Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
SUEÑOS DE RETORNO,
SIGNOS DE ÉXITO
Del 23 de junio al 21 de agosto, 2011
ARQUITECTURA DE REMESAS
2
SUEÑOS DE RETORNO, SIGNOS DE ÉXITO 3
Este texto busca ser un vaso comunicante entre los dos proyectos que conflu-
yen en esta exposición. El primero es el realizado en Centroamérica con el título
“Arquitectura de remesas”, resultado de una investigación etnográfica en los países
del llamado Triángulo Norte —Guatemala, El Salvador y Honduras, los que tienen
mayor proporción de población en Estados Unidos—. En la misma se desarrolló una
ambiciosa puesta en común de miradas de antropólogos, fotógrafos y arquitectos
para desentrañar la arquitectura sin arquitectos y la urbanización sin urbanidad de
pueblos mestizos, mayas, garífunas, de ciudades intermedias y capitales. Entre todos El desarraigo parece establecerse como condición de época. Forzados por la sobre-
buscaron desentrañar el porqué de las nuevas formas de intervención constructiva vivencia, los desheredados del mundo encuentran en la migración internacional
y estética en las que la inventiva de los migrantes tiene mucho que decir; ofreciendo una vía de escape marcada por la aventura, la precariedad y las dificultades. Con
“una vitrina para evidenciar el poder de las ideas sobre el paisaje construido”1. resistencia y tenacidad contrarrestan las exigencias de convertirse en una mano
Esta primera experiencia se complementa con el trabajo sobre México que una de obra flexible y nómada, en una nueva casta de consumidores, sin derechos y
pareja de antropólogos realiza recopilando su amplia experiencia de ojos curiosos y bajo control. Regresar y fincar en sus lugares de origen es una forma de contestar
expertos en estas transformaciones obvias pero escurridizas. Es el aporte del Centro a esta condición de desechables anónimos, de dejar al menos alguna huella de su
Cultural de España en México a esta exposición. devenir, un gesto allá donde aún son personas y parte de un colectivo.
Son iniciativas diferenciadas y desiguales en ambiciones e inversión de medios, Levantar una vivienda puede significar muchas cosas. Pero hay dos funda-
pero deben verse como complementarias y leerse desde esa comunidad territorial mentales: una es la certeza de contar con “un lugar en el mundo”, un sitio del que
de tradición agrícola mesoamericana, desde ese horizonte social compartido de las uno es y donde uno quiere transcender. El otro se asocia al hecho de cumplir con el
“remesas republic” —como propone el artista Adán Vallecillo. Ambas quieren mos-
1
Catálogo Arquitectura papel social de ser un miembro adulto y con responsabilidades en la familia y la
de remesas, Guatemala:
trar la “revolución” que los migrantes están produciendo en los estilos de hábitat Red de Centros Culturales comunidad: “el que se casa, casa quiere”. Estas dos facetas requieren lecturas pro-
de la AECID, 2010, p. 49.
domésticos y comunitarios, donde, como señala Luis Pedro Taracena, ahora “el de- 2
Catálogo Arquitectura
pias cuando hablamos de migrantes, que han hecho del “salir” un rito de paso para
seo es posible”2. de remesas, op. cit, p. 19. el ser en comunidad, ser de la comunidad.
EL DÓLAR,
6
LA MEDIDA DE TODAS LAS COSAS 7
remodeladas, que apenas se hacen ver, más que por lo nuevas y repelladas que apa-
Las viviendas que nos llaman la atención, la “arquitectura de remesas” que queda recen, pero que básicamente respetan las formas y materiales tradicionales, quizás
plasmada en estas fotografías, es sobre todo un asunto rural. Cuando las construc- incorporando componentes como block y la lámina.
