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El pelo forma parte de nuestro cuerpo desde los primeros meses de gestación que es cuando se desarrollan los folículos,
desde los que sale una raíz y un tallo que se proyecta hacia el exterior por encima de la epidermis. Dentro de cada folículo se
encuentra la glándula sebácea y fibras musculares que se unen a cada pelo. Pero es en la zona papilar, formada por un tejido
conjuntivo y vasos sanguíneos, donde se producen los nutrientes necesarios para el crecimiento del pelo.
Pero si tenemos bien nuestros folículos, con los nutrientes necesarios para el crecimiento del cabello, ¿por qué se cae el
pelo? Todos los días nacen nuevos cabellos. Y otros se caen, dentro de unos parámetros normales, debido al ciclo de la vida
de estos que se renuevan continuamente. Tenemos entre 130.000 y 150.000 pelos que cubren todo nuestro cuerpo,
aunque depende de la zona en la que esté situado el pelo tienen un proceso de crecimiento y caída diferente. Por ejemplo, el
cuero cabelludo crece una media de 1 milímetro cada tres días, mientras que el crecimiento de las pestañas es más lento.
La alopecia es la patología que afecta tanto a hombres como a mujeres y que consiste en la ausencia de pelo en una, en
varias o en todas las zonas del cuerpo. La caída del pelo puede originarse por causa de antecedentes genéticos, después de un
embarazo, por desarreglos hormonales, por tener enfermedades cuyos tratamientos favorecen la pérdida del cabello (como la
pérdida de pelo en enfermos de cáncer) o por falta de vitaminas o nutrientes esenciales para nuestro pelo, entre otras causas.
Aparte de lo arriba mencionado, existen enfermedades específicas que producen la alopecia, como ciertas enfermedades de
la piel entre las que se encuentra la tiña; o trastornos hormonales, como por ejemplo el hipertiroidismo que debilita el
cabello, haciéndolo más fino. Por contra, una producción escasa de la tiroides (hipotiroidismo) lleva a que el cabello sea
demasiado grueso. La poca presencia de hierro en la sangre, como ocurre, en la anemia, etc. puede ser otro de los factores.
En cuanto a factores externos, el estrés, las situaciones de angustia personal o estados emocionales desagradables son
muchas veces los que producen la caída del cabello. El uso de ciertos productos, de champús inadecuados, demasiado ricos
en detergentes, que hacen que el cuero cabelludo se vuelva cada vez más graso o de otros componentes agresivos puede ser
la causa de la calvicie
Una alimentación deficiente puede llevar a que nuestro organismo no tenga la cantidad necesaria de ciertos componentes
para el perfecto estado del cabello. Se ha comprobado que una deficiencia de hierro, cobre, cinc, sílice, o de piridoxina
(Vitamina B6) o biotina (Vitamina B7) pueden producir la alopecia. De igual manera, una falta de proteínas o de grasas, muy
típica en sujetos que siguen dietas estrictas de adelgazamiento, o muy habitual en países pobres, puede conducir al mismo
resultado. Otras veces la pérdida del cabello se produce por causas que no se conocen con toda seguridad.
Por últimos, muchas veces la calvicie tiene unas causas genéticas. En la mayoría de los hombres se produce la caída del
cabello total o parcial a partir de la frente o la coronilla debido a la existencia de hormonas (dihidrotestosterona) que
controlan el folículo piloso. (alopecia androgénica) En las mujeres esta misma situación conlleva a que cada vez el cabello
sea más fino y menos abundante.
La pérdida del pelo depende de diferentes factores, pero principalmente tiene que ver con el estado de los folículos y del
cuero cabelludo. Los folículos pilosos son la parte de la piel que da crecimiento a los pelos Si estos no están en buen estado
no producirán pelo apareciendo así las zonas con ausencia de vello.
La clave para detectar la caída del pelo es revisar regularmente la salud del cabello para prevenir con tiempo posibles
problemas capilares y buscar las soluciones adecuadas para cada situación.
Si regularmente encuentras muchos pelos en la almohada al levantarte es una señal de que se está perdiendo más cabello de
lo habitual.
Si tienes molestias en el cuero cabelludo es recomendable acudir a un especialista porque se puede tratar de una dermatitis o
de la presencia de hongos. Estas patologías son una de las causas de la caída del cabello y se manifiestan por el
enrojecimiento del cuero cabelludo, por picores y por zonas despobladas en el cabello.
