La cavitación o aspiraciones en vacío es un efecto hidrodinámico que se produce
cuando se crea cavidades de vapor dentro del agua o cualquier otro fluido en el que actúan fuerzas que responden a diferencias de presión. La cavitación en bombas puede producirse en dos formas diferentes: La cavitación de succión ocurre cuando la succión de la bomba se encuentra en unas condiciones de baja presión/alto vacío que hace que el líquido se transforme en vapor a la entrada del rodete. Este vapor es transportado hasta la zona de descarga de la bomba donde el vacío desaparece y el vapor del líquido es nuevamente comprimido debido a la presión de descarga. Se produce en ese momento una violenta implosión sobre la superficie del rodete. Un rodete que ha trabajado bajo condiciones de cavitación de succión presenta grandes cavidades producidas por los trozos de material arrancados por el fenómeno. Esto origina el fallo prematuro de la bomba. La cavitación de descarga sucede cuando la descarga de la bomba es muy alta. Esto ocurre normalmente en una bomba que está funcionando a menos del 10 % de su punto de eficiencia óptima. La elevada presión de descarga provoca que la mayor parte del fluido circule por dentro de la bomba en vez de salir por la zona de descarga. A este fenómeno se le conoce como slippage. A medida que el líquido fluye alrededor del rodete debe de pasar a una velocidad muy elevada a través de una pequeña apertura entre el rodete y el tajamar de la bomba. Esta velocidad provoca el vacío en el tajamar (fenómeno similar al que ocurre en un Venturi) lo que provoca que el líquido se transforme en vapor. Una bomba funcionando bajo estas condiciones muestra un desgaste prematuro del rodete, tajamar y álabes. Además y debido a la alta presión de funcionamiento es de esperar un fallo prematuro de las juntas de estanqueidad y rodamientos de la bomba. Bajo condiciones extremas puede llegar a romperse el eje del rodete. La cavitación se localiza entre el extremo del álabe del rodete y donde acaba la envolvente del cuerpo o tajamar. El líquido se ‘estira’ debido al bajo caudal y a la alta presión diferencial en ambos lados del tajamar. Al paso de los álabes, se forman y colapsan burbujas, de manera continua. Entre un álabe y el siguiente, aparecen burbujas que permanecen en el tajamar hasta que las alcanza el siguiente álave. En ese momento, se crea una presión suficiente que hace posible la implosión de la burbuja en el extremo del álave. En la parte posterior del mismo, ya se ha formado una nueva burbuja que se sitúa ahí hasta que implosiona en el siguiente álabe . En la cavitación de succión, los daños abarcan desde unas pocas picaduras localizadas en el ojo del rodete hasta una rotura total del impulsor y destrucción de la placa de desgaste. En la mayoría de casos, el deterioro se reduce a picaduras en el rodete y en la placa de desgaste. A veces, el desperfecto se describe como si fuera un queso suizo o se hubiera ametrallado el rodete. En general, el daño provocado por una cavitación de succión se limita a estas dos piezas. Por su parte, la cavitación en la tajamar de la carcasa (o de impulsión) es, con diferencia, mucho más destructiva que la anterior. En este caso, aparecen las picaduras características en el extremo de los álabes y su parte anterior. Si la cavitación es suficientemente severa, el ataque avanza por todo el álabe. En cuanto a las carcasas de volutas simples, debido a la no compensación de la alta presión, el eje aumenta su deflexión a medida que la altura de bombeo es más alta. Gorman – Rupp diseña los ejes de sus bombas para que admitan esta deflexión en el rango de trabajo de la curva de funcionamiento. Sin embargo, si la altura de bombeo es suficientemente elevada como para que el punto de trabajo se sitúe a la izquierda de la curva característica, entonces se producirá la cavitación de impulsión que reducirá la vida útil del rodete. La deflexión del eje podría generar fatiga y su propia rotura; los rodamientos se podrían deteriorar por sobreesfuerzo y, además, se podría perjudicar el cierre mecánico. El proceso de corrección de la cavitación es sencillo, si se conoce la causa del problema. La cavitación de impulsión u operación demasiado a la izquierda de la curva característica implica dos posibilidades. Por un lado, reducir la altura de bombeo. Por el otro, aumentar el caudal de trabajo para que la bomba ‘entre’ en la curva. En ocasiones, aumentar la velocidad puede ayudar aunque se debe conocer la curva de la instalación, antes de tomar cualquier decisión. La cavitación en la succión se puede deber a algún cuerpo extraño que obstruya la tubería de succión de la bomba o bien, a la altura de aspiración: demasiado alta por lo que el NPSHD es inferior al NPSHR de la bomba. Un vacuo metro instalado en la brida de succión solamente indicará que el vacío es elevado pero no su causa. Cuando se detecta un atasco en la tubería de succión, se debe limpiar lo antes posible. No hay que inyectar aire comprimido, ya que lo devolvería al depósito y se podría aspirar de nuevo. Si la altura de succión es excesivamente alta, acerque la bomba a la superficie del líquido o cambie la consigna de nivel del pozo de bombeo.