ciones se dan en las ciudades se detecta un patrón común en Centroamérica: a Las nuevas viviendas se multiplican en espacios internos y aparece, como en la
veces se construye, pero a menudo la vivienda se compra ya hecha en complejos ciudad, la construcción vertical, algo insólito hasta recién. Hay una clara tenden-
residenciales de casas homogéneas indistinguibles. En ambos casos, el resultado cia a la individualización de las habitaciones de dormir —algunas incluso incluyen
son casas modernas y funcionales. Las primeras, levantadas a trancas y barrancas en cuarto de baño—. Se producen importantes innovaciones en el tipo de material
diferentes fases según se juntan los dólares que las hacen posibles. Con todo, buscan de construcción: el block industrializado frente al adobe o el ladrillo; la herrería y el
construir con buenos materiales y dejan terminados de cierta calidad. En las segun- aluminio sustituyen a la madera; las columnas son de varillas y moldes de cemento;
das, el gusto migrante parece acomodarse a las propuestas inmobiliarias en boga, y el tejado a dos aguas se ve desplazado por las terrazas y la lámina.
en urbanizaciones suburbanas de adosados del estilo gated communities con patro- Pero lo importante, y lo que los diferencia respecto a los migrantes urbanos,
nes homogéneos para todas. es que para los rurales los exteriores son claves y desbordan en ellos su creatividad.
Según los investigadores de Centroamérica, en los dos casos estas casas se- Se incorporan infinidad de ingredientes decorativos y múltiples ocurrencias como
mejantes parecen querer pasar desapercibidas por temor a las envidias en un con- colores, arcos, cornisas con teja, moldes prefabricados y fuentes. Se incluyen com-
texto de violencias e inseguridad o por un factor cultural mestizo de vivir de puertas binaciones de motivos arquitectónicos y decorativos insólitos y de difícil elabora-
adentro. El caso es que esta discreción supera las posibles aspiraciones de marcar ción: ventanas ovaladas, paredes en curva o retorcidas columnas salomónicas.
la diferencia, quizás se conforman con reflejar ese estatus clasemediero que mar- Las preferencias estéticas incorporan y convergen distintas vertientes. Todos
can estas viviendas. los estilos son posibles: desde el neoclásico norteamericano estilo Capitolio, que se
Para ellos, la distinción se produce en lo interno, en la intimidad del hogar, asocia al orden del capitalismo y al símbolo del poder, hasta el gusto por el colo-
donde los espacios se llenan con camas cubiertas de edredones y cojines, deco- rismo más ecléctico. Los autores del catálogo de Centroamérica lo definen como la
raciones de todo tipo: relojes, fotos, altares, televisores de pantalla plana, cortino- “estética de la sobrecarga” que alimenta un sentimiento de “nuevos ricos” para
nes, equipos de música, toda la gama de línea blanca… Un equipamiento de confort quienes es preciso “deslumbrar”5. Otros se refieren a una modernidad alternativa,
muy al gusto norteamericano, todo él entre tonos pastel y luces difusas, con espa- mientras el antropólogo guatemalteco Ramón González Ponciano lo denominaría
cios novedosos como las cocinas de gran luminosidad y con desayunadores. el “cosmopolitismo desde abajo”.
En el área rural —si aún se pude llamar así— el comportamiento de los Al dejar la comunidad, los migrantes transgreden el orden comunitario, como
migrantes-constructores es peculiar. En todos los países conlleva transformaciones lo hacían los comerciantes de larga distancia antes y ahora los coyotes o los delin-
del paisaje a través de múltiples elementos. Luis Pedro Taracena, observa la ruptura cuentes, porque como ellos, han vivido situaciones de “pecados” y culpas al salir
de los códigos tradicionales y la transformación sociológica de enormes dimensiones de la supuesta horizontalidad. Para reintegrarse al todo comunitario, al grupo de
y consecuencias que esto supone4. En este medio rural, nuestra atención se centra iguales, tienen que pagar por ello, aunque sea en términos simbólicos. Y parece
en esa “arquitectura de remesas” que nos sorprende. Pero hay otras muchas cons- 4
Catálogo Arquitectura 5
Catálogo Arquitectura
que enaltece a la comunidad, convertirla en espacio de triunfadores con las nuevas
trucciones, ubicadas en aldeas y con inversiones más modestas o simplemente de remesas, op cit. de remesas, op. cit, p. 198. construcciones, es una de ellas.
