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S.O.S POR EL MEDIO AMBIENTE EN COLOMBIA.

Sin lugar a dudas, las cosas en Colombia no van marchando muy bien. Día tras día
sus habitantes van perdiendo la esperanza de que todo va cambiar, y no es para
menos. Se está viviendo en una sociedad en la que impera la desigualdad social,
en donde la gente ya no cree en la justicia porque existen policías deshonestos y
embusteros, en el que hay políticos corruptos y mentiros que por medio de falsas
promesas, aseguran dar una solución a los problemas que aquejan a la población.
Todos estos factores afectan directamente a la ciudadanía en general. Sin embargo,
el medio ambiente es uno de los grandes perdedores en medio de la difícil situación
que está pasando el país.

A pesar de todo, Colombia es un país único en muchos aspectos. Su posición


geográfica, acompañada de sus áreas montañosas y selváticas, la convierten en
uno de los países con mayor biodiversidad del planeta. A pesar de tener esta
privilegiada condición, con el pasar del tiempo se ha evidenciado un fuerte maltrato
hacia los diferentes ecosistemas que posee, afectando de forma severa la flora y
fauna de estos entornos. Infortunadamente, esta grave situación se vive en todas
las regiones del país.

Hace pocas semanas, el país fue testigo de uno de los mayores ecocidios jamás
vistos en la historia. La segunda fuente hídrica de mayor importancia (Rio Cauca)
alcanzo los niveles de flujo más bajos en toda la historia del afluente desde que se
tenga registro. La razón, salvar Hidroituango, un megaproyecto hidroeléctrico
ubicado sobre el río Cauca, en el llamado “Cañón del Cauca”, departamento de
Antioquia. Dicho proyecto tiene como objetivo generar 2400 MW de energía a partir
de su funcionamiento, aportando el 17% de la demanda de energía eléctrica del
país. Sin embargo, la construcción de este megrapoyecto implicaba un impacto
ambiental y social severo.

Desde inicios del proyecto, surgieron dudas sobre la construcción de Hidroituango


por parte de la población aledaña al proyecto, ya que en esta zona la población
había sido víctima de masacres cometidas por grupos paramilitares. Varias
entidades no gubernamentales de carácter humanitario afirmaron por medio de
testimonios de la comunidad, la existencia de cientos de cuerpos enterrados en la
ribera del cañon del rio cauca. Se pasó una petición a EPM y a la gobernación de
Antioquia (principales socios del proyecto) con el fin de aplazar el llenado del
embalse, hasta que se abrieran las fosas donde estarían los cuerpos de las
personas desaparecidas. A pesar de las suplicas de la comunidad, el proyecto
finalmente se llevó a cabo (en cierta manera, debido a los problemas que tuvo el
proyecto)
Por otra parte, la construcción de Hidroituango implico la deforestación de 4.500
hectáreas de bosque seco tropical, dañando de forma directa los ecosistemas de la
zona, además de la desviación del rio Cauca, afectándolo gravemente.
Hacia finales de mayo del 2018, se presentó un taponamiento en uno de los tuneles
de desviación por donde se estaba drenando el agua. Esto hizo que las alarmas se
prendieran ante una posible rotura de la presa (aún en construcción para esa
época). Esto hizo que se crearan medidas para salvar el proyecto y evitar una
catástrofe. Entre algunas medidas que se tomaron fue cerrar una de las compuertas
de la casa de máquinas, trayendo como consecuencia una disminución
considerable del flujo del Rio Cauca aguas abajo de Hidroituango, trayendo como
consecuencias una mortandad de peces de grandes dimensiones, además de un
impacto social severo debido a que las familias que subsistían del rio se vieron
severamente afectadas. Sin embargo, Hidroituango no es el único caso en el que
el medio ambiente se ha visto severamente afectado.
Varias hectáreas de bosque y selva han sido taladas a lo largo y ancho del país con
el fin de cultivar coca y amapola. Tan solo en el 2015, se estima que se sembraron
96000 hectáreas de cultivos ilícitos. La deforestación que implican los cultivos ilícitos
trae como consecuencia un incremento de la contaminación de los suelos, del agua
y del aire, poniendo en riesgo la diversidad biológica de los ecosistemas. Para
terminar, el gobierno nacional está exigiendo el uso de Glifosato como medida
‘’efectiva’’ para erradicar de manera definitiva los cultivos ilícitos en Colombia. Tal
parece que el gobierno colombiano desconoce la naturaleza de este herbicida ya
que, según la organización mundial de la salud, es una sustancia carcinógena para
los humanos.
Por otra parte, las grandes ciudades del país no son ajenas a la realidad ambiental
que está ocurriendo en Colombia. Para el caso de la capital, la contaminación
severa del rio Bogotá no es un secreto para nadie. Sin embargo, los responsables
de esta problemática ambiental son los mismos habitantes que viven, bien sea
aledaños al rio o a sus afluentes.

Desde su nacimiento, el rio ya recibe sedimentos por parte de las curtiembres de


algunos municipios de la cuenca alta del rio. Cuando llega a Bogotá, el vertimiento
de las aguas residuales por parte de la empresa de acueducto y alcantarillado de
Bogotá, dejan a esta fuente hídrica en un estado deplorable. Esta problemática es
reciente, ya que hasta hace unos años, el rio Bogotá no presentaba ese grado de
contaminación. Algunas personas afirman que en el Embalse del Muña (uno de los
cuerpos hídricos que conforman el rio) se podía hacer pesca deportiva. Hoy el Muña
se ha convertido en una gran extensión de cuerpo de aguas negras y malos olores.
Incluso la contaminación ha afectado el turismo en la cuenca Media-Baja del rio.
Hasta hace unos años, el Salto del Tequendama era un sitio de parada obligatorio
para las personas que se dirigían a municipios turísticos como Mesitas del Colegio,
Anapoima, Girardot etc. En la actualidad, debido al alto grado de contaminación, el
Salto del Tequendama emite olores bastante desagradables, adicionando que en
ocasiones no cae flujo de agua por la cascada, ya que en algunas ocasiones, se
deben cerrar unas compuertas situadas a unos cuantos kilómetros aguas arriba,
con el fin de generar energía o controlar posibles inundaciones en la cuenca baja
del rio en épocas de lluvia. El cierre de esto hace que el caudal del rio disminuya de
manera considerable.

Ante todo este caos ambiental que está padeciendo el país, es importante dejar a
un lado el egoísmo y tener un mayor sentido de pertinencia con el territorio y el
medio ambiente. Para finalizar, es una desdicha que un país como Colombia tenga
la desgracia de tener un gobierno (y cierta población del país) donde poco o nada
le importe lo que pase y suceda con el medio ambiente.

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