I-1b Caponi Canghillem Del Cuerpo Subjetivo A La Localizacion Cerebral PDF

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ARTÍCULO / ARTICLE 149

SALUD COLECTIVA, Buenos Aires, 6(2):149-161, Mayo - Agosto, 2010


Georges Canguilhem: del cuerpo subjetivo
a la localización cerebral

Georges Canguilhem: from the subjective


body to the brain localization

Sandra Caponi1

1Posdoctorado en Filosofía de RESUMEN Partiendo de las reflexiones de Canguilhem sobre normalidad y patología ana-
las Ciencias. Université Paris VII, lizamos las ambigüedades del concepto de salud mental. Ante el limitado espacio que cier-
Francia. Profesora del
Departamento de Salud Pública, tos saberes médicos dedican a la comprensión de sufrimientos individuales, crece la preo-
Universidade Federal de Santa cupación por medir, cuantificar y localizar funciones cerebrales asociadas con desvíos de
Catarina. Investigadora del
Conselho Nacional de conducta, estados de angustia, dificultades de aprendizaje o sentimientos de fracaso. El
Desenvolvimento Científico e texto de Canguilhem El cerebro y el pensamiento nos conduce a revisar los supuestos epis-
Tecnológico (CNPq), Brasil.
sandracaponi@gmail.com
temológicos y éticos de los actuales saberes dedicados a la localización cerebral de funcio-
nes morales e intelectuales, y nos permite iniciar una reflexión crítica sobre los axiomas y
presupuestos de la ciencia del cerebro. Tomando como referencia sus reflexiones sobre el
concepto de salud y sobre la historia de las ciencias, se discuten los límites y las dificulta-
des de esa búsqueda por establecer parámetros objetivos y universales de salud mental ini-
ciada en 1810.
PALABRAS CLAVE Cerebro; Salud; Salud Mental.

ABSTRACT Starting from Canguilhem's remarks about normality and pathology, we


analyze the ambiguities of the concept of mental health. Due to the little attention
given to the understanding of individual sufferings by certain medical knowledge, we
observe an increasing concern to measure, quantify and locate brain functions associated
with unusual behaviour, states of anguish, learning problems or feelings of failure.
The text of Canguilhem The brain and the thought leads us to review the epistemological
and ethical assumptions of current knowledge devoted to find the brain location of
moral and intellectual functions; and it allows us to initiate a critical reflection about
the axioms and presumptions of the science of the brain. Thus, taking as reference
Canguilhem's reflections on the concept of health and on the history of sciences, we
discuss the limits and difficulties of the quest to establish universal and objective
parameters of mental health, begun in 1810.
KEY WORDS Brain; Health; Mental Health.
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INTRODUCCIÓN individuales, crece la preocupación por medir,