Pérdida excesiva tras lavar o manipular el pelo
Si al lavarte el pelo pierdes gran cantidad de cabello puede ser la señal de una posible alopecia. Esta pérdida de pelo también
puede suceder al cepillarse o peinarse.
Si en tu cabello tienes exceso de caspa o grasa pueden ser uno de los factores que estén provocando la caída del pelo.
Entradas en el pelo y la coronilla
En el caso de los hombres, si la caída del pelo se produce en la zona de la frente, de las sienes o en la parte superior de la
cabeza estaremos ante el síntoma más común de la alopecia androgenética, que generalmente se manifiesta con calvicie en
las entradas y la coronilla. Esta pérdida de cabello normalmente está causada por la predisposición genética de cada persona.
Menor densidad capilar
En el caso de las mujeres, si hay un debilitamiento del cabello en la parte superior de la cabeza estaremos ante el síntoma
más común de la calvicie femenina, que se manifiesta en forma de clareo del cabello por pérdida de densidad y volumen en
el pelo. Lo más frecuente es que la alopecia en la mujer no llegue a generar una calvicie completa como en el caso de los
hombres.
Si tienes alguno de los síntomas de la caída del cabello mencionados puedes acercarte a un centro Svenson en el que te
ofrecerán una consulta gratuita para ver en qué estado está tu pelo y ofrecerte una solución personalizada para tu caso.
También podrás encontrar mucha información sobre la caída del pelo en el blog de Svenson donde podrás seguir los
consejos de los especialistas para prevenirla.
Tipos de alopecia
La alopecia puede clasificarse en numerosos grupos, según su origen y manifestaciones. La más habitual es la alopecia
androgénica, también llamada alopecia androgenética o calvicie común, responsable del 95% de los casos. Es más común
en hombres que en mujeres.
Otras formas comunes de alopecia son la alopecia areata, cuya característica fundamental es que la pérdida de cabellos no
es definitiva y se localiza en un área determinada; la alopecia universal, una extensión de la alopecia areata; y la alopecia
cicatricial, que está provocada por una destrucción del folículo piloso. En este caso, se trata de una dolencia irreversible.
Existen muchos tipos de alopecia que nos encontramos con menor frecuencia y que pueden estar originadas por causas
genéticas, medicamentos, infecciones cutáneas, traumatismos, deficiencias nutritivas y ciertas enfermedades de la piel, entre
otros.
Alopecia androgenética
La alopecia androgenética o androgénica es la pérdida de pelo a causa de factores genéticos. Es el tipo de alopecia más
común en nuestra sociedad, y que afecta, por lo general, a la mayoría de los hombres, aunque también puede darse en las
mujeres.
Según el Doctor Carlos Velasco, Director Médico de Svenson y cirujano de Svenson Medical, “la calvicie se hereda por vía
materna, por lo que es más fácil ser calvo si lo es el abuelo materno que si lo es el padre”. No obstante, el gen portador de
la calvicie no tiene un patrón temporal claro: puede saltarse generaciones o sucederse sin interrupción. Por lo tanto, la
observación de los familiares directos, aunque aporta información interesante, no es un elemento clave para determinar el
riesgo genético de desarrollar la calvicie.
Sin embargo, existe una manera clara y científica de conocer la predisposición genética de cada persona a sufrir alopecia y a
su respuesta determinada al tratamiento más adecuado. Esta no es otra que el Test Hair DX que, mediante un análisis del gen
del receptor androgenético, detecta la predisposición genética a desarrollar la alopecia androgenética. De esta manera,
puedes adoptarse el tratamiento adecuado para evitar la alopecia antes de que se empiece a desarrollar.
Este tipo de alopecia la sufren el 90% de los hombres mayores de 21 años, empezando a presentar ausencia de cabello en
las entradas de la cabeza. A partir de los 40 años, el 50% de los hombres sufren la alopecia androgénica en la zona de la
coronilla.
La alopecia androgenética se produce por la presencia de la enzima 5-alfa-reductasa y la hormona dihidrotestosterona, que
son las que provocan la caída del pelo. La enzima convierte la testosterona en dihidrotestosterona (DHT), que es la que se
encarga de que se reduzcan el número de folículos pilosos, haciendo que las membranas del cuero cabelludo se vuelvan
rígidas.
Con este proceso, se activan las glándulas sebáceas produciendo grasa en el pelo y en el cuero cabelludo. De esta manera, la
estructura folicular se va minimizando y los cabellos nuevos van naciendo cada vez más débiles y más finos de lo normal.
