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MACABEOS

(Anteriormente, asmoneos) Los Macabeos (enhebreo: ‫ מכבים‬o‫מקבים‬, Makabim) constituyeron un


movimiento judío de liberación, que luchó y consiguió la independencia deAntíoco IV Epífanes, rey
de la helénicadinastía seléucida, sucedido por su hijoAntíoco V Eupátor. Los macabeos fundaron
la dinastía real asmonea, proclamando la independencia judía en la Tierra de Israel durante un
siglo, desde el 164al 63 a. C. Corría el año 167 a.e.c. cuando Matatías, sacerdote menor de la
casta de los Yoraib y de los Hasmón, levantó a una gran parte del pueblo judío en Modín, a
escasos kilómetros deJerusalén, contra los edictos firmados por el impío rey sirio-
macedonio Antíoco IV Epífanes el cual había prohibido, bajo pena capital, la celebración del
shabat, la circuncisión de los recién nacidos, el cumplimiento de la Torá y cualquier manifestación o
celebración de festejo que tuviera su origen en la religión judía y en sus ritos y costumbres. Quería
imponer por la fuerza de las armas su autoridad y su cultura helénica y pagana ante un pueblo
rebelde que solamente obedecía los deignios divinos de Adonaíy el Pacto de la Alianza que
Abraham hizo con Él.

Aún son recordados nacionalmente por el pueblo hebreo en la festividad de Jánuca. Más aún, son
considerados héroes nacionales del pueblo de Israel y la rebelión es conmemorada religiosamente
de forma anual. LaIglesia católica reconoció a los Santos Macabeos como mártires en susantoral,
aunque esta festividad fue suprimida en 1969.4 La Iglesia ortodoxa sigue celebrando el día de
los Santos Mártires Macabeos el 1 de agosto, cinco días antes de la conmemoración de
la transfiguración de Jesús.

El 167 a. C., después de que Antíoco emitiera en Judea los decretos que prohibían la práctica de
rituales religiosos, un sacerdote rural de Modín, Matatías el Asmoneo, encendió la chispa de la
revuelta contra elImperio seléucida. Rechazaba rendir culto a los dioses griegos. Matatías victimó a
un judío helénico que se adelantó para ofrecer un sacrificio a un ídolo griego en el pueblo de
Matatías. Él y sus cinco hijos huyeron a las montañas de Judea. Tras su muerte, un año más tarde,
su hijo Judas Macabeo lideró un ejército de judíos disidentes a la victoria contra los seléucidas. El
término macabeos para designar al ejército de Judea proviene del apellido de Judas, cuyo
significado es 'martillo'. El levantamiento fue jalonado por una serie de varias batallas; mediante
ellas las fuerzas macabeas ganaron reputación en el ejército siriodebido a sus tácticas de guerrilla.
Tras la victoria, los macabeos entraron triunfantes en Jerusalén, realizaron una limpieza ritual
delTemplo, restableciendo los servicios tradicionales judíos e instaurando aJonatán
Macabeo como sumo sacerdote. Un gran ejército sirio fue enviado para aplacar la revuelta, pero
regresó a Siria tras la muerte de Antíoco IV. Su comandante Lisias, preocupado por los asuntos
internos de Siria, llegó a un compromiso político que permitía la libertad religiosa. Tras el
reacondicionamiento del Templo, los partidarios de los macabeos quedaron divididos por la
decisión de seguir o no luchando. Cuando la revuelta comenzó bajo el liderazgo de Matatías, era
vista como una guerra por la libertad religiosa para acabar con la opresión seléucida. Sin embargo,
cuando los macabeos comprobaron el éxito de la misma. Muchos quisieron seguir luchando para
conseguir la independencia política. Este conflicto originó la escisión entre fariseos ysaduceos bajo
el reinado de monarcas asmoneos posteriores, comoAlejandro Janneo.5 Los partidarios de seguir
combatiendo por la independencia fueron liderados por Judas Macabeo. Tras su muerte en batalla
el 160 a. C., le sucedió como comandante del ejército su hermano menor, Jonatán, que ya
era sumo sacerdote. Jonatán firmó tratados con reinos extranjeros, provocando mayores
distensiones entre aquellos que deseaban libertad religiosa frente a poder político. A la muerte de
Jonatán el 142 a. C.,Simón Macabeo, el último hijo de Matatías, ascendió al poder. Ese mismo
año, Demetrio II, rey de Siria, garantizó a los judíos la independencia política completa, y Simón,
sumo sacerdote y comandante de los ejércitos judíos, fundó la dinastía Asmonea. La autonomía
judía se mantuvo hasta el 63 a. C., cuando el generalromano Pompeyo capturó Jerusalén y
sometió todo el reino al dominio de Roma. La dinastía Asmonea se mantuvo hasta el 37 a. C.,
cuando elidumeo Herodes el Grande se convirtió de facto en rey de Jerusalén. Cada año los judíos
celebran la Jánuca (Hanuca) en conmemoración de la victoria de Judas Macabeo sobre los
seléucidas y por los milagros consiguientes.
ALEJANDRO JANEO: W01 15/6 29, 30
 La historia y el legado de los Asmoneos
o La historia y el legado de los Asmoneos - La Atalaya 2001
o Sin embargo, fue durante el reinado de su hermano, Alejandro Janeo (de 103 a 76 a.E.C.),
cuando la dinastía asmonea alcanzó el cenit de su poder.