cuantificar y localizar lesiones en ese órgano pri-
vilegiado que es nuestro cerebro, para construir
Como afirma Paul Rabinow (a): explicaciones causales para los más diversos des-
víos de conducta, estados de angustia, dificulta-
Canguilhem realizó un ataque frontal al edificio des de aprendizaje o sentimientos de fracaso. Esa
de la normalización tan esencial para los proce- red explicativa, basada en datos cuantitativos y
dimientos de la ciencia y de la medicina positi- observaciones de nuestras conexiones neurona-
vistas. Es el sufrimiento, y no las mediciones nor- les, pretende ser curativa, preventiva y maximiza-
mativas o los desvíos del patrón, lo que estable- dora de capacidades individuales. Esta pretensión
ce el estado de enfermedad. (1 p.145) no es exclusiva de los actuales estudios de fisio-
logía cerebral, neurociencia o psiquiatría, se trata
Cuando hablamos de salud no pode- de un sueño largamente acariciado a lo largo del
mos evitar las referencias al dolor o al placer y de siglo XIX. Canguilhem desarrolla en su texto El
ese modo, estamos introduciendo, sutilmente, cerebro y el pensamiento (6) de 1980, la trayec-
eso que Canguilhem denominó cuerpo subjetivo. toria seguida por los investigadores que persi-
Si consideramos este elemento, no podremos guieron ese sueño, desde la frenología de Gall
dejar de hablar en primera persona allí donde el hasta la identificación del cerebro con un sistema
discurso médico se obstina en hablar en tercera computacional. Este texto puede auxiliarnos a
persona. pensar de otro modo los recientes desarrollos de
Sin embargo, desde la publicación de las neurociencias, particularmente el uso de Pet-
Lo normal y lo patológico (2) hasta hoy, se han Scan para localizar lesiones y funciones cerebra-
reforzado cada vez más las tentativas por multi- les, y la expansión del uso de psicofármacos para
plicar estrategias para medir nuestra salud con un número creciente de trastornos de humor y de
aparatos cada vez más sofisticados, reservando ansiedad. A estas cuestiones están dedicadas las
un espacio cada vez menor al cuerpo subjetivo dos últimas partes de este trabajo.
(3,4). Así, aunque los textos de Canguilhem se
refieren indistintamente al sufrimiento psíquico o
físico, aunque se refiere tanto a los parámetros de LOS LÍMITES DE LA SALUD MENTAL
normalidad y desvío estadísticamente definidos
para el nivel de glucemia, la tensión arterial, la
frecuencia de infartos de miocardio o las destre- Tomamos como punto de partida para
zas motoras e intelectuales, su insistencia en pri- esta exposición las reflexiones que Jacques-Alain
vilegiar el sufrimiento individual, permite una Miller dedica al concepto de salud de
nueva perspectiva de análisis sobre ese concepto Canguilhem en dos de sus lecciones, tercera y
complejo y ambiguo que es el de salud mental. cuarta, dictadas en 2008-2009 en el curso deno-
Recientemente, Jacques-Alain Miller (5) minado Choses de finesse en psychanalyse (5).
ha destacado la relevancia de los estudios de En esas lecciones, particularmente en la segunda,
Canguilhem para comprender las dificultades Jacques Miller se dedica a analizar el concepto
implícitas en la idea de salud mental. Retomando de salud que aparece formulado por Canguilhem
las consideraciones de Miller, nos proponemos en una conferencia dictada en la Sorbona en
realizar una relectura de los textos que 1980, posteriormente publicada en un pequeño
Canguilhem dedica al concepto de salud, a partir libro con el nombre de La salud, concepto vulgar
de una perspectiva ya no psicoanalítica, sino y cuestión filosófica (7), y que, más tarde, forma-
epistemológica. Analizamos de qué modo se arti- rá parte de la compilación: Escritos sobre la
culan los conceptos y saberes referidos a ese con- medicina (8).
junto de capacidades mentales y morales a partir La reflexión de Miller se inicia desta-
de las cuales nos reconocemos como individuos. cando la pertinente elección del título de esta
Ante el limitado espacio que el saber conferencia. Es que, desde el inicio, Canguilhem
médico dedica a la comprensión de los sufrimientos anuncia su ambición de pensar al concepto de
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salud desde una perspectiva ajena a la validación Para Canguilhem, no es posible imagi-
científica. Se propone, por el contrario, defender nar que la vida se desarrolle en la soledad del
un concepto de salud vulgar que escapa a las organismo individual ni que podamos alcanzar
mediciones, a los cálculos, a las estadísticas y a un saber por la comparación entre organismos.
los parámetros de riesgo. Un concepto de salud "El ser vivo y el medio no pueden ser llamados
que no puede ser abordado desde una perspecti- normales si son considerados por separado" (2
va poblacional, pues se refiere a individuos con- p.145), solo puede afirmarse de un ser vivo que
cretos situados en contextos sociales específicos. es normal si se lo vincula con su medio, si se con-
Como afirma Miller, se trata de un concepto de sideran las soluciones morfológicas, funcionales,
salud que es eminentemente social y al mismo vitales a partir de las cuales responde a las
tiempo ajeno a toda reducción a parámetros cien- demandas que su medio le impone. Como afirma
tíficos preestablecidos (5). Es un concepto que, Canguilhem, "lo normal es poder vivir en un
operando una inversión de las dualidades plató- medio en que fluctuaciones y nuevos aconteci-
nicas, prefiere reivindicar la doxa sobre la episte- mientos son posibles" (2 p.146).
me, la opinión bien fundada y el entendimiento Dicho de otro modo, no es la fuga de
de la propia subjetividad sobre los cálculos de los intervalos normales lo que indica el momen-
normalidad y desvío. to en que se inicia una enfermedad, sino las difi-
Canguilhem destaca las dificultades que cultades que el organismo encuentra para dar res-
padecen esas tentativas de definir en términos puestas a las exigencias que su entorno social le
científicos el concepto de salud. Pues, si nos res- impone. Y es, justamente la consideración de ese
tringimos a los valores que deben ser considera- sufrimiento, de ese sentimiento de impotencia
dos normales para un determinado órgano, vere- individual que se escapa a las medias estadísti-
mos que "no encontramos un solo intervalo nor- cas, lo que nos permite intentar una definición
mal para cada función de un órgano: estrictamen- menos restricta del concepto de salud. Dagognet
te hablando, encontramos un número infinito de dirá, tomando como ejemplo al diabético, que
esos intervalos" (9 p.16).
Sin embargo, la asociación salud-norma- ...no es posible atenerse a la dosis de azúcar para
lidad parece ser el soporte de la definición más afirmar un diagnóstico. Debemos renunciar a
corriente y más utilizada por los profesionales del una teoría puramente cuantitativa de la enferme-
área de salud, esto es, la definición bioestadística dad. Escuchemos al enfermo, porque la verdade-
de salud enunciada por Boorse (10). Allí, el punto ra diabetes implica un "ensamble" que desborda
de partida para definir la salud y la enfermedad la sola y simple glucemia. No solo concierne al
son los valores patrones de las funciones conside- páncreas sino que afecta, también, la circula-
