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Unidad 1

Introducción

La preocupación por los problemas técnicos relacionados con la voz es de larga data,
referidos al canto hay escritos del siglo XV que hacen observaciones en torno a aspectos,
como por ejemplo, el tipo de vibrato mas adecuado para la música de la época. En cuanto
al teatro, las especulaciones acerca de la mejor manera de utilizar la voz para hacerse
escuchar en lugares amplios datan de la época de la tragedia griega 1.
Por otra parte las investigaciones acerca de la anatomía y fisiología del aparato fonador
también vienen de lejos. Galeno de Pérgamo (129-199 AC) describe la laringe como
compuesta por tres cartílagos (supone que los aritenoides son una sola pieza ), listando
los músculos y los nervios asociados 2.
Sin embargo los campos de los entrenadores de la voz – cada vez mas avezados en el
perfeccionamiento de herramientas pedagógicas–, y de los médicos –cuyos
conocimientos se acumulaban rápidamente ayudados por el desarrollo tecnológico– no se
relacionaron hasta mediados del siglo XIX En 1854, Manuel Garcia hijo, cantante e hijo
de cantantes, profesor de canto y curioso investigador, invento el laringoscopio y con este
artefacto –un espejo en el extremo de una varita- se pudieron observar, por primera vez,
los pliegues vocales en fonación.
A pesar de ello, la separación entre las dos visiones acerca del funcionamiento del
aparato vocal continúa hasta nuestros días. En general quienes conocen anatomía y
fisiología (médicos, fonoaudiólogos, etc ) se ocupan principalmente de personas con
algún tipo de inconveniente vocal y su solución es, por supuesto, el objetivo prioritario de
estos profesionales. Debido a ello se encuentran desorientados al tratar con personas que ,
partiendo de condiciones de sanidad, necesitan alcanzar un nivel de rendimiento vocal
muy superior al normal.
Por otro lado, quienes utilizamos la voz en forma profesional y quienes tenemos relación
con el adiestramiento de profesionales de la voz, tendemos a imaginar al individuo como
una caja negra de la cual solo conocemos la envoltura y a cuyo interior nos asomamos a
través imágenes que describen sensaciones. Como resultado de tal enfoque nuestras
ejercitaciones suelen estar plagadas de indicaciones poéticas y de descripciones del
aparato vocal no siempre felices.
Sirvan los primeros textos de este apunte para intentar mejorar en algo esta situación.

1
Miller, R. : Historical overview of vocal pedagogy; en Sataloff, R. T: Vocal Health and Pedagogy;
Singular Publishing Group; San Diego, 1998
2
Kennedy-Dygas, M.: Historical perspectives on the "Science"of Teaching Singing- Part 1 en Journal of
Singing Vol 56 Nº2;

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