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Contrato
de Cuenta
Corriente
Jennifer Virginia Díaz Sical
6º. Perito Contador con
Orientación en Computación
Clave: 3
Introducción
En la época del Imperio Romano los contratos fueron únicamente de palabra en vez
de documentos elaborados y calzados con la firma de un abogado como los
conocemos hoy, las partes involucradas cerraban sus pactos o acuerdos con un
apretón de manos o simplemente lo hacían de palabra.
En aquellos tiempos dichos gestos bastaban como muestra de confianza, lo cual era
bastante lógico considerando que los mercados eran más pequeños, con vendedores
y consumidores vinculados por la amistad, lazos familiares o el vecindario.
No obstante, con el crecimiento de las ciudades y las economías, así como de los
mercados y el aparecimiento de los nuevos negocios, se fue haciendo más difícil el
cumplimiento de dichos acuerdos y ya no fue suficiente la palabra o el gesto. Se
necesitaba de un documento escrito que estipulara las condiciones que se establecían
al momento de realizar cualquier actividad mercantil.
Es así como nace el contrato como se conoce hoy. El cual se definen como el
documento que recogen un acto jurídico bilateral o multilateral (porque intervienen
dos o más personas), que tiene por finalidad crear derechos y obligaciones entre las
partes, con respecto a una actividad específica. En el caso de un contrato mercantil,
con respecto a cualquier transacción mercantil o comercial.
Concepto
“El contrato de cuenta corriente es aquél por el cual dos personas, por lo general
comerciantes, temporalmente se conceden crédito recíproco en el sentido de quedar
obligadas ambas partes a ir sentando en cuenta sus remesas mutuas, como partidas
de cargo y abono, sin exigirse el pago inmediato, sino el saldo, a favor de la una o de
la otra, resultante de una liquidación por diferencia, al ser cerrada aquella en la fecha
convenida”.
En otras palabras, es aquel contrato que se lleva a cabo entre dos comerciantes, que
se encuentran en continuas relaciones de negocios y por el cual estos se remiten
recíprocamente cantidades de dinero, mercaderías, títulos-valores u otros efectos de
tráfico mercantil, estipulando convertir sus créditos en partidas de “Debe” y “Haber”,
de modo que solo resulte exigible la diferencia final procedente de la liquidación.
Base Legal
Elementos
Personales:
Los cuentacorrentistas que se obligan a anotar en su cuenta los créditos derivados
de sus remesas recíprocas.
Deudor y acreedor, al cierre de la cuenta.
Reales:
Las remesas recíprocas que se hacen las partes.
El saldo que resulte al cierre de la cuenta, que constituye un crédito exigible y
disponible a favor del que resulte acreedor.
Los intereses que se debe pagar por el saldo que resulte a favor de uno de los
cuentacorrentistas al cierre de la cuenta.
Formales:
Aunque la ley no lo dice, el contrato de cuenta corriente debe constar por escrito. El
Artículo 735 del Código de Comercio, establece, que: “La circunstancia de que en la
contabilidad de un comerciante se abra una cuenta corriente a otro, quien a su vez
lleve una cuenta corriente al primero, no prueba por sí sola, que entre ellos exista un
contrato de cuenta corriente”; de lo cual se deduce la obligatoriedad legal de la
existencia de este contrato celebrado entre las partes.
Características