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Pensiones alimenticias en España

X CONGRESO ESPAÑOL DE SOCIOLOGÍA


PAMPLONA 1-3 JULIO de 2010
Grupo de trabajo: Sociología de la Familia

LAS PENSIONES ALIMENTICIAS EN ESPAÑA: DE LA RESPONSABILIDAD


PRIVADA A LA RESPONSABILIDAD PÚBLICA1
Isabel Madruga Torremocha – Doctora en Sociología

INTRODUCCIÓN

La ruptura matrimonial es un fenómeno que se extiende en el tiempo y a sociedades


muy diversas, pero en la época contemporánea ha adquirido características determinadas: va
unida al proceso de privatización creciente e individualización de los proyectos de vida
familiares, la postmodernización de la familia. Este proceso de privatización creciente
implica una pérdida del tradicional control ejercido a favor de una mayor libertad en la
conformación de los proyectos de vida individuales. Pero, en este contexto de
individualización de los proyectos de vida ¿Qué ocurre con las consecuencias sociales y
económicas de esa ruptura matrimonial para los hijos: las obligaciones económicas de los
padres hacia los hijos, y la guarda y custodia? ¿Se definen como responsabilidad privada o
pública?
Desde la aprobación del divorcio en 1981 se ha sucedido en la sociedad española el
incremento en el número de divorcios. Este incremento en el número de divorcios ha
desencadenado que las consecuencias sociales y económicas de la ruptura matrimonial para
los hijos pasen a formar parte del debate público. Esta ponencia se centrará en un estudio de
caso, el español, que ha pasado de presentar una responsabilidad privada respecto al pago de
la pensión alimenticia (acudir a los tribunales cuando el progenitor que no tenía la custodia
no la pagaba) a tener una responsabilidad pública con el Fondo de Garantía del pago de
alimentos que se implantó en 2007. En primer lugar, se detalla en qué consiste la
responsabilidad pública en torno a la pensión alimenticia y sus antecedentes históricos. En
segundo lugar, se detallan las diferentes respuestas que distintas sociedades han desarrollado
ante los problemas socioeconómicos desencadenados por el pago de la pensión alimenticia.
En tercer lugar, se expone de manera detallada las características y peculiaridades del caso
español. Finalmente, se concluirá con una reflexión explicativa sobre la respuesta adoptada
en España. Los argumentos funcionalistas pueden explicar esa singularidad, responsabilidad

1
Versión preliminar, no citar sin permiso de la autora.

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Pensiones alimenticias en España

privada sin intervención estatal, como resultado de una cuestión de retraso más que una
especificidad cultural del sur europeo (Madruga, 2006). Pero esos mismos argumentos
funcionalistas son incapaces de explicar el carácter subsidiario que ha adquirido con el fondo
de 2007. A partir de fuentes secundarias: informes del Defensor del Pueblo, proposiciones de
ley, datos de servicios y políticas sociales se argumentará que son las políticas de senda la
principal explicación de la respuesta adoptada en España.

1. RESPONSABILIDAD PÚBLICA RESPECTO AL PAGO DE LA PENSIÓN


ALIMENTICIA: DEFINICIÓN Y ANTECEDENTES HISTÓRICOS.
La ruptura matrimonial es un fenómeno que se extiende en el tiempo y a sociedades
muy diversas. En la época moderna y en las sociedades europeas estuvo fuertemente influida
por las ideas cristianas, por un lado, el catolicismo consideraba indisoluble al matrimonio y
por otro, el luteranismo aceptaba el divorcio en caso de adulterio y abandono (Goode, 1992:
30-33; Agell, 1992: 54-55). Estas diferentes actitudes con el transcurso de los años
desembocaron en una modernización de las leyes de divorcio que acabó aceptando la ruptura
matrimonial como el deseo de uno de los esposos de acabar con el matrimonio. Alrededor de
1976 la mayoría de países europeos y los de tradición liberal habían evolucionado hacia
leyes de divorcio sin culpa (Castles y Flood, 1993).
La pensión alimenticia es el dinero pagado para el mantenimiento de sus hijos por
parte del progenitor que no tiene la custodia. Existen distintas opciones a la hora de
determinar la cantidad de dinero que conforma dicha pensión. En primer lugar, una cantidad
mínima para satisfacer necesidades. En segundo lugar, la pensión alimenticia puede
representar una proporción del ingreso neto del progenitor ausente. Por último, el sistema de
tablas con escalas de ingresos, mediante el cual las cantidades se fijan como un porcentaje de
los ingresos del padre ausente, sin exceder del 50% de esos ingresos (Dopffel, 1988: 195).
El fondo o adelanto de la pensión alimenticia es una prestación pública que
proporciona una cantidad de dicha pensión, en este caso se habla de una responsabilidad
pública respecto a las consecuencias económicas de la ruptura matrimonial. Las diferentes
opciones, responsabilidad pública, responsabilidad privada, responden a cómo se define el
divorcio y las consecuencias económicas negativas que éste tiene para los niños y las
mujeres: como un asunto privado que deben resolver los dos progenitores ante los tribunales
o como un asunto público que requiere de la participación estatal (Kamerman y Kahn:
1988:84). De acuerdo con algunos autores, el divorcio siempre adquiere una dimensión
pública, al menos por tres razones: desencadena demandas relativas a la protección social de

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los niños y del más débil de los cónyuges; plantea dilemas de moral pública y economía
política en torno al rol de los gobiernos en el aumento de la inestabilidad matrimonial;
finalmente, el divorcio es un asunto de política pública al afectar los cambios sociales y
económicos las demandas de los grupos afectados por la ley de divorcio (Castles y Flood,
1993: 293-294).
Desde un punto de vista histórico se puede constatar que la ruptura matrimonial se ha
considerado como responsabilidad pública en aquellas sociedades que promulgaron una
ayuda en el mantenimiento de los hijos, prestación en la que el Estado ofrecía ayuda
monetaria cuando el progenitor que no tenía la custodia no podía pagar por el mantenimiento
de sus hijos. Países escandinavos como Suecia y Dinamarca2 desarrollaron este tipo de
prestación, Child Maintenance Support. Suecia introdujo en 1937 un tipo de adelanto de
pensión alimenticia que podían pedir madres solteras, divorciadas y abandonadas en caso de
que el padre no pagase o pagase muy poco por el mantenimiento económico de sus hijos. El
gobierno adquiría responsabilidad con estas madres actuando como un intermediario entre el
progenitor que tenía la custodia y el que no la tenía. Las familias afectadas recibían una
cierta cantidad por parte del gobierno, quien se encargaba a su vez de recuperar esta deuda
del progenitor responsable. Las cantidades que no fueran recaudadas corrían a cargo de la
hacienda pública y los criterios para acceder a dicha prestación eran los siguientes: las
beneficiarias eran mujeres demasiado pobres para mantener económicamente ellas solas a
sus hijos, es decir, tenía un criterio residual; otro requisito era tener una relación legal con el
padre, lo que implicaba que la paternidad debía estar legalmente reconocida antes de que el
adelanto se concediera; finalmente la prestación tenía un carácter de adelanto, el Estado
servía de intermediario y luego recuperaba la cantidad (Madruga, 2006: 29).
En relación con los dos primeros criterios se produjeron cambios en 1947: la
prestación adquirió un carácter universal al hacerse independiente de los ingresos del
progenitor que tenía la custodia. Al mismo tiempo, los niños con padre desconocido podían
acceder a dicha prestación hasta cumplir la edad de tres años. Posteriormente, en 1957 se
suprimió el carácter de adelanto al incluir una cantidad mínima garantizada para cada niño.
Con esta decisión los niños cuyos progenitores no tuvieran la custodia y no pudieran pagar
recibían esta cuantía mínima (Madruga, 2006: 128).
Mientras que en Suecia y Dinamarca se enfatizaba la responsabilidad pública
respecto a las familias monoparentales, en EEUU se ponía el énfasis en la responsabilidad