radas normales. Cualquier desvío o alteración en ción. La enfermedad siempre se irradia como si
esos patrones, independientemente de una vincu- el organismo todo estuviera afectado, como si
lación con las capacidades o el sufrimiento de los estuviera limitado en sus iniciativas. Estar enfer-
individuos, instalará una alarma que deberá ser mo es, entonces, perder la libertad, es vivir en la
investigada como indicativa de una situación de restricción y la dependencia. (11 p.19)
riesgo o de un estado patológico.
Aunque esta definición bioestadística es Tanto en la primera edición de Lo nor-
posterior a los estudios desarrollados por Georges mal y lo patológico de 1943, como en los ensa-
Canguilhem, podemos intentar comprender los yos que después de veinte años darían lugar a la
argumentos explicitados en Lo normal y lo patoló- versión revisada de esa obra, Canguilhem tomó
gico como una respuesta a la definición de salud- como punto de partida para analizar el concepto
enfermedad enunciada por Boorse. Para de salud a la tercera parte del "Conflicto de las
Canguilhem el recurso a las medias estadísticas o facultades" de I. Kant:
a los valores frecuentes puede resultar un auxilio,
posibilitando una información complementaria. Podemos sentirnos bien, esto quiere decir, juz-
Pero, no debemos reducir la salud a parámetros de gar según nuestra impresión de bienestar vital,
normalidad y desvíos estadísticos (2-4). pero nunca podemos saber si estamos bien. La
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ausencia de la impresión (de estar enfermo) no síntomas que para mí no son claros. Mi médi-
permite al hombre expresar que él está bien sino co es aquel que acepta que vea en él a un exé-
aparentemente, solo puede decir que él está apa- geta y no a un reparador. La definición de
rentemente bien. (7 p.13) salud, que incluye la referencia de la vida orgá-
nica a la experiencia del placer y del dolor,
Kant sugiere en estas líneas que la salud introduce subrepticiamente el concepto de
es un objeto ajeno al campo del saber objetivo, y cuerpo subjetivo en la definición de un estado
es a partir de ese enunciado que Canguilhem que el discurso médico cree posible describir
puede sustentar su tesis de que "no hay ciencia en tercera persona. (5 p.4)
de la salud". La salud –dirá– "no es un concepto
científico, es un concepto vulgar (doxa). Esto no Miller dirá que, en esa referencia,
quiere decir trivial sino simplemente común, al Canguilhem aproxima las figuras del médico y la
alcance de todos" (7 p.12). del psicoanalista. Destacando que existe un ele-
Si no aceptamos la asociación cuerpo- mento de transferencia cuando el individuo es
mecanismo y pensamos que para una máquina escuchado, cuando el médico se transforma en
su estado de funcionamiento no es su salud y su un lector de síntomas, independientemente de
desrregulación nada tiene que ver con la enfer- ser ellos orgánicos o psíquicos.
medad, entonces deberemos excluir al concepto
de salud de las exigencias de cálculo (de contabi-
lidad) que poco a poco absorbieron su sentido ERRORES E INFIDELIDADES
individual y subjetivo. A partir del momento en
que hablamos de la salud como un fenómeno
"no contabilizado, no condicionado, no medido Quizá la mayor riqueza del análisis de
por aparatos", parece que ella deja de ser un Canguilhem radique en su insistencia en tomar
objeto exclusivo de "aquel que se dice o se pien- como punto de partida las infidelidades, los erro-
sa especialista en salud" (7 p.16). res, o como diría Miller, los síntomas. Lo normal
Pero el cuerpo subjetivo no se opone al y lo patológico introduce una importante inver-
saber científico, uno no representa la negación sión en los estudios referidos a la salud, una
del otro. Los conocimientos que toman al cuerpo inversión por la cual se privilegia el estudio de las
como objeto son aliados y no enemigos de una anomalías, de las variaciones, de las infracciones
comprensión más amplia del concepto de salud. para comprender el alcance y los límites de los
Cabe al saber médico sugerir los mejores artifi- conceptos de normalidad y salud:
cios para mantener nuestra salud. Y si hablamos
de sugerir es porque es preciso que el saber ...hoy insistiría en la posibilidad y aún en la obli-
médico se disponga a aceptar que es necesario gación de esclarecer las formaciones normales
que, cada uno de nosotros, lo instruya sobre por el conocimiento de las formas monstruosas.
aquello que "solo yo estoy capacitado para decir- Afirmaría aun con mayor convicción, que no hay
le". Un buen médico será, entonces, aquel que diferencia entre una forma viva perfecta y una
pueda auxiliarnos en la tarea de dar un sentido, forma viva malograda. (2 p.13)
que para mí no es evidente, a ese conjunto de
síntomas que de manera solitaria no consigo des- El concepto de salud deberá integrar las
cifrar. Será aquel que acepte ser un exégeta, un variaciones y las anomalías, deberá atender a las
traductor, más que un conocedor. particularidades de aquello que para unos y otros
Recordemos una cita de Canguilhem implica salud y enfermedad.
destacada por Miller: Pensar a la salud a partir de variacio-
nes y de anomalías implica negarse a aceptar
Mi médico es aquel que acepta, de un modo un concepto que se pretenda de valor univer-
general, que yo lo instruya sobre eso que sola- sal, y consecuentemente, implica negarse a
mente yo estoy capacitado para decir, esto es, considerar a la enfermedad en términos de no-
aquello que mi cuerpo me enuncia a través de valor o contra-valor:
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Al contrario de ciertos médicos siempre dis- Esta imprecisión que se refiere a las
puestos a considerar a las enfermedades como fronteras estadísticas que separan a varios indivi-
crímenes, porque los interesados son de cier- duos considerados simultáneamente, es en cam-
ta forma responsables, por exceso o por omi- bio "perfectamente precisa para un único y
sión, creemos que el poder y la tentación de mismo individuo considerado sucesivamente".
tornarse enfermo es una característica esen- Pues, como Canguilhem insistirá, "lo patológico
cial de la fisiología humana. Transponiendo implica un sentimiento directo y concreto de
una frase de Valery se puede decir que la sufrimiento y de impotencia, sentimiento de vida
posibilidad de abusar de la salud forma parte contrariada" (2 p.187). La salud, por su parte,
de la salud. (2 p.162) implica una dimensión de la existencia esencial-
mente creativa, implica la capacidad de reinven-
Desde esta perspectiva, la salud puede tar ese conjunto de capacidades y poderes nece-
ser pensada como la posibilidad de caer enfermo sarios para enfrentar las agresiones a las que
y de poder recuperarse, como "una guía regula- inevitablemente estamos expuestos. Y será una
dora de las posibilidades de acción" (2 p.164). tarea para cada uno de nosotros –con el auxilio
Para Canguilhem, lo que caracteriza a de esos exégetas o lectores de síntomas, médicos,
los organismos es su prodigalidad, un cierto psicólogos o psicoanalistas–, definir el momento
exceso de cada uno de nuestros órganos, que nos en que se inicia una patología. Como afirma
permite garantizar cierto margen de seguridad Miller:
por encima del desempeño normal.
En el fondo, todas las afirmaciones de Canguilhem
