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Aborto

CIE10 : O03.1, O03.3, O03.4, O03.6, O03.8, O03.9


CIE9 : 634, 634.1, 634.7, 634.9, 634.90, 634.92
Sinonimia: aborto espontáneo

Definición
Aborto espontáneo es la pérdida del embarazo que ocurre antes de las 20 semanas, antes que el
feto sea capaz de sobrevivir fuera del útero de la mujer. Casi todos los fracasos ocurren en las 12
primeras semanas del embarazo (primer trimestre). Un fracaso es un acontecimiento involuntario
que ocurre en forma natural. No debe confundirse con un aborto electivo o inducido (provocado),
que es un procedimiento quirúrgico planeado.

Hay tres tipos de malogro o aborto espontáneo. Una aborto completo ocurre cuando se expulsan a
través de la vagina todo el contenido del útero. Una aborto incompleto es cuando se retienen en el
útero parte del feto o la placenta, mientras que un aborto fallido ocurre cuando el feto murió pero
continúa en el útero.

Tres o más abortos espontáneos en serie pueden denominarse “abortos espontáneos repetidos” o
“aborto habitual”. Este trastorno ocurre en menos de 1% de todos los embarazos. Con frecuencia,
se desconoce la razón del aborto espontáneo repetido. Es posible que cada aborto espontáneo
tenga una causa diferente.

Las anormalidades del útero causan 15 a 30% de los abortos espontáneos repetidos. Algunas
mujeres nacen con útero muy pequeño o de forma anormal. El 50 a 60% se deben a
anormalidades del óvulo fecundado, por lo general un defecto cromosómico. Otros desarrollan
tumores uterinos no cancerosos (fibromas) o tienen cicatrices en el útero por cirugía previa. Estas
anormalidades pueden limitar el espacio para el feto en crecimiento o interferir con el aporte
sanguíneo al útero. Un cérvix (incompetente) puede conducir a aborto espontáneo, por lo general
entre las 16 a 18 semanas del embarazo. El abuso del consumo drogas o alcohol y la exposición a
toxinas ambientales o industriales aumenta el riesgo de aborto espontáneo.

Cuando las glándulas endocrinas secretan mucho o muy poco de ciertas hormonas, aumenta el
riesgo de aborto espontáneo. Se cree que valores bajos de la hormona progesterona, que es
crucial para un embarazo temprano, causan entre 15 y 60% de las pérdidas que ocurren antes de
10 semanas de gestación.

Los problemas inmunitarios también pueden causar un aborto espontáneo. Algunas mujeres
pueden elaborar anticuerpos (llamados autoanticuerpos) que pueden atacar sus tejidos propios y
causar una variedad de problemas de salud. Los estudios sugieren que la presencia de estos
autoanticuerpos puede dar lugar entre 5 y 15% de abortos espontáneos repetidos. La investigación
también sugiere que otros problemas del sistema inmunitario pueden determinar que el cuerpo de
una mujer rechace su feto como un tejido extraño.

Se ha demostrado asimismo que las infecciones agudas y crónicas, ciertas infecciones


asintomáticas de las vías genitales y la necesidad de cirugía del abdomen durante el embarazo
causan abortos espontáneos. Una mujer con ciertas enfermedades sistémicas, que incluyen
diabetes, problemas de la tiroides, problemas cardiacos y renovasculares (riñón), malnutrición y las
mujeres que fuman tienen mayor riesgo de aborto espontáneo.

El peligro de aborto espontáneo aumenta a medida que la mujer es mayor. Si bien en mujeres de
20 a 30 años de edad se observa aborto espontáneo en 15 a 20% de las ocasiones, en las mujeres
mayores de 42 años tienen un índice de abortos espontáneos del 40%. Aproximadamente 15 a
20% de todos los embarazos conocidos terminan en un aborto espontáneo. Los porcentajes son
aproximados ya que es posible que ocurra una aborto espontáneo antes que la mujer se dé cuenta
que está embarazada.

Diagnóstico
Interrogatorio: las mujeres pueden comentar hemorragia vaginal, cólicos y la eliminación de
coágulos grandes o tejido. También puede haber un borbotón de líquido por la rotura del saco
amniótico. Asimismo, puede comentarse un exudado vaginal de mal olor o turbio. Es posible que la
mujer no sepa que está embarazada.