2
Introdujo una prestación estatal de adelanto de la pensión alimenticia dirigido a madres solteras, abandonadas
y divorciadas.

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privada, ejemplo seguido por otras sociedades anglosajonas como Australia y Reino Unido
(Gauthier, 1996: 91; Madruga: 2006: 78-79). En lugar de adelantar la pensión, se reforzó la
obligación del progenitor que no tenía la custodia para que pagase, a la vez que se establecía
el reconocimiento de la paternidad.

2. DIFERENTES RESPUESTAS AL PROBLEMA DE LA PENSIÓN ALIMENTICIA


Como se ha destacado en párrafos precedentes las consecuencias económicas
adversas derivadas de una ruptura matrimonial se pueden abordar como responsabilidad
privada e individual o bien como responsabilidad pública. La responsabilidad pública es
cuando el Estado proporciona un fondo o adelanto de la pensión alimenticia, adelantando
todo o parte de la misma. Esta medida forma parte de la política familiar e implica un
carácter público de las obligaciones económicas entre padres e hijos y se diferencia de la
pensión alimenticia que sería un tipo de medida de carácter privado (Madruga, 2006: 72).
La primera generación de estudios sobre política social se basó en enfoques
funcionalistas que consideraban a las necesidades de la población como una de las
principales causas en el desarrollo de dichas políticas. Aplicado a la política familiar cabe
destacar la investigación de Gauthier (1996) en la cual los cambios demográficos son la
principal explicación en el desarrollo de las políticas familiares estudiadas. Kamerman y
Kahn (1988) también utilizan argumentos funcionalistas para explicar el desarrollo del
adelanto o fondo de la pensión alimenticia: la creciente incidencia y visibilidad de la
monoparentalidad; el crecimiento de los costes en las prestaciones asistenciales y la
importancia de la pensión alimenticia como alternativa; por último, la visión de las
prestaciones asistenciales como medidas inadecuadas para satisfacer las necesidades
económicas de los hijos que viven sólo con un progenitor.
La segunda generación de estudios sobre política social se caracterizó por añadir a
los enfoques basados sólo en datos de gasto, propio de los enfoques funcionalistas, el estudio
de las características institucionales de las políticas sociales. Con ello demostraron que ante
el surgimiento de necesidades sociales no todos los países atravesaban la misma senda sino
que había diferentes respuestas. Siguiendo la estela de esa segunda generación Madruga
(2006) delimitó en una muestra de países las características institucionales de lo que
denominó adelanto de la pensión alimenticia que era la respuesta pública a las obligaciones
económicas después de una ruptura matrimonial. El establecimiento de las diferencias entre
los países contribuyó a la realización de una tipología. Aparecían dos grupos nítidamente

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diferenciados3: los que ofrecían una respuesta o responsabilidad pública: países


escandinavos y países europeos continentales y los países que facilitaban una respuesta o
responsabilidad privada, países de tradición liberal. En estos últimos países, cuando el
progenitor ausente no pagaba la pensión alimenticia, se le obligaba a satisfacer el pago de la
misma en algunos casos requiriendo la intervención estatal a través de la creación de una
agencia. Fue en EEUU, alrededor de los años sesenta, donde primero se requirió el pago
obligatorio de la pensión alimenticia. No se reconoció lo injusto y poco equitativo que
puede resultar para el bienestar de los hijos no establecer un mínimo de pensión alimenticia.
En su lugar se reforzó la obligación de los padres para que pagasen esta pensión alimenticia
aunque esto los pudiera conducir a depender de las prestaciones asistenciales. Siguiendo a
EEUU otros países anglosajones4 como Reino Unido, Australia se han distinguido por
reforzar los pagos económicos de las obligaciones familiares.
En el grupo de países que proporcionaban una respuesta pública los países
escandinavos poseían una tradición histórica en este tipo de medidas y por otro lado,
proporcionaban programas más generosos y más accesibles, requiriéndose sólo el registrarse
para acceder a ellos. A diferencia de éstos, en este mismo grupo los países europeos
continentales sólo recientemente habían implementado esta prestación. La característica
general de subsidiariedad en relación con la familia que ha impregnado las políticas de estos
países continentales también influyó en el adelanto de la pensión alimenticia: no sólo se
aprobó más tarde, sino que al mismo tiempo, la recepción del mismo no se concibió como un
derecho social sino ligado a las prestaciones asistenciales.
Pero, tres países del sur de Europa, España, Italia y Portugal, no encajaban en las
características del grupo europeo continental al existir como única opción en el período de
tiempo analizado acudir a los tribunales cuando el progenitor ausente no pagaba la pensión
alimenticia. Eran países con una respuesta del tipo responsabilidad privada sin intervención
estatal. Esta especificidad se debía no tanto a diferencias nacionales específicas y
permanentes sino más bien a una cuestión de retraso (Madruga, 2006). No se habían
manifestado las necesidades para que actuara el principio de subsidiariedad: las tasas de
divorcio no eran tan altas como en otras sociedades europeas debido a que el divorcio se
aprobó más tarde. Es la pérdida de esa aparente especificidad española el eje de esta

3
Los tipos o modelos son construcciones del investigador que subraya determinados aspectos y los relaciona en
una configuración coherente multidimensional. Así, esta autora construye su tipología a partir de la observación
de similaridades en las características institucionales del adelanto de la pensión alimenticia. Para apreciar los
matices diferenciales entre los distintos países véase (Madruga, 2006: 77-79).
4
Australia creó una Agencia de Child Support en 1988, el Reino Unido en 1991 y también Nueva Zelanda.
(Madruga, 2006: 78-79).