Finalmente, esos folículos dejan de funcionar correctamente y el pelo que se cae no vuelve a ser reemplazado por otro,
apareciendo las primeras zonas con ausencia de pelo.
Se han realizado muchas investigaciones sobre este tipo de alopecia pero lo único que se ha determinado es que lo que
produce la calvicie no es la presencia de un nivel elevado de DHT, sino una tendencia genética que influye sobre la
dihidrotestosterona que finalmente debilita el folículo piloso.
Aunque la alopecia androgenética afecta en su mayoría a los hombres, también puede desarrollase en las mujeres. Para
ambos casos, existen tratamientos especializados para este tipo de alopecia. Si padeces este tipo de calvicie, no dudes en
acudir a un centro Svenson, donde nuestros especialistas te explicarán las todas las soluciones posibles para la alopecia
androgénica, y te realizarán un análisis personalizado.
La alopecia difusa es la pérdida progresiva y generalizada del cabello que no llega a producir calvicie total. Afecta
tanto a hombres como a mujeres. En estos casos, el pelo adquiere un aspecto lacio y sin vida, y se percibe
sensación de escasez.
Este tipo de alopecia se puede desarrollar, entre otros factores, por causas endocrinas, por medicamentos o por la
alimentación. En el primer caso es síntoma de que existen problemas en las glándulas endocrinas, como por
ejemplo el hipertiroidismo o el hipotiroidismo, patologías que suelen provocar pérdida difusa del pelo.
Los medicamentos también pueden influir en la caída difusa y en el adelgazamiento del cabello, ejemplo de ello
son los anticoagulantes, los tratamientos de quimioterapia, los medicamentos psiquiátricos, los anticonceptivos
orales, el exceso de vitamina A y el exceso de carbonato de litio, entre otros.
La alimentación es asimismo muy importante para la salud del cabello y para prevenir la alopecia difusa. Si el
pelo no tiene los nutrientes necesarios para su desarrollo se vuelve seco, quebradizo y adelgazado. Las raíces
del cabello podrán tener hendiduras -donde se fracturarán con facilidad- y los cabellos negros podrán adquirir
una coloración rojiza.
Igualmente, algunas enfermedades relacionadas con problemas alimenticios repercuten también en la salud del
pelo; un ejemplo claro es la anorexia nerviosa, que debilita el cabello y provoca su posterior caída.
Principalmente, son las deficiencias de hierro, ferritina y zinc en la dieta las que favorecen la pérdida de pelo de
manera difusa.
La alopecia difusa se puede prevenir y tratar. Una de las principales vías es seguir una dieta equilibrada para que
el cabello obtenga todos los nutrientes necesarios y pueda mantenerse sano.
Al mínimo síntoma que se presente y nos haga sospechar que podríamos padecer este tipo de alopecia,
debemos acudir a un especialista para que nos haga un estudio. Con un diagnóstico, podrás empezar un
tratamiento lo antes posible, y evitar que se siga cayendo el pelo. También puedes conseguir que vuelva a salir
el que se haya perdido. Hay muchos tratamientos, pero no todos son válidos para todas las personas. En los centros
Svenson, te ofrecemos un tratamiento personalizado y las mejores soluciones para cada caso.
Con un desarrollo impredecible, la alopecia areata se caracteriza por la pérdida del cabello en forma de parches
redondos en una o varias zonas del cuero cabelludo, o bien en otras partes del cuerpo. Suele ser frecuente que
observemos cabellos con forma de signo de exclamación en los bordes del parche calvo que se desprenden
fácilmente. En ocasiones, la alopecia areata puede evolucionar hasta la calvicie total.
La alopecia areata tiene un desarrollo difícilmente predecible. En ocasiones, el cabello vuelve a crecer al cabo de
algunas semanas, mientras que en otros la enfermedad progresa y se produce una pérdida total del pelo en el
cuero cabelludo y en el cuerpo.
La causa de este tipo de alopecia no se conoce con precisión. El tejido que rodea el folículo piloso se inflama sin
que a continuación aparezca una cicatrización. Los científicos manejan la hipótesis de que la inflamación se
debe a una reacción inmunitaria en la que el folículo piloso es atacado por sus propios anticuerpos.
La alopecia areata puede afectar a hombres, mujeres y niños. En algunas personas, la pérdida del cabello puede
ocurrir después de un evento importante, como una enfermedad, el embarazo o un traumatismo.