Alejandro Janeo rompió con la norma seguida hasta entonces y se proclamó libremente
sumo sacerdote y rey. Se intensificaron los conflictos entre los Asmoneos y los fariseos,
que incluso desembocaron en una guerra civil que se cobró 50.000 vidas judías. Aplastada
la rebelión, Janeo actuó de una manera que recordaba a los reyes paganos: mandó empalar a
800 rebeldes e hizo matar a sus esposas e hijos ante sus agonizantes ojos, mientras él
banqueteaba en público con sus concubinas.*

Pese a su enemistad con los fariseos, Janeo, como político pragmático que era, se dio
cuenta de que estos contaban cada vez con mayor apoyo popular, por lo que en su lecho de
muerte aconsejó a su esposa, Salomé Alejandra, que compartiera el poder con ellos. Janeo
había optado por que fuera ella, y no sus hijos, quien le sucediera al frente del reino.

ÁRBOL GENEALÓGICO: W01 15/6 30


La dinastía asmonea
Judas Macabeo Jonatán Macabeo Simón Macabeo

Juan Hircano
↓↓
Salomé Alejandra — se casó con — Alejandro Janeo Aristóbulo
↓↓
Hircano II Aristóbulo II
ARISTÓBULO I: W01 15/6 29
Al hijo mayor de Hircano, Aristóbulo, le sorprendió la muerte cuando solo llevaba reinando
un año. Él había continuado con los itureos la política de conversiones forzosas y había
puesto la alta Galilea bajo control asmoneo. Sin embargo, fue durante el reinado de su
hermano, Alejandro Janeo (de 103 a 76 a.E.C.), cuando la dinastía asmonea alcanzó el cenit
de su poder.

TOMA ITUREA: IT-1 1272; IT-2 731


Hacia fines del siglo II a. E.C., el rey macabeo Aristóbulo I venció en su lucha contra Iturea y
anexionó una buena parte de su territorio a Judea. Para permanecer en el país, los habitantes
de Iturea tuvieron que someterse a la circuncisión y obedecer la ley judía. (Antigüedades
Judías, libro XIII, cap. XI, sec. 3.)Más tarde, Iturea formó parte de la tetrarquía que Filipo
heredó de su padre Herodes el Grande. (Lu 3:1.)

ATACAN A ASDOD: IT-1 230


Durante el período macabeo, Judas Macabeo atacó la idólatra ciudad de Asdod (llamada
Azotus) alrededor del año 163 a. E.C., y más tarde, hacia el año 148 a. E.C., la atacó por
segunda vez Jonatán, el hermano de Judas, ataque en el que se quemó el templo de Dagón.
(1 Macabeos 5:68; 10:84.)