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ponencia y por ello a continuación pasaremos a describir de manera más detallada el caso
español.

3. EL PAGO DE LA PENSIÓN ALIMENTICIA EN ESPAÑA: INTRODUCCIÓN Y


CAMBIOS.
Hasta el año 2007 el impago de la pensión alimenticia en España adoptaba una
estrategia privada: sólo se podía acudir a los tribunales de justicia si el progenitor que no
tenía la custodia no pagaba. Esta estrategia se debió entre otras razones a que la pensión
alimenticia y su obligación de pagarla están ligadas a la historia del divorcio. El tema del
divorcio evidenció el conflicto Iglesia – Estado que ha estado tan presente en la historia
española y que se materializó en su tardía adopción y en el tipo de divorcio que se instauró.
Asimismo, la pensión alimenticia ha protagonizado la batalla entre distintos grupos sociales:
asociaciones de mujeres y asociaciones de hombres, mezclándose el debate con la pensión
compensatoria5 y custodia. Será a partir de estos ejes cómo en los próximos párrafos
abordaremos la descripción de los principales cambios acaecidos.
En la mayoría de los países occidentales se produjo una evolución del divorcio
sanción al divorcio ruptura en la década de los sesenta lo que constituyó una modernización
en las leyes de divorcio. Este divorcio ruptura se basaba en el deseo de las partes de terminar
con el matrimonio. A diferencia de estas sociedades en España se instauró el divorcio en
1981 a través de una tercera vía, la de la separación. El divorcio era posible después de un
año de separación judicial con consentimiento mutuo, dos años de separación formal en otras
circunstancias, o bien después de cinco años de separación de facto. Se puede concluir que la
ley de 1981 implantó el divorcio ruptura pero la única forma de acceder al mismo era a
través de la separación, con lo cual el divorcio era menos asequible y más lento, lo que en la
práctica lo convertía en un divorcio sanción (Madruga, 2006: 212-213).

En 1979 la proposición de ley más innovadora en relación con una respuesta pública
ante el impago de la pensión alimenticia fue la respaldada por las organizaciones feministas
a través del Grupo Mixto. Se consideraba que cuando ni la mujer ni el marido tuvieran
medios económicos, el Estado debía concederle a la esposa una pensión alimenticia por el
valor del salario mínimo interprofesional y el Estado responsabilizarse de proporcionar a la

5
El presupuesto básico de la pensión compensatoria es el desequilibrio económico que para uno de los
cónyuges puede significar la separación o divorcio, en relación con la posición del otro, y que lleva a un
empeoramiento de su situación anterior al matrimonio.

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mujer una formación profesional adecuada y garantizarle la obtención de un puesto de


trabajo.

Con posterioridad se dieron varias reformas en relación con el divorcio. Por un lado,
una reforma que incidía en el carácter privado de la ruptura matrimonial, la introducción en
la Ley de Divorcio de 1981 del delito de impago de prestaciones6 a través de la Ley Orgánica
3/89 de 21 de junio de actualización del Código Penal7. Gracias a este sistema, el cobro se
llevaba a cabo a través de los procedimientos ordinarios, los tribunales. Esta opción gravaba
más el bienestar de los hijos de las familias con bajos ingresos pues el acudir a los tribunales
requiere tanto de consejo legal como recursos económicos que muchas veces no estaban al
alcance del progenitor que tenía la custodia. Por otro lado, una posibilidad de reformar la ley,
es decir, un intento modernizador de la ley del divorcio: la proposición de Ley sobre
Divorcio y Separación de 12 de septiembre de 1994 elaborada por el partido socialista. El
aspecto fundamental de esta proposición era su carácter modernizador, se pretendía
establecer el divorcio ruptura: supresión del período de separación previo al divorcio;
desaparecían de las causas legales del divorcio cualquier vestigio de culpabilidad y se
introducía la quiebra de la convivencia familiar como causa legal de divorcio y separación
(Madruga, 2006: 232-233).

A medida que la ruptura matrimonial se generaliza en España el debate sobre la


pensión alimenticia se une al de la custodia y al de la pensión compensatoria, convirtiéndose
en arma arrojadiza entre los excónyuges. Se perdía de vista que tanto la patria potestad
como la guarda y custodia de los hijos, y los derechos de comunicación de éstos no son
derechos a favor de los progenitores en relación con los hijos, sino derechos de los hijos en
relación con los progenitores.

En la década de los noventa las asociaciones de padres separados demandaban la


custodia compartida y justificaban el impago de pensiones alimenticias amparándose en el

6
Este delito no era nuevo en el ordenamiento jurídico español, pues la Ley de Divorcio de 1932 lo recogía en
su artículo 34. A pesar del frecuente incumplimiento de las resoluciones civiles en materia de prestaciones
económicas matrimoniales, la legislación franquista eliminó este delito.
7
El delito recaía sobre todo aquel que dejase de pagar durante tres meses consecutivos o seis meses no
consecutivos cualquier tipo de prestación económica a favor del cónyuge o de los hijos, en procesos de
separación judicial, divorcio o nulidad, donde constaba la obligación de pago en el convenio aprobado o bien
en la resolución judicial.

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incumplimiento del régimen de visitas8. Estas asociaciones consideraban discriminatorio que