Los factores o causas que están asociados con su desarrollo son: el perfil genético (aproximadamente una de
cada cinco personas con esta afección cuenta con antecedentes familiares de alopecia),
la hipersensibilidad caracterizada por una tendencia familiar, las reacciones inmunes y autoinmunes específicas
de ciertos órganos, y el estrés emocional.
Es frecuente que la alopecia areata comience con síntomas como uno o dos parches de pérdida de cabello, muy
frecuentemente en el cuero cabelludo. Pero también puede observarse en la barba, las cejas, y los brazos o las
piernas. Se forman pequeñas calvas con forma de moneda pequeña; son lisos, redondos y pueden adquirir un
tono melocotón. Tampoco es infrecuente que aparezcan pústulas y sensación de ardor o picazón.
A pesar de todo ello, el pronóstico suele ser bueno y el cabello vuelve a salir al cabo de un año en el 80% de los
casos, aproximadamente. Ahora bien, es necesario ponerse en manos de profesionales que aconsejen los
productos más adecuados. Para tratar la alopecia areata los facultativos suelen recurrir al uso de corticoides –
para reducir la hinchazón y el dolor- que se aplican en inyecciones en la piel, por vía oral (pastillas), o aplicados
tópicamente, en forma de crema o loción. También ofrece buenos resultados el minoxidil, medicamento que actúa
estimulando el crecimiento de nuevos cabellos y retrasando su caída.
La alopecia cicatricial es la calvicie que se produce como resultado de la malformación, daño o destrucción de los
folículos pilosos. Estos son sustituidos por un tejido cicatricial permanente en el que ya no puede nacer pelo
nuevo. Esta alopecia no es muy común, ya que afecta a un bajo porcentaje de personas, se da por igual en
hombres y en mujeres, y es más común que se desarrolle en los adultos.
Existen diferentes tipos de alopecia cicatricial:
Alopecia cicatricial primaria. Este tipo de alopecia se produce por alteraciones en el desarrollo del folículo piloso, o
por alteraciones que son hereditarias.
Alopecia cicatricial primaria adquirida. Existen ciertas dermatosis de origen autoinmune o de causa desconocida que
pueden cursar la alopecia cicatricial.
Alopecia cicatricial secundaria. Este tipo de alopecia aparece cuando el folículo piloso se destruye secundariamente en
el curso de una infección, proceso tumoral o secundariamente a procesos físicos como radioterapia o quemaduras.
También la tiña (dermatofitosis) del cuero cabelludo puede dar lugar a una alopecia cicatricial.
Este tipo de alopecia se puede detectar cuando se localicen zonas de calvicie en el cuero cabelludo, muchas
veces acompañadas también por enrojecimiento y descamación. Normalmente, las personas que padecen este
tipo de alopecia presentan una caída progresiva del pelo sin motivo alguno. Se puede presentar sensación de
ardor o dolor en la zona del cuero cabelludo donde se empieza a perder el pelo.
Lo mejor es poner un tratamiento cuando se noten los primeros síntomas, o se tengan sospechas de padecer la
alopecia cicatricial. Dependiendo del tipo de alopecia que se presente, y del grado de avance de ésta, será más
recomendable un tratamiento u otro. Por lo general, se puede combatir la alopecia cicatricial con antiinflamatorios,
con corticoesteroides o con antibióticos, para que las células dañinas que están destruyendo el folículo piloso
dejen de hacerlo. En caso de que ya estén destruidos, lo recomendable es seguir con el tratamiento para que no
afecte a los folículos pilosos que estén sanos.
Ante cualquier duda recuerda que puedes acudir a un centro Svenson, donde te harán un diagnóstico gratuito y
personalizado. Allí, nuestros especialistas te explicarán los mejores tratamientos para este tipo de alopecia. Si
no tienes ningún centro cerca, también puedes consultar todas las dudas que tengas por teléfono donde te
atenderán nuestros especialistas capilares.
La alopecia cicatricial es la calvicie que se produce como resultado de la malformación, daño o destrucción de los
folículos pilosos. Estos son sustituidos por un tejido cicatricial permanente en el que ya no puede nacer pelo
nuevo. Esta alopecia no es muy común, ya que afecta a un bajo porcentaje de personas, se da por igual en
hombres y en mujeres, y es más común que se desarrolle en los adultos.