LA ARQUITECTURA SIN ARQUITECTOS
10 11
En definitiva ¿de qué nos hablan estos monumentos épicos y llamativos? ¿son
esfuerzos vanos por escapar de la pobreza? ¿son una recreación subalterna de la
modernidad? ¿hacen el juego al capital convirtiéndose en consumidores? El caso es
que los emigrantes llevan hasta donde pueden su reto a la historia de exclusión que
cargan. Hasta donde pueden, desarrollan sus sueños, sus sugestiones de mejoras
modernas, su entrada a “otros mundos posibles”. Desde la cruel sobrevivencia pre-
moderna a la que estaban condenados como campesinos, hasta la artificiosa y
cínica hipermodernidad en que están sumidos, es todo un salto mortal.
Las explicaciones que los académicos ofrecemos suelen referirse a soluciones
híbridas, mestizas, kitsh, sintéticas, sincréticas, mosaicos, pastiches, contrastes entre
lo tradicional y lo moderno o de lo decorativo versus lo funcional. Hay argumen-
tos y realidades para todos los gustos. De parte de la ortodoxia hegemónica y el
poder clasemediero urbano muchas veces se les estigmatiza, se les anula, se les
acusa de imitaciones, de remedos, de “quiero y no puedo”, de mal gusto. Se les ve * Manuela Camus y Santiago Bastos son doctores en Antropología Social por el Centro de Investigaciones
como simples correas de trasmisión del poder de cooptación de la cultura de masas y Estudios Sociales en Antropología Social de Occidente (Guadalajara, Jal.).
Durante 20 años residieron en Guatemala donde trabajaron como investigadores sociales en diversas
del consumo. instituciones. Juntos analizaron la sobrevivencia de los sectores populares de la ciudad capital, entre ellos los
Esta culpabilización recuerda a la “nostalgia imperialista” que analizaba y des- indígenas “urbanos”; así como el movimiento político maya. Después Manuela se enfocó en la antropología urba-
menuzaba el antropólogo chicano Renato Rosaldo para referirse a la forma nos- na y en el estudio de la migración internacional, mientras Santiago se dedicaba a la dimensión étnica de la
tálgica en que el occidente trataba los espacios que su propia presencia había sociedad guatemalteca desde diversos ángulos.
En la actualidad Manuela es investigadora del Centro de Estudios de Género de la Universidad de
destruido con sus estrategias coloniales de dominación. Sería un “lamento del
Guadalajara y Santiago del Centro de Investigaciones y Estudios Sociales en Antropología Social de Occidente
hombre blanco” que se duele de las realidades que él mismo transforma violen- en esa misma ciudad
tamente, una forma de lavar la conciencia y las responsabilidades escondiendo la Entre sus últimas publicaciones juntos están Entre el mecapal y el cielo. Desarrollo del movimiento maya
complicidad. De la misma manera, los poderosos y bien pensantes de México y en Guatemala (2003) y la compilación Guatemala: Violencias desbordadas (2009) con Julián López. Por su
cuenta Manuela ha publicado La colonia Primero de Julio y la ‘clase media emergente’ (2005) y La sorpresita
Centroamérica se quejan de lo que están haciendo los migrantes con “el paisaje”,
del Norte. Comunidad y migración internacional en Huehuetenango (2008). Santiago por su lado coordinó
cuando su ceguera y egoismo social ayudaron a expulsar a los pobladores del la colección Mayanización y vida cotidiana. La ideología multicultural en la sociedad guatemalteca (3 vols,
“bucólico” mundo rural. Por ello, queremos terminar con la reflexión de Luis Pedro 2007) con Aura Cumes y la compilación El movimiento maya en la década después de la paz (2010) con
Taracena sobre esta creatividad colectiva como un “asunto de dignidad” o de Roddy Brett.
“ostentación legítima”, según Jorge Durand y Patricia Arias.