GOBERNACIÓN: W01 15/6 27-30; IT-1 1267


Independencia y desunión crecientes
Alcanzado el objetivo religioso de restaurar la adoración de Jehová en el templo, Judas
Macabeo se centró en intereses políticos, por lo que muchos judíos dejaron de seguirle.
Pese a ello, él continuó peleando contra los reyes seléucidas, concertó un tratado con Roma
y trató de crear un estado judío independiente. Judas murió en batalla, pero sus hermanos
Jonatán y Simón prosiguieron la lucha. Al principio, los gobernantes seléucidas
combatieron a los Macabeos con todas sus energías; no obstante, con el tiempo alcanzaron
acuerdos políticos por los que les concedían cierto grado de autonomía.
Aunque los Asmoneos descendían de sacerdotes, nunca habían ocupado el sumo
sacerdocio, un puesto que, en opinión de muchos judíos, pertenecía a los sacerdotes de la
línea de Sadoc, a quien Salomón había nombrado sumo sacerdote (1 Reyes 2:35; Ezequiel
43:19). Jonatán se valió de la guerra y la diplomacia para persuadir a los seléucidas de que
le dieran a él ese cargo, pero tras su muerte, su hermano Simón logró aún más. En
septiembre del año 140 a.E.C. se emitió en Jerusalén un importante decreto, conservado en
unas tablillas de bronce al estilo griego: “El rey Demetrio [el gobernante seléucida griego]
lo confirmó [a Simón], por esto, como sumo sacerdote, lo contó entre sus amigos, y lo
rodeó de honores [...]. Los judíos y los sacerdotes resolvieron que Simón fuera su caudillo y
sumo sacerdote de por vida hasta que apareciera un profeta digno de crédito” (1 Macabeos
14:38-41, libro histórico apócrifo).
Así, no solo las autoridades seléucidas extranjeras acordaron que Simón y sus
descendientes fueran gobernantes y sumo sacerdotes, sino también “la Gran Asamblea” de
su propio pueblo, lo cual constituyó un momento histórico decisivo. Como dijo el
historiador Emil Schürer, una vez que los Asmoneos crearon una dinastía política, “ya
no fue su mayor afán el cumplimiento de la Torá [la Ley judía], sino la defensa y la
ampliación de su poder político”. Sin embargo, Simón se cuidó de ofender la sensibilidad
de los judíos y escogió en lugar de “rey” el título “etnarca”, es decir, “caudillo del pueblo”.
No todo el mundo estaba de acuerdo con que los Asmoneos usurparan tanto el poder
religioso como el político. Muchos historiadores opinan que fue en aquella época cuando se
formó la comunidad del Qumrán. Un sacerdote de la línea de Sadoc —según se cree es el
personaje al que los escritos de Qumrán llaman “Maestro de justicia”— se marchó de
Jerusalén y condujo a un grupo opositor al desierto de Judea, al lado del mar Muerto. Uno
de los rollos del mar Muerto, un comentario del libro de Habacuc, condena al “Sacerdote
Impío, a quien se llama con el nombre de la fidelidad al comienzo de su gestión. Pero
cuando dominó sobre Israel se [engrió] su corazón”. El parecer de muchos estudiosos es
que esta descripción del “Sacerdote Impío” gobernante encaja o con Jonatán, o con Simón.
Simón prosiguió con sus campañas militares para extender los territorios bajo su control.
Sin embargo, su reinado terminó bruscamente cuando su yerno Tolomeo lo asesinó junto a
dos de sus hijos mientras celebraban un banquete cerca de Jericó. Este intento de hacerse
con el control del país fracasó, pues a Juan Hircano, el hijo superviviente de Simón, se le
avisó de que iban a atentar contra su vida, lo que le permitió capturar a quienes pretendían
matarlo, tras lo cual asumió el control político y el sumo sacerdocio en lugar de su padre.
Mayor expansión y opresión
Al principio, Juan Hircano tuvo que hacer frente a graves amenazas de parte de las fuerzas
sirias, pero en 129 a.E.C., la dinastía seléucida perdió una batalla crucial ante los partos.
Con relación a cómo le afectó esta guerra, el historiador judío Menahem Stern escribió:
“Toda la estructura del reino se desplomó”. Hircano “pudo entonces recobrar la total
independencia política de Judea y comenzar a expandirse en varias direcciones”. Y en
efecto se expandió.
Como la amenaza siria ya no representaba un obstáculo, Hircano empezó a invadir y
subyugar territorios fuera de los límites de Judea. Los habitantes de aquellos lugares tenían
que convertirse al judaísmo, o sus ciudades serían destruidas. Una de tales campañas fue
contra los idumeos (edomitas). El señor Stern comentó sobre ella: “La conversión de los
idumeos fue la primera de su clase, por tratarse de la conversión de todo un pueblo y no de
individuos aislados”. Otra de las zonas conquistadas fue Samaria, cuyo templo, situado en
el monte Garizim, arrasó Hircano. El historiador Solomon Grayzel escribió lo siguiente
sobre lo irónico de esta política de conversiones forzosas que llevó a cabo la dinastía
asmonea: “Nos encontramos con que el nieto de Matatías [padre de Judas Macabeo] estaba
violando el mismo principio que con tanta nobleza había defendido la generación anterior:
la libertad de cultos”.
Aparecen los fariseos y los saduceos
Josefo habla por primera vez de la creciente influencia de los fariseos y los saduceos al
escribir sobre el reinado de Hircano. (Ya había mencionado a los fariseos que vivieron
durante el reinado de Jonatán.) No nos cuenta los orígenes de los fariseos, pero algunos
investigadores opinan que procedían de los hasidim, una secta piadosa que apoyó a Judas