Existen diferentes tipos de alopecia cicatricial:
Alopecia cicatricial primaria. Este tipo de alopecia se produce por alteraciones en el desarrollo del folículo piloso, o
por alteraciones que son hereditarias.
Alopecia cicatricial primaria adquirida. Existen ciertas dermatosis de origen autoinmune o de causa desconocida que
pueden cursar la alopecia cicatricial.
Alopecia cicatricial secundaria. Este tipo de alopecia aparece cuando el folículo piloso se destruye secundariamente en
el curso de una infección, proceso tumoral o secundariamente a procesos físicos como radioterapia o quemaduras.
También la tiña (dermatofitosis) del cuero cabelludo puede dar lugar a una alopecia cicatricial.
Este tipo de alopecia se puede detectar cuando se localicen zonas de calvicie en el cuero cabelludo, muchas
veces acompañadas también por enrojecimiento y descamación. Normalmente, las personas que padecen este
tipo de alopecia presentan una caída progresiva del pelo sin motivo alguno. Se puede presentar sensación de
ardor o dolor en la zona del cuero cabelludo donde se empieza a perder el pelo.
Lo mejor es poner un tratamiento cuando se noten los primeros síntomas, o se tengan sospechas de padecer la
alopecia cicatricial. Dependiendo del tipo de alopecia que se presente, y del grado de avance de ésta, será más
recomendable un tratamiento u otro. Por lo general, se puede combatir la alopecia cicatricial con antiinflamatorios,
con corticoesteroides o con antibióticos, para que las células dañinas que están destruyendo el folículo piloso
dejen de hacerlo. En caso de que ya estén destruidos, lo recomendable es seguir con el tratamiento para que no
afecte a los folículos pilosos que estén sanos.
Ante cualquier duda recuerda que puedes acudir a un centro Svenson, donde te harán un diagnóstico gratuito y
personalizado. Allí, nuestros especialistas te explicarán los mejores tratamientos para este tipo de alopecia. Si
no tienes ningún centro cerca, también puedes consultar todas las dudas que tengas por teléfono donde te
atenderán nuestros especialistas capilares.
Escalas de alopecia
La alopecia afecta tanto a hombres como a mujeres y consiste en la ausencia de pelo en una, en varias o en todas las zonas
del cuerpo. Sigue una secuencia típica, pero diferente en ambos sexos. Aunque en ambos casos el área más afectada es la
parte superior de la cabeza, la manera en la que se produce la caída difiere. En las mujeres, a diferencia de los hombres, se
produce una pérdida difusa de densidad en toda la cabellera, aunque se hace mucho más evidente en la parte superior.
Esta evolución se ha visto reflejada en varias clasificaciones. Te ofrecemos algunas de las más destacadas, pero recuerda que
el mejor diagnóstico siempre te lo ofrecerá un profesional que, además, te orientará sobre tratamientos y prevención.
Escala de Norwood-Hamilton
En los hombres, la caída del pelo debido a una alopecia androgenética comienza después de la pubertad. El primer cambio
consiste en un retroceso de la línea fronto biparietal del pelo, lo que se conoce como las entradas.
James Hamilton clasificó, en los años 50, este tipo de calvicie distinguiendo 5 estadios. Norwood, 25 años después, mejoró y
completó esta clasificación. En la práctica, con esta escala se podría empezar a hablar de calvicie a partir del estadio III y III
vertex, ya que los estadios I y II, presentes en muchos hombres, no necesariamente progresan en el tiempo.
Escala de Ludwig
En el caso de las mujeres, la alopecia androgenética generalmente se presenta entre los treinta y los cuarenta años, más tarde
que en el caso de los hombres. La caída puede dar comienzo debido a cambios hormonales.
Erich Ludwig clasificó la alopecia androgenética femenina en tres estadios basados en la densidad del pelo. La gran mayoría
de las mujeres con este tipo de alopecia se encuentran en el Grado I, que se manifiesta con una alopecia mínima y pelo con
poco volumen. Las que llegan al Grado II, alcanzan un mayor clareo que es más complicado disimular. El tercer grupo es
menos frecuente.
Escala de Savin
Otra escala para determinar el grado de calvicie que se aplica en las mujeres es la diseñada por el doctor Savin en la década
de los años 90. Mide, además del grado de calvicie, el adelgazamiento del cabello, en un total de nueve estadios.
