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ESTUPEFACIENTES
Serie 18
Gaceta Judicial 10 de 14-abr.-2009
Estado: Vigente
RECURSO DE CASACION
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA. PRIMERA SALA DE LO PENAL. Quito, 14 de abril del 2009; a
las 15h00.
VISTOS: Guillermo Rodríguez Bermúdez, Raúl Azpeitia Carranza, Gilberto Alejandro Cortez Fierro,
César Enrique Fernández Cevallos, César Saldaña Rangel y Luis Antonio González Ochoa,
interponen recurso de revisión del fallo expedido el 2 de marzo del 2005, a las 10h30, por la Primera
Sala de lo Penal de la Corte Superior de Portoviejo, 4 que al resolver la consulta confirma la
sentencia pronunciada el 20 de octubre del 2004, a las 08h00, por el Tribunal Primero de lo Penal de
Manabí, que les impuso a los dos primeros de los nombrados la pena acumulada de veinte y cinco
años de reclusión mayor especial por considerarles autores de los delitos de tráfico ilícito de
estupefacientes, así como el de gestión, organización y financiamiento de actividades delictivas
tipificadas y reprimidos en los artículos 62 y 84 de la Ley de Sustancias Estupefacientes; mientras
que, a Gilberto Alejandro Cortez Fierro y César Saldaña Rangel como autores del delito tipificado y
reprimido en el artículo 63; a César Enrique Fernández Cevallos, como autor del delito tipificado y
reprimido en el artículo 64 y a Luis Antonio González Ochoa como autor del delito tipificado y
reprimido en el artículo 62, todos de la Ley de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, les
impuso la pena de dieciséis años de reclusión mayor extraordinaria, a cada uno. Concluido el trámite
y siendo el estado procesal el de resolver, para hacerlo, se considera:
CUARTO: DICTAMEN FISCAL. El doctor Washington Pesantez Muñoz, Fiscal General del Estado,
en su dictamen que consta de fojas 184 y 185 del cuaderno de revisión, manifiesta en lo principal
que la causal contenida en el numeral 3 en la que se amparan los recurrentes para solicitar el
recurso de revisión, no ha sido demostrada en el término de prueba; es decir, que los testigos que
rindieron sus declaraciones en la audiencia de juzgamiento sean producto de actos delictuosos, así
como los documentos sean falsos y los informes periciales maliciosos o errados. Que los recurrentes
no han presentado prueba alguna para demostrar que los testigos hubieren formulado declaraciones
falsas y/o que no fueron idóneos para rendir sus testimonios. Que referente a la causal del numeral 4
del artículo 360 ibídem, tampoco los recurrentes dentro de la etapa probatoria han aportado nuevas
pruebas como era su obligación, toda vez que los recurrentes no sólo deben enunciar los hechos
que excluyen su responsabilidad, sino ofertar la prueba que lo justifique y aportarle efectivamente,
con el objeto de enervar la sentencia condenatoria dictada en su contra, al tener de lo dispuesto en
el artículo 362 del Código de Procedimiento Penal, habiéndose limitado a presentar certificados que
justifican no tener antecedentes penales, así como su honorabilidad y buena conducta. Por estos
motivos, y al no haberse logrado demostrar de manera fehaciente con prueba suficientemente
idónea y válida, las causales invocadas en sus sendos escritos de interposición del recurso, con el
fin de enervar su participación en los ilícitos por lo que se les condenó, en base a hechos ciertos y
verdaderos; que por el contrario con las pruebas que aparecen en autos y que han sido valoradas
conforme a las reglas de la sana crítica, el órgano juzgador ha arribado a la convicción y certeza de
la existencia de la infracción pesquisada y de la responsabilidad de los recurrentes; en
consecuencia, el Primer Tribunal Penal de Manabí, al no haber incurrido en error judicial alguno y no
haberse justificado los errores de hecho, por lo que estima que la Sala debe declarar la
improcedencia del recurso de revisión.
SEXTO: ANALISIS DE LA SALA. El recurso de revisión es un mecanismo legal para dejar sin efecto
una sentencia condenatoria pasada en autoridad de cosa juzgada, para lo cual, la Ley determina que
se deben aportar nuevas pruebas, excepto si se alega que no se hubiere comprobado conforme a
derecho la existencia del delito. En el caso sub júdice los recurrentes fundamentan su recurso, tato
(sic) en la causal tercera y cuarta. La Constitución vigente, nos obliga a una nueva lectura del
derecho, y de manera especial del derecho penal, ámbito en el cual los derechos fundamentales se
encuentran especialmente en peligro por lo que se torna necesario recurrir a éste como última opción
para la protección de bienes jurídicos tutelados por el derecho penal. Al respecto, el tratadista
español Santiago Mir Puig, señala: "El derecho penal de un estado social y democrático debe
asegurar la protección efectiva de todos los miembros de la sociedad, por lo que ha de tender a la
prevención de delitos (Estado Social), entendidos como aquellos comportamientos que los
ciudadanos estimen dañosos para sus bienes jurídicos (Estado Democrático). Un derecho penal de
esta naturaleza debe, pues, orientar la función preventiva de la pena con arreglo a los principios de
exclusiva protección de bienes jurídicos, de proporcionalidad y de culpabilidad". (El Derecho Penal
en el Estado Social y Democrático, pág. 36). Las características enunciadas, así como el carácter
fragmentario, subsidiario y residual del derecho penal, nos obligan a un entendimiento del mismo,
desde la protección de la libertad como derecho fundamental. Es por ello, que la dogmática penal se
f) Drs. Hernán Ulloa Parada. Luis Moyano Alarcón. Milton Peñarreta Alvarez.