Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Conflict Tactics Scale (CTS-2) in a sample of Chilean Men Batterers: validity and
reliability
1
Doctor en Psicoterapia y Etiología Clínica de la Universidad de Chile-Pontificia Universidad Católica de
Chile. Psicólogo Clínico y Trabajador Social. Escuela de Trabajo Social de la Pontificia Universidad Católica
de Valparaíso.
1
Resumen
Abstract
The intimate partner violence requires instruments that can measure risk or
dangerousness of batterers. The objective of the study is to test out the Spanish version of
the Conflict Tactics Scale (CTS-2). The psychometric properties of the instrument are
analyzed and incorporated other distal indicator that complement the information on the
CTS-2 731 offenders and 100 men with no history of violence. The internal consistency of
the instrument for the 39 items was .89 (ranging subscales 73-84). There is overlap between
the subscales, confirming findings from Barría and Macchiavello (2012). The results of the
factor analysis did not support the internal consistency on 5 factors. The total explained
variance was 58.8% for intimate partner violence.
2
Las intervenciones en violencia de pareja, en ámbitos jurídicos, psicológicos y
psicosociales, han evidenciado que la capacidad predictiva de la peligrosidad es limitada y
poco eficaz sin el uso de instrumentos que permitan cuantificar el nivel de riesgo del sujeto
en la violencia de pareja . En los últimos veinte años se han desarrollado nuevas técnicas
para predecir la conducta violenta de los maltratadores basada en tres elementos centrales:
a) un mejor conocimiento de la naturaleza y procesos que producen la violencia. Se
comienza a hacer una diferencia entre conflicto de intereses, hostilidad y tácticas de
conflicto , b) la sustitución del concepto de peligrosidad por “riesgo de violencia”, que
permite ubicar al sujeto en un continuo de criminalidad y c) el desarrollo de protocolos e
instrumentos para la valoración del riesgo de la violencia de género .
La violencia de género, es un fenómeno del cual se habla y se especula mucho y se
tiene un conocimiento científico limitado , y en particular algunas de sus formas más graves
como la violencia contra la pareja o la violencia sexual se han convertido gradualmente en
una atención creciente para los científicos .
Una forma de cuantificar la magnitud del problema es el uso masivo de instrumentos de
medición, en los cuales existen antecedentes en Chile sobre la adaptación de algunos
instrumentos para evaluación de la violencia de género y comportamientos antisociales,
pero que son todavía insuficientes. Por ejemplo, el SARA, Entrevista Estructurada para la
Evaluación del Riesgo de violencia conyugal ; el HCR-20, Escala para la valoración del
riesgo sexual ; y el SVR-20, Escala de Predicción de Riesgo Grave contra la pareja , que
sirven para predecir violencia física, psicológica y sexual grave en pacientes y usuarios de
diversos sistemas de salud, carcelarios, judiciales y asistenciales psicosociales.
Una de las escalas más usadas a nivel mundial es la Escala de Tácticas de Conflicto
(CTS-2; Tactics Conflicit Scale, Strauss, Hamby Boney-McCoy & Surgaman, 2004).
Strauss (2004), menciona que su instrumento ha sido usado en diecisiete (17) países de
diferentes culturas y adaptado a diversos idiomas, tanto en América Latina y del Norte,
Europa, Oceanía y Asia, manteniendo un nivel aceptable de confiabilidad y validez interna
y externa .
En Chile, se han usado encuestas para medir la magnitud o cantidad de la violencia
doméstica que expresa un grupo poblacional general, usando criterios establecidos por la
OMS (2001, 2002, 2003), con el sesgo que esto conlleva, que al ser mediciones generales,
3
no necesariamente miden la prevalencia o índices reales de los alcances de la violencia en
sujetos específicos, ni tampoco permiten distinciones entre poblaciones de riesgo , por lo
cual, la adaptación del Conflict Tactics Scales es un aporte en la evaluación de la
prevalencia, nivel de riesgo y cuantificación de los agresores de su parejas.