Macabeo mientras trató de alcanzar sus objetivos religiosos, pero que lo abandonó cuando
este empezó a abrigar ambiciones políticas.
Por regla general, el nombre fariseo se relaciona con una raíz hebrea que significa “los
separados”, aunque hay quien cree que está emparentado con “intérprete”. Los fariseos eran
eruditos que no pertenecían a un linaje especial, sino que procedían de la gente común. Se
separaban de la impureza ritual rigiéndose por unos principios de piedad especial, en virtud
de los cuales aplicaban a las situaciones cotidianas las leyes del templo relativas a la
santidad sacerdotal. Idearon una nueva manera de interpretar las Escrituras y el concepto
que más adelante recibió el nombre de ley oral. Durante el reinado de Simón incrementaron
su influencia gracias a que algunos entraron a formar parte de la Gerousía (consejo de
ancianos), que tiempo después recibió el nombre de Sanedrín.
Josefo cuenta que al principio Juan Hircano fue discípulo y partidario de los fariseos, pero
en un determinado momento ellos lo censuraron por no renunciar al sumo sacerdocio, lo
que desembocó en una drástica ruptura. Hircano prohibió las ordenanzas religiosas
farisaicas y, como castigo adicional, tomó partido por los saduceos, adversarios religiosos
de los fariseos.
El nombre saduceo probablemente se relaciona con el sumo sacerdote Sadoc, cuyos
descendientes habían ocupado el sacerdocio desde los días de Salomón, si bien no todos los
saduceos eran de este linaje. Según Josefo, eran aristócratas y gente acaudalada de la
nación, y no contaban con el apoyo de las masas. El profesor Schiffman comenta que, ‘al
parecer, la mayoría de ellos eran sacerdotes o se habían casado con mujeres de las familias
de los sumos sacerdotes’. Así que llevaban mucho tiempo relacionados estrechamente con
quienes ostentaban el poder, por lo cual percibían como una amenaza que podía minar su
autoridad natural la creciente importancia de los fariseos en la vida pública, así como su
idea de extender la santidad sacerdotal a todo el mundo. En los últimos años del reinado de
Hircano, los saduceos recuperaron el control.
Más política y menos piedad
Al hijo mayor de Hircano, Aristóbulo, le sorprendió la muerte cuando solo llevaba reinando
un año. Él había continuado con los itureos la política de conversiones forzosas y había
puesto la alta Galilea bajo control asmoneo. Sin embargo, fue durante el reinado de su
hermano, Alejandro Janeo (de 103 a 76 a.E.C.), cuando la dinastía asmonea alcanzó el cenit
de su poder.
Alejandro Janeo rompió con la norma seguida hasta entonces y se proclamó libremente
sumo sacerdote y rey. Se intensificaron los conflictos entre los Asmoneos y los fariseos,
que incluso desembocaron en una guerra civil que se cobró 50.000 vidas judías. Aplastada
la rebelión, Janeo actuó de una manera que recordaba a los reyes paganos: mandó empalar a
800 rebeldes e hizo matar a sus esposas e hijos ante sus agonizantes ojos, mientras él
banqueteaba en público con sus concubinas.*
Pese a su enemistad con los fariseos, Janeo, como político pragmático que era, se dio
cuenta de que estos contaban cada vez con mayor apoyo popular, por lo que en su lecho de
muerte aconsejó a su esposa, Salomé Alejandra, que compartiera el poder con ellos. Janeo
había optado por que fuera ella, y no sus hijos, quien le sucediera al frente del reino.
Salomé Alejandra fue una reina competente que dio a la nación uno de los períodos más
pacíficos de la época asmonea (76-67 a.E.C.). Los fariseos recuperaron sus puestos de
autoridad, y se revocaron las leyes contra sus ordenanzas religiosas.
A la muerte de Salomé, sus hijos Hircano II, que había sido sumo sacerdote, y Aristóbulo
II, se enzarzaron en una lucha por el poder. Ambos carecían de la visión política y militar
de sus antepasados, y parece que tampoco comprendieron toda la trascendencia de la
creciente presencia de Roma en la zona tras el hundimiento total de los seléucidas. En 63
a.E.C., ambos hermanos pidieron al gobernante romano Pompeyo, entonces en Damasco,
que mediara en su disputa. Ese mismo año, Pompeyo y sus tropas marcharon hacia
Jerusalén y asumieron el control. Fue el principio del fin de la dinastía asmonea. En 37
a.E.C. tomó Jerusalén el rey idumeo Herodes el Grande, a quien el Senado romano había
aprobado como “rey de Judea” y “aliado y amigo del pueblo romano”. Había terminado el
reino asmoneo.
APLASTADA: IT-1 1267
Roma nombró rey de los judíos a Herodes el Grande aproximadamente en 39 a. E.C., y unos
tres años más tarde este rey consiguió aplastar la gobernación asmonea.
conversión por la fuerza: sh 213
postura de los saduceos y fariseos: w01 15/6 29; it-1 1267
INFORMACIÓN GENERAL: W01 15/6 27-30; DP 227; W98 15/11 21-24
CUANDO Jesús estuvo en la Tierra, el judaísmo se hallaba dividido en partidos que
pugnaban por imponer su influencia sobre el pueblo. Este es el cuadro que pintan tanto los
relatos evangélicos como los escritos de Josefo, historiador judío del siglo primero.
Los fariseos y los saduceos tenían entonces una enorme autoridad sobre la opinión pública,
hasta el grado de inducirla a rechazar a Jesús como el Mesías (Mateo 15:1, 2;16:1; Juan
11:47, 48; 12:42, 43). No obstante, no se cita a estos dos influyentes grupos en ningún lugar
de las Escrituras Hebreas.