Pulmón de más, riñones de más, páncreas de se refieren a lo siguiente: no existe universal de la
más, aun cerebro de más si limitáramos la vida a salud como una verdad del cuerpo, el único uni-
vida vegetativa. El hombre se siente portador de versal de la salud es su carácter social. (5 p.6)
una sobreabundancia de medios de los cuales es
normal abusar. (2 p.146) Miller entiende que las reflexiones de
Canguilhem se limitan a la salud orgánica o fisio-
Pero, si por un lado el concepto de lógica. Sin embargo, debemos recordar que
salud se refiere a las funciones orgánicas, por nunca dejó de circular entre el espacio de los
otro lado, debe referirse también al "cuerpo sub- sufrimientos orgánicos y el de los psíquicos.
jetivo". Es a partir de esa singularidad que debe Entre las infidelidades y los riesgos que nuestro
ser pensado el ser vivo: medio nos impone, debemos integrar nuestros
fracasos cotidianos, nuestras tristezas y conflic-
...ese existente singular cuya salud expresa los tos, esto es, ese espacio ambiguo al que llama-
poderes que lo constituyen, a partir del mos salud mental.
momento en que debe vivir bajo la imposición La definición de la salud como abertura
de tareas, esto es en relación de exposición a al riesgo, como capacidad de enfrentar desafíos y
un medio que él mismo no escogió. (7 p.22) novedades, no puede restringirse a la inmuni-
dad que nos produce una vacuna frente a los
Es esa polaridad dinámica con el medio agresores externos, se refiere a los desafíos coti-
lo que define un ser vivo como individual e dianos que a todos nos cabe enfrentar. Miller
irrepetible: opone a la afirmación de Canguilhem "la salud
es la verdad del cuerpo", otra definición que
Lo normal no tiene la rigidez de un determi- considera más apropiada: "la enfermedad es la
nante que valga para toda la especie, sino la verdad del hombre" (5 p.3). Esa proposición
flexibilidad de una norma que se transforma en que Miller entiende como antinómica, puede
relación a las condiciones individuales, enton- ser pensada como complementaria si observa-
ces es claro que el límite entre lo normal y lo mos que, para Canguilhem, todo interrogante
patológico se hace impreciso. (2 p.145) debe iniciarse observando los desvíos, los fra-
casos y las anomalías. Para Miller:
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...la enfermedad es la verdad del hombre, o en Aun así, la reflexión crítica que este
términos más precisos, el síntoma es la verdad texto propone no ha perdido relevancia, ni ha
del hombre. Esa es una perspectiva que se impo- dejado de tener actualidad. Canguilhem se inte-
ne cuando no tomamos como punto de partida rroga por los diferentes esfuerzos realizados en
lo físico, lo somático, sino lo psíquico o lo men- los siglos XIX y XX por localizar sufrimientos psí-
tal. En el universo mental siempre hay algo quicos, patologías, pensamientos o deseos en ese
demás, o algo que es demasiado poco, o algo órgano privilegiado que es nuestro cerebro.
que está fuera de lugar. (5 p.3) Analiza estos esfuerzos localizacionistas mostran-
do que, pese a su fragilidad tecnológica, siempre
Cabe recordar que para Canguilhem la despertaron inusitadas expectativas, erigiéndose
búsqueda de la salud perfecta, como la búsqueda rápidamente en el fundamento científico que per-
de la completa felicidad, no solo es una tarea mitiría validar las intervenciones sociales más
inútil, sino que está siempre próxima a las inter- diversas. Como afirma Canguilhem en el inicio
venciones autoritarias de los higienistas. Por esa de su texto, parece que el modo como pensamos
razón, es preciso pensar en un concepto de salud ha dejado de ser una cuestión puramente teórica
que sea capaz de integrar a nuestras vidas los fra- o filosófica; poco a poco diversos "poderes" (6)
casos, los sufrimientos, los desvíos. se han propuesto la tarea de entender y gestionar
esas facultades humanas que son el pensamiento,
la capacidad de decisión o el modo como reali-
LA LOCALIZACIÓN CEREBRAL DE LOS zamos nuestras elecciones. Entre esos saberes y
COMPORTAMIENTOS estos poderes están las neurociencias pero tam-
bién la psicología del comportamiento, la infor-
mática y la producción de psicofármacos.
Como dijimos, cuando hacemos refe- En los treinta años que nos separan de
rencia a la salud, debemos integrar ese elemen- la publicación de ese texto los conocimientos
to, ajeno a toda cientificidad, que es el cuerpo tecnocientíficos se han multiplicado, ganando
subjetivo, pues él nos permite comprender de cada vez más prestigio y poder, mientras tanto,
qué modo ese individuo se vincula con su las reflexiones teórico-filosóficas fueron perdien-
medio, de qué modo construye respuestas a los do prestigio y relevancia para el discurso médico
desafíos que su existencia le impone (2-4). Solo (12). La multiplicación de estudios de imágenes
en esa polaridad individuo-medio será posible cerebrales y las investigaciones dedicadas a des-
demarcar las fronteras que, para cada uno de cubrir nuevos psicofármacos y nuevas patologías
nosotros, separa la salud de la enfermedad. Sin psíquicas, aunque siguen caminos diferentes, fue-
embargo, cada vez son más los esfuerzos dedi- ron erigidos en saberes privilegiados para expli-
cados a localizar en el cerebro nuestros sufri- car el modo como pensamos, actuamos o desea-
mientos, nuestros pensamientos y nuestras mos. Pero entre la reflexión teórica y las interven-
afecciones. ciones tecnocientíficas existe una distancia que
Canguilhem aborda esta cuestión en no podemos desconsiderar. Estas últimas persi-
una conferencia de 1980, publicada poco des- guen el sueño de localizar las más diversas fun-
pués con el nombre de El cerebro y el pensa- ciones humanas en nuestro cerebro para antici-
miento (6). En ese texto, escrito treinta años atrás, par o corregir perturbaciones o desvíos, de acuer-
no es posible encontrar referencias a los desarro- do a parámetros científicamente establecidos de
llos actuales de la neuropsiquiatría o de la neu- cómo debemos pensar, sentir o actuar. Por el
ropsicología. No existían entonces grandes contrario, cuando la reflexión filosófica se propo-
expectativas sobre los estudios realizados a partir ne "saber cómo pensamos y de qué modo lo
de imágenes cerebrales como los Pet Scan, cuya hacemos, lo hace para defendernos contra la inci-
tecnología era incipiente en los años '70, ni tación oculta o declarada a tener que pensar
podía imaginarse el alcance de nuevos desarro- como quieren que pensemos" (6 p.11).
llos tecnológicos como las imágenes por Cuando se intenta trazar un análisis
Resonancia Magnética Funcional (fMRI). retrospectivo de las innúmeras tentativas de reducir
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el pensamiento al funcionamiento de un órgano, instrumento científico para resolver problemas
casi inevitablemente aparecerá el nombre de prácticos. Gall afirmaba que el alcance práctico
Descartes (13). Por esa razón, Canguilhem se pre- de este nuevo conocimiento sería aplicable "a la
ocupa por desarticular el mito que sitúa al meca- pedagogía, para conocer las aptitudes de los estu-
nicismo cartesiano en el origen de los esfuerzos diantes, a la medicina y al dominio de la seguri-
por reducir nuestro pensamiento a funciones dad". Sin embargo, fue en EE.UU. que la frenolo-