Alopecia hormonal femenina
MENOPAUSIA: Las causas de la alopecia femenina son muy diferentes, pero especialmente es debida al
desequilibrio hormonal que aparece en la menopausia. Al disminuir la cantidad de estrógenos y al aumentar la presencia
de las hormonas masculinas o andrógenos (también se conoce como alopecia androgenética). De hecho, podemos darnos
cuenta que la alopecia en mujeres, aparece más frecuentemente en mayores de 60 años o incluso antes, en el periodo pre
menopáusico. Incluso en ciertos casos aparece acompañado de vellosidad en el rostro y otras zonas del cuerpo.
PARTOS Y TRATAMIENTOS ANTICONCEPTIVOS: También es habitual que caiga el cabello en las mujeres
después de los partos hasta que nuestro organismo recupere el equilibrio hormonal. Incuso cuando abandonamos
tratamientos anticonceptivos con hormonas femeninas, ya que los estrógenos potencian el crecimiento del cabello.
Factores ambientales
Ciertos factores pueden provocar también alopecia femenina. Entre otros encontramos que los más habituales son: el estrés,
la contaminación, una dieta incorrecta, tabaco, higiene o el cuidado capilar deficiente, etc. Incluso la utilización de forma
frecuente de extensiones, las agresiones de forma continuada con algunos productos de la peluquería, etc.
Actualmente alguno de los tratamientos más utilizados es el Minoxidil, con el que podemos evitar que siga cayendo el pelo.
Pero este tratamiento no es útil en todas las mujeres, y si se deja de utilizar el pelo vuelve a caer.
ANTICONCEPTIVOS O THS
En aquellos casos en el que la alopecia femenina es debida a las hormonas, la utilización de terapia alguna de sustitución en
la menopausia o la píldora anticonceptiva en otros contextos, puede evitar que progrese esta alopecia femenina.
TRASPLANTE CAPILAR
En ciertos casos la alopecia femenina también puede tratarse con un trasplante capilar. La técnica más recomendada en estas
situaciones es la técnica fue, aunque es una técnica que necesita el rasurado del cabello de la mujer, por lo que no en todos
los casos la paciente está dispuesta.
Pero existe una técnica muy novedosa, que es la técnica de injerto capilar FUE Patchy sin rapar, que puede utilizarse en
ciertos casos y no requiere el rapado. La gran ventaja de esta técnica es que nadie notará que la paciente se esté sometiendo a
un tratamiento de trasplante de pelo.
Uno de los tratamientos más actuales y más novedosos que si están funcionando es el tratamiento
con células madre para la alopecia (Nanofat). En Face Clinic somos centro de referencia en España
en la utilización de las células madre para combatir la alopecia.
Este tratamiento para la alopecia femenina se realiza en aproximadamente 1 hora Consiste en procesar una pequeña
cantidad de grasa del paciente que contiene células madre mesénquimales adultas, entre otros.
Una vez hemos procesado la grasa extraída y obtenido el concentrado celular, este se inyecta en la zona donde se ha
detectado la falta de densidad de cabello.
En este caso por tanto, no estamos injertando pelo de una zona del donante. Lo que hacemos es que injertamos las células de
la grasa que lo que harán, es que regenere las propias células germinales del folículo que todavía está vivo para que vuelva a
producir cabello de calidad.
Consciente de esta situación, que para muchas mujeres llega a ser traumática, Svenson ha apostado fuerte por la
investigación y el desarrollo de productos y tratamientos innovadores para tratar de paliar las caídas capilares que afectan a
las mujeres.
De hecho, en la premenopausia –cuyos síntomas algunas mujeres empiezan a apreciar a partir de los 40- a veces el cabello se
vuelve más fino y quebradizo, e incluso caídas prematuras. Y es que en esta etapa, más aún en plena menopausia, el perfil
hormonal de la mujer se masculiniza en cierto modo, es decir, bajan bruscamente los niveles de estrógenos mientras se
mantienen estables los de testosterona. Esto afecta al ciclo de vida del cabello, que se acorta, por lo que se favorece su caída.
Es un problema frecuente, pero no afecta a todas las mujeres, pues en él intervienen otras circunstancias, como la herencia
genética y el estado previo del cabello a esta etapa.
El tratamiento recomendado por Svenson es la aplicación de Minoxidil, único fármaco de uso tópico con eficacia probada
contra la caída del cabello en mujeres.
¿Puede la enfermedad tiroidea afectar a la caída del cabello en mujeres?
