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PARAMETROS DE

CARACTERIZACIÓN DEL AGUA


Hay una serie de parámetros en el agua que
intervienen no sólo en la calidad de la misma
sino en el mantenimiento de la instalación:
PH

El pH está relacionado con la concentración de


protones en el agua. Se define el pH como:

El agua (H2O) se encuentra disociada en


protones (H+) e iones hidroxilo (OH-). El
producto de la concentración de estas especies
está relacionada por una constante de equilibrio
Kw:

En una situación de neutralidad la concentración


de H+ será igual que la concentración de OH-
por lo que podremos expresar la ecuación
anterior de la siguiente forma:

Si multiplicamos por –1 a cada lado de la


ecuación y tomamos logaritmos tendremos:
Y por la definición de pH tendremos que en
condiciones de neutralidad el pH es igual a 7.
De la misma forma cuando el agua esté
totalmente disociado en protones el pH tendrá
un valor máximo igual a 14 y será 0 cuando
esté totalmente disociado en OH-.
El agua con un pH menor de 7 se dice que es un
agua ácida y en cambio se dice que es básica si
tiene un pH mayor que 7.

Dureza

La dureza representa una medida de la cantidad


de metales alcalinotérreos en el agua,
fundamentalmente Calcio (Ca) y Magnesio (Mg)
provenientes de la disolución de rocas y
minerales que será tanto mayor cuanto más
elevada sea la acidez del agua. Es una medida,
por tanto, del estado de mineralización del
agua.
Se suele expresar como mg/l de CaCO3 o como
grados franceses, teniendo en cuenta que 10
mg/l es igual que un grado francés.
En función de este estado de mineralización,
podemos distinguir distintos tipos de aguas:
Dureza (mg
Clasificación
CaCO3/l)
Blandas 0 - 100
Moderadamente
101 - 200
duras
Duras 200 - 300
Muy duras > 300

Alcalinidad

La alcalinidad del agua es la suma de las


concentraciones de los iones carbonato
(CO32-), bicarbonato (HCO3-)y e hidróxidos
(OH-) siendo estos últimos despreciables frente
al resto.

Estas especies producen en el agua un efecto


tampón ya que absorben protones manteniendo
el ph en un valor muy estable. Esta propiedad
es muy importante para los seres vivos en
determinados medios como el flujo sanguíneo
ya que mantienen el valor de pH a un valor muy
constante y estable frente a posibles variaciones
en el medio.

PARAMETROS DE
CARACTERIZACIÓN DEL AGUA (II)
Indice de Langelier

Se establece para una temperatura determinada


y mide el estado de equilibrio del agua en
relación con su carácter incrustante o corrosivo.
Se define teóricamente como:

Siendo pH, el pH al que se encuentra la muestra


de agua y pHs el valor de pH al que comenzaría
a precipitar Carbonato Cálcico (CaCO3)
Debido a ello, cuando LSI tenga un valor
negativo se tratará de un agua con tendencia
corrosiva, tendencia tanto mayor cuanto menos
sea el LSI. En cambio, para valores de LSI
positivos el agua tendrá una tendencia
incrustante provocando la deposición de
carbonato cálcico.
Es por ello importante en instalaciones
industriales y piscinas trabajar a un LSI próximo
a 0 para unas óptimas condiciones de
mantenimiento.
El valor de LSI se calcula experimentalmente en
el laboratorio, sin embargo puede hacerse una
aproximación bastante buena aplicando la
siguiente fórmula:
Siendo TDS los mg/l de sólidos disueltos; T, la
temperatura en º C; TH la dureza expresada en
mg/l de CaCO3; y finalmente TAC, la alcalinidad
también en mg/l de CaCO3.
Conductividad

La conductividad es una medida de la capacidad


que tiene el agua para conducir la corriente
eléctrica. La conductividad está relacionada por
un parámetro llamado fuerza iónica que viene
determinado por la concentración y la carga de
cada ión presente en el agua.