Examen físico: se confirma un aborto espontáneo si el examen ginecológico revela tejido que sale
a través de un cérvix abierto, o se encuentra que este último está dilatado y abierto, que indica
expulsión inminente de tejido. Un aborto fallido puede detectarse por la desaparición de los signos
de embarazo, excepto que no se reanudarán los periodos menstruales.

Pruebas: debe hacerse una prueba de embarazo. Pueden practicarse pruebas sanguíneas que
miden los valores cuantitativos de gonadotropina coriónica humana (HCG) y a continuación
repetirse en varios días para observar si está aumentando o disminuyendo el valor. Si se recupera
el tejido eliminado, el análisis de laboratorio puede determinar si es de origen fetal. Se hará una
biometría hemática completa si es necesario determinar el volumen de sangre que se ha perdido.
Puede utilizarse un recuento de glóbulos blancos con diferencial a fin de excluir una posible
infección. En algunos casos, también puede utilizarse un ultrasonido para confirmar muerte fetal.

Cuando existe un “aborto espontáneo repetido” (tres o más abortos espontáneos en serie), la
valoración puede incluir estudios genéticos, pruebas para excluir infecciones crónicas o disfunción
hormonal e imágenes radiológicas del útero y las trompas de Falopio (histerosalpingografía).

Tratamiento
Un aborto completo, no complicado (en el cual se eliminó del útero todo el tejido fetal), no se
requiere un tratamiento médico extraordinario. Se necesita cuidado de seguimiento para revisar si
hay infección o una pérdida excesiva de sangre. Una hemorragia grave tal vez requiera una
transfusión sanguínea y de hospitalización.

Un aborto incompleto o fallido, en el cual se retiene parte del tejido fetal en el útero, tal vez requiera
eliminarse mediante D y L (dilatación y legrado o legrado por aspiración). Si no se lleva a cabo, el
tejido que permanece dentro del útero puede causar una infección o una hemorragia tardía. La D y
L suele llevarse a cabo con anestesia general en el departamento de pacientes externos de un
hospital o clínica. Las pacientes que presentan una infección deben tratarse con antibióticos. En
una hemorragia grave tal vez se requiera una transfusión sanguínea y hospitalización. Las mujeres
que tienen abortos espontáneos repetidos requieren pruebas especiales para determinar la razón y
debe atenderlas un especialista familiarizado con el cuidado de estas pacientes.

En mujeres Rh negativas se administra globulina inmunitaria Rh(D) para prevenir futuras


complicaciones por Rh. Puede estar indicado tratamiento psicológico, como asesoría o
psicoterapia, para ayudar a afrontar la pérdida del embarazo. Algunas mujeres pueden beneficiarse
asimismo acudiendo a grupos de apoyo con otras mujeres que tuvieron un aborto espontáneo.

Pronóstico
Cabe esperar la recuperación física completa. La mayoría de las mujeres con un aborto
espontáneo tienen finalmente un niño hasta término completo.

Diagnóstico diferencial
Otras posibilidades incluyen embarazo ectópico, mola hidatidiforme, fibroma uterino prolapsado o
un pólipo cervical.

Especialistas
• Ginecólogo
• Obstetra

Restricciones/adaptaciones en el trabajo
Al inicio tal vez sea necesario que las responsabilidades en el trabajo sean en gran parte
sedentarias. Durante todo el periodo de incapacidad debe restringirse el trabajo pesado, en
especial el que incluye levantar artículos pesados. Al inicio tal vez sea necesario evitar periodos
prolongados de pie. La mayoría de las mujeres con abortos espontáneo no complicados pueden
regresar a un trabajo con labores sedentarias a modificadas de tiempo completo en el transcurso
de 7 a 14 días.

Padecimientos comórbidos
Un diagnóstico de anemia o de otros trastornos hemorragíparo puede influir en la habilidad de la
paciente para recuperarse. En una mujer con depresión u otras alteraciones del ánimo
preexistentes puede prolongarse más la incapacidad.

Complicaciones
Las complicaciones pueden incluir infección, hemorragia grave o complicaciones por una D y L,
transfusión sanguínea, o ambos. Puede ocurrir anemia por pérdida intensa de sangre o
hemorragia. La depresión psicológica suele retardar la recuperación física total.

Factores que influyen sobre la duración de la incapacidad


Los abortos incompletos, fallidos o los que dan por resultado infección o hemorragia requerirán un
periodo de incapacidad más prolongado que un aborto no complicado. La depresión grave o la
reacción de aflicción debida a la pérdida del embarazo pueden influir en la duración de la
incapacidad.

