Está en la página 1de 5

LA CULTURA: GENERADORA DE PLURALIDAD

Más allá de construir una definición de cultura, -término que tiene múltiples

interpretaciones y puntos de abordaje, y del cual cada persona podría establecer

un concepto según su propia experiencia-, lo que se pretende en el presente

ensayo es determinar cómo a pesar de que se constituyen expresiones

colectivas en un conjunto característico de patrones que identifican

determinado grupo humano, es de relevancia establecer cómo la propia

cultura particulariza comportamientos, esquemas, formas de expresión y

simbologías en cada individuo.

Las características visibles crean al interior de los grupos humanos y de las

personas mismas, repertorios comportamentales, de pensamiento, de creencias y

respuestas que se constituyen en sus representaciones, y a la vez estructuran

sus prácticas sociales. Es decir, que gracias al sentido social, a las costumbres,

dogmas, elementos y lenguaje adoptados dentro de un grupo, la particularidad

colectiva posibilita de manera implícita pero evidente, la diversidad del sujeto.

La cultura no surge de manera planeada; es el resultado de las múltiples

dinámicas del sujeto con sus pares y con su entorno. Es además la respuesta a

las necesidades de integración e interacción del hombre. Además de los actores

y actividades, se establecen implícitamente en cada cultura, los elementos que


describe Bourdieu, los cuales superan esquemas objetivos y subjetivos que

permiten tener claridad sobre las dinámicas al interior de los grupos humanos.

En primer lugar, el Habitus, puede ser entendido como un sistema de prácticas

duraderas y transferibles, es decir, estructuras predispuestas a funcionar como

reguladoras del comportamiento. Es a través del Habitus que un individuo logra

acoplarse a un colectivo en el cual desea ser aceptado, y por tanto asume las

condiciones que se exigen para permanecer en él. Gracias a éste, se regulan las

conductas, se establecen normas y se demarcan espacios de acción.

Por su parte, el campos hace referencia a las relaciones sociales dispuestas que

se dan dentro de los grupos de manera objetiva (podría hablarse de jerarquías,

por ejemplo), que favorecen y posibilitan un crecimiento permanente del individuo

gracias a que propician la convivencia y la integración. Visto de esta manera, las

condiciones y estrategias que crean determinados “campos” están mediadas

directamente por el Habitus pre establecido.

Pero no podría darse Campus sin los aportes personales, sin las posibilidades y

condiciones individuales, es decir sin capital. El Capital, es conceptualizado por

Bordeu como lo que cada sujeto posee o anhela poseer: cierta posición social

(capital social), bienes materiales (capital económico), conocimientos (capital

cultural) o determinada valoración del mundo (capital simbólico). Y como posesión

personal, es precisamente el capital lo que se tiene para aportar al desarrollo de la

cultura.
Finalmente, ---- si escribe este conector “finalmente” es porque enseguida va a

escribir el parrafo de conclusión--, seria conveniente escribir otro conector----- no ,

surge el concepto de trayectoria, definido por González como un “Conjunto de

movimientos sucesivos de un agente dentro de un espacio estructurado

(jerarquizado) sujeto a desplazamientos y distorsiones…”1 Desde este sentido, la

trayectoria constituye el que hacer del ser y del colectivo, activa, moviliza, impulsa

y hace que se renueve y resignifique constantemente la cultura y la humanidad.

De otra parte, Es necesario comprender la sociedad como la unión de una

diversidad individual humana donde se contemplan todos los aspectos que llevan

al conocimiento y entendimiento del ser dentro del medio; sus acciones, forma

de aprendizaje, la integración con la realidad, principios y valores entre otros.

En la actualidad, se toma al individuo como un ser constructor y transformador

social y de su entorno, producto de todo un proceso histórico, político, influenciado

por las exigencias propias de cada época, muchas de las cuales han quitado la

posibilidad al individuo de mostrar sus habilidades, opiniones y aspectos que

permiten el desarrollo y cambio tanto de las concepciones de pensamiento

obtenidas y construidas de un entorno social o individual, y que simplemente

exigen una respuesta de adaptación o aceptación pasiva de los cambios y

exigencias; no por ello el ser deja de transformarse interiormente.

1González, J A. Y todo queda entre familia. Estrategia, objeto y método para historias de familias. Tomado de Estudios sobre las Culturas
Contemporáneas, época II, no. 1, Colima, junio de 1995.
Esta imposibilidad de mostrar tales potenciales conlleva a múltiples respuestas de

alguna manera negativas para el ser humano, puesto que se traducen en

conductas mal adaptativas. Es por ello, que jamás debe desconocerse o coartar

la singularidad; gracias a ella, a través de las sensaciones, percepciones y

sentidos, el propio sujeto admite el reconocimiento y la realización de nuevos

conocimientos, transformación y crecimiento, sea desde un punto de vista

individual o grupal presentes en una sociedad o grupo.

La individualidad determina la forma de pensar, actuar y responder a todos los

sucesos que ocurren día tras día; respuesta que lleva al entendimiento de los

comportamientos y acciones diferenciables de cada ser.

BIBLIOGRAFÍA

Bourdieu, P (1987),147 citado por Joerges, B y Nowotny, H. (2003). Social Studies

of Science and Technology: Looking Back, Ahead. Netherlands: Springer.

González, J A. Y todo queda entre familia. Estrategia, objeto y método para

historias de familias. Tomado de Estudios sobre las Culturas Contemporáneas,

época II, no. 1, Colima, junio de 1995.


Bourdieu, Pierre. (1995) Las reglas del arte: Génesis y estructura del campo

literario. Anagrama, Barcelona, 384p

También podría gustarte