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La Viuda Joven
Un padre de familia, al ver que su hija se sumía en el llanto por la muerte de su esposo,
le aconsejó:
- Hija mía, ya lloraste suficiente por tu difunto esposo. Pero, habiendo tantos vivos ¿no te parece
razonable dejar de pensar en los muertos? Más no te exijo que cambies de pronto tu vestido de luto
por el velo de la desposada. Tal vez algún día escuches la propuesta de una nueva boda.
La viuda exclamó:
- ¡Ah! ¡Un claustro es el único esposo que me conviene!
El padre dijo:
- Bien, sea como dices.
Durante el primer mes la viuda se dedicó a lamentar la memoria de su fallecido esposo. El segundo
mes pensó que ya podría engalanarse un poco.
Y a fines del tercer mes olvidó sus penas al escuchar las adulaciones de una corte de admiradores.
Comienza a vivir el presente porque el pasado, aunque fuese recordado, ya fue y no volverá.
La Cabra y el Asno
Un labriego crió al mismo tiempo una cabra y un asno. La cabra tuvo envida del asno,
al ver que aquel estaba mejor alimentado. Le sugirió:
- Estimado amigo: la noria y la carga hacen de tu vida un tormento sin fin. ¿No te das cuenta? Simula
un desmayo y déjate caer de cansancio, y el amo te permitirá reposar.
El asno, siguiendo los consejos de la cabra, fingió caerse desmayado en una zanja y se lastimó
gravemente. Entonces el amo llamó a un veterinario para que curase al pollino.
El veterinario, tras examinar al animal herido, le recetó una infusión de pulmón de cabra. Así que el
hombre, sin darle vueltas al asunto, mató a la cabra para salvar al animal de carga.
Ten en cuenta: 'el tiro te puede salir por la culata'.
El Labrador y la Nuez
Un labrador se sentó debajo de un robusto nogal, después de haberse cansado
removido la tierra durante todo el día.
Desde la refrescante sombra del nogal, miraba agradecido la tierra labrada y cómo ella premiaba su
sacrificada labor. Contemplaba satisfecho las enormes sandías y los fraganciosos melones
esparcidos por próvido suelo. Luego se dijo:
- ¿Por qué la providencia puso las pequeñas nueces en tan elevado sitio? ¡Cuánto mejor hubiera
sido que las sandías y los melones pendiesen de las ramas en vez de las nueces!
En ese momento, cayó del nogal una nuez sobre sus narices. Y el hombre exclamó:
- ¡Pardiez! ¿Qué hubiera sido de mí, si en vez de la nuez cayese sobre mis narices un enorme
melocotón?
La Existencia ha puesto a cada cosa en su lugar. Aceptarla es sabiduría y negarla es necedad.
LA TORTUGA Y EL ÁGUILA
tortuga, cansada de arrastrar siempre su concha por la tierra, suplicó al águila la levantase por los
aires lo más alto que pudiera. Así lo hizo la reina de las aves, remontando a la tortuga por encima de
las nubes.
Al verse a tal altura, la tortuga exclamó: - ¡Qué envidia me tendrán ahora los animales que por el
suelo se mueven, al verme encumbrada entre las nubes! Al oír esto el águila fue incapaz de soportar
tanta vanidad y soltó a la ilusa que, al caer sobre peñascos, se deshizo en mil pedazos.
5chistes
Este era un niño tan feo, pero tan feo, que cuando iba a salir a la calle, para darse
ánimos le preguntaba al teléfono:
¿Quién es el niño más bonito?
Y el teléfono sonaba tu tu tu tu tu tu tu tu tu...
5 adivinanzas
Adivinanzas
Me abrigo con paños blancos
luzco blanca cabellera
y por causa mía llora,
hasta la misma cocinera.
(La cebolla)
Mi picadura es dañina, mi cuerpo insignificante, pero el néctar que yo doy os lo coméis al instante. (La
abeja)
Vive en el desierto, mata a las personas, debajo de las piedras, muy bien se acomoda. (El alacrán)
Choco entre dos paredes
late mi corazón.
Quien no sepa mi nombre
es un cabezón.
Respuesta: el chocolate.
Un señor gordito,
muy coloradito,
no toma café,
siempre toma té
Respuesta: el tomate.
5 refranes
- Barriga vacía, no tiene alegría: Comiendo bien
se ven las cosas de distinto modo.
A los amigos se les conoce en la
desgracia.
5 anécdotas
Una honesta niña de siete años admitió calmadamente a sus papás que un niño de su clase la había besado.
- ¿Cómo sucedió eso? preguntó asombrada su mamá.
-’No fue fácil – admitió la pequeña señorita -pero tres niñas me ayudaron a agarrarlo.