Duración de la incapacidad
Depende de los requerimientos laborales y de si el aborto fue completo o no. Para aborto completo,
no complicado, la incapacidad empieza después del egreso del hospital.

Aborto completo no complicado, durante el primer trimestre.

Clasificación del
Mínima Óptima Máxima
trabajo
Sedentario 1 3 7
Ligero 1 3 7
Medio 1 3 7
Pesado 1 3 7
Muy pesado 1 3 7
© Reed Group Holdings Ltd.

Segundo o tercer trimestres.


Clasificación del
Mínima Óptima Máxima
trabajo
Sedentario 7 14 28
Ligero 7 14 28
Medio 7 14 28
Pesado 7 14 28
Muy pesado 7 14 28
© Reed Group Holdings Ltd.

Tendencia de duración de la incapacidad a partir de los datos normativos


Tendencias de tiempo de recuperación (en días) provenientes de datos normativos para casos
identificados de manera específica con: ICD9-CM 634, 634.9

Nota acerca de los datos normativos


Es posible que haya diferencias entre los cuadros de duración esperada y los gráficos normativos.
Los cuadros de duración proporcionan periodos de recuperación esperados con base en el tipo de
trabajo que desempeña el individuo. Los gráficos normativos reflejan la experiencia real observada
en muchos individuos en toda la gama de padecimientos físicos, en diversas industrias, y con una
magnitud variable de gestión de casos.

Falta de recuperación
Si un individuo no se recupera en el transcurso del periodo de expectativa de duración máxima de
la incapacidad, el lector quizá desee recurrir a las preguntas que siguen, que pueden ayudarlo a
entender mejor los aspectos específicos del caso médico de un individuo.

Respecto al diagnóstico:
¿La mujer tuvo un aborto espontáneo o malogro completo, incompleto o fallido?
¿La mujer ha tenido abortos espontáneos previos? ¿Cuál es su edad?
¿La paciente tiene factores de riesgo como infecciones agudas y crónicas, ciertas infecciones
asintomáticas del aparato genital o la necesidad de cirugía abdominal durante el embarazo.
¿La mujer padece diabetes, problemas tiroideos, enfermedad renal o cardiaca, malnutrición o
fuma?
¿La paciente comenta hemorragia vaginal, cólicos o la eliminación de grandes coágulos o tejido?
¿La mujer comenta un borbotón de líquido?
¿La paciente se queja de un exudado vaginal de mal olor o turbio?
¿En el examen ginecológico encontró el médico tejido que salía a través de un cérvix abierto o un
cérvix abierto y dilatado?
¿Se hizo la paciente una prueba de embarazo en sangre u orina?
¿Se analizó en el laboratorio todo tejido eliminado?
¿Se hizo la paciente una CSC con diferencial de GB?
¿Fue necesario hacer un ultrasonido en la paciente?
¿Están indicados estudios genéticos, pruebas para excluir infecciones crónicas o disfunción
hormonal o histerosalpingografía?
¿Se excluiron padecimientos con síntomas similares?

Respecto al tratamiento:
¿La mujer tuvo un aborto espontáneo completo no complicado? ¿Siguió el seguimiento con su
médico como se programó?
¿La paciente requirió hospitalización o una transfusión sanguínea? ¿Antibióticos?
¿La enferma tuvo un aborto espontáneo incompleto o fallido?
¿Fue necesario practicar en la paciente dilatación y legrado (D y L)?
¿Fue necesario inducir el trabajo de parto?
¿La mujer es Rh negativa, recibió inmunoglobulina Rh(D)?
Si es necesario, ¿la mujer buscó asesoría psiquiátrica? ¿Asistió a un grupo de apoyo?

Respecto al pronóstico:
¿La empresa de la paciente puede adaptar cualquier restricción necesaria?
¿La paciente tiene algunos padecimientos que pueden afectar su habilidad para recuperarse?
¿La enferma tiene algunas complicaciones como infección, hemorragia grave o complicaciones por
una D y L, transfusión sanguínea, o ambas? ¿Tiene anemia? ¿También tiene depresión?

Bibliografía
Rosenthal, M. Sara. The Gynecological Sourcebook. New York: NTC/Contemporary, 1999.
Tierney, Lawrence M., Stephen J. McPhee, and Maxine A. Papadakis, eds. Current Medical
Diagnosis and Treatment, 39th ed. New York: Lange Medical Books/McGraw-Hill, 2000.

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