En relación a las propiedades psicométricas del instrumento, se informa niveles de
confiabilidad del .51 a .91 (alpha de Cronbach), sin embargo no se confirma la estructura
original de los cinco factores .
El presente estudio tuvo dos objetivos: 1) Ofrecer una adaptación del instrumento al
medio nacional chileno, y sus correspondientes puntajes de referencia, en una muestra de
maltratadores ambulatorios derivados por diferentes instituciones y con un grupo control,
que permita discriminar muestras de agresores de no agresores y medir en forma eficiente
el nivel de riesgo de los sujetos. 2) Incorporar otras variables que miden el nivel de riesgo
de violencia de género, que son de uso masivo en programas de atención con maltratadores,
pero que el CTS-2 no los contempla. Además, el propósito del presente trabajo es socializar
el CTS-2, para ser usado por su facilidad y reducido número de preguntas (39) en diversos
servicios de salud, jurídicos y psicosociales en general.
4
Método
Participantes
El promedio de edad es de 38,7 años, con una desviación estándar de 11,1 años. La
edad de la víctima es de 36 años. Las edades fluctúan entre los 18 a los 78 años. Los tramos
de edades de mayor frecuencia son los de 31 a 40 años (33,3%) y de 41 a 50 años (23,6%).
Tabla N°1.
Antecedentes Sociodemográficos de los Hombres maltratadores
N° %
5
Como vemos en la Tabla N°1, a diferencia de los estudios españoles donde los usuarios
extranjeros alcanza el 35%. En Chile, la muestra es en un 95,1% (658) Chilenos, el 2,2%
(16) son Mapuches, y 2,6 (12) son extranjeros, tales como: Español (1), Peruanos (5),
Bolivianos (2), Italiano (1), Cubano (1), y Egipcio (1).
Realizan una amplia variedad de empleos y oficios, predominando las áreas del
comercio (22,3%), servicios (18,6%) y construcción (12,1%). En el caso de la víctima, los
oficios son dueña de casa (18%), servicios (aseos, asesora del hogar) 18%, comercio 17%.
El nivel de escolaridad se concentra en la enseñanza media completa (28,7%), incompleta
(13,6%) y básica. Un 13.6% ha presentado conductas antisociales, tales como: beber en vía
pública, conducción bajo la influencia del alcohol, riñas en vía pública, y sólo el 2,3% tiene
antecedentes delictuales por robo o hurto (Ver Tabla N° 1).
Instrumentos:
6
realizó y los motivos da la violencia; f) efecto de la violencia en los niños, g) Estado de
salud: enfermedades, internaciones psiquiátricas, intento de suicidio, depresión,
enfermedades invalidantes, consumo de alcohol y otras drogas; h) Resolver el problema:
aceptación del problema de la violencia, acciones que está dispuesta a hacer para el cambio,
efectos si no deja la violencia.
7
consistencia interna.
Quedando en su versión definitiva como indica la Tabla N° 2.
Tabla N° 2.
Composición de la Escala de Tácticas de Conflicto (CTS-2; Strauss et al., 1996). Ítemes del agresor
1 Emocional Mostré a mi pareja que me preocupaba por ella incluso cuando no estábamos de acuerdo
13 Emocional Mostré respeto por los sentimientos de mi pareja sobre una cuestión
39 Emocional Dije que estaba seguro de que podíamos solucionar un problema
3 Cognitiva Expliqué mi opinión acerca de un desacuerdo a mi pareja
59 Cognitiva Sugerí un acuerdo sobre una discusión
77 Cognitiva Estuve de acuerdo en intentar una solución que mi pareja sugirió a una discusión
8
11 Menor Tuve un esguince, moratón, o pequeño corte a causa de una pelea con mi pareja
71 Menor Sent dolor físico que duró hasta el día siguiente a causa de una pelea con mi pareja
23 Severa Perdí el conocimiento por un golpe en la cabeza en una pelea con mi pareja
31 Severa Fui a un médico a causa de una pelea con mi pareja
41 Severa Necesité visitar a un médico a causa de una pelea con mi pareja, pero no lo hice
55 Severa Me rompí un hueso en una pelea con mi pareja
Procedimiento
9
Análisis de los datos
Se utilizó el modelo sugerido por Strauss (1996; 2004) comparando el modelo teórico
de primer orden y se agregó análisis adicionales tales como: el método de extracción de
componentes principales. La consistencia interna se calculó usando el alpha de Cronbach.
Se utilización las versiones 15 y 20 del SPSS, a partir de las respuestas de las cohortes de
sujetos atendidos en los últimos dos años.
Resultados
Fiabilidad
Validez Discriminante
10
permite diferenciar a los agresores de la población general, excepto en la escala de
Negociación, donde no se observaron diferencias intergrupales significativas. El tamaño
del efecto de las diferencias puede considerarse grande para la violencia psicológica, física,
y daños y moderada para coacción sexual, según los criterios de Cohen (1992).
Tabla N° 3.
Diferencias entre Grupos de Maltratadores y Sin historia de Violencia en CTS-2
Maltratadores No Maltratadores
N= 671 N= 100 t Sig. Diferencia de
(bilateral) medias
media D. T. media D.T
11
recurrí a la fuerza para forzar a prácticas sexo conmigo (pregunta 47) y mi pareja aún
sintió dolor físico a causa el día siguiente a causa de una pelea conmigo (pregunta 72)
12
Tabla N° 4.
Análisis Factorial de elementos del CTS
Predicción del Riesgo
1 2 3 4
Baja media alta Extremo
P01 ,507
P13 ,536
P39 ,429 ,488
P03 ,527
P59 ,488 ,586
P77 ,517
P07 ,458
P09 ,578
P17 ,629 ,412
P45 ,588 ,421
P53 ,518
P21 ,633
P27 ,596
P33 ,648
P37 ,628
P43 ,577
P61 ,483
Coacción sexual (varianza explicada 3,1%)
P15 ,458
P51
P63 ,468
P19 ,543
P47 ,499
P57 ,577 -,472
P75 ,668 -,480
Valides de Constructo
13
60, como menores (medios) y menores de 30 como muy menores (bajos). En la tabla N°5,
se pueden ver los puntos cortes que quedaron para las 4 escalas obtenidos por el sujeto.
Tabla N° 5.
Puntaje de referencia para valorar Maltratadores
14
de Conflicto de Straus (1997) deja afuera y analiza solo las categorías principales del VIF
(psicológica, emocional, sexual, física y los daños).
Tabla N°6.
Antecedentes generales del ejercicio, uso y abuso del maltrato hacia la pareja
N° %
Fue testigo de Violencia Violencia de los padres contra hermanos
intrafamiliar durante la Infancia Física 158 30,2
Psicológica 57 10,9
Económica 70 13,4
Violencia Física del Padre hacia la madre
Nunca 315 62,1
A veces 132 26,0
Con frecuencia 60 11,8
Violencia Sexual del Padre a la Madre
Nunca 429 82,3
A veces 64 12,3
Con frecuencia 25 4,8
Lo desconoce 3 0,6
Violencia Psicológica del Padre a la Madre
nunca 343 58,5
a veces 176 30,0
con frecuencia 67 11,4
Fue víctima de violencia Violencia física 126 31,3
intrafamiliar en la infancia Violencia psicológica 85 21,1
Violencia Sexual 2 0,5
Tabla N°7.
15
Tipos de violencias que declara haber ejercido el maltratador.
N° % % valido*
Tipos de violencia que Minimización (N° 371)
declara haber ejercido No le dió importancia a la violencia que usted usó 144 38,8 50,6%
Le dijo que fue culpa de ella 127 34,2 50,6%
Maltrato Físico (N° 432)
La abofetié 164 39,7 59%
La empujé 90 21,8 59%
La sujeté 46 11,1 59%
Abuso Emocional (N°421)
La menospreció 116 27,6 57,5
Le dijo garabatos u ofensas 63 15 57,5
Acciones de Intimidación (N° 423)
Le grité 194 45,9 58,5
La asusta o asustó con ciertas miradas, gestos o
155 36,6 58,5
acciones
Acciones de Aislamiento (N° 327)
Le impidió o trató que no fuera a donde ella deseaba ir
134 41 44,6
( trabajo, familia)
La interrogué acerca de sus actividades, lo que hacía
53 16,2 44,6
o a donde iba
Privilegio Masculino
Le dijo cual es el lugar y el trabajo de ella en la
44 16,1 37,4
familia
No hizo la parte de las tareas de la casa que le
68 24,8 37,4
corresponden a usted
Abuso Económico (N° 239)
No dejó que ella supiera cuanto son los ingresos suyos
50 20,9 32,5%
Le impedí que ella trabajara fuera de la casa 68 28,5 32,5%
Frecuencia de violencia Una vez, cada mes a tres meses 58 12,9 48,6
física Mayor (mas) de 6 veces 70 19,7 48,6
Solo una vez 148 41,6 48,6
Motivos Principales de Cuidado de la casa 160 39 56
discusiones Falta de dinero 88 21,5 56
Relaciones sexuales 67 16,3 56
Lugares de discusión En el dormitorio 263 67,1 53,5
En el living comedor 58 14,8 53,5
*% Porcentaje válido dentro de la variable
16
Tabla N° 9.
Antecedentes de riesgo en el ejercicio del maltrato de los HEPVA
N %
Cuantas veces lo han denunciado por violencia 1 vez
266 56,5
De 2 a 4 veces
127 28,5
No hubo
66 15,2
Más de 5 veces 12 2,8
Quien hizo la denuncia por violencia de pareja Mi pareja o esposa
183 68,3
No me han denunciado
43 16,0
Mis vecinos
28 10,4
Yo mismo 7 2,6
Intentos de Suicidio Sólo una vez 69 13,1
De 2 a 4 veces 18 3,4
Agresiones del usuario a sus progenitores Nunca 444 84,09
A veces 71 13,45
Con frecuencia 13 2,46
Uso de armas o amenazas de muerte No he usado ningún tipo de arma 318 76,8
Lanzamiento de objetos 52 12,6
Arma blanca 23 5,6
Arma de fuego 17 4,1
Amenazas de muerte a la pareja íntima Sólo una vez 69 13,1
De 2 a 4 veces 18 3,4
Más de 5 veces 6 1,1
Hospitalizado por Salud Mental Si 29 6,1
No 447 93,9
Ha tenido un tratamiento Psicológico Si 114 23,2
No 378 76,8
Tabla N° 8.
Consumo de Alcohol y drogas
17
N % % valido
Alcohol Bajo consumo (Una vez al año, No bebe) 123 21,7 84,4%
Consumo moderado (cada 3 a 6 meses) 59 10,4 84,4%
Tabla N° 10.
Puntuaciones Medias, Deviaciones estándar, y diferencias entre los grupos
18
Espontánea (Violencia Psicológica) y otros Violencia Previa
(Violencia Física)
Una de las dificultades que tiene la valoración del riesgo en medios libres de
hombres agresores, es que en una primera impresión fenomenológica, estos sujetos se
aprecian menos graves de lo que realmente pueden llegar a ser, ya que están operando
mecanismos defensivos en el sujeto, entregando una imagen “mejor” de lo que realmente
son. Este tipo de mecanismo, se asemeja al utilizado en la delincuencia común, donde el
sujeto selecciona las situaciones y momentos que va a narrar, es por ello, la importancia de
contar con más de una fuente de contraste de información. Por lo tanto, se estableció una
modalidad subjetiva de categorizar Riesgo en: bajo riesgo, riesgo medio, riesgo alto y
riesgo extremo, considerando que el percentil 75 marcaría la extrema gravedad.