Los valores de conductividad vienen expresados


normalmente en µS/cm (microsiemens por
centímetro).
Nitratos

Es la especie derivada del nitrógeno más


importante. Suponen una fuente de nutrientes
importantes para ciertos organismos autótrofos.
Una alta concentración de nitratos puede
originar el llamado fenómeno de eutrofización,
con un aumento en la población de estos
organismos autótrofos que compiten con el
oxígeno con otros organismos aerobios de
mayor tamaño. La concentración de nitratos, al
igual que la de nitritos está relacionada con la
posterior aparición de algas y para uso de
consumo puede provocar metahemoglobinemia
o la llamada enfermedad del bebé azul.
Sólidos

Podemos distinguirlos en sólidos sedimentables,


sólidos en suspensión y sólidos disueltos, siendo
los sólidos totales la suma de todos ellos. Estos
sólidos, además de poder suponer la presencia
de cuerpos u substancias extrañas que pudieran
en algún caso no ser recomendables, aumentan
la turbidez del agua y disminuyen la calidad de
la misma.
Los sólidos sedimentables son sólidos de mayor
densidad que el agua, se encuentran dispersos
debido a fuerzas de arrastre o turbulencias.
Cuando estas fuerzas y velocidades cesan y el
agua alcanza un estado de reposo, precipitan en
el fondo. Suelen eliminarse fácilmente por
cualquier método de filtración.
Los sólidos en suspensión se mantienen en el
agua debido a su naturaleza coloidal que viene
dada por las pequeñas cargas eléctricas que
poseen estas partículas que las hacen tener una
cierta afinidad por las moléculas de agua. Este
tipo de sólidos como tales son difíciles de
eliminar siendo necesaria la adición al agua de
agentes coagulantes y floculantes que modifican
la carga eléctrica de estas partículas
consiguiendo que se agrupen en flóculos de
mayor tamaño para así poder separarlos
mediante filtración. Ciertos sistemas de
tratamiento de agua como la ozonización ya
suponen de por sí un buen método floculante ya
que se produce la oxidación del hierro,
manganeso y aluminio, óxidos que son los que
verdaderamente ejercen un fuerte poder
floculante en el agua aumentando la eficacia del
filtro y mejorando la transparencia del agua.
Los sólidos disueltos están relacionados con el
grado de mineralización del agua ya que son
iones de sales minerales que el agua ha
conseguido disolver a su paso. Están
relacionados con la conductividad del agua ya
que un aumento de estos iones aumenta la
capacidad conductiva. Un tratamiento
prolongado con compuestos del cloro en una
piscina por ejemplo aumenta la cantidad de
sólidos disueltos y la conductividad en el
tiempo.
Turbidez

La turbidez es un parámetro relacionado con el


grado de transparencia y limpieza del agua que
a su vez depende de la cantidad de sólidos en
suspensión del agua que pueden ser resultado
de una posible actividad biológica o
simplemente una presencia de componentes no
deseables. Se mide mediante la absorción que
sufre un haz de luz al atravesar un determinado
volumen de agua. Para eliminar esta turbidez y
así mejorar la calidad del agua se usan los
distintos tipos de filtros que hay en el mercado,
mejorando el rendimiento con el uso de
floculantes.

Prácticamente en todos los sectores de producción


industrial se utiliza agua, pero ninguno de ellos está exento
de los efectos de sus componentes naturales. Una de las
clases de impureza, y la que mayor atención se lleva, es la
dureza del agua.

Nos referimos a la presencia de iones disueltos (partículas


sólidas con carga eléctrica neta), en especial iones de
calcio [Ca2+] y iones de magnesio [Mg2+] cuyas cargas
netas son positivas (cationes), y que provienen de la
erosión y desintegración de rocas calcáreas y sedimentos
varios presentes en el medio ambiente, principalmente en
aguas subterráneas.

La carga positiva de estos cationes sólidos se balancea con


la presencia de aniones (con carga neta negativa), de los
cuales los más influyentes son los bicarbonatos [HCO3- ] y
los carbonatos [CO32-]. Estos aniones tienen su origen en
el dióxido de carbono [CO2] disuelto naturalmente en el
agua.