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Una niñita le estaba hablando de las ballenas a su maestra. La profesora dijo que era físicamente imposible que
una ballena se tragara a un ser humano porque aunque era un mamífero muy grande su garganta era muy
pequeña. La niña afirmó que Jonás había sido tragado por una ballena. Irritada, la profesora le repitió que una
ballena no podía tragarse ningún humano porque físicamente era imposible. La niñita dijo :
-Cuando llegue al cielo le voy a preguntar a Jonás. La maestra le preguntó:
-¿Y qué pasa si Jonás se fue al infierno? La niña le contestó,:
-Entonces le tocará a usted preguntarle.
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Una maestra de Jardín estaba observando a los niños de su clase mientras dibujaban. Ocasionalmente se paseaba
por el salón para ver los trabajos de cada niño. Cuando llegó a donde una niñita trabajaba diligentemente, le
preguntó qué estaba dibujando. La niña replicó:
-Estoy dibujando a Dios. La maestra se detuvo y dijo:
-Pero nadie sabe cómo es Dios. Sin pestañear, y sin levantar la vista de su dibujo, la niña contestó:
-Lo sabrán dentro de un minuto.
Una profesora de catecismo estaba discutiendo los Diez Mandamientos con sus pupilos de 5 y 6 años. Después
de explicar el mandamiento de ‘Honrar a tu Padre y Madre, les preguntó:
- ¿Hay algún mandamiento que nos enseñe cómo tratar a nuestros hermanos y hermanas? Un muchachito
contestó,
-No matarás.
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Un día una niñita estaba sentada observando a su mamá lavar los platos en la cocina. De pronto notó que su
mamá tenía varios cabellos blancos que sobresalían entre su cabellera oscura. Miró a su mamá y le preguntó
inquisitivamente,
¿Mami, por qué tienes algunos cabellos blancos? Su mamá le contestó:
- Bueno, cada vez que haces algo malo y me haces llorar o me pones triste, uno de mis cabellos se pone blanco’.
La niñita se quedó pensativa por un rato y luego dijo:
- Mami, ¿por qué todos los cabellos de mi abuelita están blancos?
5 fabulas
Cuento corto del adivino
Instalado en la plaza pública, un adivino se entregaba a su oficio. De repente se le acercó un vecino,
anunciándole que las puertas de su casa estaban abiertas y que habían robado todo lo que había en su interior.
El adivino levantose de un salto y salió corriendo hacia su casa, desencajado y suspirando, para ver lo que había
sucedido.
Uno de los que allí se encontraban, viéndole correr le dijo:
-Oye, amigo, tú que te vanaglorias de prever lo que ocurrirá a los otros, ¿por qué no has previsto lo que te
sucedería a ti?
El adivino no supo qué responder.
Moraleja: no hay que fiarse de aquellos que dicen que pueden adivinar el futuro de los demás. Tan sólo
pretenden estafarnos y quitarnos nuestro dinero.
Y es que el viejo caballo recordaba lo veloz y famoso que había sido en sus años de juventud, en los que había
vivido infinidad de aventuras y también cómo se burlaba de los otros caballos que eran más viejos y lentos que
él.
Ahora viéndose en esta situación en la que pasaba sus días atado y dando vueltas a dicho molino, se arrepentía
de aquella actitud que había tenido cuando era poderoso:
"Después de las grandiosas vueltas que en mi juventud di en las carreras, mira a que vueltas me veo reducido
ahora. Este es un justo castigo por burlarme de aquellos que veía más débiles e inferiores"
MORALEJA
Mejor ser humilde cuando tienes poder, porque un día u otro lo has de perder
EL ÁGUILA Y EL ESCARABAJO
Estaba una liebre siendo perseguida por un águila, y viéndose perdida pidió ayuda a un escarabajo,
suplicándole que le salvara.
Le pidió el escarabajo al águila que perdonara a su amiga. Pero el águila, despreciando la
insignificancia del escarabajo, devoró a la liebre en su presencia.
Desde entonces, buscando vengarse, el escarabajo observaba los lugares donde el águila ponía sus
huevos, y haciéndolos rodar, los tiraba a tierra. Viéndose el águila echada del lugar a donde quiera
que fuera, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para depositar sus futuros pequeñuelos.
Le ofreció Zeus colocarlos en su regazo, pero el escarabajo, viendo la táctica escapatoria, hizo una
bolita de barro, voló y la dejó caer sobre el regazo de Zeus. Se levantó entonces Zeus para
sacudirse aquella suciedad, y tiró por tierra los huevos sin darse cuenta. Por eso desde entonces, las
águilas no ponen huevos en la época en que salen a volar los escarabajos.
Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte.