintu” : El Objeto, Sin consagración,victima de una situacion determinada,
“Hantu”: Lugar , tiempo y modo,
“Kuntu”: El cuando, la forma y la manera.

La tierra es a su vez una construcción elaborada sobre dos niveles diferentes y paralelos entre
sí:
- Primer nivel:
Existe un mundo superior habitado por los seres humanos junto a la “nfinda”, en la que viven
los santos congos o “mpungu” y los espíritus difuntos o “nfuiri-ntoto”
- Segundo nivel:
Existe también un mundo subterráneo habitado también por los “mpungu” y por los “nfuiri-
ntoto”; sin embargo, este mundo es inaccesible para los seres humanos, que carecen de
medios para descender al mismo.
Lugares de culto relacionados con “Ntoto”

En la ceiba confluyen todo los seres existentes tanto en el plano tierra como en el plano de los
ancestros, es el sitio de reunión de las divinidades, ella constituye en el plano litúrgico un
fundamento en sí mismo, para el mayombero es el árbol de la vida, de ella trabaja sus raíces,
las hojas, los caminos bajo tierra, los cuatro puntos cardinales los cuatro vientos que le
confluyen, la sombra, la luz, la noche y el día, su tronco amarra, en fin, podríamos continuar
haciendo mención a sus virtudes, pero no es necesario. En ella se magnifican todas las fuerza
de la naturaleza, de ahí porque la Ceiba es una entidad divina no solo para el Mayombe, sino
también para todas las reglas del culto afrocubano.

La vida religiosa del Palero gira en torno a la naturaleza, constituida como un gran “templo
natural”. La “creación” para el Ngangulero constituye el trámite por excelencia del espíritu que
permite situar al hombre en función de ciertas coordenadas: un mundo espiritual, un mundo
animal, un mundo vegetal, y un mundo inorgánico; y afirmar al mismo tiempo su total
pertenencia a todos estos medios y su posición transcendente respecto a los mismos.
La madre naturaleza o universo, llamada “Nfinda” por los nganguleros, es realmente quien
contiene todo un campo de significados y otorga al Palero un lenguaje que le permite y facilita
el situarse en el mundo y en la sociedad, y poder salir del estado de confusión que le
producen las contradicciones de la propia existencia, como por ejemplo: la enfermedad, la
muerte, o el infortunio.
Nfinda: El templo natural

LUCERO: cola de caballo, lengua de vaca, pasto, hierba trigueña, asafétida, itamo real, meloncillo,
albahaca, piñón, yamao

TIEMBLA-TIERRA: bledo de clavo, saúco, encampane, aguinaldo blanco, lirios, higuereta,


almendra, mango , marquesa, jagua blanca.

SIETE RAYOS y BRAZO FUERTE: Bledo rojo, atipóla, moco de guanaco, baria, platanillo, plátano,
banana, zarzaparrilla, baya china, olmo, jobo.

MADRE DE AGUA: verbena, lechuguilla, índigo, prodigiosa, paragüita, flor de agua, loto, jacinto,
helecho, berro, hierba buena, albahaca morada, guásima, botón de oro, yerba de la niña,
cucaracha, palo canela, yerba mora, corazón de paloma.

ZARABANDA: limoncillo, pata de gallina, hueso de gallo, mimosa, siempreviva, flor de Jericó,
romerillo, piñón, rompe saraguey, albahaca morada, ébano.

CENTELLA NDOKI: yerba garro, guasimilla, baria, yuca, ciruela, cabo de hacha, mazorquilla.

PATA EN LLAGA son: cundiamor, sargazo, pazote, zazafra, ateje, alacrancillo, escoba amarga,
piñón, botija, casimón, bejuco ubi, tapa caminos, carabalí la yaya, y téngue.

PARA CONSEGUIR ALGO DE IROKO

Para ganar el favor de Iroko, preparé dieciséis huevos duros y quíteles la cáscara. En el suelo, al
lado este del árbol Iroko, dibuje con aceite de palma una cruz equilátera, luego coloque dieciséis
peniques y los dieciséis huevos pelados, de uno en uno, sobre la cruz. Ponga cada huevo encima
de cada penique, comenzando por la parte superior de la cruz hasta llegar al pie, luego hágalo de
izquierda a derecha en la línea horizontal. Cada vez que deposite un huevo, diga en voz alta la
petición -debe ser la misma petición las dieciséis veces. Al final, diga:
“Padre Iroko, concédeme este favor en veintiún días, amen.”
PARA CALMAR A UN ENEMIGO

Para tranquilizar a un enemigo, hierva cuatro huevos hasta que estén duros, pélelos, úntelos con
manteca de cacao, aceite de almendra y Bálsamo Tranquilo o aceite de clavo de olor . Llévele los
huevo así untados a Iroko , haciéndole la ofrenda a Tiembla-Tierra, cuyo palacio está en la copa
del Iroko.

Tiembla-Tierra apaciguará al alma más testaruda.

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