Fotografías: Andrés Asturias y Andrea Aragón
LA ARQUITECTURA MIGRANTE
16 17
“Aquí puede usted ver todo el esfuerzo de los En tercer lugar, hay que tomar en cuenta la vecindad. Con una frontera de
muchachos que se van al norte” más de 3,000 kilómetros de extensión, que va de Tijuana, en el océano Pacífico,
Señora que muestra orgullosa las casas de su ranchería a Matamoros, en el océano Atlántico, los mexicanos aprendieron a ir y venir entre
ambos países con enorme facilidad. Fue primero una frontera abierta, con apenas
unas mojoneras que recordaban para la historia un tratado oneroso y desventa-
UN SIGLO DE HISTORIA MIGRATORIA joso. Más tarde, se convirtió en “la línea”, un espacio por donde había que cruzar
de manera subrepticia, pero donde siempre era posible hacerlo. Finalmente, se ha
La migración mexicana a Estados Unidos es un proceso centenario, masivo y unidi- convertido en un muro prolongado y elevado que ha dado lugar a una frontera
reccional entre países vecinos. A fines del siglo XIX, cuando el ferrocarril mexicano casi infranqueable, vigilada y custodiada de manera permanente.
llegó a Paso del Norte, hoy Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, se selló una La historia, la vecindad y la masividad del fenómeno han marcado a la socie-
alianza perdurable entre la demanda de trabajadores por parte de Estados Unidos dad mexicana, en especial, al mundo rural: primero en los estados del centro-
y la oferta de mano de obra barata por parte de México. Desde ese lejano 1884 occidente de México (Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán,
no ha habido un día en que un mexicano haya dejado de pasar por la frontera San Luis Potosí, Zacatecas), la llamada región histórica de la migración ya que fue
norte en busca de empleo en esa economía norteamericana, casi siempre tan allí donde se inició y consolidó el flujo de trabajadores hacia Estados Unidos.
dinámica y demandante de trabajadores. El mismo camino lo han recorrido, millo- Luego, el norte, los estados fronterizos, que de ser un gran territorio casi desha-
nes de veces, los migrantes en la dirección inversa o, como ellos dicen, “volver bitado se convirtió en una región con gran dinamismo económico, urbano y demo-
pa’ tras”, es decir, para regresar al terruño a sanar las heridas y descansar del arduo gráfico. Finalmente, en las dos últimas décadas, desde 1990 a la fecha, el resto del
trabajo junto al calor añorado del comal y ¿por qué no? en su nueva casa. país, en especial los estados del centro y sur, comenzaron a sumarse a la corriente
Se trata de un fenómeno masivo no sólo porque México sea un país popu- migratoria: Chiapas, Estado de México, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Veracruz,
loso, sino porque siempre han sido muchos los trabajos que ha habido que reali- Yucatán. Así, un sinfín de municipios, pueblos y rancherías de esas nuevas regiones
zar en el Norte: jornaleros en los campos agrícolas, operarios del ferrocarril, obreros migratorias han sido impactados por la migración a Estados Unidos, una de cuyas
en las carreteras, las empacadoras, factorías, empleados en los comercios, hoteles primeras huellas es la construcción y recreación de las casas.
y restaurantes. También porque México no ha podido resolver el problema del em- De hecho, la arquitectura refleja tanto esa larga trayectoria así como los cam-
pleo y los salarios, menos aún para la población del campo, que sigue siendo la bios en la geografía migratoria. En la región histórica, donde existe el mayor número
principal cantera de migrantes internos e internacionales. En la actualidad, hay de migrantes documentados que han redefinido sus vidas en Estados Unidos, se
once millones de mexicanos que viven en Estados Unidos, es decir, alrededor de advierte el incipiente desuso y abandono de casas y negocios. En las nuevas regio-
una décima parte de nuestra población. En 1920 se decía que una proporción nes migratorias, en cambio, se vive todavía la preocupación, el interés por mejorar
similar radicaba en Estados Unidos. y construir nuevas viviendas y espacios en los lugares de origen en México.