sólo se penalizase cuando no se pagaba la pensión alimenticia y que, por el contrario, no se
sancionase la negativa del progenitor que tenía la custodia al derecho de visitas para el
progenitor que no la tuviera; la supresión de la pensión compensatoria o en su defecto que se
limitase a un máximo de dos años al considerarla injusta para quien la daba y denigrante para
quien la recibía al vincularle al ex-cónyuge; la eliminación de la prisión por el impago de
pensiones y su sustitución por prestaciones sociales y embargos. Finalmente, se planteaba la
modificación del IRPF para considerar como gasto deducible el pago de pensiones
alimenticias, pudiendo desgravar por los hijos el 50% cada progenitor. Por su parte las
asociaciones de mujeres subrayaban el problema del impago de la pensión alimenticia y
estaban en contra de la custodia compartida aludiendo al bajo porcentaje de padres que la
solicitaban, 20% frente al 90% de las madres (Ferrnández Cordón y Tobío, 1999: 352, 356).
En la década de los noventa como ya ocurrió en los países europeos continentales se
evidenció el carácter asistencial vinculado a la pensión alimenticia al ligar la tramitación de
los salarios sociales con la presentación por impago de dicha pensión alimenticia, ej: la
Comunidad de Madrid. Frente a la inexistencia a nivel estatal de un fondo o adelanto de la
pensión alimenticia, las CCAA hacían efectivo sus competencias en materia asistencial9. De
esta manera la descentralización política venía a llenar un vacío existente (Iglesias de Ussel,
1998)10.
Los temas relativos al divorcio centraron el debate durante los gobiernos del PP.
Volvemos a encontrar dos temas en el debate: los que se centraban en el carácter privado de
la ruptura matrimonial y los que intentaban modernizar la ley. Por un lado, el partido
gobernante se negó a reformar la ley del divorcio alegando que las diferentes propuestas
presentadas11 suponían parches al Código Civil y lo que se requería era un tratamiento
interdisciplinar. Pero, por otro lado, se introdujeron novedades judiciales y económicas. Se
8
Estas asociaciones forman parte del conjunto de asociaciones familiares, en concreto han sido caracterizadas
como asociaciones de familiares monoparentales y específicamente, las relativas a la separación y divorcio
(Ayuso, 2009).
9
En la década de los noventa sólo la Comunidad Autónoma de Euskadi, en concreto, el Instituto Vasco de la
Mujer / Emakunde presentó en el parlamento autonómico un proyecto de ley de adelanto de la pensión
alimenticia (Madruga, 2006: 235).
10
La Constitución de 1978, al establecer la descentralización del sistema político va a impulsar cambios en el
sistema de protección familiar. Se establece la Asistencia Social como una competencia de las Comunidades
Autónomas. Su principal efecto ha sido la multiplicación de órganos impulsores de actuaciones asistenciales
destinadas a la familia.
11
En el año 2001 esta reforma fue demandada por la Asociación Española de Abogados de Familia, por CIU y
el PSOE. La proposición de CIU pedía que se simplificase la ruptura matrimonial. La del PSOE incluía los
malos tratos como causa automática de divorcio e incorporaba medidas para luchar contra el secuestro de hijos
por parte de uno de los progenitores (Madruga, 2006: 248).

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aprobó el 30 de octubre de 1998 el proyecto de Ley de Enjuiciamiento Civil que entre otras
cosas facilitó los procedimientos civiles. La agilidad implicaba que las demandas civiles,
entre otras los divorcios, se resolvían a través de juicios verbales en cuya vista debían estar
presentes los dos cónyuges y en la que se resolvía no sólo la separación legal de la pareja
sino también las medidas provisionales, custodia de los hijos, uso de la vivienda familiar,
etc., que con anterioridad formaba parte de un procedimiento separado. La nueva legislación
fiscal impulsada por el PP afectó a las pensiones alimenticias. Por un lado, se establece un
mínimo vital que pasa de 550.000 a 900.000 pts en caso de ser familia monoparental
independientemente de su origen. Por otro, la escala impositiva se aplicaba separadamente,
por un lado, a las anualidades de alimentos a favor de los hijos y, por otro lado, a la renta
restante, lo que implica una menor acumulación de las rentas y una reducción del tipo
marginal (Madruga, 2006: 248).
La modernización de la ley de divorcio, esto es, la adopción del divorcio ruptura, se
llevará a cabo con la reforma de la ley de divorcio del gobierno de Rodríguez Zapatero. Los
aspectos del divorcio ruptura que se introducen son: la disolución matrimonial sin la previa
separación de hecho o judicial12 y el deseo de uno de los esposos de disolver el matrimonio
como única causa para solicitar el divorcio13. Como requisito deben haber transcurrido tres
meses desde la celebración del matrimonio salvo que el interés de los hijos o del cónyuge
demandante justifique la suspensión de la convivencia con antelación.
Otro aspecto novedoso que introduce la ley es la posibilidad de custodia compartida,
es decir, los padres deciden si la guarda y custodia se ejerce sólo por uno de ellos o bien por
ambos de forma compartida. Se buscaba siempre el beneficio del menor, el derecho de los
hijos a mantener una relación con los dos progenitores14, y la corresponsabilidad en el
ejercicio de la patria potestad. El tema de la custodia compartida de los hijos de padres
divorciados se ha ido imponiendo en muchos países por varias razones: primera, como una
forma de fortalecer las buenas relaciones entre los hijos y los padres. Entre otras razones

12
Aunque se mantiene la separación judicial como figura autónoma para aquellos que por diversas razones
decidan no optar por la disolución matrimonial.
13
La ley prevé junto a la anterior posibilidad que ambos cónyuges soliciten conjuntamente la separación o
divorcio. Los requisitos que deben concurrir son prácticamente coincidentes con los vigentes hasta ahora.
Únicamente se ha procedido a reducir a tres meses el tiempo que debe mediar entre la celebración del
matrimonio y la solicitud de divorcio.
14
En la exposición de motivos se dice: “En el antiguo modelo de separación-sanción, la culpabilidad del
cónyuge justificaba que éste quedase alejado de la prole. Se ha impedido en muchos casos que, tras la
separación o el divorcio, los hijos continúen teniendo una relación fluida con ambos progenitores. La
consecuencia de esta práctica ha sido que los hijos sufran innecesariamente un perjuicio que puede evitarse.
Así, cualquier medida que imponga dificultades a la relación de un progenitor con sus descendientes debe
encontrarse amparada en serios motivos y ha de justificar su protección ante un mal cierto, o la mejor
realización de su beneficio.

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Pensiones alimenticias en España

para satisfacer las necesidades psicológicas del padre que no vive con el hijo y para
mantener una buena relación e incrementar el sentimiento de responsabilidad de los padres
(Agell, 1992: 59). Segundo, la importancia de la custodia compartida es resultado de los
cambios de derecho de familia motivados principalmente por regulaciones internacionales: el
artículo 915 de la Convención de Derechos del niño de 1989; el artículo 8 de la Convención
Europea de Derechos Humanos ha influido para que los jueces concedieran la custodia
compartida a ambos padres o incluso o se la impusieran si esta decisión beneficiaba al niño
(Vlaardingerbroek, 2002: 136).
Otra de las novedades de esta reforma es la introducción de un fondo de garantía de
alimentos, el RD 1618/2007 de 7 de diciembre sobre “organización y funcionamiento del
Fondo de Garantía del Pago de Alimentos16. Entre los motivos se destaca la solución de un
problema social de indudable importancia y el avance en la protección integral de las
familias y de los hijos, cumpliendo el artículo 39 de la Constitución. Se reconoce como
problema social las situaciones de precariedad para los hijos menores y para la unidad
familiar derivados de los incumplimientos del pago de alimentos establecidos a favor de los
hijos menores de edad. El RD reconoce como causas de esos incumplimientos: la negativa
deliberada del obligado al pago de alimentos a satisfacerlos y, en otros casos, a la
imposibilidad real del deudor de hacerlos efectivos. Para acceder a dicho Fondo debe tenerse
resolución de un Tribunal español donde se reconozcan los alimentos (artículo 2.4).
Por lo que se refiere a los beneficiarios y las condiciones de acceso los beneficiarios
serán españoles menores de edad así como los menores nacionales de los demás Estados
miembros de la Unión Europea residentes en España, titulares de un derecho de alimentos
judicialmente reconocido e impagado17. Segundo, se considera como unidad familiar
exclusivamente la formada por el padre o la madre y aquellos hijos e hijas menores de edad,
titulares de un derecho de alimentos judicialmente reconocido e impagado, que se
encuentren a su cargo. Tercero, los recursos e ingresos, computados anualmente no podrán