orgánicas: gía se transformó rápidamente en un conocimien-
to aplicado, fundamentalmente, a la selección de
Se acostumbra, con frecuencia, a situar el ini- personal y la detección de delincuencia.
cio de esas explicaciones en Descartes. Esto es La frenología dio inicio así a dos series
un perfecto contrasentido. Descartes enseñaba de estudios dedicados al cerebro. Por un lado,
que el alma indivisible está unida al cuerpo están los primeros estudios de psicopatología y
por entero por medio de un único órgano, que entre ellos las investigaciones sobre afasia reali-
es, por decir así, físicamente puntual: la glán- zadas por Charcot y Broca, siguiendo el camino
dula pineal (el conarium de los antiguos, nues- abierto por Gall y sus discípulos que permitieron
tra hipófisis). (6 p.12) localizar el centro cerebral del habla. Por otro
lado, una serie de estudios que se proponían
La función de la glándula pineal es encontrar la localización precisa de comporta-
metafisiológica o, si se prefiere, metafísica, mientos, aptitudes y delitos, para profundizar el
siendo imposible hablar de subordinación del sistema fisiológico-psicológico creado por la fre-
pensamiento o del alma a la sustancia extensa, nología con la finalidad de comprender los meca-
esto es, a nuestro organismo. Entre sustancia nismos cerebrales que producen hechos intelec-
extensa y sustancia pensante existe articulación tuales y morales como el pensamiento o los com-
y no subordinación. portamientos. Fue en la última mitad del siglo
Los estudios dedicados a determinar la XIX que comenzaron a sucederse los estudios
relación entre facultades mentales y cerebro se sobre la topografía cerebral que posibilitarían las
inician, en 1810, con la publicación del trabajo intervenciones directas, como las técnicas de psi-
de Gall, Sur les fonctions du cerveau et sur celles cocirugía conocidas como lobotomías.
de chacune de ses parties (14). En ese momento, Es importante destacar que, aun sin
la frenología dará inicio a la ciencia del cerebro, grandes sucesos, la neurología experimental
que entonces pasará a ser considerado como el comenzó a elevarse a la categoría de conoci-
único soporte físico de todas las facultades inte- miento incuestionable, permitiendo que se repi-
lectuales y morales. Gall, oponiéndose a las teo- tiera, una y otra vez, lo que 50 años antes había
rías sensualistas que afirmaban que las impresio- ocurrido con los primeros estudios de frenología.
nes y experiencias influían directamente en el En palabras de Canguilhem:
desarrollo de las facultades, postulaba "el innatis-
mo de las cualidades morales y de las capacida- Destaco, nuevamente, la rapidez con la cual el
des intelectuales" (6 p.12). Un innatismo que no supuesto conocimiento de las funciones del
encuentra su fundamento en la preexistencia del cerebro fue colonizado por técnicas de inter-
alma, como en el caso de los espiritualistas, sino vención, como si el desarrollo teórico hubiera
en las características anatómicas de forma, tama- sido congénitamente provocado por un interés
ño y color de ese sustrato orgánico privilegiado práctico. (6 p.15)
que es el cerebro.
Más allá de las innúmeras dificultades y
fragilidades epistemológicas que la frenología SINAPSIS, MÁQUINAS Y FÁRMACOS
presentaba, al intentar reducir todo el conoci-
miento sobre las facultades humanas a la craneo-
logía, es decir a la observación y comparación de Hoy, casi cien años más tarde, podría-
cráneos para deducir las características anatómi- mos repetir la misma crítica de Canguilhem a las
cas del cerebro, siempre se presentó como un actuales imágenes por emisión de positrones o a
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las imágenes de resonancia magnética funcional, Llegará una época en que nos reiremos de todo
presentadas como la nueva panacea para las neu- eso que no es exacto. Lo que llamamos pensa-
rociencias. Ellas prometen transformarse en fun- miento, los fenómenos psicológicos, no son la
damento incuestionable para intervenciones función de ningún órgano en particular: no es ni
prácticas. Sin embargo aunque las utilidades la función de la punta de los dedos, ni tampoco
prácticas de estas observaciones parecen ser múl- la función de una parte del cerebro. El cerebro
tiples, en pedagogía, medicina, psicología o con- no es más que un conjunto de conmutadores, un
trol del crimen, existen innúmeras controversias conjunto de aparatos que pone en movimiento
sobre la precisión y efectividad de estos estudios los músculos por excitación. Lo que llamamos
por imágenes que, como los frenologistas, parten idea, lo que denominamos fenómenos de psico-
de una premisa cuestionable: que existe una logía, es una conducta de conjunto, el individuo
equivalencia perfecta entre funciones mentales y tomado como un todo. Pensar no es la función
mecanismos cerebrales identificables. de ningún órgano en particular. Pensamos con
La incesante proliferación de estas imá- nuestras manos tanto como con nuestro cerebro,
genes en los más diversos medios, con la prome- pensamos con nuestro estómago, pensamos con
sa de tornar cuantificable y científico el conoci- todo: no debemos separar uno del otro. La psico-
miento sobre nuestros pensamientos, nuestros logía es la ciencia del hombre por entero: no es
sufrimientos y nuestras acciones, no legitima, por la ciencia del cerebro. Ese es un error que ha
su sola reiteración, que estemos frente a estudios hecho mucho mal, por mucho tiempo. (6 p.16)
epistemológicamente bien fundamentados. Aquí
y allí se levantan múltiples argumentos críticos La predicción de Janet aún no se ha
que cuestionan el valor de estas imágenes, consi- cumplido, y las investigaciones sobre localiza-
derando que se trata de representaciones groseras ción cerebral de pensamientos y acciones se
cuyo valor ha sido sobrestimado (12,15). reproduce de manera alarmante. Sin duda, las
Pero, en El cerebro y el pensamiento, sinapsis neuronales y la acción de los neurotrans-
Canguilhem no restringe sus críticas a la búsque- misores son condición de posibilidad de nuestros
da de la localización cerebral de pensamientos y pensamientos y acciones. Conocer con profundi-
comportamientos propia de los estudios neuro- dad el modo como nuestro cerebro opera y fun-
psiquiátricos, muestra cómo esa pasión localiza- ciona es tarea de fisiólogos y neurólogos. Pero,
cionista atravesó saberes y discursos, incluyendo cabe a la filosofía interrogarse por los límites de
algunos trabajos iniciales de Freud, como el artí- estos saberes, por la validez de sus preguntas y
culo "Cerebro" publicado en 1888. Pero fue el por el alcance de sus afirmaciones. Como afirma
propio Freud quien inició una demoledora crítica pertinentemente Canguilhem: "el fisiólogo es
a esta concepción localizacionista pocos años maestro en su dominio, pero el filósofo es indis-
más tarde. En 1915 escribía: creto siempre" (6 p.19).
Y esta indiscreción que Canguilhem
Todas las tentativas de encontrar en la localiza- considera legítima cuando entramos en el terreno
ción cerebral el lugar de los procesos psíquicos, de saberes e ideologías, aunque impertinente
todos los esfuerzos por entender a las represen- cuando se trata de entrar en la vida de las perso-
taciones como inscriptas en las células nerviosas nas, pone en evidencia que investigaciones cien-
fracasaron radicalmente. (6 p.15) tíficas en proceso de elaboración y redefinición,
no definitivas ni concluyentes, se transforman
Quizá en el futuro podamos afirmar en por su reiterada y abusiva difusión, en conquistas
relación a la tecnología de imágenes cerebrales científicas definidas y consolidadas.
lo mismo que Pierre Janet, profesor del Collège Es esto lo que ocurrió en los años '80,
de France, enunciara en 1923: cuando se imaginó que el perfeccionamiento de
los sistemas de informática permitiría un comple-
Fue exagerado vincular a la psicología con el to entendimiento de los complejos mecanismos
estudio del cerebro. Hace cerca de cincuenta cerebrales que producen el pensamiento.
años que nos hablan demasiado del cerebro […] Entonces, era tan común hablar de inteligencia
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artificial, de máquina consciente o de cerebro con voluntad y capacidad reflexiva para juzgar.
artificial, como es hoy reducir a imágenes cere- El pensamiento no es una función puramente
brales la más amplia gama de facultades intelec- cerebral, no es ni un producto biológico, ni es
tuales o morales. Tanto en un caso como en el una interacción mecánica; es, fundamentalmen-
otro, las reflexiones de Canguilhem permanecen te, capacidad de invención, creación de nuevos
absolutamente actuales cuando afirma que modos de interactuar con el mundo.
Si es necesario incluir al entorno social
...un modelo de investigación científica se ha en ese triángulo que articula pensamiento, cere-
convertido en máquina de propaganda ideoló- bro y medio externo, deberemos tomar ciertas
gica con dos finalidades: prevenir y desarticu- precauciones contra esa psicología del compor-
lar la oposición a la invasión de una forma de tamiento que deriva de la teoría del condiciona-
regulación automatizada de las relaciones miento de Pavlov. En su propia defensa, los
sociales; y disimular la presencia de los indivi- comportamentalistas argumentan que están con-
duos que deciden por tras del anonimato de la tra las teorías innatistas de las neurociencias que
máquina. (6 p.21) reducen el pensamiento a una función del cere-
bro. Se definen como no reduccionistas pues
Para Canguilhem, los esfuerzos dedi- reconocen la importancia del ambiente externo
cados desde Gall (14) a localizar en el cerebro en la construcción del pensamiento. Sin embar-
los comportamientos y pensamientos padecen go, la consideración del medio no representa,
de las mismas dificultades que se repiten en la en este caso, más que una extrapolación del
engañadora analogía entre cerebro y computa- mundo animal al humano:
dor. Un computador puede calcular trayecto-
rias, almacenar y comparar datos, establecer Mucho de lo que esas teorías defienden está en
bancos de informaciones, esto es, tener una el limite de confundir adiestramiento con
memoria. Pero su memoria es la del administra- aprendizaje y de considerar cualquier medio
dor, la del estratega, es una memoria de archi- como un ambiente. Y, finalmente de pasar pro-
vo o de inventario, capaz de resolver proble- gresivamente del concepto de educación al de
mas y desafíos lógicos altamente complicados. manipulación. (6 p.25)
Siendo así, la analogía con el pensamiento
resulta imposible, pues, las facultades cogniti- De ese modo, queda en evidencia que
vas y morales son irreductibles al cálculo. no es el simple reconocimiento de la interacción
El conocimiento humano no es solo individuo-medio, sino también el modo como se
capaz de autoreflexividad sino también capaz de establece esa relación lo que debe ser considera-
simulación, capaz de hacer un uso social del len- do cuando hablamos de salud. Si se trata simple-
guaje basado en sistemas de significaciones que mente de dirigir conductas por recompensas o
adquieren sentido en el interior de un ambiente estímulos, no existirá lugar para sujetos capaces
humano particular. Solo en la interacción del de una construcción reflexiva del yo, esto es,
individuo con su medio el lenguaje adquiere sig- capaces de inventar caminos posibles para
nificados precisos o ambiguos; solo allí es posi- enfrentar desafíos.
ble jugar con la palabra, mentir, ocultar, sugerir, Si no es posible reducir las funciones
desviar las informaciones. Porque "hablar es sig- intelectuales y morales a sinapsis cerebrales, ni a
nificar, dar a entender" (6 p.27). Pensar es vivir circuitos electrónicos, ni a una simple respuesta a
en una red de sentidos, es vivir en relación a estímulos externos dirigidos a modelar los com-
otros, y esto no es idéntico a establecer relacio- portamientos, entonces, "¿sería posible entender
nes entre datos, como lo hacen las máquinas. La el modo como el cerebro es capaz de inventar a
palabra remite al pensamiento y este a un sujeto través de una explicación química?" (6 p.22). En
que está en un medio que es el suyo. Un medio los treinta años que nos separan de la publica-
que le presenta desafíos a enfrentar, que lo vincu- ción de Canguilhem, ninguna de estas explica-
la con su historia y su memoria pasada, que le ciones fue descartada. Hoy continúan florecien-
ofrece expectativas y posibilidades. Un sujeto tes las investigaciones sobre localización cerebral
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de procesos cognitivos, las analogías con las los años '80 los neurólogos prometían la apari-
máquinas y redes de computadores, así como los ción de una sustancia capaz de desarrollar la
esfuerzos por modelar comportamientos. Pero capacidad de invención, una droga capaz de pro-
quizá las mayores energías e inversiones estén ducir el sentimiento de "dejà vu" con el objetivo
dedicadas a la investigación y descubrimiento de de aumentar la capacidad de resolver problemas.
nuevos fármacos para controlar, curar u optimi- Sabemos que, como afirma Lewontin (16), el
zar el desempeño de las funciones mentales y sueño por encontrar balas mágicas para resolver
para anular o dominar los sufrimientos psíquicos. los más variados problemas cognitivos y compor-
Canguilhem destaca dos descubrimien- tamentales o para maximizar nuestras potenciali-
tos exitosos en el campo de la psicofarmacología, dades, no solo no ha menguado sino que se ha
la L-Dopa para tratamiento de Parkinson y la clor- multiplicado en estos últimos años, posibilitando
promazina para el tratamiento de la esquizofre- algo que Canguilhem no podía prever: el surgi-
nia, este último realizado en 1952. Aún hoy, miento de nuevas patologías y la configuración
estos continúan siendo los ejemplos de éxito en de nuevos diagnósticos a partir del descubrimien-
el campo, y cada día son mayores las reticencias to de nuevos psicotrópicos (17).
contra el uso abusivo de antidepresivos, contra la Treinta años atrás, Canguilhem ironiza-
Ritalina® para el de tratamiento de TDAH ba sobre el extremismo al que llegaban los vulga-
(Trastorno de Déficit de Atención con rizadores que prometían soluciones mágicas para
Hiperactividad), o contra los benzodiazepínicos potenciar nuestras funciones mentales o morales.
como Rivotril® (campeones de venta en Brasil) Hoy ya no queda lugar para ironías, ese extremis-
para el tratamiento de los llamados trastornos de mo ya no es solo de los vulgarizadores sino tam-
ansiedad. Una confianza ingenua y excesiva bién de los investigadores, de la industria farma-
parece haberse depositado en estos medicamen- céutica y también del propio campo de la salud.
tos, como si tuvieran un poder mágico para evi- La débil línea que separa sufrimientos normales
tar y anticipar sufrimientos o para maximizar de patologías y competencias cognitivas de défi-
capacidades cognitivas. En 1980, cuando cits de atención, es lo que ha permitido la
Canguilhem presentaba su conferencia, el interés ampliación de la prescripción y el uso de psico-
"creciente por la química cerebral y por las molé- trópicos a niveles antes inimaginables (17,18).
culas apropiadas para modificar la transmisión de Si esto es posible es, justamente, por-
excitaciones a nivel de las sinapsis" (6 p. 22) esta- que en el ámbito de los psicotrópicos se repite
ba apenas iniciándose. Existían expectativas
sobre el descubrimiento de los neuropeptídeos ...una misma estrategia teórica que caracteriza a
(como las endorfinas), sustancias endógenas que la ciencia actual: a partir de observaciones y
"permitirían la inhibición del dolor psíquico y de experiencias obtenidas en un determinado
los sufrimientos morales" (6 p.22). campo de la realidad, se construye un modelo,
Entonces, Canguilhem manifestaba cier- y, a partir de ese modelo, se continúa a refinar el
tas esperanzas en los psicotrópicos para controlar conocimiento como si se estuviera refiriendo a la
sufrimientos, criticaba las denuncias de la anti-psi- propia realidad. (6 p.19)
quiatría contra la llamada camisa de fuerza quími-
ca, consideraba necesario reconocer que los fár- El modelo utilizado en la producción de
macos pueden, en ciertos casos, aliviar o atenuar nuevos psicofármacos es el de la clorpromazina
problemas metabólicos por su acción sobre los que, en 1952, inauguró una nueva metodología
neurotransmisores. Pero también señalaba que ya de investigación que se repetirá hasta el infinito.
era posible prever excesos en la vulgarización de Se trata de un tipo de explicación circular a la
los potenciales beneficios de los psicotrópicos. que Pignarre denomina petite-biologie (17). La
Parece razonable imaginar que frente a efectividad del tratamiento para la esquizofrenia
ciertos éxitos alcanzados, surja la esperanza de con clorpromazina permite deducir que la causa
"extender los poderes de la química al cerebro, de la esquizofrenia es un déficit en un neuro-
no solamente para resolver problemas sino tam- transmisor, la dopamina, pues ese medicamento
bién para estimular la performance" (6 p. 23). En actuaría sobre ese neurotransmisor. Del mismo
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modo el efecto de los inhibidores selectivos de Cuando esas medias y frecuencias ya no
recaptación de serotonina (ISRS) permite con- se refieren a la tensión arterial, al nivel de coles-
cluir que la causa de la depresión es el déficit terol o al nivel de azúcar en sangre, sino a sufri-
de serotonina, pues esa medicación actúa sobre mientos y comportamientos, a pensamientos y
ese neurotransmisor. Pignarre opina que no es funciones cognitivas y morales, la distancia entre
posible hablar aquí de verdadera investigación esos dos modos de entender la salud enunciados
biológica, sino que en realidad se trata de una por Canguilhem, parece profundizarse.
biología menor que se beneficia de la inexisten- La salud mental tomada desde una pers-
cia de los marcadores biológicos presentes en pectiva que se pretenda exclusivamente científi-
el descubrimiento de otros medicamentos, ca, clasificará comportamientos, sufrimientos o
como es el caso de los antibióticos (17). Sin dificultades intelectuales, a partir de parámetros
embargo, si el modelo de la clorpromazina se preestablecidos que definen lo que debe ser con-
repite y se perfecciona es porque, de ese modo, siderado normal o patológico. Los diagnósticos
es posible reproducir al infinito la producción que privilegian medias estadísticas, reacciones a
de nuevos medicamentos (y nuevas enfermeda- psicofármacos o localización de lesiones cerebra-
des) y, al mismo tiempo, mantener la ilusión de les, tenderán a dejar en segundo plano, o a des-
que la psiquiatría ha ingresado en la lógica de considerar las necesarias referencias al cuerpo
la localización cerebral. subjetivo. Esto significa que tenderán a desoír los
relatos referidos a sufrimientos concretos de indi-
viduos concretos, que deben enfrentar determi-
PARA CONCLUIR nados desafíos y dificultades, que poseen una
historia de vida, proyectos y sueños que no pue-
den ser cuantificados ni medidos.
Tomando como punto de partida la Por otro lado, el concepto vulgar de
reflexión que Canguilhem dedica a los concep- salud, que Canguilhem aproxima a una visión
tos de normalidad, patología y salud, fueron filosófica, estará obligado a tomar como punto de
analizadas las críticas que este autor dirige al partida la interacción del individuo con su
modo como se define hegemónicamente la medio, a saber oír el relato de las estrategias, difi-
salud física y mental. La idea de normalidad cultades y soluciones encontradas para dar res-
como frecuencia estadística y de patología puesta a los desafíos impuestos. Esto es, no podrá
como desvío de medias preestablecidas, obsta- desconsiderar las múltiples redes que nos articu-
culiza el entendimiento de la complejidad del lan con nuestro pasado, con nuestro presente y
concepto de salud. Como vimos, Canguilhem con nuestro futuro, el modo como cada uno de
considera necesario integrar a la salud a esa nosotros ha elegido construirse como sujeto
dimensión excluida al asociar salud y normali- moral de sus acciones, así como las dificultades y
dad, que es la del cuerpo subjetivo. Iniciamos sufrimientos que a cada uno le cabe enfrentar. Es
este estudio con algunas referencias a uno de por esa razón que el texto que Canguilhem dedi-
los últimos cursos de Jacques Allain Miller (5) ca al cerebro y el pensamiento culmina con una
que evidencia la relevancia y actualidad de las extensa referencia a la ética de Espinosa y con
reflexiones de Canguilhem, al menos para ese una reivindicación del ejercicio del pensamiento
campo de conocimiento que es el psicoanálisis. como algo que exige "la conciencia de sí en la
Consideramos las dificultades implícitas en una presencia del mundo" (6 p.30). Esa conciencia de
definición de salud mental que tome como sí no puede ser medida, ni calculada, ni localiza-
referencia esquemas universales de normalidad da con parámetros universales pues es lo que nos
y patología. Esas dificultades se refieren tanto al constituye como sujetos irrepetibles.
sueño imposible de alcanzar un estado de salud No se trata aquí de condenar la percep-
mental ideal, esto es una vida sin sufrimientos ción científica de la salud; se trata, al contrario,
ni fracasos, como a la reducción de nuestra de recuperar su relevancia y dignidad. El discur-
identidad y de nuestra historia a medias estadís- so científico es, para Canguilhem, un auxilio
ticas, a datos cuantitativos y objetivos. indispensable para la construcción de nuestra
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subjetividad. Como ya dijimos, el conocimiento ...es antigua mi preocupación por el hecho de


