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Tras la llegada de los españoles a las costas americanas, comenzó un periodo

de descubrimiento y colonización por parte de estos de un nuevo continente


que, hasta mucho más tarde, no se supo las dimensiones que tenía. Durante el
trascurso de las exploraciones, los españoles fueron tomando contacto con una
serie de civilizaciones que han sido denominadas como culturas
precolombinas. El Imperio inca, una civilización que se expandió por la zona
de los andes entre los S XV-XVI.

Los inicios del Imperio incaico

Parece ser que, alrededor del año 900 d.C., se produjo la decadencia de varios
reinos en la zona central de los andes, periodo que duraría aproximadamente
hasta el año 1200. Sería a partir de ese momento, cuando se comenzaría a
crear una cierta estabilidad tanto a nivel climatológico (al parecer hubo épocas
de grandes carestías) y a nivel socio-político (durante ese periodo las diversas
poblaciones estuvieron en pie de guerra).

Según los restos arqueológicos encontrados, los inicios del Imperio inca
debemos situarlos en el año 1200 aunque, claro está, solo se estableció un
domino promiscuo en el Cuzco, de hecho, no se conoce apenas nada de los
monarcas que estuvieron hasta el año 1438. Por lo tanto, ese periodo queda
envuelto en un halo mitológico donde lo único que podemos tener claro es que
fue una etapa en la que un pueblo de Cuzco consiguió ir doblegando mediante
el esfuerzo militar a los pueblos colindantes para ir creando un sistema
económico que permitiera expandirse más y más por América del sur.

Entre 1438-1471 es cuando conocemos al primer Inca, Pachacútec el primer


monarca que podemos decir que poseyó un gran Imperio, además de dividirlo
administrativamente para hacer más fácil el gobierno.

El periodo de expansión del imperio inca

En 1471 accedía al trono Túpac Yupanqui, un emperador que consiguió


grandes aportes militares ampliando el Imperio hacia el sur y colocando la
frontera del Imperio en el río Maule (Chile).

De igual modo, sometió a una de las culturas más antiguas de América del Sur,
los chimús, además de someter a otras tribus pertenecientes al altiplano de
Argentina. El norte también sufrió el avance de las tropas incaicas llegando
hasta la ciudad de Quito.

El reinado de dicho monarca acababa en el año 1493.

El fin del Imperio inca

En 1493 accedía al trono Huayna Cápac teniendo que hacer frente a una serie
de sublevaciones de los pueblos subyugados que también conformaban el
Imperio.
Esto pasaba cada vez que un inca moría, pues era el momento de mayor
debilidad del Imperio. Así hubo de hacer frente a los Chachapoyas, con lo que
anexionó además el golfo de Guayanil, lo que abrió paso a llegar hasta las
orillas del río Ancasmayo (Colombia) donde quedaría fijada la frontera.

En 1525 falleció en Quito de una enfermedad y comenzó de esa manera el fin


del Imperio, pues se urdió un plan para que el sucesor directo no obtuviera el
trono. Al mismo tiempo, otro de los hijos del inca, Atahualpa se rebelada contra
el orden establecido en Cuzco y desde Quito comenzó a crear un ejército para
arrebatarle el trono a Huascar.

En el año 1532 Atahualpa derrocaba a su hermano y lo hacía prisionero para


acabar con su vida un año más tarde.

En 1532 se ponía fin al Imperio Inca, pues en ese año fue hecho prisionero por
los españoles en la batalla de Cajamarca, siendo ajusticiado mediante garrote
en 1533.

La sociedad incaica

Hemos de conocer las diferentes clases sociales que conformaban esta


realidad:

Realeza
Es lo que conocemos por la familia real, es decir, el inca, su esposa y su
descendencia. Aquí debemos sumar a los hijos bastardos y el resto de familia
del inca.

Nobles

Había dos tipos:

Sangre: miembros de la familia del inca.

Privilegio: personas que habían prestado ayuda/servicios al inca, siendo sobre


todo sacerdotes y altos jefes.

Ayllu

Son las diferentes comunidades que había a lo largo de todo el Imperio. Eran
las culturas anteriores a la creación del imperio y dentro de estos había
también una jerarquía (jefes, sacerdotes, campesinos y esclavos). Además el
Imperio los dividía en:

Hatun Runa: los campesinos que tributaban.

Mitimaes: eran grupos obligados a marchar a las nuevas tierras recién


conquistadas para enseñarles la forma de tributación hacia Cuzco.

Yanaconas: eran enviados al Cuzco para servir al Inca, y otros eran obligados
a formar las filas el ejército. Dentro de este grupo las mujeres más bellas eran
enviadas a los templos para ejercer como sacerdotisas y ayudantes de los
sacerdotes.

Pinas: eran los


prisioneros de guerra,
cada vez que se
anexionaba un ayllu,
un grupo de este era
hecho prisionero y era
usado por el gobierno
para realizar obras
públicas.
La economía del Imperio inca

La economía de los incas era redistributiva, es decir, no existía la moneda,


aunque el inca era muy rico y tenía grandes adornos de oro (era tratado como
un Dios). La mita era una institución en la cual los habitantes del ayllu
colaboraban para sacar adelante todos los cultivos, después eran puestos en
comunidad y de ahí una parte era tributada al inca.

Para ello se usaba un sistema de cómputo, los conocidos quipus, que eran un
sistema de cuentas (aunque exactamente no se sabía cómo funcionaba, pues
los incas no tenían escritura), mientras que el sobrante era repartido
equitativamente entre la población. Si había una calamidad y era destruido
algún edificio de la aldea, todos colaboraban en la reconstrucción de este,
ayudando a la familia que se había quedado sin nada hasta el momento que
pudieran vivir por ellos mismos.

Su economía se basaba en la agricultura donde aprendieron a cultivar incluso


en terrazas, ofreciendo paisajes increíbles, los cuales aprovechaban la
gravedad para regar todas las plantas de cultivo.

Como no había moneda, el comercio se basaba en el trueque, cambiando


materiales o materias primas que tenían como excedente para obtener otras
que no había en la región.

La religión

Por último, la religión incaica era politeísta, además de naturalista, es decir,


como la gran mayoría de las tribus americanas, adoraban a los elementos a los
cuales divinizaban.

El templo más conocido es el famoso templo del sol, aunque había templos
dedicados al sol por todo el imperio, donde se realizaban sacrificios humanos,
como de animales y se entregaban cosechas.

Los sacerdotes pertenecían a la familia del inca y utilizaban a las mujeres más
bellas de los ayllus para que les sirvieran.

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