15
El art. 9 hace mención a la Separación de padres y madres y establece que es un derecho del niño a vivir
con su padre y su madre, excepto en los casos que la separación sea necesaria para el interés superior del
propio niño. Es derecho del niño mantener contacto directo con ambos, si está separado de uno de ellos o de
los dos. Corresponde al Estado responsabilizarse de este aspecto, en el caso de que la separación haya sido
producida por acción del mismo.
16
Artículo 2.2: El Fondo de Garantía del Pago de Alimentos tiene como finalidad garantizar a los hijos e hijas
menores de edad el pago de alimentos reconocidos e impagados establecidos en convenio judicialmente
aprobado o en resolución de nulidad del matrimonio, divorcio, declaración de nulidad del matrimonio,
filiación o alimentos, mediante el abono de una cantidad que tendrá la condición de anticipo.
17
El RD también reconoce en el artículo 4.2 como beneficiario en determinados supuestos a los menores de
edad extranjeros no nacionales de un Estado miembro de la Unión Europea.

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Pensiones alimenticias en España

superar una determinada cantidad en función del número e hijos e hijas menores que integren
la unidad familiar18. Finalmente, la cuantía tiene un carácter mensual y se establece un
máximo de 100 euros mensuales19.

4. EL PAGO DE LA PENSIÓN ALIMENTICIA: DE RESPONSABILIDAD


PRIVADA A RESPONSABILIDAD PÚBLICA.
La pensión alimenticia ha sido objeto de debate público en las últimas décadas en las
sociedades desarrolladas. ¿Quién debe pagar la pensión alimenticia? ¿A cuánto debe
ascender la misma? ¿Se deben tener en cuenta los ingresos del padre que no tiene la custodia
en el cálculo de la cantidad de la pensión alimenticia? ¿Debe estar asociada la pensión
alimenticia con la pensión compensatoria, y con la custodia? Todas éstas son preguntas que
se suceden en sociedades que han experimentado el incremento en el número de divorcios y
responden a la dicotomía entre responsabilidad pública/responsabilidad privada respecto a
las obligaciones económicas después de una ruptura matrimonial.
Por un lado, se ha puesto de manifiesto el carácter regresivo de la pensión alimenticia
debido a que las obligaciones alimenticias representan una proporción mayor de los ingresos
de los progenitores con bajos ingresos que de aquellos que tienen ingresos medios o altos.
Unas veces la cuantía de la pensión alimenticia es reducida porque la suma establecida en un
principio lo era, y otras veces este nivel bajo indica que la cuantía de la pensión no se ha
puesto al día para reflejar los cambios tanto en el coste de la vida como en la capacidad
económica del progenitor que no tiene la custodia. También tiene un carácter regresivo la
posibilidad de acceder a los tribunales cuando el progenitor que no tiene la custodia no paga
la pensión alimenticia. Esta posibilidad requiere tanto de consejo legal como de medios
económicos, que en muchos casos no están al alcance del progenitor que tiene la custodia,
debido a sus bajos ingresos. Cuando se deja a la iniciativa privada, es decir, a los tribunales
de justicia, la satisfacción de las obligaciones económicas derivadas de los lazos familiares
después de una ruptura familiar, esta decisión tiene un efecto negativo para el bienestar de
los hijos (Garfinkel y Wong: 1990: 101-102). Asimismo, existe una limitación al intentar
solucionar este problema social a través del Código Penal. Por un lado, está demostrado que
18
Cantidad resultante de multiplicar la cuantía anual del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples
(IPREM), vigente en el momento de la solicitud del anticipo por el coeficiente que corresponda en función del
número de hijos e hijas menores que integren la unidad familiar. Dicho coeficiente será 1,5 si sólo hubiera un
hijo, y se incrementará en 0,25 por cada hijo, de forma que el coeficiente será 1,75 si hubiera dos hijos en la
unidad familiar, 2 si hubiera tres hijos, y así sucesivamente.
19
Si la unidad familiar estuviera integrada por varios beneficiarios este límite operará para cada uno de ellos.
Si la resolución judicial fijara una cuantía inferior a la prevista, la cuantía del anticipo a percibir con cargo al
Fondo será la fijada por dicha resolución judicial.

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Pensiones alimenticias en España

las penas privativas de libertad de corta duración carecen de efecto resocializador, más bien
el efecto es contraproducente al sustraer al incumplidor de su ámbito laboral lo que le
impedirá obtener ingresos para pagar la pensión alimenticia. Por otro lado, una de las
razones que conducían a la absolución era la imposibilidad del obligado de hacer frente al
pago, por ejemplo, al encontrarse en paro20 (Sillero y Laurenzo, 1996: 118).
Una vez constatado el carácter regresivo de la pensión alimenticia se debatió la
conveniencia de que estas responsabilidades económicas derivadas de las obligaciones
familiares pasasen a ser competencia de la esfera pública, contemplándose dos posibilidades.
En primer lugar, obligar al progenitor ausente al pago de la pensión a través de una agencia y
en segundo lugar, proporcionar un mínimo o sustituto de esta pensión (Madruga, 2006:73).
La creación en 2007 de un fondo que garantiza el pago de la pensión alimenticia se
produjo a partir de la reforma de la ley de divorcio en 2004. Este fondo español cómo se ha
explicado en el apartado precedente presenta características de asistencialismo y de
subsidiariedad que lo hermana con los de otros países europeos continentales y lo aleja del
modelo escandinavo donde la satisfacción de estas obligaciones económicas después de la
ruptura matrimonial adquirió el carácter de un derecho social. ¿Cuáles han sido las razones
de este acercamiento a los países europeos? ¿Qué hizo posible abordar una respuesta pública
a las consecuencias económicas de la ruptura matrimonial para los hijos en 2007 y no en
1981, con la introducción del divorcio, o, posteriormente, en 1994 con el proyecto de
reforma de la ley de divorcio?
Madruga (2006) respondió a estas preguntas relativas a los años 1981 y 1994
utilizando argumentos funcionalistas siguiendo la estela de Kamerman y Kahn (1988b). Por
un lado, la promulgación del divorcio en 1981 y la ausencia de un adelanto de la pensión
alimenticia lo explica por el fuerte legado institucional de confrontación Iglesia- Estado y
por el contexto de transición a la democracia. El fuerte legado institucional de confrontación
respecto a la ruptura matrimonial heredado fue el que determinó tanto el tipo de divorcio que
se instauró en España como la ausencia del adelanto de la pensión alimenticia, al
reproducirse, en cierta medida, el antagonismo político de los años treinta. El divorcio en
España era la culminación de una larga batalla entre los partidos de izquierda y de derecha,
entre anticlericalistas y la Iglesia Católica, entre feministas y tradicionalistas. Los primeros
estaban a favor de la participación laboral de la mujer, del aborto y del divorcio, mientras
que los segundos abogaban más por una estructura familiar tradicional y un papel de la

20
En un estudio sobre resoluciones judiciales entre 1992-1993 en los Juzgados de lo Penal de Málaga, el 50%
de las sentencias absolutorias se debían a la imposibilidad del obligado a hacer frente al pago de la misma.