JONATÁN MACABEO: W01 15/6 27, 28


Aunque los Asmoneos descendían de sacerdotes, nunca habían ocupado el sumo sacerdocio,
un puesto que, en opinión de muchos judíos, pertenecía a los sacerdotes de la línea de
Sadoc, a quien Salomón había nombrado sumo sacerdote (1 Reyes 2:35; Ezequiel 43:19).
Jonatán se valió de la guerra y la diplomacia para persuadir a los seléucidas de que le dieran
a él ese cargo, pero tras su muerte, su hermano Simón logró aún más.

JUAN HIRCANO I: W01 15/6 28, 29


Al principio, Juan Hircano tuvo que hacer frente a graves amenazas de parte de las fuerzas
sirias, pero en 129 a.E.C., la dinastía seléucida perdió una batalla crucial ante los partos.
Con relación a cómo le afectó esta guerra, el historiador judío Menahem Stern escribió:
“Toda la estructura del reino se desplomó”. Hircano “pudo entonces recobrar la total
independencia política de Judea y comenzar a expandirse en varias direcciones”. Y en
efecto se expandió.
hace que los idumeos se circunciden: it-1 1199; it-2 731

JUAN HIRCANO II: W01 15/6 30


A la muerte de Salomé, sus hijos Hircano II, que había sido sumo sacerdote, y Aristóbulo II,
se enzarzaron en una lucha por el poder. Ambos carecían de la visión política y militar de
sus antepasados, y parece que tampoco comprendieron toda la trascendencia de la creciente
presencia de Roma en la zona tras el hundimiento total de los seléucidas. En 63 a.E.C.,
ambos hermanos pidieron al gobernante romano Pompeyo, entonces en Damasco, que
mediara en su disputa.