¿CUÁNDO COMENZÓ A DISTINGUIRSE
18
LA ARQUITECTURA MIGRANTE? 19
Un primer momento, presente en todas las comunidades de migrantes, fue aquel residencia con los suegros.
en el que las remesas sirvieron para mejorar la casa de los padres. Por lo regular, se El modelo ha sido entonces la construcción de una vivienda estilo chalet,
arreglaba y pintaba la fachada se forraba con azulejos de colores, se cambiaba la ubicada al centro del lote y rodeada de terreno por los cuatro lados, como las casas
madera de puertas y ventanas por herrería muy adornada, se ponía piso de mosaico de los suburbios norteamericanos, lo que se conoce como “la yarda”. Un frente
en los cuartos y se instalaba un baño. Si el frente de la finca lo permitía, los migran- amplio, por lo regular con una entrada destacada con columnas que recuerdan
tes abrían una cochera donde guardar ese objeto clave del éxito en el otro lado: los grandes porches, techos a diferentes niveles y a distintas aguas, cochera lateral,
el coche o, mejor aún, la camioneta. Más tarde, se hizo común que los hijos cons- de preferencia cerrada, para dos o más vehículos. En las fachadas abundan las
truyeran un segundo piso en la casa de los padres, segundo piso que resultaba ventanas con vidrios polarizados o con elaborados dibujos esmerilados, la herrería
muy distinto de la planta baja. Pero ese modelo, por varias razones, no prosperó. de aluminio plateado o, mejor aún, dorado, en puertas, ventanas y rejas. En muchos
Construir en casa del padre significaba que esos cuartos pasaban a formar casos, las casas fueron pensadas, desde el principio, para tener dos o tres pisos;
parte del patrimonio de los progenitores y eso se convirtió en motivo de frecuentes en otros, fue sucediendo sin mayor planificación.
conflictos al interior de los hogares. Pero otro hecho fue más decisivo. El crecimiento Para concretar la casa de sus sueños, los migrantes suelen mandan fotos de
de la población y la tendencia a la concentración en localidades dotadas de ser- las casas que les han gustado en Estados Unidos. En muchos casos, ellos no han
vicios hizo posible algo que era cada vez más deseable: la construcción de una casa entrado ni vivido en las casas que admiran y reproducen, tampoco los albañiles que
independiente que tenía la ventaja de poder concebirla desde el principio como reciben el encargo de hacerlas. La construcción corre por cuenta de los maestros
distinta. En las orillas de los pueblos el valor del suelo era muy reducido de modo que albañiles, muchas veces también migrantes, que las reinterpretan y acomodan a los
los migrantes pudieron comprar lotes, incluso varios terrenos, de buen tamaño, espacios y recursos del migrante que destina buena parte de sus remesas a ese
en muchos casos superior a los de sus padres, donde, con ayuda de parientes, proyecto que se puede prolongar por años. Para los albañiles y las tiendas de todo
compadres y vecinos albañiles, pudieron plasmar el anhelo de la casa soñada: tipo de materiales los migrantes son una veta de oro y les hacen propuestas com-
independiente y moderna, lo más parecida posible a las casas de suburbio nor- plicadas y costosas en techos, muros, entradas, acabados y accesorios.
teamericano tan admiradas. Hasta la fecha, en los pueblos se reconocen esas pri- La arquitectura migrante hace hincapié en el exterior, se trata de casas para
meras zonas donde empezaron a comprar los migrantes que fue hacia donde ser vistas y admiradas por fuera. La fachada, sobre todo, es lo que cuenta. Una
empezaron a crecer y urbanizarse los pueblos. Al mismo tiempo, los ejidos, que cosa es clara: los migrantes prefieren, insisten, reiteran su preferencia por las casas
originalmente debían garantizar la producción agrícola, en la práctica tuvieron modernas de estilo norteamericano. En las zonas turísticas, donde se han recupe-
que destinar cada vez más parcelas a uso urbano para hacer posible la vivienda rado arquitecturas vernáculas o que lo parezcan —como las casas de madera y
de las nuevas generaciones. techo de teja en las sierras o las palapas en las playas—, los migrantes no se han
Pero en los últimos años, el factor más decisivo para construir casas inde- dejado seducir por esos estilos. Eso es para los turistas, para los de fuera, dicen.