12
Pensiones alimenticias en España

mujer dentro del hogar. Por otra parte, la reforma pactada desencadenada en la transición
conllevaba un alto grado de consenso entre las distintas fuerzas políticas y sociales. Por un
lado, dentro del lado tradicionalista, la jerarquía eclesiástica aceptaba que en una sociedad
moderna debía existir el divorcio pero se oponía a un divorcio ruptura. En el bando de la
izquierda se tuvo en cuenta la reivindicación feminista de ruptura de mutuo acuerdo sin
necesidad de culpa pero no se tuvo en cuenta la reivindicación de proporcionar medidas
económicas que protegieran a las mujeres. Como resultado de ese consenso se instauró en
España la ruptura matrimonial a través de una tercera vía, la separación. Aunque se implantó
el divorcio ruptura la única forma de acceder al mismo era a través de la separación, con lo
cual el divorcio era menos asequible y más lento, lo que lo convertía en la práctica en un
divorcio sanción (Madruga, 1996: 213-215).
Las razones que esgrime Madruga ante la ausencia de medidas públicas en relación
con la pensión alimenticia en el proyecto de ley de reforma de la ley de divorcio de 1994 son
también de carácter funcionalista. En primer lugar, la creciente incidencia y visibilidad de la
monoparentalidad. En el caso español en los primeros años de la década de los noventa el
fenómeno de la monoparentalidad apenas era perceptible socialmente. Asimismo, la
evidencia pública que existía sobre el carácter regresivo de la pensión alimenticia era muy
escasa. Un año después a la presentación de este proyecto de ley, en 1995, el Defensor del
Pueblo constató el número considerable de personas que no recibían la pensión alimenticia y
propuso que en situaciones de auténtica necesidad el Estado asumiera una cobertura mínima
a través de un fondo de garantía de pensiones y alimentos. En segundo lugar, el crecimiento
de los costes de la Asistencia Social y la importancia de la pensión alimenticia como
alternativa. En el caso español, el número tan bajo de hogares monoparentales que recibían
la prestación asistencial se debía sobre todo a que la participación laboral de las madres solas
en España en esa época era alta. Por último, la visión de las medidas asistenciales como una
medida inadecuada para satisfacer las necesidades económicas de los hijos que viven sólo
con un progenitor. En el caso español en esa época estaba ausente el debate sobre la
dependencia de estas familias respecto de las prestaciones asistenciales, los efectos perversos
y las prácticas fraudulentas para tener acceso a las mismas. Pero lo que si empezaba a
hacerse evidente en esa época era la situación de pobreza crónica de esas familias, esto es,
situación social que no ofrece oportunidades a las mujeres y familias y a las que la estructura
familiar viene a agravar su situación previa21.

21
En el estudio de las familias monoparentales con carencias en tres municipios guipuzcoanos se aprecia cómo
se acumulaban diversos problemas en el seno de una misma familia o en una misma persona: a unos recursos

13
Pensiones alimenticias en España

Pero si seguimos con las razones funcionalistas expuestas por Madruga para explicar
la emergencia de las necesidades que desencadena la actuación del principio de
subsidiariedad ¿Qué ocurrió entre 2000 y 2004? ¿Se daban las condiciones para que actúe el
principio de subsidiariedad? Si atendemos a las tasas de divorcio, éstas han sufrido un
incremento paulatino desde la aprobación de la ley del divorcio en 1981. El número de
divorcios por cada 100 matrimonios ha pasado de 12,48 en 1991 a 21,41 en 2003 y 34,79 en
200422. A medida que aumentaba el número de divorcios, se ponían en evidencia los
problemas asociados con el pago de la pensión alimenticia. En primer lugar, el impago de las
pensiones. Como se puede apreciar en la tabla 3, las constantes alusiones al impago de
pensiones alimenticias en los Informes del Defensor del Pueblo en el período 1995—2006.
En segundo lugar, el transcurrir de los años ha puesto en evidencia lo negativo que resulta
fijar la pensión en función del criterio discrecional del juez. De las respuestas individuales
para conseguir una igualdad de trato y previsibilidad de la respuesta legal del juez a la hora
de determinar la pensión alimenticia en 199923 se ha pasado a la elaboración de unas tablas
para abogados y jueces de familia con carácter orientativo y no vinculante. Habría que
matizar que las tablas son perfectas para aquellos casos en que los ingresos del pagador son
fácilmente cuantificables, trabajadores por cuenta ajena, pero no para hombres de negocios,
profesionales liberales, autónomos.

Tabla 1 – Cuantía de la pensión alimenticia cuando un solo progenitor obtiene ingresos


según el número de hijos24.
Salario del 1 hijo 2 hijos 3 hijos
progenitor 22,7% 32,1% 37,45%
(euros)
800 181,6 263,3 299,6
950 215,7 312,7 355,8
1100 249,7 362,1 412,6
1250 283,8 411,4 468,2
1400 317,8 460,8 524,4
1550 351,9 510,2 580,6
2000 454,0 658,3 749,1

económicos escasos y una falta de empleo permanente se asociaba una formación insuficiente (Siadeco, 1992).
22
http://www.inmujer.migualdad/es/mujer/mujeres/cifras.
23
Como fue el caso de las tablas estadísticas elaboradas en los juzgados de familia de Málaga en 1999
(Madruga, 2006).
24
Fueron aprobadas en las III Jornadas- Encuentro de Jueces de Familia organizadas por el CGPJ.

14
Pensiones alimenticias en España

2300 522,1 757,0 861,5


3050 692,4 1003,9 1142,4
Elaboración propia a partir de la tabla estadística de pensiones alimenticias de la Asociación Española de
Abogados de Familia.http://www.poderjudicial.es Sección Biblioteca y Documentación, apartado derecho de
familia.