Como vemos en la Tabla N° 11, existen diferencias significativas y asociación en
cuatro (4) de las cinco (5) subescalas del CTS-2 en relación a las vías de derivación.
Siendo a lo menos el 50% de los agresores en las escalas de agresión física y psicológica y
daños de alto a extremo riesgo.
Sin embargo, hay que tener cautela en la interpretación de los datos porque los
maltratadores por demanda espontánea aparecen con una diferencia porcentual de 1 a 10
puntos de diferencia en relación a los maltratadores derivados de Tribunales de Familia, y
Fiscalía-Tribunales de Garantía. Lo anterior se debe a que están en un momento donde la
violencia se está produciendo, por motivos de separación, inicio de la escala de maltrato, o
porque el sujeto se asusta con la violencia que se está produciendo y se autodemanda.
19
Tabla 11.
Valoración del riesgo y Vías de Derivación
20
Discusión y Conclusiones
Al igual que la evaluación psicométrica que fue llevada a cabo en España , en Chile, el
presente trabajo es el primer estudio que analiza las propiedades de la escala de tácticas de
Conflicto en una muestra nacional (832 sujetos). Unos de los principales hallazgos es que el
instrumento permite discriminar población de hombres no maltratadores y hombres
maltratadores, estableciéndose puntuaciones de corte para que puedan ser usadas como
valores de referencia nacional.
Existen diferencias entre los puntajes de referencia entre las muestras españolas y
chilenas de entre 5 a 15 puntos entre escalas de violencia física, psicológica, sexual y daños
que permiten inferir sesgos de reconocimiento de conductas de violencia realizadas y
factores culturales de la expresión física y psicológica de la violencia de genero. Sólo el
informe de la presente investigación muestra los puntajes de referencia en la escala de
negociación.
Los 39 ítemes usados en su versión corta para los agresores hombres presenta una alta
fiabilidad de 0.89 que permite inferir que se pueden realizar predicciones sobre riesgo,
superior a las obtenidas en el estudio español con 0.81 (Echeburúa, et al, 2012), sin
embargo no concordantes con la dispersión de 0.51 a 0.91 de coeficientes de fiabilidad
informados por Strauss (2004) en estudios internacionales
Los distintos estudios , plantean la complejidad dimensional de la violencia de pareja y
la posibilidad de objetivar la violencia psicológica que se solapa en distintos tipos de
violencia física, sexual y daños graves, que concuerda con el juicio fenomenológico (del
clínico) quien aprecia que los maltratadores se muestran menos peligrosos de lo que
realmente son.
Las diferencias entre puntajes (5 a 15 puntos de diferencia) entre las muestras españolas
y chilenas, permite inferir que se deberían considerar las fuentes culturales de
reconocimiento de comportamientos como violencia de género, que tampoco concordarían
con la idiosincrasia anglosajona de apreciar la violencia como una posibilidad de
mediación de conflicto cuando el diálogo fracasa, en tanto que en culturas latinas se aprecia
como polaridades contrapuestas - el dialogo o la violencia - .
21
Se concuerda con Loinaz et al. (2012) que los análisis factoriales del instrumentos han
mostrado poca consistencia en relación a los 5 factores originales factores . De lo cual se
desprende, que las escalas de agresión psicológica y la negociación se solapan con las otras
escalas (violencia física, sexual y daños). Por lo cual, las estrategias de negociación no son
predictores que la violencia no va a ocurrir sino que el victimario ha realizado intentos de
negociación que han fracasado, lo cual concuerda con los datos de Barría y Macchiavello
(2012).
Al igual que el estudio español, la presente investigación presentó la limitación de no
contar con el reporte escrito de la víctima que permita correlacionar los datos de
autorreporte de la victimaria. Pese a esta limitación, los equipos psicosociales pudieron
acceder al reporte telefónico de la víctima, a la entrevista personal con el sujeto y a la
encuesta de violencia para poder contrastar la fiabilidad de los datos entregados por el
victimario .