pendientes ha sido la decisión y voluntad de las mujeres, sobre todo de las jóvenes. Para ellos, la casa en el lugar de origen tiene que ser distinta, en esa versión de
Ante la prolongación de la estancia de los migrantes en Estados Unidos, lo que en modernidad que representa el suburbio de clase media norteamericano. La casa es
las comunidades indígenas significa que las mujeres casadas deben permanecer la señal, la prueba evidente y contundente del “éxito” en el otro lado, de que el
en la casa de los suegros —cuestión que es motivo de tensiones inacabables— “sacrificio” de estar lejos ha valido la pena, que tiene una recompensa visible que
las novias y esposas luchan porque sus parejas construyan una casa, “aunque sea puede ser vista, admirada, reconocida por todos.
LOS ELEMENTOS DECORATIVOS
22 23
Con el tiempo, los migrantes comenzaron a invertir sus ahorros para organizar su
retorno en una serie de actividades comerciales y de servicios de las que, pensaban,
podrían vivir y donde podían aplicar los conocimientos y habilidades aprendidos
en el otro lado. Todo era realizado con ahorros personales y conyugales. Una estra-
tegia muy socorrida de capitalización era comprar, a lo largo de toda la trayectoria
como trabajadores migrantes, diferentes terrenos en los lugares de origen e incluso
en ciudades regionales para el momento del retorno venderlos y de esa manera
disponer de dinero para llevar a cabo la instalación de algún negocio.
Así, ellos fueron los introductores de un sinfín de establecimientos comer-
ciales y de servicios “modernos” en sus comunidades. Las cenadurías, fondas y
taquerías dieron paso a restaurantes de carnes y mariscos, a pizzerías, a cafés que, Pero ahora muchas de las casas y negocios de los migrantes están vacías; otras se
a últimas fechas, han incorporado el servicio de “delivery”, es decir, la entrega a han quedado en alguna etapa de la construcción; la mayor parte se ofrecen en
domicilio, rápido y sin costo. La vieja casa del centro con el letrero de “Se rentan renta o permanecen prestadas; algunas lucen abandonadas o se ofrecen en venta.
cuartos” fue complementada, a veces sustituida, por un hotel o motel situado en la Esto hay que atribuírselo, en buena medida, al patrón migratorio actual que rom-
salida de las poblaciones, con cuartos con baño, televisión con cable, en ocasiones, pió con la circularidad, acabó con la migración de ida y vuelta. Los costos y ries-
con alberca y salones para eventos. Ha sido exitosa también la construcción de peque- gos del cruce subrepticio de la frontera se han incrementado de tal manera que
ños conjuntos de departamentos, con cochera en la entrada, que son rentados por los migrantes que logran cruzar no se arriesgan a regresar de manera recurrente y
maestros, funcionarios y personas que buscan alojamiento de manera temporal. prefieren permanecer de manera indefinida en el otro lado. En la actualidad, los
Los migrantes introdujeron en las comunidades el concepto del Mini Super, migrantes indocumentados de las nuevas regiones migratorias, que en cualquier
basado en “la Marketa” donde ellos hacían sus compras en Estados Unidos: un momento y por cualquier motivo pueden ser detenidos y deportados, son los que más
galpón grande, con estacionamiento, que alberga una tienda de abarrotes muy bien invierten en sus casas para cuando decidan regresar o se vean obligados a hacerlo.
surtida donde cada quien toma los productos de los anaqueles y los paga en la caja. Los migrantes legales son, hoy por hoy, los que pueden viajar y habitar sus
Ellos han invertido en la creación de salones de fiestas para la celebración de eventos casas pero son también los que tienen que regresar a sus empleos en Estados
sociales que ya se organizan fuera de los hogares (bodas, cumpleaños, graduacio- Unidos. Algún día, quizá cuando se jubilen, podrán regresar. Pero esa moneda
nes, quince años) y pequeños “centros de convenciones” donde han construido está en el aire.