Los iones con cargas netas opuestas intervienen en un


buen número de fenómenos químicos, entre ellos la
cristalización (origen de las incrustaciones calcáreas) y
reacciones electroquímicas de oxidación (origen de la
corrosión galvánica). Ambos procesos ocurren de forma
espontánea siempre que participen en el sistema
compuestos salinos, agua, oxígeno disuelto, un medio
ácido, y la superficie metálica propensa a recibir las
incrustaciones y a corroerse.

La corrosión es definida como el deterioro de un material


metálico a consecuencia de un ataque químico por su
entorno. Siempre que la corrosión esté originada por una
reacción química, la velocidad a la que tiene lugar
dependerá en alguna medida de la temperatura, la salinidad
del fluido y las propiedades de los metales en cuestión.
La corrosión que habitualmente afecta a tuberías y
maquinarias es la corrosión húmeda, un proceso
electroquímico que necesita tres condiciones para
desarrollarse espontáneamente: ánodo, cátodo y
electrolito (solución acuosa eléctricamente conductora). Si
alguno falta, la corrosión se detiene. Estos tres elementos
constituyen lo que se conoce como pila galvánica o
electroquímica.

La corrosión se desarrolla en las zonas anódicas,


mientras que las catódicas permanecen siempre
inalteradas. La corrosión será tanto
mayor cuanto mayor sea la conductividad del electrolito. En
un agua salina, que tiene una conductividad alta, cualquier
proceso corrosivo se verá incrementado en actividad y en
velocidad. Un agua dulce será poco conductora, por lo que
la corrosión será más lenta y menos activa en relación al
primer caso.

Las superficies metálicas habitualmente forman zonas


propensas a corroerse (zonas anódicas) debido a varios
factores, entre ellos:

• Deformación del metal: cambios en la estructura


cristalina del metal, causados por calor, bruscas diferencias
térmicas, efectos mecánicos, grietas y fisuras por fatiga,
etc. La sección deformada tiende a ser corroída (zona
anódica) frente a las zonas intactas que no se corroen. La
corriente galvánica producida entre ambos se incrementa o
disminuye proporcionalmente de acuerdo a la salinidad del
fluido que los rodea.

• Contacto de dos metales diferentes: debido a


diferencias en sus potenciales de reducción, el metal más
activo sufrirá corrosión frente al metal más noble, que se
mantiene intacto. La corriente galvánica se incrementa o
disminuye de acuerdo a la salinidad del fluido (electrolito).

• Corrosión por efecto Evans (influencia de las


incrustaciones): un sedimento sobre una superficie
metálica origina una zona anódica justamente debajo del
depósito, donde la concentración de oxígeno es muy
pequeña, en comparación con la periferia. Diferencias en
las concentraciones de oxígeno se originan con gran
facilidad cuando tienen lugar procesos de incrustación de
sales.

Tanto la presencia de sales disueltas en el fluido, como la


formación de incrustaciones sólidas sobre superficies
metálicas, son factores que incrementan la velocidad e
intensidad de los procesos corrosivos, y éstos constituyen
otro eje central al que apunta la eficacia del equipo IONIS.

Al disminuir la salinidad del fluido, y al detener e inhibir las


incrustaciones naturales en tuberías, circuitos y
maquinarias, IONIS detiene los procesos de corrosión en
todo el circuito, o bien (dependiendo del estado puntual de
las instalaciones en cuestión) ralenta significativamente la
velocidad con que se producen dichos procesos de
corrosión.

Los iones de signo opuesto se unen entre sí (debido a


fuerzas electrostáticas naturales) mediante enlaces
iónicos siguiendo un esquema regular y ordenado que se
manifiesta bajo la forma de un cristal, siendo éstos los
responsables del aspecto sólido y consistente de las sales.
El enlace iónico se funda en la fuerza de atracción
electrostática entre iones de cargas netas opuestas
(aniones y cationes).
La cristalización ocurre bajo condiciones muy comunes en
muchos campos de aplicación:

1. Sobresaturación de iones sólidos en solución (mayor


cantidad de lo que la solución admite en estado de
equilibrio)

2. Nucleación inicial de cristales debido a la combinación


de iones de la solución con iones no pertenecientes a la
fase líquida, (i.e. superficies metálicas en contacto con la
fase líquida)

3. Crecimiento de cristales por propio enlace iónico con


otras sales precipitadas.