Tabla 2- Cuantía de la pensión alimenticia cuando los dos progenitores tienen ingresos
y un hijo.
600 800 950 1100 1500 1700
900 190 186 183 179 170 166
1050 225 220 217 213 204 200
1350 293 288 285 281 272 268
1500 327 322 319 316 306 302
1800 395 390 387 384 375 370
1950 429 424 421 418 409 404
2250 497 493 489 486 477 472
2400 531 527 523 520 511 506
2850 633 629 625 622 613 608
Elaboración propia a partir de la tabla estadística de pensiones alimenticias de la Asociación Española
de Abogados de Familia.http://www.poderjudicial.es Sección Biblioteca y Documentación, apartado derecho
de familia.

Tabla 3- Menciones en Informes del Defensor del Pueblo a aspectos de la pensión


alimenticia y de la ruptura matrimonial.

1995 1997 2000 2001 2003 2004 2005 2006 2007 2008
Necesidades
detectadas
a) Impago pensión x x x x x x x
alimenticia
b) Impago pensión
compensatoria x x x x
Fondo de x x x
garantía de
pensiones
a) Cobertura x x
mínima
b) Situación x x
auténtica
necesidad para
menores
c) Acreditar el x x
impago.
d) Cantidad debe
ser devuelta x x

15
Pensiones alimenticias en España

Se alude al fondo
con:
a) Impago de
pensiones. x x x x x x
b) Violencia
doméstica x x x x
Causas del
impago
a) No querer x x
pagarlo
b) Ser insolvente x x
Artículo 39
Constitución x
Coste económico
de la medida x
Custodia
compartida x x
Custodia x x x
Mediación y
punto de x x x x
encuentro
familiar
a) Reducción de
conflictos de x x
convivencia.
b) Aprendizaje x x
social.
Elaboración propia. En la horizontal se sitúa el año del Informe del Defensor del Pueblo. Se han descartado los
informes donde no había mención alguna.

En tercer lugar, las tablas para determinar la pensión alimenticia ayudan a resolver en
parte el carácter regresivo asociado a la misma. Pues como se puede apreciar en la tabla 1 es
evidente que los problemas derivados de la ruptura matrimonial están en relación con la
pérdida de las economías de escala (Madruga, 2006:14). Cuanto mayores son las ganancias
de vivir en pareja resultará más caro mantener dos hogares en lugar de uno, un progenitor
que gane 950 euros y tenga 1 hijo, el pago de la pensión alimenticia de 215,7 euros le va a
dejar con 734,3 euros para vivir, situación que se ve ligeramente modificada si el otro
excónyuge trabaja.
Asimismo, era evidente la situación de pobreza y exclusión de las familias
monoparentales. Las familias monoparentales en edad activa eran un colectivo vulnerable de
sufrir la exclusión social de acuerdo con datos del Panel de Hogares de la Unión Europea del
año 200025. El riesgo de pobreza de los hogares monoparentales en España ha sido más
elevado que en el conjunto de la Unión Europea llegando a finales de los noventa a superar
la media comunitaria. Los hogares monoparentales españoles tenían un menor nivel de renta

25
Aunque las familias monoparentales representaban un 1,2% de la población vulnerable su presencia entre el
colectivo de excluidos sociales en edad activa era del 40% (Subirats et al, 2004: 123-124).

16
Pensiones alimenticias en España

y además este nivel creció en mucha menor medida que en el conjunto de los hogares
(Flaquer et al, 2006: 34-35).
A medida que han transcurrido los años desde la aprobación de la ley de divorcio en
1981, la pensión alimenticia se ha ido convirtiendo en el foco del debate de las
consecuencias de la ruptura matrimonial estableciéndose por tanto una línea divisoria entre
la pensión alimenticia y la pensión compensatoria como se puede apreciar en la tabla 3. Las
demandas en relación con el impago de la pensión alimenticia al Defensor del Pueblo se han
mantenido de una manera más sostenida en el tiempo que las demandas por la pensión
compensatoria. La mayor importancia de la pensión alimenticia en el debate se debe a la
mayor vulnerabilidad económica de los niños y está en consonancia con lo ocurrido en otras
sociedades europeas desde la década de los setenta. Aunque raras veces la pensión
alimenticia proporciona ingresos suficientes. La principal línea de discusión es cómo se debe
distribuir la responsabilidad entre ambos progenitores, cómo se debe distribuir la
responsabilidad entre el Estado y la sociedad. Por el contrario, en torno a la pensión
compensatoria se produce una respuesta más compleja. La introducción del divorcio ruptura,
sin culpa, y el incremento de la participación de las mujeres en el mercado laboral ha
aportado razones para que no exista una relación económica entre los esposos después del
divorcio (Maclean y Weitman, 1992: 187). Como se puede apreciar en la tabla 4 en dos de
las proposiciones de ley que se presentaron antes de la modernización de la ley de divorcio
se demandaba un fondo para la pensión compensatoria.
Estos argumentos funcionalistas indican que han aparecido necesidades asociadas al
pago de alimentos en el contexto español pero no explican porque se ha adoptado el fondo
con características subsidiarias. Es en este punto donde utilizaremos el enfoque analítico de
la dependencia de senda, path dependence, que subraya las dos limitaciones de las
explicaciones funcionalistas de la política social (Pierson, 2004: 11, 47-48). Una es que el
resultado de esa política social no es el único y se podían haber adoptado otras alternativas y
la segunda, contradice la idea de que las políticas sociales se pueden explicar en relación con
las necesidades que satisfacen El análisis basado en las políticas de senda implica centrarse
en los procesos que desencadenan “feedback” positivos o dinámicas autorreforzadoras. Dos
elementos fundamentales de la dependencia de senda son por un lado, la importancia del
tiempo y la secuencia temporal y el contexto. Es decir, es importante el momento en el que
ocurren los fenómenos y el orden en que ocurren los mismos. Por otro lado, el coste de pasar
de una alternativa a otra aumenta a medida que transcurre el tiempo (Pierson, 2004: 11,19).
El feedback positivo genera distintas posibles respuestas dependiendo de la senda que se

17
Pensiones alimenticias en España

tome. Cada paso que se da en una dirección particular hace mucho más difícil cambiar de
dirección. La probabilidad de seguir por la misma senda aumenta con cada uno de los
cambios y del tiempo transcurrido debido a las ventajas relativas de seguir en la misma
senda frente al cambio a otra opción o senda (Pierson, 2004: 20,21).