JUDAS MACABEO: W01 15/6 27; IT-2 72; G90 8/12 12



o Un dinámico jefe judío, Judas Macabeo, de una familia conocida como los Asmoneos,
encabezó un ejército rebelde que liberó el templo del control griego.*Alcanzado el objetivo
religioso de restaurar la adoración de Jehová en el templo, Judas Macabeo se centró en
intereses políticos, por lo que muchos judíos dejaron de seguirle. Pese a ello, él continuó
peleando contra los reyes seléucidas, concertó un tratado con Roma y trató de crear un
estado judío independiente. Judas murió en batalla, pero sus hermanos Jonatán y Simón
prosiguieron la lucha.

SIMÓN MACABEO: W01 15/6 27, 28; IT-2 72


Judas murió en batalla, pero sus hermanos Jonatán y Simón prosiguieron la lucha. Al
principio, los gobernantes seléucidas combatieron a los Macabeos con todas sus energías;
no obstante, con el tiempo alcanzaron acuerdos políticos por los que les concedían cierto
grado de autonomía.
Aunque los Asmoneos descendían de sacerdotes, nunca habían ocupado el sumo
sacerdocio, un puesto que, en opinión de muchos judíos, pertenecía a los sacerdotes de la
línea de Sadoc, a quien Salomón había nombrado sumo sacerdote (1 Reyes 2:35; Ezequiel
43:19). Jonatán se valió de la guerra y la diplomacia para persuadir a los seléucidas de que
le dieran a él ese cargo, pero tras su muerte, su hermano Simón logró aún más. En
septiembre del año 140 a.E.C. se emitió en Jerusalén un importante decreto, conservado en
unas tablillas de bronce al estilo griego: “El rey Demetrio [el gobernante seléucida griego]
lo confirmó [a Simón], por esto, como sumo sacerdote, lo contó entre sus amigos, y lo
rodeó de honores [...]. Los judíos y los sacerdotes resolvieron que Simón fuera su caudillo y
sumo sacerdote de por vida hasta que apareciera un profeta digno de crédito” (1 Macabeos
14:38-41, libro histórico apócrifo).
Así, no solo las autoridades seléucidas extranjeras acordaron que Simón y sus
descendientes fueran gobernantes y sumo sacerdotes, sino también “la Gran Asamblea” de
su propio pueblo, lo cual constituyó un momento histórico decisivo. Como dijo el
historiador Emil Schürer, una vez que los Asmoneos crearon una dinastía política, “ya
no fue su mayor afán el cumplimiento de la Torá [la Ley judía], sino la defensa y la
ampliación de su poder político”. Sin embargo, Simón se cuidó de ofender la sensibilidad
de los judíos y escogió en lugar de “rey” el título “etnarca”, es decir, “caudillo del pueblo”.
No todo el mundo estaba de acuerdo con que los Asmoneos usurparan tanto el poder
religioso como el político. Muchos historiadores opinan que fue en aquella época cuando se
formó la comunidad del Qumrán. Un sacerdote de la línea de Sadoc —según se cree es el
personaje al que los escritos de Qumrán llaman “Maestro de justicia”— se marchó de
Jerusalén y condujo a un grupo opositor al desierto de Judea, al lado del mar Muerto. Uno
de los rollos del mar Muerto, un comentario del libro de Habacuc, condena al “Sacerdote
Impío, a quien se llama con el nombre de la fidelidad al comienzo de su gestión. Pero
cuando dominó sobre Israel se [engrió] su corazón”. El parecer de muchos estudiosos es
que esta descripción del “Sacerdote Impío” gobernante encaja o con Jonatán, o con Simón.
Simón prosiguió con sus campañas militares para extender los territorios bajo su control.
Sin embargo, su reinado terminó bruscamente cuando su yerno Tolomeo lo asesinó junto a
dos de sus hijos mientras celebraban un banquete cerca de Jericó.

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