del cuerpo subjetivo no se opone al saber cientí- que, en nuestros esfuerzos por exorcizar consi-
fico. Los saberes que se refieren al cuerpo como deraciones especulativas y filosóficas de aquello
objeto deben ser aliados de una comprensión que queremos que sea ciencia empírica objeti-
más amplia del concepto de salud. Aún los va, los neurocientistas cognitivos hemos des-
esfuerzos ingenuamente dedicados a localizar en considerado una importante herramienta meto-
el cerebro cada una de nuestras funciones cogni- dológica, el análisis crítico de conceptos funda-
tivas o morales pueden permitir conquistas mentales, axiomas, presupuestos y premisas que
inimaginables. Lo que no es aceptable, ni legíti- subyacen a nuestro trabajo cotidiano de investi-
mo, ni epistemológicamente válido, es pretender gación. (12 p.331)
derivar de supuestas localizaciones de funciones
cerebrales estados patológicos o normales, sufri- Vimos hasta qué punto la falta de refle-
mientos aceptables o inaceptables, dificultades xión crítica sobre los axiomas y presupuestos
sociales o intelectuales universalizables. puede conducir, no solo a líneas de investigación
Cuando la salud se reduce exclusiva- poco promisorias, sino también a intervenciones
mente a la aplicación de instrumentos de obser- autoritarias.
vación, medición y cálculo, puede caer en la Establecer límites a las pretensiones colo-
tentación de perseguir el viejo sueño de antici- nialistas del conocimiento científico; evitar que
par o corregir perturbaciones o desvíos, de investigaciones en proceso de elaboración, aún
acuerdo a parámetros científicamente estableci- poco concluyentes, se transformen, por su reitera-
dos de cómo es correcto (normal) pensar, sentir da y abusiva repetición, en conquistas científicas
o actuar. La filosofía, como dijimos, se mueve en definitivas y consolidadas; cuestionar qué debe-
sentido contrario: si ella se interroga por el mos entender por aquello que se pretende locali-
modo como pensamos, lo hace para "defender- zar (sufrimiento, valoración moral, capacidad de
nos contra la incitación a tener que pensar como invención, etc); impedir que el espacio de la sub-
quieren que pensemos" (6 p.11). jetividad y la construcción reflexiva del yo se
De este modo, Canguilhem nos invita reduzca a patrones de patología y salud, son tare-
a revisar los supuestos epistemológicos y éticos as que le caben a la filosofía, pero también a la
de esos conocimientos dedicados a la localiza- propia ciencia. Comprender a la salud mental
ción cerebral de funciones morales e intelectua- como la capacidad de dar respuesta a las infideli-
les. Algunos científicos reconocen que esa es dades y dificultades que el medio nos impone y no
una tarea necesaria para poder dar continuidad como el resultado de medias estadísticas, cálculos
a las investigaciones a partir de premisas bien y mediciones, puede ser un buen punto de partida
establecidas. Es esa la tarea emprendida, por para revisar las pretensiones que, desde hace más
ejemplo, por William Uttal en su libro The de un siglo, están depositadas en la localización
Limits of localizing cognitive process in the cerebral de lo normal y lo patológico.
Brain. Allí declara:

NOTAS FINALES

a. Todas las citas incluidas en español de textos


que fueron publicados en otros idiomas corres-
ponden a traducciones libres de la autora.
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FORMA DE CITAR
Caponi S. Georges Canguilhem: del cuerpo subjetivo a la localización cerebral. Salud Colectiva. 2010;6(2):149-161.

Recibido el 2 de febrero de 2010


Aprobado el 1 de marzo de 2010

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