Otra limitación que puede contener un instrumento tipo CTS-2, es que requiere de un
sistema de contraste de información, como una entrevista estructurada tipo SARA (2004).
Por lo cual, puede presentar un sesgo de deseabilidad social frente a respuestas posibles de
los sujetos, en las cuales realice omisiones intencionadas de conductas de violencia. La
limitación de las omisiones de los sujetos está relacionada a que el repertorio de conductas
que culturalmente se reconocen como violencia de género son limitadas, solo se reconocen
las conductas constitutivas de delito (violencia física y sexual, y lo daños) pero no así las
psicologías. Sin embargo, lo anterior no disminuye la capacidad de medición del
instrumento (CTS-2).
Se sugieren investigaciones, en la línea de comparar otras muestras de maltratadores
como las carcelarias en el caso de Chile para poder depurar la escala.
22
Agradecimientos
Referencias
Aldarondo, E., & Mederos, F. (2002). Programs for men who batter: Intervention and
prevention strategies in a diverse society: Civic Research Institute, Inc.
Anderson, C. A., & Bushman, B. J. (2001). Effects of violent video games on aggressive
behavior, aggressive cognition, aggressive affect, physiological arousal, and
prosocial behavior: A meta-analytic review of the scientific literature. Psychological
science, 12(5), 353-359.
Araverna, L., Espondaburu, L., Pence, E., & Tilley, J. (1993). Poder y Control: Tácticas de
hombres que abusan. Un curriculum educativo. Manual del facilitador. Minnessota
Minessota Program Development.
Barría Muñoz, J. R. (2013). Aproximación a un modelo teórico de tipologías de hombres
maltratadores. El hombre agresor de su pareja: un actor desconocido. Universidad
de Chile.
Barría Muñoz, J. R., & Macchiavello Rodríguez, A. (2012). Hombres que ejercen maltrato
hacia sus pareja: un actor desconocido. De Familias y Terapias(33).
Bonino, L. (2008). Hombres y violencia de género: más allá de los maltratadores y de los
factores de riesgo: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
23
De Keijzer, B. (2003). Hasta donde el cuerpo aguante: género, cuerpo y salud masculina.
La Salud como derecho ciudadano: perspectivas y propuestas desde América
Latina. Lima, Peru: Foro Internacional en Ciencias Sociales y Salud, 137-152.
Douglas, E. M. (2004). A short form of the Revised Conflict Tactics Scales, and typologies
for severity and mutuality. Violence Victims, 19(5), 507-520.
Echauri-Tijeras, J., Fernández-Montalvo, J., Martinez-Sarasa, M. A., & Azcarate-
Seminario, J. (2011). Trastornos de personalidad en hombres maltratadores a la
pareja: perfil diferencial entre agresores en prisión y agresores con suspensión de
condena. Anuario de Psicología Jurídica, 21, 97-105.
Echauri Tijeras, J. A., Romero Rodríguez, J., & Rodríguez de Armenta, M. J. (2005). Teoría
y descripción de la violencia doméstica: programa terapéutico para maltratadores
del ámbito familiar en el centro peninteciario de Pamplona. Anuario de Psicología
Jurídica(Vol. 15), 67-95.
Echeburúa, E., Amor, P. J., & de Corral, P. (2010). Hombres violentos contra la pareja:
trastornos mentales y perfiles tipológicos. Pensamiento Psicológico, 6(13).
Echeburúa, E., Amor, P. J., Loinaz, I., & De Corral, P. (2010). Escala de Predicción del
Riesgo de Violencia Grave contra la pareja. Psicothema, 22(4), 1054-1060.
Folino, J. (2004). Guía para la evaluación del riesgo de violencia conyugal–SARA–.
Versión en español adaptada y comentada. La Plata: Editorial Interfase Forense.