salones para reuniones de toda índole. En fin, un número incalculable de las estéti- Por lo pronto, tienen la alternativa de mantener sus casas para el retorno en
cas, agencias de viaje, tiendas de ropa de importación, venta de materiales de cons- vacaciones, para rentarlas, prestarlas a algún pariente o, algo que ya se deja sentir,
trucción modernos y novedosos que han surgido en el mundo rural deben mucho a venderlas. Las páginas web de los pueblos de migrantes ofrecen casas y terrenos
las inversiones y propósitos de retorno de los migrantes. en venta. Pero no es fácil vender esas casas a usuarios que no sean migrantes.
¿QUÉ NOS LLAMA LA ATENCIÓN DE
28
LA ARQUITECTURA DE LOS MIGRANTES? 29
Los migrantes, con sus casas y negocios, contribuyeron de manera muy impor-
Desde luego su diferencia, su distancia, su desinterés por adecuarse al entorno y tante a la dotación de servicios en las comunidades rurales, a la urbanización de
a los modelos tradicionales de la vivienda en el mundo rural o, si se quiere, a lo los pueblos a fin de cuenta. Los migrantes no solo llevaron, introdujeron, enseñaron
que nosotros consideramos que debería ser el respeto a los estilos tradicionales. a sus parientes y paisanos las nuevas maneras en que se vivía y consumía en las
También nos llama la atención el uso y abuso de estilos eclécticos, materiales sun- ciudades, sino que fueron prácticamente los únicos que estuvieron dispuestos a in-
tuosos, adornos dispendiosos, que podrían, se dice mucho, haberse destinado a vertir sus ingresos en las comunidades de origen cuando la crisis de las actividades
solventar otras de las muchas carencias que padecen las familias en el campo. agropecuarias empezó a hacer colapsar la vida rural y no fue posible, en muchos
Pero, desde el punto de vista de los migrantes y, sobre todo, de sus comu- casos, encontrar alternativas. Ellos fueron los únicos que conservaron, durante mu-
nidades la casa, como quiera que sea, representa un logro de los migrantes y un cho tiempo, la esperanza de que era posible establecer negocios en sus terruños.
orgullo para todos. La arquitectura migrante representa una ostentación legítima, La arquitectura migrante representa una ostentación legítima en otro sen-
quizá la última que queda, que todos conocen y reconocen. tido: todos saben cómo fue posible, cuánto esfuerzo costó acuñar el dinero que se
La arquitectura migrante ha sido la destinataria de buena parte de las reme- presume en las construcciones. Con el tiempo, los ricos tradicionales de los pue-
sas individuales que, con pico y pala, se hacen colectivas: la construcción de casas, blos, el “hacendado”, más tarde el propietario de la gran tienda de abarrotes, se
hoteles, restaurantes, supermercados, negocios especializados han representado extinguieron y, en su lugar, comenzaron a aparecer figuras controvertidas, temi-
ingresos importantes y constantes para muchos otros negocios (venta de mate- das pero muy poco apreciadas: el político, el prestamista, el narcotraficante, de cuya
riales, vidrierías, herrerías, mueblerías) y empleo para parientes, vecinos y paisanos riqueza, de cuyas propiedades, tanto o más ostentosas que las de los migrantes,
que de esa manera obtienen salarios que les han ayudado, quizá, a no tener que se habla en voz baja y, desde luego, nadie está orgulloso, sino todo lo contrario.
seguir los pasos de los que se han ido. Las construcciones son personales, pero De la arquitectura migrante, como quiera que sea, todos pueden estar legítimamen-
en su conjunto, representan una aportación, una contribución al mejoramiento te orgullosos y reconocer, en voz alta, que se debe al “esfuerzo de los muchachos
colectivo, a que la comunidad luzca mejor, más moderna, en beneficio de todos. que se van al norte”.
EL REGRESO A LA FIESTA LA CASA DE MIS SUEÑOS
30 31
Teléfonos: 5521 19 25 al 28
info@ccemx.org
www.ccemx.org