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A. INTRODUCCIÓN
El conocimiento de la Realidad
Nacional y su relación con el Contexto
Internacional, nos permite aprehender
sus diversas manifestaciones y con
ello identificar en término de
Posibilidades y Limitaciones; sus
Capacidades.
Estas capacidades se deben
identificar en tanto se encuentren en
uso, como actuales y cuando su
empleo o explotación sea
condicionado a un proceso de implementación o transformación, entonces se
le identifica como capacidad latente.
El Poder y Potencial que viene utilizando el gobierno actualmente en ejercicio;
no es el Poder y Potencial que se debe considerar dentro del desarrollo del
Proceso de Política Nacional; por cuanto, este Poder y Potencial ya esta
comprometido o hipotecado para el logro de los Objetivos y notas propias del
Gobierno en ejercicio; entonces, lo que se debe visualizar como capacidades
para la aplicación de nuestro Proceso de la Política será aquella parte del
Poder y Potencial actual que va a quedar disponible como parte de la Realidad
Nacional, mas aquellas manifestaciones que se pudieran incorporar como
parte de su natural evolución.
C. EL PODER NACIONAL
1. GENERALIDADES
Todo Estado persigue fines y objetivos, los mismos que encausan la marcha
hacia el encuentro de un destino provechoso para la nación (o colectividad
nacional) en su conjunto. Esta marcha histórica, se halla condicionada por
la "voluntad" traducida en acción y por la "capacidad" que el estado
evidencia para alcanzar aquellos fines y objetivos, atendiendo las
necesidades colectivas y encarando los obstáculos de distinto tipo que se le
anteponen en el interior y desde el exterior de su realidad nacional.
La capacidad del estado y por ende de la nación a la que aquel representa,
está en relación directa con lo cualitativo y cuantitativo de los medios de
toda naturaleza que la nación posee y va poseyendo en el devenir histórico.
A esa capacidad totalizada en el marco del estado, se denomina
modernamente "Poder Nacional".
Los Estados, en razón de sus propias realidades, tienen capacidades
disímiles, es decir Poder Nacional diferenciado. Unos son "más poderosos"
que otros, en el sentido de que unos influyen en mayor grado que otros en
el ámbito internacional, así como unos son influidos en distinta medida por
otros. Igualmente son más poderosos para la solución de
sus problemas internos referidos a la seguridad y al bienestar.
Es en virtud del Poder Nacional que los estados tienen capacidad
de negociación, de transacción, de disuasión o de coerción en sus
relaciones políticas, comerciales o conflictivas con otros estados de la
comunidad internacional.
Ese Poder, no sólo es diferenciado en una relación de estado a estado, sino
que también lo es en lo que respecta a los efectos que puede producir en
su ambiente interno, frente a sus propias necesidades y obstáculos. De
acuerdo a lo expresado, el Poder Nacional sólo cobra sentido cuando tiene
ante sí un referente comparativo: En el ámbito internacional con el Poder de
otro u otros Estados; y, en el ámbito interno, con el carácter de las
necesidades colectivas impostergables los obstáculos de diversa gravedad
y significación que se interponen en la satisfacción de dichas necesidades.
Necesidades y obstáculos cuya solución es inherente a la Política Nacional,
en el camino hacia la realización de los fines del Estado y del logro de sus
objetivos.
De otro lado, debe señalarse que la sola "voluntad" de conseguir objetivos
prefijados, no es suficiente. Se requiere además de una "capacidad", la que
es dada por los medios de que dispone o puede disponer. En el ámbito del
quehacer estatal, esta reflexión tiene aplicación plena.
Como se vio en su oportunidad, los medios se ubican en ese gran depósito
o continente que es la realidad Nacional y su naturaleza es diversa. Los hay
tangibles, como los recursos de todo orden, los objetos físicos, los
instrumentos; y los hay intangibles como los conocimientos. Ni esta
clasificación simple ni otras que puedan plantearse, pueden ser limitativas,
puesto que "medio" es todo aquello material o espiritual que sirva para la
consecución de un fin, de un propósito.
El concepto de Poder se cimienta en dos ejes: la voluntad y la capacidad.
La primera no puede ser impuesta sin una capacidad. De ahí que una
primera aproximación a la conceptualización del Poder, permita señalar a
éste como "la capacidad para imponer una voluntad", en donde el Poder
aparece como un instrumento por excelencia, de la voluntad plasmada en
acción. En el presente desarrollo teórico, el sujeto de la voluntad y la acción
es el Estado, y su instrumento para hacerla valer imponerla, el Poder
Nacional, en su connotación de capacidad.
Cabe hacer notar en el aspecto de la voluntad, que tanto para su
determinación como para su viabilización, juega importante papel el sujeto
(individual o colectivo) encargado de expresarla. Aquí tienen lugar,
la motivación y el liderazgo, la capacidad de conducción, las habilidades y
destrezas, las técnicas, los valores y en general todo aquello que redunda
en la acción efectiva y positiva en el logro de fines y objetivos.