Garda, R. (2004). Complejidad e Intimidad en la Violencia de los Hombres. Reflexiones en
torno al poder, el habla y la violencia hacia las mujeres. Violencia contra la mujer
en México, 119.
Gfk, A. (2013). Encuesta Nacional de Violencia Intrafamiliar (VIF) y Delitos Sexuales.
Graña, J. L., Andreu, J. M., Peña, M., & Rodríguez-Biezma, M. J. (2013). VALIDEZ
FACTORIAL Y FIABILIDAD DE LA" ESCALA DE TÁCTICAS PARA EL
CONFLICTO REVISADA"(REVISED CONFLICT TACTICS SCALE, CTS2) EN
POBLACIÓN ADULTA ESPAÑOLA. Behavioral Psychology/Psicologia
Conductual, 21(3).
Hanson, R. K., Bourgon, G., & Helmus, L. (2007). The validity of risk assessments for
intimate partner violence: A meta-analysis: Public Safety Canada.
24
Lehrner, A., & Allen, N. E. (2014). Construct validity of the Conflict Tactics Scales: A
mixed-method investigation of women’s intimate partner violence. Psychology of
Violence, 4(4), 477.
León-Mayer, E., Asún-Salazar, D., & Folino, J. ó. (2010). CONFIABILIDAD Y VALIDEZ
DE LA VERSIÓN CHILENA DE LA HARE PCL-R. Revista de la Facultad de
Medicina, 58, 103-114.
Loinaz, I. (2010). Estudio de las tipologías de agresores de pareja en centros penitenciarios.
Invesbreu Criminología(49), 2-5.
Loinaz, I., Echeburúa, E., Ortiz-Tallo, M., & Amor, P. J. (2012). Propiedades psicométricas
de la Conflict Tactics Scales (CTS-2) en una muestra española de agresores de
pareja. Psicothema, 24(1), 142-148.
Macchiavello Rodríguez, A. (2011). Normas Técnicas Programa Hombres por una Vida sin
violencia. Santiago: Documento distribucion interna, Servicio Nacional de la
Mujer.
Magdol, L., Moffitt, T. E., Caspi, A., Newman, D. L., Fagan, J., & Silva, P. A. (1997).
Gender differences in partner violence in a birth cohort of 21-year-olds: bridging the
gap between clinical and epidemiological approaches. Journal of consulting and
clinical psychology, 65(1), 68.
Pueyo, A., & Redondo, S. (2007). Predicción de la violencia: entre la peligrosidad y la
valoración del riesgo de violencia. Papeles del psicólogo, 28(3), 157-173.
Ramírez, M. P., Illescas, S. R., García, M. M., Forero, C. G., & Pueyo, A. A. (2008).
Predicción de riesgo de reincidencia en agresores sexuales. Psicothema, 20(2), 205-
210.
Reichenheim, M. E., Klein, R., & Moraes, C. L. (2007). Assessing the physical violence
component of the Revised Conflict Tactics Scales when used in heterosexual
couples: an item response theory analysis. Cadernos de Saúde Pública, 23(1), 53-
62.
Salazar Villarroel, D., & Vinet Reichhardt, E. (2011). Mediación familiar y violencia de
pareja. Revista de derecho (Valdivia), 24, 9-30.
25
Straus, M. A. (2004). Cross-cultural reliability and validity of the Revised Conflict Tactics
Scales: A study of university student dating couples in 17 nations. Cross-Cultural
Research, 38(4), 407-432.
Straus, M. A., Hamby, S. L., Boney-McCoy, S., & Sugarman, D. B. (1996). The revised
conflict tactics scales (CTS2) development and preliminary psychometric data.
Journal of family issues, 17(3), 283-316. doi: 10.1177/019251396017003001
Zarza González, M. J., & Froján Parga, M. X. (2005). Estudio de la violencia doméstica en
una muestra de mujeres latinas residentes en Estados Unidos.
26