El mal funcionamiento de la tiroides, tanto si se trata de hipotiroidismo como si hablamos de hipertiroidismo, da como
resultado un descenso o incremento de la producción de tiroxina, lo que a su vez provoca un adelgazamiento del cabello y su
caída.
Asimismo, se puede producir un efluvio por el uso de anticonceptivos cuando se suspenden tras una larga temporada de
tratamiento. Esto es debido a que los estrógenos aportados por la medicación anticonceptiva prolongan la fase anágena –la
del crecimiento del cabello- que vuelve a su ritmo normal al abandonar el tratamiento.
Hiperandrogenismo
Por último, el hiperandrogenismo, es decir, la producción excesiva de andrógenos, favorece la caída del cabello en aquellas
mujeres que por herencia están predispuestas. Esta patología debe ser diagnosticada y tratada, en primera instancia, por el
ginecólogo. Una de los síndromes que con más frecuencia provocan esta situación es el de los ovarios poliquísticos.
Mantener una correcta higiene capilar. Es recomendable lavar el cabello con frecuencia utilizando champús de calidad y
acordes al tipo de cabello. Es importante lavar el cabello de forma delicada y evitar caer en los típicos hábitos dañinos, por
ejemplo:
1. No desenredar el cabello humedecido, es mejor desenredar el cabello antes de lavarlo en la ducha puesto que el pelo
húmedo es mucho más débil.
2. No frotar insistentemente con la yema de los dedos el cuero cabelludo creyendo que se logra una limpieza total. Se debe
repartir el champú suavemente y frotar con las palmas de las manos durante 3 o 4 minutos, luego masajear las puntas. Es
recomendable ir mojando el cabello para que se forme espuma, esto hace que el frotamiento no sea tan agresivo.
3. No se debe aclarar el cabello con agua caliente, es preferible utilizar agua fría para no debilitar el cabello.
4. También, es recomendable utilizar productos especializados en el cuidado del cabello, como acondicionadores, lociones
para fortalecer el pelo.
De igual manera, debemos seguir una dieta equilibrada para tener todos los nutrientes necesarios para la salud de nuestro
pelo. Para prevenir y evitar la caída del cabello por el exceso de caspa, grasa o la presencia de picores puedes empezar con
tratamientos de higiene. En Svenson no solo encontrarás especialistas que te asesorarán, también dispones de una gama
de productos especializados para cuidar tu pelo y prevenir la caída.
Saber detectar sus síntomas para poder reaccionar a tiempo.
Cuando comiences a notarlos, es recomendable acudir a un especialista para saber el estado de tu pelo y cuál será el
tratamiento adecuado para tus características. Puedes acercarte a cualquier centro Svenson en el que nuestros especialistas te
realizarán gratuitamente un diagnóstico capilar personalizado y sin ningún compromiso.
Si ya tienes un diagnóstico claro sobre el estado de tu pelo, lo mejor es empezar con un tratamiento adecuado con tu
problema. Ante cualquier duda, consulta a los especialistas capilares que serán los que mejor te informen sobre los
tratamientos adecuados para cada caso
El cabello débil se produce debido a la escasa actividad de las células o al reducido aporte de nutrientes que se
refleja, además, en un pelo quebradizo y poco resistente. Es muy sencillo de detectar, ya que al pasar la mano
por los cabellos, su densidad es menor. Es uno de los múltiples problemas capilares que podemos
encontrarnos.
Si notamos cualquiera de estos síntomas en nuestro cabello, debemos aplicar algún revitalizante para nuestro
pelo, como es el caso de alguna sustancia nutritiva.
La Psoriasis capilar se caracteriza por la presencia de placas rojas con descamación seca en el cuero cabelludo.
Se trata de una afección individual, pero crónica.
Otros problemas capilares frecuentes:
Los síntomas que se asocian principalmente a la tricotilomanía son los estados de ánimo de la persona. La depresión
y la ansiedad ayudan a que se desarrolle este trastorno que es muy perjudicial para la salud. Algunas veces la
enfermedad llega hasta el punto de comer su propio pelo, provocando problemas digestivos que pueden derivar
en enfermedades graves.
Por eso es importante saber detectar esta enfermedad a tiempo, para poder poner una solución y un tratamiento
adecuado. Los enfermos normalmente no son conscientes de este problema, por ello las personas que están a
su alrededor son las que tienen que estar atentas para ayudarle y que no vuelva a recaer en esta enfermedad
tan desconocida.