El Poder Nacional está determinado por la conjunción de medios de toda
índole que se encuentran en posesión de la Nación y por tanto del Estado,
en un determinado momento de su existencia como entidad social y jurídica
política. Esto significa que para los efectos de la determinación del Poder
Nacional, cuentan únicamente los medios con aptitud de aplicación
inmediata o a lo sumo, en plazos breves, es decir en la coyuntura.
Los medios que se encuentran
en estado latente, con aptitud de
empleo posterior, escapan a los
alcances del concepto de Poder
Nacional, integrando el
contenido del Potencial Nacional
4. DEFINICIÓN
En el contexto teórico que venimos siguiendo, se define el Poder
Nacional, en los siguientes términos: Es la capacidad del Estado para
imponer su voluntad de lograr y/o mantener sus objetivos y realizar sus
fines, pero a los obstáculos internos y externos; capacidad que emana de
la integración de los medios tangibles e intangibles, cualitativa y
cuantitativamente considerados, que posee dicho Estado en un momento
determinado.
a. Instrumentalidad
El Estado-Nación busca objetivos y fines. Esa búsqueda supone una
voluntad que demanda el despliegue de la acción. Pero la voluntad por
sí sola es insuficiente y la acción requiere de múltiples medios que
otorguen la capacidad o poder suficiente para conseguir aquellos
propósitos. Por tanto, la capacidad puesta al servicio de la consecución
de fines y objetivos, asume el carácter de instrumento de acción.
Entre los instrumentos de la acción, el Poder Nacional tiene destacado y
a veces definitorio papel. Por ello la instrumentalidad es una de las
características principales del Poder Nacional en cuanto es medio por
excelencia para impulsar el Desarrollo y efectivizar la Defensa.
b. Dinamicidad
El Poder Nacional indica una capacidad actual y al mismo tiempo
transitoria, es decir que está en movimiento. El Poder Nacional de hoy,
no es el mismo de ayer, ni será el de mañana. Los medios están en la
realidad nacional y ésta es esencialmente dinámica, por tanto, el poder o
capacidad que trasciende de los medios, participa de ese dinamismo.
c. Variabilidad
El Poder Nacional está condicionado por los factores de tiempo y
espacio. En cuanto al tiempo, se advierte que por la característica de
dinamicidad el valor de los medios que otorgan poder, varía de época a
época, por múltiples razones, principalmente porque los medios se
incrementan cualitativa y cuantitativamente, por un lado, y por otro, se
desgastan, caducan o perecen; y porque un medio o conjunto de medios
pudo tener en el pasado un valor que no es el mismo que el actual y
puede no serlo en el futuro, en función al destino de su uso.
En cuanto al espacio, la variabilidad es asimismo, patente, puesto que
un medio o una clase de medios que en un lugar determinado son
escasos, tienen alto valor, que no es el mismo en un lugar donde son
abundantes. Por otro lado, una realidad nacional concreta, en virtud de
su grado de desarrollo alcanzado, puede requerir preferentemente una
clase determinada de medios, que son de aplicación extendida en otra
realidad de diferente desarrollo.
d. Totalidad
El Poder Nacional es el resultado de la
sumatoria integrada de las capacidades
específicas de medios de toda naturaleza que
el Estado-Nación ha logrado poseer en su
devenir histórico. El Poder Nacional es pues
la combinación singular de un sistema de
fuerzas que se interrelacionan combinan y se
potencian recíprocamente, y cuyos orígenes
se encuentran en los medios de cualidad y
cantidad diversas.
Todos los medios tienen aptitud para generar
capacidad; por tanto, el Poder Nacional
abarca la totalidad de los medios existentes en la realidad Nacional.
La combinación de las capacidades de los medios, es única y por tanto
difiere de Estado a estado, en los que la cantidad y calidad de los
medios son asimismo diferentes. El Poder Nacional, por comprender
una totalidad, se aplica también como una totalidad, aunque en tal
aplicación se emplee parte del Poder o tenga preminencia una de sus
expresiones.
Es asimismo en virtud de las características de totalidad, que el Poder
Nacional es aplicable a todo tipo de situaciones y problemáticas que se
dan tanto en el campo interno como en el externo, para la consecución
de los fines y los objetivos fijados en el quehacer político.
e. Relatividad
El Poder Nacional es relativo, básicamente en el sentido de que la
"realidad concreta" del Poder Nacional difiere de la "creencia" del Poder
Nacional. En un Estado-nación, puede creerse que la situación del
Poder Nacional es una, pero la realidad de esa situación puede ser otra
distinta, vista desde el campo de un eventual oponente o antagonista.
En el ámbito interno del estado, puede creerse que el Poder puede surtir
determinados efectos, pero su aplicación puede poner en evidencia los
errores en su apreciación, con resultados negativos.
De aquí que la apreciación y evaluación de la capacidad inherente al
Poder Nacional, no pueda efectuarse en términos absolutos sino
relativos, considerando no sólo la variabilidad de los medios, sino
también el campo específico en el que va a ser aplicado.