4. Otros factores como incrementos bruscos de


temperatura, turbulencia en el sistema, naturaleza y estado
de la superficie en contacto con la solución y presencia de
otras impurezas.

La cristalización de iones en solución, bajo las condiciones


mencionadas produce la formación de compuestos
iónicos, como sales de calcio y de magnesio, de gran
dureza y con fuerte capacidad de adherencia a las
superficies de tuberías, circuitos y en especial, a zonas de
trasferencia de calor.

Las incrustaciones están compuestas fundamentalmente


por calcita en mayor proporción, y por aragonita en menor
proporción. Ambos son carbonatos de calcio con igual
composición química, aunque distina estructura
cristalina, físicamente hablando. La calcita tiene una
capacidad incrustante holgadamente superior frente a la
aragonita. Esto será de fundamental importancia para
comprender el efecto desincrustante del Equipo Magnético
Permanente IONIS.
De no aplicarse un efectivo control de estas reacciones naturales, la adhesión
constante y progresiva de carbonatos de calcio y de magnesio provoca el
crecimiento de una costra incrustante de muy importantes espesores, la cual es
mecánicamente dura de remover y térmicamente muy aislante, lo cual reduce
espectacularmente la eficiencia de la transferencia de calor al agua (i.e.
calderas).

Habitualmente las sales de calcio y de magnesio --y otras


análogas aunque en menor proporción-- forman parte de las
incrustaciones desarrolladas en tuberías, circuitos y
maquinarias de transferencia de calor.

En especial los carbonatos de calcio, producto de la


cristalización en fluidos sobresaturados con iones de calcio,
pueden adoptar diferencias en las estructuras de sus
cristales, en otras palabras, mantienen sus átomos
componentes, aunque sus distribuciones espaciales
difieren significativamente. Básicamente se clasifican en
dos formas distintas: calcita y aragonita.

Cada una de ellas adoptan formas de cristalización


distintas, propiedades que inciden en la manera en que
dichos carbonatos afectan o no al crecimiento de las
incrustaciones.
Tanto en circuitos de agua como en maquinarias incrustadas en condiciones
normales se advierte una proporción ampliamente superior de las calcitas
frente a las aragonitas, debido a que las primeras son cristales polimorfos y
estables. Contrariamente a las aragonitas --cristales amorfos e inestables-- las
calcitas tienden a iniciar nucleaciones heterogéneas y a desarrollar el
crecimiento de cristales sobre superficies, en especial las metálicas. En otras
palabras, es mayor la tendencia a la incrustación de calcitas frente a lo propio con
las aragonitas.

La aislación térmica que produce una costra incrustante


sobre la superficie de una caldera --por ejemplo-- es de
tremenda significación en términos económicos, y por
supuesto desde el punto de vista ecológico de la polución
generada innecesariamente.

En ciertas circunstancias, para lograr un mismo rango de


temperaturas de trabajo, la cantidad de combustible
utilizado conlleva excesos de un 90%. Esto es evitable, ya
no por métodos de limpieza con agentes químicos --que
acarrean solo un "remplazo" de costos-- sino mediante un
tratamiento libre de mantenimiento, autónomo y 100%
eficaz: el equipo IONIS.

espesor de pérdida desperdicio desperdicio desperdicio


de
de carbón de gas
incrustación de combustible
por cada 1000
(pulgadas) eficiencia cada 1000
tonelada m3
litros
1/64' 4% 40 kg 40 lt 40 m3
1/32' 7% 70 kg 70 lt 70 m3
1/16' 11 % 110 kg 110 lt 110 m3
1/8' 18 % 180 kg 180 lt 180 m3
3/16' 27 % 270 kg 270 lt 270 m3
1/4' 38 % 380 kg 380 lt 380 m3
3/8' 48 % 480 kg 480 lt 480 m3
1/2' 60 % 600 kg 600 lt 600 m3
5/8' 74 % 740 kg 740 lt 740 m3
3/4' 90 % 900 kg 900 lt 900 m3

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