Tabla 4- Proposiciones de Ley en torno a las pensiones alimenticias y


compensatoria. 1996
Grupo Demanda
Beneficiarios Cantidad Reconocimiento
parlamentario. a) Pensión
a) Nivel de demandada judicial
alimenticia.
ingresos unidad a) Mínimo a) Resolución
b) Pensión
familiar adelantado judicial de
compensatoria
b) b) Cantidad separación legal
Independiente asegurada sin o divorcio.
nivel de necesidad de
ingresos unidad devolverlo
familiar
GRUPO a) Pensión a) Se tiene en a) Anticipo a) Resolución
SOCIALISTA alimenticia cuenta el nivel judicial en casos
de ingresos de la de separación
unidad familiar legal y divorcio.
GRUPO a) Pensión b) No se tiene en b) No queda
PARLAMENTARIO alimenticia. cuenta el nivel suficientemente No queda claro
MIXTO b) Pensión de ingresos de la explicitado y se pero por dirigirse
compensatoria. unidad familiar. sobreentiende también a las
Distingue dos que no se parejas de hecho
situaciones: Se recoge tanto devuelve. se sobreentiende
* Cónyuges d a parejas que es la opción
edad avanzada. casadas como de b).
* Mujeres con hecho
hijos pequeños.

GRUPO a) Pensión b) No se tiene enb) No queda


PARLAMENTARIO alimenticia. cuenta el nivel suficientemente No queda claro
FEDERAL DE b) Pensión de ingresos de laexplicitado y se pero por dirigirse
IZQUIERDA compensatoria unidad familiar. sobreentiende también a las
UNIDA- que no se parejas de hecho
INICIATIVA PER Se reconoce devuelve. se sobreentiende
CATALUNYA tanto a parejas que es la opción
casadas como de b).
hechos
Elaboración propia a partir de las proposiciones de ley del Boletín Oficial de las Cortes Generales de 1996
(véase bibliografía:
a) Grupo Socialista: Fondo de garantía del pago de alimentos.
b) Grupo Parlamentario Mixto: Creación de un Fondo de Compensación de Pensiones en supuestos de
ruptura matrimonial o del núcleo familiar y de alimentos.
c) Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida- Iniciativa per Catalunya: Creación del fondo de
garantía de alimentos y pensiones compensatorias en supuestos de ruptura matrimonial o del núcleo
familiar y de alimentos.

En el caso que nos ocupa es importante el momento en que se aprobó la ley de


divorcio, 1981, y el contexto en que el que se produjo, de confrontación entre sectores más

18
Pensiones alimenticias en España

tradicionalistas y más progresistas en relación con una visión moderna de la ruptura


matrimonial. Las dificultades y las tensiones generadas por la introducción del divorcio en la
sociedad española, pero sobre todo, el tipo de divorcio que se implantó, el divorcio sanción,
condicionarán la evolución posterior al imponer una visión restrictiva de la ruptura
matrimonial. ¿Cuáles son los mecanismos que refuerzan una visión restrictiva de la ruptura
matrimonial y de las consecuencias de la misma? Por un lado, el que existiera un culpable
hacía más difícil que surgieran respuestas para hacer frente a las consecuencias de la ruptura
matrimonial, p.ej, el garantizar un mínimo en concepto de pensión alimenticia. Por otro lado,
el que existiera un culpable legitimaba entre otras razones la demanda de pensión
compensatoria. Las proposiciones que hubo al respecto en los primeros años de vigencia de
la ley mezclaban reivindicaciones en torno a la pensión compensatoria y pensión alimenticia
(Tabla 4). Y esta reivindicación iba acompañada de justificaciones progresistas. A todo esto
había que añadir que desde principios de los noventa se empezó a ligar el impago de la
pensión alimenticia con los salarios sociales de las distintas Comunidades Autónomas. Al
mismo tiempo la visión de la ruptura matrimonial como solución a una situación con
culpables se vio reforzada por la preocupación de la sociedad española ante el maltrato. En
este último sentido y como se puede apreciar en la tabla 3 una característica específica del
contexto español son las demandas presentadas al Defensor del Pueblo donde la violencia
doméstica era una de las razones esgrimidas para solicitar la pensión alimenticia.
El cambio en la ley del divorcio en 2004 instaurando el divorcio ruptura se produjo
en un momento en el que la sociedad ya había aceptado de manera paulatina el divorcio
como cese definitivo de la convivencia. La actitud de los españoles hacia el divorcio ha ido
evolucionando hacia una mayor aceptación del mismo, pero los españoles se caracterizan por
una cierta polarización: de un lado, somos uno de los países que entendemos el divorcio
como solución a un matrimonio con problemas pero al mismo tiempo, existe un grupo
tradicional de defensores del matrimonio (Becerril, 2008: 205-6). Entre 1994 y 2003
aumentó la apreciación positiva de las estructuras familiares que difieren del modelo
tradicional de matrimonio con hijos. Sin embargo, la sociedad española no valora
positivamente el aumento de divorcio. En 2004 sólo el 18% de los encuestados lo
consideraba muy positivo26 (Cea D´Ancona, 2009: 9). Estas contradicciones hacían muy
costoso el introducir un fondo de adelanto de la pensión alimenticia con carácter universal.
Del mismo modo el cambio en las actitudes hacia un tipo de familia más simétrica ha ido

26
Barómetro de junio de 2004 del CIS, estudio 2568. La pregunta era Considera muy positivo, positivo,
negativo o muy negativo el aumento del número de divorcios.

19
Pensiones alimenticias en España

facilitando una mayor aceptación de la custodia compartida. La sociedad española ha ido


evolucionando hacia un sentimiento mayoritario hacia un tipo de familia más igualitaria,
simétrica, en el que se compartan de manera igualitaria las responsabilidades laborales y
domésticas entre ambos cónyuges en detrimento de un tipo de familia más tradicional
(Navarro, 2006: 126, 135).
Finalmente, el cambio en la ley de divorcio en 2004 y la introducción del Fondo de
Garantía de alimentos en 2007 fue posible porque el Plan de Familia 2001-2004 introdujo
una serie de novedades en las políticas familiares dirigidas a las familias monoparentales que
han contribuido a difundir una idea de la ruptura matrimonial alejada de la culpa y
subrayando los derechos de los niños. En concreto, nos referimos a los servicios de
mediación familiar, para conseguir que el proceso de ruptura matrimonial se lleve a cabo de
la manera más pacífica posible, y los puntos de encuentro familiar, para mantener los
vínculos afectivos entre los niños y la familia del progenitor que no conserva la custodia.
Estos servicios contribuyen al aprendizaje social y a prevenir las consecuencias negativas
derivadas de una ruptura matrimonial.
Como conclusión, en esta ponencia se ha ofrecido una explicación alternativa a los
argumentos funcionalistas para explicar la introducción del Fondo de Garantía del pago de
alimentos en 2007, basándose en las políticas de senda. Tanto la promulgación de la ley de
divorcio en 1981, el tipo de divorcio que se instauró, divorcio sanción y las respuestas
asistenciales que se ofrecieron contribuyeron a establecer un tipo de respuesta a las
consecuencias de esa ruptura claramente asistencialista y que la veía como algo
problemático. Esto dificultaba y hacía muy costoso la adopción de un Fondo con
características universalistas.

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